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H. P. BLAVATSKY

Isis Sin Velo Tomo III

Añade San Jerónimo que, no obstante haber traducido dos veces el texto hebreo escrito por San Mateo de su propio puño y letra, le costaba mucho trabajo comprenderlo, porque estaba en lenguaje enigmático. Sin embargo, tiene San Jerónimo el suficiente desahogo para condenar por herético todo comentario no suyo, aunque sabía muy bien que el texto original de San Mateo encerraba la verdadera doctrina de Jesús, de cuyas predicaciones fue testigo el evangelista, y que de los dos textos no era ciertamente apócrifo el de los nazarenos, sino el griego. No obstante, San Jerónimo se declara a sabiendas defensor del texto adulterado en contra del auténtico, pues la aceptación de este último hubiera entrañado la muerte del dogmatismo cristiano, ya que el texto hebreo, seguido durante cuatro siglos por 563

los nazarenos y ebionitas, no proclamaba la divinidad de Jesucristo . ¿A qué maravillarse de los misterios del cristianismo, desde el momento en que es religión puramente humana? Oigamos lo que uno de los más ilustres doctores de la Iglesia, San Gregorio Nacianceno, dice a su amigo y confidente San Jerónimo: Nada tan a propósito para alucinar a las gentes como la palabrería, porque cuanto menos comprenden más admiran. Nuestros antecesores y maestros dijeron con frecuencia, no lo que pensaban, sino lo que las circunstancias les movían a decir.

Pero volvamos al sistema cosmogónico de los genuinos cristianos primitivos. 564

Después de haber producido a Ilda–Baoth sufrió muchísimo Achamoth por su contacto con la materia, hasta que, al cabo de vigorosos esfuerzos, escapó del cenagoso caos. Como no conocía el Pleroma, o región materna, llegó al espacio intermedio y desprendióse de las partículas materiales adheridas a su naturaleza espiritual. Entonces levanta una recia muralla entre el mundo mental y el mundo físico, por lo que Ilda–Baoth resulta ser el “hijo de las tinieblas”, el creador del mundo pecaminoso o aspecto físico del mundo. A ejemplo de Bythos, emana Ilda–Baoth de si mismo, y a su propia imagen, seis entidades astrales reflejo una de otra, pero más tenebrosas a medida que se distancian de su progenitor, con el cual se distribuyen las siete regiones dispuestas escalonadamente a partir del espacio intermedio, donde está la región de su madre, Achamoth, hasta la tierra o séptima región. Así tenemos que Ilda–Baoth y sus seis emanaciones son los espíritus de las siete esferas planetarias, en cuyo último término está la tierra. Los nombres de los siete espíritus planetarios son: 565

Ilda–Baoth, Jove o Jehovah, Sabaoth, Adonai, Eloi, Uraios y Astaphaios . Los cuatro primeros (sin contar el de Ilda–Baoth) corresponden indistintamente al “Señor Dios” de

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Si los comentarios de San Jerónimo sobre los profetas, su famosa Vulgata y sus tratados polemísticos son tan fieles como la traducción del Evangelio de San Mateo, ¿dónde queda la divina revelación?

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Dedlv (niño) y hivb (huevo) o vck (vacío). Véase: King: Gnósticos, 31. 159


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