“El presente congelado” El discurso plástico que destila la obra de Miguel Vega se inscribe en los intentos que, desde distintos ángulos, se hacen para comprender y narrar la Contemporaneidad en unos tiempos donde la Realidad es tan mutante como algunos virus letales. Una Realidad que, por cierto, hace tiempo que se ha mudado a los medios de comunicación visuales y que se retroalimenta del enjambre tecnológico y el auge de las redes sociales como el medio relacional preferido de la era cibernética. Estos retratos de mujeres envueltos la mayoría de los casos por una capa de celofán nos recuerdan cómo la tecnología a pesar de acercarnos de manera virtual, invariablemente genera relaciones distantes, ilusorias y tamizadas por un filtro de artificialidad, sentimiento intangible que recogen y provocan la atmósfera de estos óleos, de una profunda melancolía tecnológica. Los personajes retratados por Miguel Vega no nos hablan de lo que fue, ni siquiera de algo que es, sino de la vida sugerida que hay inmediatamente después de que sus modelos hayan sido capturadas por la cámara ágil y presta del celular que almacena miradas y poses un tanto petrificadas, víctimas del flash y la velocidad en que esos rotros quedan congelados en los muros del Face Book. Una herramienta que al contrario que la pintura, que necesita de la soledad de la contemplación para su asimilación, nos hace sentir ilusoriamente menos solos.’’
Ruben Bonet
La Colecci贸n
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