Acceso al Agua, un Cambio de Vida para el Pueblo Miskitu

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ACCESO AL AGUA, un cambio de vida para

el pueblo miskitU Proyecto: “Mejorando la cobertura del bosque productivo bajo sistemas agroforestales en las comunidades Miskitas, Pech, Tawahkas y Tolupanes�


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Acceso al Agua, un cambio de vida para

el pueblo miskitu

Las principales contribuciones de los sistemas de cosecha de agua lluvia en la zona costera de La Moskitia Se cree que los miskitos están vinculados a las tribus chibchas que emigraron de Sudamérica hacia el norte. Se asegura que los actuales miskitos son mezclas de bawinkas, tawahkas (sumos), africanos y europeos. Anteriormente se les conocía como zambos, nombre dado por los españoles. La denominación “miskitos” se cree que se debe al nombre del arma que estos utilizaron cuando los ingleses dominaron sus tierras, el “mosquete”. (Comunica, 2003) Entre sus elementos culturales más destacados se encuentra su lengua, el miskito, que con una extensa variedad de palabras tawahkas y de lenguas de tradición sudamericana, tiene influencia del inglés y del español. El miskito es perteneciente a la familia lingüística Misumalpa, hablada en Honduras, la costa este de Nicaragua y zonas aledañas. En la actualidad, los miskitos forman el grupo poblacional más numeroso de la Moskitia. Son múltiples los problemas que afectan la zona: escasez de tierras para la agricultura, el aislamiento, etc. Otros problemas son causados por el hombre, y por lo tanto son teóricamente remediables (alto crecimiento poblacional, deficiencia de infraestructura, ausencia de instituciones fiscales, escasa asistencia médica y ocupacional, etc.). El área cultivable de la región es bastante reducida, históricamente se ha producido únicamente para el autoconsumo, especialmente aquellos productos que, conforme a las condiciones ecológicas y climáticas de la zona, pueden ser cultivables. En los municipios indígenas de Brus Laguna, ubicado en la zona cultural de la Biósfera de Río Plátano y el área de influencia de los sistemas de humedales de las lagunas Ibans y Brus, situados a orillas del mar, la época lluviosa significa un peligro debido a que estas deben enfrentar marejadas bajo alto riesgo de inundación por su sistema lagunar. Sumado a esto, la zona tiene un bajo índice de desarrollo en aspectos de infraestructura, salud y educación, haciéndola especialmente vulnerable ante fenómenos climáticos.


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Con el tiempo, y en función de la misma fragilidad que caracteriza esta zona de transición entre mar y tierra, la geografía de la zona evoluciona, y hay ciertas comunidades cuya geografía y medio ecológico no es igual que hace diez años. Como ejemplo, la comunidad de Barra Plátano poco a poco desaparece para dar lugar a un nuevo ecosistema de pantano. El problema se exacerba al tomar en cuenta el cambio climático -CC- global que está impactando y alterando ciclos naturales y ecosistemas sin precedente alguno. En esta zona, existe agua subterránea que proviene de perforaciones y pozos a profundidades de más de 15 metros, de los cuales muchos contienen agua con exceso de sales y en escasa cantidad. Por otro lado, el acceso a agua potable se ve seriamente limitado por la falta de infraestructura adecuada, entre otros factores. Asimismo, la contaminación de las fuentes y la escasez de agua durante la época seca, conjuntamente con la ausencia de prácticas de higiene generan un enorme problema de salud en la población, especialmente en los niños y niñas menores de cinco años quienes se ven afectados por enfermedades gastrointestinales limitando el desarrollo normal de la población infantil, afectando de forma directa también en el desempeño escolar. Con la escasez de agua para el consumo humano, se incrementa el esfuerzo, en especial de niños y mujeres, para aprovisionar el hogar con agua para consumo. Esta tarea puede requerir un amplio uso del tiempo y del esfuerzo energético de la población para acarrear el agua en forma manual de pozos de buena calidad recorriendo largas distancias hasta sus predios.

Miskitu Según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) del informe de las Naciones Unidas para el desarrollo, en el departamento de Gracias a Dios solamente el 6.5% de la población recibe servicio de saneamiento; un 26.6% recibe servicio de mejores fuentes de agua, y el 61.3% no tiene acceso a servicios sanitarios. Estos indicadores demuestran que, en el aspecto de saneamiento básico, aún hay terreno por cubrir. Cabe destacar que Brus Laguna, después de Puerto Lempira, el municipio con mayor desarrollo respecto a saneamiento básico.

