DESCRIPCION DE SANTO DOMINGO
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en 1725 y en 1728 alcanzó a siete mil ochocientos veinte pesos y el del distrito de Leogane a mil doscientos; lo que formaba la suma, realmente enorme para esta época, de más de nueve mil pesos fuertes; aunque después de 1726, la venta de los cerdos no se comprendió más en el arriendo para el Cabo. El acrecentamiento no se limitó a eso: en 1732 el arriendo produjo para toda la Colonia, cuarenta mil libras tornesas y en 1734 produjo más de cuarentaiun mil libras para el Cabo solamente. Los hatos siguieron la progresión inversa. Una ordenanza de los jefes, de fecha 15 de diciembre de 1731 renovó las disposiciones de la del 1° de diciembre de 1710 contra los cazadores y contra la falta de setos y de cercas en los campos vecinos de los hatos. Como el mal siguió en aumento, otra ordenanza del 13 de diciembre de 1732 repitió lo que decían las otras dos que acabo de recordar y cuya repetición misma anunciaba su inejecución. Se creyó hacer algo más, insertando en la última las exenciones de revistas de inspención y las corveas (87) para los hateros. Y no era solamente con relación a las reses vacunas que la escasés se hacía sentir; los mulos también hacían falta para las industrias. El descuido que los españoles de la isla han tenido siempre por la crianza de este animal, y las grandes sequías que, desde 1739 se hicieron más sensibles, obligaron a ir a buscar mulos a la costa de España, es decir, a las costas del Continente español, en el Golfo de México, imitando a (87) Algunos escritores modernos, no encontrandoen castellano el término propio para traducir la palabra corvée, han usado corvea, adaptándola del francés. Tampoco conocemos la palabra exacta para traducir corvée y nos limitamos a explicarla. Es el trabajo encomendado a varias personas al mismo tiempo. En tiempos del feudalismo eran los días de trabajo gratuito que los siervos, vasallos, paisanos, etc., debían hacer para su señor. Esa costumbre fué abolida en Francia por la Asamblea Constituyente (noche del 4 de agosto de 1789) y por la ley del 15 de marzo de 1790. En la isla de Santo Domingo y en otros pueblos americanos se ha empleado a veces este odioso sistema. La palabra prestación se asemeja algo a la corvée; pues significa la cosa o servicio personal exigido por una autoridad o por la ley a los vecinos de un lugar para obras de utilidad pública.