Editorial 5150 S.L. no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores y/o lectores, así como del contenido material redaccional y gráfico por ellos remitido, física o telemáticamente, y aquí reproducido. Foto: Airbourne (Barcelona) © Eric Altimis
EDITORIAL Sin comerlo ni beberlo ya estamos con la agenda de 2017 encima de la mesa. Por eso está bien, antes de empezar a anotar en sus páginas, coger aire y dedicarle unos minutos, o más bien unas cuantas horas, a repasar lo que el año saliente ha dado de sí. Como viene siendo tradición en cada número de enero, os ofrecemos una lista, totalmente subjetiva y discutible, como lo son todas, de los 50 discos con los que más hemos disfrutado. Una buena oportunidad para recuperar, o descubrir, mucha de la buena música que ha llenado RockZone en los últimos doce meses. Enjoy!
SUMARIO
Nยบ 132
7 / INTERFERENCIAS
20 / EVERY TIME I DIE
24 / SOCIAL DISTORTION
30 / AGAINST THE WAVES
34 / AFI
40 / FRANK CARTER
48 / CAGE THE ELEPHANT
51 / TOP INTERNACIONAL
94 / TOP NACIONAL
116 / TINY MOVING PARTS
120 / DROPKICK MURPHYS
126 / SATURNA
130 / THE ANSWER
134 / EN DIRECTO
146 / DE GIRA + AGENDA
148 / FIGURAS COLATERALES
INTERFERENCIAS TODO LO QUE NO QUERÍAS SABER PERO QUE TE CONTAREMOS DE TODOS MODOS
Editorial 5150 S.L. C/ Zamora 46-48. 4º 1º B. 08005 Barcelona Tel: 93 300 66 33 www.rockzone.com.es rockzone@rockzone.com.es Director/Redactor jefe: Jordi Meya Subdirector: Richard Royuela Redacción y edición: Pau Navarra Dirección de Arte y Maquetación: R2D2 Responsable de publicidad: Álex Tamburini, C/ Zamora 46-48. 4º 1ª B. 08005 Barcelona. Tel.: 93 300 66 33 / 638 41 57 03; editorial5150@gmail.com Colaboradores: Carles Ramírez, David Garcell, Jesús Brotons, Pablo Porcar, Samu González, Jordi Pons, Marc López, Xavier Iriarte, Andrés Martínez, Hugo de Cominges, Pau Ardid, Ignasi Trapero, Toni Castarnado, Sandra Astor, Lluís S. Ceprián, Jordi Forés, Luis Benavides, Eduard Petrolillo, Ignacio Reyo, Laura Clavero, Kiko Vega, Gonzalo Puebla, Fer Díez, Toi Brownstone, Alejandro Lozano, Karles Sastre, Eneko Celestino, Jorge Fretes, Abel Valdelvira, Rocío Sánchez Fotógrafos: Carles Rodríguez, Alfredo Arias, Eric Altimis, Rubén Navarro, Nadia Natario, Toni Villén, Javier Pérez. Web Rock Zone/Zona Zero: Ramón Franco (MONs), Rubén González (krater), Rubén Cougil (Kreeper), Jorge Pérez (Fear 57), Manuel Piñeiro (ManuKn), Marta Mariño (Smartita), Israel Higuera (wirrak). Foto de portada: Nadia Natario
NEW DEL MES_ NINE INCH NAILS LOS FANS DE NINE INCH NAILS RECIBIERON UN REGALO INESPERADO DE NAVIDAD. EL 23 DE DICIEMBRE, TRENT REZNOR LANZABA UN EP TITULADO NOT THE ACTUAL EVENTS CON CINCO TEMAS NUEVOS.
E
n diciembre de 2015, Trent Reznor anunció a través de Twitter que en 2016 habría nueva música de Nine Inch Nails. Sin embargo, los meses fueron pasando y no había ninguna novedad al respecto. Reznor parecía más interesado en su faceta de compositor de bandas sonoras (sus últimos proyectos son el documental Before The Flood sobre el cambio climático y Patriots Day, la película de Peter Berg sobre los atentados de la maratón de Boston) que en reactivar a la banda que le dio la fama. Y aunque el pasado octubre en una entrevista con Zane Lowe en Beats 1 Radio Reznor reconocía que estaba trabajando con su colaborador Atticus Ross en nueva música de NIN, por sus palabras tampoco se deducía que fuera a cumplir su promesa. “Las cosas van bien y cuando tengamos algo que creamos que es excelente lo soltaremos al mundo”, dijo ambiguamente. Pero el genio de Cleveland tenía un as en la manga y el 16 de diciembre colgaban en su página web un comunicado en el que anunciaban el lanzamiento de un nuevo EP para la semana siguiente. Titulado Not The Actual Events, incluye cinco temas
nuevos: ‘Branches/Bones’, ‘Dear World’, ‘She’s Gone Away’, ‘The Idea Of You’ y ‘Burning Bright (Field On Fire)’. “Es un disco poco amable y bastante impenetrable que necesitábamos hacer. Es un EP porque ésa acabó siendo la duración adecuada para contar esa historia”. En el mismo comunicado también se confirmaba por primera vez a Atticus Ross como miembro del grupo. “Trabajar en estas dos películas y en Nine Inch Nails nos ha proporcionado un buen equilibrio y lo ha hecho todo más interesante”, declaraba Reznor en una entrevista a Rolling Stone pocos días antes del lanzamiento. Pero ahí no acababan las buenas noticias, ya que también se anunciaba la edición en cuádruple vinilo de The Fragile: Deviations 1, una nueva versión de su célebre álbum en la que han trabajado Reznor y Ross que incluirá 37 cortes con versiones instrumentales, tomas alternativas y temas inéditos. Su publicación está prevista para la próxima primavera. También están previstas reediciones en vinilo de Broken, The Downward Spiral y The Fragile con un nuevo mastering y diseño. Ojalá que tanta actividad signifique su vuelta a los escenarios.
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LO PEOR DE MÍ_ MAZAZO METÁLICO
U
no de los sectores más afectados por la revolución digital, además del de la música, es el de la prensa escrita. En RockZone bien lo sabemos. Aun así, me sorprendió que hace unos días, Team Rock, la editorial responsable de publicar Metal Hammer, Classic Rock y Prog en Reino Unido desde 2012, anunciara su fallida. Desde fuera, viendo la calidad de contenidos de las revistas y el dispendio de medios de sus galas de premios -los Golden Gods Awards y los Classic Rock Awardsen los que cada año contaban con la presencia de las primeras espadas del rock, Team Rock daba una imagen indestructible. Pero por lo que ha salido a la luz, la realidad era bien distinta. La empresa acredita una deuda de ¡11,7 millones de libras! y ha despedido a 73 de sus 80 empleados sin ningún tipo de indemnización. Reconozco que a veces he sentido envidia por las exclusivas, espectaculares sesiones de fotos y lujosas ediciones que ofrecían en sus publicaciones, pero viendo el precio que han tenido que pagar, casi doy gracias por jugar en regional en lugar de arruinarnos ganando Champions. (JORDI MEYA)
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@Todoporhoy ¡Pues lo nuevo de At The Drive-In pinta muy bien! @Kamelolo ¡Rammstein y Rancid en el Resu! De cabeza. @NYhilda @twentyonepilots ¡¡Fantástica sesión!! Ya están en mi lista de reproducción. @JesusChan Abono pillado para el Download. ¡Qué bien lo vamos a pasar! @JosepManel Glassjaw saca nuevo disco... ¿Alguien tiene influencias? Jajajaja @Perla26 ¡Que vienen HIM! @NuriaVodevil Me muero y lloro y me mato. Por puto fin podré morir casi tranquila. @petricvr ¿¿¿Holaaaa??? Esto no puede ser verdad, no, no. Como esto sea verdad no me lo puedo perder, me niego. 8
Sin duda éste fue uno de los encuentros más felices de todos los festivales en los que he estado. Llevaba muchos años siguiendo a Angelus Apatrida desde que los vi en un Sonisphere sin siquiera conocer al grupo, y desde el primer momento me enganché. Y por fin volví a tener la oportunidad de volver a verlos en un Viña Rock, con la suerte de que, al terminar el concierto, bebiéndome una cerveza los tenía justo detrás, y pude tener una conversación agradable y echarme la foto con Guillermo, su cantante, después. Sin duda un grupo muy humilde y que se merece estar donde está. (MIKEL) *¿Te has hecho una foto con algún músico famoso? Envíanosla a rockzone@ rockzone.com.es junto con un breve comentario sobre el encuentro y la verás publicada en esta sección.
DESDE EL TÍBER
Hola PILFS, ¿os acordáis de King 810? Os hablé de ellos hace unos cuantos números y os comenté por encima los problemas con la justicia que habían tenido. Pues bien, el pasado 17 diciembre decidieron cancelar su concierto en el Saint Andrew’s Hall de Detroit porque el personal de seguridad les prohibió entrar con sus armas a la sala, que por cierto, yo pensaba que eran de atrezzo. A principios de mes ya les había pasado algo parecido en Chicago. Pese a haber demostrado que tenían los permisos necesarios para viajar con ellas (cosa que ya me parece una locura), el club se negó a que entrasen con ese arsenal. El grupo parece que no comprendió la decisión de la sala y su respuesta fue clara y rotunda: no tocar. Y parece ser que de postureo no va la cosa, ya que su explicación es que las armas que llevan son por seguridad y que no dudarían en usarlas si se diese la ocasión. En un comunicado a través de su Facebook, la banda terminaba diciendo “Si esto es hacia donde va el país, que Dios nos ampare”. No me negaréis que cuando recomiendo un grupo lo bordo, ¿eh? (MARIUS TIBERIAN)
ZONA DE OZZYO
TEXTOS: JORDIAN FO, SAMU GONZÁLEZ FOTOS: DR
COCINA CANALLA Thug Kitchen (MALPASO)
S
oy nulo para la cocina. Nunca me ha convencido la idea de crear algo durante
una hora o dos para que luego sea devorado en apenas veinte minutos sin dejar rastro de mi genial obra. Para paliar este defecto personal, este libro surgido del blog Thug Kitchen me ha sido de gran ayu-
cetas que harán las delicias de los veganos (por ejemplo, coliflor
da. Gracias a su diseño moderno y al lenguaje directo (rozando
asada a la sriracha con salsa de cacahuete, tortas de frijoles con
lo barriobajero) que utiliza la pareja de chefs macarras a la hora
mayonesa de chipotle y coco, raviolis de tofu con marinara case-
de explicar las recetas, Cocina Canalla ha conseguido que me
ra o hamburguesas de judías blancas y lentejas rojas) acompaña-
ponga manos a la obra con más paciencia que nunca. “Hemos
das de numerosas fotos de platos sabrosos y sanotes en más de
parido este libro para ayudarte a dominar el puto universo de los
200 páginas que representan una guerra abierta contra la carne,
fogones. Estas páginas te servirán de guía para ascender en el
la sal, el azúcar y los aditivos; todo esto encontrarás en este libro
escalafón culinario sin sermones, rollos ni pavadas: sólo recetas
diferente sobre el arte de cocinar. Como reta su subtítulo, Atrévete
con vegetales, palabrotas y sabios consejos”. Sí, un montón de re-
A Comer De Puta Madre.
JF
SANGRE Y PERTENENCIA Michael Ignatieff (EL HOMBRE DEL TR3S)
L
os bordes de las páginas de
una Irlanda del Norte desangrada por la lucha del IRA contra los
este libro están teñidos de
paramilitares unionistas. Durante estos viajes Michael observa con
rojo, un color que se asocia
atención los comportamientos y razonamientos de los nacionalis-
rápidamente con la sangre y con
tas, llegando a reflexiones agudas como ésta: “Naciones y tum-
las banderas de muchas naciones,
bas: la tierra es sagrada porque es donde yacen tus antepasados.
lo cual remite no por casualidad al
Hay que recordar a los antepasados porque la vida humana es
título de este trabajo de Michael Ignatieff. El subtítulo del libro es
algo pequeño y trivial sin el anclaje del pasado. Merece la pena
Viajes Al Nuevo Nacionalismo, en los que el escritor canadiense
morir por la tierra porque los extranjeros profanarán las tumbas”.
se adentra en la antigua Yugoslavia (entrevistando a serbios y a
El libro empieza denso porque el profesor Ignatieff intenta expli-
croatas), en la Alemania unificada, en la Ucrania post soviética,
car conceptos complejos, pero cuando empieza a viajar por el
en un Quebec donde conviven ingleses y franceses, en el Kur-
mundo, todo fluye mejor. Otro aviso: estas crónicas se escribieron
distán (un pueblo dispersado entre cuatro países diferentes) y en
en 1993, por tanto hay que leerlas en ese contexto histórico.
10
JF
FREAKS
Aitor I. Eraña (NOWEVOLUTION )
LAS HADAS YA NO EXISTEN José Fonollosa
SUPER MARIO AVENTURAS Yukio Sawada
(PANINI/EVOLUTION
(PLANETA CÓMIC)
CÓMICS)
La historia de Freaks se remonta a principios de los 2000, cuando el ADSL aún no existía en muchos hogares, los foros de internet eran el Twitter del momento y en ellos se forjaban mucho autores de la actualidad. Aitor I. Eraña ideó esta serie basada en clichés humorísticos sobre el mundo friki como ejercicio que pronto convirtió en webcomic y más tarde vivió un intento de publicación en papel. Es ahora cuando recupera las 103 páginas, remasterizadas para la ocasión, para gozo de todos aquellos fans y nuevos lectores. Un cómic que nos devuelve a un momento tierno y emocionante del frikerío patrio. SG
LA CRUDA 7
En un mundo en el que la magia ha desaparecido una hada despierta de su letargo y debe buscar a su pueblo para encontrar las respuestas al por qué las hadas han sido olvidadas. De esta forma empieza la primera obra larga de José Fonollosa como autor completo, creador de la serie de humor con gatetes Miau, entre otras. Éste es un relato fantástico marcado por tres actos profundos y simbólicos que habla sobre el paso del tiempo y el olvido apoyándose en un bellísimo dibujo y un estupendo uso del blanco y negro, componiendo muchas veces páginas de una narrativa espectacular. SG
Por primera vez en castellano los fans del personaje icono de la Gran N pueden disfrutar del manga de humor que comenzó a serializarse en Japón en 1990. El estilo grueso del autor encaja muy bien con el tono festivo de la colección, basada en pequeños capítulos que recogen elementos del juego para luego avanzar por libre creando sus propias aventuras. Todo el elenco del universo de Super Mario de hace 25 años hace acto de presencia y si dejaste de jugar a sus aventuras hace tiempo, es probable que esta lectura te anime a volver a su particular y único mundo de goombas, koopas y estrellas. SG
(LA CÚPULA/EDICIO-
CONTIGO NUNCA Borja Crespo (y Klari Moreno)
LA LEYENDA DE WONDER WOMAN Renae de Liz
NES E.T)
(LIBROS DE AUTOENGAÑO)
(ECC)
VV. AA.
Cuatro años después de su último número llega a las librerías una nueva entrega de La Cruda, revista donde encontrar multitud de creadores gráficos de vanguardia dando al lector un amplio abanico de materiales. Estudiosos del Tema (Ediciones E.T) es un colectivo editorial formado por artistas procedentes de Barcelona que en su retorno continúa ofreciendo otro ángulo del cómic y la ilustración. Es una revista arriesgada, de bella factura y diverso contenido en el que hay para todos los gustos y experimentación. Su regreso viene de la mano de La Cúpula a modo de padrinos. SG
Borja Crespo, incansable figura cultural de nuestro país, nos abre en este tomo su corazón y despieza su cerebro recopilando sus trabajos de corte intimista y onírico El Cielo Más Alto y Devuélveme Mi Secreto junto a otros materiales. Sus páginas nadan en gran medida entre la melancolía y desazón de los (sus) sentimientos haciendo un total muy poético. El tebeo se completa con una colaboración de Klari Moreno, galardonada como Autora Revelación en el pasado XIX Expocómic, en la que ilustra varios pasajes escritos por el autor. SG
El camino hacia la película de Wonder Woman entra en su recta final y con él nos llegan nuevos cómics con los que hacer menos larga la espera. La artista Renae de Liz asume en este trabajo las tareas de guión y dibujo ofreciendo un ‘año cero’ o relanzamiento de los orígenes de la Princesa Diana en la nueva continuidad DC. El relato, ambientado en los primeros años del personaje, se centra en cómo se forja su leyenda. Ha sido tan grande el éxito de esta serie de nueve números que DC ya han anunciado su continuación. SG 11
TOI’S IN THE ATTIC WHERE’S MY BEAT?
