LA REVOLUCION FRANCESA VALERIA SANANDRÉS 2 BGU "D"

Valeria Sanandrés 1

Lic. Karla Bravo

INTRODUCCIÓN La Revolución francesa fue un movimiento político, social e ideológico que se desarrolló en Francia, desde 1789 hasta 1804. Se inició con la Toma de la Bastilla, el 14 de julio de 1789, y culminó en 1815.

La Revolución francesa tuvo como protagonistas a opositores y partidarios del Antiguo Régimen. Este sistema político, social y económico se caracterizaba por la monarquía absoluta y una sociedad estamental dividida legalmente en sectores privilegiados y no privilegiados.

Este movimiento puso fin al absolutismo, el feudalismo, la servidumbre y los privilegios del clero y la nobleza. Sus lemas fueron «libertad, igualdad y fraternidad». Junto a la Revolución industrial, marca el comienzo a una nueva época de la historia europea, conocida como Edad Contemporánea.

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Todo inició en el año 1789 en esta fecha se estableció el cambio de la edad moderna a la edad contemporánea gracias a la revolución francesa que fue un fuerte movimiento político y social que tiñó de sangre las calles parisinas a partir de la primavera de 1789.

La sociedad se estructuraba en una pirámide dividida en tres estamentos, en la punta estaba la monarquía quienes mantenían un control total y absoluto, los reyes de Francia de ese momento eran Luis XVI y María Antonieta una joven princesa extranjera. El rey Luis XVI se había encargado de humanizar su figura, y la monarquía ya no era ni omnipotente ni intocable, sus arcas estaban tan debilitadas como su imagen y no iba a ser difícil quebrar los cimientos de la monarquía. La nobleza y el clero en el segundo estamento tampoco sufrían demasiado, gozaban de numerosos privilegios tanto económicos como sociales, sus caprichos eran sostenidos por la base de la sociedad: el pueblo llano, los campesinos y la burguesía. Comerciantes y artesanos, en su mayoría, la vida de los campesinos estaba llena de desventajas, pagaban altos impuestos, no poseían tierras por lo que parte de lo que cultivaban lo destinaban a sus dueños y dependían de las cosechas.

En 1787 el invierno fue muy frío y después llegó una gran sequía, lo que ocasionó una gran crisis alimentaria: hubo una escasez de harina y por lo tanto de pan el principal alimento de los hogares pobres, dicha escasez aumentó hizo que aumente su precio y las personas que no podían pagarlo si no morían pasaban mucha hambre. Las cosechas de 1788 no fueron mejores, el pueblo se definía como miseria, marginación y determinismo.

A la burguesía no le iba mal del todo, poseían cierto patrimonio y conocimientos, el problema es que estaban cansados de que la nobleza les ninguneara y por ello se propusieron destruir al antiguo régimen con conocimientos. Las ideas del período de la

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Ilustración fueron muy importantes para llevar a cabo el cambio y tenían como referencia a la revolución de las trece colonias norteamericanas que empujó a la burguesía francesa para tomar las armas.

Esta situación era insostenible y tenía que explotar de algún modo u otro. El 5 de mayo de 1789, debido a la crisis económica de la que o se ha hablado el rey Luis XVI, convocó a los estados generales. En esta asamblea los representantes de los estamentos transmitían sus inquietudes, la principal queja vino de mano del tercer estado quienes pedían el voto individual en vez del por orden, como era de esperar, la clase alta rechazó esta solicitud, por lo tanto, el pueblo, más concretamente, la burguesía, proclamó el 17 de junio una asamblea nacional. Su lucha acababa de empezar y no iba a parar hasta promulgar una constitución en respuesta. Enfadado, el rey quiso frenar este movimiento y ordenó sitiar París, a partir de ahí se desarrollaron muchos enfrentamientos entre las tropas del rey y los revolucionarios, hasta que el 14 de julio, el pueblo armado tomó La Bastilla.

