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Jueves, 8 de Junio de 2017
“Es tan válido hacer sonreír a los niños con un cuento como hacerlos reflexionar”.
Con Karina Macadar, autora de literatura infantil. Mañana viernes 9 de junio se presenta en la Feria del Libro su segundo libro “Elefanman al rescate”. (Ana Jerozolimski) Karina Macadar (35) es Licenciada en Comunicación Publicitaria, Profesora de Inglés y diplomada en Dirección de Marketing. Trabajó muchos años como maestra pre-escolar y hoy es Jefa de Marketing en SEMM. Pero su gran pasión, además de su familia, es escribir. Y especialmente cuentos infantiles. Sobre ello es esta entrevista.
Karina, un gusto enorme estar aquí contigo en esta primera entrevista en Semanario Hebreo, acompañando de hecho la presentación este viernes 9 en la feria del libro, de tu segundo libro para niños, “Elefanman al rescate”, con la editorial “Santillana”. Aunque ya no es el primero y de hecho fue lanzado al mercado en abril ¿estás expectante? ¿emocionada? ¡Muchas gracias Ana! Estoy muy emocionada y, a decir verdad, un poco ansiosa. Para mi publicar un libro infantil siempre fue un sueño, y lo perseguí durante mucho tiempo. Fui perseverante en el contacto con las editoriales, y cuando en Chile me dieron la oportunidad el año pasado de publicar mi primer libro, me sentí inmensamente feliz. El poder ahora publicar con Santillana mi primer cuento en Uruguay, tiene para mí un plus muy importante. Tengo que confesar que cuando la editora, a quien estoy profundamente agradecida, me confirmó que quería firmar contrato por dos cuentos (Elefanman y otro para el 2018) caminé dos cuadras llorando de la emoción. Hacía años que no lloraba así de felicidad; desde que
Karina , su esposo Daría y los hijos de ambos Joaquín y Paula nacieron mis hijos… Es que el hecho de que mis amigos, familiares y conocidos puedan acceder fácilmente y se los lean a sus hijos, o incluso, como me pasó, que estuviera dentro de los seleccionados
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para la biblioteca rotativa de un jardín, me emociona de verdad. Y es más que comprensible… es darte la posibilidad de tocar el alma de los niños con lo que vos creás, una expresión de confianza sin duda en tu pluma. Supongamos que esta entrevista la leerán ante todo padres de niños chicos, que puedan tener especial interés en literatura infantil. Partiendo de esa base te pregunto ¿de qué se trata el nuevo libro? ¿Quién es este pequeño elefante que quiere ser héroe? Rolando es un elefante muy tierno, que no quiere hacer las mismas cosas que hacen sus hermanos. Su sueño es ser superhéroe y, con la ayuda de una amiga, se convertirá en Elefanman. Nos demostrará que todos podemos ser superhéroes si nos lo proponemos y que ayudar a los demás, aunque sea en lo más simple, nos puede hacer sentir muy felices.
Qué lindo… Imagino que no es ciencia exacta, pero ¿de dónde sacás las ideas? ¿Hay alguna fórmula ordenada a la que apelás o necesariamente tiene que ser la inspiración que te brota desde adentro? En realidad no tengo ninguna fórmula… Para mi escribir es una necesidad porque me hace feliz. Cuando una idea me está dando vuelta y vuelta por la cabeza, no estoy completa si no la logro plasmar. La “mastico” un par de días, pero en algún momento TENGO que escribirla. La inspiración viene de los momentos más cotidianos y hermosos, como el jugar con mis hijos, ver un paisaje diferente en unas vacaciones, una charla con alguien… pero sobre todo de reflexionar y hacerme preguntas de cosas que capaz uno no se detiene a pensar muy seguido, como por ejemplo: “¿Por qué un loro tiene que estar repitiendo todo el
tiempo? ¿Y si no quiere?”. Así nació “Repite Lorenzo, repite”. También hay situaciones que me sensibilizan y el escribir ayuda a expresar esos sentimientos. “Elefanman al rescate” lo escribí pocos días antes de fallecer mi abuela, inspirada en el amor que ella transmitía a todos sus nietos. Por eso mi abuela está presente en la dedicatoria del cuento. No hay cómo no escribir en momentos así. Hermosa forma de expresar los sentimientos, sin duda. Karina, me contabas que no dormís mucho y que la escritura te ayuda a lidiar con el insomnio. ¿Pero te ayuda a pasar las horas en las que no podés dormir, o es a la inversa, no podés dormir porque te pasás imaginando historias? Ambas cosas… Elefanman fue fruto de un insomnio… No podía dormir, me levanté y empecé a escribir, mientras vivía un entrevero de sentimientos. Otras veces me pasa al revés. Me enrosco pensando en algo y se me van las horas sin pegar un ojo. El insomnio me acompaña desde hace años…el amor por escribir también. ¿De dónde sale este amor por la escritura? ¿Y por qué de libros infantiles? Desde chica me gustaba imaginar mundos y escribía cuentos; era bastante soñadora y disfrutaba mucho de escribir historias. Participé de varios talleres de escritura en el liceo y bachillerato, y cuando me enfrenté al momento de elegir una carrera, opté por Licenciatura en Comunicación, donde seguí explorando este mundo de las letras. Por otro lado siempre tuve un amor especial por los niños. Por eso al mismo tiempo que cursaba la licenciatura, decidí estudiar profesorado de inglés, para trabajar con niños chicos. Aunque no ejerzo hace mucho