H
ola amigos! Feliz año y esas cosas. Qué curiosa es la vida una vez más. Hoy os cuento que últimamente estoy viviendo un revival bastante bestia de hip hop, provocado por la repetida escucha del último disco del rapero maño Kase.O, El Círculo, y llevo días preguntándome si al lector rockzonero le gusta. Siempre me ha parecido un género despreciado injustamente por el sector rockerillo e intento encontrarle una justificación en la corriente actual de nuevo hip hop r&b, muy ostentoso, con mucho videoclip de tías tetudas y culonas y cochazos, y poco mensaje. Desde hace ya muchos años el rap se convirtió en un género bastante mainstream con el que es complicado sentir algún tipo de empatía, pero hubo una época en la que este estilo coexistía bien junto a metal y rock, con respeto, dejando a un lado esa extraña evolución denominada nu metal, odiada por muchos y adorada por igual. No hay más que recordar a Body Count, Rage Against The Machine o la magnífica
banda sonora de Judgment Night, que contaba con bandas punteras como Pearl Jam, Helmet, Slayer o Faith No More, que aunaban fuerzas con Boo-Yaa T.R.I.B.E., House Of Pain y Cypress Hill, como claro ejemplo. Os confesaré que fue el hip hop el primer estilo que me llamó la atención de cría y que me metió en esto de la música. Es curioso, porque evidentemente no entendía una mierda de lo que decían y esencialmente me centraba en el beat, en los samples y los loops, y en los fraseos de los raperos, es decir, todo muy básico. Cuando escucho a alguien decir que el rap es una mierda y que ‘eso no es música’ me pongo de los nervios. ¿Alguien puede afirmar que Public Enemy son una mierda? ¿Entonces N.W.A. también? ¿Y Beastie Boys? ¡Ah, no! Que estos eran blancos y a todos nos encanta ‘Fight For Your Right’... Si la respuesta persiste en un ‘sí’, entonces el que lo sentencie realmente no tiene ni puta idea, y así de contundente me muestro yo también. Biiiitch! (TOI BROWNSTONE)
E
ste mes el escogido para mi Hall Of Fame es Meantime de Helmet. No fue poco lo que ocurrió con Nevermind de Nirvana, ese movimiento sísmico que impactó en la escena musical. De la noche a la mañana hubo grupos que fueron descartados, eliminados, borrados de la música popular. Géneros enteros fueron mutilados, y la única manera de ser relevantes para las bandas de rock fue aguar su sonido y su imagen. El pelo largo se convirtió en corto. Las letras exageradas dieron paso a otras de introspección y angustia. El cuero y spandex fueron sustituidos por camisetas lisas y chaquetas de leñador. Para mí, estos cambios estilísticos significaron muy poco. Mi preocupación era dónde iba 14
a conseguir mi dosis heavy en esos momentos. Gran parte de la metal militia, yo incluido, buscamos otras formas alternativas de música heavy. Era la época en que el noise rock estaba generando una fuerte oleada. Bandas como Buzzoven o The Melvins eran todavía más heavies que lo que había estado escuchando hasta ese momento, y sin referencias del pasado. Después de años de estar adherido a un uniforme de cuero y tejanos, era fácil acogerse a esa falta de uniforme del que hacían gala esos grupos. King Buzzo, guitarrista y cantante de The Melvins, podía ser cualquier cosa menos un icono de moda. Con su imagen sencilla, Helmet de New York City editaron su monumental segundo álbum en 1992, Meantime, un año después de Nevermind, y desde ese momento la influencia del disco fue innegable, siendo citado frecuentemente. Ya sea en los círculos del metal o en los del mundo del noise, parece que 24 años después, todo el mundo fue impactado por el álbum. Unos resultados más que competentes para un
disco y una banda que fueron vistos por la industria discográfica como un intento fallido. A pesar de firmar por un millón de dólares por Interscope Records, una increíble cantidad de dinero para aquellos tiempos, Meantime sólo pudo ser disco de oro. Ser disco de oro, después de tan inmensa inversión hecha por la compañía, hizo que todo el mundo diese un paso atrás y reconsiderara cómo era de seguro, monetariamente hablando, todo ese hype de la nación alternativa. Después de algunos otros fichajes que no funcionaron, las compañías de discos empezaron a pensar las cosas con un poco más de frialdad
y a finales de la década las inversiones se fueron a apuestas más seguras como Parachutes de Coldplay, del 2000. Sea lo que sea, Meantime es una pasada. Canciones como ‘In The Meantime’ y ‘Unsung’ son himnos indiscutibles que pueden codearse con clásicos como ‘Master Of Puppets’, ‘Cowboys From Hell’ y ‘Angel Of Death’. Lo que hizo el sonido de Helmet único, entre otras bandas con muros sónicos de guitarra, era esa voz con una capa tibia de Page Hamilton. Esa yuxtaposición que hacía que los esos riffs crudos destacaran todavía más. Hasta el mes que viene, DANKO JONES
LAS ARNETTE SESSIONS NOS MUESTRAN EL LADO MÁS CERCANO, ÍNTIMO Y CRUDO DE LOS MÚSICOS QUE SE ACERCAN A LA REDACCIÓN DE LA REVISTA ROCKZONE. A PELO, SIN SEGUNDAS OPORTUNIDADES NI EFECTOS ESPECIALES, ESTE FORMATO NO ES APTO PARA PRODUCTOS PREFABRICADOS, SÓLO PARA QUIENES DISFRUTAN Y RESPIRAN LA MÚSICA .
>> PLEASE WAIT INTERPRETAN ‘NORTHERN LIGHTS’ EN LA REDACCIÓN DE ROCKZONE
Q
uizá porque tenían, bueno, y siguen teniendo, toda la vida por delante, Borja (voz, guitarra), Manel (bajo) y Gerard (batería) se han tomado la edición de su primer álbum con mucha calma. Pero por fin, ocho años después desde que formaran Please Wait y cuatro desde la publicación de su primer EP en cassette, Dirty Little Secret, nos entregaban en noviembre su fresquísimo debut Look Around, See Inside (Saltamarges). Aunque ellos mismos reconocen que son muy lentos componiendo, tampoco es que durante todo este tiempo se hayan quedado en casa y ya se han recorrido la Península y buena parte de Europa, desde Inglaterra a la República Checa. Dada su precocidad, sus primeras incursiones en la carretera no estuvieron exentas de anécdotas, como por ejemplo que tuviera que ser el padre de Gerard quien les hiciera de chófer. “Ahora ya tenemos carné, aunque seguimos usando su coche (risas). A mi padre le gusta el rock’n’roll
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pero nunca había escuchado punk o hardcore, pero se lo pasaba muy bien. Si no hubiera sido por él, no podríamos hacer hecho la mitad de bolos”. O que Gerard tuviera que salir de los locales donde tocaba porque no tenía ni 16 años. “Es un mundo que no está preparado para los menores”, se lamenta Manel. “No entiendo por qué. La cultura debería estar al alcance de todos”. En cualquier caso, lo que ha vivido el trío les ha servido para ver cosas que muchos chicos de su edad ni siquiera imaginan. “En Europa flipas con los sitios autogestionados, hay desde algunos súper guapos a otros que están llenos de mierda”, explica Gerard. “Nunca sabes lo que te encontrarás. Y a nivel peninsular es brutal porque cuando llevas unos años moviéndote haces un circuito de colegas que son como tu familia. Tienes gente en Zaragoza o en Galicia y puedes ir a su casa y ellos a la tuya”. Pero quizá lo más positivo de todo esto es la soltura que han ido ganando con
sus instrumentos y que les ha servido parar grabar el disco con más confianza. “La experiencia suma”, apunta Manel. “A medida que vas tocando más pasas de ser malo a menos malo (risas)”. Un factor clave en su historia es su lugar de procedencia, Sant Feliu De Guíxols, uno de los epicentros de la escena punk y hardcore de nuestro país. “Empezamos el grupo porque nos gustaba la música, como a todos los niños de 12 ó 13 años”, asegura Gerard. “Pero no te propones meterte en un local hasta que vas de paseo por tu pueblo y ves que en un escenario salen No More Lies y te pegan una paliza en la cara. Y son gente de tu pueblo, así que tú quieres hacer lo mismo”. Please Wait van camino de conseguirlo y de aquellas primeras versiones de Blink-182 o Pennywise fueron asimilando nuevas influencias hasta llegar a su sonido actual más cercano al post hardcore o el emo de los 90. Basta escuchar Look Around, See Inside para comprobarlo.
LA SELECCIÓN
CAPTAINS OF SEA AND WAR Remote
(NOOIRAX/DELIA)
ROCK INSTRUMENTAL
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espués de publicar como trío un meritorio trabajo homónimo, los capitanes del mar y de la guerra vuelven a surcar los océanos del rock progresivo dos años después con refuerzos en sus filas y, sobre todo, ganas de acción. Y es que el ahora cuarteto con la incorporación de un segundo guitarrista con antecedentes en la escena doom y sludge abandona las aguas misteriosas pero calmadas de aquel Captains Of Sea And War y nos embarca en un peligroso viaje a lo largo y ancho del globo. Como bien indica el nombre del disco, los barceloneses exploran tierras remotas. Así, la potente ‘Aral Tengizi’, cargada de distorsión, hace referencia al desierto con el mismo nombre, plagado de barcos varados en la arena, y ‘Socotra’, con un arranque infernal y un tempo mucho más pausado después, se inspira en esa singular isla situada frente
al cuerno de África que habitan especies únicas e increíbles. Remote recorre ocho rincones inhóspitos, mágicos, que no parecen de este planeta, convertidos en ocho cortes, ocho destinos para el oyente, tan excitantes como los citados o mis favoritos ‘Aokigahara’ y ‘Kerman’, encargados de cerrar este disco conceptual, donde el rock eminentemente instrumental de la formación adquiere tonos épicos, que no grandilocuentes o pretenciosos. El sonido de Remote, grabado y mezclado en los Ultramarinos Costa Brava con Santi Garcia a los mandos, es rocoso, directo, crudo, tan real como los lugares que apuntan sus canciones. LUIS BENAVIDES
EVERY TIME I DIE
EVERY TIME I DIE SON CORREDORES DE FONDO. PESE A QUE LAS BUENAS CRÍTICAS NO SE HAN TRASLADADO A SUS CUENTAS BANCARIAS, ELLOS SIGUEN ADELANTE SUPERANDO OBSTÁCULOS TAN DIFÍCILES COMO EL QUE TUVO QUE AFRONTAR KEITH BUCKLEY ANTES DE LA GRABACIÓN DE SU OCTAVO DISCO, LOW TEENS. TEXTO: DAVID GARCELL FOTOS: DR
N
UNCA HE ESTADO EN BUFFALO, NUEVA YORK, pero tiene pinta de que en invierno hace un frío de pelotas. El título del octavo álbum de Every Time I Die, Low Teens (Epitaph), una referencia a las bajas temperaturas en grados Farenheit, viene a confirmarlo. Pero aunque su apasionado e irreverente hardcore metalizado sigue sonando muy caliente, el título también podría interpretarse como una metáfora de cómo se quedó de helado su vocalista Keith Buckley hace un año. Estando de gira en Canadá con la banda –que completan su hermano Jordan (guitarra), Andy Williams (guitarra), Steve Micciche (bajo) y Daniel Davison (batería)-, Keith recibió una llamada diciendo que su mujer estaba en el hospital debido a unas complicaciones con su embarazo. Sin pensárselo, abandonó la gira y volvió a casa para enfrentarse cara a cara con su peor pesadilla. Por suerte, tanto su esposa como su hija sobrevivieron al parto, pero ese momento de crisis impregnó las letras del siguiente disco de Every Time I Die. Si en trabajos anteriores muchos de sus violentos versos podían interpretarse como fruto de su imaginación, esta vez eran dolorosamente reales. Con su confirmación en la primera edición del Download Festival en Madrid, era un buen momento para traerlos de nuevo a estas páginas. Con Low Teens seguís con
esa racha de muy buenos discos. ¿Crees que ya domináis el arte de cómo grabarlos? KEITH BUCKLEY “Muchas gracias, pero no lo creo. Y dudo que nunca lleguemos a dominarlo, es demasiado subjetivo”. El álbum se creó durante un periodo muy difícil para ti. ¿Crees que reaccionaste a las canciones de manera distinta a como lo hubieras hecho en otras circunstancias? “Todo mi proceso de escritura estuvo marcado por el miedo y la incertidumbre. No sabía si iba a perder a mi mujer, a mi hija, o a ambas. Eso hizo que escribiera las letras más honestas que he hecho nunca. Pero también me arrebató todo mi sentido del humor, que solía ser una gran parte de los discos de Every Time I Die. En éste no hay nada ligero o divertido, lo siento”. ¿Todo este mal trago te hizo replantear tu relación con la banda o la música en general? Supongo que te puso en una encrucijada en la que nunca te habías encontrado... “Sí, me lo cuestioné absolutamente todo. ‘Petal’ habla sobre ese proceso de ponerlo todo en duda. Fue la primera canción que escribí, así que es la que más al fondo va. En ese momento lo veía todo negro”. ¿Dejar el alcohol también fue una consecuencia directa de todo eso? “Sí, pero sólo porque no podía permitirme estar borracho si ocurría algo horrible y necesitaba pensar con cla-
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“TIENES QUE ASPIRAR A QUE CUANDO EL PÚBLICO SE VAYA DE UN FESTIVAL, TU CONCIERTO SEA EL QUE RECUERDEN. HAY QUE PENSAR A LO GRANDE” KEITH BUCKLEY
ridad. Pero desde entonces he vuelto a beber”. Discúlpame si generalizo, pero me da la sensación de que los norteamericanos tenéis una relación muy poco sana con la bebida... Parece que sólo podáis ser o alcohólicos o abstemios. ¿No crees que lo mejor sería encontrar un punto medio? “¡Tienes toda la razón! Los americanos tenemos un sentimiento de culpa muy fuerte y bebemos mucho para soportarlo, y entonces nos sentimos tan avergonzados, porque se nos ha ido de las manos, que juramos no volver a beber nunca más. Pero, por supuesto, después de unos días de horrible sobriedad, volvemos a caer en las profundidades del alcoholismo. No sabemos moderarnos, yo incluido”.
La música que escriben tus compañeros es poco convencional, con estructuras raras y cambios de ritmo. ¿Crees que tu principal función como vocalista es darle un sentido para el oyente? “Sí, soy básicamente un traductor. Los 22
tíos hacen el trabajo y yo simplemente le pongo un envoltorio bonito para dárselo a la gente”. Hace un año publicaste tu primera novela, Scale. ¿Cómo lo compararías a componer un disco? “Escribir un libro fue mucho más difícil porque tuve que cargar con todo el peso. No podía contar con el apoyo de la banda o confiar en mi reputación. Tuve que inventar algo y presentarlo sólo confiando en mí. Pero estoy muy orgulloso del resultado”. ¿Pero es escribir algo que has ido apreciando con los años o siempre te interesó? “Teniendo en cuenta la cantidad de tiempo que le dedico al grupo, sería una tontería hacerlo a medias. Cuando me siento a escribir letras lo hago con la intención de escribir las mejores letras del mundo. ¿Lo consigo alguna vez? Desde luego que no, pero es a lo que aspiro”. Que Brendan Urie aparezca en ‘It Remembers’ ha sorprendido a muchos. ¿Era ése el objetivo? “Adoro a Brendan, pero sabíamos muy
bien que su presencia sería desconcertante. Pero una vez lo escuchas, te das cuenta de que es una combinación perfecta. Tiene un talento único”. ¿Y en qué canción de Panic! At The Disco te hubiera gustado cantar a ti? “Creo que si tuviera que cantar una canción de Panic en un karaoke sería ‘Nine In The Afternoon’. Suena como una canción de los Beatles y yo crecí con ellos”. En junio os veremos en el Download Festival de Madrid. Me imagino que antes prefieres tocar en salas que en festivales, donde estás muy alejado del público, ¿pero has aprendido algún truco para disfrutar tocando en un gran escenario? “Efectivamente preferimos tocar en salas, pero nos sentimos muy agradecidos cada vez que podemos tocar en un festival. Supongo que el truco es pensar en que estás tocando para cientos de personas que no te conocen. Tienes que aspirar a que cuando el público se vaya de un festival, tu concierto sea el que recuerden. Hay que pensar a lo grande”.