Aunque la temporada lluviosa es amplia, hay problemas fuertes con el acceso al agua potable y agua para el uso en actividades domésticas como el lavado de ropa y la limpieza de los utensilios empleados en la cocina. Según el último censo levantado por el INE (2013), solamente el 44% de la población en Gracias a Dios tienen acceso a mejores fuentes de agua (agua potable por servicio público o privado). Los que no tienen a fuentes mejoradas de agua, obtienen su agua a distancias mayores de 100 m, de ríos, manantiales, ojos de agua, etc. Debido a que sus fuentes de agua no son muy confiables suele ser la causa de problemas gastrointestinales como diarrea y parasitismo.

Barra Patuca, Puerto Lempira, Gracias a Dios.


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El proyecto Para hacer frente a este contexto GOAL, en el marco del proyecto “Mejorando la cobertura del bosque productivo bajo sistemas agroforestales en las comunidades Miskitas, Pech, Tawahkas y Tolupanes -BID PIAHCC-”, financiado por Fondos Nórdicos para el Desarrollo -NDF- y administrado por el Banco Interamericano de Desarrollo -BID-, propuso fortalecer la resiliencia comunitaria a través de la dotación de infraestructura para acceso al agua. Con el objetivo de garantizar el acceso a agua segura, tanto en la época de lluvias como en la época seca, el equipo técnico de GOAL en coordinación con los Concejos Territoriales Batiasta -Concejo Territorial de Barra Patuca- y Rayaka -Concejo Territorial de las comunidades desde Río Plátano hasta Payabila- realizaron la instalación de 105 sistemas de cosecha de aguas lluvias en las comunidades de Barra Plátano, Kuri, Tasba Pauni, Utla Almuk y Payabila. El uso de este tipo de sistemas de captación de agua contribuyen a la adaptación al cambio climático de este pueblo indígena, presentando una alternativa económica, fácil de construir y de buena aceptación para su uso.

Operación del sistema de cosecha de agua lluvia (GOAL, 2017)

Esta tecnología representa una solución económica y sencilla de instalar. Con el propósito de cumplir con el consumo promedio de agua de estas familias (172 litros por persona diarios como lo afirma el Banco Mundial), la propuesta del proyecto fue instalar 105 tanques con una capacidad de 2500 litros de agua, beneficiando a 2,108 personas en las comunidades costeras de la Laguna de Ibans y Patuca. Para poder dotar a los pueblos miskitos una alternativa de abastecimiento hídrico, el proyecto realizó, entre otras, las siguientes acciones: a. Sistemas de cosecha de agua lluvia. En la zona de la costa de Ibans se diseñaron sistemas que utilizan la precipitación, contribuyendo a la disponibilidad de agua para las actividades del hogar y de consumo humano. Existe una conexión directa entre agua, salud y desarrollo, al tener agua disponible para las actividades del hogar, las prevalencias de Enfermedades Diarreicas Agudas –EDA´s- disminuyen.

Asimismo, por medio de la asistencia técnica para la construcción y uso de estos sistema de captación de agua, el proyecto BID PIAHCC, contribuyó a la seguridad hídrica local y la adaptación al cambio climático. Los sistemas de cosecha de aguas lluvia consisten en la instalación de un tanque de almacenamiento de agua con un sistema de tuberías que garantizan la recolección de las aguas que caen en el techo de la vivienda. Previo a ser almacenada, el agua pasa por una etapa de filtración para luego ser dirigidas hacia el tanque de almacenamiento, para disponer del vital líquido para consumo.

b. Capacitaciones In-Situ. Más allá de la instalación, el Proyecto BID PIAHCC llevó a cabo actividades para la creación de capacidades locales. Para esto se realizaron jornadas de capacitaciones para los beneficiarios, beneficiarias y líderes de la zona, en la instalación y mantenimiento de los sistemas de cosecha de aguas lluvias en sus casas. Uno de los objetivos de estas fue empoderarlos para aumentar su autoestima, ahora se sienten capaces de instalar dichos sistemas en sus comunidades, mantenerlos y repararlos, sin necesitar el apoyo de un técnico externo. Beneficiaria del proyecto en Barra Patuca

En las capacitaciones se incluyó además la sensibilización en prácticas de higiene comunitaria, priorizando el tratamiento del agua mediante cloración y prácticas de higiene en el hogar.


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Además de los procesos de formación en uso y mantenimiento de sistemas de cosecha de agua lluvia se logró firmar un acta de compromiso de la Secretaría de Salud Región 9 del departamento de Gracias a Dios, para que puedan dar seguimiento al uso y mantenimiento de los 105 sistemas instalados en el municipio de Brus Laguna.

