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OBESIDAD Y AZUCAR: ALIADOS O ENEMIGOS
Eric Ibargüen Médico
Los tejidos muscular y adiposo captan glucosa mediante la acción de la insulina. Un aumento de la glucosa en sangre posterior a la ingesta de alimento (estado alimentario) estimula la secreción de insulina. La insulina actúa sobre sus células blanco, se une a su receptor y produce una cascada de eventos intracelulares que produce la traslocación de glucotransportadores a la superficie celular captando glucosa extracelular a este proceso se le conoce como CAPTACIÓN DE GLUCOSA ESTIMULADA POR LA INSULINA.
En estado de ayuno los niveles de insulina decrecen, se produce aumento de hormonas contrarregulatorias, se activa la lipoprotein lipasa hormono-sensible, estimulando la obtención de energía a partir de sustratos no glúcidos, especialmente se aumenta la hidrólisis de triglicéridos de los adipocitos y se genera aumento de los ácidos grasos libres en circulación que son captados vía hepática para obtener energía, esto es lo que sucede en condiciones fisiológicas.
El aumento de ácidos grasos puede influir en la captación de glucosa estimulada por la insulina, a continuación, se describen algunos mecanismos moleculares que explicarían este proceso.
El ingreso de la glucosa a la célula activa la enzima bifuncional a través de la xilulosa 5-fosfato produciendo un incremento de fructosa 2,6-bifosfato, que es un potente activador de la fosfofructocinasa.

Se ha sugerido que el aumento de los niveles plasmáticos de ácidos grasos (AG) bloquea la activación de la xilulosa 5-fosfato llevando al bloqueo de la glucólisis
Este mecanismo probablemente explique la hiperglucemia que aparece cuando hay un aumento de AG libres a nivel hepático inducida experimentalmente o por alteraciones del metabolismo lipídico.
El bloqueo de la glicólisis pudiera generar señales conducentes a bloquear el ingreso de la glucosa a la célula, generando lo que se conoce como hiperglucemia secundaria a resistencia a la insulina (Figura 1)
La administración de altas concentraciones de glucosa por infusión intravenosa o dieta alta en carbohidratos en hepatocitos de rata incrementa la fructosa 2, 6 bifosfato, este aumento es atribuido a incremento de concentraciones de fructosa 6 fosfato. El incremento fructosa 2,6 bifosfato es el resultado de la defosforilación de la enzima bifuncional fructosa 2 cinasa, 6-fosfatasa resultando en la inhibición de su dominio fosfatasa y la activación de la cinasa.
Luego de entender este proceso bioquímico por el cual el exceso de glucosa (carbohidratos, ácidos grasos) genera en la célula un bloqueo y por ende acu- mulación que conlleva a producir mayor cantidad de grasa que se almacena en el adiposito. Es por esta razón que la OMS determino la obesidad como una enfermedad que compromete en todos los ámbitos de la salud y la economía de todos los países del mundo, actualmente considerada como una pandemia silenciosa. La obesidad es una de las mayores problemáticas a la que se enfrenta la sociedad en el siglo XXI. Es tal su prevalencia que en el año 2004 se empieza a considerar como una “pandemia del siglo XXI”, acuñándose el término “globesidad” en el año 2010 (aceptado por la WHO en 2011) ante la alarmante realidad que arrojan los datos y que no apuntan hacia una mejora de la situación a corto plazo.
Hasta el año 1997 la Organización Mundial de la Salud (OMS) no empieza a considerar la obesidad una entidad patológica propia, y hasta entrado el año 2013 no lo hace la Asociación Médica Americana (AMA). La OMS (1997) definió la obesidad como un acumulo excesivo de grasa que perjudica la salud. Aquí se da el primer problema conceptual, ya que dicha definición no indica la cuantía del exceso de grasa, ni hubiera podido hacerlo, al ser una variable individual difícil de cuantificar. Cummings y Schwartz introducen el concepto de carga genética y ambiental que acompaña a esta patología y la define, como una enfermedad oligogénica, cuya expresión puede ser modulada por numerosos genes modificadores que interaccionan entre sí y a su vez con factores ambientales.
Por tanto, como se ilustra en la figura 2, hemos de entender la obesidad como una enfermedad crónica, multifactorial y multicausal, que se corresponde con una alte- ración de la correcta función del tejido adiposo, tanto de forma cuantitativa como cualitativa, en su capacidad para almacenar grasa. Además, ésta conlleva a una situación de inflamación del citado tejido (lipo-inflamación), íntimamente vinculada a desórdenes metabólicos, que a su vez están estrechamente asociados con el síndrome metabólico.

