Informe Histórico de Morcote

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LAS ENIGMÁTICAS CAMPANAS DEL TEMPLO DOCTRINERO DE MORCOTE

Por: Roció Margarita Millares Caro, Magister en Historia Coinvestigadora: Jeanine Millares Caro

ANTECEDENTES

La existencia del templo doctrinero de la virgen del Rosario, en el asentamiento geográfico de Morcote, responde a los intereses económicos y evangelizadores de la Corona española en el periodo de expansión denominado colonización de las indias occidentales.


A la llegada de los españoles, Morcote* y sus pobladores se concentraban especialmente en las fronteras y piedemonte de la cordillera oriental, sobre los hoy departamentos de Arauca, Casanare y Meta. Los Morcotes, eran una tribu más, integrante de las muchas naciones independientes que habitaban el territorio como Tunebos, Betoyes, Támaras, Laches, Guaceos Achaguas, Sálivas, U´was y Chitas. Ellos compartían particularidades étnicas y sociales con la nación Achagua.

Por su ubicación dentro del territorio, la actual inspección de policía de Morcote, no ha sido ajena a conflictos limítrofes entre los departamentos de Boyacá y Casanare. Estos remanentes tienen causa desde la organización de nuevos límites geopolíticos impuestos por la Corona española, que en principio determinó que éste territorio quedara organizado como una encomienda encargada del pueblo de indios de Morcote (nombre tomado de los nativos que habitaban en la región). En principio, la encomienda quedó incluida como parte del Corregimiento de Llanos de la Provincia de Tunja; más tarde, pasó a ser parte del Corregimiento de Santiago de las Atalayas (1588); también fue parte de la Jurisdicción de Chita (1539); a finales de la colonia, pertenecía al corregimiento de Chita de la Provincia de Tunja (1779); cuando se creó la nueva República de Colombia, se dividió en departamentos, provincias y cantones, Morcote, quedó integrada como parroquia al cantón de Nunchía adscrito a la Provincia de Casanare del Departamento de Boyacá (1821); en los agitados tiempos del federalismo, hizo parte del departamento de Casanare del Estado Soberano de Boyacá (1857); con la Constitución Política de fin de siglo, estuvo adscrita a Sugamuxi (1886); y finalmente, queda legalmente integrada como corregimiento al municipio de Paya (1972).

Sin duda, por las citas encontradas, este pueblo de indios fue logrando notoriedad en la provincia, especialmente sobre el siglo XVIII. Su decaimiento, se puede *

5°61'7" Norte, 72°30'0" Oeste. Políticamente designada como Inspección de Policía, del municipio de Paya, en el departamento de Boyacá.


establecer sobre el siglo XIX, en que pasó de la prosperidad económica al aislamiento geopolítico, en razón a que el desarrollo de infraestructura, especialmente vial, en la nueva república fue trazada fuera de su campo de acción económico. En las crónicas se recuerda, por ejemplo, que Morcote, así como la mayor parte de la cordillera oriental era de geografía accidentada; en el siglo XVIlI Juan Rivero 1 hacía su propia descripción: “En esta serranía sumamente áspera, los caminos difíciles, frecuentes sus precipicios, y era el alcázar escogido por el demonio para tener en dura servidumbre á todo aquel gentilismo, pues estando resguardado por tantos muros y fosos cuantas cumbres y profundidades tienen, bien se comprende cuán difícil sería la entrada á los extraños, cuando cerraba el paso á los mismos naturales.” Así mismo, el viajero Josef Chastre2 en 1776: “Pasando el río Paya “como alas dos horas de camino se empieza a subir unas agrias montañas con varios malos pasos que llaman voladorcitos en que pueden precipitarse las bestias por de todos fácil composición, no obstante ser unos de piedra que sedera prontamente al pico, y mandaría siendo la distancia de este camino como cuatro leguas hasta el pueblo de Morcote, situado en una eminencia en forma de cuchilla sin mas planitud que por las solerías casa del gobernador, cura y otra estación a cuatro más.”

Pese a las condiciones geográficas, la población, supo establecerse como una de las más prosperas.

1

RIVERO, Juan de. Historia de las misiones de los llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta: escrita en el año de 1736. 1883. Descripción: Colección Jorge Ortega Torres. [en línea] Bogotá [citado el 03-10-2010]. Disponible en : http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/ 2 PEREZ ANGEL, Héctor Publio. Caminos reales de Casanare. Gobernación de Casanare. Ed. Llano Letras. Yopal. 2003. Pág. 185


“Según censo, de 1778, Morcote, era el centro más poblado de los llanos, con 2004 habitantes de los cuales solo dos eran blancos y 35 mestizos o criollos. La importancia de la producción textil en el pueblo y el hecho de que allí tuvieran sus casas particulares los gobernadores de los llanos como Caicedo y Villalonga, le aseguraron al pueblo un perfil elevado en el contexto llanero.” 3

El fino hilado y los lienzos de algodón, hicieron que Morcote, y otras poblaciones cercanas como chita y Guaseco, fueran reconocidas por todo el territorio neogranadino. Los expertos los apreciaban por su calidad y los llegaron a comparar con los de la península: “(…) son indios muy dóciles y muy humildes con su cura, y todos hilan mucho hilo para sus lienzos, y en eso le pagan sus cofradías, fiestas (…) siembran y cogen muchísimo algodón y fabrican tejidos excelentes, como los de Támara, muchísimo lienzo el mejor de todo el reino y tan fino como el ruan de castilla; ancho, delgado y tupido (…) tienen buena iglesia como las de los llanos y bien ornamentada. Muchísimas mantas blancas, finas y listadas; y paños de mano; muy finos pabellones, colchas como las de quito, y otros muchos tejidos curiosos. Hasta 8.500 varas de tela tejían los indios en dos meses.”4

Su economía, basada en el cultivo de algodón, así como en sus telares, tenía prestigio desde antes de la intervención española. Con las políticas tributarias impuestas desde la Corona, el hilo y los lienzos se convirtieron en el mejor pago de tributos, en especial en las zonas, como en el altiplano cundiboyacense o el piedemonte llanero, que no significaban para la Corona riqueza minera.

3

GUTIERREZ, Ramón, Un proyecto de Silvestre Pérez para Colombia. En: Anales del Museo de América, ISSN 11338741, Nº. 8, 2000, págs. 111-122 [en línea] España [citado el 15-10-2010]. Disponible en : http://www.dialnet.unirioja.es. 4 GEREZ, Hipólito. SJ. Los Jesuitas en Casanare. Prensas del Ministerio de Educación Nacional. Ed. Imprenta Nacional. Bogotá. 1952. pág. 226


Verificando las cuentas del cura Miguel Mariano de Herrera5 en 1798, se percibe la importancia de éste bien. “ (sic) doy de los derechos y demás cuentas procedentes de dicho beneficio con respecto hasta un quinquenio contado desde (sic) 1793 a hasta igual día de 1798; (sic) la igual relación procede de las partidas que por menor constan en los libros parroquiales y de las cofradías de la iglesia del nominado pueblo (sic) también de lo que han rendido las limosnas y rentas que no están expresadas en los referidos libros, en cuyo particular he respetado esta relación hasta lo que prudentemente he podido recordar, hubo de ingreso para (sic) de la fidelidad (sic) de estos supuestos paso hasta terminar la expresada relación en la manera siguiente: Bautismo: Cuya contribución supongo la harían los padrinos como es costumbre cuya ofrenda es un acto voluntario que consiste en ocho libras de hilo y hay ocasiones en que ofrendan menos sin que para ello haya disposición ni otro particular, sino tan una mera costumbre universal. (Cada libra de hilo a 6 pesos). Casamientos. Como los feligreses de este curato sean indios me presumo no se les exigieron algunos, y se le constan anotadas dos libras de hilo, cuyo valor intrínseco es el hoy doce pesos, y presumo sería limosna que la aplicaron de dos misas de velación.”

