Revista jos 6

Page 10

I lustraciones: Zorrita Socialista

De un momento a otro las voces estudiantiles se encendieron en el aula. ¡Se levantó la voz! Los estudiantes solicitaban calidad para el curso de Historia Moderna: querían mejores técnicas pedagógicas y enfoques históricos que trascendieran la vieja “historia de los grandes personajes”. No todos pensaban así, unos creían que todo iba bien en las clases, a otros solo les importaba pasar el curso y sumar más créditos, pero a la gran mayoría les interesaba salir del curso con las destrezas y conocimientos necesarios para comprender ese periodo histórico.

curso. Era evidente que los estudiantes desertaban cada vez más. Un típico curso sobresaturado de 40 estudiantes se convirtió en un curso de veinte y pico estudiantes (la resistencia silenciosa). La asistencia a clases era reflejo del desempeño educativo del profesor. No quedó otra alternativa… nos tuvimos que organizar.

Hay que reconocer que de primera entrada se tomaron unas decisiones sacadas del hígado, como la de exigir la inmediata destitución del profesor. Sin embargo, enfriamos mentes y después de estudiar las diversas respuestas a nuestras demandas, estudiamos la posibilidad de proponer una solución alternativa al conflicto, donde nos pareció pertinente incluir las propuestas que algunos profesores nos Pasaban las clases y no daban. La dirección de la cambiaba la calidad del Escuela de Historia nos

propuso una reunión para discutir los problemas del curso, reunión que los estudiantes nos propusimos transformar en una Asamblea abierta donde pudiéramos debatir nuestros diferentes puntos de vista y llegar a una solución concreta. Pero para llegar a eso, debíamos de sentirnos en plena confianza de decir lo que pensábamos a las autoridades. En este aspecto, la AEHESA y la AEFD jugaron un papel de mediadores del debate con el fin de estimular el orden y el respeto entre las partes involucradas. Yo creo que las autoridades universitarias no esperaban lo que sucedió en dicha asamblea: decenas de críticas al curso y a las decisiones tomadas por la dirección de la Escuela, un estudiantado empoderado y con

confianza de dar a conocer su opinión, pero sobre todo un estudiantado organizado que tenía preparada una solución al problema del curso. Quisimos convertir un curso impartido por un profesor en un curso impartido por varios profesores, con el fin de que el nuevo profesor de Moderna se estimulara con la experiencia de sus colegas y que los estudiantes recibiéramos educación de calidad. La propuesta no fue del agrado de las autoridades: los revolucionarios que quieren cambiar el orden social son para el gobierno “delincuentes comunes”. Los adolescentes que empiezan a tener criterio propio son para los padres “chicos malcriados”. Los estudiantes que exigen calidad y cambios en el centro de estudios son para las autoridades educativas “berrinchosos”.

HISTORIA MODERNA: dos caras Marco

No obstante la propuesta se firmó por los estudiantes y el profesor. Pero, y a manera de epílogo, hay que decir que la propuesta nunca se concretó: las clases tuvieron chispazos de iluminación, pero se apagaron rápidamente. La calidad de las lecciones no mejoró y esos vente y pico de estudiantes se convirtieron en 15 y en algunas semanas menos de 10 estudiantes. Algunos llegaron a la conclusión que podían tener un mejor aprendizaje en sus casas que en la UCR, la “tercera mejor universidad de México, Centroamérica y el Caribe”.

10.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.