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Enfoque integral de lahospitalariaplanificación
Cuando hablamos de enfoque integral podemos pensar en perspectivas que se integran y se consideran en una situación de manera completa y efectiva. Desde esta perspectiva, la planificación hospitalaria con enfoque integral involucra más allá de factores sociales, económicos y ambientales, la definición de objetivos estratégicos, el desarrollo de planes de acción y la asignación eficiente de recursos para la atención de pacientes y la mejora continua del centro de salud. Implica un proceso complejo que requiere de la participación de un equipo profesional transdisciplinario: Ingenieros, Arquitectos, Técnicos, el profesional de salud, sociólogos y cada uno de ellos aportan Diseño, Planificación, gestión de equipos médicos, optimización de procesos, sostenibilidad y la consideración de diversos factores, como las necesidades de la comunidad, la evolución tecnológica y los cambios en los modelos de atención.
No se trata solo de diseñar edificios funcionales, se trata de crear espacios que promuevan la curación, el bienestar y la eficiencia, proceso que requiere un enfoque integral del ser humano, considerando tanto las necesidades médicas como las psicológicas y emocionales de pacientes, familiares y personal. Para este fin es importante evaluar las necesidades específicas del centro de salud, incluyendo el tipo de atención, el número de pacientes, los servicios ofrecidos y los recursos disponibles. Planificar los espacios de manera eficiente, optimizando los flujos de trabajo, la circulación de pacientes y el acceso a servicios.
Desde este ámbito, el proceso de planificación hospitalaria debe incluir un diagnóstico de necesidades basado en indicadores epidemiológicos y demográficos, como tasas de hospitalización, mortalidad, morbilidad, utilización de servicios y acceso a la atención médica Esta información se utiliza para dimensionar la infraestructura, determinar el número y tipo de camas, especialidades médicas, recursos humanos y equipamiento necesarios.
Finalmente, el diseño debe ser flexible y permitiendo adaptarse a los cambios en los perfiles epidemiológicos y demográficos a lo largo del tiempo. Esto garantiza que el hospital pueda responder eficientemente a las demandas actuales y futuras de la población, optimizando la asignación de recursos y mejorando la calidad y equidad en la atención.
La epidemiología se encarga de estudiar la distribución y los determinantes de las enfermedades en poblaciones, lo que implica que, al diseñar un hospital, es crucial conocer el perfil epidemiológico de la zona donde se ubicará. La epidemiología es fundamental para entender las necesidades de salud de una población y, por lo tanto, para planificar y diseñar un hospital que pueda atender esas necesidades de manera efectiva. Cuando planificamos un centro de salud debemos tomar siempre en cuenta los beneficios para una comunidad que estos hospitales sean vivibles, equitativos, y viables. De allí que, un enfoque integral nos lleva a una mejor calidad del paciente, eficiencia operativa, el fortalecimiento del hospital con la comunidad y garantizar la sostenibilidad del hospital.
Una dimensión del enfoque integral lo es la colaboración entre arquitectos, ingenieros y el profesional de salud, la cual es fundamental para la creación de un hospital. Cada uno de estos profesionales deben trabajar juntos desde las primeras etapas del diseño para asegurar que la distribución espacial, la infraestructura y el equipamiento se complementen y satisfagan las necesidades del hospital.
Un diseño debe considerar la opinión de médicos especialistas en gestión hospitalaria y planificación hospitalaria con visión sobre la organización de servicios y flujo de pacientes para que estos espacios resulten funcionales y amigables, y asi no afecte la calidad de la atención y por ende los procesos de adaptabilidad y recuperación de los mismos.

3. Un diseño centrado en el paciente y la comunidad:
El diseño del hospital debe priorizar el bienestar del paciente, creando espacios que promuevan la curación, el confort y la recuperación, hecho que implica considerar las necesidades emocionales y psicológicas, además de las médicas, y fortalecer la conexión entre el hospital y la comunidad a la que sirve.
4. Flexibilidad y adaptabilidad: Un diseño flexible y modular es de suma relevancia para asegurar que el hospital pueda adaptarse a los cambios demográficos, epidemiológicos. tecnológicos a lo largo del tiempo, garantizando su viabilidad, eficiencias futuras.
Por último, cuatro ejes o categorías resultan fundamentales a la hora de configurar una planificación hospitalaria integral:
1. Equipo multidisciplinario: integración de diversas perspectivas profesionales (arquitectura, ingeniería, medicina, psicología, sociología, etc.), asegurando que el diseño y la funcionalidad del hospital respondan a las necesidades médicas, psicológicas y sociales de pacientes, personal y comunidad.
2. Los datos epidemiológicos:
La planificación debe centrarse en un profundo análisis de datos epidemiológicos y demográficos para determinar las necesidades específicas de la población, dimensionar adecuadamente la infraestructura, los recursos humanos y el equipamiento, y asegurar la equidad y la eficiencia.

En resumen, el enfoque integral busca un hospital que sea eficiente, seguro, sostenible y que brinde una atención de alta calidad, adaptándose a las necesidades actuales y futuras de la comunidad. Un plan estratégico bien elaborado es fundamental para el éxito.