Construyendo Resiliencia Comunitaria: BUENAS PRÁCTICAS Para la implementación de una práctica efectiva de un buen manejo de los recursos naturales y provisión de agua segura para la comunidad miskita,el proyecto BID PIAHCC fundó como pilares de la implementación, la modalidad "Proyectos Ejecutados por la Comunidad". Por medio de la implementación de la Metodología PEC y trabajo enfocado a la introducción de nuevas tecnologías para la adaptación al cambio climático, el proyecto BID PIAHCC posibilitó la apropiación comunitaria del proyecto y sus componentes. A través de la gestión comunitaria, la iniciativa logró las siguientes buenas prácticas: a. Organización Comunitaria y veeduría social. La organización comunitaria es esencial para el desarrollo de actividades orientadas a buscar mejorías en la convivencia con el déficit hídrico. Para ello, fue esencial la organización comunitaria como parte de la estrategia de intervención del proyecto. Esta fue de gran importancia en la fase de recepción de los materiales y herramientas y la instalación de los sistemas de cosecha agua lluvia, ya que, el trabajo se realizó de manera transparente. Además, esta organización también fue funcional para las capacitaciones e instalación de cada uno de los sistemas. b. Comité de vigilancia. Por otro lado, se organizaron en cada una de las comunidades miskitas intervenidas, comités de vigilancia a la custodia de las herramientas e insumos; adicionalmente, como parte de la transparencia del proyecto se firmó un acta de recepción de insumos y herramientas al momento de entrega con cada uno de los beneficiarios y beneficiarias. c. Inclusión social. Para la identificación de los sitios de ubicación de los sistemas de recolección de aguas lluvias se convocó a los grupos organizados de mujeres, pescadores, Codeles1 y Concejos Territoriales correspondiente de cada zona y se realizó el levantamiento de fichas familiares para la identificación de los beneficiarios del proyecto.

1 Comités de Emergencia Local

Recepción de materiales para los sistemas de agua lluvia en Barra Patuca.

Los criterios de selección de beneficiarios se definieron analizando el nivel de vulnerabilidad de los habitantes de la comunidad por ej: madres solteras, personas con discapacidad, personas de la tercera edad, niños menores de 5 años. Posteriormente, se georreferenciaron los sitios donde hoy día están instalados los sistemas de agua lluvia. Un criterio muy importante para la selección de los beneficiarios fue que la vivienda contara con techo de lámina en buen estado para disponer de agua lluvia de buena calidad, y tener disponibilidad de colaborar en su construcción.

Como parte de inclusión es importante mencionar que familias que están cerca de las viviendas receptoras directas de los sistemas, también se ven beneficiadas al acceder a cierta cantidad de agua para consumo (en promedio 5 galones diarios en temporada de lluvia).

d. Contrapartida del proyecto. El Proyecto BID PIAH, con el apoyo de la Alcaldía Municipal de Brus Laguna lograron reparar o reemplazar algunos techos de viviendas de beneficiarios del proyecto en condiciones de extrema pobreza. Un techo en buen estado era requisito clave para la selección del hogar beneficiario. e. El papel activo de la mujer. Las instalaciones de los sistemas de agua lluvia en su mayoría fueron dirigidas por las mujeres de hogar. Ellas se encargaron de la supervisión, instalación y veeduría del proyecto que se estaba implementando.


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Miskitu La particularidad de la modalidad PEC es la relevancia que se le da a la participación comunitaria en la administración de los recursos financieros y físicos para la ejecución de su proyecto, esto con principios de participación ciudadana, transparencia, equidad de género y desarrollo de capacidades locales. En este proceso interactuó la comunidad, gobiernos locales, los Concejos Territoriales Batiasta y Rayaka, y el personal del proyecto.

Asimismo, su participación en las capacitaciones sobre adaptación y mitigación al CC, las dotó de conocimientos y herramientas para poder solucionar sus necesidades y las de sus comunidades en el tema de seguridad hídrica. De igual manera las empoderó en el tema lo cual favoreció su participación en la toma de decisiones sobre la cambio climático y la gestión del agua en su comunidad.

Es importante considerar que de cada sistema de captación de agua se están beneficiando familias cercanas a los propietarios de las viviendas donde están instalados los sistemas de cosecha de agua. En el marco del proyecto se beneficiaron 105 familias directas (dueños de viviendas) y otras 473 familias vecinas. Según datos de la línea de base final, el proyecto benefició a un total de 1,078 mujeres y 1030 hombres. Alcanzando un total de 2,108 beneficiarios. Asimismo, 11% de la población beneficiada fueron niños y niñas menores de 5 años de edad.

