El retorno la historia del terremoto, éxodo y resurrección de ibarra

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l presente proyecto consistió en la realización de un material comunicacional acerca del terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872, con el objetivo de dar a

conocer a la comunidad en una forma gráfica los acontecimientos suscitados en este memorable periodo de la historia ibarreña, mostrando los sucesos que conformaron esta época, hechos que merecen ser descritos y difundidos hacia la colectividad. El terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872 son acontecimientos históricos que constituyen un antes y un después en la historia de la ciudad, durante este período de tiempo fueron grandes las proezas y el esfuerzo realizado por todo un pueblo, que a pesar de haber sufrido una terrible desdicha, supieron encontrar la fortaleza para perseverar y no permitir que

PRESENTACIÓN

este desastre deje en el olvido a su bella ciudad. Estas vivencias son únicas en la historia nacional, por ello, nació la idea de realizar este proyecto, como un medio para poder transmitir todas estas crónicas a la ciudadanía, y así invitarlos a echar un vistazo por su noble pasado, para que así puedan valorar su riqueza histórica y la fascinante lucha y nobleza de sus ancestros. El resultado es este libro, el cual ofrece una información del terremoto y el retorno de Ibarra, trabajando el ámbito visual para reforzar el contenido con ilustraciones y fotografías para así poder invitar a la comunidad a conocer más acerca de la rica historia ibarreña, y también recolectando textos de notables escritores y con la participación de destacados profesionales de la cultura y la historia, quienes brindaron su conocimiento, para que a través de este libro, puedan sumergirse a través del tiempo y contemplen la historia del terremoto, éxodo y resurrección de Ibarra.


U

n sincero agradecimiento a las siguientes personas: Padre Mauro Aguirre, Párroco de la Victoria; Juan F. Ruales, Director de Cultura de la Universidad Técnica del Norte; Juan Carlos

AGRADECIMIENTO

Morales, Historiador; Luis Fernando Revelo, Presidente de la Casa de la Cultura Núcleo Imbabura y Humberto Oña Villarreal, distinguido educador ibarreño, por haber colaborado amablemente con sus conocimientos para el desarrollo de este libro.


CONTENIDO

EL RETORNO: La historia del terremoto, éxodo y resurrección de Ibarra......... 11 La Virgen del Tránsito........................................................................ 12 El Padre Jibaja y el Loco Sandoval.................................................... 14 El Terremoto......................................................................................... 16 Solidaridad con Imbabura.................................................................. 22 Gabriel García Moreno al cuidado de Imbabura............................ 26 Gabriel García Moreno....................................................................... 29 Caranqui, capital provisional de Imbabura..................................... 32 Santa María de la Esperanza.............................................................. 34 Empieza la reconstrucción.................................................................. 36 La esquina del coco............................................................................. 40 Reedificación de Ibarra....................................................................... 42 La reinstalación a la nueva ciudad.................................................... 46 El 28 de Abril de 1872......................................................................... 48 El Retorno de Ibarra............................................................................ 52 LÍNEA DEL TIEMPO........................................................................ 57 PERSONAJES ILUSTRES................................................................ 65 Gabriel García Moreno....................................................................... 66 Canónigo Dr. Mariano Acosta........................................................... 67

José Nicolás Vacas................................................................................ 68 Teodoro Gómez de la Torre............................................................... 69 ÁLBUM FOTOGRÁFICO Iglesia del Señor del Amor................................................................. 72 Virgen del Rosario, Patrona de Ibarra.............................................. 76 Iglesia de Santo Domingo................................................................... 78 Plaza de Toros “La Candelaria”......................................................... 80 El monumento del Retorno................................................................ 82 Santa María de la Esperanza.............................................................. 86 La Esquina del Coco........................................................................... 88 Avenida “El Retorno”.......................................................................... 90 La Catedral de Ibarra........................................................................... 92 Palacio Episcopal.................................................................................. 98 Parque Pedro Moncayo....................................................................... 101 Capilla Episcopal.................................................................................. 102 Alto relieve de la antigua Iglesia de la Compañía.......................... 103 El Torreón.............................................................................................. 104 Antiguo Cuartel Militar...................................................................... 108 Basílica Nuestra Señora de la Mercer............................................... 112 Volcán “Taita” Imbabura.................................................................... 114


EL RETORNO LA HISTORIA DEL TERREMOTO, ÉXODO Y RESURRECIÓN DE IBARRA

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CELEBRACIONES DE LA VIRGEN DEL TRÁNSITO EN CARANQUI

LA VIRGEN DEL TRÁNSITO Padre Mauro Aguirre T.

Las festividades religiosas forman parte de nuestra América y también de la historia de Imbabura. Los misioneros fueron haciendo su labor evangelizadora a través de la Virgen, una de estas devociones en Ibarra es la Virgen del Tránsito, o la Asunción de María a los Cielos, que antiguamente se celebraba con mucho fervor en Caranqui, donde hay una historia de religiosidad andina que hoy se ha convertido en una cultura muy fuerte de identidad cristiana. La devoción de la Virgen había cogido bastante fuerza antes del terremoto, que desastrosamente ocurrió un día después de estas conmemoraciones religiosas, el 16 de Agosto de 1868. Nuestras culturas han sido siempre muy festivas, tanto indígenas como mestizos participaban de todas estas celebraciones, lo cual ha forjado este mestizaje que es muy rico y que construye nuestra identidad. Aunque esta festividad coincidió con el terremoto, no significa que Dios castiga, sino que son los fenómenos naturales que vienen de un momento a otro, la Virgen y Dios nunca castigan, más bien nos brindan su protección, están para ayudarnos. El Ecuador sigue siendo un país religioso, la Virgen del Tránsito es un hito importante en la historia de nuestra gente y de nuestra ciudad, la Virgen, para las culturas de hoy y las antiguas, fue siempre la estrella de la nueva evangelización. Esta devoción es muy valiosa, es un vivir de la historia, el hombre no puede olvidar su pasado. 1

1. Entrevista realizada al Lic. Padre Mauro Aguirre, Ex Párroco de Caranqui. (19 de Enero de 2016) (S. Torres, Entrevistador)

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EL PADRE JIBAJA

EL LOCO SANDOVAL

EL PADRE JIBAJA Y EL LOCO SANDOVAL

párroco de Caranqui, de repente aseguró haber recibido visiones que advertían al pueblo para que cambien su actitud pecaminosa y se encomienden a Dios, presagios que con gran temor se los manifestaba a las personas, pero era ignorado. Mientras tanto, en Otavalo curiosamente otra persona también anunciaba esta desgracia, su nombre era Plácido Sandoval, un hombre con una vida tranquila, pero que poco antes de las festividades de la Virgen del Tránsito, comenzó a tener delirios y a gritar sin descanso ¡va a haber terremoto! Su familia trató de calmarlo, pero todo esto fue inútil y deambuló por toda la provincia anunciando su visión. (pág. 109-117) 2

El Padre Jibaja y Plácido “El Loco”, Sandoval fueron dos personajes con una peculiar historia en común: advirtieron al pueblo de la llegada de una catástrofe a Imbabura en base a unas fuertes premoniciones que aseguraban sentir, dedicandose a advertir sobre esto a todo el pueblo. Según cuenta Villacís Giasi (2006), el Padre Jibaja era un hombre sencillo, humilde y temeroso de Dios, fiel acompañante del

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2. Villacís Giassi, F. (2006). El terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872. Ibarra.

