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Residuos humanos
El planeta está habitado por 7, 700 millones de personas y dice la ONU que en los siguientes 30 años habrá otros 2 mil millones de seres humanos. Demasiada gente para un modelo de desarrollo que excluye masivamente, acumulando carencias múltiples y simultáneas en gran parte de la población.
Santiago serna villa
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Corpoccidente

Por donde se le quiera ver, estamos atrapados en eso que llamamos modernidad. Nos guiamos por premisas que concentran el conocimiento científico, la tecnología y sobre todo la riqueza; nos rige un sistema seductor que solo permite la calidad de vida a muy pocos mientras despoja a los demás.
De acuerdo a OXFAM, la confederación internacional de organizaciones no gubernamentales que impulsan acciones humanitarias, 26 personas poseen la misma riqueza que las 3, 800 millones de personas más pobres en el mundo. De ese tamaño es la asimetría de nuestra especie.
Zygmunt Bauman (1925-2017) señala que la humanidad llegó a un punto de progreso y acrecentamiento tan inflexible que ahora se ha vuelto en su contra; la globalización liberó un mercado en donde no tienen cabida los consumidores fallidos, incompletos o frustrados.
{ } Comprometidos con las
personas
“Víctimas colaterales” del progreso les llama, por cuanto configuran un vertedero de desechos. Se escucha feo y lo es, pero en eso se convirtió nuestra especie.
Los contrastes derivados de la acumulación y el despojo son impresionantes en cualquier región del planeta y particularmente en México, donde la sociedad terminó acostumbrándose a la precariedad, pero también a los salarios mínimos más bajos del mundo