Y otras más como Fiestas ordinarias, fiestas extraordinarias, estipendio de blancos, cofradías, primicias, Sermón de la Semana Santa, responsorios, misas de aguinaldo, estipendio que paga al Rey y entierros, todos pagos con hilo de algodón.

En 1781, la Revolución de los Comuneros en la Nueva Granada, tuvo eco inmediato en los llanos del Casanare. Morcote, como una de las poblaciones más importantes de la región, se mantuvo en pie de lucha y se destacó por su intervención en el conflicto, en causa de Don Javier de Mendoza. A través de

5

AGN. Colonia. Curas y Obispos. 37. Folios 821 – 824. Rendición de cuentas del cura de Morcote Miguel Mariano de Herrera en octubre 25 de 1798. Rinde cuentas de los ingresos de su curato desde 1793 hasta 1797.


Germán Arciniegas, y su crónica histórica de Los Comuneros, se

percibe la

magnitud de la reyerta, así como de la importancia de la población en el territorio: 6 “Así es. En los llanos están las grandes haciendas de los Padres. Allá sentaron su negocio las misiones, gozando de privilegios extraordinarios. El curado primero tiene telares en su casa, cobra diezmos y primicias, nombra alféreces para las fiestas, instala cofradías, carga derechos por administrar los sacramentos, y todo esto y naciones pobres, que difícilmente alcanzan a sostenerse. (sic) Al Morcote se presentan 2000 hombres armados. Son los indios de Morcote, Tamara, ten y manare. Acometen contra la casa del gobernador de la provincia y destrozan cuanto encuentran. Luego se dirigen a la iglesia para sacar estandartes y banderas. El indio no puede marchar sino una bandera por delante, y nada mejor que las de la iglesia: seda y oro.”

En la actualidad, el acceso a ésta inspección de Policía, mantiene algunos tramos como en la época colonial. Salvo los arreglos que han hecho la alcaldía de Paya y las compañías petroleras en proceso de exploración. De la economía actual, sobresale la producción de café arábigo. De las tradiciones del cultivo, hilado y tejidos en algodón se han perdido en el tiempo.

6

ARCINIEGAS, Germán. Los Comuneros. Cap. XVI. Los llaneros. Biblioteca Ayacucho. Caracas. 1992. Pág. 54 a 58


PARTE I. GESTORES DE LA CONSTRUCCIÓN DEL TEMPLO DOCTRINERO DE MORCOTE

En su imaginario colonizador, los conquistadores que llegaron a América, tenían por misión reducir a sus nativos, a través de la organización política, económica y social. Y para tal fin se estableció la figura de la encomienda, que protegía los intereses de la corona española en estas tierras. Por lo general, en esta figura organizacional, se entregaba un extenso territorio con títulos en “propiedad” en los que se expresaban derechos económicos y sociales así como los compromisos básicos que determinaban, no abusar de los nativos, tributar, organizar el territorio y consolidar la evangelización cristiana. En principio, esta figura administrativa generó una situación de poder ilimitado que se reflejó en abuso personal, tributo excesivo, despojo de tierras, exceso de trabajo y por ende, disminución radical de naturales.

El encomendero se encargaba de concentrar o reducir en un solo sitio a los nativos, proveyéndoles de tierra para trabajo y en especial, de la construcción de una iglesia y de la manutención de un cura doctrinero quién se encargaba de la evangelización del grupo. Sin embargo, debido a las condiciones extremas del territorio americano, la idealizada organización se hizo imposible en algunos territorios, para lo cual se fortaleció la figura de las misiones, que consistía en la localización de un puesto satélite desde el cual los misioneros evangelizaban a los dispersos nativos, por periodos especialmente determinados por las estaciones climáticas. Uno de los territorios difíciles de controlar fueron los llanos del Casanare.

La creación de Morcote como centro doctrinero satélite permitió consolidar el proyecto colonizador. Por una parte su situación geográfica, al extremo de la


cordillera oriental y como inicio a la extensa llanura del Casanare facilitó la tarea misional de algunas tribus dispersas.

Un primer intento de consolidar una encomienda con las particularidades necesarias para la doctrina se puso en manos del encomendero designado para estas tierra, don Pedro Alonso Niño González Caballero*, para quien según las órdenes del visitador Tomas López en 15597, debía estructurar poblados donde hubiera una cantidad de indios que superara el centenar. En 1565, en apoyo a tal empresa, y amparado en la Cedula Real tendiente a fundar monasterios y facilitar la catequización, don Gonzalo Jiménez de Quesada, solicita a la Real Audiencia reducir a los indígenas de Morcote con los de Pauto y Támara. Para 1572, según censo la población indígena de Morcote ya superaba los doscientos.8 Para las funciones de doctrina, desde inicios de 1580, se registró en el territorio la asistencia de los misioneros agustinos, quienes se habían instalado en el pueblo de Labranza Grande, y desde allí atendieron la doctrina de poblaciones importantes como Chita y Támara.

Pasaron 16 años, y al parecer, las disposiciones tomadas en años anteriores, tendientes al fortalecimiento de la doctrina en dicha encomienda no dieron resultado, pues durante la visita en Comisión de la Real Audiencia del juez poblador Miguel Fonte, el 10 de febrero de 1586, se fundó el pueblo de indios de Morcote: “y en presencia del cura doctrinero Felipe Rodríguez, hace abrir las calles de la población y trazar la iglesia.”9 Causa probable es que para el año de

*

El conquistador don Pedro Alonso Niño González Caballero, nació en Palos de Moguer España por 1517. Esta familia era propietaria y aportó la embarcación "La Niña" para el descubrimiento del Nuevo Mundo. Después de muchas nuevas conquistas, se estableció en Tunja y fue encomendero del Cocuy, de Morcote, Casagüey, Boavita por títulos que le otorgó la real Audiencia en abril de 1553 y en diciembre de 1554. 7 VELANDIA, Roberto. Enciclopedia Histórica de Cundinamarca. El Departamento. Real Cédula de Valladolid de 1559 (por la cual se ordena que se elija el sitio más adecuado para construir el pueblo siendo prioritaria la construcción de sus casas e iglesias, dejando tierras para cultivos y cría de ganados, fomentando el comercio y la buena relación de vecindad y nombrando personas que impartan justicia y doctrina). pág. 129-134 8 Op. Cit. GUTIERREZ RAMON. pág.111. 9 GONZALEZ MORA, Felipe. Reducciones y Haciendas jesuíticas en Casanare, Meta y Orinoco. ssXVII – XVIII. Universidad Javeriana. Ed. Javegraf. Bogotá. 2004. pág. 65


1603, un nuevo encomendero estaba a cargo de la encomienda, don Antonio de Esquivel, quien reportó para el censo 110 indígenas en Morcote.10

Las circunstancias políticas e ideológicas de la administración colonial, aprobaron que para 1624 la tarea misional de los mendicantes agustinos fuera recomendada a la orden regular de la S.J. Jesuita. Por disposición del arzobispo Hernando Arias de Ugarte, ellos

“comenzarían a misionar en la región de las serranías de

Morcote, hacia las riveras del Cornuco, donde estaban las rancherías de los Tunebos y Chiricoas.”

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a su vez, y tras corto periodo de cuatro años, los jesuitas

fueron remplazados en 1628 por el clero secular.12

Para 1653, la región aun continuaba en asistencia del clero secular. Un nuevo encomendero don Pedro Niño de Zambrano (hijo del primer encomendero Pedro Niño) estaba a cargo de 116 indígenas de Morcote y Paya a.

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Este periodo, deja

entrever para sus habitantes nativos condiciones aun más desfavorables que las que venían sufriendo, por desmanes de encomenderos y colonos, que los esclavizaron, desplazaron y torturaron en beneficio económico. Ante la ofensiva, algunas naciones como guaivos y chiricoas se enfrentaron a los españoles, así como un sistemático abandono de los pueblos de indios en los que ya habían sido reducidos, para regresar a sus lugares de origen y volver a sus tradiciones.