SOCIAL DISTORTION
VIVIR ANTES DE MORIR
A LO LARGO DE CASI 40 AÑOS AL FRENTE DE SOCIAL DISTORTION, MIKES NESS HA TENIDO TIEMO PARA VERLAS DE TODOS LOS COLORES. ESTABLECIDO COMO LA LEYENDA DEL PUNK ROCK QUE ES A DÍA DE HOY, TUVIMOS EL HONOR DE HABLAR CON ÉL PARA COMPROBAR QUE, AUNQUE VA A SU RITMO, TODAVÍA LE QUEDA CUERDA PARA RATO. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: DR
D
ESDE QUE EN 2011 VIESE LA LUZ su última obra, Hard Times & Nursery Rhymes, en RockZone llevábamos años intentando conseguir una entrevista con Mike Ness. Para nuestra desgracia, las numerosas peticiones que hicimos en su momento e incluso en su gira europea de 2015 con Social Distortion, siempre fueron ignoradas. Así que cuando de manera totalmente inesperada a finales del pasado mes de noviembre nos propusieron hacer un phoner con motivo del lanzamiento de una caja que reeditaba algunos de sus discos clásicos en vinilo, no pudimos negarnos. Y es que, a pesar de que el periodo de espera con cada álbum de la banda lleva a sus seguidores a la desesperación, lo cierto es que la popularidad de la
formación que Ness fundó allá por 1978 en Orange County no se ha resentido ni lo más mínimo a lo largo de sus casi cuatro décadas de existencia. Su influencia en artistas más jóvenes como The Gaslight Anthem, Against Me! o Frank Turner ha ayudado a que las nuevas generaciones aún se sigan interesando por su legado, y a pesar de que sus giras cada vez suelen ser más esporádicas cada año, siempre son todo un acontecimiento que no hay que dejar escapar allá por donde pasen, certificando así su estatus como leyenda viva del punk rock. Eran muchísimas las preguntas que tenía apuntadas para la ocasión, tanto sobre los viejos tiempos, el presente o lo que puede estar por llegar en un futuro más o menos
lejano. Y por suerte, aunque su voz me llega a un volumen bajísimo por el altavoz del inalámbrico, Ness no rehúsa a hablar sobre cualquier tema que le pongo sobre la mesa. Los recuerdos que conserva sobre su mítica gira con Youth Brigade que quedó recogida en el documental Another State Of Mind, su estancia en prisión cuando tan sólo era una adolescente, cómo ve la situación actual de su país, su afición al boxeo o los distintos proyectos en los que está trabajando son algunos de los asuntos de los que tratamos durante nuestra charla. Pónganse cómodos y disfruten. Acabáis de editar una caja que recopila en vinilo vuestros cuatro discos que fueron publicados por medio de sellos independientes. ¿Cuál es el principal motivo? MIKES NESS “La principal razón es que el material más viejo de nuestro catálogo resultaba muy difícil de encontrar en este formato. A no ser que fueses un verdadero coleccionista de vinilos, no ibas a tener la oportunidad de encontrarlos de ningún modo. Así que queríamos que estos álbumes estuviesen al alcance de cualquier persona. Todos nuestros fans que nunca tuvieron la oportunidad de comprarlos ahora pueden conseguirlos. También para los seguidores más jóvenes que nunca han podido escucharnos de esta manera, ahora también pueden hacerlo”.
work, remasterizado las grabaciones...? “La verdad es que no creo en la remasterización. Me pone de mala leche cuando voy a comprar un viejo disco de los Rolling Stones y veo que la grabación está remasterizada. No había nada malo en la edición original, entonces, ¿por qué lo cambias? Pero ésa es mi opinión personal. Simplemente creo que nuestros discos no lo necesitaban. Pienso que cada uno de ellos son únicos en su calidad de sonido y no había nada que tocar. Cuando remasterizas algo puedes hacer que acabe sonando demasiado genérico y eso no es lo que quiero”.
Para los que sí son coleccionistas, ¿qué es lo que tienen de diferente estas ediciones en comparación con las originales? ¿Habéis respetado el art-
Siempre he pensado que sería interesante que hicieseis un recopilatorio con todas las caras B, versiones y temas descartados que habéis ido de-
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jando por el camino. ¿Hay algún proyecto de hacer algo así en el futuro? “Es posible, sí. Lo creas o no, muchas de las canciones que no he terminado usando en nuestros álbumes no han sido desechadas porque no fuesen lo suficientemente buenas, sino porque no estaban acabadas. Estoy constantemente revisándolas para futuros trabajos porque no me suenan viejas. He estado escuchando muchas demos antiguas y creo que son un buen punto de partida para lo próximo que vayamos a grabar. Simplemente es eso, son temas que nunca se han terminado de escribir. Así que es probable que lo hagamos con algunas canciones para el siguiente disco”. Hablando de vuestros inicios, hace poco volví a visionar Another State Of Mind, la pelí-
“HAY GENTE QUE SE SENTÍA A GUSTO EN LA CÁRCEL, PERO YO NO. QUERÍA DEDICARME A LA MÚSICA” MIKE NESS
cula-documental que narraba las aventuras de vuestra gira con Youth Brigade en 1982. Siempre me ha resultado un tanto gracioso que al principio de la cinta se os ve a todos muy ilusionados y unidos, dispuestos a demostrar lo que el punk rock era capaz de hacer en aquellos tiempos, pero a medida que van pasando los conciertos y las ciudades os ibais sintiendo más y más desesperados ante la falta de recursos y organización. ¿No crees que pecasteis de inocentes en aquella ocasión? “Sí, claro que sí, pero en aquel momento no me importaba porque no tenía ningún sitio a donde ir (risas). No tenía casa por aquella época... Así que para mí tal vez no fuese todo como me lo había imaginado, pero
seguía siendo un sueño el salir a girar y tocar todas las noches. Eso es lo que quería hacer. Mientras tuviese cerveza, todo me parecía genial (risas)”. ¿Qué consejo le darías al joven Mike Ness que hizo esa gira? “Oh, bueno... probablemente le diría muchas cosas, pero creo que no serviría de nada porque sé cómo era entonces y no me habría escuchado (risas). Tal vez le diría que no se maquillase tanto (risas)”. Después de aquello, pasaste algún tiempo en la cárcel a una edad muy temprana, algo que inspiró vuestro segundo disco, Prison Bound. ¿Dirías que pasar por aquella experiencia fue algo que marcó tu personalidad desde entonces?
“Sí, aquello fue duro. Cuando volví a casa después de esa gira sacamos Mommy’s Little Monster y las cosas empezaron a ir realmente mal. En realidad nunca estuve durante una larga temporada en la cárcel, pero cada vez que estaba allí me inyectaba heroína. Me sentía miserable. No me gustaba la cárcel. Hay gente que se sentía a gusto allí, pero yo no. Quería dedicarme a la música. Estuve a punto de morir un par de veces a medio camino entre la cárcel y el hospital. Sentía la soledad de estar atrapado por el alcohol. Así que tuve que centrarme para poder limpiarme del todo y seguir adelante. Eso fue dos años después de Mommy’s Little Monster”. Curiosamente en los 80 muchas bandas de punk rock se vieron inspiradas por la presidencia de Ronald Reagan. En la pasada década ocurrió algo similar con la administración Bush. Ahora que Donald Trump ha sido elegido presidente, ¿crees que volverá a suceder algo así? “Bueno, no considero que seamos una banda política, pero por supuesto que presto atención a lo que sucede en ese campo. Independientemente de quien sea nuestro presidente ahora mismo, hay muchas cosas que no están yendo bien en Estados Unidos. De hecho, estoy componiendo una canción sobre ello ahora mismo y en ella hablo de que amo a mi país pero no confío en mi gobierno. Así que supongo que hay mucho sobre lo que escribir acerca de todo lo que está sucediendo. Hoy en día ni siquiera puedes protestar contra lo que no te gusta. Vivimos en un estado policial, con
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ideales casi fascistas, lo cual pienso que es ridículo. Hay demasiadas cosas que van en contra de nuestra constitución y la gente simplemente pasa de todo, de modo que espero que los escritores escriban sobre ello, que los cantantes canten canciones y que los directores de cine sigan grabando películas que traten sobre lo que está ocurriendo ahora”. Quizás no sean buenos tiempos para Estados Unidos, pero sí para que la cultura se inspire en ellos... “Sin duda. Estados Unidos necesita darse cuenta de que esto no es una película de John Wayne (risas)”. ¿Y qué grupos nuevos te han sorprendido en los últimos años? “La verdad es que es algo de lo que siempre ando pendiente a la hora de elegir las bandas que nos telonean. Siempre intento encontrar nuevas formaciones que creo que le puedan gustar a nuestros fans. Darles la oportunidad de tocar ante un público más grande del que normalmente lo harían, porque eso es lo que otros hicieron por nosotros tiempo atrás. Es una manera de devolver el favor”. Aparte de la música, no es ningún secreto que otra de tus grandes pasiones son los coches, pero también el boxeo. ¿Desde cuándo lo llevas practicando? “Llevo boxeando desde hace seis años. Siempre he estado interesado en las artes marciales y he disfrutado viendo boxear, pero una vez que aprendí me di cuenta de que era algo más
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que dar golpes. Es casi una ciencia atlética. Me ha ido fascinando cada vez más según lo iba conociendo. Es todo un reto aprender este deporte siendo una persona de mediana edad, pero siempre me ha gustado y es una buena manera de mantenerme en forma. Levantar pesas y ese tipo de cosas me aburren. El boxeo es un ejercicio físico completo de todo el cuerpo. Me interesa toda la parte mental que tiene y me hace sentir muy bien cuando acabo de entrenar. Es como si liberara mi cerebro y me sintiese totalmente relajado. Es una manera de liberar estrés. Lo practico cuando estoy en la carretera, en casa... es una parte muy importante de mi vida. Siempre que puedo voy a ver alguna pelea si tengo la oportunidad”. ¿Y encuentras muchas similitudes entre un combate y el dar un concierto? “Sí, la verdad es que hay mucha energía en ambas cosas y necesitas estar centrado para hacerlas”. En enero se cumplirán ya seis años desde que lanzaseis Hard Times & Nursery Rhymes. ¿Qué nos puedes contar sobre el nuevo disco? “Desgraciadamente este año he estado muy ocupado haciendo otras cosas. Pero ahora que me he encargado de todo ello, creo que ya puedo comenzar a centrarme únicamente en escribir canciones. No puedo poner una fecha límite porque me supondría mucha presión, pero la verdad es que quiero poder hacer el mejor disco de toda mi carrera. No quiero publicar otro álbum más, quiero sacar El Disco. Tengo que ir hasta el fondo para po-
der sacar todas las emociones que me lleven a escribir un gran álbum. Creo que merecerá la pena aunque me lleve un tiempo”. ¿Y cómo describirías las canciones que tenéis hasta el momento? “Es difícil de decir. Siempre quieres que cada álbum sea mejor que el anterior. Hay muchas cosas de aquel disco que me gustaría volver a usar en el siguiente, pero también hay otras que quiero probar. Así que creo que será parecido pero también diferente al mismo tiempo”. Siempre nos haces esperar mucho entre un álbum y otro. ¿Eres muy perfeccionista? “Sí (risas). Siempre intento hacer discos que a mí me gustan y espero que también lleguen a gustarle a la gente. Quiero ser lo más perfecto que pueda en ese sentido. En realidad es como si pintases un cuadro. No quieres que la gente lo vea hasta que esté terminado. Debes ser paciente y asegurarte de que todo está bien para darlo por acabado”. Por otra parte, llevamos leyendo desde hace muchísimos años que estás preparando otro disco en solitario. ¿Cómo marcha ese proyecto? “Bueno, lo cierto es que estoy listo para grabarlo, pero primero tengo que hacer el próximo álbum de Social Distortion. Es frustrante porque tengo muchísimo material en solitario acumulado durante los últimos años. Han pasado seis años desde nuestro último disco y aún no tengo suficientes canciones, por eso creo que es más im-
portante hacer primero el de SD”. Al igual que en los otros dos trabajos que sacaste en su día, ¿habrá diferentes estilos como country, rockabilly o blues, o será algo distinto? “Creo que sí, pero también quiero orientarlo hacia un sonido un poco más americana. Más en la onda de los cantautores clásicos americanos. Quiero ser un poco más dramático... Es difícil de describir. Quiero ser más un contador de historias, tener un estilo más narrativo”. También quería preguntarte por tu autobiografía, Story Of My Life. Hace un par de años parecía que el libro estaba listo para ser publicado, pero finalmente no fue así. Da la impresión de que el proyecto se encuentra en
stand by. ¿Puedes decirme exactamente su situación en estos momentos? “Bueno, lo que pasó en realidad es que estuve escribiéndolo con la ayuda de un par de autores, dado que nunca antes había intentado hacer algo así. Básicamente, la parte más difícil de todo ya estaba hecha, pero cuando terminé de leerlo no me gustó. No era el libro que quería haber hecho. No era lo suficientemente profundo, más bien se centraba en hechos que habían ocurrido sin más, pero no trataba de las emociones que había detrás de todas esas situaciones. Así que tuve que devolverles el dinero (risas). No era el momento. Ahora mismo estoy empezándolo de nuevo y volviendo a investigar, entrevistando a miembros de mi familia. He hecho muchos viajes este año, por ejemplo visité a mi tía abuela que vive en Nueva Escocia y tiene 103 años.
Quiero profundizar más para poder darle algo más de sentido al libro. Y también, que no quiero hacer la típica autobiografía sobre un músico de rock’n’roll. Por supuesto habla mucho sobre la música, pero trata más sobre el porqué existe Social Distortion. Y para averiguar eso, primero tengo que descubrir quién soy, que es lo que ha sucedido en mi vida para que quisiera crear esta banda. Y mucho de eso tiene que ver con cosas que aún están ocurriendo. Tengo más de 50 años y todavía sigo teniendo problemas. No con el alcohol o las drogas, pero sí con las relaciones. Y eso tiene mucho que ver con cómo crecí. En realidad el libro trata sobre el viaje que he hecho para convertirme en un hombre. Sigo aprendiendo, aún a mi edad, como ser una mejor persona. Quiero que este libro haga a la gente pensar y sentir. Tiene que ser como si cogiese todas las canciones que he hecho y las pusiese dentro de un libro. Podría haberlo hecho mucho antes y haber ganado un montón de dinero, pero no me gustaba, y al final del día es algo de lo que me quiero sentir orgulloso”. Comprendo. Para acabar, debo decirte que aquí en España os echamos mucho de menos. No nos visitáis desde 2009... ¿Habrá que seguir esperando para que nos incluyáis en el siguiente tour europeo? “Espero que no. Si pudiese me tiraría ahora mismo desde un avión para estar allí (risas). Lo intentaremos”.
