Falleció el pasado día 24 a los 108 años de edad
ADIÓS A JOSEFINA BLANCO, TESTIGO Y MEMORIA DE TORREVIEJA
Josefina Blanco, rodeada de gran parte de su familia en las celebración de uno de sus cumpleaños como centenaria
El pasado sábado tuvo lugar en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, la misa funeral de Josefina Blanco López, la torrevejense más longeva con 108 años de edad y una de las más mayores de la Comunitat Valenciana. El óbito se produjo en la madrugada del viernes 24 en su domicilio de la calle Caballero de Rodas, la misma casa en la que nació el 19 de mayo de 1906, después de que su salud se hubiera deteriorado en los últimos días. Su capilla ardiente fue instalada en el Tanatorio de Torrevieja, donde muchos torrevejenses acudieron durante toda la jornada de ayer y lo seguirán haciendo esta mañana, para rendir un homenaje a la que durante más de un lustro fue su primera vecina en el
padrón municipal de habitantes. Entre quienes se acercaron estuvo el alcalde, Eduardo Dolón, acompañado por la concejal de Tercera Edad, Inmaculada Montesinos, quien destacó la gran calidad de vida de la que disfrutó Josefina hasta sus últimos años, así como su vitalidad. El regidor acudía cada año a felicitarla por su cumpleaños y en mayo pasado todavía tuvo fuerzas e hizo un alarde de memoria al cantar por completo una de las habaneras más tradicionales y antiguas de Torrevieja como ‘Rosita de un verde palmar’. Sin duda, Josefina Blanco ha sido testigo excepcional de los numerosos cambios y progresos que
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ha tenido la ciudad durante el más de un siglo de vida y mantenía frescos sus recuerdos de juventud, así como siempre tuvo palabras de emoción y halagos hacia su marido, Antonio Moscardó, del que siempre dijo que «fue el hombre más guapo de Torrevieja». Esbelta y elegante siempre fue considerada como una gran señora y apuntaba siempre a su buen apetito como uno de los secretos de su longevidad del que ha hecho gala hasta casi al final de sus días. Con su marcha, Torrevieja pierde una de las personas que fue auténtica memoria de la ciudad. Francisco Reyes