Sobre 1662, se da el inicio a una recuperación ideológica del terreno perdido. Morcote fue escogido como centro de misión de agustinos recoletos gracias al concurso del arzobispo de Santafe Fr. Juan Arguinao y del presidente de la Real Audiencia. Desde Morcote, los misioneros agustinos se encargaron de parte de los llanos del Casanare, Cuiloto y Meta. Así como algunas doctrinas y reducciones como sabana alta o Upamena, Concepción de Ixamena y san Pedro de Upia.14 10

Op. Cit. PEREZ ANGEL. Antonio de Esquivel también tenía encomendado a Coasa. Y Pedro Niño, mantenía la encomienda de Paya, con 60 indígenas. pág. 73. 11 Op. Cit. GUTIERREZ RAMON. pág.112 12 OP. CIT. GONZALEZ. pág. 65 13 Op. Cit. PEREZ ANGEL. pág. 74. 14 PÉREZ GÓMEZ, José. Agustino y otros. Provincia Agustiniana de Nuestra Señora de Gracia en Colombia. Tomo II. Ed. Angular. Bogotá. 1993. pág. 212.


Para 1675, el secular Juan Fernández de Palencia se quejaba al virrey de la resistencia que hacían los indios para poblarse cerca de la iglesia, pues preferían vivir en “sus ritos gentilicios y supersticiones”. 15

Las quejas del cura facilitaron las consecuencias. Se desencadenó contra los nativos una suerte de campañas de extirpación de idólatras, así como de re congregación en los anteriores pueblos de indios. Gracias a la maniobra, se consolidaron una vez más varios de estos pueblos y entre ellos Morcote; con un nuevo espíritu, llegaron los agustinos recoletos, y se fortalecieron de las condiciones para la doctrina; por ejemplo, en el año 1700 cuando la encomienda de Morcote estaba en manos de don Juan Contreras, el cura Manuel Guarín *, informa sobre las condiciones precarias de la iglesia y a su vez solicita la fábrica permanente y hacerla de teja: “que todos los indios y demás gentes del que es numeroso por ser pueblo grande ( y de mucha entidad) están sufriendo con notable desconsuelo mediante a que su iglesia es fabrica de paja, dispuesta a cualquier ruina como lo está amenazando fuego que por ser de esta calidad se han experimentado algunos incendios, en dos ocasiones que con rayos que en ella cayeron se abrió toda sin poder reservar sus alhajas penetrando el fuego con tal fuerza que hasta la casa del cura arrasó, siendo esta la razón de no tener colocado el santísimo sacramento careciendo de este remedio aquellos pobres indios y que a esto se añade ser necesario su edificación, cada ocho o diez años, por tener la paja y maderas poco duras que apenas se conservan hasta dicho tiempo.”16

15

AGN. Colonia. Miscelánea. Tomo 68. AGN. Es importante destacar, que luego de 55 años, el cura agustino Manuel Guarín reaparece en documentos, aun como doctrinero de Morcote y relacionado con pleitos “tanto por estipendios cuanto por enfrentamientos con sus feligreses.” AGN. Colonia. Fondo curas y obispos. Tomo 10. Pág. 767 y tomo 37.p 835-850. 16 AGN. Colonia. Fabrica de iglesias 1700. Sc26, 1D30. Gil de Cabrera y de Dávalos gobernador. *


Finalmente, según el documento, se solicita al corregidor del partido para que visite “con alarifes inteligentes”, hagan un avaluó y determinen el costo de su edificación.

La historia, da paso a 1770, referenciando al nuevo cura de Morcote Juan Laureano de Rosas y Torres, quien en compañía del gobernador

Francisco

Domínguez de Tejada respaldan la solicitud hecha por los vecinos de Tocaría, para que les permitan erigir parroquia, porque la de Morcote, donde debían asistir a misa quedaba “a una jornada que se hacía difícil y por caminos impasables durante la estación de lluvias.”17

Para 1776, una nueva reorganización del territorio, dispone la reorganización de las doctrinas; una especial tendiente a reparar y ornamentar los templos, y así se evidencia, porque en septiembre 12 de 1783, en una instancia contra el gobernador José Caicedo, quien por estar a cargo de la construcción de la iglesia, es demandado por abuso contra vecinos e indios, ya que los hacía trabajar a diario: “indios de macana, mujeres, chinos y chinas sin excepción de persona”; así como de otros abusos detectados por el procurador, juez de provincia y protector de los indios del corregimiento del partido de Tamara Don Francisco José Ibarra y Barragán, que según la demanda, no solamente era por el exceso de trabajo, sino también porque no les pagaba el trabajo, y negociaba con el ganado que debía ser “para la manutención corporal de albañiles, carpinteros, herreros y demás oficiales.” Uno de los testigos y demandantes fue el carpintero de la obra de la iglesia de Morcote Nicolás González, natural de Bogotá y vecino de Pore.18

Finalmente, en 1795, según consta en piedra tallada del templo de Morcote, se concluyo la obra de la iglesia. “CARL IV REY/VREI EZPLETA/COV. D.EL .CAN/OTERO AÑO DE 1795” (Carlos IV Rey de España, José de Ezpeleta Virrey de la Nueva Granada, Feliciano D. Otero Gobernador de Casanare) 17

Op. Cit. PEREZ ANGEL. pág. 212. AGN. Colonia. Fabrica de iglesias. 1783. Sc.26, 10D.47. 1783. Morcote. Demanda por construcción de iglesia contra José Caicedo. 18


Es importante destacar, que entre

1791 y 1810, los agustinos recoletos

evidenciaron la necesidad de ampliar su sede para beneficio de los misioneros que aun ejercían por los llanos del Casanare y escogieron para erigir su cabecera de acción a Morcote; para lo cual iniciaron una serie de acciones para consolidar su proyecto:

Primero, se radicaron en los pueblos de pie de monte 4 agustinos recoletos y un hermano lego pertenecientes a la provincia de la candelaria. Segundo “el arzobispo Jaime Baltasar Martínez Compañón, solicitaba como apoyo para las misiones: autorización para fundar un convento con 16 sacerdotes, 4 legos y dos donados en el pueblo de Morcote, aplicándole para sus subsistencia el curato del mismo pueblo, que rendía 1.300 o 1.500 pesos, y en caso necesario el de Labranzagrande de igual valor, el de Pore de más de 2.000 pesos y el de Santiago de 1.200 pesos o algo más.19

Tercero, para el diseño del nuevo convento se delegó al arquitecto Silvestre Pérez, que presentó cuatro diseños en borrador.

Cuarto. En 1801, aun sin la planta física, se fundó el convento y centro de misión en Morcote que albergaba “más o menos a ocho religiosos conventuales.”20

Quinto. En apoyo económico para la construcción y en principio como sede del convento, el ex gobernador Manuel Villavicencio donó una casa para que con su venta se iniciara la planta física del convento21.

Los nuevos aires de libertad, desataron nefastas consecuencias para el proyecto de edificación del conjunto conventual de Morcote. Las ideas liberales y pugnas 19

Op. Cit. GONZALEZ. pág. 67. Op. Cit. PÉREZ GÓMEZ. pág. 212 21 Op. Cit. GONZALEZ. pág. 67. 20


económicas con las comunidades religiosas, que durante el periodo colonial habían concentrado gran cantidad de patrimonio, fuerza al nuevo gobierno republicano, reunido en el Soberano Congreso de Cúcuta, en 28 de julio 1821 a decretar la ley de supresión de conventos de regulares que no tengan por lo menos ocho religiosos de misa. Con ésta ley se suprimieron los conventos de Tunja, Leiva, Pamplona, Mérida, Mompóx, Honda, Borotare del Rio del Oro, Popayán, Ocaña, Cali, Otengá, Belén de Chámeza, Monguí y Desierto de la Candelaria.

Aun con las disposiciones gubernamentales en contra, los agustinos insistían al gobierno eclesiástico la fundación de un convento y construcción de éste. Lo anterior se evidencia en la nota de recibido de primero de noviembre de 1847, firmada por el arzobispo Manuel José Mosquera, en que: “Recibí los documentos relativos a la creación de un colegio en el auspicio de agustinos descalzos; fundación de un convento en Morcote y construcción de éste.” 22

En 1861, el gobierno del General Tomás Cipriano de Mosquera ordenó la ley exclaustración de los Agustinos y así el convento reaparece como en recuperación.

