del Acequion a La Punta Francisco Sala Aniorte
Cronista Oficial de Torrevieja Académico de la Real Academia de Cultura Valenciana
El Faro: una luz en el pasado con mirada de futuro El 30 de noviembre de anacoreta en su gruta, a 1860, a las 12 de la mañana, solas con su fantasía crease adjudicó en pública sudora y con su amado arte basta las obras relativas al ‘Pedro el del faro’, como establecimiento de una luz familiarmente lo hemos de puerto provisional en llamado siempre todos, la rada de Torrevieja, bajo ha trazado las esbeltas líun presupuesto de 53.615 neas góticas del panteón reales con 80 céntimos. Se de la familia Talavera y la ubicó en lo alto del antiguo elegantísima silueta de la baluarte, que había sido aguja del monumento de proyectado como defensa la Glorieta. Allí, en aquella de la costa en 1810, próxicaverna que alegraba el El baluarte convertido en faro y casa del farero. / Colección de Fco. Sala. mo al lugar que hoy ocupa mar con sus murmullos el monumento al Hombre y reverberaciones, habrá del Mar. soñado muchas veces con una vida de Con el paso del tiempo y el inicio de artista y ante los ojos de su imaginación las obras de la escollera de Levante, El habrán posado en fantástica procesión sus alumbrado marítimo tendría que sufrir alobras non natas, más bellas cuanto más guna modificación. La luz situada en punta ideales y separadas de la realidad. Tiempo Cornuda, sobre el antiguo fuerte, una vez hace ya que pedro no vive entre nosotros y construido el espigón o dique de defensa no sé si continua sus artísticas tareas. De tendría que ser trasladada al extremo de cualquier modo que sea, dejadme que esesta obra, la vivienda del torrero, contigua criba su nombre a la cabeza de mi epístola. al fanal, quedaría distante del faro, pero Y sea el segundo su compañero y coese inconveniente podía evitarse obligando laborador, el que corría a encerrarse con a los concesionarios para la construcción Pedro en la para mi famosa gruta de donde del puerto a establecer una nueva vivienda han brotado tantas obras de arte, el más para el farero en el morro del dique ensanartista de los hijos de Torrevieja puesto que chando lo necesario esta parte, obra que lo es hasta por carácter, Tomás Parodi. Tonunca se llevó a término. más es tornadizo y voluble para trabajar; Parecía también un inconveniente seexigente consigo mismo más que el crítico Anuncio de Pedro Solano, escultor y farero. / Colección de Fco. Sala. ñalar con una luz el encuentro del muelle más atrabiliario; descontentadizo y despiade la costa con el lateral de escalera, que dado para con sus propias obras que mudebía servir para las embarcaciones menores, señalando la sepa- chas veces ha roto y reducido a masas informes de barro, después ración de los atracaderos de las grandes embarcaciones y de las de haberlas infundido, como Dios al primer hombre, el soplo vital de pequeñas, en el llamado ‘puerto piojo’, lo que hoy es parte del relleno su inspiración. ¡Ah! Yo no lo he dudado nunca ni lo dudo ahora. Si Tomás se hubiese dedicado en alma y cuerpo a la escultura, figuraría del puerto. De aquella época nos ha llegado el nombre de Pedro Solano que, junto a los Benlliure y Valtmijjana. Aun hoy, si lee estas breves líneas, además de haber sido farero en Torrevieja y en la isla de Nueva palpitará un poco más de prisa su corazón de artista, pero después requerirá los trastos de pescar y se irá a olvidar entre redes y anTabarca, destacó como escultor, junto con Tomás Parodi. En septiembre de 1887, el periódico local ‘Torre Vigía’ hace una zuelos su vocación perdida. No importa: las estatuas y los bustos de descripción de Pedro Solano que viene a colación con la exposición la Glorieta serán eternamente su gloria y su remordimiento.” De aquellos hombres se pueden aun hoy ver algunas de sus que en estos días realizan alumnos de arquitectura de la Universiobras en el cementerio municipal, pero lo realmente curioso es que, dad de Alicante sobre los faros: “Todas las artes han tenido o tienen entre nosotros quien las cul- en este artículo de autor desconocido y firmado bajo el seudónimo tive con éxito y con entusiasmo. Comenzando por la más material de de ‘Un Salinero’, nos sirva para enlazar -ciento treinta años despuéstodas, por la arquitectura, ¿qué torrevejense no nombrará con orgu- la escultura, la arquitectura, los faros y la mar de aquellas gentes llo a Pedro Solano y mostrará sus obras con íntima satisfacción? En con los futuros creadores del mañana que exponen ‘Faros de Natuaquella modesta cuevecilla que hay al pie del faro, recluido como un raleza’ en las Eras de la Sal. Enhorabuena a todos.