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AGAINST THE WAVES
CRUZANDO EL OCÉANO LOS MADRILEÑOS AGAINST THE WAVES ESTÁN DE VUELTA CON SU NUEVO ÁLBUM, BOREALIS. DESPUÉS DE VARIOS AÑOS EN SILENCIO Y TRABAJANDO A LA SOMBRA, HAN VUELTO CON INTENCIÓN DE COMERSE EL MUNDO Y DAR MUCHA GUERRA. Y SI NO LES CONOCES Y TE CREES FAN DEL METALCORE, ABRE SPOTIFY, JODER. TEXTO: REBECA CASTELLANOS FOTOS: DR
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A
GAINST THE WAVES es una banda diferente. Entienden la música y el metalcore de una manera muy propia, y esto les ha llevado a tener el reconocimiento y el respeto de la escena nacional. Contra viento y marea, estos chicos no se rinden. En 2014 volaron rumbo a Detroit para crear Borealis junto a Joey Sturgis, reconocido productor por su trabajo con bandas punteras como Asking Alexandria, Of Mice & Men o We Came As Romans. Desde entonces el grupo ha vivido de
senté con Mike y Dejota para hablar sobre su nuevo disco, el camino seguido y otros menesteres. Sigan leyendo, porque la charla es de lo más inspiradora. El desarrollo de vuestro nuevo largo ha durado tres años, ¿cómo lo definiríais? DEJOTA “Ha sido un proceso largo y bonito. Nos dimos cuenta de que si queríamos un buen fin, las cosas tenían que llevar su tiempo. Es increíble el resultado tan profesional y de tanta calidad que logramos en el estudio”. MIKE “Ha sido arduo, pero a veces tienes que bajar revoluciones y buscar un ritmo que se ajuste a lo que buscas. Entre master y mezcla, pese a la garantía de tener un productor como Joey Sturgis, queríamos tener bastante control sobre cómo iba a sonar todo. Hemos tenido cambios de formación y hemos trabajado contactando con discográficas pese a que finalmente hemos autoeditado. Ha llevado su tiempo, pero al final hemos conseguido lo que queríamos y esperamos que a la gente le guste”.
todo: desde sufrir cambios en su formación -quedando actualmente con Mike (voz), Jesús y Manu a las guitarras, Guille al bajo, David a la batería y Dejota a la segunda voz y sintetizadores-, a buscar infructuosamente un sello para que publicase el disco (finalmente han optado por la autoedición), a ser invitados a uno de los festivales más importantes de Latinoamérica el pasado verano. Desde luego no han parado de moverse para llevar Borealis a buen puerto, así que después de tan larga espera, me
¿Cómo es grabar con un productor de la talla de Joey Sturgis? DEJOTA “La forma de trabajar es muy diferente a como hemos grabado en España. Busca la minuciosidad y la perfección. Íbamos con la idea de que Sturgis a nivel digital iba a sacar cosas muy chulas. Sin embargo, llegamos allí, nos dijo que los temas tal y como los llevábamos estaban muy bien, pero nos hizo cambios a nivel de estructura, duraciones de estribillos... Por ese lado estábamos muy contentos porque todo el proceso previo le gustaba, pero por otro lado, era muy exigente y se hizo
dura la grabación. Puedes llegar al punto de la frustración extrema, pero tenía que ser todo perfecto. Ha sido un privilegio estar en los mismos estudios donde han grabado Asking Alexandria, Jimmy Eat World...“. MIKE “En lo musical nos aportó profundidad en arreglos y nos ha hecho madurar porque para nosotros fue el campamento del metal. Teníamos a gente que exigía el 200% de cada uno y salimos preparadísimos para defender estos temas en directo. No había trampas. Y todo esto nos hizo crecer como músicos y sentirnos a otro nivel”. La diferencia con vuestro anterior disco, The Golden Hive, es muy notable. ¿Sentís que ha cambiado vuestra perspectiva a la hora de componer? MIKE “Sí, totalmente. Al final todo se resume a que menos es más. Hemos querido conjugar todo lo que nos da personalidad como banda, hemos sintetizado y concretado. Hemos buscado componer canciones redondas que por separado fueran de calidad y que en conjunto fueran un todo unificado. Y creo que en cada tema, pese a que hay algunos diferentes como ‘Guidance’, está nuestra seña de identidad. A nosotros siempre nos gusta tontear con otros estilos. No nos cerramos a nada si creemos que puede enriquecer el conjunto. Las canciones han salido con mayor naturalidad, sin querer demostrar más de la cuenta. Cada idea que llega, si es buena, la explotamos al máximo”. Contadme un poco más, chicos... ¿Qué tenéis preparado para el año que viene? ¿Hay posibilidad de veros en direc31
AGAINST THE WAVES to próximamente? DEJOTA “Ahora mismo estamos trabajando a tope en la promoción del disco. Desde hace casi un año empezamos a trabajar con Third Eye Society y ahora también con Nano de Lengua Armada. Ellos son nuestro brazo en la industria. Son los que nos mueven. Con Third Eye estuvimos en el Rock Al Parque de Colombia tocando el verano pasado. Ha sido la hostia para nosotros estar ahí. Actualmente estamos muy centrados de cara a los festivales de 2017 para poder darle una mayor visibilidad a Borealis”. MIKE “Necesitábamos engrasar la maquinaria con nuestro nuevo batería. Y ahora estamos en plena forma y tenemos una dinámica de grupo óptima. Recientemente actuamos en Radio 3, estamos preparando la gira de presentación por España. Si podemos, girar por Europa y Asia. También nos gustaría cerrar el ciclo en Estados Unidos. Sería idóneo acabar donde empezó todo”. Ahora que comentabais lo de Colombia, el pasado verano os lanzasteis a una auténtica aventura y actuasteis en un país dónde erais prácticamente desconocidos. ¿Qué tal vuestra primera experiencia fuera de casa? 32
Estados Unidos ha triunfado, ¿por qué no podría triunfar aquí?”.
MIKE “Fue una sorpresa porque había gente que ya nos conocía y que nos seguían desde el primer EP. Gracias a toda la promo, a todo el empujón que supuso que nos seleccionaran y nos incluyeran en el cartel como artista invitado, mucha gente de allí nos descubrió y se interesó por nosotros. Es increíble subirte a un escenario, estar tocando y que miles de personas que viven tan lejos se sepan tus canciones. La sensación es incomparable. Que compartan contigo algo a lo que le has dedicado tanto tiempo, esfuerzo y cariño. Que el público se emocione con ello es la razón por la que estamos aquí”. DEJOTA “Estados Unidos fue nuestra primera experiencia fuera de casa a nivel de grabación y este festival ha sido nuestra primera experiencia internacional en un festival así, con todo lo que ello conlleva. Fue una locura, pero volvimos muy felices de lo vivido allí”. ¿Creéis que un género como el metalcore está empezando a ganar el reconocimiento que se merece en nuestro país? DEJOTA “Está claro. Son muchos años y muchas bandas todas trabajando muy duro. También ha habido mucho talento que se ha quedado por el camino... Esto es una carrera de fondo. En países como Reino Unido o
Y esto a vosotros claramente os favorece. Los promotores cada vez se fijan más en bandas como vosotros para organizar giras, programar fechas o incluirlas en los carteles de los festivales... DEJOTA “Obviamente sí nos pilla en un buen momento, bienvenido sea. Nosotros hacemos este estilo porque nos gusta y creemos que tenemos mucho que aportar”. MIKE “Desde luego internet está ayudando mucho a este ascenso. Cosas como tutoriales gratuitos, clases de guitarra, la posibilidad de sacar un sonido que era impensable hace años con tu propio ordenador… Gracias a todo esto la gente está dejando barreras atrás y perdiendo el complejo de inferioridad”. ¿Cómo veis la evolución del metalcore? Porque ha habido un proceso de cambio bastante notorio en los últimos años sin haber perdido su base... DEJOTA “Creo que antes se tenía más miedo a experimentar por las críticas negativas que te pudieran dar. Todo lo que innoves ahora, en el futuro puede convertirse en un clásico. Vamos a dejar que fluya la creatividad”. MIKE “Nació como un estilo en el que valía todo. Hay grupos que no se atreven a meter solos de guitarra; a nosotros nos encanta, porque nos encanta Van Halen, por ejemplo (risas). Luego tomamos referencias desde The Prodigy y Pendulum pasando por Nine Inch Nails o Biffy Clyro. La gente que realmente disfruta de la música sin prejuicio alguno son los que aprecian
“AL FINAL TODO SE RESUME A QUE MENOS ES MÁS. HEMOS QUERIDO CONJUGAR TODO LO QUE NOS DA PERSONALIDAD COMO BANDA, HEMOS SINTETIZADO Y CONCRETADO” MIKE
esa flexibilidad en géneros como éste.” Como bien comentabais, esto es una carrera de fondo. ¿Qué consejo podríais dar a las bandas que están empezando? DEJOTA “La base es la paciencia, la constancia y el tiempo”. MIKE “Y un toque de ambición, pero no como algo peyorativo. Tener una actitud de ‘aquí estoy yo’, porque todos estamos capacitados para hacer lo que hace cualquier gran banda. La gente tiene que entender que es un esfuerzo de tiempo y dinero. Y el dinero hay que saber invertirlo adecuadamente. La crisis que hemos vivido ha provocado que muchas bandas se quedaran en el camino, porque un estilo tan minoritario al compaginarlo con unos ingresos bajos, dificulta salir adelante”. DEJOTA “Menos es más. Muchas veces es mejor sacar un EP de tres temas con buen sonido e invertir en un buen vídeo que irse por las ramas y querer hacer muchas cosas. Va a ser tu
carta de presentación al mundo, cúrratela”. MIKE “Y lo más importante, tienes que creer en ello y ponerle pasión. Porque si crees en lo que haces eso se nota y la gente ve el esfuerzo diario. Nadie va a apostar por ti si no lo haces por tu propuesta. También es necesario y esencial, para no perder el rumbo, el apoyo de los que más quieres”. ¿Cuál es el mensaje que queréis dar con vuestros temas? MIKE “Esperanza. El álbum tiene momentos muy bajos y muy negativos. Pero también tiene ese mensaje de renacimiento. Muchas veces tú como persona tienes que tocar fondo y el abismo más absoluto para poder darte cuenta de quién eres. Ver la fuerza que realmente tienes, salir a la superficie y sacar la mejor versión de ti”.
mismo. De cumplir metas, aprender de los errores y apoyarse en la bueno que hay en tu vida. Creo que cualquier persona puede sentirse identificada con esto. Incluso aunque una persona entienda lo opuesto, es igual de importante, porque eso significa que hay algo funcionando ahí dentro”. Vosotros tenéis trabajos estables y una vida hecha, pero también tenéis mucha proyección internacional y esto puede llevaros a giras largas. ¿Cómo os afecta esto? DEJOTA “Hemos invertido mucho tiempo y dinero como para echarnos atrás. Queremos seguir adelante con esto. Es como el dicho éste de ‘cuántas cosas perdí por miedo a perder’. Te vas a arrepentir de lo que no has intentado. Nosotros no queremos decir que no lo intentamos (risas)”.
Es un discurso muy universal y va de la mano con vosotros totalmente. MIKE “Claro, al final se trata de esto 33
AFI
GRUPO SANGUÍNEO
AFI CELEBRAN SUS BODAS DE PLATA CON LA PUBLICACIÓN DE SU DÉCIMO ÁLBUM. PERO MIENTRAS OTRAS BANDAS SE CONFORMARÍAN CON VIVIR DE RENTAS, ELLOS UTILIZAN TODA SU EXPERIENCIA PARA SEGUIR EVOLUCIONANDO. TEXTO: JORGE FRETES FOTOS: DR
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UIZÁ UNA DE LAS
ventajas del estado caótico en el que sigue inmerso la industria musical es la libertad que los artistas han ganado para hacer lo que más les apetezca en cada momento, sin depender de estrategias ni planes de márketing o expectativas de ventas. Si repasamos la actividad del vocalista Davey Havok y el guitarrista Jade Puget en los últimos años, veremos que desde que AFI publicaron su último álbum, Burials, en 2013, el dúo ha lanzado el debut de su banda hardcore XTRMST y el tercer álbum de su proyecto electropop Blaqk Audio. Por eso, cuando AFI, su banda principal junto a Hunter Burgan (bajo) y Adam Carson (batería), anunciaron en octubre la publicación de su nuevo disco para el 20 de enero y lanzaron de golpe dos adelantos, ‘Snow Cats’ y ‘White Offerings’, nos sorprendió sólo a medias. Lo que no podíamos anticipar es que AFI (The Blood Album) fuera a ser su mejor trabajo desde Decemeberunderground, el disco que hace una década encumbró a la banda californiana hasta lo más alto. Es evidente que la popularidad de AFI ha descendido varios peldaños desde entonces. Por un lado, no han logrado conectar con las nuevas generaciones y, por otro, muchos de los fans que tenían cuando se movían dentro de la escena punk no han acabado de conectar con su progresivo acercamiento al pop y la electrónica. Aun así, su décimo álbum, que ha sido
producido entre Matt Hyde y Jade Puget, merecería que tanto unos como otros le dieran una oportunidad, porque es una fotografía exacta de lo que AFI son en el siglo XXI. Es normal que una banda que lleva en activo tanto tiempo pase por distintas etapas, pero lo vuestro es simplemente algo que se sale de la norma... Cuando grabaste Answer That And Stay Fashionable en 1995, ¿podías imaginar el rumbo que tomaría vuestra música? DAVEY HAVOK “No, en absoluto. Cuando grabé ese disco y empecé con el grupo no hubiera hecho ninguna de las cosas que hago ahora, ni lo hubiese imaginado. ¡De ninguna manera! (Risas) En Answer That And Stay Fashionable apenas podíamos tocar nuestros instrumentos, ni siquiera sabía si seguiríamos todos juntos, pero sabía que quería hacer eso para siempre. Éramos otra banda, otros componentes, y tampoco podíamos predecir que le gustaríamos a tanta gente. Es increíble cómo han ido las cosas”. En el nuevo álbum hay canciones más rápidas como ‘Dumb Kid’ o ‘So Beneath You’, con un ligero toque punk que las hace menos oscuras que el disco anterior. ¿Crees que The Blood Album es un trabajo con más luz que Burials?
“Estoy totalmente de acuerdo. Este disco no es tan oscuro como Burials. Quizás si te centras en algunas canciones en particular no, pero en general no es ni la mitad de oscuro de lo que fue Burials. Es un álbum con mucha más luz, yo lo veo como ‘el después’ de Burials… Lo que queda después de haber grabado ese disco”. Canciones como ‘Aurelia’ tienen ese toque a Joy Division que marcan algunas de las canciones más oscuras pero pegadizas de AFI. Sabemos que sois fans de la banda, Jade y tú tenéis tatuajes suyos, pero ¿por casualidad estuvisteis escuchando sus discos durante la creación del nuevo álbum? “No puedo asegurar si escuchamos o no a Joy Division durante la creación de este álbum porque es una de las bandas que escucho constantemente desde muy joven; yo personalmente y también el resto de la banda. Que nos hayan influenciado creativamente tiene sentido, empecé a escucharlos cuando tenía 12 ó 13 años y lo sigo haciendo ahora. Gracias por la comparación, es un halago, pero no creo que haya sido crucial para este nuevo disco. Cuando componemos no escuchamos a ninguna banda de manera intencionada para inspirarnos, a pesar de que luego sí notes esas influencias en el disco. Somos fans de muchos tipos de bandas diferentes”. 35
“HAY MUCHAS BANDAS QUE SACAN DISCOS QUE SUENAN IGUAL AL ANTERIOR, Y ESTOY MUY CONTENTO DE NO SER UNA DE ELLAS. SI SACÁSEMOS UN DISCO IGUAL AL ANTERIOR MOLESTARÍA A NUESTROS FANS” DAVEY HAVOK
El disco contiene 14 canciones, y casi todas duran tres minutos y algo, incluso ‘White Offerings’ no llega ni a los tres minutos. ¿Fue algo que la banda se planteó antes de empezar a componer, hacer canciones más cortas y rápidas? “No fue algo planeado. Antes de entrar a grabar o componer no hacemos ningún plan de cómo queremos que suene el disco, simplemente sale así. Para este álbum compusimos unas 60 canciones o ideas para canciones... Normalmente componemos muchísimo más de lo que acaba en el disco. Fue 36
un proceso de pulir y ver qué canciones nos representaban de mejor manera actualmente. Nos pasó igual con Burials o con Crash Love. Teníamos muchas canciones cortas, pero también muchas canciones que queríamos que estuviesen en el trabajo... Nos gustaban demasiadas (risas)”. Estas canciones que he mencionado hasta ahora son temas más directos, pero luego tienes algunos como ‘She Speaks The Language’ que se salen de esa línea. ¿Crees que canciones así son las que mar-
can la diferencia en distintas partes del álbum? “Bueno, hay muchos aspectos diferentes sobre quiénes somos como músicos, o qué somos como banda, pero creo que es necesario tener un equilibrio de todos esos aspectos para crear un disco honesto. Podríamos hacer un álbum sólo con canciones como ‘She Speaks The Language’, ‘Above The Bridge’, ‘Feed From The Floor’ y ‘Dark Snow’... ¡Oh, Dios mío! He nombrado todas mis canciones favoritas del álbum (risas). Podríamos hacer un disco así, pero sólo reflejaría una parte de quiénes somos. Es por eso que tene-
mos canciones como ‘Dumb Kid’ o ‘Get Hurt’. Por eso, cuando elegimos las canciones que iban a entrar en el álbum, seleccionamos canciones que nos representen en una totalidad, no solamente una parte de lo que somos. Estoy muy contento de que ‘She Speaks The Language’ haya entrado en el disco porque estaba muy emocionado cuando la creamos y la tocamos por primera vez. Fue una de las primeras canciones que hicimos, tiene un aire muy cinemático y pocas canciones así pueden entrar en discos de AFI”. AFI siempre se han caracterizado por probar infinitas cosas en sus obras, desde el punk de los inicios hasta ahora, en 2016. ¿Seguís queriendo experimentar o habéis llegado al punto en el que sabéis lo que es correcto para AFI y tenéis claro por dónde tirar? “Es más bien lo primero. Cuando nos sentamos a componer intentamos hacer cosas nuevas que nos sigan emocionando y que sean eso, algo nuevo, al menos para nosotros. Es lo que hacemos al componer. Si hay algo que nos suena nuevo y excitante seguimos adelante con ello. En cambio, si es algo que nos suena familiar, lo desechamos porque ya lo hicimos en algún momento. Siempre hemos seguido ese camino en todos nuestros discos. Tenemos muchísima suerte de tener una gran base de seguidores que buscan exactamente eso: buscan que cambiemos. Nuestros fans esperan que hagamos un disco diferente al anterior, cada vez, y eso nos ayuda a expandirnos como grupo. Hay muchas bandas que sacan discos que suenan igual al anterior, y estoy muy contento de no ser una de ellas. Si sacásemos un disco igual al
anterior molestaría a nuestros fans”. Nick 13 de Tiger Army vuelve a colaborar con vosotros, ha grabado guitarras y coros en algunas canciones. Puede resultar la opción obvia por su pasado con la banda... ¿Pensaste en otros invitados o ya tienes a Nick 13 como uno más de la familia? “No tuvimos invitados en este disco, ni en el anterior... En realidad, no es algo que hagamos mucho, no somos de invitar a otra gente a tocar con nosotros con excepción de amigos que han hecho coros en el pasado. Es raro porque en estos tiempos modernos es más fácil (risas). La tecnología ha hecho que grabar discos sea más fácil en cierto modo, y en otro, que sea más difícil. Muchas veces el factor de la diversión ya no está allí, es sólo trabajo”. Si miramos al pasado Crash Love fue un paso adelante y totalmente diferente de lo que estabais haciendo en la época de Decemberunderground, pero a su vez, ese disco también representó cambios muy importantes si lo comparamos con Sing The Sorrow. Fueron años muy experimentales para AFI... Ahora, si miras hacia esos discos, ¿encuentras algo que te haga decir ‘¿Qué coño estábamos haciendo?’? “(Risas) A veces. Ahora que lo mencionas, rara vez miro al pasado y escucho los discos que ya grabé, pero alguna vez me encuentro en algún sitio donde están poniendo algunos de esos discos y... Bueno, creo que mi voz en algunas canciones de Decemberunder-
ground no es la mejor (risas). Recuerdo que en ese momento estaba en el estudio con Jerry (Finn), y él estaba intentando que mejorase lo que había grabado, pero le dije ‘no’ y que se quedaba así. Descansa en paz, Jerry, pero tenías razón... Debería de haber intentado otra cosa (risas), pero la vida es así. Cuando miras atrás siempre piensas que podrías haberlo hecho mejor. Quizás ése sea el motivo por el cual no escucho cosas que grabé en el pasado (risas)”. Al principio de los 2000 se decía que AFI habían hecho cambiar a las bandas de vuestra escena consiguiendo que le dieran más importancia al tema visual y teatral. ¿Te sientes responsable de ello de alguna manera? “No (risas), absolutamente no. No sé quién dijo eso (risas). Sé que lo que hemos hecho puede haber influenciado a ciertos grupos, o que alguien se haya sentido inspirado por alguna entrevista que hayamos hecho, pero no creo que haya otra banda que suene o tenga la misma imagen que nosotros. Es realmente halagador que hayan dicho eso de AFI, a cualquier banda le gustaría cambiar el curso de la historia en la música o influenciar a otra gente, pero no es algo que reconozca en lo que hemos hecho hasta ahora. No veo otras bandas como nosotros”. Para la edición en vinilo de este disco han hecho algo genial: hay cuatro colores diferentes por los cuatro grupos sanguíneos. ¿También estáis preparando algo relacionado con eso para el directo? Me refiero al escenario, proyec37
ciones y cosas así. “Sí, siempre nos gusta proyectar todo lo relacionado a la temática del disco en todo lo que hacemos, ya sea las diferentes portadas, los colores de los vinilos, la producción de escenario y hasta los videoclips. Como me ves en los videoclips es como saldré al escenario, y hay más sorpresas. Me gusta crear ese ambiente, va con la tonalidad de la música”.