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EL TERREMOTO Juan F. Ruales

Se lo conoce como el terremoto de Ibarra, pero esta ciudad no fue la única afectada, el sismo se dio debido a una falla geológica conocida como la falla de Mira, que atraviesa Mira hasta las faldas de Mojanda, donde se asientan muchas ciudades y pueblos. Ibarra al ser la ciudad más importante y más grande fue la que mayores estragos negativos tuvo, cerca del 80 por ciento de sus edificaciones se desplomaron, algunas poblaciones desaparecieron por completo, pero al ser pueblos pequeños pasaron a la historia desapercibidos. Ibarra al ser la ciudad con mayor concentración poblacional y la capital de la provincia de Imbabura fue la más damnificada por el movimiento terráqueo de una manera significativa, edificaciones más grandes de la zona norte del país como iglesias, edificios públicos así como casas señoriales de la gente adinerada. El terremoto cobró la vida de una gran cantidad de gente comparativamente con otros pueblos, fue una tragedia que afectó mucho más a esta ciudad, pero también resultaron afectadas las ciudades de Mira, Urcuquí, la población de San Blas, Otavalo, San Antonio de Ibarra, Atuntaqui, Cotacachi y San Pablo, hay que recordar que para esa época las construcciones eran de tierra, adobe y tapiar, con cimientos bastantes frágiles. Hasta ese momento no había ningún antecedente que obligue a los maestros constructores a tomar las previsiones para hacer casas más resistentes con cimientos mucho más seguros, probablemente el terremoto anterior al suscitado en 1868 sucedió cientos de años atrás, la gente no tenía memorias de eso y conocimientos de que en zonas sísmicas los terremotos se repitan y por ello no contaban con las medidas de seguridad necesarias para protegerse en caso de estos desastres.

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El terremoto cobró la vida de miles de personas y aquellos que no lo hicieron quedaron económicamente arruinados, la mayor parte de los sobrevivientes emigró hacia otras ciudades, aquellas familias que tenían posibilidades económicas y que tenían parientes viajaron principalmente hacia la ciudad de Quito, sin embargo la clase media, la clase media baja, la clase trabajadores que no tenía recursos no tenían hacia donde huir, y lo que hicieron fue migrar hacia la parte alta de la ciudad, hacia los llanos de Santa María de La Esperanza, en donde se asentaron por varios años. Aparentemente lo que hoy es La Esperanza pudo haber sido la nueva ciudad de Ibarra, de no contar con 3 factores importantes: un factor natural, un factor cívico social y una coyuntura política favorable. El factor natural eran las condiciones físicas del valle, ya que el valle de Ibarra tenía fuentes de abastecimiento de agua, un relieve relativamente plano para el desarrollo de la ciudad, además tenía vergeles a su alrededor en donde se cosechaban productos para el abastecimiento alimentario de la gente, frutas, hortalizas, inclusive caña de azúcar, dada que esta zona es subtropical. El factor cívico social era la esperanza, el optimismo, el amor a la tierra de los ibarreños por refundar su ciudad, aunque fueron acogidos en los llanos de La Esperanza, sabían que ellos pertenecían al valle de lo que hoy es Ibarra. Y el factor político favorable fue el interés del presidente de la república de aquella época, Javier Espinoza, de haber puesto en manos de una persona muy ejecutiva, como lo es García Moreno, las labores de reconstrucción de la ciudad, quien prácticamente capitaneó la reedificación de Ibarra con la participación de personas notables en la historia como artífices ibarreños de la construcción de la nueva ciudad.

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Ibarra “Ciudad Blanca” A Ibarra se la conoce como “La Ciudad Blanca”, mucha gente afirma que se la llamó así a partir de la reconstrucción, por el hecho de que las casas reedificadas fueron pintadas con cal, que tiene un color blanco y que tenía la función de proteger a las paredes de su deterioro, pero esa es una versión errónea desmentida por varios historiadores. El calificativo de “ciudad blanca” viene desde mucho antes, viene desde su fundación española. Los españoles fundaron esta ciudad básicamente con dos propósitos: uno, el de tener una puerta de entrada hacia el mar, por San Lorenzo, y la otra razón fundamental para la fundación de Ibarra doscientos años antes del terremoto, fue porque en Otavalo se crearon los obrajes de Peguche y de Otavalo propiamente dicho, donde se concentraron la primera clase obrera, que eran indígenas traídos para que laboren ahí. De esta manera en Ibarra se creó una ciudad para que vivan los españoles blancos, para que administren los obrajes, y a partir de ese momento los indígenas empiezan a llamar a esta villa como la “villa de los blancos”, la “ciudad de los blancos”, y poco a poco se fue simplificando el nombre hasta quedar con “ciudad blanca”.

Refundación de Ibarra El terremoto es una refundación de Ibarra, una refundación celebrada por el esfuerzo de los propios ibarreños, y no de españoles. En esta ciudad han existido tres Ibarras superpuestas: la primera la Ibarra de los pueblos originarios que habitaron esta zona mucho antes de la llegada de los incas, donde estos lares se los llamaba como las “Tierras de Caranqui”. La segunda etapa histórica de Ibarra viene desde su fundación española en 1606 hasta

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1868 que se da el terremoto, que se caracteriza por ser una ciudad básicamente administrativa y comercial. La tercera Ibarra es la que parte desde su refundación, desde el Retorno, que fue llevado a cabo por propios ibarreños y en donde se marca la identidad que la Ibarra actual tiene.