Conclusiones

Primero: El repaso histórico permite extractar los nombres de algunos de los misioneros quienes tuvieron a cargo la doctrina del pueblo de indios de Morcote, contrastado con las evidencias de construcción del templo. Lo más destacado, pese a que existe un imaginario en torno a la gestión de los Jesuitas, es que ellos estuvieron en Morcote solo durante cuatro años; los agustinos 38 años, los

22

AGN. República. curas y obispos. Tomo 6. Folio 154.


agustinos recoletos 200 años, y el clero secular por períodos intercalados con las otras tres órdenes religiosas, no más de 40 años.

año 1586

Cura doctrinero Felipe Rodríguez

orden Posiblemente Misionero agustino

1608

Mateo Camargo Zambrano Sancho Núñez Andrés Pérez de Nieto Diego de Acuña Expulsan a los jesuitas N.n Juan Fernández de Palencia Manuel Guarín

Misionero agustino

1767

Expulsión jesuitas de las misiones de Casanare

1770 1776

Juan Laureano de Rosas y Torres N.n

Agustinos recoletos retoman las otras doctrinas que dejaron los jesuitas. Agustino recoleto

1780 1793 1795

José de Tapia Miguel Mariano Herrera Miguel Mariano Herrera

Agustino recoleto Agustino recoleto Agustino recoleto

1808

Fray José de los Dolores Rivera n.n

Agustino recoleto

1610 1614-21 1624 1628 1662 1675 1700-55

1861

Misionero agustino Misionero agustino Misionero jesuita Clero secular Agustino recoleto Agustino recoleto Agustino recoleto

Agustino recoleto

construcción Trazado primario de la ubicación de la iglesia. Posiblemente en estructura de madera y techo en palma.

Se solicita construcción de teja porque las de madera son inestables.

Se estaba construyendo una de iglesia con albañiles, carpinteros, herreros y demás oficiales.

Documento. Piedra tallada in situm.

Exclaustración de convento de agustinos recoletos en Morcote.

Segundo: La primera fase de la construcción de la iglesia se localiza en la década de los 70 del siglo XVIII. No se sabe en qué materiales, pero se presume de fábrica estable porque tienen asignados, además de mano de obra indígena, albañiles, carpinteros, herreros y demás oficiales.

Tercero: como evidencia más contundente está la piedra tallada con fecha de finalización de obra en 1795, 30 años después, de los primeros indicios de construcción.


Primera conclusi贸n: Seg煤n los anteriores datos, podemos fechar la construcci贸n del templo entre dos fechas extremas: 1776 y 1795, as铆 como, determinar que quienes impulsaron la obra fueron los agustinos recoletos.


PARTE II. TIPOLOGÍA ARQUITECTÓNICA DEL TEMPLO DOCTRINERO DE MORCOTE

Para el siglo XVIII, fecha de localización de la construcción del templo de Morcoté, se establecen unas prácticas arquitectónicas encaminadas a la construcción y reedificación de templos matrices, de templos parroquiales y de algunas iglesias conventuales. Aunque la aplicación de estas prácticas, estaban a cargo de la interpretación de cura, los alarifes y/o maestros locales, sobresalen algunas características formales que permiten identificar o categorizar la técnica de construcción de la época. Por ejemplo, según el arquitecto Alberto Corradine, algunas de estas características, especialmente en el altiplano, más cercanas a las nuevas técnicas y con mejor mano de obra, son: el empleo continuado de la piedra para los muros, pilares o columnas robustas; arcos en piedra o ladrillo; cubiertas del tipo de par y nudillo; tres naves; carencia de crucero; coro alto; pies con ventana geminada o pareada para su iluminación; una sola torre de reducida altura en la fachada y colocada

como remate de una de las nuevas naves

laterales. Algunas iglesias tienen adición de capillas votivas a lado y lado de la nave, dando como resultado una planta en forma de cruz latina; a esto se suma la adición de camarines que complementan las nuevas capillas, y en algunos casos adicionan el presbiterio. La práctica de adicionar camarines en la Nueva Granada tiene datación de finales del siglo XVII. 23

Ahora bien, la construcción de las iglesias doctrineras en las misiones de Casanare manifiesta una tipología especial, en razón a su medio ambiente, recursos y disposición de mano de obra calificada. En estas, se destaca una nave central en ausencia de adiciones como capillas o sacristías; una torre o 23

CORRADINE ANGULO, Alberto. Manual de historia de Colombia. Compilación. La arquitectura colonial. Ed. Instituto Colombiano de Cultura. Tomo III. Bogotá. 1978. pág. 457


campanario como volumen independiente a la nave central; definición de un pórtico, atrio o altozano, a veces delimitado por un muro de tapia o cerca vegetal; cerramiento perimetral con materiales vegetales o bahareque; aparición de vanos para iluminación y ventilación sobre el cuerpo de la iglesia; en algunas iglesias, los materiales constructivos perecederos de cerramiento fueron reemplazados por piedra y tapia; altar mayor centralizado con muro testero plano; altar mayor centralizado con muro testero plano; sacristía bajo tres modelos espaciales, a. colaterales, b. trasversal, y c. compuesta; coro localizado a los pies de la iglesia, con segundo nivel; existencia de escalerilla y barandilla de balaustres torneados; el baptisterio localizado a los pies del templo o a uno de los costados de la puerta principal; fachada con una sola puerta de acceso y en ocasiones, dos puertas a los costados correspondiendo a las naves laterales; ante la ausencia de torre campanario, se colgaban las campanas de un dintel de la estructura portante de madera situado sobre el atrio; para la estructura portante, dinteles, riostras, tirantes, cuadrales, pilares en madera y la cubierta podía ser en paja, palma o teja de barro cocido; espacio de organización central cubierto con cúpula.24

La descripción tipológica actual del templo doctrinero de Morcote responde a: ◘ Según tipología de arquitectura religiosa del siglo XVIII: presencia de contrafuertes en piedra; arcos en piedra o ladrillo; se evidencia estructura portante de par y nudillo entre el arco toral y presbiterio con cubierta de teja de barro; una nave rectangular de dimensiones que rompen la tipicidad de la capilla doctrinera, con adición de sacristía y baptisterio ambas en el muro occidental; vestigios de una gran torre para el campanario; no presenta adición de capillas votivas a lado y lado de la nave; adición de camarín al presbiterio con acceso por el primer cuerpo de la calle central del retablo mayor. ◘ Y según los aspectos de la misioneras del Casanare: vanos para iluminación y ventilación sobre el cuerpo de la iglesia; coro localizado a los pies de la iglesia, 24

Op. Cit. GONZALEZ. pág. 175-179


con segundo nivel; existencia de escalerilla y barandilla de balaustres torneados; fachada con una sola puerta de acceso; para la estructura portante, dinteles, riostras, tirantes, cuadrales, pilares en madera y la cubierta podía ser en paja, palma o teja de barro cocido. 25

Conclusiones:

Primero: Uno de los aspectos que contrastan es el del tamaño de la nave central, “Presenta unas dimensiones que la diferencian de la mayoría de templos doctrineros, su longitud es de 67 varas y su latitud de 14 varas, para una particular proporción de 1:4.8.”

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, probablemente diseñada para concentrar una alta

población de devotos.