Al mismo tiempo se había formado la asamblea constituyente fueron introduciendo cambios, poco a poco acabaron con el feudalismo, redactaron la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano y ya en 1791 firmaron la primera constitución francesa que proclamaba la soberanía nacional y la separación de poderes. El rey la aceptó, pero su autoridad estaba muy debilitada de hecho Luis XVI con su familia intentó 4

huir al extranjero, pero fue descubierto y llevado al palacio de las Tullerías para vigilarlo mejor.

Con la constitución sobre la mesa, el 1 de octubre de 1791, la asamblea legislativa se reunió por primera vez, estaba dividida en dos bandos: los girondinos, al mando de Brissot, estaban a favor de una monarquía parlamentaria y los jacobinos, con Robespierre al frente, tenían una postura más radical ya que querían favorecer a las clases más bajas, querían la república. Finalmente, el 10 de agosto de 1792 el pueblo llevó a cabo el asalto a las Tullerías y encarcelaron a Luis XVI y a su familia, al mismo tiempo se convocaron elecciones y se formó la convención nacional. Los girondinos fueron los que tuvieron mayor representación y el 21 de septiembre se proclamó la República Francesa en busca de una nueva constitución.

Durante estos meses las tensiones políticas eran evidentes además se temía una invasión de las potencias europeas en defensa del absolutismo. Por ello, el 21 de enero de 1793 acusaron al rey de traición y su castigo fue la guillotina. Diez meses después le llegaría el turno a María Antonieta, poco a poco se fue instaurando lo que se conoce como la “Época del terror” debido al miedo de una intervención del resto de países europeos.

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Los jacobinos con Robespierre al mando, tomaron el poder, la violencia política se convirtió en norma y las ejecuciones en el pan de cada día, millones de personas detractoras al régimen o sospechosas murieron en las guillotinas en 1794. El pueblo se volvió a organizar para acabar con el dominio radical de los jacobinos y finalmente en julio de ese año Robespierre también fue ejecutado. Así, en 1795 la convención nacional promulgó una nueva constitución que establecía el directorio que fue deshaciendo las medidas extremas tomadas por los jacobinos. Esta nueva forma de gobierno, se enfrentó a muchos problemas como amenazas externas crisis económica o el descontento de la población. Por ello, el 9 de noviembre de 1799, Napoleón Bonaparte encabeza un golpe de estado y formó el consulado, un régimen totalmente centralizado y autoritario con tres cónsules al mando.

En 1804, Napoleón fue proclamado emperador de Francia iniciando la etapa imperial, en ella a pesar de que el poder del gobierno en absoluto, impulsó

la

actividad

cultural,

industrial y comercial. Su objetivo era hacer de Francia la primera nación del mundo. En 1813 en la batalla del Leipzig el ejército francés pereció de las potencias europeas unidas que ocuparon París. Tras este acontecimiento, Napoleón abdicó y la monarquía volvió con la figura de Luis XVIII, pero Napoleón no se resignó a esta situación y aprovechó la impopularidad del nuevo rey para volver al poder en marzo de 1815. El resto de las naciones no podían permitir esta nueva insurrección lo declararon enemigo y perturbador de la paz del mundo. Por ello se enfrentaron ejércitos europeos con el napoleónico en la batalla de Waterloo, las tropas francesas fueron vencidas y Napoleón fue capturado y

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llevado prisionero a la isla de Santa Elena, donde murió en 1821, por lo tanto, se podría decir que la Revolución Francesa finalizó en 1815 habiendo creado un nuevo orden en occidente el sistema feudal había desaparecido con los privilegios del clero y la nobleza, los estamentos ya no eran fijos sino clases sociales menos diferenciadas, la burguesía por fin campaba a sus anchas a su vez las libertades y los derechos de la población aumentaron bajo el lema de libertad igualdad y fraternidad. Los deseos de democracias salpicaron al resto de Europa y traspasaron el atlántico llegando a las colonias americanas las que comenzaron su propia revolución.

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