Hombres de Gines andando al Rocío 2013

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HOMBRES DE GINES ANDANDO AL ROCÍO 50ª PEREGRINACIÓN Julio 1964 - Julio 2013 BOLETÍN CONMEMORATIVO

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PRESENTACIÓN La Comisión Organizadora HOMBRES AL ROCÍO Juan María Cotán González, Párroco de Gines DEL OBISPO AUXILIAR DE SEVILLA Santiago Gómez Sierra, Obispo Auxiliar de Sevilla 50 AÑOS CAMINANDO CUANDO LLEGA JULIO Manuel Camino Payán, Alcalde de Gines ESCUELA DE DEVOCIÓN ROCIERA José María Villadiego Sánchez, Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío de Gines LOS PRIMEROS 27 Fernando Pacheco Vega 50 AÑOS DE HISTORIA José Luis Melo Hurtado HOMBRES DE FE Setabell CINCUENTA AVEMARÍAS Alfonso Melo Márquez PARA TI: 50 AÑOS DE CAMINO DEL VERANO DEL ROCÍO DE GINES Luciano Míguez Melo EL GRUPO DE HUELVA Juan Pinilla y Luis Segura ¿POR QUÉ VAMOS AL ROCÍO? Alfredo Santiago López CAMINANDO ENTRE HERMANOS Jesús López Pérez DESEANDO QUE LLEGUE EL DÍA Álvaro López Pérez MI CAMINO DEL ROCÍO Ignacio López Rivas DOS PILARES EN MI MOCHILA Alfonso Melo Míguez NO SIEMPRE ESTALLA EN PRIMAVERA EL “AMANECER DE LA VIRGEN” Antonio María Palomar Sanz A LOS QUE UN DÍA DEJARON LA MOCHILA Manuel Zampalo Morón SE FUERON Juan Antonio Hurtado Díaz ¡¡ QUIÉN LO DIRÍA !! Carmelo Camino Camino AZULEJO CONMEMORATIVO

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REPORTAJE GRÁFICO

5 6 DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN Comisión Organizadora. FOTOGRAFÍAS Gonzalo Pavón Mora, Carmelo Camino, Antonio Cano, Alfonso Melo, Antonio Ortiz, Luciano Míguez, Eugenio Míguez, José Luis Melo, Grupo de Huelva, Juan Antonio Camino, Juan Antonio Míguez, Jesús López Carrasco, Rafael Burgos Payán y José Rodríguez Polvillo. COLABORAN D. Juan Mª Cotán González, Monseñor D. Santiago Gómez, D. Manuel Camino Payán, José María Villadiego, José Luis Melo, Fernando Pacheco, Pepe Castaño, Alfonso Melo Márquez, Luciano Míguez Melo, Alfredo Santiago, Juan Pinilla, Luis Segura, Alfonso Melo Míguez, Álvaro López Pérez, Antonio Mª Palomar Sanz, Ignacio López Rivas, Jesús López Pérez, Juan Antonio Hurtado Díaz, Manuel Zampalo Morón, Carmelo Camino.

IMPRIME Imprenta Digital Publicidad PORTADA Y DISEÑO AZULEJO Javier Jiménez Sánchez-Dalp MAQUETACIÓN Y DISEÑO José Rodríguez Polvillo.

rodriguezpolvillo@hotmail.com

ACTIVIDADES Presentación Cartel y Boletín Conmemorativo Descubrimiento Azulejo Conmemorativo Grabación de un DVD recopilatorio Santa Misa Solemne, cantada por peregrinos Comida de Confraternidad en la Casa Hermandad

hombres de Gines andando al Rocío

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50 aniversario

Presentación La Comisión Organizadora

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l próximo mes de julio se cumplirán 50 Peregrinaciones de Hombres de Gines andando al Rocío, la que algunos llamamos “peregrinación del verano”, pionera entre las Hermandades y grupos devotos a la que es la Reina de las Marismas. Con tal motivo, la Comisión Organizadora acordó editar un Boletín conmemorativo que recogiera, al menos en parte, el sentir y la historia de todos estos años. Ese Boletín, estimado amigo, es el que tienes entre tus manos, en el que algunos peregrinos fundadores y otros más recientes, pero veteranos ya, así como una representación de los más jóvenes, recuerdan cómo fueron aquellos primeros años, sus vivencias y lo que para todos significa reencontrarse con la tímida y serena mirada de la Blanca Paloma, lejos de fiestas y cuando el sol más calienta. Igualmente, también recoge la opinión y el sentir de nuestro Alcalde como primera Autoridad Civil del pueblo origen de estas peregrinaciones que, de siempre, han tenido y tendrán, dentro del ambiente festivo y de sana convivencia, un marcado sentido religioso y devoción a nuestra querida Virgen del Rocío reflejados en el rezo del Ángelus, el rezo del Santo Rosario al filo de la medianoche que, y perdonen la

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expresión, a todos nos vuelve del revés, y la Santa Misa en la Ermita a media mañana del Domingo. Por tal motivo, también contamos con el sentir y consejos del Obispo Auxiliar de Sevilla Don Santiago Gómez Sierra, y de nuestro Director Espiritual y Párroco Don Juan María Cotán González. Y cómo no, un amplísimo reportaje gráfico que hará las delicias de todos y posiblemente el “enfado de algunos” al contemplar cómo pasa el tiempo. Por último, esta Comisión quiere agradecer la colaboración prestada por todos aquellos que han hecho posible la edición de este Boletín Conmemorativo con aportación de escritos, fotos, diseño y maquetación, en especial al Excmo. Ayuntamiento de Gines y la Excma. Diputación Provincial de Sevilla, que lo han hecho posible. Gracias a todos y que lo disfruten.

hombres de Gines andando al Rocío


50 aniversario

Hombres al Rocío Juan María Cotán González

E párroco de gines

nigmático, inimaginable. ¿De locos? Tú, lector, me lo dirás, pero desde fuera es difícil entender que unos hombres curtidos por el trabajo diario, más aún y duro, que en pleno verano, es decir un dieciocho de julio, que se líen la manta a la cabeza, entiéndeme bien, después de haber terminado el trabajo que no tengan en cuenta las dificultades, que conllevan el caminar con el calor y decidan ir al Rocío andando… hace falta algo. Debe existir un porqué, que obvie y haga desaparecer los contratiempos y obstáculos. ¿Será el enamoramiento? ¿El amor? ¿El buscar un alivio a tantos sinsabores, que encierra la vida del hombre? Y desde el primer día todo en torno a la Señora con mayúscula. ¿Qué decir del Rosario bajo la inmensa cúpula estrellada de Palacio? ¡Cuántos daban por buenos los esfuerzos con tal de rezarlo! De la entrada tanto en la Aldea como en la Ermita sus emociones son imborrables. Desaparecían cansancio y privaciones y surgía la alegría, el gozo, la paz.¿Y por qué no hasta el llanto al encontrarse ante Ella? Bien describió esta inexplicable peregrinación el rapsoda de la Virgen con estos términos. ¿Por qué vamos al Rocío cuando el sol tiene más fuerza, ahora que es el verano, ahora que ya no hay fiesta?

cruzando por los carriles, si hay coche y hay carretera? ¿Por qué vamos al Rocío si no hay caballos, ni carretas, ni mujeres, ni otras cosas, que un día buscaste en la fiesta? Cada cual sabe por qué pero hoy desde el cielo la Virgen está apuntando a los cuarenta rocieros que van al Rocío andando. ¿Para qué? Para encontrarse con su Reina, con su Madre, que para ellos merece todos los sacrificios, para devolverle el amor y el cariño que han recibido gratuitamente. Sí, ese es Gines. El que quiera ir al Rocío que vaya con Gines andando, porque Gines abre caminos: en el Rosario por sevillanas, con su estilo de cantar… por eso también han sido varias las Hermandades que comenzaron a peregrinar en verano. Y seguirá siendo Gines con su estilo de vivir la devoción a la Virgen del Rocío. Porque desde Gines al Rocío hay un sendero, que recorre su gente ‘to’ el año entero.