Segundo: Según el inventario desarrollado por los arquitectos Néstor Vargas Pedroza y Carlos J. Benavides C. se destacan las siguientes particularidades: cimentación en mampostería de piedra en la técnica acostumbrada para la época, cementada con argamasa; muros en mampostería de piedra y ladrillo de arcilla cocido; dinteles en madera a escuadría para ventanas y puertas de capillas y camarín; cubierta aparentemente construida originalmente en sistema de cercha con pendolón, ha sido modificada por una armadura inestable estructuralmente, con base en tirantes y puntales, semejándose a la cercha tipo “W”, pero sin arriostramiento diagonal; tirantes en madera a escuadría, los pares son en madera rolliza; no hay vestigios de pintura mural; el retablo del altar mayor es enteramente en madera tallada sobre un sotobanco en mampostería; pisos de la nave central son en tablón de arcilla; en la sacristía los pisos también son en tablón y a diferencia, se instalaron formando figuras; los pisos de la antecapilla y las escaleras del atrio son enteramente en piedra laja.

25

Ibídem. GONZALEZ. pág. 175-179 VARGAS P. Néstor / BENAVIDES C. Carlos. Realización del inventario y valoración del patrimonio cultural material - capillas doctrineras del departamento de Boyacá. Gobernación de Boyacá - Ministerio De Cultura -01/07/2009 26


Segunda conclusión: El templo doctrinero de Morcote, presenta un tipología especial dentro de la clasificación de templos doctrineros, en tanto que los elementos formales que la componen hacen parte de generalidades tipológicas de iglesias de fin de siglo XVIII en el altiplano, tanto como a generalidades de las diseñadas para las misiones en los llanos. El elemento formal particular más destacable es el tamaño de la nave central.


TEMA III. ANALISIS TIPOLOGICO EN EL INVETARIO DE BIENES MUEBLES ◘ Retablo Mayor:

Titulo: Retablo mayor de la virgen del Rosario. Autor : Anónimo Época: finales siglo XVIII Técnica: madera. Estado del objeto: regular Descripción: Retablo sencillo todo en madera, consta de cinco calles y tres cuerpos en pintada en bermellón en dos tonos se conserva el original en el tercer cuerpo. Las calles separadas por columnas todas iguales, geminadas y adosadas (a excepción de los extremos del retablo) , con decorado en el fuste en el tercio inferior con imbricaciones ( mantienen el color bermellón) y el resto con estrías verticales conservando residuos del dorado original. El cuerpo superior de las columnas remata en capitel corintio. En la calle central, en el primer cuerpo, hay un arco en madera que conecta al camarín donde se encuentra una imagen de yeso de la virgen del rosario. Segundo y tercer cuerpo respectivas hornacinas con venera, sin imágenes. Calles laterales en segundo y tercer cuerpo con respectivos tableros y sin imágenes. Primer cuerpo calle lateral izquierda extremo, imagen de bulto de Santa Bárbara, lateral izq. Cuadro del sagrado corazón; calle lateral derecha talla de cristo en la cruz; calle lateral extremo derecho imagen de yeso de la virgen de Fátima. Con mensulas en color aguamarina que están adosadas sosteniendo las columnas. En cuanto al banco, segundo entablamento y tercer entablamento, en los frisos y enjuta de las hornacinas hay aplicaciones en madera a manera de frondas que alguna vez fueron doradas en hojilla de oro. Carece de Frontón.


Sotabanco quebrado en saliente, frente al camarín, en ladrillo estucado, pintado en dos franjas, dos terceras partes blanqueado y la base en pintura de aceite. Hace de sostén del sagrario.

Detalle del retablo en la calle central con segundo y tercer cuerpo en hornacinas con apliques en madera se observan molduras en funículo bordeando las hornacinas. Quedan espacios donde alguna vez existieron apliques de menor tamaño.

Detalle de la hornacina, ubicada en el segundo cuerpo de la calle central del altar mayor. Se destacan en la parte superior, apliques en volutas de madera en las enjutas. Moldura en lazo bordeando el arco, venera con fondo bermellón, machones imbricados,


Detalle del machón del arco con decorados de molduras en funículo.

Detalle de arco en madera pintada en el intradós que conecta con el camarín, aún conserva apliques en madera a manera de penta folios.

Titulo: Sagrario Autor: Anónimo Época: siglo XX. Técnica: Pintura sobre madera. Estado: Bueno. Descripción: sagrario a manera de baldaquín, acompañado de mueble adosado, con diseño de tres cajas con en secuencia de mayor a menor y colocadas a lado y lado del sagrario.


◘ Imaginería:

Titulo: Jesús en la cruz Autor: Anónimo Época: Siglo Técnica: Talla en madera, originalmente con encarnado. Estado del objeto: regular Descripción: Escultura de bulto redondo adosada a una cruz de madera no original de época, tiene repintes con pintura de aceite. Estropeada en la cabeza tiene faltante a la altura de la frente y parte de la cabeza. El detalle de la cabeza de Jesús en la cruz, se observa los repintes sobre los residuos del encarnado.

Titulo: Sagrado Corazón. Autor: Anónimo. Época: Siglo XX. Técnica: vitela Estado: Bueno. Descripción: Cuadro del sagrado corazón con marco de madera con vidrio de formato rectangular y lámina modernos. Descansa en el primer cuerpo de la calle lateral derecha.

Titulo: Sagrado corazón Autor: Anónimo Época: siglo XX. Técnica: pintura sobre talla en yeso. Estado: bueno Descripción: Está en buenas condiciones. Descansa en uno de los altares del muro oriental de la iglesia.


Titulo: Virgen del Rosario. Autor: Anónimo. Época: siglo XX. Técnica: Pintura sobre talla en yeso. Estado. Bueno. Descripción: la imagen está en buenas condiciones. Descansa en el camarín que comunica con primer cuerpo de la calle central.

Titulo: Santa Bárbara mártir Autor: anónimo. Época: Siglo XX. Técnica: Pintura sobre talla en yeso. Estado: Bueno. Descripción: La imagen está en buenas condiciones, a excepción que está cubierta en parte con guano de murciélago. Descansa en el primer cuerpo de la calle lateral izquierda del retablo.

Titulo: Virgen del Rosario de Fátima Autor: anónimo. Época: Siglo XX. Técnica: Pintura sobre talla en yeso. Estado: mala Descripción: parte del rostro está sostenido por una cuerda. Descansa en el primer cuerpo de la calle lateral extrema derecha.

Titulo: Virgen del Carmen Autor: Anónimo. Época: siglo XX Técnica: pintura sobre talla en yeso. Estado del objeto Bueno Descripción: la escultura está en buenas condiciones, a excepción del guano de murciélago que cubre una parte. Descansa en uno de los altares del muro occidental de la iglesia.

Titulo : San Isidro Labrador y Santa Lucia Autor: Anónimo Época: San Isidro siglo XX, Santa Lucia siglo XVI Técnica: San Isidro pintura sobre talla en yeso, Santa Lucia madera con residuos de encarnado. Estado del objeto: San Isidro regular, Santa Lucia regular. Descripción: San Isidro con conjunto de bueyes, en yeso; Santa Lucia carece del plato con ojos que la identifica en la iconografía religiosa. Descansa en uno de los altares del muro oriental de la iglesia.

Titulo: Inmaculada Concepción Autor: Anónimo Época: siglo XX Técnica. Pintura sobre talla en yeso. Estado: Bueno. Descripción: Está en buenas condiciones, excepto que la cubre en parte guano de murciélago. Descansa en uno de los altares del muro occidental de la iglesia


Titulo: San Ignacio de Loyola. Autor: Giuseppe Bertosi. Época: 1717. Técnica: Bronce fundido. Estado: Regular. Descripción: Busto de bronce de gran calidad escultórica, en su base fue removida la placa que reseñaba era San Ignacio de Loyola, y que los habitantes de Morcote la recuerdan como tal. En la parte posterior de la escultura en letras de cuadrata monumental, la inscripción “ OPERA ORDINATA DAL SER DO GUIUSEPPE BERTOSI CELEBRE FONDITORE- ESCULTORE DE METALLI IN ROMA 1717.

◘ Otros Bienes:

Titulo: Campana de elevación del S Sacramento. Autor: A. Ma. Tristancho Época: 1703 Estado: Regular. Descripción: Presenta una agarradera en madera para facilitar su movimiento, En alto relieve el monograma IHS con cruz, y arabescos enmarcados en un rombo. Sus medidas 17 cms de alto por 12.8 cms en su base.