especiales de teloneros de Deftones. A priori sois bandas muy diferentes entre sí... ¿Crees que sus seguidores también lo son de AFI? “No lo sé, espero que sí (risas). Amamos a Deftones, y yo personalmente sí veo cosas en las que nos parecemos, veo cosas en su música que son similares a las nuestras. No sé si sus fans lo verán así, lo comprobaremos”.
¿AFI te proporciona todo lo que necesitas como músico para satisfacer tus inquietudes o de vez en cuando necesitas un escape como Blaqk Audio? “No, de ninguna manera. Ninguno de los proyectos me proporciona todo lo que necesito, pero ya no sólo como músico, sino como persona. No hay una cosa en la vida que me proporcione todo lo que necesito, no hay ninguna comida que me proporcione todos los nutrientes... es más bien una mezcla. Necesito diferentes escaparates musicales para darle rienda suelta a mi amor por la música. Por ejemplo, adoro Blaqk Audio, que lo hago con Jade, porque me permite cantar y actuar fuera del contexto orgánico de una banda. Hago música con electrónica o electropop, cosas que escuchaba desde joven. Las bandas inglesas de los 80 que llegaron a Estados Unidos cuando yo era joven y que hacían eso fueron las primeras bandas que realmente amé. Necesito algo extremo como eso, algo totalmente diferente que me libere. Y tengo la suerte de que la gente no me odie por eso (risas)”.
En vuestros inicios a AFI se os colgó la etiqueta de horror punk, y en su momento tuviste el proyecto Son Of Sam, que básicamente era horror punk con miembros de Samhain y Danzig. Ahora que los Misfits han vuelto para dos conciertos en el Riot Fest, ¿no te entran ganas de seguir adelante con Son Of Sam? “Cuando empecé con AFI nunca había escuchado el término ‘horror punk’ ni todas esas bandas (risas), pero sé a lo que te refieres. De todas maneras, nunca me vi de esa manera. Son Of Sam fue algo muy divertido, fue otra oportunidad para expresar diferentes aspectos de mi influencia musical. Yo lo llamaría más death rock. Sigo siendo muy fan de bandas de death rock como Samhain, nosotros salimos de gira con ellos y fue Todd (Youth) quien se me acercó un día y me dijo que quería montar un proyecto de death rock como Samhain. Me quedé sorprendido cuando me comentó que quería que yo cantase en ese proyecto. Le pusimos Son Of Sam en tributo a Samhain, pero nunca llegamos a tocar en directo. Grabaron las canciones, me las mandaron, les puse letra y las volvimos a grabar. Me encantó la ex-
Hablando del Reino Unido, el próximo año tenéis tres fechas 38
periencia, pero lastimosamente no tengo tiempo para meterme en otro proyecto (risas). Aun así, para mí fue un honor hacerlo con ellos”. AFI lleváis mucho tiempo en el juego, pero fue con The Art Of Drowning cuando se empezó a darle cancha y cobertura mediática a la banda. ¿Intentasteis algo diferente que funcionó o simplemente cuadró el momento perfecto para esa apuesta? “No quiero llevarte la contraria, pero si le preguntas a cualquier miembro de AFI te dirá que el disco que realmente cambió las cosas para nosotros fue Sing The Sorrow. Fue cuando realmente empezamos a tener presencia en la radio, cuando empezaron a poner nuestros videoclips en la televisión. Yo tengo la impresión de que The Art Of Drowning sí que alcanzó a mucha más gente que Black Sails In The Sunset, pero seguía siendo underground, no había llegado al mainstream. Tuvimos una progresión muy lenta en los discos antes de Sing The Sorrow. Íbamos ganando cada vez más fans. Si me preguntas a mí, te diría que la banda pegó el boom con Shut Your Mouth, porque con el disco anterior (Very Proud Of Ya -ndr.) tocábamos quizás para doce personas, y en cambio con Shut Your Mouth teníamos al menos a 300 viéndonos cada noche. Para mí eso lo cambió todo, y de ahí en adelante todo fue creciendo. Creo que ese disco tuvo más melodía que lo que estábamos haciendo y fue lo que la gente notó y gustó. También es que a base de no parar nunca y estar haciendo giras constantemente la gente ya empezó a notarnos, fue a base de ser
“NINGUNO DE LOS PROYECTOS ME PROPORCIONA TODO LO QUE NECESITO, PERO YA NO SÓLO COMO MÚSICO, SINO COMO PERSONA” DAVEY HAVOK
pesados (risas). Mirando atrás, creo que Shut Your Mouth, aun siendo un disco de hardcore, fue el que cambió el juego para nosotros. A la gente le gustó la melodía y lo mantuvimos”. ¿Echas de menos algo de los AFI antes de Sing The Sorrow? Desde entonces vino la fama, la pérdida de privacidad y todo lo que conlleva... “Creo que lo que echo de menos de ese periodo no es algo tan personal, que me afecte a mí, sino más bien echo de menos la época en sí. Entonces internet no era algo tan importante para los grupos, seguía existiendo
esa mística sobre las bandas y los músicos. Había una comunidad que no comulgaba aún con la presencia de internet y las redes sociales, por lo que la interacción era cara a cara, de forma humana. Extraño la interacción humana, en ese tiempo las comunidades no eran virtuales sino que eran personas de carne y hueso que tenían que verse. Echo de menos salir de gira con bandas como The Explosion, o con gente que considero mis hermanos, vivir la carretera e interactuar con los fans cara a cara... Creo que ya no hay bandas que tengan eso hoy en día. Espero que sí las haya, porque es muy divertido. Apar-
te de eso, creo que no echo de menos nada más (risas)”. Vamos con la última. Si tuvieras que hacer un ránking de mejor a peor con los discos de AFI, ¿qué álbum sería el primero y cuál sería el último para ti? “(Risas) No puedo hacerlo, hazlo tú. No puedo hacerlo, no quiero hacerlo (risas). Son todos hijos míos, no puedo elegir el mejor”.
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FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES
CAMBIO DE PIEL
GRACIAS A UN POTENTÍSIMO DEBUT COMO LO FUE BLOSSOM Y SOBRE TODO A SU NO MENOS EXPLOSIVO DIRECTO, EL NOMBRE DE FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES NO HA PARADO DE SUBIR COMO LA ESPUMA EN LOS ÚLTIMOS MESES. TRAS ARRASAR EL PASADO VERANO EN EL RESURRECTION FEST, SU NUEVA VISITA A NUESTRO PAÍS ERA UNA EXCUSA INMEJORABLE PARA VOLVER A SENTARNOS A CHARLAR CON EL EX VOCALISTA DE GALLOWS ANTES DE QUE SU SEGUNDO TRABAJO, MODERN RUIN, SALIESE A LA CALLE. TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: NADIA NATARIO
USTO CUANDO ESTOY llegando a la puerta de la sala Lemon suena mi móvil. Al otro lado del hilo telefónico me encuentro con una voz de marcado acento británico. Se trata del tour manager de Frank Carter & The Rattlesnakes. Me comenta que la entrevista que teníamos concertada este mismo sábado a primera hora de la tarde ha sufrido un retraso ya que Frank se encuentra ocupado en la habitación de su hotel atendiendo un asunto personal. Por suerte, este inesperado inconveniente me permite meterme en un bar cercano a la sala y ver el Barça - Madrid que se juega a la misma hora mientras hago tiempo. No hay mal que por bien no venga. Y es que desde que supimos que el tatuadísimo frontman regresaría a comienzos de diciembre del pasado año para hacer sus primeras fechas en salas pequeñas por nuestro país, teníamos claro que queríamos entrevistarle otra vez. Más aún sí tenemos en cuenta la entusiasta acogida que tuvo su paso por la última edición del Resurrection Fest, donde la gran mayoría del público acabó nombrándole como uno de los claros vencedores del evento. A todo ello hay que sumar que apenas unas semanas después de nuestro encuentro saldrá a la luz Modern Ruin (International Death Cult), un segundo trabajo que llegará con apenas año y medio de diferencia desde que debutara discográficamente junto a su nueva agrupación, The Rattlesnakes, en verano de 2015. En todo ese tiempo, y gracias a las poderosas canciones de Blossom y un directo capaz de encandilar a cualquier fan
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del hardcore y el punk rock, Carter y sus compinches no han dejado de ganar notoriedad, logrando incluso que por momentos nos olvidemos de su pasado como cantante de Gallows y le valoremos únicamente por su presente. Es por ello mismo que su nuevo álbum se presenta como uno de los más esperados en este arranque de 2017. Diez minutos antes de que acabe el Clásico, vuelvo a dirigirme a la Lemon y desde fuera puedo oír que ya ha empezado la prueba de sonido. Al entrar me encuentro a los Rattlesnakes tocando a un volumen atronador y a su mánager. Me comenta que Frank aún continúa en el hotel ocupado. En ese mismo instante aparecen The Blackjaw para ir descargando todo su equipo. Acaban de llegar directamente de Barcelona tras abrir para la banda británica la noche anterior. A pesar de reconocerme que están reventados por el largo viaje en furgoneta, noto que aún les dura la alegría tras haber sido confirmados también como una de las bandas nacionales que participará este año en el Resu. No es para menos. Media hora más tarde, me comunican que por fin está todo listo para realizar la entrevista y subo a la parte de arriba de la sala. Allí me encuentro por fin a un Frank Carter con una vestimenta muy diferente a la que nos tiene acostumbrados últimamente. Con un gorro de lana enorme y unas gafas horterísimas resultaría muy difícil reconocerle si no fuese por los tatuajes que asoman por sus manos y cuello. Se disculpa amablemente por todo el retraso y me pregunta cómo ha quedado el partido.
“Creo que han empatado al final”, le comento. Cuando le interrogo por la razón que le ha mantenido tan ocupado esta tarde me contesta que se trataba de un asunto familiar con el mismo tono relajado que mantendrá durante toda nuestra conversación y una mirada fija que le da un aire igual o incluso más intimidatorio del que desprende sobre las tablas. Por mucho que su aspecto parezca casi de chiste, se intuye que en su interior se esconde todo un animal de los escenarios. Supongo que es lo que llaman el descanso del guerrero. Ayer estuvisteis en Barcelona, ¿qué tal fue la cosa? FRANK CARTER “Creo que el concierto de ayer fue uno de los mejores que hemos dado. Siento que tenemos una verdadera conexión con el público de España. El de esta noche es nuestro tercer concierto aquí. Tanto cuando tocamos en el Resurrection Fest este verano como ayer en Barcelona fueron increíbles. Parece que nuestros fans sienten esa misma conexión y que de verdad les gusta nuestra música”. La verdad es que este año no habéis parado de tocar y 2017 tiene pinta de que será muy parecido ahora que estáis a punto de sacar vuestro segundo disco, Modern Ruin. ¿No pensaste en que quizás era muy precipitado teniendo en cuenta que apenas hace año y medio que apareció Blossom? “No. Si lo piensas, hoy en día todo resulta muy espontáneo y basado en la ‘instagramificación’ (Risas). Noso-
“PODEMOS SER UN GRUPO DE HARDCORE, DE PUNK, DE ROCK, DE BLUES O HASTA DE INDIE SI QUEREMOS. ME SIENTO EMOCIONADO POR ELLO. ES DIVERTIDO MANTENER A TU PÚBLICO ATENTO”
tros escribimos Modern Ruin tan sólo dos meses después de que Blossom se publicase. Terminamos de grabarlo en enero de este año, así que llevamos mucho tiempo esperando para poder sacarlo. Podríamos haberlo hecho mucho antes, pero preferimos esperar. Enero es el momento perfecto para hacerlo. Ahora es Navidad y todo el mundo estará gastando su dinero en regalos (risas), así que lo publicaremos a finales del próximo mes. De todas maneras, también queríamos que Blossom tuviese su momento, que todo el mundo pudiese meterse de lleno en él y familiarizarse con las canciones. Pero ahora sentimos que es el momento adecuado para sacar nueva
música y dar continuidad al momento por el que estamos atravesando”. Dices que sólo os llevó un par de meses tener el álbum listo... ¿Cómo fue el proceso? “Bueno, queríamos hacer algo que fuese un verdadero desafío. Primero para nuestros fans y también para nosotros, tanto como oyentes e intérpretes. Ya sabes que cuando sacas un primer disco el segundo suele ser el difícil. Quieres explorar nuevos territorios pero tienes miedo de perder tu base de seguidores. Nosotros no nos preocupamos por eso. Sabemos que ellos confían en nosotros para hacer la música que queremos hacer. El asunto es que escribimos
estos dos discos con tan poca diferencia entre ellos que casi sentimos que forman una misma cosa. No los veo como si fuesen dos trabajos muy diferentes. Para mí son dos grupos de canciones que fueron compuestos al mismo tiempo y ése es el espectro de The Rattlesnakes ahora mismo, lo cual nos da una buena plataforma para movernos hacia adelante. Podemos ser un grupo de hardcore, de punk, de rock, de blues o hasta de indie si queremos. Me siento emocionado por ello. Es divertido mantener a tu público atento”. De todas maneras, tras haber escuchado Modern Ruin, lo primero que resulta evidente 43
“VIVIMOS EN UNA ÉPOCA INCREÍBLEMENTE NARCISISTA, DONDE TODO EL MUNDO ESTÁ PREOCUPADO POR SU IMAGEN, CEGADOS ANTE LOS VERDADEROS PROBLEMAS QUE TENEMOS. NO SÉ QUÉ TIPO DE MUNDO LE VOY A DEJAR A MI HIJA, PERO POSIBLEMENTE NO SEA UNO BUENO”
es que sí es ligeramente diferente de Blossom. Aquél era un disco de pura energía desatada, muy directo. En cambio, los temas de Modern Ruin parece que van en una dirección más melódica, aunque sin perder la fuerza. “Totalmente. Yo lo veo como una progresión natural. Queremos ir en busca de nuevas fronteras y creo que lo hemos hecho de una manera orgánica. No lo siento como si hubiese un cambio de sonido porque sigue habiendo canciones muy agresivas en el disco. En Blossom dejé de cantar un poco y gritaba muchísimo más. En cambio, en Modern Ruin he gritado menos y he cantado más (risas). Para mí es un buen equilibrio. Lo siento como algo natural, sin darle demasiadas vueltas”. En cierto modo, me ha recordado en algunos momentos a lo que hiciste con Pure Love, pero con algo más de punch. ¿Ves puntos en común entre ambos proyectos? “No, son dos grupos completamente distintos, con diferente mentalidad, influencias, músicos... Lo único que tienen en común es que yo canto. Supongo que para la gente es fácil coger un disco en el que canto de una forma más melódica y compararlo con esto. The Rattlesnakes no hubieran existido si antes no hubiera estado en Gallows ni en Pure Love. Pero ésta es una banda diferente y Modern Ruin también lo es por completo respecto a cualquier cosa que
haya hecho antes. Es el álbum más conciso, concreto y del que me siento más orgulloso de todos los que he grabado”. Por otro lado me resulta llamativo que también, este cambio del que hablamos, lo hayas trasladado de alguna manera al directo con tu estética actual ahora que sales con traje al escenario. Supongo que al principio no era algo tan pensado, pero creo que va muy acorde con el nuevo álbum. “Te equivocas. Era algo totalmente intencionado (risas). Quería hacer un cambio. Queríamos adentrarnos en un mundo en el que nuestra música fuese más inteligente, así que nuestra apariencia en directo también debía de serlo. Llevar un traje es muy duro a la hora de tocar de la manera tan explosiva en la que lo hacemos. Es algo muy restrictivo. Sudas mucho (risas). Al principio no era nada cómodo llevarlo, pero pronto me di cuenta de que nuestras actuaciones se adaptaban a ello, así como lo que habíamos hecho en el disco. De alguna manera nos conteníamos, pero haciéndolo, crecimos mucho. Así que para mí lo que la gente está viendo es la mejor y más auténtica versión de nosotros”. Y también te da una identidad con la que la gente te puede reconocer fácilmente. “Bueno, más bien es una nueva identidad. Antes el público pensaba en mí como un tipo que iba sin camiseta y se peleaba con todo el mundo (risas). Y ahora quiero que vean algo muy diferente: un hombre que va
bien arreglado, canta canciones geniales y se lo pasa bien”. ¿Tal vez en el futuro veamos una evolución tanto en tu música como en tu vestimenta? “Sin duda. Cada disco debe suponer la evolución de un artista y eso debe trasladarse también a la puesta en escena, la imagen que emites sobre el escenario, así como la música. Estamos cambiando constantemente. Eso es lo que hace divertido ser un artista”. Una de las canciones que más me han gustado es el single ‘Lullaby’, que si no me equivoco, es una canción dedicada a tu hija. ¿Qué es lo que querías representar con ella? “Tan sólo quería reflejar un momento que tuve con ella para conservarlo de algún modo. Crear un pequeño instante que compartimos y que permaneciese de manera que pudiera tener un nuevo significado para otras personas. Una noche estaba acunándola en mis brazos para que se durmiese, cantándole una nana. Se quedó dormida con una pequeña sonrisa en su cara. Fue un momento muy dulce para mí, así que volví a la cama y escribí la canción inmediatamente. Así fue como surgió”. Sueles ser muy activo en las redes sociales subiendo vídeos. Hace poco vi uno en el que ibais los dos juntos cantando por la calle ‘Should I Stay Or Should I Go’ de The Clash. Me pareció adorable. ¿La estás intentando educar desde pequeña para que escuche buena música?