¿Por qué vamos al Rocío andando por las arenas, hombres de Gines andando al Rocío

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50 aniversario

Del Obispo Auxiliar de Sevilla

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ueridos hermanos:

Con gusto respondo a la invitación del grupo de Hermanos de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Gines, que celebran este año 50 Peregrinaciones de Hombres andando al Rocío, para que escriba unas palabras en el boletín que se publica con ocasión de los cultos y romería que la Hermandad celebra cada año al aproximarse la Solemnidad de Pentecostés. En este año se cumple un significativo aniversario, la celebración del L Aniversario de la Peregrinación de hombres de Gines andando a El Rocío. Cincuenta años de una costumbre que contiene una enorme fuerza de Fe en Jesucristo y de devoción a la Santísima Virgen María. Esa es la Fe en Jesucristo Hijo de Dios y la devoción a la Bienaventurada Virgen María que inspiró a aquellos primeros peregrinos rocieros a hacer el camino hacia la Ermita de la Virgen del Rocío. Y esa debe continuar siendo la fuerza que hoy motive a quienes sois continuadores y herederos de aquel inicio. Os daré unos consejos para que los pongáis en práctica en los próximos días, cuando iniciéis vuestra peregrinación anual a la Ermita

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de Nuestra Señora del Rocío, y cuando, en este próximo verano, realicéis vuestra 50 Peregrinación de Hombres andando al Rocío. Estoy convencido de que os ayudarán a vivir la misma experiencia de Dios que sintió la Santísima Virgen María durante su vida terrenal. Son los siguientes: - Dedicad cada día un tiempo a la oración para encontraros con el Señor.

“La peregrinación de hombres de Gines andando al Rocío contiene una enorme fuerza de Fe y devoción”

hombres de Gines andando al Rocío


50 aniversario - Aprovechad algún momento del camino para revisar vuestra vida personal de cada día a la luz de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Así también podréis recordarlos si los habéis olvidado. - Cuando lleguéis a la Ermita de Nuestra Señora del Rocío rezad el Credo y recordad los contenidos de la fe. Profundizad en ellos y redescubrid la Fe de la Iglesia en la que fuisteis bautizados. - Acercaos a celebrar sacramentalmente el Sacramento de la Reconciliación. Y no dejéis de participar en la Eucaristía. Pido al Señor por todos vosotros, que podáis experimentar en vuestra peregrinación un auténtico encuentro personal con Jesucristo que os ayude a mantener siempre viva la llama de la Fe y la devoción. Me despido de vosotros con mi felicitación y bendición. Al tiempo que elevo una oración al Señor por aquellos que, contados entre los hombres que hace cincuenta años iniciaron la hermosa experiencia de peregrinar a El Rocío en verano, ya han completado su peregrinación terrena entre nosotros y aguardan la resurrección de la carne.

“Cuando lleguéis a la Ermita, rezad el Credo y redescubrid la Fe de la Iglesia en la que fuisteis bautizados”

“Pido al Señor por vosotros, que podáis experimentar un auténtico encuentro personal con Jesucristo”

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50 aniversario

50 años caminando cuando llega julio Manuel Camino Payán alcalde de gines

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l Camino no termina cuando nuestra Carreta entra por las puertas de Gines al volver de presentarse ante la Blanca Paloma. Las gentes de Gines han experimentado desde 1928 sensaciones únicas en su camino de ida y vuelta, entre carretas, bueyes, caballos, oraciones y plegarias, cantares… La intensidad de las relaciones humanas son de tanta confraternidad que parecían ser insuficientes cuando terminaba la romería. Fue un grupo de hombres, algunos ya en las marismas celestiales, el que tuvo una genial idea: ir caminando en verano al Rocío. Este proyecto caló tanto entre los hombres de Gines que cada año fue sumándose más y más gente. De manera ininterrumpida y desde 1963 cuando llega Julio al calendario Gines sabe poner color

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rociero a los caminos marismeños. Esta bonita iniciativa ha tenido seguimiento en otros lugares del mapa rociero, pero Gines fue la pionera como en tantas y tantas cosas. Cincuenta años no se cumplen todos los días y es una buena ocasión para conmemorarlos con una serie de actos que organiza una comisión de personas representada por rocieros con experiencia en los caminos, algunos de ellos han ejercido cargos en diferentes juntas de gobierno de la Hermandad del Rocío de Gines. Cuentan con el apoyo del actual Hermano Mayor, D. José María Villadiego, al que agradezco toda

su colaboración para hacer posible la reconstrucción de nuestra memoria histórica rociera. La Señora seguirá otorgándonos la Gracia necesaria para que Gines siga experimentando el amor fraterno que tanto sentimos en esta tierra y que nos ayude a todos y todas a poner en práctica los valores evangélicos del amor, el perdón y la entrega a los demás. Un fuerte abrazo de vuestro Alcalde.

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Escuela de devoción rociera José María Villadiego Sánchez

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hermano mayor de la hermandad del rocío de gines

uisiera ante todo agradecer a la comisión organizadora de este cincuentenario del Camino de los Hombres Andando al Rocío, la oportunidad que me han brindado para poder transmitir mi más sincera felicitación y agradecimiento por todos estos años de escuela de rocieros. Han pasado ya cincuenta veranos desde que aquel grupo de hombres se echara al hombro sus mochilas, por primera vez, para empezar a escribir la más asombrosa locura de peregrinar hasta el Rocío en el mes de julio,

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llevando por equipaje tan solo, algo de pan y mucha ilusión por volver a verla. Muchas son las anécdotas y las vivencias compartidas durante todo este tiempo, pero lo más importante, ha sido las personas que han conocido nuestra Hermandad y su forma de ser y sentir el Rocío a través de este camino tan particular. Este año estamos de celebración, porque cumplir medio siglo, no es tan solo conmemorar un aniversario, si no también demostrar el verdadero sentido de este maravilloso caminar que es la Virgen del Rocío y su Divino Hijo. Ella, nos ilumina y nos guía para llegar hasta su ermita, protegiéndonos ante las adversidades. Sin duda, la hermandad tiene mucho que agradecer a este camino, ha sido la forma de acercar a nosotros a muchos jóvenes y mayores, permitiéndoles conocer el espíritu y la sencillez de un pueblo hecho peregrino. Pero no podemos olvidar que hablamos de un camino de Fe, donde todo se

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50 aniversario comparte con el hermano, sin mirar su procedencia, rezando al caer la noche y celebrando la eucaristía en comunidad. Como dijera un día Antonio Machado: “Caminante, son tus huellas el camino, nada más; caminante no hay camino, se hace camino al andar” se advierte, que en la vida, nada hay escrito, que la vida es un tortuoso camino por recorrer, el cual debemos caminar alimentándolo con nuestras experiencias y emociones, descubriendo y creando, y por tanto desde la Fe en la Virgen del Rocío a través del Divino Pastorcito, tenemos que aprovechar cada paso de este camino para crecer como hombres, como cristianos y por supuesto, como rocieros. Que año tras año renovemos ese compromiso con nuestros hermanos y la Hermandad, no debe entenderse este camino en solitario sin la mano de una Hermandad que nos una, a pesar de los tiempos o las personas. Tenemos que seguir trabajando juntos por esta maravillosa escuela de devoción rociera para que nos haga crecer en Fe y devoción a la Virgen. Llevemos pues, como bandera, el mensaje de Benedicto XVI para el Año de la Fe: “Lo que el mundo necesita son Testigos de la Fe” y seguro que el caminar de los hombres de Gines será por siempre el más hermoso reflejo de ello.