Primera campana

Detalle primera campana

Segunda campana

Detalle segunda campana

tercera campana

Detalle de la tercera campana, con una cruz en alto relieve

Titulo: Conjunto de campanas de Campanario (3) Autor: A. Mª. Tristancho Época: 1703 Técnica: Bronce o cobre Estado: Regular Descripción: PRIMERA CAMPANA: de tamaño aproximado de 60 cm. de alto y 70 cm. de ancho en su base. En su parte alta y en medio relieve luce decoración entre dos juegos de anillos y una inscripción que dice: ALABADO SEA EL SANTISIMO SACRAMENTO. En su parte media en alto relieve figura de la virgen con aureola, sosteniendo el niño, de medio cuerpo reposando sobre un cuarto de luna. En su parte inferior entre juego de anillos se lee: SE HIZO AÑO D 1703 SIENDO CURA EL M.D.L.B./CAS GUERRERO. También presenta una decoración en alto relieve de un rombo con arabescos. SEGUNDA CAMPANA: De menor tamaño. Muestra en su parte media en alto relieve un monograma IHS con una cruz en la H y enmarcada en un cuadrado con decoraciones. En su parte inferior la fecha de 1703. TERCERA CAMPANA: De menor tamaño que Las otras dos, muestra en su parte inferior la inscripción FABRICA DE A. Mª TRISTANCHO.


Titulo Imagen 1: escultura de Agustino Autor : Anónimo Época: siglo XVII Técnica. Yeso sobre madera tallada con repinte. Estado: Malo Descripción: Imagen de bulto redondo, carece de manos y parte de una manga. Sus medidas 110 cm .de alto Por 36.5 cm. De ancho. Titulo imagen 2: Desconocido. Autor: Anónimo. Época: Siglo XVII – Siglo XVIII. Técnica: Yeso sobre madera con ausencia de pintura. Estado: malo. Descripción: Escultura de bulto redondo, carece de pierna y brazos desde el hombro. Sus medidas 113 cm. De alto Por 25 cm. De ancho. Titulo imagen 3: Escultura de Jesús resucitado. Autor: Anónimo. Época: Siglo XVIII XIX. Estado: Regular. Descripción: Escultura de bulto redondo, de buena factura de madera fina, que en la selva le llaman Sangrón o sangre de toro. Carece de brazos. Sus medidas 99 cm. De alto por 24 de ancho .


Titulo: Desconocido. Autor: Anónimo. Época: Siglo XVII a XVIII. Técnica: Yeso sobre madera con ausencia de pintura. Estado: malo. Descripción: Escultura de madera de bulto redondo, carece de cabeza, antebrazos. Con indumentaria de sacerdote con alba, capa pluvial y estola. Sus medidas, 79 cm de alto por 47 cms de ancho. Cara posterior escultura de sacerdote, muestra interesantes decoraciones labradas en el capillo.

Titulo: Desconocido. Autor: Anónimo. Época: Siglo XVII a XVIII. Técnica: Talla en madera. Estado: Malo Descripción: Escultura de media talla. Sin cabeza, con brazos articulados en elos hombros y en los codos, carece de manos. Por la ausencia de pintura y por poseer articulaciones explica que era una imagen para vestir. Sus medidas 36 cm. de alto por 30 de ancho.

Autor: Anónimo. Época: Siglo XVII a XVIII. Técnica: yeso sobre madera con ausencia de pintura. Estado: malo. Descripción: Escultura de madera de bulto redondo, carece de brazos, pies y cabeza, se evidencia en su parte alta de la espalda la continuación del cabello. De la cintura hacia abajo se demuestra el vestido largo hasta los pies. Carece de pintura original. Tiene 84 cms de alto por 27 cms de ancho.


Conjunto de dos esculturas. Titulo Primera escultura: Probablemente San Isidro Labrador por su vestimenta hasta la rodilla. Autor: Anónimo. Técnica: Tela adherida con yeso sobre talla en madera. Estado. Malo. Descripción: talla de madera de bulto redondo, conserva parte del lienzo original blanqueado (yeso) de su pantalón pero sin pintura.. Carece de busto, brazos y cabeza. También tiene separados los dedos de los pies en su cara posterior sobresale ataque de insectos en la madera. Sus medidas son 119 cm. De alto por 25 cm de ancho. Titulo segunda imagen: Desconocido. Autor: Anónimo. Técnica: Madera tallada, articulada. Estado: Malo. Descripción: Imagen de bulto redondo, para vestir con ropas, en la planta del pie sobresale un soporte, para empotrar en una base. Está articulada en la cadera, para movimiento de sus piernas, carece de busto, brazos y cabeza. Sus medidas 116 cm de alto por 31 cm. De ancho.

Conjunto de tres brazos de madera tallada pertenecientes a esculturas de imágenes de bulto de santos o Ángeles, articuladas en sus codos, dos poseen manos.


Conjunto de piezas pertenecientes a los retablos desarmados que se encuentran en la sacristía.

Base para colocar imágenes religiosas, hace parte del conjunto de uno de los retablos que están en la sacristía. Se evidencia la decoración en volutas en el friso y arquitrabe, rematado con moldura sencilla en la cornisa, todavía conserva el enyesado antes de colocar el sobredorado. Sus medidas 29 cm. de alto por 63 cms de largo, por 67 cm. de fondo.

Conjunto de 8 piezas de madera para ensamblar retablos.

Piezas de madera que hacen parte de los retablos que están desarmados en la sacristía, las más grandes hacen parte de frisos con decoración de volutas, otras de algún arquitrabe.

Conjunto de 14 columnas, para ensamblar en retablo con fuste liso aunque enguirnaldado. Carecen de su sobredorado, algunas mantienen el enyesado.


Dos frisos con decoraci贸n en frondas, en su parte media. Mantienen parte del enyesado y carecen de color y sobredorado.

Dos pares de columnas para adosar en retablo; las dos primeras enguirnaldadas en el fuste con capitel corintio y con deterioro por ataque de insectos. El siguiente par en los fustes hojas palmeadas contin煤as rematando en frondas. Y termina con bases anilladas

Cruz en hierro; en su base termina en punta para empotrar; en su parte media una pieza giratoria que se puede identificar como veleta. Sus medidas 254 cms por 130 cms.

Pieza de madera, en forma triangular, posiblemente el remate de un retablo. En alto relieve se lee el monograma IHS . Carece de su pintura de sobredorado original, Tiene 170 cms en su base por 30 cms de alto.


Tres piezas de madera tallada pertenecientes a una unidad, en estriado curvo. Tiene 120 cms en su base por 22cms de alto. Carece de su pintura de sobredorado original.

Pieza de madera tallada semejando dos veneras pegadas. Tiene 92 cms en su base por 26 cms de alto.

Moldura de madera tallada con decoraciones en arabescos. Tiene 91 cms de largo por 10 cms de ancho.

Titulo: velo de comunión. Autor: anónimo. Época: siglo XVII a XVIII. Técnica: Brocado sobre tela. Estado: malo. Descripción: brocado cocido a la tela en sus bordes y en sencilla cruz centrada en un tercio del paño. Se encuentra bastante descolorido y ajado. Sus medidas son 51 cms por 50 cms. En frente es de color crema y el envés en rosado fuerte. Detalle de la cruz en brocado y posterior en lienzo de castilla.


Titulo: Cubre corporales. Autor: Anónimo. Técnica: Brocado sobre tela. Época: Siglo XVII a XVIII. Estado: Regular. Descripción: Brocado cocido a la tela en sus bordes y cruz en la mitad del paño. El paño de fondo es en color rosado fuerte bordado con follajes. Sus medidas son 22 por 22 cms.

Titulo: Estandarte Época: Siglo XIX –XX Técnica: brocado sobre tela. Estado: Regular. Descripción: Brocado en oro cocido en tres partes del estandarte, carece del aplique que seguramente estaba cocido a la tela de color amarillo claro, se conserva solamente el flequillo de interesante factura. Detalle del flequillo del estandarte.

