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Semana del 24 al 30 de junio de 2012
Rumbo
Gas shale,
potencial energético
nudo finamente intercalado con cuarzo y feldespato. Agregó que este mineral se ha localizado en por lo menos un 40 por ciento del territorio de Chihuahua, pero pueden haber más yacimientos, los cuales sean localizados a partir de su aprovechamiento. Las regiones del Este de la entidad son las que por ahora se han destacado por la cantidad que tienen del mineral, pero también los hay en el noreste. El gas y el petróleo de esquisto son combustibles que se ex-
Existen grandes yacimientos del hidrocarburo en el subsuelo
L
De la Redacción
a posibilidad de que Chihuahua pase de ser un estado ganadero, agricultor e industrial, a ser un exportador de combustible es real, debido a los grandes yacimientos de gas shale que han sido descubiertos en el subsuelo de la entidad. Fue el gobernador de Estado, César Duarte, quien expuso que Chihuahua puede convertirse en una nueva potencia en lo que respecta a la explotación del combustible, debido a que ya existe la tecnología para sacar el mayor provecho al gas. Recalcó que es diferente al gas natural. “Tiene una composición distinta al gas natural que conocemos y con un proceso químico detona las moléculas y hace posible el aprovechamiento de esta energía, a partir de la frotación de un mineral que tenemos en el subsuelo de Chihuahua”, precisó. El tema ya está en el Senado de la República. “Probablemente se explotaría por parte del sector público, si se da la reforma que hemos venido platicando con el senador Labastida, tendríamos la capacidad el Estado y también mezclado con recursos de la iniciativa privada”, especificó. Para el geólogo Carlos García Gutiérrez, desde hace tiempo que se sabía que Chihuahua tiene un alto potencial en la explotación de combustibles, ya que si bien se sabía de que existía el mineral en la entidad, el problema era que la tecnología para explotarlo aún no estaba al alcance de México.
Explicó que el gas proviene de una roca conocida como el esquisto, la cual es sedimentaria rica en materia orgánica presente en muchas zonas del mundo. Añadió que este combustible se empezó a utilizar hasta hace una década, cuando algunas empresas estadounidenses desarrollaron nuevas técnicas para fracturarla y perforar en horizontal. La explotación del nuevo combustible no es una novedad en Europa para su explotación, ya que incluso se estudian mapas geológicos de Asia y el norte de África en busca de otros yacimientos. Con base en el mineral muchos países podrían aumentar sus reservas de gas en un 40 por ciento, cifra similar al incremento que ha experimentado Estados Unidos. en los últimos años. Los cálculos más conservadores apuntan un incremento del 20 por ciento en las reservas mundiales conocidas. En lo últimos cinco años, la producción de gas a partir del esquisto se ha extendido por grandes superficies de Texas, Luisiana y Pensilvania. Según los datos de la Secretaría de Energía, las reservas de este mineral podrían
ser de 20 billones de metros cúbicos, los cuales están debajo de los territorios de Chihuahua y Coahuila. ¿Qué es? El geólogo Carlos García Gutiérrez explicó que el gas de esquisto, también recibe el nombre de “gas pizarra”. Se trata de una forma de gas natural que se extrae de terrenos donde abunda el esquisto. Agregó que el gas de esquisto se encuentra en los esquistos arcillosos sedimentarios, aunque el interior rocoso del esquisto presenta baja permeabilidad. Para extracción del gas, es necesario fracturar la roca hidráulicamente. “Los esquistos constituyen un grupo de rocas metamórficas de grado medio, notables principalmente por la preponderancia de minerales laminares tales como la mica, la clorita, el talco, la hornblenda, grafito y otros”. El cuarzo se halla con frecuencia en granos estirados hasta al extremo que se produce una forma particular llamada cuarzo esquisto. El esquisto contiene más de un 50 por ciento de minerales planos y alargados, a me-
traen de suelos formados por este tipo de roca. El petróleo, también llamado aceite contiene menor cantidad de azufre que el petróleo convencional, es más fluido y tiene los mismos usos (carburantes, derivados del petróleo y asfaltos). En cuanto al gas de esquisto, tiene los mismos usos que el gas natural convencional. En ambos casos se trata de recursos no renovables, y en el caso del petróleo tan contaminante como el tradicional. Se puede o no se puede La propuesta de que el Gobierno del Estado explote el combustible ya tiene retractores. La senadora Teresa Ortuño Gurza (PAN), calificó como imposible, que un estado de la República explote hidrocarburos, recursos del subsuelo o bienes que son de la nación, porque sería como terminare con la soberanía del país sobre sus recursos naturales. “Sería atroz que un gobierno de un estado reclame la pertenencia o el aprovechamiento de
recursos nacionales; es como si Tabasco o Campeche se quisieran quedar con el petróleo que se extrae de su subsuelo”, añadió la senadora. El presidente del Congreso, Alejandro Domínguez, dijo que el Legislativo Estatal está facultado para iniciar la reforma constitucional a los artículos 27 y 28 de la Constitución, aunque consideró que en este momento sería “poco oportuno”. No a todos les gusta El proceso para extraer este gas de las rocas de esquisto es polémico. Se consideraba un combustible limpio, pero el gas de esquisto o de pizarra puede ser peor que el carbón en términos de cambio climático, esto de acuerdo a un nuevo estudio publicado en Estados Unidos. A pesar de que es extraído desde las profundidades de la tierra con polémicas tecnologías de perforación y fracturamiento hidráulico, para algunos este gas era considerado como un “trampolín” para un futuro con menos emisiones de carbono y una ruta para la seguridad energética. Pero investigadores en EU encontraron que de los pozos de gas de pizarra se fugan importantes cantidades de metano, un gas que contribuye notablemente al efecto invernadero. Esto hace que el impacto sobre el clima del gas de pizarra sea peor que el del gas natural y, probablemente, peor que el carbón, dice el estudio. “En comparación con el carbón, la huella de carbono del gas de esquisto es por lo menos 20 por ciento mayor y quizás más de dos veces mayor en el horizonte de 20 años”, argumenta un artículo publicado en la revista Cambio Climático.