Importancia del terremoto El terremoto de Ibarra es un hito importante que marca el nacimiento de nuestra ciudad y que muestra el tesoro y el espíritu de profundas raíces telúricas de los ibarreños. El terremoto puso a prueba a la gente, que pudo ser capaz de levantarse como el ave fénix de las cenizas, a lo largo de la historia han existido pueblos que sufrieron su destrucción pero su gente nunca volvió, cosa que no pasó con los ibarreños, que tenían una esperanza, una esperanza en sus propias capacidades de reconstruir su ciudad y un infinito sentimiento de amor por su tierra. Esta es la ciudad que tenemos, una ciudad que está creciendo vertiginosamente y que va construyendo poco a poco una nueva identidad a partir del reconocimiento de que sus raíces están en el pueblo indígena, en el pueblo afro y también en el pueblo blanco-mestizo, lo que le da a esta ciudad un toque de interculturalidad como pocas ciudades tienen en el país. El terremoto de Ibarra de 1868 y el Retorno de 1872 son fechas importantes que hay que conmemorarlas, es necesario recordarlas como un ejemplo de lo que significa cumplir un sueño cuando un pueblo unido se propone un objetivo de gran envergadura, como reconstruir de las ruinas una ciudad que prácticamente estaba perdida, pero cuando la gente se une, cuando la gente sueña una utopía de manera conjunta nada es imposible. 3 3. Entrevista realizada a Juan F. Ruales, Director de Cultura Universidad Técnica del Norte (28 de Enero de 2016) (S. Torres, Entrevistador)

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PAÍSES EXTRANJEROS SE SOLIDARIZARON CON IMBABURA

SOLIDARIDAD CON IMBABURA

La noticia del desastre que azotó a la provincia de Imbabura fue difundida en todo el Ecuador y también en naciones extranjeras, quienes con gran solidaridad y a pesar de la distancia supieron auxiliar al pueblo ecuatoriano. El Dr. Luis F. Madera (1918) en su libro Ibarra y el terremoto de 1868, nos presenta algunas de las donaciones que recibió el pueblo imbabureño: Difícil, si no imposible, sería enumerar todos los auxilios con que la caridad de las varias Provincias acudió para socorrer a la de Imbabura, arruinada por el terremoto. Un clamor de compasión intensamente sentido, fraternal, levantose de un extremo a otro de la Nación: era la sublime solidaridad de la desgracia aceptada por corazones cristianos. La primera distribución de dinero, propiamente organizada, decíamos, ocurrió en Noviembre. Pero antes, ya se habían remitido sumas considerables para cualquier servicio, y ropas y otros efectos, y medicinas. (…) Piedad fraternal había también en las demás naciones. Aparte de las obligadas demostraciones de compasión, hubo juntas de particulares que acopiaron auxilios de caridad, en algunos países extranjeros. Si no sabemos de todas, acaso fueron las más notables las de las naciones siguientes: Gran Bretaña. Hemos visto una información que asegura haber enviado ochenta mil pesos de la “Beneficencia Inglesa”. Los documentos que conocemos hablan de que los ciudadanos y comerciantes de Londres resolvieron abrir un crédito por once mil libras esterlinas; y el encargado de Negocios de S.

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AYUDA DE TODAS PARTES DEL ECUADOR LLEGABA PARA RESPALDAR A LAS VÍCTIMAS DEL TERREMOTO

M. Británica en Quito, S. Federico Hamilton comunicó a nuestro Gobierno en 1º de diciembre, que estaban a orden de aquel alto funcionario cinco mil quinientas libras, mitad de las cuantiosa suscripción. Francia. El 31 de octubre suscribió en Paris M. Fourquet una comunicación oficial participando a este país del que era Cónsul General, sus activas gestiones y la orden de que se dispusiera de veinte mil francos, en cuenta de donaciones recibidas (éstas ascendían a 17.069,50 francos. La suscripción de M. Fourquet fue de 5.000; 1.000 de la del ministro de Guatemala; la del Arzobispo de París, de 200). La Legación Francesa residente en Lima, por ofrecimiento espontáneo del Comandante de buque de Guerra “Mégore”, puso a órdenes de nuestro Plenipotenciario Dr. Antonio Flores ese vapor para el traslado de setenta ecuatorianos que quisieran venir a su patrio junto con los dineros colectados en el Perú, para favorecer a Imbabura; y la oferta fue aceptada y utilizada. Chile. El Congreso Nacional votó la suma de cincuenta mil pesos, a insinuación del Ejecutivo, representado por el Exmo. Dr. José Joaquín Pérez, a quien el Congreso ecuatoriano de 1867 ya había concedido carta de naturalización, por servicios prestados en la causa americana. Perú. En dos remisiones (la primera de $21.375), envió el Perú veintitrés mil ochocientos ochenta y nueve soles veinte centavos. Además, presentáronse al Congreso proyectos de acuerdos que fueron allí aceptados, procurando al Gobierno del Ecuador facilidades para disponer de recursos pecuniarios; uno de esos proyectos, firmado por D. Ricardo Palma, autorizaba al Ecuador para un empréstito amortizable en 25 años, por un millón de pesos. (págs. 14-15) 4 4. Madera, L. (1918). Ibarra y el terremoto de 1868. Quito: Ibarra: Tip. El Comercio.

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GABRIEL GARCÍA MORENO AL CUIDADO DE IMBABURA

Con el pasar de los días, el caos y el desorden se apoderaron de Imbabura, por lo que fue necesario contar con el apoyo de una persona trabajadora, tenaz y correcta para ordenar la desafortunada situación en la que se encontraba la provincia. Gabriel García Moreno fue este personaje, llegó a Ibarra para llevar a cabo el trabajo que le había sido encargado por el presidente de la república, Javier Espinoza, cuidando a las víctimas y dirigiendo las acciones necesarias para aliviar la desdicha de esta ciudad y los pueblos vecinos que fueron afectados por este desastre. Como nos cuenta Navas Jiménez: Espinoza, ante la magnitud de la tragedia y las consecuencias que se avecinaban, se ve impotente y piensa que sólo García Moreno por su carácter y temperamento era el único que podía poner orden en la tragedia. García Moreno aceptó el nombramiento de Jefe Civil y Militar de Imbabura y una vez más demostró su capacidad, su dinamismo de gobernante al hacer surgir de la nada a la “Ciudad Blanca”. (Navas Jiménez, 2004). 5

5. Navas Jiménez, M. (2004). Estudios sociales. Quito: Holos Editorial.

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GABRIEL GARCÍA MORENO Juan Carlos Morales

Gabriel García Moreno es el personaje más importante de la política ecuatoriana del siglo XIX, debido a que fue presidente de la república, tenía mucho poder y enlaces con la autoridad central. García Moreno estudió en Francia, allí se estaba produciendo un gran cambio en la manera arquitectónica de la gran urbe, lo cual influyó en sus trabajos de reconstrucción. Gracias a su ímpetu y su carácter lo primero que hiso fue ayudar a las víctimas del terremoto, que en toda la provincia cobró la vida de cerca de 20.000 personas, Ibarra en ese entonces tenía una población de 7.200 habitantes de los que murieron 5.000, muchos de ellos por falta de ayuda.