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“Llevemos como bandera el mensaje de Benedicto XVI para el Año de la Fe: ‘ Lo que el mundo necesita son Testigos de la Fe”

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Los primeros 27 Fernando Pacheco Vega

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n una tertulia que teníamos en el casino planteé mi interés por ir al Rocío andando y así conocer el camino que hacía la Hermandad de Gines. Los contertulios no mostraron interés, unos porque ya lo conocían y otros porque acababan de llegar de la Romería. Por fin, después de muchas tertulias hablando sobre ello convinimos en realizar la idea y así el día 18 de julio del año 1964, en un autobús que puso a nuestras disposición José Antonio Cabrera, Gerente de la Cooperativa de Autobuses, partimos 27 hombres de Gines hacia Villamanrique, desde donde iniciamos la peregrinación para postrarnos a los piés de la Virgen del Rocío, siendo las 2 de la tarde, con un sol de justicia y toda suerte de incomodidades. Estos hombres fueron: Eugenio Cabrera Pavón, José A. Cabrera Pérez, Fernando Pacheco Vega, José Luís Melo Hurtado, Joaquín Cabrera Vega, Manuel Camino Camino (Tato), José Luís Camino Camino, Dionisio

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Camino Payán, Ángel Campano Florido, Manuel Cotán González, Manuel Camino Vega, Manuel Fernández Pérez, Jerónimo López Gordillo, Jaime López Rodriguez, Jesús López Rodriguez, Evaristo Melo Tejón, José Melo Ortiz, José Míguez Hurtado, Celedonio Palomar Camino, Antonio Palomar Cortés, Gonzalo Pavón Mora, Juán Pavón, Juán A. Payán Cabrera, José Míguez Pavón, Manuel Pérez Montiel, Crescencio Pérez Pavón y Antonio Silva Rodriguez. El poeta pasaba unos días de verano en el Rocío, y coincidió con la llegada de los hombres de Gines. Los vió acercarse por el camino del Ajolí y los acompañó cuando se postraron delante de la Virgen. Al salir de la Ermita encontró y recogió una vara que, tras servirle de báculo, había olvidado un romero. Poco después escribió: Con la vara que ha olvidado un romero por mi cuenta y porque quiero yo mismo me he consagrado rociero. Rociero que ayer llegaste de Gines el sueño en flor en los ojos el cuerpo oliendo a rastrojos y el alma oliendo a jazmines. Gracias, amigo romero por tu sueño y por tu olvido que por ellos yo he podido consagrarme rociero. (Manuel Benítez Carrasco) 11


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n las décadas de los años sesenta y setenta, el único centro de reuniones que existía en Gines era el Casino. Allí se gestaron muchas de las ideas que pusieron en marcha la vida de nuestro pueblo; muchas ideas nacieron allí, donde se reunía toda la juventud, se discutían los problemas de Gines, y llegaron los Cursillos de Cristiandad, que fue la puesta en marcha de la juventud. Después de esta puesta en marcha, se empezaron a hacerle frente con valentía a los problemas de nuestro pueblo, se aumentó las buenas rome-

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50 años de historia José Luis Melo Hurtado rías que se hicieron con la Hermandad del Rocío para esta juventud, era demasiado generoso todo esto, surgiendo la idea de hacer una peregrinación en pleno verano, para que fuera unida al sacrificio del calor y el peso de las mochilas; tengo que reconocer que de dicho Centro salían los mejores jóvenes para formar parte de las corporaciones municipales y hermandades. Así que de estas charlas salió la idea de la primera peregrinación al Rocío, y en verano donde llevaba asegurado el esfuerzo y el sacrificio, sin medios para que la carga fuera más ligera. La carga era el macuto con

la comida y la cantimplora de agua y una manta para el cobijo de la noche. La fecha, un 18 de Julio a las tres de la tarde; nos trasladamos en un autocar hasta Villamanrique. En las calles de este pueblo no se veía ni una sola persona, el calor era sofocante. Cada uno con su macuto a la espalda y la cantimplora a la cintura, comenzamos a andar por un camino que conducía a la dehesa de Gato. El camino era hondo rodeado de chumberas y dos cuartas de arena donde se enterraban los pies al andar; en este trayecto hubo quien sufrió una lipotimia. Llegamos a la dehesa de Gato donde descansamos

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y nos refrescamos un poquito. Reanudamos el camino hasta el Palacio del Rey; ya todo el camino era de arena. Llegamos al Palacio donde paramos hasta por la mañana, para salir a las seis. En esta noche, calurosa pero serena, se rezó el Santo Rosario. Ni que decir tiene que este tipo del Santo Rosario no se conocía, pero cansado del peso del camino rezado por treinta hombres en esa inmensidad de Palacio donde las estrellas son más claras, unido a la fe y entrega de treinta hombres llenos de fe, fue impresionante, estamos seguro que la Virgen estaba allí con nosotros. Al amanecer, nos pusimos en marcha para llegar al Rocío a la hora de la Santa Misa, que fue apoteósica. La convivencia fue signo de peregrinación, de amistad, de entrega, quedando el compromiso para el año próximo. En este primer año no se hizo bautizo, sólo hubo

unos momentos de relax entre bromas comparando el esfuerzo con artistas de cine y políticos, por lo bien que estos lo pasaban entre ellos Balduino, Fraga y otros, sirviendo de guasa, hubo quien dijo “a mí que me despunten”. Al año siguiente se propuso la idea de salir de Gines por la mañana, no se llegó a un acuerdo, pero sí salimos por la mañana Matías, Juan Antonio Camino, José Cabrera Vega, Fernando Pacheco y yo. El resto salió a mediodía, pero el año siguiente se acordó salir todos por la mañana, pues se comprendió que era mucho mejor, aumentando el número de peregrinos. Al año siguiente fue el bautizo con el ritual de costumbre: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo con el nombre de….” relacionado con el paso de la Virgen (ráfaga, varal, corona...). Y a partir del tercer año, sobre todo a los niños, relacionados con el Pastorcito y con plantas autóctonas del camino (romero, tomillo, almorabú…) y otras cosas del camino como “agüita fresca del pozo de Palacio”. También se acordó que haríamos una comida en común (potaje de garbanzos), pero el problema era el medio de transporte. A alguien se le ocurrió la idea de un carrillomano, y así fue; se cargó con 25 kilos de garbanzos y el aceite, amarrando una cuerda delante que tiraban de él, y otro lo sostenía por las varas. Los enseres y anafe los llevaban otros, cuando se cansaban los solta-

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ban en el camino para que lo cogieran los que venían detrás; fue apoteósico. El grupo fue aumentando. Cada uno llevaba su propia agua sin que nadie se quedara sin beber, pues siempre tenía la cantimplora del compañero. Años más tarde se realizó la gesta de llevar un tractor con neveras con cerveza fresca sorprendiendo a todos los hombres; esto se hizo generosamente por un grupo de hombres encabezados por D. Salvador Cruzado. Con el paso del tiempo tuvimos un pequeño problema: un pequeño grupo querían hacer la peregrinación a su manera, prescindiendo de las costumbres de ellas, como el carácter piadoso, el Santo Rosario, la oración del Ángelus o la Santa Misa, cuestiones que no llegamos a ponernos de acuerdo por lo cual se hizo este pequeño grupo, estando separados durante unos pocos años, hasta que en las Bodas de Plata se llevaron a cabo conversaciones para hacer la peregrinación todos juntos. Tengo que hacer mención de agradecimiento al grupo militar que se hermanó con la Hermandad para hacer dos peregrinaciones extraordinarias. Por su gentileza disfrutamos de cisterna para agua y camión para transportar provisiones. Nos llevaríamos horas y horas escribiendo anécdotas, estando preparando los 50 años de la peregrinación. Que la Santísima Virgen del Rocío nos dé fuerzas para poder vivirlo con Ella y con Hijo. ¡¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO!! 13


50 aniversario

Hombres de Fe Setabell

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“Pero nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe para salvar el alma” (Heb. 10.39)

l azulejo que, en la entrada de la ermita de Santa Rosalía, se colocó con ocasión de las Bodas de Plata, y que recuerda la primera peregrinación de Hombres Andando al Rocío, dice de esta manera: “Sin otros recursos que su fe en la Santísima Virgen, el 18 de Julio de 1964 salieron andando hacia el Rocío, unos hombres de Gines, que fueron los pioneros de las peregrinaciones rocieras en los meses de verano”. Y creo que define bastante bien el espíritu que motivaba a aquellos hombres. Una fe activa que se manifiesta en las acciones y en las obras. Recuerdo la impresión que me produjo la primera vez que asistí a la reunión preparatoria de la peregrinación. La citación fue en la terraza de verano de un bar de Gines; allí nos encontramos quince o veinte hombres. Cuando estuvimos todos, y antes de