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Jueves, 8 de Junio de 2017 tiempo, siempre recuerdo con mucho cariño esos años como maestra pre-escolar. Ese fue otro encuentro clave, trabajando con los niños. Descubrí en el brillo de sus ojos la ilusión con la que esperan atentos el final de un cuento. Un día me convertí en mamá y todo me cerró… Entendí realmente para quién quería escribir. ¿En qué medida te ayudan tus propios hijos? Mis hijos son fundamentales. Son inspiración y conejillos de indias. Por ellos incursioné en la literatura infantil. Como te comentaba antes, siempre me gustó escribir. Pero cuando empecé a
trabajando en función de sus reacciones. Mi familia, pero en especial mi esposo Darío y mi hermana Nathalie, también son un gran apoyo en este sentido. Creo que en algún momento, los adultos pensamos que cuentos infantiles son fáciles de escribir porque con divertirlos un rato alcanza. Pero estoy segura que no es así...¿cómo lo ves tú? ¿Cuál es en tu opinión el desafío de escribir literatura infantil? Yo creo que no es nada fácil, porque el niño es muy crítico… o le gusta o no. Hay que encantarlo con el texto, con las imágenes, con la historia. Es un placer
cada niño hace su propia versión de un mismo cuento. Y algo que puede funcionar con uno y fascinarle, otro puede encontrarlo completamente diferente. Va en los intereses de cada uno… Recuerdo que mirando películas infantiles , por ejemplo de Walt Disney, muchas veces uno se pregunta por qué siempre tiene que haber algún malvado o malvada que haga sufrir a los buenos. Y alguna vez me topé con algún análisis que decía que es una forma de aprender sobre la vida y de distinguir entre el bien y el mal. ¿Te parece que en una obra para niños, sea libro, película, obra de teatro,
leerles cuentos a la hora de dormir, descubrí un mundo nuevo. Me ilusionaba que en el futuro pudieran leer un cuento escrito por su mamá. De hecho tengo varios que les puse imágenes caseras, para poder mostrárselos y compartirlos en esos momentos. Justamente ahora me acuerdo que en una entrevista que le hice a tu amiga y colega Gabriela Fleiss, nos reíamos porque me contaba que su hijo Uriel le ayudaba ya que de hecho escuchaba los cuentos cuando para ella aún eran borrador, y de hecho los “probaba” con él cuando ni siquiera estaban ilustrados aún. Entiendo que también tu casa es un taller preparatorio de tus libros. Sin dudas. Y no solo mis hijos… mis sobrinas también. A ellos les leo borradores, y los sigo
lograr que un libro ocupe un lugar privilegiado en la biblioteca y sea elegido para ser leído una y otra vez. Pero además, para las edades que más escribo, tengo que conquistar también a los padres, abuelos… Para que cuando el niño les pida que le lean este o aquel cuento, lo hagan con gusto. Porque a mi entender el adulto puede “matar” la espontaneidad del cuento… Si a él no le gusta, eso lo va a transmitir en la lectura, y por ende el niño probablemente no lo quiera volver a elegir. ¡Así que el desafío es doble! Y bien interesante de lograr… ¿Te parece que hay una historia perfecta para niños? Entiendo que hay algunos elementos que pueden ayudar, como la repetición de ciertas frases. Pero no creo que haya una historia perfecta, porque de hecho
tiene que haber siempre una lección de vida? ¿O con hacerles sonreir alcanza? En otras palabras ¿qué buscás tú con lo que escribís? No creo que siempre tenga que haber una lección de vida detrás. Para mí es tan válido hacerlos reír como reflexionar. Lo que busco es transportarlos con la lectura hacia alguna aventura. Que se metan en el cuento, que lo disfruten, que quieran volver a leerlo. Hoy en día con tanta pantalla en la vuelta el desafío de despertar el amor por los libros es todavía mayor. Pero, ¿qué busco con escribir? Qué buena pregunta… Voy a darte una respuesta simple pero que creo que resume lo que siento y lo que estuvimos conversando: ser feliz, compartir mis historias con los que más quiero, y dejarle un legado a mis hijos.
Este miércoles 14 de junio, celebración de Bat Mitzva de las alumnas del Yavne
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