Revista Identidades 8

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8 AÑO 5 NÚMERO

ISSN 2224-4727

ENERO / JUNIO 2015


ISSN 2224-4727 Ramón Rivas SECRETARIO DE CULTURA

Carlos Pérez Pineda DIRECTOR NACIONAL DE INVESTIGACIONES EN CULTURA Y ARTE

Carlos Pérez, Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte Pedro Escalante Arce, Academia Salvadoreña de la Historia Alfredo Ramírez, Universidad de El Salvador Margarita Silva, Instituto de Acceso a la Información Pública Heriberto Erquicia, Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán Harold Sánchez, Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte Guillermo Cuéllar, Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte COMITÉ EDITORIAL

Carlos Pérez Pineda DIRECTOR DE LA REVISTA

Carlos Pérez Pineda COORDINACIÓN

Roberto Turcios Erick Ching Mario Vásquez COMITÉ CIENTÍFICO

Jasmine Campos COORDINADORA EDITORIAL PARA ESTE NÚMERO

Josselyn Calderón Darvin Escobar CORRECCIÓN DE ESTILO

Gabriela Morán DIAGRAMACIÓN Y DISEÑO GRÁFICO

Identidades, revista de la Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte, de la Secretaría de Cultura de la Presidencia Alam. Juan Pablo II y calle Guadalupe, Plan Maestro, Centro de Gobierno, edif. A-5, tercer nivel, San Salvador. Teléfonos: 2592-5309 y 2592-5228. email: hsanchez@cultura.gob.sv El contenido de esta revista puede ser reproducido, total o parcialmente, citando la fuente. Impreso en los talleres de la dpi 17.ª Avenida Sur n.° 430, San Salvador, El Salvador, Centroamérica Se dejó de publicar durante el año 2014. Reanudando el proceso de publicación durante el año 2015, de acuerdo a la norma de publicación establecida.

Imagen de portada: Ministro de Cultura Reynaldo Galindo, en acto de inauguración de la exposición del libro. Fototeca del Archivo General de la Nación. Imagen de contraportada: Monumento «Diosa de la Lluvia», del parque Balboa en los Planes de Renderos, San Salvador. Cortesía del Instituto Salvadoreño de Turismo (ISTU).


Sumario Presentación

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Para el debate Sindicatos, ola de protesta y represión política en El Salvador (1962-1972): notas para su abordaje teórico Lucrecia Molinari

11

El pensamiento vitalista-teosófico de Maximiliano Hernández Martínez Otto Germán Mejía Burgos

31

DOSSIER El significado político de la Revolución de 1948. Antecedentes, directrices y críticas opositoras Gerardo Monterrosa

63

La política cultural del reformismo militar salvadoreño (1948-1960) Carlos Pérez Pineda

96

Políticas sociales en El Salvador: 1948-1960 Josué Hernández Zúniga, Teresa Linares y Cristina García Castro

121

AVANCES DE INVESTIGACIÓN La Zona Nuclear de las Cabezas de Jaguar durante el Preclásico tardío Federico Paredes

153

Cinco mitos sobre el proceso migratorio salvadoreño Jaime Rivas Castillo

170

FUENTES Imágenes fondo AGN Gerardo Monterrosa

183


Fuentes policiales para el estudio de las políticas de los Gobiernos militares: El caso Interiano, 1943 Óscar Meléndez