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plantear los temas organizativos, nos pusimos de pie y se rezó un Avemaría a la Virgen para implorar su protección. Ver a estos hombres rezar en medio de una terraza y, rodeados de gente, manifestar su fe en la Virgen, fue maravilloso. A continuación, alguien hizo la pregunta ritual: ¿Vamos al Rocío andando este año? Una vez acordado que sí, se resolvían otras cuestiones como fecha, menú de ese año, cocinero, itinerario, vehículos, etc. Muchos de estos temas estaban ya resueltos por la experiencia de años anteriores, pero se planteaban para verificar cómo habían resultado el año anterior y, si hacía falta, hacer las oportunas correcciones. Después de cincuenta años, nos sigue llevando el mismo espíritu y el mismo amor a la Santísima Virgen. Sigue imperando el mismo ambiente de alegría, cordialidad y hermandad que hemos heredado de aquellos primeros peregrinos. Y, como una pequeña muestra, se sigue rezando el Santo Rosario. Tras la cena, cansados del camino se hacen bromas y se cantan sevillanas y, súbitamente, con un silbato se anuncia la hora del hombres de Gines andando al Rocío


50 aniversario

Rosario. Se hace un silencio impresionante, y se van desgranando las Avemaría; en cada misterio, se han recordado los enfermos, los ausentes de otros años, las familias y sus problemas concretos… y así todo lo que traemos ante la Virgen, y todo lo ponemos en común. Al día siguiente, domingo, sólo queda el último tirón para llegar ante la Madre que nos espera para acogernos y bendecirnos; Pastora, Reina, Gitana, ya estamos otra vez

aquí. Y, mientras participamos de la Santa Misa, recordar y agradecer a aquellos primeros hombres de Gines, que tuviesen la osadía de ponerse en camino hacia el Rocío por primera vez, y lo hayan seguido manteniendo durante cincuenta peregrinaciones. Ellos son nuestra referencia y, los que nos hemos incorporado a través de los años, sólo hemos de seguir su ejemplo y, sobre todo, mantener nuestro espíritu de fe en la Santísima

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Virgen, estando seguros de que con su protección todo es posible. Entonces, ante la mirada de la Virgen, se da uno cuenta que todos los sacrificios, los cansancios, los sudores, han merecido la pena. Y a esperar el año siguiente.

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Cincuenta Avemarías

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incuenta Avemarías tiene el Santo Rosario, como los cincuenta años que cumple la Peregrinación de los hombres de Gines, desde que veintisiete de ellos decidieron caminar en una época estival, cuando el sol más apretaba para llevar sus peticiones y gracias a la Santísima Virgen del Rocío. Quisiera contarles cómo se vive el Santo Rosario del camino de verano, y para ello he rescatado un artículo que yo escribía en Diciembre de 1996 en el boletín de nuestra Hermandad, y que en aquel entonces titulé “GRAN CONVIVENCIA”. Nos dicen que estamos locos, así nos califican a muchos de nosotros en nuestros trabajos o nuestro entorno, cuando decimos que en Gines los hombres vamos andando al Rocío en pleno Julio. Pero yo pienso que estamos bastante cuerdos, porque en este mundo que nos ha tocado vivir (donde nada más se ven cosas malas y sólo hay que poner la televisión a la

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Alfonso Melo Márquez

hora de comer para verlas), en Gines cogemos las mochilas y nos echamos a caminar inhibiéndonos de todo ello, con una sola idea, la de convivir durante dos días hasta alcanzar la meta de poder postrarnos a las plantas de María Santísima del Rocío (¿Qué poder tendrá ella que a tantos nos llena de su bendita

gracia?). Durante la Peregrinación de este año, y es por lo que me atrevo a escribir estas líneas, ha habido un momento en el que la palabra CONVIVENCIA habría que escribirla con letras muy grandes, y os cuento: Eran las once de la noche y daba comienzo EL SANTO ROSARIO. Habría unos ciento cincuenta hom-

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50 aniversario

bres de todas las edades, en un marco incomparable, todo en silencio, ni una luz siquiera, sólo el resplandor de las estrellas que alumbraban el cielo, y en la mente de todos la estrella más grande ¡la Santísima Virgen del Rocío! Los misterios se rezaron cantando con la participación masiva de los allí presentes pidiendo y ofreciendo a la Virgen. Fueron momentos de amor y de querer renovar nuestra Fe Cristiana. Pero hubo un momento en el que creo que a todos se nos hizo un nudo en la garganta, un escalofrío nos recorrió todo el cuerpo cuando un padre pedía con gran amor a la Virgen que acogiera en su seno a sus dos niñas que había perdido recientemente. Miren ustedes, gracias a Dios he vivido muchos Rosarios tanto en Romería como en las Peregrinaciones, pero

este no se me olvidará en la vida, dejándome una honda huella en lo más profundo de mi corazón. Quiero decir con todo esto a los que piensan que estamos locos que en el Rocío da tiempo de todo; de rezar, meditar, convivir, reír, tomar copas con los amigos, pero seguro que la verdadera significación de la palabra ROCÍO quien la busca, la encuentra… Han pasado ya muchos años de esta vivencia y este año los hombres andando de Gines (y cuando digo de Gines cuento a todos, sean o no nativos de nuestro pueblo, porque todos los que han vivido este camino son peregrinos de Gines), cumplen cincuenta caminos y con ellos 50 ROSARIOS, rosarios vividos y sentidos de verdad, aniversario en el Año de la Fe. El Rosario es el momento que yo pienso que no sabemos explicar cuando

hombres de Gines andando al Rocío

llegamos a casa el domingo, porque para todos es un momento increíble y único, donde cada uno de nosotros nos atrevemos públicamente a dar las gracias o a pedir por algún motivo. Como se vive ese momento en la noche, con sólo la luz de las estrellas y la del infernillo que calienta el bendito puchero, tantos niños, jóvenes y mayores escriben con letras mayúsculas ESTE ES EL ROCÍO Y EL ROSARIO DE LOS HOMBRES DE GINES, lo llevamos cada día del año dentro de nuestros corazones y nos renovamos cada mes de Julio, y yo te doy las gracias Señora por estar tan loco y quererte tanto, te pido que me des mucha fuerza y renueves cada día mi Fe para que cada mes de Julio, y hasta que tú quieras, pueda hacer el camino para verte acompañado de mi hijo. 17


50 aniversario

Para Ti: 50 años de Camino de verano del Rocío de Gines Luciano Míguez Melo

Felicidades para todos los que lo hicieron posible, los que hoy están y los que hoy lo ven desde los Cielos. Gracias a todos por este bien. Soñaba con ser un hombre. Cuando empezaba a soñar tenía sólo 14 años y hoy tengo 51 sin dejar nada de lo que he sido y tengo en la vida, quisiera ser ese niño de 14 años para irme al Rocío del verano de Gines y que me volvieran a bautizar con mi nombre que tan orgulloso lo llevo desde entonces como es el de “Benjamín de la Raya” por ser el más joven que iba en la peregrinación. Me lo puso mi tío José Luís Melo y me bautizó nuestro entrañable Paino que en gloria esté; me bautizaron en el puente de Palacio con vino dulce de la bota de Gonzalo, no había vino blanco, se había terminado y aún recuerdo la “jartá” de moscas que llevé hasta Palacio primero y después hasta El Rocío. Por entonces los niños, como hoy, no podíamos ir al Rocío del verano si no teníamos los 18