Titulo: Custodia Autor: anónimo. Época: siglo XX. Técnica: Bronce repujado y labrado. Estado: Regular. Descripción: en el pie y base, presenta algunas abolladuras tenues, En el borde exterior al viril y en la cruz presenta algunas piedras finas en colores. Sus medidas 59.5 de alto por 32 cms de ancha.


Titulo: Candelabro Autor: Anónimo Época: Siglo XIX XX. Técnica: Cobre repujado y labrado. Estado: Regular. Descripción: En su base y cabeza superior presenta abolladuras.

Titulo: Atril Autor: Anónimo. Época: no se puede dar lectura. Técnica: Pintura sobre madera Tallada. Estado: regular. Descripción: la columna parece tomada de uno de los antiguos retablos desmontados que se encuentran en la sacristía; y adaptado como atril.

Titulo: pila de agua bendita. Autor: Anónimo Época: siglo Técnica: talla en piedra. Estado: Regular. Descripción: son dos pilas, cada una cada una separada del fuste, y no tienen base, tienen utilidad de adorno, pues no funcionan para el uso que fueron diseñadas.


Titulo: Piedra conmemorativa de la fábrica de la iglesia de la virgen del Rosario de Morcote. Autor: Anónimo. Época: finales del siglo XVIII. Técnica: Piedra con epígrafe en bajo relieve. Estado: Bueno. Descripción: La inscripción dice” Carlos IV Rey Ezpeleta virrey cov Otero 1795


TEMA IV: CONSIDERACIONES ESTETICAS A PARTIR DEL INVETARIO DE BIENES MUEBLES

◘ Retablo Mayor:

El retablo mayor del templo de Morcote, evidencia unas circunstancias especiales. Así como son monumentales las proporciones del templo, así mismo es la adaptación del retablo. La estética de su elaboración, coincide con los de la época (siglo XVII) evidenciando un barroco tímido, que contrasta con los de su época, aun con los de su misma orden como el de San Ignacio en Tunja.

El retablo, evidencia una disposición de espacios para adaptar sus santos: seis espacios para colocación de imagen bulto, incluyendo el camarín. Y cinco espacios para imagen de cuadro.

En cuanto a la pintura, de los retablos era común en las capillas doctrineras, acudir al recurso de la combinación rojo/dorado, verde/dorado y/o el policromado, como estrategias estéticas, ya que no contaban con los recursos para dorarlas en su totalidad. En el templo de Morcote, se utilizó la combinación bermellón y dorado en hojilla en algunos elementos de alto relieve. Su deterioro manifiesta el paso del tiempo sin restaurarlo. Es importante destacar, que aún conserva el color original en el tercer cuerpo.


◘ Imaginería:

La historia oral de quienes han vivido cerca del templo, nos permite afianzar elementos formales del retablo mayor, por ejemplo el de don Néstor Pérez, respecto a las advocaciones que se ubicaban en el retablo:27 “Estaban el señor de la Misericordia; la misma patrona, la virgen del Rosario; la sagrada familia; todo eso en madera tallada y eso se lo llevaron para el museo… Monseñor. Llevó la custodia, el Copón, la vara de San José, la corona de la virgen, doce campanas de oro y doce de plata. (sic) y de bulto también estaba santa Lucía y otra de Santa Rosa. Me parece.” Así mismo comentó, que donde está “reconstruido el pisito”, había una cantidad de restos de los padres enterrados, que el coro era en madera y había un armonio que funcionaba con los pies y manos: “y yo lo alcancé a conocer. Después llevaron el armonio que para arreglarlo con los candelabros de plata… y nunca volvieron.” Al anterior relato se suma el de doña Zoila Garcés28 de 65 años, que nos permite establecer algunas características propias al templo: “Cuando yo me conocí ya estaba esa iglesia, eso era bonito, las vigas pintadas con el mismo dibujo del altar mayor donde está la santísima virgen.” Y prosigue, “en cada tarimoncito, había un altar y una imagen de madera. (sic) cuando yo estaba jovencita, yo asistía a la casa cural, y nos tocaba una parte de la iglesia. Y las imágenes las bañábamos y las pintábamos cuando eran fiestas para que quedaran bonitas. (sic) sí tenía “coro” cerca de la puerta, era como un acordeón. Me parece, ese era grande porque cogía por cada lado.”

27 28

Entrevista telefónica realizada al señor Néstor Pérez. Habitante de Mrcote. 16 de enero de 2011. Entrevista realizada a Zolila Garcés. Habitante de Morcoté. 17 de enero de 2011.


El relato concuerda con dos interrogantes de esta investigación. En cuanto al dibujo del altar mayor, la señora Zoila identificó la figura que se anexa. Estas piezas fueron arrancadas o simplemente se soltaron, y según los espacios que dejaron, se calcula en más de 700 ubicadas en las vigas y en el tercer cuerpo del altar mayor, que simulan un cielo estrellado.

De igual manera, se esclarece la presunción de cuatro retablos menores en la nave central, en el mismo lugar donde ahora están las cuatro imágenes de bulto y que concuerdan con las piezas de los retablos que están desarmados y se encuentran en la curia.

En cuanto al coro, aun quedan piezas abalaustradas del acceso, así como vestigios de su empotramiento a los pies y el acceso sobre el muro oriental. Otro relato, es el de don Santiago Galdenes29, de 80 años: “Los santicos eran en madera y los de ahora son de loza (yeso)”, el se acuerda además, que estaba la virgen del Rosario, San Juan Nepomuceno, San José “que se lo comió el comején”, Santa Lucía, y San Ignacio de Loyola que estaba donde se celebra la misa. En cuanto a vitelas, se acuerda que estaban la de la de San Roque y la de San Pascual: “de él, se acabó la vitelita y a él se le rezaba cuando una persona estaba enferma para morirse.”

Una generalidad que surge de estas historias, es la que evidencia un saqueo sistemático de algunas piezas del templo, así como de prácticas que han generado en el inconsciente colectivo, un desdén por su patrimonio. Por ejemplo la gente recuerda a un padre al cual le regalaron un cerdo y para su cocción, mandó sacar varias imágenes de bulto y piezas de retablo con las que avivó el fuego. Así mismo, la gente cree, que la mayor parte de los ornamentos, sobre todo, copones, custodia, candelabros, se los llevó Monseñor Franco Arango para 29

Entrevista realizada a Santiago Galdenes. Habitante de Morcoté. 17 de enero de 2011.


el Museo de Arte Religioso de Duitama. Al confirmar los datos, en dicho museo sólo aparecen dos tallas en madera de dos angelitos de 30 cms, de alto.

Para complementar, es importante incluir Los apartes de las cuentas hechas por el cura Miguel Mariano de Herrera30 en 1798, que ilustra la actividad doctrinal en el templo de Morcote. “Fiestas ordinarias que se celebraron en el discurso del año a saber, la una en honor del santísimo, otra en honor de nuestra señora y seis en otros santos días consecutivos por las animas, con dispensas, procesión y misa cuyo honorario satisfacen los indios en las mismas; (sic) Fiestas extraordinarias en cada una a saber, una para nuestra señora de Chiquinquirá y otra a Santa Bárbara, las cuales hacen los indios por pura devoción voluntaria; Estipendio de blancos. Son tan pocos y tan pobres los vecinos blancos que hay agregados a este pueblo, que apenas alcanzan a pagar entre todos seis pesos por razón de la administración que se les hace; (sic) Cofradías a nuestro santísimo y otra de las ánimas; (sic) Primicias; (sic) Sermón de semana santa. Nueve pesos de derechos de procesiones y semana santa que pagan los indios en 12 libras y 17 gramos de hilo, cuya contribución hacen por costumbre anticuada; (sic) Responsorios que se mandan cantar en todo el día de finados y no en otro día del año, cuya contribución consiste en efectos comestibles y de difícil sanidad; (sic) Misas de aguinaldo y de Gallo las que solo dan los indios doce libras de hilo y ésta contribución la hacen por pura devoción y costumbre voluntariamente; (sic) Estipendio que paga al Rey; (sic) Entierros.”

