Misiones Amazónicas
Algunos signos de la cultura shuar también estuvieron presentes. Al momento de administrar el sacramento de la Confirmación, el obispo se sentó en el Chimpí, el cual tiene carácter sagrado y tiene la forma de una tortuga. El lugar que ocupaba dentro de la vivienda shuar era en el tangamash y dentro del domicilio tenía un lugar céntrico. El chimpí es un signo de autoridad y únicamente el dueño de casa tenía derecho a sentarse; hermanos, esposa ni hijos podían ocupar ese sitio. Desde este lugar se dirigía a la visita y, luego de un lapso de compartir con el invitado, se le brindaba la chicha. El báculo que utilizó el obispo era de chonta, signo de acompañar al pueblo shuar. Los jóvenes que participaron en la celebración portaban nanki, es decir una lanza que era usada para la guerra y constituía un signo de fortaleza de un guerrero así como un instrumento de fuerza. También llevaban tai, una pala que es un instrumento para amasar la yuka con la que se hace la chicha. El sacramento de la confirmación es una fiesta, ipiak. Al ser una fiesta se hacía uso del achiote y con el dedo anular se pintaba el rostro; este signo estuvo ausente por haber confirmandos apachies (colonos). De igual manera, la
Agosto 2016
danza, elemento importante en la cultura shuar, no estuvo presente en la ceremonia. Los varones, sentados en el Cután (forma de tortuga), recibieron el signo del servicio: la lanza para los varones y el tai para las mujeres. Esta ceremonia estuvo a cargo de los WEA y Etserim NUA. En el momento del ofertorio, la comunidad ofreció una caja con los aportes en dinero para la formación de los futuros sacerdotes y productos del lugar para el sustento del obispo, lo cual lo hicieron en una changuina. En esta Eucaristía se contó con la presencia de un IMIAKRATIN, Claudio, quien es el bautizador y el que bendice, al que nosotros decimos diácono. Fue la persona que ayudó a Mons. Montesdeoca a llevar la liturgia en la lengua shuar. Antes de la oración consagratoria se cantó el Apachiruta (Ven Espíritu), un canto de letra y ritmo shuar traído de un Anent (cantos sagrados). En Chiguaza se vivió una fiesta del Espíritu, en que los Etserim (catequistas), junto con el P. Sergio Micheli y las hermanas salesianas realizan un trabajo evangelizador silencioso y un acompañamiento formidable a los jóvenes del pueblo shuar.
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