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CAYETANO COLL Y TOSTE
después de la desoladora noticia que había dado a Lucía, se había quedado anonadado, mirando estúpidamente al suelo. Al poco rato sonaron dos tiros en el jardín. Acababa Luisa de disparar sobre su pecho el revolver de Luís, bajo la pesadumbre de la inmensa tristeza de su infortunio. Una bala le había atravesado el cráneo. Hubo un escarceo atroz en la casa. El consiguiente a una muerte inesperada .y Inter, vino la autoridad judicial; y el médico, cauto, después do examinar el cadáver de la joven y reconocerla pura e inviolada, teniendo en cuenta los buenos antecedentes que se le suministraron, atribuyó el pavoroso suceso a juvenil extravío mental y tal vez a algo de atavismo por ley de herencia.
VI Luís sufrió hondamente con el resultado lúgubre de la terrible exigencia de su madre y el triste fin de sus amores. Al abrir un día uno de sus libros se encontró el ramito de jazmines de Lucía, que le había entregado pocos momentos antes de matarse. Emocionado con aquel recuerdo y la puñalada de su hado adverso, besó aquellas flores marchitas, encapándolas en ardientes lágrimas. Sembró una mata de jazmines en el mismo sitio que Lucía había caído muerta con el cráneo traspasado por la mortífera bala. Todos los días cuidaba personalmente su planta querida, y su madre, al ver que se dedicaba a la floricultura, quedó tranquila y olvidó el desagra. dable suceso. •La planta, bajo los cuidados de Luís creció rápidamente y era la más hermosa enredadera del jardín. Mediante cordeles guías pronto llevó .sus luengos festones verdes al balcón. Mas, cuando la planta fué a florecer, Luís fué invadido de una fieb intensa y tuvo que tomar cama. Los cuidados facul. -