14 años cumplidos, porque decían que en las conversaciones de los hombres no podíamos meternos los niños. Hoy, gracias a Dios, es una bendición ver a esos niños tan pequeños haciendo el Rocío. Tengo en mi mente esas vivencias y recuerdos hasta el día de hoy. Gracias papá por llevarme a los 14 años al Rocío andando por primera vez; recuerdo cuando llegábamos a Villamanrique a mis hermanos y a mí nos repartía en el “macucu”, como a ti te gustaba llamarlo, las latas de melocotones en almíbar caliente, las de atún y mejillones así como las pringá que preparaba mi madre y hoy sigue siendo esa pringá tradición en mi familia, hasta el punto que algunos amigos se reenganchan; cómo pesaba ese macucu como mi padre lo llamaba. Recuerdo el año 2000 cuando tuve que bautizar a mi hijo David con el nombre “Nací Rociero”, qué cosa más grande para un padre. Recuerdo a Paino en esos desayunos del camino entonando con el grito de los pavos y cómo le contestaban dichos pavos, o ese

hombres de Gines andando al Rocío


50 aniversario picaó del Pozo Máquina de Manuel Prosperito, los Cocas o Santos… Qué ratos más grandes. Recuerdo el bautizo de mi hermano Eugenio por la Raya Chica cuando el Quitito le quitó el peluquín a otro hermano que se estaba bautizando y se lo puso a Paino y le sobraba media calva. Recuerdo esas noches de Palacio… ¿Quién no se acuerda de los ronquios del Niño el Moreno?, de los chistes de Polvillo, Manolete o de ese niño pequeño Arturito, o de los saltos de la alambrada de Palacio sonámbulo de Luís García de Tejada, o esas picotas tan buenas que traía el Niño Palomar… qué salidas más bonitas de Palacio al amanecer el día, cuando cruzaban esas manadas de ciervos con sus cervatillos pequeños de un lado a otro. Son, sin duda, muchos momentos inolvidables… después de lo más grande que es ver a nuestra Madre del Rocío cuando llegamos a su Ermita. También me quedo con los últimos Rosarios de por la noche. No se pueden explicar con palabras si no se está presente, con ese manto de estrellas... ¡Qué sosiego más grande y cuántas personas se nos vienen a la memoria! Esos momentos de acción de gracias y peticiones que salen de lo más hondo de nuestro corazón... Os invito si queréis cambiar por dentro, no perderos el Rosario del Camino de los Hombres Andando. No quiero terminar sin antes decirles felicidades a los 50 años del Camino de Verano de Gines, con el siguiente texto: hombres de Gines andando al Rocío

En un Camino de Verano andando un poeta, que ahora os diré su nombre, pasaba unos días del verano en El Rocío y coincidió con la llegada de los hombres de Gines. Los vió acercarse por el camino del Ajolí y les acompañó cuando se postraron hasta la Virgen del Rocío. Al salir de la ermita encontró y recogió una vara que, tras servirle de báculo, había olvidado un romero. El poeta era Manuel Benítez Carrasco, y poco después escribió este poema sobre Gines y su camino de los hombres en verano. Merece la pena sentirse rociero de Gines.

Con la vara que ha olvidado un romero por mi cuenta y porque quiero, yo mismo me he consagrado rociero. Rociero, que ayer llegaste de Gines, el sueño en flor en los ojos, el cuerpo oliendo a rastrojo y el alma oliendo a jazmines. Gracias amigo romero por tu sueño y por tu olvido, que por ellos yo he podido consagrarme rociero.

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50 aniversario

El Grupo de Huelva Juan Pinilla / Luis Segura

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ara entender quién compone el llamado “Grupo de Huelva” en la peregrinación de hombres de Gines andando al Rocío es conveniente hacer un poco de historia y así poder tener una mayor idea del cómo y el porqué de este grupo. Durante más de 30 años viene haciendo el camino un conjunto de peregrinos que desde siempre se ha denominado como Grupo de Huelva y en esta página queremos hacer un poco de historia sobre su nacimiento, formación y actual momento. Hemos de partir que aunque el nombre se denomina Grupo de Huelva, la idea surge de

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un sevillano que en esos momentos trabajaba en el Polo Químico de Huelva y con unos cuantos compañeros choqueros comienzan sus primeros caminos impulsados como digo por este sevillano afincado en Huelva llamado Juan Valenzuela, que la Virgen tenga en su Gloria, y a la que tanto adoraba nuestro amigo Juan. Juan Valenzuela es el gran impulsor del grupo, ya que mediante los contactos con los amigos y el funcionamiento del boca-boca el grupo se va refrescando con peregrinos que van uno o dos años, luego desisten y otros que van dejando su poso año tras año y esto es lo que lleva a que dentro del grupo existe una base firme y fiel compuesta por catorce o quince hombres que, entre todos, divulgan esa fe y amor hacia la Reina de las Marismas, Un desgraciado año, y mientras salía la Hermandad del Rocío de Gines para hacer su estación de Pentecostés hacia la Blanca Paloma, mira lo que son las casualidades, fallece hombres de Gines andando al Rocío


50 aniversario nuestro compañero de peregrinación y amigo Juan Valenzuela, de forma fulminante, lo que en un principio podría resultar una ruptura o desaparición del grupo fue por el contrario un hermanamiento y un superior estímulo para la realización de la peregrinación de cada mes de Julio, siendo la figura y el espíritu de Juan al que nos aferramos como el vertebrador de este Grupo, decidiendo tirar para adelante, no obstante en todos nuestros comunicados en relación con la peregrinación hacemos siempre alusión a su persona como el “peregrino que no habla”. Dicen que el camino es duro, que hay que dormir en el suelo. Y yo digo que el camino hace buenos rocieros. Recuerdo hace ya unos añitos, cuando un amigo me habló, de un camino que hacían desde Gines, en el que sólo iban hombres andando, y que se hacía en verano, en el mes de Julio, nada más y nada menos, con toda la caló, me sonó a broma. Según me contaba le decían el camino de los locos. ¡Benditos locos!, nos llamó un día el cura que nos daba la misa en la Ermita de Santa Rosalía. Cuando fui por primera vez, no pertenecía al Grupo de Huelva, pero nos enamoramos ellos de mí y yo de ellos, y así las cosas y pasados unos años, me incorporé como uno más (aunque siempre he sido uno más de este singular grupo). ¿Qué se puede decir de los integrantes?, creo que no mucho, ya que quien lo conoce, sabe que es uno de los que más representación tiene en esta peregrinación, y que está siempre dispuesto a colaborar y participar en todo lo que puede. De su gente. Cuando se ve que año tras año se van añadiendo nuevos peregrinos, y que crece hasta el punto de formarlo en la actualidad unos 55 o más peregrinos ¿Qué puedo decir?... En este grupo, se siente el Rocío de una forma tan intensa, tan cerca del corazón de cada uno, que enamora de tal manera, que es hombres de Gines andando al Rocío

una experiencia fuera de lo normal. Tanto es así, que viene gente de diferentes puntos, y están deseando que llegue Julio para volver a vernos juntos de nuevo. Al final, el Grupo de Huelva se ha convertido en algo muy difícil de explicar. Con nosotros viene gente de varios puntos de Cataluña, Murcia, Alicante, Málaga, etc... Hemos traído gente de Estados Unidos, Suiza, estamos orgullosos de haber bautizado hace varios años a un escocés que aún sigue viniendo con nosotros y por supuesto de Sevilla. La gente del grupo de Huelva considera el camino como la travesía de una vida que transcurre en poco más de 24 horas, ya que nace en la ermita de Santa Rosalía como un bautizo, un andar por las arenas con sus penas y sufrimientos, un almuerzo y una cena de convivencia con los amigos, un rosario como ungüento reparador del alma, y una despedida alegre con la presentación ante la Virgen, meta de toda nuestra peregrinación y el cierre de un camino en hermandad. La semilla rociera enraíza tan profundamente en nosotros, que hay quien empezó siendo un niño, y que hoy ya son hombres hechos, y hacen lo imposible para no faltar a su cita con la Reina de las Marismas. Para no ir más lejos nuestros hijos que vienen desde pequeños y ahora incluso traen a sus propios hijos y nuestros nietos. Quizá, sea porque la gente de Gines nos han enseñado a ser eso que digo al principio, BUENOS ROCIEROS. Está claro que, si no fuese así, si no se sintiera el amor a la Señora, si no se sintiera lo que es ser rociero, si no se sintiera el pellizco del Rosario, si no se viese la buena voluntad desde el desinterés material, si no nos hubiesen enseñado a amar a la Virgen como hemos aprendido de la gente de Gines, este Grupo de Huelva no existiría. Gracias a nuestros amigos de Gines y por eso queremos decir con ellos ¡VIVA LA VIRGEN DEL ROCÍO! ¡VIVA LA MADRE DE DIOS! ¡VIVA LA REINA DE LAS MARISMAS! ¡VIVA EL PATORCITO DIVINO! y VIVA GINES. 21


50 aniversario

¿Por qué vamos al Rocío? Alfredo Santiago López

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a hace más de 40 años, con motivo de esos Rocíos que hacíamos en julio un puñado de hombres, escribí un poema que en lo fundamental decía:

¿Por qué vamos al Rocío? No hay caballos ni carretas ni mujeres ni otras cosas que un día buscastes en la fiesta. Cada cual sabrá por qué pero hoy desde los cielos la Virgen está apuntando los cuarenta rocieros que van al Rocío andando.

