Exorcistica

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pero ya no es esa persona, sino el demonio que se manifiesta.

para exigirse esos pasos. Si el sacerdote no tiene muy claro si la persona está sinceramente esforzándose en buscar a Cristo (es decir si no está seguro de si va a misa, o si lee el Evangelio, o si ora algo, o si lee libros que le ayuden) demorará las fechas de las sesiones de exorcismo. Y además en vez de estar una hora, o media hora, podrá reducir el tiempo dedicado a la persona. Hay casos en los que no rompo la caña cascada ni apago el pabilo vacilante, pero tengo la continua sensación de que la persona se esfuerza muy poco y que por más que le digo no cambia. En casos así, no hay necesidad de emplear una hora cada vez que me vienen a ver. Ya que si yo orara por él una hora, sería esa oración empleada por Dios en enviarle gracias para su conversión y no en expulsar un demonio que tendría en él muchos asideros donde agarrarse. Pero cinco minutos fervientes de oración de esa persona que siempre reza desganada y mal, obtendrían mayores frutos que una hora mía orando por ella.

S

i la persona no cree que esté posesa, hay que tratar de convencerla de que sí que lo está. Normalmente es buen método intentar convencerle a través del testimonio de familiares o amigos que hayan estado presentes en la sesión en que vino para que se discerniera su caso. Algunos acceden a venir a la iglesia la primera vez para que sus familiares les dejen en paz. Pero no están dispuestos a ir una segunda vez.

S

i el poseso se niega a ser exorcizado hay que decirles que la Iglesia les ofrece una solución si la quieren, pero que no les impone nada.

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uando para el sacerdote especialista en esta materia hay certeza de que existe un demonio en ese cuerpo, el que además haya o no enfermedades mentales o problemas psicológicos es algo independiente del exorcismo. Lo psicológico y lo demoníaco son campos distintos. Si lo psicológico está o no provocado por el demonio en muchos casos sólo se verá cuando sea expulsado el demonio.

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n casos de personas con problemas psiquiátricos muy graves, hay que insistir en la conveniencia de que el exorcismo se efectúe en presencia de los padres o familiares del poseso. Y explicándoles día tras día cuales son los criterios de actuación. Para que todo se haga con la conformidad de ellos y no con su oposición.

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o hay que proceder al exorcismo hasta que la persona esté dispuesta a dar firmes y continuados pasos hacia una vida verdaderamente cristiana. No hay problema en que esos pasos sean lentos y débiles, con tal de que se vea firmeza en proseguir por ese camino. Tiene que ser firme en su búsqueda de Dios, pues tras la liberación tendrá menos razones

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i el poseso es un menor de edad, la presencia y consentimiento de los padres debe ser requisito obligatorio. Jamás se proceda al exorcismo de un menor de edad sin el consentimiento de sus padres.

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