Fisiopatolog A De La Obesidad Tejido Adiposo Blanco
El adipocito es la principal célula del tejido adiposo y está especializada en almacenar el exceso de energía en forma de triglicéridos en sus cuerpos lipídicos (siendo la única célula que no puede sufrir lipotoxicidad), y liberarlos en situaciones de necesidad energética. Además, desde su descubrimiento como célula endocrina sabemos que el adipocito desempeña un rol activo tanto en el equilibrio energético como en numerosos procesos fisiológicos y metabólicos.
Az Car
Con el término “azúcares” nos estamos refiriendo a un grupo de compuestos constituidos por carbono, hidrógeno y átomos de oxígeno que se clasifican en función de su estructura química en monosacáridos, disacáridos y oligosacáridos. Los monosacáridos contienen 3-7 átomos de carbono por monómero y son la forma absorbible de azúcares. La glucosa fructosa y galactosa son los monosacáridos esenciales en la dieta humana, mientras que la manosa desempeña un papel de menor importancia. Los disacáridos son compuestos formados por dos monosacáridos (2 monómeros) unidos entre sí. Disacáridos primarios en la dieta humana son la sacarosa (una molécula de glucosa y una de fructosa), lactosa (galactosa y glucosa-) y trehalosa (2 moléculas de glucosa). Los seres humanos poseen enzimas que rompen los enlaces de los disacáridos para su posterior absorción y metabolismo en forma de monosacáridos.

Obesidad Y Az Car
La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado considerablemente a nivel mundial en las tres últimas décadas y, aunque los factores genéticos parecen jugar un papel destacado en el desarrollo de la obesidad, el dramático aumento de la incidencia de obesidad parece sugerir que los factores ambientales y los cambios en el estilo de vida podrían estar contribuyendo de forma importante a la tendencia epidémica de esta patología. Tanto la reducción de la actividad física como el aumento del consumo de alimentos hipercalóricos son factores que se han relacionado directamente con el desarrollo de sobrepeso y obesidad. Actualmente, el papel de la ingesta de azúcar, y más concretamente de sacarosa, en el desarrollo de obesidad está suscitando bastante interés en la comunidad científica mundial.
Conclusiones
• Los datos actuales sugieren que, frente a lo que ocurre con otros macronutrientes, en el caso de los carbohidratos, y más concretamente, los azúcares, existe una falta de rigor en la precisión de las medidas, la ingesta y la disponibilidad. Debido a esta falta de claridad, las discusiones relativas a los efectos sobre la salud de los azúcares deben analizarse cuidadosamente y siempre apoyadas por la evidencia científica.
• Existe escasa evidencia, de que los diferentes azúcares o carbohidratos tengan efectos negativos en el control del peso corporal.
• Sólo el consumo de bebidas azucaradas, no parece guardar relación con el aumento de la incidencia de obesidad en la población en países desarrollados.
• A corto plazo, en la mayoría de los individuos, el exceso de energía procedente del consumo de bebidas azucaradas puede ser compensado con una reducción de la ingesta en las comidas sucesivas. A largo plazo, los cambios en el peso corporal implican adaptaciones fisiológicas, como la sensación de hambre y la tasa metabólica, que tienden a restaurar el peso. Por tanto, no existen claras evidencias de que el consumo de bebidas azucaradas aumente per se la ingesta calórica y causen obesidad.
• En cambio, la combinación del consumo frecuente de bebidas azucaradas junto con un descenso en la actividad física conlleva un aumento del riesgo de ganancia ponderal.
• Aunque la cantidad de calorías aportada por los distintos macronutrientes no es la misma ( hidratos de carbono 4 kcal/g; proteínas 4 kcal/g y grasas 9 kcal/g), desde el punto de vista energético, el número de calorías ingeridas por un individuo es independiente de su procedencia, es fundamental para mantener un adecuado estado de salud, mantener un equilibrio entre los distintos macronutrientes ya que alterar el reparto de macronutrientes que todos aceptamos como saludable conlleva un riesgo para mantener el normo peso.