Quería peguntarme que ese peregrinar en julio a cuarenta grados a la sombra sería por algo más profundo. Y es que el ser humano está lleno de problemas y de incertidumbres. El Rocío te tranquiliza, te da muchas respues-

tas. Y más ese Rocío del Verano, impropio e inoportuno, donde predomina la convivencia y el sentido de hermandad, de donde brotan los buenos sentimientos. Todo esto unido a nuestras creencias nos da confianza plena en Ella para darle sentido a nuestra vida.

“El Rocío te tranquiliza, te da muchas respuestas. Y más ese Rocío del Verano, impropio e inoportuno” Pastora de las Marismas! Tú que mueves las estrellas que traes la Noche y el Día que cuando Tú quieres llueve y el sol va donde Tú digas ¿verdad que vas a curarme este dolor y esta hería, y me vas a dar ilusiones para luchar en la vida? Gracias Rocío.

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hombres de Gines andando al Rocío


Sentimientos de juventud

Caminando entre hermanos Jesús López Pérez, 12 años

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odos los años que llevo haciendo el camino de “los hombres de Gines”, lo he hecho sabiendo que voy entre hombres que no sólo son personas acompañando, sino hermanos que te ayudan siempre para lo que necesites. Además te apoyan y te quieren como uno más de la familia. Por eso he querido reflejar en un papel lo que siento hacia esta comunidad de hermanos. Lo que más me gusta, y siempre estoy esperando, es poder acampar entre pinos viendo las estrellas. Cuando voy andando con mis primos y mis amigos tengo algo dentro que no termino de acertar qué es. Creo que el verdadero sentido por el cual vamos andando todo el tiempo es ver a la Virgen y ofrecerle nuestro esfuerzo, no sólo para beber y divertirnos. Mi primera experiencia fue la mejor, sin duda, porque me bautizaron con un nom-

bre que me gustó muchísimo, “Angelito que guarda la Virgen”. También la impresión que tuve fue muy buena al ver tanta gente siguiendo caminos de arena para ver a la Virgen del Rocío en su ermita de la aldea. Me gustaría que un año hiciésemos un camino largo de dos o tres noches. Así sería más bonito y se disfrutaría más, y estoy seguro que la Virgen nos lo tendría en cuenta.

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Sentimientos de juventud

Deseando que llegue el día Álvaro López Pérez, 9 años

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mpecé a ir con los Hombres Andando con sólo 6 años, y ya llevo dos años haciendo el camino, con mi padre, mi hermano, mis tíos, mis primos y muchos amigos. Una de las cosas que más recuerdo y que más me gustó de mi primer camino es

“En mi bautizo me pusieron ‘Color Moreno del Peregrino’“ el bautizo. Me lo pasé muy bien, me pusieron de nombre “Color Moreno del Peregrino”, además de perdido de porquerías, que me fueron echando por el pasillo entre hombres y niños. Siempre he ido andando, menos cuando me ensuciaron en el bautizo, que no podía andar porque tenía los botines mojados y sucios, entonces me montaron en el coche de mi padre, que por cierto se le pincharon cuatro ruedas, 24

dos del coche y otra dos del remolque. Entonces me fui con un hombre que tenía un Land Rover, porque tenía mucho sueño aunque fuese de día todavía. Y nos fuimos a la acampada, donde dormí con saco dentro de una tienda de campaña, porque era mi primer año. Los demás años no tuvimos tienda, pero como era un poco más mayor estuve en el Rosario con mi padre. Al siguiente día nos levantamos muy temprano, desayunamos un “cola cao” con una tostada con aceite y jamón, que estaba buenísima, y cuando todos acabamos, partimos para el Rocío. Justo antes de llegar, estaba muy emocionado por la misa y por ver a la Virgen de cerca con todos los hombres que habíamos hecho el camino juntos. Me encantó la Misa porque cantaron muy bien, este año por fin voy a poder comulgar en el Rocío porque ya habré hecho la Primera Comunión. ¡Me lo pasé muy bien! Estoy deseando que llegue el día, coger mi mochila, salir andando y rezar delante de la Virgen. hombres de Gines andando al Rocío


Sentimientos de juventud

Mi camino del Rocío Ignacio López Rivas

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ste camino es para mí, aparte de un camino de fe, un par de días de risas con los amigos, pero siempre con el fin de ver a la Blanca Paloma. Son dos días muy largos y pesados, ya que con el calor se hacen muy pesados pero se pasan volando al estar con los amigos. Yo tengo 16 años y ya llevo once haciendo el camino, este sería mi duodécimo. De estos doce, este también es el tercero que hago desde Gines, andando toda la noche hasta Villamanrique, y allí esperar al autobús que nos lleva a Almonte con los demás. Recuerdo que mi primera vez tenía 5 años, era el camino por la Raya, y yo iba con mi hermano Antonio, nos cansábamos muy rápido y la mochila la llevaba a ratos mi padre. Ya los siguientes años, al ver que nos lo pasábamos estupendamente, invitamos a que hicieran el camino con nosotros a amigos, primos, conocidos... y fueron muchos caminos buenísimos donde

cada noche nos llamaban la atención por jugar mientras se rezaba el Rosario. Tras tres o cuatro años, cambiaron el camino y ya no era por la Raya, ya que prohibieron la entrada a vehículos por ella. Los siguientes caminos eran más cortos y no eran de arena tan espesa, lo que los hacía más llevaderos. Pero yo nunca falto a mi camino que espero siempre cada año, he llegado a renunciar a ir a bodas de amigos de mis padres y campamentos sólo por asistir al camino, para mí son dos de los mejores días del año. El año pasado tuvimos una

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mala experiencia, que sólo terminó en anécdota y risas con los amigos, pues cogimos dirección Coria en vez de Villamanrique y tuvieron que recogernos en coche. Es un camino al que no pienso dejar de asistir cada año mientras pueda.

“Nunca falto al camino que espero siempre cada año. No pienso dejar de asistir mientras pueda” 25


Sentimientos de juventud

Dos pilares en mi mochila Alfonso Melo Míguez

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l camino de los Hombres Andando lo llevo haciendo desde que tenía cinco años. Este año cumpliré mis dieciséis años caminando con mis dos pilares en la mochila. Hace tres años que me falta uno de ellos, mi abuelo José, el que nos enseñó tanto a sus hijos como a sus nietos el camino de verano. Nunca podré olvidar esa mochila verde cacería que llevaba todos los años y que muchas veces no sabía dónde la dejaba. Desde días antes de la peregrinación me recordaba las cosas que tenía que llevarme y que las fuera preparando ya. ¡Cuántas veces me lo podría repetir al cabo de un mismo rato! Recuerdo con mucha alegría e ilusión aquel momento, cuando mis primos y yo, le entregamos la estatuilla del Peregrino en el cuarenta aniversario, fue un momento inolvidable de tantos que nos deja este camino, durante dos días caminando a pleno a sol

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y noche con el rezo del Santo Rosario, donde convivimos los hermanos rocieros. Abuelo ya no estás presente junto a nosotros, pero sigues llenando mi mochila de alegría y amor hacia la Santísima Virgen del Rocío, que era

el pilar de tu vida. El otro pilar, como no podía ser de otra forma, es mi padre. Desde el primer año caminando junto a él, él que con mucha ilusión me preparó por primera vez la mochila. Una mochila que llevaba