195

RESEÑAS Joya de Cerén Por Luis Rodríguez Castillo

207

Niños de un planeta extraño Por Silvia López

217

De las misiones de fe al neopentecostalismo Por Carlos Lara

221

Índice de imágenes Normas editoriales

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Presentación

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a mayor parte de los estudiosos de la historia política de El Salvador reconocen de manera explícita o implícita la importancia central de la institución militar en el proceso político del país. Algunos todavía consideran, equivocadamente, a la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) como el instrumento político, sin voluntad propia, de la fracción oligárquica de la clase dominante salvadoreña a lo largo del siglo XX. De acuerdo con Williams y Walter, la institución castrense debe ser considerada como un actor político de primer orden1 que paulatinamente desarrolló un conjunto de intereses políticos e institucionales que no siempre coincidieron con los intereses de los grupos económicos más poderosos de la sociedad en ciertos periodos del devenir histórico nacional durante el pasado siglo. El complejo proceso de cambios institucionales, económicos, sociales y culturales iniciado con el llamado Golpe de los Mayores, que fulminó las pretensiones continuistas del Gobierno presidido por el general Salvador Castaneda Castro en diciembre de 1948, abrió precisamente uno de esos periodos en los que la cúpula de la institución militar asumió un protagonismo político extraordinario, manteniendo un grado considerable de autonomía en relación a los poderes económicos que históricamente han prevalecido en la sociedad salvadoreña. Lo anterior no significa que los militares actuaron sin que su rol se viera constreñido por limitaciones relacionadas con estructuras de poder internas y externas.2 Los «Mayores» no buscaron crear una alternativa al sistema político existente sino que se propusieron adaptarlo a los nuevos tiempos, por la vía de la modernización institucional y del reformismo económico y social, aprovechando los beneficios comerciales brindados por una coyuntura internacional favorable a las exportaciones de café. Además de importantes cambios en la práctica y en el discurso político, y de la creación de un sistema de partidos políticos de corte electoral,3 la nueva generación de oficiales que

Phillip J. Williams y Knut Walter, Militarization and Demilitarization in El Salvador´s Transition to Democracy, (Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1997), 6. 2 Williams y Walter, Militarization and Demilitarization, 6. 3 El control ejercido por el partido oficial, el Partido Revolucionario de Unificación Democrática (PRUD), sobre las actividades electorales no invalida el significado positivo de la sustitución del viejo sistema de partido único, el oficial, de los Gobiernos de las décadas de 1930 y 1940, así como también de la creación de una autoridad electoral, supuestamente independiente, para garantizar la limpieza de las elecciones. 1

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Presentación

el golpe de 1948 llevó al control del aparato administrativo del Estado favoreció la promulgación en 1950 de una nueva constitución política, que tuvo vigencia durante treinta años y que legalizó la intervención del Estado en la economía, en el bienestar social de la población, en la educación y en la cultura. A pesar de desechar cualquier entendimiento político con la izquierda,4 la principal oposición ideológica al régimen provino de la derecha y manifestó el descontento de ciertos grupos de la élite económica ante las políticas reformistas castrenses. También hubo oposición a las innovaciones reformistas en el mismo seno de la institución militar por parte de algunas facciones de la oficialidad que desconfiaban de la apertura del sistema político. Las transformaciones promovidas por los militares reformistas y sus aliados civiles cambiaron la fisonomía del país, construyendo los fundamentos de su modernización. A pesar de su importancia, el tema del reformismo castrense de las décadas de 1950 y 1960 ha sido insuficientemente investigado, no obstante la existencia de fuentes abundantes y accesibles en el Archivo General de la Nación, en bibliotecas, colecciones y fondos documentales especializados. Como una modesta contribución para estimular el interés de la comunidad académica y del ámbito cultural y artístico de nuestro país, el Consejo Editorial de Identidades decidió dedicar el dossier del presente número al tema del reformismo castrense de la Revolución de 1948, en materia de política y cultura. El número ocho de la revista Identidades dedica tres trabajos de su «Dossier» a dicho tema: primero, Gerardo Monterrosa ha escrito sobre «El significado político de la Revolución de 1948. Antecedentes, directrices y críticas opositoras», en el que examina el significado político de la Revolución de 1948 con el propósito de: a) explicar la coyuntura política que la precedió, b) poner de relieve los principios trazados por sus dirigentes y c) examinar las reacciones de la oposición ante el incumplimiento de las promesas gubernamentales. Segundo, Carlos Pérez Pineda aborda en su ensayo «La política cultural del reformismo militar», la cuestión de las transformaciones culturales promovidas al interior de la Fuerza Armada salvadoreña durante la década de 1950; la manera en que la política cultural de la «Revolución», iniciada con el exitoso Golpe de los Mayores en 1948, impactó a la institución castrense no había sido nunca abordada por los estudiosos de ese período de nuestra historia. Y tercero, los estudiantes de la carrera de Historia de la Universidad de El Salvador (UES), Cristina García Castro, Josué Hernández Zúniga y Teresa Linares presentan su ensayo titulado «Políticas sociales en El Salvador: 1948-1960», en el que abordan la cuestión del mejoramiento de las condiciones de vida de las mayorías, proclamada por los militares en El artículo 158 de la nueva Constitución Política prohibió toda propaganda de contenido anarquista y la difusión de doctrinas antidemocráticas. Dicha prohibición, reiterada en la Constitución de 1961, sustentó legalmente la política de represión gubernamental contra la izquierda, radical y moderada. En el mes de agosto de 1949, el Consejo de Gobierno Revolucionario (CGR) había prohibido los grupos o partidos comunistas y con afiliaciones religiosos, así como también a los que recibían ayuda económica desde el exterior. Williams y Walter, 43-45.