Que Es El Asma Bronquial
Los tres síntomas más comunes en pacientes con asma son: sibilancias (pitos en el pecho con la respiración), tos y disnea (sensación de ahogo).

Es característico que los síntomas del asma ocurran de forma episódica y a cualquier hora del día, aunque es común que aparezcan predominantemente por la noche y durante las primeras horas de la mañana. Los síntomas más habituales son:
• Dificultad respiratoria.
• Ruidos torácicos sibilantes.
• Opresión torácica.
• Tos seca persistente.
¿Cuáles son las causas del asma?

Las causas que provocan el asma bronquial son:
• Extrínsecas: Inicio en la infancia, con antecedentes familiares positivos para alergias y asociado con una hipersensibilidad tipo 1 y otras manifestaciones alérgicas (IgE), inducidas por agentes alérgenos como el polen, lana, polvo, etc., o contaminación atmos- férica, materias irritantes, variaciones meteorológicas, aspergilosis y otros.

• Intrínsecas o idiopática: Por lo general, comienza en mayores de 35 años y sin antecedentes personales ni familiares. Se inicia por estímulos no inmunológicos, sin elevar IgE, representados por microbios, hongos, tos, trastornos psíquicos, estrés, etc.
• Mixtas: Combinación con frecuencia de naturaleza bacteriana de factores intrínsecos y extrínsecos.
¿Quién puede padecer asma?
Aunque el asma puede aparecer a cualquier edad, es más común que debute en la infancia, edad en la que suele estar asociado a un componente alérgico. Se asocian a la aparición de asma infantil los antecedentes de asma y tabaquismo en los padres, sobre todo en la madre. En adultos es más común la asociación con sinusitis, pólipos nasales y sensibilidad a la aspirina o anti-inflamatorios relacionados con la aspirina. También es habitual la inflamación bronquial, con la consiguiente hiperreactividad, en relación con ciertas exposiciones ocupacionales (polvo de madera, metales, compuestos orgánicos, resinas plásticas, etc).
¿Cómo se diagnostica el asma bronquial?
Para un correcto diagnóstico y tratamiento del asma bronquial es esencial contar con un equipo multidisplicinar (neumólogos, alergólogos y, en ocasiones, otorrinolaringólogos y gastroenterólogos).
Será necesario realizar varias pruebas diagnósticas, dependiendo de la historia clínica y de la exploración física.
Dentro de la historia clínica, los síntomas fundamentales se refieren a la presencia de tos irritativa, expectoración mucosa, sensación de opresión torácica, disnea de esfuerzo y sibilantes. Deberán valorarse los antecedentes familiares y personales de atopia. En la exploración física, la auscultación pulmonar presenta sibilantes finos difusos, muchas veces polifónicos y de predominio espiratorio.
Las pruebas diagnósticas que realizamos son:
• Prueba de provocación con metacolina
• Espirometría con prueba de broncodilatación

• Prueba de provocación con ejercicio con inhalación de aire frío
• Pruebas radiológicas (generalmente radiografías) del tórax y de los senos paranasales
• Exploración otorrinolaringológica
• PH-metría esofágica
• Pruebas de alergia
¿Cómo se trata el asma?
El tratamiento del asma se basa en tres pilares: prevención, tratamiento farmacológico y educación
• Tratamiento del asma
En los últimos años se ha demostrado que el tratamiento de la inflamación de la mucosa bronquial es la parte más importante del tratamiento del asma.
Existen diversos medicamentos que tienen efecto antiinflamatorio en la mucosa bronquial, pero los más potentes y eficaces son los corticoides (cortisona) inhalados.
Para el tratamiento inmediato, se utilizan broncodilatadores, que normalmente se administran por vía inhalatoria.
Existen dos tipos fundamentales según la duración de su acción: los broncodilatadores de acción prolongada, que se toman por la mañana y por la noche todos los días, se tengan o no síntomas; mientras que los de acción corta, se suelen reservar para tomar en caso de necesidad (sensación de ahogo, tos, etc).
En pacientes en los que se demuestra un componente alérgico, el tratamiento con antihistamínicos puede ser beneficioso.


Mendoza Paulini Ingeniero Especialista