¿Cómo hará para salvarse del fuego? La fuerza de mi enemigo, si la uso en su contra, puede ser mi mejor aliado. ¿Cuáles son las maneras habituales de parar un fuego? a. Que no tenga oxígeno. Sofocarlo con agua, mantas, nieve carbónica o lo que sea. Aquí no dispongo de ninguna de estas opciones. b. Que no tenga combustible. Esta segunda opción puede salvarme si me doy cuenta de que lo que está quemado ya no puede quemar. La inversión lógica consiste aquí en combatir el fuego con fuego. Es el concepto en el cual se basan los contrafuegos: lo que ya ha sido pasto del fuego no puede volver a quemarse y pasa a ser una zona segura. La solución consiste en proveerse de fuego en la punta occidental y traspasarlo a una zona intermedia de la isla. Puesto que el viento sopla del Oeste se quemará el extremo Este de la isla y tendremos una zona quemada donde podremos refugiarnos cuando se acerque el fuego de la punta Oeste. Vale la pena hacer notar que este sistema resiste a los cambios súbitos del sentido del viento: si se girara viento del Este tendríamos como zona segura la punta del Oeste que ya ha sido pasto de las llamas.
También es frecuente la sugerencia de ponerles en la meta una yegua en celo. Este segundo sistema demostraría cuál es el caballo que está más estimulado para la procreación, pero tampoco nos sirve. La solución pasa por darse cuenta de que es una carrera al revés de lo normal: “perder” significa “ganar”. Si nos fijamos en esta “inversión de la lógica habitual” nos daremos cuenta de la solución: que cada hermano monte en el caballo del otro. Haciéndolo así, ambos querrán ganar y la carrera pasará a ser una carrera normal. Si la carrera tiene invertido su sentido normal, invierto los jinetes “naturales”. Dos negativos aplicados uno detrás del otro dan un positivo. 10.1.8 Pensamiento divergente (o pensamiento lateral) Guilford (1950) plantea por primera vez la necesidad del pensamiento divergente. De Bono (1967) lo rebautiza como pensamiento lateral. Ambas denominaciones son usadas como equivalentes por la mayoría de autores de creatividad. El pensamiento lateral es una gran estrategia para superar bloqueos mentales y para construir caminos conceptuales originales. Es una estrategia mental consistente en:
Ejemplo 3. El caballo más lento Un granjero muere a consecuencia de una caída del caballo. En su testamento deja la parte principal de sus posesiones a aquél de sus dos hijos que en una carrera justa y sin trampas demuestre que su caballo es más lento. ¿Cómo organizaremos la carrera para resolver con rapidez y justicia la voluntad del difunto? Cuando se plantea este problema en un Taller de Inteligencia o de Creatividad, los asistentes se dan cuenta muy rápidamente de que los jinetes no pueden montar sus respectivos caballos porque harán todo lo posible para perder. Muy fácilmente surge la idea de recurrir a otros jinetes, pero este sistema no garantiza que no haya sobornos a los jinetes.
- Buscar las soluciones a los problemas en las vías o caminos laterales (y menos transitados). - Evitar las vías obvias y evidentes por donde transcurre la mayoría de las personas porque no nos van a aportar soluciones originales. - Deshacerse del encorsetamiento de los lugares comunes (pensamiento vertical o convergente). - Buscar la reestructuración imaginativa de los conceptos que intervienen en el problema. - Superar los bloqueos mentales con vías alternativas. Ejemplo: La división de un cuadrado en cuatro partes iguales
Se comprueba, entonces, una vez más, que los bloqueos pueden estimular la imaginación. Es frecuente que algún asistente sugiera dejar los dos caballos con hambre y después soltarlos en persecución de apetitosa comida. Pero tenemos que descartarlo porque con este sistema demostraríamos cuál es el caballo tiene más hambre, no cuál de ellos corre más en condiciones normales.
Dado un cuadrado, el ejercicio consiste en dividirlo en cuatro partes iguales. Las soluciones más comunes son las que se presentan en las Figuras 29, 30 y 31.
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