EL CAOS LLEGÓ Al grito de ¡Viva Atahualpa! las poblaciones indígenas aprovecharon la catástrofe para sublevarse contra los pueblos de habla española

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A su llegada, lo primero que hiso fue enemistarse con el Gobernador de Imbabura, Manuel Zaldumbide, acusándolo de no haber hecho lo suficiente por su provincia, asimismo castigó a las personas que se dedicaron al pillaje y al robo de las propiedades de las víctimas, muchas de estas personas pertenecían a las poblaciones indígenas cercanas a Ibarra, las cuales al grito de ¡Viva Atahualpa! saqueaban a los sobrevivientes. García Moreno, para su época, tenía una visión muy adelantada, prueba de ello es que siendo presidente en su segundo mandato, bajo decreto ordenó a los ibarreños instalarse a la reconstruida ciudad desde el 13 de abril de 1872, reinstalaciones que no se ejectuaron de la noche a la mañana si no fruto de un largo proceso. La reconstrucción de Ibarra se realizó teniendo como punto de partida una palmera de coco sobreviviente al terremoto, donde Arturo Rodgers, ingeniero norteamericano, por pedido de García Moreno trazó los cordeles para la reconstrucción de la urbe. La presencia de García Moreno fue fundamental en la historia de Ibarra, como dice el libro Un proyecto conservador en los andes de Peter Henderson, esto sirvió para catapultar a García Moreno a su segundo mandato, ya que la reconstrucción de la ciudad causó admiración en todo el país, más aun teniendo en cuenta las dificultades de la época. Esta labor fue realmente una de sus mayores obras públicas, debido a esto el pueblo ibarreño tuvo una inmensa gratitud y agradecimiento por su noble trabajo, si él no hubiese estado ahí, las 550 personas que estuvieron durante cuatros año en los llanos de Santa María de La Esperanza talvez no hubieran vuelto a su ciudad. 6

6. Entrevista realizada al Historiador Juan Carlos Morales, (20 de Enero de 2016) (S. Torres, Entrevistador)

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CARANQUI, CAPITAL PROVISIONAL DE IMBABURA Gabriel García Moreno al llegar a Ibarra empezó a cumplir impecablemente con el trabajo que le fue encargado, haciendo todo los posible por mejorar las terribles condiciones en las que se encontraba la población, sepultando a las víctimas, frenando tajantemente la delincuencia, construyendo refugios y cuidando a los sobrevivientes que se habían reunido en Caranqui, que fue nombrada capital provisional de Imbabura. (Oña Villarreal, 2003, pág. 293)7. Pese a que Caranqui se ubica a una distancia corta de Ibarra, los daños fueron menores. Kolberg nos explica la razón de esto: Si bien Caranqui dista de Ibarra una hora, no sufrió casi nada por el terremoto, pues ya pertenece a la Cordillera Oriental; otros pueblos que se han levantado todavía más lejos de ese monte, sintieron aún menos el terremoto. Vemos confirmado aquí de nuevo el hecho de que solamente la Cordillera Occidental experimentó toda la fuerza del movimiento, pero la terrible destrucción hirió incluso la altiplanicie y ciertamente hasta cerca de las laderas poco cultivadas que casi sin interrupción se adentran a la Cordillera Occidental. Asimismo, los temblores se propagaron en la dirección de los montes mucho más ampliamente y con mayor fuerza que en la dirección que corresponde a la línea transversal. (…) Estas circunstancias relevantes nos dan la clave para explicar toda la catástrofe. (Kolberg, Martínez, Whymper, & Wolf, 2000, pág. 128) 8 7. Oña Villarreal, H. (2003). Fechas históricas y hombres notables del Ecuador y del mundo. Quito: Cámara Ecuatoriana del Libro - Núcleo de Pichincha. 8. Kolberg, Martínez, Whymper, & Wolf, Y. (2000). Historia de los terremotos y las erupciones volcánicas en el Ecuador siglos XVI - XX. Quito: Talleres Editoriales Guamanpuma.

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SANTA MARÍA DE LA ESPERANZA Los sobrevivientes se asentaron en los llanos de Santa María de la Esperanza, ahí se dieron las órdenes para que sea atienda y proteja a las víctimas del desastre. Como nos cuenta Albuja Galindo: El 20 de Agosto los sobrevivientes de Ibarra se trasladaron al llano de Santa María de la Esperanza, a las faldas del Imbabura. Allí plantaron sus tiendas y allí hicieron el escenario de sus angustias y de sus dolores. Estaban tan cerca y tan lejos de los muertos queridos. Y con todo de que este sagrado llano de La Esperanza los cobijó generosamente, sentían la nostalgia infinita de su solar querido. Ansiaban el Retorno, ese Retorno esperanzado y cariñoso a su misma ciudad, a la ciudad de su corazón, para rebasar los abismos de la tortura y del abatimiento. Tres años, ocho meses, doce días, impuestos por las más tremendas circunstancias, debía parecerles una eternidad. (Albuja Galindo, 1970) 9