Para la navidad, el historiador Oviedo relata en libro Cualidades y riquezas del nuevo reino de granada, una anécdota referente al territorio:31

30

AGN. Colonia. Curas y Obispos. 37. Folios 821 – 824. Rendición de cuentas del cura de Morcote Miguel Mariano de Herrera en octubre 25 de 1798. Rinde cuentas de los ingresos de su curato desde 1793 hasta 1797. 31 OP. CIT. GEREZ. pág. 223.


“Los aleluyas de pascua, o los villancicos de navidad, las procesiones clásicas del corpus, los alegraban los jesuitas con chirimías y coros de niños que eran el embeleso de las indias de Tame o de Morcote.”

Según los relatos anteriores, unido a las evidencias actuales podemos establecer el santoral del templo:

Según el cura Miguel Mariano de Herrera. Siglo XVIII Nuestra Señora

Historia oral. siglo XX Señor de la Misericordia (bulto) Virgen del Rosario (bulto) Sagrada Familia (bulto) Santa Lucía (bulto) San Juan Nepomuceno (bulto) San José (bulto) San Ignacio de Loyola (bulto) San Roque (Vitelas) San Pascual (Vitelas)

Santa Bárbara Del santísimo Cofradía: de las ánimas

Evidencias 2011 Virgen (bulto)

actuales.

del

Rosario

Santa Lucia (bulto)

Santa Bárbara (bulto)

mártir

Virgen del Carmen (bulto) y en la actualidad las vitelas incluyen a las animas

Nuestra señora de Chiquinquirá Cofradías: a Nuestro Santísimo Virgen del Rosario de Fátima (bulto) Jesús en la cruz (bulto) Sagrado Corazón (bulto) Sagrado corazón (vitela) San Isidro Labrador Inmaculada Concepción (bulto) San Ignacio de Loyola (bulto) escultura de Agustino (bulto) Escultura de Jesús resucitado (bulto) San Isidro Labrador (bulto)


La fe, impuesta por la religión católica en el territorio colonizado está determinada por valores que implican a quien cree, una serie de ritos espirituales y físicos con los que se vincula a una doctrina especial. En ese sentido, en Boyacá se destaca, en mayor proporción, que la fe y lo sagrado se revela a través del rito católico: La misa, las oraciones, el sacerdote, la iglesia, Jesucristo, las advocaciones de la Virgen María, los santos, las romerías, etc., son manifestaciones que permiten al rito católico definirlo en tiempo, espacio y representación iconográfica.

Según lo anterior se, destaca en el recuadro lo referente a las Cofradías. Según la historiadora Soto Mayor32, éstas se consolidan en la Nueva Granada, gracias al trabajo de los doctrineros y misioneros con sus comunidades encomendadas: “Del informe que presentó el oidor, protector de indios y visitador Francisco Antonio Moreno y Escandón, de la visita que hizo a la provincia de Tunja en 17771778, se deduce tanto por las declaraciones de indios como de «vecinos», que en cada pueblo el cura doctrinero debía incentivar y/o crear tres cofradías, consideradas de obligación: Santísimo Sacramento, Animas y Virgen Santísima. Esto no impedía la organización de muchas más como Nuestro Amo, La Inmaculada Concepción, Los Dolores, Francisco Xavier, Candelaria, Santa Lucia, Transfiguración, San Pedro, San Juan, San Antonio, San Roque, El Santo Rosario, La Asunción, Jesús Crucificado, Santa Ana, San Felipe, San Bartolomé, Santiago.”

La doctrina en las misiones no fue ajena a esta reglamentación. Y seguramente, fue un instrumento válido para organizar y mantener en paz a las comunidades nativas, que por tradición no tenían una organización social que les permitiera auto regirse. Las obligaciones por pertenecer a alguna cofradía eran: “ser devotos del patrono de la cofradía; corregirse en la mala vida; dejar los vicios de borracheras y las supersticiones de hayo y tabaco; celebrar con solemnidad las 32

SOTO MAYOR, María Lucia. Organización económica de las Cofradías. Siglo XVIII. Creación de cofradías en pueblos de indios. [en línea] Bogotá [citado el 03-10-2010]. Disponible en : http://www.banrep.gov.co/blaavirtual/


fiestas del santo patrono; hacer procesiones alrededor de la plaza; visitar a los enfermos; recoger limosnas; asistir a misa domingos y días de fiesta y rezar el rosario todos los días; encargarse del entierro de los hermanos cofrades, y pagar las cuotas fijas asignadas.”33

En Morcote, al parecer, las actividades de dicha fe eran efectivas así como lucrativas, lo anterior se deduce en la relación del cura Miguel Mariano Herrera: “(sic) que estoy seguramente informado que en esta relación no ha habido gasto alguno ni de compañero, ni otro porque del fondo de cofradía se gasta, saca lo necesario para pan, vino y cera, y no tiene el cura que pensionarse en éste ni en ningún gasto de ésta naturaleza.” 34 ◘ Otros bienes

Las campanas: Sin duda, uno de los hallazgos más representativos en éste templo de Morcote, son las campanas. Especifico al tema, esta la relación que hace el sacerdote jesuita Hipólito Jerez cuando relata un pasaje de la vida del padre José Dadey en 1659, quien en compañía de los padres Diego de Molina, Miguel Jerónimo de Tolosa, Domingo de Acuña y José de Tabalina, fueron asignados por la C.J, para misionar en los llanos: “ Unos nativos visitan a Dadey, y él les pregunta por “aquellos pueblos de Tamara y Pisba que a él le debían su existencia, y por aquel su Morcote, el de la esbelta espadaña de iglesia en la que volteaban las mejores campanas de la redonda.” 35

Sin embargo, la evidencia descarta que sean las mismas campanas, en tanto que éstas ostentan el año de 1702, fecha lejana a la historia del historiador Hipólito Jeréz. 33

Ibídem. SOTO. AGN. Colonia. Curas y Obispos. 37. Folios 821 – 824. Rendición de cuentas del cura de Morcote Miguel Mariano de Herrera en octubre 25 de 1798. Rinde cuentas de los ingresos de su curato desde 1793 hasta 1797. 35 Op. Cit. GEREZ. pág. 41 34


En cuanto a la fundición, es importante relacionar, que el apellido Tristancho es uno de los más representativos en la vereda de Ucuengá del municipio de Nobsa, en donde casualmente según la pagina institucional de la alcaldía se funden campanas desde hace más de 200 años. Sin embargo, al entrevistar a fundidores que ostentan el apellido, dicen que la tradición de las campanas viene es de un español Juan de Gauz.

Conclusiones:

Primero: el estilo del retablo se puede catalogar como barroco tímido, que contrasta con los de su época.

Segundo: existe una diversidad de devociones que permiten establecer el paso de varias comunidades como los jesuitas, agustinos, seculares, así como de devotos de diversas hermandades o cofradías. De la colonia, permanecen estables, El santísimo, Virgen del Rosario, Santa Lucía, Santa Bárbara y la Virgen del Carmen que en la actualidad las vitelas incluyen a las animas. Lo anterior refuerza el nombre del Templo que es en honor a la virgen del Rosario.

Tercero: se han perdido las dos cofradías: la de las ánimas y la del Santísimo Sacramento, y se han remplazado por las patronales por el Sagrado Corazón el 6 de enero, y por San Isidro el 7 de enero.

Cuarto: las campanas no fueron fabricadas para la iglesia de Morcote. Es posible, que como los agustinos se hicieron cargo de las misiones, tras la expulsión de los jesuitas, ellos hayan protegido parte de los bienes antes de ser confiscados por la Junta de Temporalidades, para después adecuarlas de acuerdo a sus condiciones y necesidades.


Quinto: Según en el imaginario de la gente: si las autoridades eclesiásticas y civiles no ayudan a proteger el patrimonio de la iglesia, una vez más se deteriorará.


BIBLIOGRAFIA

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WEBGRAFIA

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