Beneficiaria del proyecto en Tasba Pauni

Participación comunitaria en la instalación de uno de los sistemas de captación de aguas lluvias familiares


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Lecciones Aprendidas. Entre las lecciones aprendidas se destacaron las siguientes: • La implementación de una estrategia de intervención que se adaptó a los diferentes pueblos indígenas y las diferentes capacitaciones brindadas a los participantes y líderes, contribuyó a que el proyecto lograra el impacto esperado en la calidad de vida de los beneficiarios del proyecto. • La veeduría social se ejecutó a través de los comités de recepción y vigilancia de materiales, como mecanismo de participación social a través de los Concejos de Tribu, Concejos Territoriales, líderes comunitarios con el fin de hacer seguimiento al cumplimiento de compromisos en el marco del proyecto. Estos fueron un elemento clave en la distribución de insumos y herramientas de manera ordenada y transparente. • La alianzas con la Municipalidad fueron importantes ya que apoyaron con la instalación de láminas para los techos. Estas alianzas son importantes de cara a la sostenibilidad de los proyectos. • La contratación de técnicos locales, así como la comunicación fluida entre ellos y los beneficiarios fue esencial para lograr los objetivos del proyecto y facilitó el avance del mismo. Se crearon relaciones ganar-ganar entre los técnicos y los beneficiarios, contribuyendo a la generación de confianza entre la gente. • La disponibilidad de agua potable contribuyó a la reducción de las Enfermedades Diarreicas Agudas – EDA´s, además, el acceso a buenos sistemas de saneamiento y la sensibilización en prácticas de higiene y saneamiento permitió reducir el riesgo de enfermedades. Es fundamental realizar un análisis microbiológicos y fisicoquímicos para conocer la calidad del agua, principalmente aquella que es usada para consumo humano. • Antes las familias invertían una cantidad considerable de tiempo en el acarreo de agua para consumo, con el proyecto, además de disminuir el riesgo durante el trayecto, hay mayor cantidad de tiempo disponible por parte de los habitantes, tiempo que pueden aprovechar en actividades agrícolas o pesqueras. • Actualmente no existen sistemas de cosechas de agua lluvia en cada una de las viviendas de las comunidades, no obstante, la selección de beneficiarios en zonas donde existen múltiples viviendas (próximas geográficamente) generó mayor impacto, facilitando agua a mayor cantidad de personas. Catalina Ford, beneficiaria del proyecto en Barra Patuca junto a sus nietos.

Gracias a las acciones del proyecto 578 familias hoy tienen acceso a agua segura.


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“Desde hace semanas vinieron aquí y nos dijeron del proyecto. Nos reunieron a todos y nos dijeron cómo iba a hacer. Luego siguió el proceso y nos trajeron el rotoplas y los demás materiales, el poste, los tubos. Después vino el señor que anda instalando y nos enseñó a armarlos y por último pusieron el rotoplas.” “Aquí era necesario el proyecto, hermana. No tiene idea. Aquí había escasez de agua y cuando había y sacábamos con la bomba del pozo, esta salía salada. No es agua dulce. Y antes, a veces nos daba diarrea y vasca (vómito). También, los promotores de salud nos han orientado en cómo tenemos que clorarla para poder beberla.” Wilma Robert, Beneficiaria del proyecto Tasba Pauni, Brus Laguna, Gracias a Dios

“Estoy muy alegre, gosozo (alegre) porque antes teníamos muchos problemas y riesgo con el agua. Porque como yo trabajo con salud, en la red de salud como colaborador voluntario y yo hago las pruebas rápidas... y por eso sé que el problema más serio que teníamos era el agua porque muchos niños salían desnutridos (enfermos) y eso era por el agua. Mucha gente tomaba agua del río y del pozo. ¿Usted sabe que en la noche los zancudos ponen sus huevos en el pozo? Y luego en la mañana, las mamás o nosotros sacamos del pozo y la tomamos. Esas son las enfermedades que vienen... diarreas, vómito, calentura... el agua trae muchas clases de enfermedades. Y ahora sí, con este rotoplas la gente está alegre. Ya no hay muchos enfermos.”

"Antes agarrábamos agua de pozo, de drones (recipientes grandes). de allí agarrábamos cuando lluevía. El agua del pozo ya no sirve (es de mala calidad). Esa agua no es buena. Antes el agua era buena, pero ya no. Toda mi familia se beneficia del rotoplas. Ya el agua de pozo sólo la usamos para lavar." Catalina Ford, Beneficiaria del Proyecto Barra Patuca, Puerto Lempira, Gracias a Dios

Rolando Rouda, Colaborador Voluntario de Salud Tasba Pauni, Brus Laguna, Gracias a Dios


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