9. Albuja Galindo, A. (1970). Imbabura en páginas de historia y letras. Ibarra: Municipio de Ibarra

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EMPIEZA LA RECONSTRUCCIÓN

Con el pasar del tiempo la ciudad provisional de La Esperanza continuó albergando a los refugiados del terremoto. Asimismo las labores de reconstrucción también prosperaron, iniciándose así con los primeros trabajos para volver a levantar de las ruinas a la ciudad de Ibarra. Así nos lo cuenta Rodrigo Villegas Domínguez (1988): El trazado de las nuevas calles se hizo de acuerdo al plano levantado por el Ingeniero Arturo A. Rogers; igual cosa ocurrió en Otavalo, Cotacachi y Atuntaqui, a donde concurrió dicho profesional a dirigir la reconstrucción de estas poblaciones, que quedaron borradas por la acción del sismo. Es justo reconocer que, de no haber sido por el dinamismo y entereza de carácter de García Moreno y la Comisión Médica dirigida por los doctores Miguel Egas de Otavalo, Antonio Rivadeneira, Roberto Sierra y del Vicario de la Diócesis doctor Francisco Pigatti, así como del Doctor Matiano Acosta, Juan Manuel España, Gobernador de Imbabura, José Miguel Vacas y otros, la obra del restablecimiento de Imbabura no se hubiera hecho tan rápido. Estos hombres trabajaron día y noche hasta ver a nuestro Provincia, levantarse de entre sus propias cenizas como el ave fénix. El terremoto frenó, de la noche a la mañana, el desarrollo económico de esta maltratada región, pues, la guerra con Colombia y el sismo fueron dos acontecimientos determinantes para que Imbabura se viera envuelta en una de las más espantosas crisis del siglo pasado. Sin embargo, el Jefe

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Civil y Militar, con el esfuerzo de sus hijos, salvando tantas y tantas dificultades, volvieron a hacer andar a esta moribunda parte del Ecuador para que, en breve plazo, se integre a la producción agropecuaria, al comercio, a la industria y a la artesanía, fuentes éstas que han sido y siguen siendo el sostén de los imbabureños. (pág. 194) 10 Además, García Moreno solicitó al gobierno ecuatoriano el envío de profesionales de la república altamente calificados, para que en base a su conocimiento y experiencia se empiecen las tareas de reedificación. Solicitó los servicios del Arquitecto Tomás Reed para la delineación de la ciudad, con la construcción de una casa sencilla y sólida que sirva como ejemplo para la edificación de las demás viviendas. Igualmente dispuso que los jóvenes ibarreños Cesar y Luis Lara, Rodolfo y Carlos Monje, Alejandro Pérez, Moisés Almeida y Miguel Herrería viajen hacia Quito para recibir lecciones del ingeniero francés Adolfo Géhin, para que obtengan el conocimiento necesario para que desempeñar lo aprendido en la reconstrucción de la ciudad. (Villacís Giassi, 2006, pág. 173) 11

JÓVENES IBARREÑOS FUERON ENVIADOS A RECIBIR CLASES DEL ING. ADOLGO GÉHIN PARA PODER RECONSTRUIR SU CIUDAD

10. Villegas Domínguez, R. (1988). Historia de la provincia de Imbabura. Ibarra: Centro de Ediciones Culturales de Imbabura. 11. Villacís Giassi, F. (2006). El terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872. Ibarra.

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LA ESQUINA DEL COCO

Después de que el devastador terremoto devastó Ibarra, una palmera de coco resistió la tragedia y fue clave para la construcción de la urbe. Esta palmera adornaba el huerto de la familia Gómez de la Torre, y precisamente desde este sitio, García Moreno, debido al concejo dado por el ingeniero Arturo Rodgers, inicia la delineación de las calles que conformarían la nueva ciudad. La palmera que hoy embellece Ibarra no es la de aquellos tiempos, en 1962 un corto circuito la destruyó, sin embardo, debido al esfuerzo del Alcalde de aquel entonces, José Tobar y Tobar y el Profesor Roberto Morales Almeida, lograron instalar una nueva palmera de la misma especie en el sitio exacto que años atrás sirvió como punto de partida para el renacimiento de la ciudad. (Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal San Miguel de Ibarra, 2015) 12 Ubicada en las calles Sucre y Oviedo, esta palmera forma parte de la historia de la ciudad, siendo la principal guía y punto de partida para el rediseño de Ibarra, es sin duda un símbolo de la ibarreñidad, de su lucha y progreso y testigo fiel de su resurrección.

12. Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal San Miguel de Ibarra. (2015). Ibarra Ecuador. Obtenido de Ibarra Ecuador: http://issuu.com/ibarraec/docs/3.4.3_la_esquina_del_coco__1_

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REEDIFICACIÓN DE IBARRA

Las labores de reedificación continuaban satisfactoriamente, sin embargo una duda surgió en los ibarreños que se establecieron en La Esperanza, unos querían que la urbe renazca en estos llanos, por temor a un nuevo desastre, mientras que otros anhelaban su reconstrucción en su antiguo solar. Finalmente debido a las brillantes participaciones del Canónigo Mariano Acosta y el Prof. José Nicolás Vacas, distinguidos ibarreños que ayudaron desinteresadamente a las víctimas, lograron que la ciudad se reconstruya en el antiguo lugar de su fundación. Como nos relata Cristóbal Tobar Subia (1985): En sesión del Municipio, de 17 de Mayo de 1869, se acordó construir la ciudad en La Esperanza, siempre que fuera factible dotarla de agua suficiente, cosa que se demostró en sesión del 1º de Julio, por lo que hubo que ratificarse ese acuerdo, a condición de obtener el dinero necesario para comprar los llanos y construir una acequia, respecto de lo cual debía consultarse al Gobierno. (…) Empero, García Moreno que supo apreciar el gran valor de los materiales de construcción, acumulados en los escombros, amén de otros motivos y graves razones de moralidad y de costumbres en pro del recorto al solar abandonado, resolvió el conflicto ordenando que se reedificase Ibarra en su propio suelo, por decreto de 13 de Abril de 1872, después de varios estudio del Ingeniero Rogers y la laboriosa gestión del Gobierno, dignamente representado por el Gobernador de Imbabura, Dn. Juan Manuel de España. (págs. 163-164) 13 13. Tobar Subía, C. (1985). Monografía de Ibarra. Ibarra: Centro de Ediciones Culturales de Imbabura.