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muy poquita cosa, sólo la muda para el camino. Me cuenta que el primer año hasta que no llegó la hora del bautizo lo pasé mal, ya que no sabía mucho en qué consistía. Desde aquel momento he ido creciendo y viviendo con mucha intensidad cada camino de verano con los hombres. Recuerdo cómo cada año llegaba a la ermita con mucha ilusión debido a dos cosas, la primera, que después de estos dos días caminando llegaría a ver a la Santísima Virgen, y la segunda que ayudaría a misa junto a mi primo David. Hace tres años le planteé a mi padre salir desde Gines

andando y no coger el autobús de madrugada, sino que hacer un sacrificio e ir andando hasta encontrarme a las plantas de Nuestra Señora. Me dijo que sí, que haría un esfuerzo para hacerlo junto a mí, aunque no me confirmaba que los años venideros lo repetiríamos. Este año si la Virgen y el Señor quieren lo haremos por cuarta vez consecutiva. Papá espero poder hacer muchos caminos más a tu lado y con la presencia de abuelo siempre en la memoria, que fue uno de esos veintisiete valientes que hicieron por primera vez este camino de gloria hacia el Rocío y que estará siempre a nuestro lado

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con su mochila llena de amor para sus hijos y sus nietos. Gracias por tenerme siempre a tu lado y llevar mi mochila de Fe Rociera.

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No siempre estalla en primavera el “amanecer de la Virgen” Antonio María Palomar Sanz Altos y hermosos pinos en verano contemplan, el caminar acompasado sin tambor ni castañuelas de sudor y sed, goteando en tierras secas la frente del hombre que echa a andar al Rocío, para verla, sin que salgan las carretas. Nunca me he considerado un gran rociero, conozco muchos y muy buenos, y puedo decir, que no me supongo uno de ellos, sin embargo, una vez sentí a la Virgen tan

“No soy quien más te quiere, pero sí el que más quisiera quererte” cerca, estando a la vez tan lejos, que sin haber correteado en primavera por sus legendarios caminos de pinos y arenas, y alguna que otra botella, aprendí a valorarla, quizá, bastante más que tantos rocieros que se llenan la boca diciendo que “nunca faltan”. Eran las siete de la tarde de un caluroso día de verano, mi padre, en el patio de la casa; 28

sobre la mesa, una enorme mochila color verdoso, una pequeña jícara de metal anudada en uno de sus laterales, un sombrero de paja y “una medalla muy vieja, color bronce, con el cordón renegrío”. ¡Qué extraño! Lo único que entendía de aquel curioso ritual que se repetía cada verano, es que mi padre, aquel fin de semana, no dormía en casa y tampoco su medalla, no sabía dónde iba, tan sólo me daba un beso y al paso, cargado con la mochila, salía por la puerta. -Se va al Rocío. Me decía mi madre, -¿Al Rocío en julio? -Sí, al

camino de los hombres… Al año siguiente 2004, y con aquella frase taladrada en la memoria, la curiosidad pudo a la desgana que me suponía caminar hasta el Rocío, y aquel año me lancé a las arenas por primera vez, sin demasiada fe, y pocas esperanzas. No fue en primavera, ni un martes, ni un miércoles, no era Pentecostés, no habían ni bueyes ni carretas, sólo hombres que caminaban y novatos como yo que con el polvo, no parábamos de toser. Qué convivencia más asombrosa, qué naturaleza más hermosa, cómo cambió mi

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Sentimientos de juventud concepción del Rocío. Hasta entonces la idea de “Rocío” se me antojaba como una oscura e impenetrable noche de campo, pero todo cambiaría en el particular rito bautismal de aquel camino entre regueros de vino, cuando mi padre quiso que llevara el que fuera su nombre rociero durante años “Amanecer de la Virgen”. ¡Ay madre mía! desde entonces, y sin quererlo, cómo cambió todo, no me perdí un solo camino. Te había visto en el Sagrario vestida de negro y llorando por la muerte de tu hijo, pero este encuentro no tuvo nada que ver, fue muy distinto… Sabes que no soy quien más te visita, que no me escapo de Gines una tarde cualquiera de cualquier día para verte en la Ermita, sabes que no soy quien más te reza, ni el que más te quiere, pero sí el que más quisiera quererte, y eso, nadie me lo quita. Yo no presumo de quererte, al contrario que tantos que ni tan siquiera en el Rocío se acercan para verte. Los hombres andando al Rocío ha sido mi particular encuentro contigo, el Rocío más hermoso de todos, la más bella historia que contarán quienes quieran conocerla… mientras tanto, será un secreto entre los dos, Virgencita, ahora que nadie se entera… Sábado 24 de Julio de 2004: ¡Papá, papá despierta, que ya ha “amanecido la Virgen”! hombres de Gines andando al Rocío

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A los que un día dejaron la mochila En esta noche de luna de estrellas y luceros, bajo un cielo azul obscuro que parece terciopelo, son mis versos un homenaje a todos los que se fueron con la Virgen del Rocío buscando caminos nuevos.

porque la pueden tocar y levantarla del suelo sin que lo pueda impedir mi siquiera un almonteño. Yo sé bién que ellos están vivos, vivos en nuestro recuerdo, vivos en el corazón, vivos en el pensamiento… Lo que se muere es la carne, el Alma sigue viviendo.

Caminos sin alambradas sin arena y sin romero, caminos sin pinos verdes tan altos que quieren besar el cielo.

Bendita Blanca Paloma no sabes cuánto te quiero, que si me abriesen las venas hasta en la sangre te llevo.

Ella la Virgen les puso alas blancas ‘pa’ que elevaran el vuelo, y se marcharan un día a las marismas del Cielo.

Con el corazón te pido y con el alma te ruego, que a los que un día elegiste para llevártelos al Cielo, los protejas con tu manto y les des descanso eterno.

Manuel Zampalo Morón

Y allí están nuestros amigos están nuestros compañeros, allí están nuestros padres descansan nuestros abuelos y si Ella me lo permite desde aquí les mando un beso. Y sé que desde arriba ellos nos están viendo cómo hacemos el camino, herencia que ellos nos dieron y nosotros cultivamos para que siga creciendo, buscando por los caminos otros peregrinos nuevos. Dichosos los elegidos por la Reina de los Cielos porque la tienen tan cerca para decirle te quiero, 30

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Se fueron Juan Antonio Hurtado Díaz Se fueron… Aquellos hombres de Gines hace tiempo que se fueron. La Virgen los fue llamando lentamente a cada uno, para buscar otras Marismas de estrellas y luceros. Se fueron… Porque es la Ley de la Vida igual que nosotros un día de igual modo nos iremos. Pero aunque ellos no estén… nunca faltará un verano con hombres llenos de Fe con la palabra Rocío y en un abrazo de hermano. Pero aunque ellos no estén… nunca faltará un verano con hombres por los caminos cantando a los cuatro vientos que para ser rociero primero… hay que ser cristiano. Que vengan los poderosos que mandan en el mundo entero, a entender lo que es La Paz y una noche de Hermandad, con la medalla de Gines bajo el Cielo Rociero. Que venga todo el que quiera, todo el que quiera venir cantando coplas de Gines en un hermoso sentir. hombres de Gines andando al Rocío

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¡¡ Quién lo diría !! Carmelo Camino Camino

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n artículos anteriores otros compañeros han escrito sobre el origen y el porqué de esta singular peregrinación al Rocío fuera de las fiestas de Pentecostés y que iniciaron en el ya lejano 18 de Julio de 1964 un grupo de 27 amigos con mucho amor a la Blanca Paloma y una pizca de locura. Los más locos fueron Manuel el de Gambó, Antonio Silva, Eugenio el del Merino y el Titi Angelita, que iniciaron su peregrinar la noche anterior andando hasta Villamanrique esperando que los demás llegaran en la Cooperativa. Y quién lo diría, lo que pudo quedar sólo en una anécdota de excursión veraniega cumplirá los próximos 20 y 21 de Julio sus Bodas de Oro en un año en el que la Iglesia celebra el Año de la Fe, la misma que inspiró a aquellos primeros peregrinos. La segunda peregrinación se retrasó unos días ya que entonces nadie pensó que la primera pudiera tener con-

