La vainilla*
(Leyenda prehispánica)
Cuentan que Xanath, hija de nobles totonacas, célebre por su belleza, vivía en un palacio cercano al centro ceremonial de Tajín. Cierto día en que la joven acudió a depositar una ofrenda al Chac-Mool “Mensajero Divino”, encontró a Tzarahuín “jilguero”, y surgió entre ambos amor a primera vista. Tzarahuín era pobre y vivía en una choza humilde, rodeada de tierra fértil en donde abundaban las anonas, las piñas y las calabazas. A pesar de la diferencia de clases, los enamorados se reunían casi a diario, de manera fugaz, cuando el mancebo llevaba al mercado la cosecha de sus siembras. Una tarde, cuando Xanath pasó junto al templo sagrado de los nichos, la sorprendió la mirada penetrante del Señor de la Felicidad, caracterizado por su vientre abultado, la frente rapada y su triple penacho.
*Adaptación: Alejandra Monserrat Castillo Robledo.
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