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Muchos de los escombros y ruinas de las viejas edificaciones no fueron desechados, sino que fueron aprovechados para la construcción de los nuevos edificios, especialmente los elementos que antiguamente conformaron el Templo de la Compañía de Jesús. Como nos relata Francisco Villacís Giassi (2006) en su libro El terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872, la iglesia de la Compañía de Jesús, templo que fue símbolo ilustre de la religiosidad ibarreña fue arrasado con el terremoto, pero a pesar de que gran parte de su construcción había colapsado, muchos de sus materiales aún se encontraban en buen estado, y hoy en día están presentes en varias de las construcciones de la urbe. Los altares del Santísimo Corazón de Jesús, de la Inmaculada Concepción, de San Miguel Arcángel (Patrono de la Diócesis) y del Calvario. El Cristo de los Desamparados que formaba parte de la Iglesia de San Felipe permaneció intacto y pasó a formar parte del Altar Mayor de la Capilla Episcopal. Un alto relieve tallado en piedra que fuese parte de la Iglesia de la Compañía hoy en día rodea la parte superior de la Capilla del Colegio “Oviedo”, y en su parte superior se encuentra el escudo de la Orden los Jesuitas, hermosa figura que a pesar del tiempo perdura y embellece la ciudad. Asimismo pequeños azulejos que adornaban las paredes de la Iglesia de la Compañía hoy se hallan en las cúpulas de la Catedral y la Capilla Episcopal. La puerta de esta destruida Iglesia, tallada en ébano por los antiguos artistas ecuatorianos sobrevivió al desastre y fue colocada en la Iglesia del Seminario Menor “San Diego” (hoy iglesia del Colegio Bilingüe). Aunque sobrevivió al sismo, no lo hiso así con la fuerza del tiempo, ya que pasadas varias décadas fue enviado al Banco Central en Quito para su refacción. Esta puerta regresó a su sitio pero volvió a deteriorarse, por lo que finalmente fue reemplazada. La vieja Iglesia de la Compañía de Jesús sigue viva en el paisaje Ibarreño. (págs. 197-202) 14 14. Villacís Giassi, F. (2006). El terremoto de Ibarra de 1868 y el retorno de sus habitantes de 1872. Ibarra.

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IGLESIA DE LA COMPAÑÍA DE JESUS (Adaptación de la xilografía del artista grabador Luis Salas, con la dirección del investigador Mons. Liborio Madera)

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LA REINSTALACIÓN A LA NUEVA CIUDAD

El tiempo transcurrió y ya a inicios de 1872 las primeras construcciones que se habían iniciado estaban por concluirse. Finalmente, Juan Manuel de España, Gobernador de la provincia de Imbabura, mediante decreto del 10 de Abril de 1.872 y cumpliendo la disposición de Gabriel García Moreno, que en aquella fecha ocupaba por segunda ocasión la presidencia de la república, ordena que sea el 22 de Abril del mismo año el día en que se establezcan en la ciudad todas las oficinas tanto políticas, como municipales y judiciales, así como la guarnición militar y todos aquellos servicios concernientes al servicio público. (Navas, 1935, págs. 224-226) 15 Así transcurrieron estos días tan anhelados por tanto tiempo, las instalaciones se realizaron con gran entusiasmo, sentimientos que no inundaban los corazones del pueblo ibarreños desde hace mucho tiempo. “Era, en fin, que Ibarra resurgía como el ave fénix de sus propias cenizas y de sus propias ruinas. Era que la alegría había vuelto a los atribulados corazones en una obra de creación eterna, para rehacerse y seguir su propio destino”. (Albuja Galindo, 1970, pág. 180) 16

15. Navas, J. (1935). Ibarra y sus provincias. Quito: Editorial de El Correo 16. Albuja Galindo, A. (1970). Imbabura en páginas de historia y letras. Ibarra: Municipio de Ibarra.

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EL 28 DE ABRIL DE 1872 Después de haberse instalado la ciudad, como pueblo católico era necesario recibir la bendición de Dios y encomendar a Él, con humildad y devoción el cuidado de la ciudad y la vida de sus devotos habitantes. Esta importante fecha es relatada por el Profesor Humberto Oña Villarreal (2003) quien dice: El 28 de abril de 1872, día domingo, era el señalado para la bendición de Ibarra que surgió nuevamente como el ave fénix; la misa de acción de gracias fue oficiada en la Basílica de la Merced. Concluidas las ceremonias religiosas, en las Oficinas Municipales, un gran número de personas, entre quienes se hallaban el Jefe Político y el Secretario Municipal, acordaron constituirse en Junta, bajo la presidencia de dicha autoridad. Instalada la sesión el Sr. José Nicolás Vacas,

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pronunció un elocuente discurso y puso en consideración un acuerdo de gratitud para el Sr. Gobernador, pidiendo que se lo suscribiera por todos los concurrentes y se lo entregara a través de una comisión nombrada para el efecto. El Dr. Rafael Peñaherrera Albuja insinuó que ante todo era preciso declarar: ‘REESTABLECIDA LA CIUDAD DE SAN MIGUEL DE IBARRA’: material, política y socialmente; declaración que el Sr. Jefe Político creyó del caso hacerla de manera oficial, reunidas todas las autoridades y personas caracterizadas. Como así se resolvió; y en efecto se hizo en la tarde de ese día, reconociendo un hecho consumado desde el 22 de abril de 1872, como brote de satisfacción, mas que como requisito de Ley ante las pretensiones de otro pueblo. En documento suscrito al respecto, lleva las firmas del Sr. Vicente Peñaherrera, Jefe Político; y, de don Joaquín Morán, Secretario del Concejo. (pág. 293) 17 17. Oña Villarreal, H. (2003). Fechas históricas y hombres notables del Ecuador y del mundo. Quito: Cámara Ecuatoriana del Libro - Núcleo de Pichincha.

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Así llegó el día tan esperado por los ibarreños, el 28 de Abril de 1872. Así nos lo cuenta el Hno. Remigio Germán Pascal en la Monografía de Ibarra de la Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra” (2006):

EUCARISTÍA DE BENDICIÓN EN LA IGLESIA LA MERCED 28 de Abril de 1872

Aurora más linda pareció a los ibarreños la que brilló sobre la cima del Imbabura, el día domingo 28 de Abril de 1872. Festivos repiques de campanas, en una improvisada capilla de nuestra Señora de las Mercedes convidió a los sobrevivientes, que se agolparon en el diminuto templo y sus contornos. Allí estaba el Ilmo. Señor Obispo Tomás Iturralde con su clero, el dinámico Gobernador Juan Manuel España con las autoridades municipales y cantonales, el Comandante de Armas, Coronel Manuel Salazar con la compañía de soldados. De la Merced arrancó la procesión, en dos largas hileras, cantando la letanía de los santos. Llegados a la plaza principal, el bondadoso Prelado bendijo la naciente ciudad, mediante las oraciones rituales. Luego regresó la procesión a la capilla de la Merced y se celebró la Santa Misa. Después del Evangelio, el señor Canónigo Dr. Mariano Acosta pronunció un hermoso discurso en el cual tuvo estas entusiastas y proféticas palabras: ‘¡Ibarra! Patria mía, levántate del seno de las ruinas y la diestra del Altísimo te embellecerá. Tus calles serán espaciosas y pobladas. Tus plazas hermosas y afluidas de gentes de los mares. Tus aguas cristalinas y puras. Tus habitantes virtuososy felices. Un ángel de Dios velará en las alturas de tus Andes para contener los desenfrenos de la naturaleza; y despejará el horizonte al amanecer de los felices días que se te prometen…’ Terminada la función religiosa la concurrencia se dirigió al Palacio Municipal. Aquí el Gobernador Dr. Juan Manuel de España, en un corto discurso declaró que Ibarra quedaba rehabilitada como Capital de Imbabura. (págs. 237-238) 18 18. Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra”. (2006). Monografía de Ibarra Volumen V. Ibarra: Diario La Verdad.