“¡Gracias! Y sí, siempre intento enseñarle cosas. De hecho, está aprendiendo a hablar castellano porque, como sabrás, mi mujer es medio española. Así que nuestras vidas son dibujos animados en español y canciones de punk rock (risas). Le encantan los ‘huevos sorpresa’ (Lo dice en castellano -ndr.)”. Y ahora que eres padre, ¿te preocupas más sobre el mundo que vas a dejar, o mejor dicho, que tu generación le va a dejar cuando ya no estés? Me refiero sobre todo a lo que ha ocurrido con el asunto del Brexit, ahora también la presidencia de Donald Trump... Aquí también hemos tenido lo nuestro reeligiendo a un gobierno corrupto. ¿Hacia dónde crees que se está dirigiendo la sociedad con todos estos movimientos? “Revolución, tío. Tiene que ser así. En algún momento la gente se va a hartar de todo el daño que le están haciendo y le va a dar la vuelta a esta situación”. Pero es extraño... Las cosas ya iban muy mal antes de que todo esto sucediese y no creo que la revolución sea precisamente votar a la derecha. “No, es algo más complejo que eso. Creo que llevará muchísimo tiempo. No pienso que yo vaya a ver una verdadera revolución mientras viva, probablemente. Pero espero que mi generación, la que está por venir o la de mi hija, pueda hacer algo al respecto. Yo la estoy educando para que sea la individua más amable e inteligente que pueda llegar a ser. 45
Así podremos empezar a cambiar el odio que está tan presente en la política y en nuestra sociedad. Vivimos en una época increíblemente narcisista, donde todo el mundo está preocupado por su imagen, cegados ante los verdaderos problemas que tenemos. No sé qué tipo de mundo le voy a dejar a mi hija, pero posiblemente no sea uno bueno. Precisamente la última canción del disco, ‘Neon Rust’, habla de eso”. ¿Cómo te sentiste cuando te despertaste al día siguiente de conocer la decisión de que el Brexit había ganado? “Increíblemente decepcionado. Me sentí muy triste. Pensé que nuestro país acababa de tomar una decisión terrible. Estaba enfadado con toda la gente que es más mayor que yo. Son las generaciones más viejas quienes votaron eso. Toda esa gente va a morir muy pronto y no van a poder ver los cambios por los que han votado. Ésa es la maldición que dejarán para mi hija. Son tiempos muy peligrosos y es por ello que deberíamos animar a los más jóvenes a que sean activos en cuestiones políticas y que las entiendan. Cuando era un niño, la política me parecía aburrida. Lo es para la gran mayoría de chavales, pero si somos capaces de que se involucren a una edad temprana, pronto empezarán a comprender que estas personas no pueden ser nuestros presidentes porque son unos completos idiotas. No son sólo payasos que salen en la televisión, son tiranos que harán cambios que afectarán a tu vida diaria. Por tanto, necesitamos empezar con la generación que viene justo detrás.
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Nosotros podemos seguir activos tanto como podamos, pero aún seguimos peleando contra toda la generación que ha llegado antes y que no cambiará porque ellos piensan que lo que han votado es la mejor decisión. Creen que las cosas seguirán siendo estables, que el cambio al que han dado su voto será el que salve a su país, sea lo que sea que signifique para ellos. Yo pienso que debemos educar a la gente en el respeto y la comprensión hacia el prójimo”. Quizás Inglaterra ahora mismo se parezca un poco más a esa Grey Britain de la que hablabais Gallows hace unos años... “Por supuesto. Es triste pensar que ese disco tiene ya casi diez años y sigue siendo igual de vigente que entonces”. ¿Y qué recuerdos guardas de aquella época? Parece que el disco gustó muchísimo y que teníais el apoyo de mucha gente, pero no terminó de funcionar comercialmente al nivel que esperaba Warner y por eso os despidieron. “No pienso en ese periodo. Sólo pienso en The Rattlesnakes. No estoy interesado en lo que sucedió en el pasado. Intento no pensar demasiado en ello porque si haces eso dejas de pensar en tu presente. Y el presente es lo único que puedo controlar ahora mismo. Si me preocupo por dónde estoy en este momento, entonces tendré un buen futuro y podré mirar al pasado con orgullo”. OK, entiendo. Cambiando de
tema, al principio con Gallows daba la sensación de que vuestros conciertos eran una locura sin freno. Ahora tus actuaciones siguen siendo muy potentes, pero creo que hay una sensación más controlada y segura. ¿Crees que tus directos también han sufrido una evolución? “Sí, claro. No soy tan nihilista como lo era por aquel entonces. Busco menos la confrontación. Pero tampoco diría que me he suavizado... Aún sigo cantando con furia y pasión, pero no hay violencia, o al menos no por mi parte hacia otras personas. A menos que alguien cruce la línea. Ayer, por ejemplo, salté sobre el público, alguien me agarró del cuello y casi le doy un puñetazo. Son cosas que pasan. Sólo era un fan que quería cantar, pero en lugar de poner sus manos sobre otra persona me agarró a mí”. ¿Cuál es la peor situación que te ha ocurrido en un show? “Por ejemplo, me han roto la nariz un montón de veces. Pero lo peor que me ha pasado nunca fue cuando tocamos en Berlín este año. No sé exactamente lo que sucedió, pero sufrí un espasmo en la espalda, me bloqueé y no podía caminar. Volví a casa en una silla de ruedas. Eso fue este verano, hace unos tres meses. La verdad es que me asusté”. Por cierto, a modo de curiosidad, quería saber si, con lo ocupado que tienes que estar, aún sigues tatuando. “Sí, pero no tan a menudo. Ahora estoy muy centrado en el grupo y no
“TATUAR ME LLENA LA CUENTA DEL BANCO Y LA me resulta fácil encontrar tiempo para tatuar. Pero cuando puedo, todavía sigo haciéndolo. Trabajo en un estudio llamado Sang Blue en Dalston, Londres. Estoy allí siempre que puedo”. ¿Y qué es lo que te proporciona el tatuar que no te da la música? “En realidad es al revés. La música me da mucho más que el tatuar y es por eso que estoy tan centrado en ello. Tatuar me llena la cuenta del banco y la música me llena el alma. Ésa es la diferencia (risas)”. Por último, quería preguntarte sobre la canción con la que acaba Blossom y con la que finalizas todos tus conciertos: ‘I Hate You’. Parece que de alguna manera se ha convertido en un himno para alguna gente... ¿Crees que, al igual que el amor, también es necesario expresar nuestro odio hacia ciertas personas, aunque sea de manera terapéutica? “Al 100%, pero de un modo seguro. Esa canción habla sobre abrazar el odio como una emoción positiva y usarlo de una manera divertida, con humor. No es como si estuviese dirigida directamente a alguien en particular, sino como algo más relajado y de lo que te puedas reír al final del día”.
MÚSICA ME LLENA EL ALMA. ÉSA ES LA DIFERENCIA”
CAGE THE ELEPHANT
ASÍ SE LLEVA LA TRANSPARENCIA
CAGE THE ELEPHANT TERMINARON EN DICIEMBRE EL PRIMER SEGMENTO DE SU GIRA AL OTRO LADO DEL CHARCO. ¿SE HAN IDO DE VACACIONES? NI LO PIENSES, LA BANDA NO DESCANSA. ESTE MES CONTINÚAN CON LAS FECHAS EUROPEAS, Y EN LA PARADA ENTRE UNAS Y OTRAS, EL GRUPO YA HA ESTADO TRABAJANDO EN NUEVO MATERIAL. TEXTO: RO SÁNCHEZ FOTOS: DR
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I HABLAMOS DE CAGE THE ELEPHANT, tenemos que hablar de Matt Shultz. Es la cabeza pensante del grupo, cantante, compositor y frontman frenético donde los haya. A finales de 2015 lanzó con la banda su último disco hasta la fecha, Tell Me I’m Pretty (RCA). Con esa petición tan directa, alguien tenía que llamarles guapos. Últimamente lo han hecho los Grammy, para los que están nominados en la categoría de Mejor Álbum de Rock. Pero cuando le preguntas por los premios y por el cambio de categoría –hace dos años estuvieron nominados en Mejor Álbum Alternativo con su anterior trabajo Melophobia–, te das cuenta de que Shultz, y los propios Cage The Elephant, no son muy de galardones: “Honestamente, es un honor, pero no nos preocupan mucho las nominaciones a los premios. No creo que la música se pueda categorizar, nosotros siempre intentamos que cada trabajo tenga su propia identidad”. En esa identidad de Tell Me I’m Pretty tuvo mucho que ver Dan Auerbach de The Black Keys, que produjo el álbum. Shultz no se atreve a decir que ésta sea su mejor obra hasta la fecha, pero sí que Auerbach ha sido una pieza clave. “No sé si es el mejor, creo que cada disco tiene su propia personalidad, su propia vida, pero sí es uno de los discos más potentes que hemos hecho en cuanto a la transparencia y, definitivamente,
respecto a la composición, con Dan produciendo el álbum. Es el tipo de productor que se centra mucho en la composición de los temas. Hay muchas cosas que Dan quiere preservar de los temas originales”. Lo cierto es que, pese a que las canciones conservan su esencia más primaria, el sonido está obviamente muy influido por el de The Black Keys desde el momento en que le das al play. Si hablamos de composición, uno de los rasgos inconfundibles de Cage The Elephant son, efectivamente, las letras. Desde que su amigo Tiger Merritt, guitarra y voz de Morning Teleportation, le dijera que para hacer buenas canciones debía darle vergüenza cantarlas, Shultz ha convertido la transparencia en su bandera, y es una palabra que repite varias veces en las entrevistas. Desde Melophobia, embarrarse con las letras es algo inamovible en sus trabajos. “Creo que cuando llegas a un punto en el que estás cómodo, aquí con la transparencia y la sinceridad, no es sólo que sea necesario, sino que también es algo de lo que no puedes volver atrás porque ése es el verdadero símbolo de un buen compositor. No estoy diciendo que sea un gran escritor, pero si quieres que algo llegue a la gente de verdad y que encuentre un lugar en sus vidas para siempre, ésta es la manera más segura de hacerlo”. Y así va a seguir siendo, confirma Matt Shultz, para su próximo disco,
que esperan que pueda salir durante 2017 o principios del 18. “Las letras creo que serán como en anteriores trabajos, habrá más de esa transparencia”, asegura. “No creo que cambie esa parte, espero que quizás sólo aumente la efectividad de esa honestidad, y que sea mejor de lo que hemos hecho hasta ahora. Si seguimos progresando con eso, será estupendo”. Para este nuevo trabajo la banda todavía está componiendo los nuevos temas, pero ya tienen una primera idea de cómo va a ser, y advierten de que, por supuesto, va a ser muy distinto a todo lo que hemos escuchado antes. “Estamos constantemente buscando que sea nuevo y nos emocione. Siempre tienes los clásicos y tus favoritos a los que siempre vuelves, pero otras veces descubres cosas nuevas con las que te obsesionas y que puedes incorporar a lo que estás haciendo. Yo soy el tipo de persona que… quizás sea bipolar, no lo sé, pero ahora estoy con algo que es totalmente opuesto a lo que he estado escuchando o a lo que he estado haciendo de manera rutinaria. El resultado es que lo nuevo va a ser algo drásticamente diferente”. Para el compositor, las canciones tienen que encontrarte a ti, y no al revés. Puede sonar a una llamada inesperada, pero estos temas nuevos no han tocado a la puerta de improvisto. “Me siento como rejuveneciéndome y muy emocionado con ello, con nuevas experiencias en la vida 49
ES, TE TE VUELV N E R A P S N A ÁS TR E, CUANTO M U Q R E B A S RO ES “LO MÁS DU
” ALREDEDOR S E N IE T E U GENTE Q HERIR A LA S A D E U P E BABLE QU ES MÁS PRO
sobre las que puedo escribir”, cuenta el vocalista. “A veces estás trabajando en el disco y estás buscando algo, no es que sea forzado, pero tienes que empujar cosas fuera de ti, sacarlas, que se desprendan. Y esta vez es un poco eso”. Pero expulsar los sentimientos fuera de ti no es tan fácil, menos con esa transparencia que les caracteriza y con la que están contentos de ser caracterizados. ¿Qué es lo más difícil? “Lo más duro es saber que, cuanto más transparen-
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te te vuelves, es más probable que puedas herir a la gente que tienes alrededor. Saber que no vas a tener ese tacto con la gente o que no siempre te vas a sentir bien con esa persona o contigo mismo”. Otra de las marcas de la casa Cage The Elephant son sus directos: saltos arriesgados, stage divings y la actitud alocada de Shultz sobre el escenario y fuera de él, entre el público. Y afortunadamente, aterrizarán en Barcelona y Madrid el 4 y 5 de
febrero para presentar Tell Me I’m Pretty en concierto. “En los directos parece que enciende al público. Cuando empiezas a trabajar con un disco, casi todo es sobre tus experiencias, y cuando lo estás grabando, es como capturarlas. Y creo que eso se está trasladando al público y lo están disfrutando”.
