254
Estructura y función del cuerpo humano C. H. D.
C. H. I.
Cístico C. H. C.
Grasa no absorbible
Colédoco Sal biliar
V.B.
Páncreas plejo Com iar al bil s rasa
Páncreas
Duodeno
G
Vena porta
C. Wirsung
s
co
áti
f Lin
P.V.
Figura 10-21. Anatomía de las vías biliares. C.H.D.: conducto hepático derecho; C.H.I.: conducto hepático izquierdo; C.H.C.: conducto hepático común; V.B.: vesícula biliar; C. Wirsung: conducto de Wirsung; P.V.: papila de Vater.
diferencian en sus zonas extremas por la forma y la profundidad de las glándulas de la mucosa, pero existe una transición paulatina entre uno y otro. La porción más alejada de la luz intestinal es la capa serosa que envuelve todo el tubo digestivo, y que en el intestino delgado constituye el peritoneo. Sólo el duodeno es una estructura retroperitoneal; el resto del intestino está dentro de la cavidad peritoneal. Los vasos y nervios de la pared intestinal llegan hasta ella a través de un pliegue del peritoneo que recibe el nombre de mesenterio. 10.7.2. Histología del intestino delgado Como en todo el tubo digestivo, en el intestino delgado se pueden reconocer las cuatro capas características: mucosa, submucosa, muscular y serosa, que como ya hemos comentado se halla constituida por el peritoneo. La capa muscular se compone de dos grupos de fibras musculares, una capa externa de fibras dispuestas en sentido longitudinal y una capa interna de las fibras dispuestas de forma circular o transversal. La capa submucosa se caracteriza por estar muy vascularizada por ramas terminales de las arterias mesentéricas y las venas mesentéricas, que junto con la extensa red linfática intestinal, se encargan de recoger y transportar adecuadamente las sustancias absorbidas.
Figura 10-22. Circulación enterohepática. Las sales biliares secretadas por el hígado con la bilis se unen a las grasas para favorecer la emulsión y la absorción. Tras la absorción intestinal, se vuelven a separar y las sales biliares retornan al hígado a través de la vena porta, mientras que las grasas se dirigen hacia las vías linfáticas.
La mucosa es la capa más importante y característica del intestino delgado. Dado que en ella tiene lugar la digestión de los alimentos, así como la absorción posterior, posee numerosos pliegues con el fin de incrementar la superficie de contacto y, consiguientemente, la capacidad de absorción. En primer lugar, hay una serie de pliegues de gran tamaño (circulares) que reciben el nombre de válvulas conniventes, a pesar de que en ningún caso desempeñan una función valvular (Fig. 10-23A). El aumento de superficie también es posible gracias a la existencia de las vellosidades intestinales, características de la pared intestinal, que están constituidas por pliegues de la mucosa y la submucosa de escasos milímetros y que dan un aspecto aterciopelado a la visión macroscópica de la luz intestinal (Fig. 10-23B). Las células de las vellosidades intestinales se distribuyen en unos surcos amplios y profundos (de tamaño microscópico) que se denominan criptas de Lieberkühn. Éstas se encuentran alrededor de las terminaciones capilares vasculares (Fig. 10-23C). La observación con microscopia electrónica de las células epiteliales de la mucosa intestinal demuestra que forman un epitelio cilíndrico y que en su borde intestinal existen unos pliegues de la membrana celular que reciben el nombre de microvellosidades, lo que aumenta de forma importante la superficie total de la membrana que se expone a la luz intestinal (Fig. 10-23D). Finalmente, el