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EL RETORNO DE IBARRA Prof. Humberto Oña Villarreal

La conmemoración de El Retorno para Ibarra es muy importante, porque es su segunda fundación, ya que el terremoto del 16 de Agosto de 1868 cobró la vida de más de 5.000 personas en todo Ibarra, la población en aquel entonces no era tan elevada. Este terrible terremoto se suscitó no solamente en Ibarra si no en la provincia de Imbabura, y afectó algunos pueblos en la provincia del Carchi y de Pichincha. El terremoto sacudió muy fuerte a la población de Ibarra, quedando muy pocos sobrevivientes, de los cuales, para salvar su vida, y con temor de que se repita esta catástrofe, fueron a acampar en los llanos de Santa María de la Esperanza, ubicada en la Avenida de El Retorno, allí se levanta un monumento en conmemoración a este suceso y a los gestores de la reconstrucción de Ibarra. En este lugar los sobrevivientes permanecieron cuatro años, hasta que un 28 de Abril de 1872 retornaron a Ibarra, presididos por el Canónigo Mariano Acosta. Se realizó una ceremonia religiosa en la Iglesia de la Merced, allí, el Canónigo intervino con una homilía, hubo una exaltación al valor de los sobrevivientes para que sigan adelante. El Profesor José Nicolas Vacas estaba a la postre de gobernador de la provincia de Imbabura, fue el quien también contribuyó a la reconstrucción de la ciudad. El Doctor Gabriel García Moreno, desde la esquina del coco, ubicada actualmente en la calle Oviedo y Sucre, ordenó el trazado de una nueva ciudad. Los ibarreños pusieron de su parte todo el entusiasmo, todo el civismo, para volver a fundar su ciudad ciudad, conmemorando su refundación celebrada el 28 de Abril de 1872. 19 19. Entrevista realizada al Prof. Humberto Oña Villarreal, (22 de Enero de 2016) (S. Torres, Entrevistador)

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EL RETORNO DE IBARRA Msc. Luis Fernando Revelo

El 16 de Agosto de 1868 Ibarra experimentó uno de los más dantescos terremotos que registra la historia, prácticamente Ibarra se cayó, todo se derrumbó, y los sobrevivientes como nos narran nuestros historiadores fueron a los llanos de Santa María de la Esperanza, ahí se radicaron por el espacio de cuatro años, y es precisamente el influjo del Canónigo Mariano Acosta, el Obispo Tomás Iturralde, el Profesor José Nicolás Vacas y el Doctor Gabriel García, que en ese entonces fue nombrado como Jefe Civil y Militar, quienes se convierten en los propulsores para que los sobrevivientes que estaban radicados en Santa María de la Esperanza regresen a sus lares nativos para reinstalar nuevamente lo que fue San Miguel de Ibarra. Como cuenta la historia quedó una palmera entre las calles Sucre y Oviedo, que pertenecía al huerto donde vivía el Coronel Teodoro Gómez de la Torre, que fue el benefactor para que ese edificio fuera posteriormente el Colegio centenario Teodoro Gómez de la Torre, esa palmera que estuvo ubicada en la intersección de estas dos calles sirvió como punto de partida para que el Doctor Gabriel García Moreno, nombrado Jefe Civil y Militar de Imbabura, emprendiera el trazado de las calles y consecuentemente el inicio de lo que fue y es actualmente la ciudad de Ibarra. El terremoto marca dos hechos importantes en la historia, lo que fue Ibarra antes del terremoto, y lo que es Ibarra después de esta catástrofe. Lo que fue antes prácticamente quedó reducido a escombros, sus calles y construcciones desaparecieron y varios documentos se perdieron, y lo que viene después del terremoto marca un hito nuevo dentro del devenir histórico de la ciudad de Ibarra.

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El 28 de Abril de 1872 es una fecha cumbre, es una fecha clave, ya que significa, retornar, volver a lo que fue la ciudad blanca de Ibarra, ver ese espíritu emprendedor de los ibarreños y las ibarreñas de aquella época, que pusieron todo lo noble de su espíritu para que Ibarra vuelva a ser lo que es actualmente, todos arrimaron el hombro y los esfuerzos para regresar a una ciudad que estaba sumida en escombros, con nostalgia por todo aquello que se había perdido, pero con alegría por volver a la bella ciudad que los vio nacer. 20

20. Entrevista realizada al Msc. Luis Fernando Revelo, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana - Núcleo de Imbabura, (22 de Enero de 2016) (S. Torres, Entrevistador)

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LÍNEA DEL TIEMPO Basado en la información de los libros: El Terremoto de Ibarra de 1868 y el Retorno de sus habitantes de 1872, de Francisco Villacías Giassi y Monografía de Ibarra Vol. 5, de la Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra”

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PERSONAJES ILUSTRES

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DR. GABRIEL GARCÍA MORENO

Nació en la ciudad de Guayaquil, el 24 de Diciembre de 1821. Dos veces presidente de la república. Doctor en Jurisprudencia en la Universidad en la Universidad Central del Ecuador. En sus mandatos impulsó el sistema educativo, creó varios institutos, fundó la Escuela

Politécnica Nacional, fomentó la educación femenina. Fundó el Observatorio Astronómico, mejoró las vías de comunicación, creando la red ferroviaria entre Quito y Guayaquil. Fue asesinado por un grupo de jóvenes liberales el 6 de Agosto de 1875. (Navas Jiménez, 2004, págs. 37-44)21

21. Navas Jiménez, M. (2004). Estudios sociales. Quito: Holos Editorial.

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CANÓNIGO DR. MARIANO ACOSTA

Sacerdote, orador, literato y educador imbabureño. Nació el 28 de Marzo de 1840 y falleció el 28 de Junio de 1893. Se ordenó como sacerdote en el Seminario Mayor de Quito. Estuvo presente en el terremoto de Ibarra, donde brindó toda su ayuda hacia las víctimas. Fue propulsor para la refundación

de Ibarra en su antiguo solar. Desempeñó importantes cargos en la Diócesis de Ibarra. Fue diputado por Imbabura, rector del Seminario Menor San Diego y fundador y primer rector del Colegio Teodoro Gómez de la Torre. (Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra”, 2006, pág. 152)22

22. Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra”. (2006). Monografía de Ibarra Volumen VI. Ibarra: Diario La Verdad.