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scuchar Hypercaffium Spazzinate es como encontrarte con ese viejo colega del instituto al que hace más de una década que no le ves el pelo. Puede que ahora luzca barrigón cervecero y peine canas, pero tras hablar un par de minutos con él, sabes que en el fondo sigue siendo el mismo nerd punk que la última vez que os reunisteis. Porque en realidad el séptimo trabajo de estudio de los californianos es como una especie de repaso a todas las etapas de su carrera sin perder la garra ni su particular sentido del humor. Pero como buenos pioneros del punk pop, es cuando sacan su
vena más melódica que consiguen ser absolutamente imbatibles. Por supuesto en este disco no faltan esos pildorazos acelerados de minuto y medio (‘Feel This’, ‘Victim Of Me’ o ‘Full Circle’, que cuenta con un coro que parece un homenaje al ‘Room 13’ de Black Flag con ese “Keep me alive”), donde Egerton aprovecha para marcarse algún punteo espectacular al igual que en la adictiva ‘On Paper’, cuya letra les sigue retratando como unos losers encantadores. Como suele ser habitual, la final ‘Beyond The Music’ no deja de ser otra muestra de sinceridad y compromiso con la música y su escena.
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l cuarteto de Bayona siempre ha hecho gala de un espíritu aventurero que les ha llevado a beber sin miedo de influencias como el death metal técnico, el groove metal, el progresivo o el industrial. Y ha sido este atrevimiento, acompañado además por unas letras en las que plasmaban su conciencia ecológica y una sensibilidad artística poco común, lo que les ha convertido en una de las bandas más interesantes del panorama metálico del siglo
XXI. Lo que sorprende de Magma es cómo han conseguido concentrar todo eso y más en temas más cortos de lo habitual y encontrarnos con un Joe Duplantier que en su mayor parte canta más que grita. Si en otras bandas esto podría interpretarse como una concesión a la comercialidad, no nos olvidemos de que estamos hablando de Gojira. Magma no es un disco fácil, más bien lo contrario, pero pocos álbumes más intensos y épicos encontrarás este año.
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eremy Bolm es de los que no se guarda nada en el tintero. Con cada álbum de Touché Amoré podemos hacernos una idea bastante fidedigna de lo que ha vivido el cantante desde que apareció el anterior. Su cuarto trabajo no es una excepción y nos deja sentir toda la rabia, desconcierto y culpa que ha padecido desde que su madre falleciera de cáncer hace un par de años. A nivel musical, Stage Four es una continuación de Survived
By, con una cierta moderación en la agresividad respecto a sus dos primeros discos, pero conservando su misma pasión e integridad. Lo más llamativo es el registro grave que Bolm adopta en temas como ‘Benediction’, ‘Water Damage’ o ‘Skyscraper’, acercándolos a ambientaciones más post punk y que contrastan con las explosiones de energía que ofrecen en temazos como ‘New Halloween’, ‘Palm Dreams’ o ‘Rapture’. Espectacular y sobrecogedor.
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n Rheia, Oathbeaker se muestran más expansivos que nunca en todos los sentidos, consiguiendo plasmar todas las influencias que habían mostrado tanto en Mælstrøm como en Eros|Anteros. Sin ir más lejos, la apertura formada por el binomio ‘10:56’ y ‘Second Son Of R.’ ya nos deja bien claro lo que nos encontraremos durante la siguiente extensa hora que dura el álbum: una introducción calmada en la que la frágil y
por momentos fantasmagórica voz de Caro Tanghe es la que lleva el peso hasta que aparece un vendaval de guitarras black metaleras y blast beats furibundos que pueden recordar a Deafheaven. 7 minutos en los que Oathbreaker son capaces de sonar tan agónicos y desesperados como épicos. Si Rheia es la obra por la que se medirán sus futuros lanzamientos, los belgas se han puesto un gran reto por delante.
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ese a haber protagonizado una de las separaciones que más lágrimas ha hecho derramar en los últimos tiempos, al final los cuatro años de descanso que se han tomado Thrice no han sido para tanto, aunque seguro que a muchos de sus seguidores les habrá parecido una eternidad. A pesar de todo, la novena entrega de los californianos no es ni una vuelta a las raíces, ni un inesperado cambio de rumbo como el que acometieron en Vehissu. Más bien
To Be Everywhere Is To Be Nowhere sigue la línea lógica marcada por Beggars y Major/Minor. Esto significa que Thrice se siguen moviendo por terrenos menos experimentales, más cercanos al rock alternativo convencional pero libre de etiquetas y, lo mejor de todo, con un plus de agresividad que les sienta de muerte. Seguramente estemos ante su trabajo más directo e inmediato desde el EP de fuego del monumental puzzle estilístico que fue The Alchemy Index.
E
n su eterna búsqueda de la macarrada máxima, en su guerra abierta contra cualquier tipo de expresión moderna, Deströyer 666 tarde o temprano debían publicar un álbum como Wildfire. Desde que formara parte de Bestial Warlust que KK, el alma de esta formación, había puesto todo su empeño en conseguir un trabajo así. Siete años después de Defiance, los australianos han logrado por fin una de las mejores aleaciones posibles entre heavy metal clásico y
metal extremo primigenio de los 80. Aquí todo es cuero y tachuelas, no te quepa la menor duda, desde el chillido agudo que abre el puñal ‘Traitor’ pasando por la hooliganesca ‘Live And Burn’, con ‘Artiglio Del Diavolo’ como puente hacia ‘Hounds At Ya Back’, un himno definitivo de la ortodoxia metalera en pleno 2016. A lo Bathory, a lo grande, ‘Tamam Shud’ emerge como un panteón de la épica. Un oasis entre tanta falsedad e impostura. Deströyer 666 es la puta ley.
P
or algún motivo, todo el odio que habían generado Metallica durante estos últimos años se ha convertido en alabanzas, pese a que los haters siempre estarán allí, en cuanto hemos empezado a tener avances de lo que nos íbamos a encontrar en su nuevo doble álbum. No era para menos. Los dos primeros adelantos, ‘Hardwired’ y ‘Mouth Into Flame’, nos devolvían a unos Metallica
en plena forma, sonando a la banda que todos tenemos en mente y que nos mostraba las dos facetas más celebradas –la de raíces thrash y la de banda creadora de riffs incontestables y de vocación clásica- del grupo. Metallica están en forma para volver a levantar el cetro del metal, del que alguna vez pareció que renegaban. En Hardwired... tenemos a una banda absolutamente en paz y conectada con su pasado.
P
arece que letlive. han querido presentarnos con este cuarto disco otra cara y ‘mejores modales’ de lo que habíamos podido escuchar desde que empezaran allá por 2002. Por lo menos, ya desde que arrancan con ‘I’ve Learned To Love Myself’ nos muestran un ritmo más pausado y delicado en cuanto al sonido del grupo y la voz del que sigue ejerciendo como motor de los angelinos, Jason Aalon Butler, el cual suaviza más el tono que de
costumbre durante el largo hacia algo más bailable (‘A Week Ago’, ‘Nü Romantics’, ‘Elephant’). En ‘Foreign Cab Rides’, ‘Reluctantly Dead’ o ‘Who You Are Not’ resaltan el uso de elementos electrónicos y, cómo no, alguna pieza con la que poguear en cualquiera de sus enérgicos directos. Miedo da imaginarse en mitad de la pista durante ‘Another Ofensive Song’. Ponen fin a la obra con ‘If I’m The Devil...’, que también podría contarse entre los mejores temas de su carrera.
A
Loud Bash Of Teenage Feelings confirma que estamos ante una banda que podría devolver la fe en el rock’n’roll a quienes la hayan perdido. Éste es un disco de guitarras, bajo y batería, sin ningún tipo de artificio ni pretensión, y unas letras llenas de poesía callejera, amores fatídicos e instintos primarios. James Alex canta en algunos temas como si se estuviera emborrachando y en otros como si estuviera de
resaca, pero en todos suena vivo y real. Durante la media hora que dura el disco, te dará igual que fusilen sin reparos el cancionero de The Replacements (‘Spin The Dial’, ‘Punks In A Disco Bar’) y Jawbreaker (‘Future Mixtape For The Art Kids’, ‘Warpaint’) porque se nota que lo hacen por puro amor y, la verdad, son grupos a los que reivindicar con orgullo. Y cuando arremeten con un artefacto punk como ‘Atom Bomb’ sólo te queda por gritar ‘¡Amén!’.
N
o es ningún secreto que, desde los tiempos de White Pony, cada nuevo álbum de Deftones ha significado un choque de estilos entre sus dos principales motores creativos. Y aunque hace ya un par de discos que los de Sacramento parecen más estabilizados a nivel interno, lo cierto es que la dupla formada por Chino Moreno y Stephen Carpenter sigue luchando cada uno por su lado para mantener su parcela dentro del apartado compositivo. Y como también suele ser costumbre, una vez
más en Gore han sido capaces de encontrar el equilibrio necesario para dar con otra obra a la altura de su ya legendaria carrera. Sin duda la canción estrella es ‘Phantom Bride’, en la que participa Jerry Cantrell de Alice In Chains, consiguiendo adaptarse dentro de su sonido y llevándolo a otra dimensión hasta que llega ese riff final cortante. Mientras otros compañeros de generación hace tiempo que desaparecieron o aún andan perdidos, a Deftones les queda cuerda para rato.
Y
a hace muchos veranos que escuchamos hablar de los ingleses Hacktivist y su innovador djent rap, pero no es hasta ahora (y tras unos EPs y singles) que la banda lanza por fin su debut. Quedaba por ver si estos muchachos eran sólo banda de singles o si eran capaces de capturar la diversión en un disco completo. Spoiler: lo han conseguido. Y es que básicamente
de eso trata Outside The Box, sobre lo divertido que es escuchar a una banda que utilizando viejas técnicas logra crear algo que suene a nuevo. ¿Unir rap y metal? Está muy visto y ya tenía fecha de expiración a finales de los 90, pero hacerlo utilizando algo técnico como el djent y dejando que las melodías más interesantes de las canciones salgan de las guitarras y no de los vocalistas ha sido un gran acierto.
E
s chocante que alguien con una vida tan caótica y agitada como Domenic Palermo sea capaz de ofrecer música tan hermosa como la que aquí encontramos. Su segundo álbum mejora lo ofrecido en el debut Guilty Of Everything sin cambiar su estilo (en resumen, una puesta al día del shoegaze de los 90), pero ofreciendo canciones más redondas como ‘The Dead Are Dumb’ o ‘Vertigo Flowers’. Las melodías están mejor perfiladas, los riffs, más definidos, y el sonido, cortesía del productor Will Yip, resulta más
claro. Las guitarras crean ese efecto envolvente propio del estilo, pero a la vez no se diluye en atmósferas abstractas, haciendo que distingas perfectamente cada instrumento (notarás por ahí algunos arreglos de cuerda y piano) y que no tape la sosegada voz de Palermo. Si bien la música te acaricia delicadamente, es en las letras donde Palermo vuelca su visión nada romántica de la vida, y ya sea en la nirvanera ‘Eaten By Worms’ o en la emotiva ‘ACD (Abcessive Compulsive Disorder)’, queda claro que la procesión va por dentro.
E
s curioso que el turbulento panorama político y social que vivimos a nivel global no se traduzca en un mayor número de bandas con un mensaje más profundo. Architects son una notable excepción. Ya desde sus inicios, los de Brighton han procurado lanzar proclamas con un mayor calado del habitual y, además, las han llevado a la práctica implicándose con distintas ONGs. Desde el mismo título All Our Gods Have Abandoned Us, su séptimo álbum hace gala de mucha desesperanza. Sus once canciones están llenas de frases que no dejan en muy buen lugar a quienes mueven los hilos, pero tampoco a quienes son movidos por ellos. Nunca Sam
Carter y sus compañeros habían sonado tan cabreados como aquí. La pérdida de la fe en el ser humano la han canalizado a través de la rabia y desde el primer tema, ‘Nihilist’, que prácticamente empalma con la siguiente ‘Deathwish’, nos golpean con mucha fuerza. Y la verdad es que este endurecimiento les sienta de maravilla, en especial a su cantante, quien saca el máximo partido de su, por otra parte, limitado registro. Incluso los pasajes más melódicos suenan con garra y algunas partes más atmosféricas, reminiscentes de Cult Of Luna, potencian el ambiente lúgubre de un disco repleto de esos riffs y breakdowns potentes a los que nos tienen acostumbrados.
P
uede que suene injusto y hasta cruel, pero Sum 41 necesitaban un punto de inflexión como el que sufrió Deryck Whibley para reconducir su carrera. Estaba claro que sus problemas con la bebida y su posterior rehabilitación iban a marcar su siguiente trabajo. Lo que quizás no estaba tan claro es que fuesen a recuperar su versión más aguerrida. Pero basta con escuchar la trepidante ‘Goddamn I’m Dead Again’, donde el reincorporado Dave Baksh comienza a justificar su regreso a base de solos endiablados, para darse cuenta de que en 13 Voices han puesto toda la carne
en el asador para que éste se convierta en su regreso triunfal. El grupo se muestra más certero que nunca, con las guitarras funcionando a plena potencia en las contundentes ‘13 Voices’ y ‘God Save Us All (Death To POP)’, bien respaldadas por el debutante Frank Zummo, que hace un trabajo soberbio tras la batería. En ‘Twisted By Design’ podríamos encontrar un resumen de todo el viaje que ha experimentado Whibley en forma de cierre épico al que únicamente le falta un solo de libro para redondear un retorno que, a buen seguro, les reconciliará con muchos de sus fans.
E
l rey ha muerto, larga vida al rey. Nada dura para siempre, y en el caso de una banda que vive tan al límite como The Dillinger Escape Plan, todavía menos. Basta verlos en directo para entender que esto, más que un grupo, es un camión sin frenos cargado de nitroglicerina. De ahí que sólo nos sorprendiera a medias que anunciaran que, una vez finalice la gira de presentación de este Dissociation, lo dejarán. En cualquier caso, Dissociation, su sexto álbum, demuestra que si lo dejan no es por falta de ideas. Pocas
bandas son capaces de presentar ejecuciones perfectas de partituras imposibles y que, encima, lejos de sonar como estériles ejercicios masturbatorios, te sacudan con semejante ensañamiento. Crear tantos estímulos dispares no es fácil, y que encima le acabes encontrado un sentido, todavía menos. Por eso cabe resaltar el papel de Greg Puciato en todo esto. Puede que sus compañeros sean instrumentistas endiablados, pero él, y sus diferentes voces, actúan de pegamento. Una despedida por todo lo alto.
E
s posible que quienes valoran el primitivismo y la furia sin filtros por encima de todo, este Nattesferd les parezca menos potente, e incluso que cuando se enteren de que quien lo produce es Nick Terry, un hombre que ha trabajado con Primal Scream, The Klaxons o Simian Mobile Disco, se lleven las manos a la cabeza, pero para mí
sólo confirma lo que ha estado ahí desde el principio: Kvelertak son bastante más ambiciosos e inquietos musicalmente de lo que a parte de su público le gustaría. Puede que para divertirme en sus conciertos siga prefiriendo los temas de los dos primeros discos, pero a la hora de escucharlo en casa, Nattesferd está casi a su misma altura.
C
alifornia recupera algo del espíritu original de la banda, pero tampoco es un intento forzado de volver al pasado, sino que lo contextualiza en el presente. Lo mejor que se puede decir de su séptimo disco es que está repleto de canciones magníficas (‘Bored To Death’, ‘No Future’, ‘Kings Of The Weekend’, ‘She’s Out Of Her Mind’, ‘Teenage Satellites’…) que desde que
las escuchas por primera vez te atrapan, ya sea por una melodía pegadiza, una progresión de acordes o la infalible labor de Travis con las baquetas. Y eso es, ni más ni menos, lo que busco en un álbum de Blink. Estoy convencido de que algún día volverán a reunirse con Tom DeLonge, pero espero que hasta que eso ocurra, los Blinks actuales graben un par de discos más. Se lo han ganado.
N
o tenía ni idea de que Deathspell Omega estuvieran trabajando en el sucesor del impactante Paracletus. Y así, sin previo aviso, seis años después de su último largo, una de las formaciones más respetadas del underground blacker nos sumerge otra vez en su mundo de pesadilla a través de cuatro nuevas canciones. Aquí el horror te sacude desde que el tema homónimo que abre maldice tu morada, y como para recordarte que sí, que son ellos,
esa incuestionable institución del black francés, las primeras disonancias del álbum no tardan en aparecer. ‘The Synarchy Of Molten Bones’ es un negro ciclón en el que pasa de todo, y la que la sigue, la omnipotente ‘Famished For Breath’, casi que lo mismo. A 3.000 por hora, con un enloquecido dominio instrumental que todo lo doblega, este segundo tema ya deja muy claro que estamos ante una de los mejores obras de 2016. Desde luego, lo suyo ya se enmarca dentro de la parapsicología.
