imaginar cómo sería un mundo sin consumo. Desde
pendientes. La misma re-evolución que este 2015,
que a comienzos de la modernidad ocurrió lo
en Laudato Si, ha reiterado el Papa Francisco. En
que Karl Polanyi, inspirado en Marx, llamó la Gran
ese cambio profundo en los hábitos cotidianos
Transformación (cuando el lugar de consumo de
de consumo y en una justa distribución social
los productos se separó del lugar de producción),
de los bienes y servicios se juega gran parte de la
fueron sentadas las bases para una inédita forma
continuidad intergeneracional.
de vida con el consumo como aspecto clave, en lo El consumo responsable (o ético) posee al menos
económico y en lo cultural.
cuatro dimensiones interrelacionadas, que juntas Sin embargo, en las últimas décadas ha empezado
son condición para constituirse en un nuevo modo
a emerger una ética del consumo; una ética y saber
de vida: 1) practicar la austeridad, el minimalismo
que argumenta la necesidad de una existencia de
o la simplicidad voluntaria; 2) reciclar todo lo que
formas de consumir sustentables, en ese sentido, un
sea posible con el objeto de minimizar la tasa de
consumo ético.
extracción material y de recursos (desmaterialización
AÑO 5/ NUMERO 23/ AGOSTO 2015
de la economía); 3) optar por la autoproducción y/o
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Desde mediados del siglo XX, una oleada de
el consumo de bienes que provengan de entornos
críticos del modo de vida moderno empezaron
económicos cercanos; y 4) decidir las compras en
a cuestionar las formas de consumo de las
función de la trazabilidad social y ambiental de
sociedades industriales por privar a los individuos
los bienes y servicios, esto es, una producción sin
de libertad. Herbert Marcuse distinguió entre dos
daño social y ambiental. La articulación de estas
tipos de necesidades, verdaderas y falsas, que
cuatro prácticas es lo sustentable (esto importa,
los individuos intentan satisfacer al
consumir.
ya que el simple neo-consumismo de productos
Las primeras son necesidades vitales como
“verdes”, puede ser tan vacío como el consumismo
alimentación, vestido o vivienda. Las falsas son
precedente).
de sobreconsumo e innecesarias; los individuos tal vez se sientan felices al “satisfacerlas”, pero
Pese a estos inequívocos avances en pos de la
ignoran que les han sido impuestas por fuerzas
sustentabilidad, digamos que los cuestionamientos
sociales (inmensos sujetos elípticos) con el único
y límites regulatorios al modelo de crecimiento
fin de aumentar la producción y el consumo, y así
ilimitado del capitalismo/socialismo, así como
continuar con esa cadena de esclavitud fraguada
las nuevas iniciativas económicas y de consumo
por el afán de acumulación. De esa manera las
responsable, por el simple hecho de estar ahí
personas jamás podrán ser autónomas, porque el
no se traducen en que estos valores ocurran
consumo es un apéndice de la producción.
hegemónicamente en el actual vivir económico. Afirmar algo así iría contra toda evidencia. Aquí
Por ello no fue extraño que en los muros de mayo del
solo decimos que en un proceso histórico, la
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mirada de la sostenibilidad como tendencia ha
El consumo es el opio del pueblo y El consumo nos
erosionado la antigua certidumbre moderna del
consume. Según André Gorz, en la transformación
crecimiento económico ilimitado; añeja creencia
cultural hacia un consumo responsable o ético
que como humanidad nos llevó a ignorar los límites
estriba la más radical de las transformaciones
estructurales en la biosfera.