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JOSÉ NICOLÁS VACAS

Admirable educador ibarreño.

y

Nació el 6 de Diciembre de

Educación de Imbabura. Fue

1834. Dedicó toda su vida a

un

la

refundación de Ibarra en su sitio

enseñanza,

fue

profesor

Director

CORONEL TEODORO GÓMEZ DE LA TORRE

gran

Provincial

impulsor

de

para

la

primario y docente de gramática

original.

y latín en el Colegio San Diego

“Ortografía

por 42 años. Fue diputado

1861 y “Sintaxis Castellana” en

por Imbabura, Secretario del

1899. Falleció el 15 de Octubre

Gobierno, Concejal de Ibarra,

de 1905. (Martínez de la Vega

Secretario

Villalba, 1988, págs. 188-189)23

del

Episcopado

Publicó dos obras: Castellana”

en

Nació en Ibarra el 9 de Noviembre de 1809. Respetable soldado, funcionario público, legislador y diplomático. Fue Edecán de Simón Bolivar “El Libertador”, participó en la Batalla de Tarqui junto al General Sucre. Comandante Militar de la Provincia de Imbabura. Fue propulsor de

la refundación de Ibarra en su sitio original.Donó inmensas riquezas y propiedades para beneficio social, una de ellas el edificio que para el funcionamiento del Colegio Teodoro Gómez de la Torre. Falleció el 14 de Septiembre de 1885. (Martínez de la Vega Villalba, 1988, pág. 93)24

23. Martínez de la Vega Villalba, L. (1988). Biomonografía de la ciudad de San Miguel de Ibarra. Quito: Aldus Editores.

24. Oña Villarreal, H. (2003). Fechas históricas y hombres notables del Ecuador y del mundo. Quito: Cámara Ecuatoriana del Libro - Núcleo de Pichincha.

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ÁLBUM FOTOGRÁFICO

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Iglesia del Señor del Amor

Templo ubicado en la parroquia de Caranqui en Ibarra. También es el santuario en donde cada 15 de Agosto se celebra a la Virgen del Tránsito y su Asunción a los cielos.

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Iglesia del SeĂąor del Amor

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Virgen del Rosario, Patrona de Ibarra

La Virgen del Rosario fue tallada en España y traída hasta el Reino de Quito. Presenció la fundación de Ibarra en 1606. Actualmente la Virgen se encuentra en el altar de la Iglesia de Santo Domingo.

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Iglesia de Santo Domingo

El primer templo llevó el nombre de “Recoleta de Nuestra Señora de la Peña de Francia de Caranqui”. El santuario actual inicia su construcción 1915, siendo culminado y bendecido finalmente en 1923.

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Plaza de Toros “La Candelaria”

Anteriormente conocido como “Llanos de Monjas”. Fueron estos campos los que dieron acogida y refugio a las víctimas que huyeron del terremoto de 1868.

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El monumento del Retorno

Ubicado en la Plaza de Toros “La Candelaria”, en la Avenida “El Retorno” Símbolo que conmemora el coraje de los ibarreños, que al igual que el ave fénix supieron renacer de las cenizas.

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Iglesia de La Esperanza

Templo ubicado al sur de Ibarra en la parroquia rural de La Esperanza. DespuĂŠs del terremoto se planteĂł reconstruir la ciudad en estos lares, pero finalmente se decidiĂł reedificar la urbe en su sitio original.

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La Esquina del Coco Monumento en honor al Dr. Gabriel GarcĂ­a Moreno

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Avenida El Retorno, Ibarra Fue este el camino que recorrieron los sobrevivientes para regresar a su renacida ciudad. De ahĂ­ el nombre de esta avenida, honrando el momento en el cual los ibarreĂąos retornaron a su hogar.

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La Catedral de Ibarra Es el santuario más importante de la ciudad, levantado a partir de los escombros y materiales dejados por la Iglesia de la Compañía luego de su devastación en el terremoto. Los altares que previamente pertenecían a esta iglesia hoy embellecen la Catedral.

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Interior de la Catedral

Altar de San Miguel Arcรกngel, Patrono de la Diรณcesis

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Altar del Santísimo Corazón de Jesús

Altar de la Inmaculada Concepción

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Palacio Episcopal

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Palacio Episcopal

Parque Pedro Moncayo

Una de las construcciones más bellas de la ciudad. Aquí se encuentran

Parque central de la ciudad, a su alrededor se encuentran los princi-

las oficinas pastorales donde funciona la Diócesis de Ibarra

pales edificios de la ciudad: la Catedral, el Palacio y Capilla Episcopal, la Casa del Cabildo y el Torreón

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Alto relieve de la antigua Iglesia de la Compañía Alto relieve tallado en piedra que perteneció a la Iglesia de la Compañía, hoy forma parte de la Capilla del Colegio “Oviedo”. En su parte

Capilla Episcopal

superior se encuentra también el Escudo de la Orden de los Jesuitas

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El Torreón Fue construcido en base a la idea de brindar un reloj a la ciudad. Su construcción finalizó en 1906 y hoy en día constituye un ícono de la ibarreñidad

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Antiguo Cuartel Militar Edificación que alojó a las tropas ecuatorianas del norte del país. Su construcción inicia en 1907, pero no es hasta 1930 en que se termina. Hoy en día constituye uno de los espacios de mayor valor histórico de la ciudad.

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Basílica Nuestra Señora de la Merced En 1872 esta basílica era una pequeña capilla en la cual se celebró la bendición de la ciudad. Los trabajos de construcción de templo mayor iniciaron en 1874, finalizando su edificación en 1933.

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Volcán Imbabura Conocido como el “Taita” Imbabura. En sus faldas se levanta Ibarra, ciudad a la que siempre se vuelve.

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BIBLIOGRAFÍA

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Ecuador y del mundo. Quito: Cámara Ecuatoriana del Libro -

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Sociedad Cultural “Amigos de Ibarra”. (2006). Monografía de Ibarra

Volumen V. Ibarra: Diario La Verdad.

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Villegas Domínguez, R. (1988). Historia de la provincia de Imbabura.

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