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Presentación

el punto séptimo de los 14 principios de la Revolución. Los autores examinan dos casos particulares inspirados e implementados a partir de dicho principio: el Instituto de Vivienda Urbana y el Instituto Salvadoreño del Seguro Social. La sección «Para el Debate» da inicio con el trabajo de Patricia Molinari, «Sindicatos, ola de protesta y represión política en El Salvador (1962-1972): notas para su abordaje teórico», quien desarrolla en su artículo algunos aspectos de su marco conceptual. Luego, Otto Germán Mejía Burgos, doctorando en Filosofía Iberoamericana de la UCA, ha contribuido con un artículo sobre «El pensamiento vitalista teosófico de Maximiliano Hernández Martínez», destacando lo que considera un aspecto poco conocido de su personalidad: su faceta como intelectual. Mejía Burgos intenta demostrar en su trabajo que Hernández Martínez, además de haber sido un militar anticomunista de mano dura y un político enamorado del poder, fue un hombre de pensamiento más amplio desde antes de su arribo a la presidencia. El autor destaca el nexo existente entre el proyecto de Nación del general y la obra de Alberto Masferrer, principalmente desde el ángulo vitalista y teosófico. En la sección «Avances de Investigación», Federico Paredes expone su trabajo sobre «La Zona Nuclear de las Cabezas de Jaguar durante el Preclásico tardío» del sureste de la región conocida como Mesoamérica. El trabajo de Paredes propone, entre otras cosas, entender esos monumentos zoomorfos como representaciones de una tradición mágico-religiosa que algunos autores identifican con chamanismo. La evidencia considerada apunta a que las Cabezas de Jaguar surgen durante el periodo Preclásico tardío, momento en que se consolidó la centralización del poder político en un contexto regional. Por otro lado, Jaime Rivas brinda sus ideas sobre el tema de la migración salvadoreña a través de su artículo «Cinco mitos sobre el proceso migratorio salvadoreño», que se nutre de algunas ideas expuestas anteriormente en su investigación doctoral, así como en indagaciones realizadas en distintos municipios del país, en el marco del programa de investigación Cultura, Migraciones e Identidades Transnacionales, de la Dirección Nacional de Investigaciones en Cultura y Arte de la Secretaría de Cultura de la Presidencia durante el año 2012. En la sección «Fuentes» se presentan materiales fotográficos encontrados en el Archivo General de la Nación. Primero, «Imágenes de la “Era Prudista”.La fototeca del Archivo General de la Nación», con imágenes del fondo del Ministerio de Gobernación/del Interior sobre los procesos electorales, reuniones partidistas y construcción de obras públicas, entre otras. El periodo seleccionado comprende desde 1948 hasta 1960. Además, presentamos «Fuentes policiales para el estudio de las políticas de los Gobiernos militares. Queja contra la Policía Nacional de Ernesto Interiano y Emilia Interiano, octubre de 1943», con documentación que ejemplifica el funcionamiento de los mecanismos de control hacia aquellos que atentaban contra el orden público, a través del caso de un personaje famoso de la época que precisamente se distinguió por su manera extrema de desafiar a los representantes del aparato coercitivo de un gobierno reconocidamente autoritario. Identidades n.° 8, enero-junio 2015

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Presentaci贸n

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