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La sinodalidad en Cáritas

Caminando juntos y acompañando a los más débiles

Cáritas es un espacio privilegiado para que las personas participantes de proyectos, voluntarias y contratadas nos sintamos compañeros de viaje en este proceso de acompañar y cuidar a los más débiles de nuestra sociedad. Juntos caminamos en esta gran oportunidad para soñar…el sueño de Dios: ¡Fratelli Tutii!

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El Papa Francisco ha invitado a toda la Iglesia del Señor, a vivir con seriedad, un proceso precioso de SINODALIDAD; en el que lo primero de todo ha de ser: la escucha, el diálogo y el discernimiento comunitario. Sin lugar a dudas, la base de Cáritas desde su acogida de base, es la escucha atenta y respetuosa a cada familia, a cada persona, en sus historia y circunstancias, casi siempre trágicas y límites. Y después de esa “escucha reverencial” a la intimidad de una persona que es lo más sagrado de la persona: “sus cosas”, “lo que lleva dentro”, “lo que vive”, dando paso esa escucha (primer paso) a un diálogo fraterno entre la persona que se acerca a nuestra Cáritas y los hermanos de acogida (que siempre deben ser dos). Desde la escucha y el diálogo pasamos a un discernimiento de cada caso, cada persona, situación o familia, en comunión con el Equipo de Cáritas e incluso con el Equipo Inter-Parroquial. • Aprender, no prejuzgar. • Prestar atención. • Ponerse en la realidad del otro y aprender. • Estar atentas a sus reacciones. • Mostrar interés, respetar lo que dicen. • Atender e interiorizar lo que nos cuentan. • Es una actitud activa. Empatizar con la otra persona. • Procurar entender, a pesar de la dificultad. • Ponerte en el lugar de la otra persona. • Procurar que la persona se sienta escuchada, acogida. • No sólo es oír, sino comprender, entender.

Cada semana en Cáritas de la Parroquia nos enfrentamos a situaciones más complejas y duraderas; la inmigración, las grandes desigualdades sociales, las situaciones límites de personas con pobreza humana, y ahora la guerra de Ucrania, hacen que la atención de nuestras Cáritas no sea, algo puntual de algunas semanas, sino un apoyo constante y fraterno a situaciones increíbles y desde luego inhumanas. A todo esto se añade las nuevas formas de pobreza y vulnerabilidad, en mujeres solas, adicciones, ancianos muy solos, inmigrantes que vienen con lo puesto y sin ni siquiera idioma, familias con deudas grandísimas… En nuestra ardua tarea de seguir sirviendo y acompañando a estas familias y personas, estamos creando y fomentando juntos: Cáritas (que engloba a toda la Comunidad Cristiana), Asuntos Sociales, Cruz Roja, ONGs, etc. un nuevo modelo de sociedad más fraterna y solidaria, impregnada del Amor de Dios que sueña y sufre por la dignidad de todos sus hijos, como personas y como criaturas hechas a su Imagen y semejanza. Por eso hoy más que nunca necesitamos una conversión de la mente y el corazón a: • Vivir una vida cristiana sobria, sencilla, austera y en comunión de corazón y vida con los más débiles. • Trabajar juntos por los más débiles desde todos los ámbitos: civil, religioso, solidario... • Promover una cultura solidaria, donde la Caridad y el Amor sea el valor fundamental. • Sensibilizar más y más a los niños y jóvenes a la creación de esa nueva “Civilización del Amor” (S. Juan Pablo II) donde la persona, y la persona débil y vulnerable es lo más importante. • Promover Comunidades Cristianas (Parroquias, colegios, Casa Religiosas…etc ) donde la Caridad con el pobre y el débil, sea seña de identidad de la fe y la vida cristiana. • Potenciar los Equipos Parroquiales de Cáritas en cada Comunidad para servir y acompañar a los más necesitados de la Parroquia.

Hablar de SINODALIDAD en la Iglesia es experimentar que el Señor cuenta con nosotros, con cada uno de nosotros, no con unos pocos, con los de siempre, sino con TODOS. Esto es un gran don, pero también una gran responsabilidad. Tenemos que escucharnos los unos a los otros, tanto los que estamos trabajando juntos como a los que vienen de manera eventual, incluso los que están fuera de la Iglesia. El objetivo por tanto del Sínodo del 2023 es que todo el Pueblo de Dios escuche aquello que el Espíritu Santo dice a la Iglesia. Y todo esto en un proceso que tiene que ser “sencillo, accesible y acogedor”, para que todos se sientan corresponsables de la tarea eclesial. • Involucrarse, estar en activo en la Iglesia desde los más pobres, que es “una manera de ser y de vivir” dentro de la Iglesia de Jesús. • Tener un compromiso eclesial, según tu edad, condición, tiempo, etc. • Aportar, crear ideas para ayudar a los demás. • Formar parte de un grupo de Cáritas, realizar actividades solidarias y de caridad. • Sentirse parte de algo más grande, donde compartir con otras personas. • Sentir unión con la gente, sentir compañerismo, colaborar y actuar. • Meterse dentro y buscar a Cristo en las personas más vulnerables y débiles. • Voluntariado, participar en un proyecto: Comedor Social, Clases de apoyo, Escuela de verano, dispositivo de calle, visita a familias en necesidad… trabajar en Cáritas. • Formar parte de una gran familia que se llama: CÁRITAS. La Iglesia del Señor es en esencia el pueblo de Dios en camino, y esto quiere decir que “nadie se salva solo”. Y desde luego la sinodalidad es caminar juntos, incluyendo, como dice el Papa, a “los descartados”. Todos somos hijos de Dios.

Cáritas es la institución que más escucha, la que más promueve la interacción y la participación de todas las personas. Cáritas es un ejemplo de sinodalidad, de escucha entre los colaboradores. Cada mes desde nuestra Cáritas Inter-Parroquial, en: “COMISIÓN PERMANENTE”, las cinco parroquias de Martos, también nos damos la oportunidad de caminar juntos en escucha, diálogo y discernimiento, sobre proyectos, situaciones, casos, personas, familias, ayudas, necesidades, intentando desde la Fe en el Señor Jesús, que los pobres, los débiles, los más vulnerables y necesitados sean atendidos, acompañados, promocionados, apoyados y levantados de su situación de pobreza y vulnerabilidad. Gracias a todos y a cada uno de los voluntarios de Cáritas, a los socios que apoyan económicamente a nuestra Cáritas De Martos y a la Iglesia de Martos, que es fraterna, solidaria y ungida de Caridad. Gracias a los párrocos de la ciudad que promueven cada primer domingo del mes la caridad a través de las colectas de la Eucaristía dominical, a las Cofradías de Martos por su implicación solidaria con los pobres, a los niños y colegios, a Asociaciones de vecinos y a los responsables del Ámbito civil de nuestra ciudad. Entre todos formamos una Gran Familia, una familia que construye un sueño, que vive una realidad, y que lucha por un futuro: El de dar visibilidad, rostro y vida a los más pobres y vulnerables de la sociedad.

Y NO LO OLVIDEMOS NUNCA:

“La señal por la que reconocerán que sois mis discípulos es que os améis unos a otros, como yo os he amado; esto es lo que os pido: que os améis” (Juan 13,31)

migueL José cano López Párroco de la Asunción y San Juan de Dios. Sacerdote del clero de Martos responsable del sector caridad en la pastoral de la ciudad