Domingo 11 de julio de 2010
8 Sucedió un 13 de Julio
462 años del Obispado de Guadalajara
cripción eclesiástica, sólo que, debido a la lentitud burocrática con que se tramitaba en la Corte esta clase de asuntos, no se llevó a cabo sino hasta dos años después.
jara, el rango de Capital de la Nueva Galicia; B) El cambio de la Sede Episcopal Compostelana, y C) El traslado también de la Real Audiencia, que en tiempos de la Colonia era la autoridad máxima en materia de Justicia, toda vez que, después de esa instancia, únicamente restaba recurrir al Consejo de Indias. Cuando la caravana arribó procedente de Compostela, fue recibida por los tapatíos con un brillante desfile. Los viajeros se apearon frente al Templo de San Miguel (en terrenos del actual Templo de Santa María de Gracia, al costado Norte del Teatro Degollado) y, luego de entonar el “Te, Deum laudamus”, volvieron a trepara a sus caballos y dieron una vuelta por la plaza y las calles. Enseguida llegaron a la casa del conquistador Juan de Saldívar, entonces situada en lo que ahora es la Calle de Morelos, a espaldas del Teatro Degollado, y que, por fortuna, se salvó de la demoledora piqueta que ha destruido casi la totalidad de las fincas históricas de nuestra urbe. El citado Saldívar hospedó a las autoridades civiles, mientras que las autoridades religiosas eran alojadas en el Convento de los Padres Franciscanos. El primer Obispo efectivo fue Fray Pedro Gómez Maraver, también de la Seráfica Orden Franciscana, oriundo de Granada, España, pero su actividad pastoral duró solamente dos años; tiempo en el que alcanzó a sentar las bases del gobierno diocesano. La primera Casa Episcopal, fabricada por él mismo, estaba situada en una parte de lo que ahora es el Teatro Degollado y la Plaza de la Liberación.
traslado de la diócesis a esta ciudad
consolidación del obispado
Según las viejas crónicas, la mañana del 10 de diciembre de 1560 era en verdad fría, así como con vientos precursores de un crudo invierno, que ya calaba los huesos. Sin embargo, los moradores de la naciente Guadalajara apenas resentían la crudeza invernal, pues ansiosos aguardaban la llegada de la comitiva a esta ciudad, de las autoridades provenientes de Compostela. Días antes, los guadalajarenses habían alcanzado una sonada victoria sobre los compostelanos: A) Lograr, para Guadala-
Con todo, esta jurisdicción de la Iglesia no se consolidó sino hasta 1560, a la venida del segundo Obispo, Fray Pedro de Ayala, quien efectivamente logró la autorización del cambio de la Sede Episcopal a Guadalajara. De hecho, fue Fray Pedro quien colocó la primera piedra de la Catedral primitiva, que en realidad era un jacalón grande, levantado a base de madera y paja. Es más, años después, en 1574, a propósito de una Festividad del Corpus Christi, unos cohetes originaron su incendio y destrucción.
Profa. Raquel Guadalupe Núñez Rojas Centro de Estudios Históricos “Fray Antonio Tello”
E
l 13 de julio de 1548, el Papa Paulo III firmaba en Roma la Bula “Super speculum militantis Ecclesiae”, mediante la cual erigía canónicamente, en territorio de la Nueva Galicia, la Diócesis de Santiago de Compostela. La respectiva acta constitutiva quedó asentada en el Archivo Secreto del Vaticano, Registro 1650 – Folio 285. Dicho Obispado se establecía en la población de Compostela, hoy del Estado de Nayarit, y que entonces era la Capital de la Nueva Galicia.
la superioridad de guadalajara
Compostela había sido fundada por Nuño Beltrán de Guzmán en julio de 1532 (cuando “la primera” Guadalajara, llamada Villa del Espíritu Santo, trataba de acomodarse en lo que actualmente es Nochistlán, del Estado de Zacatecas). Diez años después, en 1542, la Capital de toda esta Región se fundaba, definitivamente, en el Valle de Atemajac, con Cristóbal de Oñate a la cabeza. Ya para entonces, sin embargo, la población tapatía aventajaba con creces a la compostelana, que contaba escasamente con seis familias, mientras que aquí se aglomeraban 63 familias, según consta en el Acta de Fundación. gestiones para crear el obispado
El historiador Ignacio Dávila Garibi narra lo siguiente: “Cristianos de verdad y muy piadosos, los vecinos tapatíos desde luego pensaron en la conveniencia de que la hermosa ciudad fuera sede de un Obispado, al que, además del territorio neogallego, podría agregarse el de otras Provincias situadas al Norte, y cuyos límites eran del todo desconocidos”. Con este motivo, el 3 de enero de 1543, en escrito petitorio que pasó ante el Escriban Público don Baltasar de Montoya, los Alcaldes y Regidores de la Ciudad de Guadalajara: Diego de Colio, Juan de Villarroel, Miguel de Ibarra, Juan del Camino, el Alférez Real don Hernán Flores,
Fray Pedro Gómez Maraver, primer Obispo de Guadalajara.
Toribio Bolaños y Juan Miguel, todos ellos conquistadores, capitanes y primeros pobladores de la expresada ciudad, impetraron a Su Cesárea Majestad el Emperador Carlos V de Alemania y I de España, gestionara ante la Santa Sede la creación del deseado Obispado, cuyos límites podría señalar el propio monarca. petición a la autoridad papal
Consignan los historiadores que en el año de 1544 el Emperador Carlos V solicitó a Su Santidad Paulo III crear el tan anhelado Obispado, que pedían tanto el pueblo de la Nueva Galicia como el Obispo de Michoacán. El año de 1546, atendiendo los deseos del monarca español, el Santo Padre resolvió erigir y delimitar esta nueva circuns-