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tinuidad en el tiempo y no se pudo organizar para el 18 de Julio. Además, se esperó que Manuel Cotán, hermano de don Juan y peregrino del primer año, terminara sus fiestas de las Nieves en Olivares. En la tercera, 1966, aparece por primera y única vez el famoso carrillomano del Tato con los enseres para hacer el almuerzo y alguna que otra botella de mosto y que llevaban por turnos. El Niño Gonzalo cuenta una anécdota que tiene su gracia: cuando emprendieron camino a la Aldea desde Villamanrique con el carrillo lleno de enseres, un

vecino que les vió con tan singular transporte les preguntó que de dónde venían y hacia dónde iban, y al contestarle que de Gines y hacia El Rocío, el buen hombre no pudo por menos que exclamar: “¡Y luego dicen que los manrriqueños somos brutos!”. En todos estos años se han producido numerosos cambios como el de las fechas, la formación de dos grupos en el año 1977 que duró unos ocho

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50 aniversario años sin coincidir las fechas de salida, el aumento de peregrinos procedentes de otras localidades que ya son como nuestros, la logística con vehículos de apoyo y transporte, el paso por el camino de Hinojos… Pero el cambio que más dolió fue en 2006 cuando se tuvo que abandonar el paso por la Raya Real después de 42 peregrinaciones como Pentecostés tardío para los que no tenían la fortuna de hacerlo en primavera, o para los que repetían por amor y devoción a la Virgen del Rocío, y con ausencia total de incidentes en todos esos años. Ese año y el siguiente se tomó el Camino de la Virgen, que por demasiado próximo a la carretera parecía restar intimidad, y en el 2008 por el actual más al interior y buscando el Camino de Moguer antes de cruzar para la Ermita.

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Lo que sigue inalterable y vivo, como en aquel lejano 1964, es el espíritu de Fe y devoción hacia la Blanca Paloma, primer y único fin de la peregrinación, puestos de manifiesto en el rezo del Ángelus, el Santo Rosario y la Santa Misa del domingo a media mañana. No sé que tendrá esta peregrinación ni qué halo de amistad o confianza inspira, pero en ocasiones algunos de nosotros hemos sido confidentes anónimos de las preocupaciones de algunos peregrinos que nos cuentan con toda confianza, como si fuéramos amigos de toda la vida. Y créanme, al final de la charla quienes cuentan y quienes escuchamos terminamos más serenos y con un poco más de luz. Ni que decir tiene que también hay tiempo para la convivencia sana y alegre, el café y las tortas, la copa y el tapeo, el chiste y la sevillana y el peculiar “bautizo de los nuevos” con los nombres tan singulares que el ingenio de 34

José Luís Melo antes y Eugenio ahora les pone a cada uno, mientras Luciano los rocía de tinto hasta la cintura y los demás con lo que pueden, a pesar que la norma dice que sólo polvos de talco. En el puente de Palacio junto a la Raya Real, todos los nuevos que vienen se tienen que bautizar. A unos le lleman Retama a otros le llaman Lentisco, a otros le llaman Romero, todo esto lo hacemos por la Reina de los Cielos.

Y no olvidamos las papas con carnes y el puchero del Niño Gonzalo, tan clásicos como las torrijas en Semana Santa o los mantecaos en Navidad, y el desayuno al amanecer de las “bobas” con aceite y ajos, o la pringá del puchero, rociado con un buen café y una copita de Anís.

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50 aniversario Las anécdotas son múltiples y de todos los colores como bien las recordaban hace unos días veteranos ilustres como el Niño Gonzalo y Fernando Pacheco y otros más jóvenes como el Juani, Alfonso, Eugenio y Luciano. Además de la mencionada del carrillomano y el manriqueño, cuentan que un año el Rubio el Merino (Manuel Payán Cabrera) se hartó de recoger piñas en un saco para la candela del almuerzo llevándolas a cuesta, y no le sirvió de nada porque al llegar a Palacio había piñas por montones. O el grupo que se perdió y al querer incorporarse siguieron a una polvarea enorme que resultó ser de una piara de ovejas y no de los peregrinos. O unos “perdios del tó” al que les cogió la noche y se quedaron a dormir en medio del campo sin percatarse hasta el amanecer que durmieron junto a ocho hermosos toros ocho, apartados para una corrida. Y hablando de toros, el que estaba suelto en medio de la Raya en el 2002 que perdió la querencia

huida y dándole con el rabo en la mochila a su compañero Luís. La tensión y el miedo fueron muchos y creo que ahí la Virgen del Rocío nos echó un capote grande. O el nuevo que a la hora del bautizo estaba “acostao” en el suelo con una borrachera de época, casi sin moverse y alguien dijo que “en vez de bautizarlo había que darle los santos óleos”. A Fernando Pacheco se le ocurrió decir que llevaba una talega con cubitos de hielo para la fruta y casi

y antes de saltar la alambrada arremetió contra algunos más próximos pasando por encima de Rafael del grupo de Huelva, que cayó en la

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50 aniversario todo el mundo le pidió que le guardara las suyas, teniendo, encima, que llevar él la talega. Y José Antonio Cabrera que quiso compartir con algunos peregrinos un papelón de jamón que llevaba y al echarle mano se encontró sólo el papel. También ha habido “momentos accidentados” como atascos de tractores, remolques y toterrenos, el descosío del pantalón de un amigo, que debía esperarlo pues llevaba aguja y hilo, y el emperramiento del bueno de Matías al querer coger un camello que había por la marisma… Y, cómo no, momentos más entrañables y emotivos como que Alfonso Melo diera hace pocos años la Comunión a los peregrinos, junto al Sacerdote oficiante, siendo la única vez que ha ocurrido, que el Niño Gonzalo y Miguel Palomar llevaran un año a dos niños saharauis de vacaciones en Gines, y en especial la noche de entrega de las estatuillas a los peregrinos con más años de peregrinación con motivo

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del 40 aniversario y que hoy recordamos con nostalgia y tristeza, que no olvido, por las ausencias. Peregrinación de verano con Gines… in-

cómoda y cansina pero ¡Qué maravilla! Y cuando después del rezo del Santo Rosario con sus emociones, el caldito de puchero, o el cigarro y el

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50 aniversario ravillosos locos que en julio de 1964 iniciaron estas peregrinaciones de verano, unos felizmente entre nosotros y otros ya en esa parcela que Gines tiene en el Cielo junto a la que siempre fue su Reina y Señora, ansiosos de que llegue Julio y vernos caminar de nuevo, a todos nuestro más sincero agradecimiento por su legado. Y los que se fueron siempre estarán en nuestra memoria… y lo que no se olvida, no muere del todo. Gracias amigos, un beso de todos nosotros.

cubatita y no te apetece ver el “show de Marcos” que es todo un acontecimiento, te dejas caer, reventaito, sobre la manta o el saco de dormir en el suelo duro como colchón de foñico, es una delicia dormir con el eco de las sevillanas que los peregrinos cantan como nadie y que en el silencio de la noche es la más dulce de las nanas. Y si no duermes…a contemplar el firmamento y pensar que en unas horas cumplirás con el fin que te hizo tomar el camino un año más: emocionarte al contemplar la tímida y serena mirada de la Blanca Paloma mientras le rezas un

Avemaría. Y en nuestra Casa de Gines la penúltima copa y la despedida del amigo con un “hasta el año que viene si Ella quiere… y mañana faltará un día menos para la siguiente”. A aquellos 27 ma-

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Nuestro más sincero agradecimiento al Ayuntamiento de Gines, y en especial a la Sra. Delegada de Participación Ciudadana, doña Mª José Posada Vera, por la ejecución de este azulejo conmemorativo en la Escuela de Artesanos “Della Robbia” de Gelves.


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