Foto: Eric Altimis
P
arece que Tim Armstrong tiene buen ojo a la hora de dar con formaciones con vocalista femenina al frente. Si hace ya unos cuantos años el descubrimiento de The Distillers fue todo un pelotazo, ahora la jugada se podría repetir con The Interrupters. Al igual que la banda de Brody Dalle, el combo angelino toma muchos elementos prestados de los creadores de ...And Out Come The Wolves, sobre todo en su
vertiente ska, pero sabiendo darle un toque fresco y divertido. Y también, como ya demostraron en su debut homónimo de hace un par de años, tienen una facilidad pasmosa para escribir canciones con vocación de himnos. Con un repertorio que invita a bailar y sudar de lo lindo en directo, no extrañaría nada que se acaben convirtiendo en una de las grandes sensaciones del circuito punk en los próximos meses.
L
a adoración hacia Pentagram, Saint Vitus o los Black Sabbath más primitivos cobra el mayor de los sentidos en un álbum que conecta directamente con sus raíces más doom para ir varios pasos más allá. Si Legend suponía una actualización de su propuesta, haciéndola incluso más accesible dentro de lo que cabe para los oídos ajenos, el álbum que nos ocupa es su particular némesis. Llama la atención que justamente ahora, cuando más sencillo lo tendrían para abrirse paso hacia un público más grande, se hayan
desmarcado de la competencia con una obra de este calibre. Tomemos como ejemplo el tema título. Una pieza de 15 minutos donde los riffs rocosos se imponen junto a la desbocada expresividad de Pelander, pero que también dejan huecos por los que se cuelan arreglos de guitarras acústicas, teclados, flautas y hasta un outro de acordeón tras una segunda mitad con un riff en progresión que pone los pelos de punta. Una obra oscura e inaccesible como pocas, de la que por suerte tenemos todo el año para descifrar cada uno de sus enigmas.
D
os años después de debutar con Disgusting, Beartooth están de vuelta con un disco que debería consolidarles como una de las bandas punteras del metalcore de nueva hornada. Lo que empezó siendo un proyecto paralelo del vocalista Caleb Shomo mientras todavía estaba en Attack! Attack! ha ido cogiendo una solidez que nadie podía imaginar entonces. Aggressive se abre con el tema que le da título y desde el primer momento se percibe que Shomo no se anda con tonterías y suelta uno de los muchos estribillos
hímnicos que encontraremos a lo largo del disco; los de ‘Loser’, ‘Fair Weather Friend’, ‘Burnout’ o ‘Sick Of It Me’ se te clavarán en la cabeza aunque no quieras y anticipan que en sus conciertos habrá desfase asegurado. En comparación con su debut, se nota una producción más pulida, menos punk por así decirlo, algo que en mi opinión les otorgaba personalidad, pero que sin duda les ayudará a sonar en la radio. Resulta irónico que titulen un tema ‘Rock Is Dead’ cuando, con un disco así, Beartooth demuestran justo lo contrario.
E
l décimo álbum de Weezer es un trabajo más conciso y menos ambicioso que el anterior Everything Will Be Alright In The End, algo explicable tanto por el hecho de que llegue apenas año y medio después, como por la coherencia temática y estilística que ha querido darle Rivers Cuomo. Su tono veraniego y la omnipresente influencia de los Beach Boys nos retrotraen inmediatamente a la
era de su debut (‘L.A. Girlz’ es la prima rica de ‘Susanne’), pero sería erróneo pensar que simplemente han intentado hacer una réplica de aquél. Junto a la inmediatez de las melodías brillantes de ‘California Kids’, ‘Summer Elaine And Drunk Dori’ o ‘King Of The World’ encontramos un halo de oscuridad en algunas letras y requiebros instrumentales que lo acercan a Pinkerton. Clasicismo pop y el punto freak de su Red Album.
D
ebemos ensalzar el tremendo esfuerzo artístico y conceptual que hay detrás de esta obra, donde la geometría y el misticismo juegan un papel primordial, conjugando además perfectamente con el black metal chamanístico de la banda. En efecto, el nuevo álbum de Schammasch es equilátero, y viendo la extraordinaria lista de músicos y estudios externos que han ayudado a llevar a cabo esta empresa, no debe de haber sido
fácil alcanzar esa perfección. Nos encontramos ante 16 canciones reales y sin relleno. La primera parte, The Process Of Dying, incide en la vertiente más rápida y atmosférica de su black, mientras que Metaflesh ahonda en su vena más trascendental y vaporosa, aunque tampoco abandone del todo los blasts. Para terminar, The Supernal Clear Light Of The Void se lanza directamente al ambient y la música étnica. Lo de ‘Satori’ y ‘Metanoia’ roza lo divino.
P
atch The Sky, su decimosegundo disco de estudio, ratifica el gran momento artístico que Bob Mould está atravesando desde que editara Silver Age en 2012. Ese disco y su continuación Beauty & Ruin en 2014 parecen haber confirmado la tercera juventud que Mould lleva viviendo desde que cumplió los 50. Grabado en Chicago en los estudios Electrical Audio de Steve Albini, aunque éste
no participó en la grabación, Patch The Sky es un disco sin florituras, pero totalmente estimulante. Mould sigue mostrándose como un compositor infalible, con su personal voz conservando toda su pasión y poderío y el trío sonando como un bloque de lo más compacto. Que su barba blanca no te engañe: cuando enchufa su guitarra, Bob Mould todavía es capaz de dar lecciones a la mayoría de grupos a los que dobla la edad.
D
espués de escuchar Misadventures queda claro que, aunque hayan tardado cuatro años, Pierce The Veil han sabido cómo canalizar positivamente todo su agobio y ansiedad. El álbum tiene todo aquello que podía esperarse de ellos, pero explicita su voluntad de llegar a un público todavía mayor con un acercamiento más descarado al pop. Con My Chemical Romance fuera de juego, Pierce The Veil bien podrían
llenar ese hueco. Son varios los temas que recuerdan a aquéllos como la inicial ‘Dive In’, o el medio tiempo ‘Floral & Fading’, que parece salido de Danger Days y es todo un hit en potencia. Todo esto no significa que los de San Diego se hayan transformado por completo y en temas como ‘Texas Is Forever’, ‘The Divine Zero’ o ‘Sambuka’ nos regalan ese metalcore apto para todos los públicos por el que se les conoce.
E
l séptimo álbum de Avenged Sevenfold vendría a ser una mezcla entre City Of Evil y Nightmare, y buena parte de culpa la tiene el fichaje de Brooks Wackerman. El ex batería de Bad Religion ha sabido imprimir la pegada que tanto se echaba en falta en su anterior referencia y, secundado por un Synyster Gates que vuelve a estar brillante a las seis cuerdas, firman los momentos más contundentes del disco como la rotunda ‘God Damn’, ‘Simulation’ o la
inicial ‘The Stage’. En el otro lado de la balanza aparecen piezas más oscuras como ‘Sunny Disposition’ y sus siniestras trompetas, la balada ‘Roman Sky’, con unos bonitos arreglos de cuerda, o la ida de olla final progresiva de un cuarto de hora que es ‘Exist’. Pero me atrevería a decir que es en los estribillos de ‘Creating God’ y ‘Higher’ donde están esos posibles hits que les hagan retomar su lugar como claros herederos de los grandes nombres del género en el futuro inmediato.
C
old World retoma el camino allá donde lo dejaron con Restoring Force, pero va aún más lejos a la hora de incorporar influencias del nu metal y el rock alternativo de finales de los 90. A algunos todavía les sorprende ver la evolución que han tomado muchas bandas de metalcore en los últimos años, pero si nos paramos a pensar, tiene toda la lógica del mundo. Fue de entre los millones de chavales que crecieron escuchando Hybrid Theory, Morning View o Break The Cycle donde surgieron los
músicos que ahora militan en las bandas actuales, y parece de lo más natural que les acabe saliendo lo que habían interiorizado en sus primeros años de aprendizaje musical. Lo curioso es que en el caso de Of Mice & Men prácticamente ya no queda ni rastro de la banda que eran en sus inicios y seguir etiquetándoles como metalcore parece absurdo. Es precisamente esa valentía, y de ir hasta el fondo con todas sus consecuencias, lo que les diferencia de otras bandas de su misma órbita.
A
Brian Fallon no se le ha olvidado cómo escribir buenas canciones, y aunque aquí ha tirado por un sonido más clásico y acústico, muchas de ellas te las imaginas funcionando perfectamente en manos de The Gaslight Anthem, casos de ‘A Wonderful Life’ o ‘Rosemary’. Menos oscuro y más directo que el disco que grabó como The Horrible Crowes, Painkillers no ofrece sorpresas más allá de unos arreglos más tradicionales con bonitos toques de slide guitar y los
coros de la bajista Catherine Popper que le da un toque a lo Jayhawks, pero sirve para reencontrarse con esa voz rota que destila honestidad y sentimiento. Ya sea acercándose al country de ‘Red Lights’, ‘Open All Night’ o ‘Long Drives’, al folk de ‘Steve McQueen’ y ‘Honey Magnolia’ o al rock en las magníficas ‘Painkillers’ y ‘Nobody Wins’, Fallon parece haber vuelto a sus raíces, por lo que este álbum puede considerarse el primer paso de una reconciliación con él mismo y con sus fans.
R
evolution Radio es su primer álbum en 15 años sin un gran concepto detrás ni fanfarria extra; son simplemente doce nuevas canciones y punto. En cierta manera es un alivio y, a priori, ayuda a enfrentarse a él con más ganas. Dicho esto, esperar que Green Day grabaran otro Dookie o Insomniac hubiera sido demasiado bonito, y eso queda claro desde que suena el primer tema. ‘Somewhere Now’ arranca como una balada con sólo la voz de Billie y una
guitarra que, de pronto, se convierte en una pieza con arrebatos guitarreros a lo The Who parecidos a los que hicieron en ’21st Century Breakdown’. En general, Revolution Radio es un buen disco -aunque me siguen molestando algunos efectos de voz y de producción innecesarios cuya única función es hacerlos sonar ‘modernos’-, pero constata que aquellos Green Day más punk, frescos e irreverentes posiblemente nunca vuelvan. ¡Cuanto antes lo aceptemos, mejor!
N
ada mejor que un discazo para recuperar el tiempo perdido, y es que, tras cinco años de silencio, Moonsorrow han decidido escarbar en su propio legado para volver con todo aquello que los hizo grandes. Sólo cinco cortes para superar la hora de duración, tres de ellos traspasando ampliamente los 15 minutos, nos dejan la versión que más les disfrutamos, aquélla que
no escatima en recursos folklóricos y orquestales, coros grandiosos, ceremonias paganas, épica vikinga, y que sale a los bosques de Finlandia, a plena naturaleza, para brindar un álbum sincero, norteño y verdadero. Cada tema es un mundo, una experiencia cinematográfica, y dada su exagerada duración, resulta complicadísimo describir todo lo que ocurre en ellos.
THEWONDERYEARSBAND.COM
TINYMOVINGPARTS.COM
LAS 10 MEJORES PELÍCULAS DE 2016
EL PERSONAJE: AXL ROSE
UNA SELECCIÓN DE KIKO VEGA
P POPSTAR Akiva Schaffer, Jorma Taccone The Lonely Island se pasa al formato falso documental en su segunda peripecia cinematográfica con una puesta al día de This Is Spinal Tap centrada en los bajones de un gañán del pop del siglo XXI empeñado en ser la figura más importante del firmamento. Absolutamente desternillante.
oco podía imaginar Axl Rose hace apenas tres años, cuando la versión 2.0 de Guns N’ Roses iba teniendo cada vez menos poder de convocatoria, que algún día volvería a estar en la cima del mundo. Y por partida doble. Si la reunión con Slash y Duff McKagan podía intuirse exitosa,
la realidad es que su Not In This Lifetime Tour ha superado todas las expectativas, llenando estadios allá por donde pasa. Lo que nadie podía esperar es que en 2016 también los llenaría como vocalista de AC/DC. Una unión sorprendente que, si Angus Young quiere, tendrá continuidad. El puto amo ha vuelto.
LA DESPEDIDA: DAVID BOWIE
LAS 10 MEJORES PELÍCULAS DE 2016
LOS ODIOSOS OCHO Quentin Tarantino Una localización, un puñado de personajes y dos partes claramente diferenciadas. La primera, más tradicional, es todo boquilla. La segunda, la moderna, una barbaridad con la que partirse la caja. Lo cierto es que pocas pegas se pueden poner a una peli que te hace chistes con sus propios errores. Fabuloso Morricone, fabuloso Richardson y fabulosos Nicotero y Berger. La primera peli de terror de Tarantino es también una de las más divertidas.
UNA SELECCIÓN DE KIKO VEGA
AGENTE CONTRAINTELIGENTE Louis Leterrier Wow, el director del Hulk de Edward Norton o de la infame revisión de Furia De Titanes, aparece en mi lista de pelis del año. ¿Y eso? Fácil: lo único que el director tenía que hacer aquí era ponerse al servicio de la última cafrada de Sacha Baron Cohen. Algunos de los gags más zafios, groseros y molestos que haya visto una sala comercial en mucho tiempo.
DOS BUENOS TIPOS Shane Black ¿Qué puedes esperar de la nueva película del tío que inventó las buddy movies? Además de un reparto extraordinario (¡¡¡Russell Crowe y Ryan Gosling haciendo comedia, por el amor
E
n un año nefasto en el que perdimos a Prince, Leonard Cohen, Glenn Frey, Greg Lake, Keith Emerson, Sharon Jones, Leon Russell o alguien tan joven como Tom Searle de Architects, ninguno tuvo una despedida tan impactante como la de David Bowie. El icónico cantante publicó por sopresa su
vigésimoquinto álbum Blackstar el 8 de enero coincidiendo con su 69 cumpleaños. Una gran noticia que adquirió una nueva dimensión cuando sólo dos días después fallecía de un cáncer de hígado que sólo conocían sus más allegados. El testamento de un músico único, capaz de convertir la muerte en su última obra de arte.
LA CONSAGRACIÓN: BRING ME THE HORIZON LAS 10 MEJORES
PELÍCULAS DE 2016 UNA SELECCIÓN DE KIKO VEGA
de Dios!!!) y unos secundarios mágicos (Angourie Rice debería ser la novia de mi hijo), la puesta en escena de Black ha ganado enteros en elegancia, eficacia y espectacularidad. Y las risas, eh.
HARDCORE HENRY Ilya Naishuller Epopeya salvaje en primera persona sobre la supervivencia adrenalínica de un cíborg mudo. Un monstruo de Frankenstein que salió bien y que utiliza el lenguaje de los videojuegos (el shooter en primera persona es evidente, pero también las plataformas) para marcarse una ultraviolenta y espídica aventura de la ciencia ficción más clásica en una mala tarde moscovita. Una ganadora, una fiesta de la sangre desenfadada.
A
unque su último disco That’s The Spirit, apareció en septiembre de 2015, ha sido en 2016 cuando la banda británica ha recogido realmente sus frutos. Puede que algunos de sus fans no encajaran del todo bien su acercamiento a sonidos menos duros, pero está claro que la apuesta les ha salido redonda,
DE PALMA multiplicando su público. Su gira fue todo un éxito, logrando meter a más de 40.000 personas en dos noches en el O2 Arena de Londres. Su DVD Live At The Royal Albert Hall, grabado junto a una gran orquesta el pasado abril, da muestras además de su voluntad de seguir creciendo artísticamente. Pese a quien les pese.
EL RÉCORD: METALLICA
LAS 10 MEJORES PELÍCULAS DE 2016 UNA SELECCIÓN DE KIKO VEGA
Noah Baumbach, Jake Paltrow Imagina que te mudas a Manhattan y que empiezas a ser un asiduo de la mejor cafetería del barrio. Imagina que un buen día, mientras esperas por tu capuchino, observas en una de las mesas al director de Blow Out esperando a que su chocolate se enfríe. Llegas, te sientas con educación y empiezas a hablar de las cosas que te gustan: sus películas. El resultado, la conversación, sería más o menos la misma.
HIGH RISE Ben Wheatley Rabiosa, divertida, maligna e imparable adaptación de una novela imposible. La sociedad piramidal dentro de un edificio retrofuturista es mucho más agradecida en la pantalla que sobre el papel. Junto a Mad Max, el mejor ejemplo de lo que puede dar de sí la ciencia ficción inteligente en el siglo XXI. Por favor, Tom Hiddleston debe ser James Bond de aquí a la eternidad. Otra obra maestra de Ben Wheatley. La que se avecina hardcore.
SPOTLIGHT Tom McCarthy Spotlight habla de una realidad muy, muy jodida y cada vez más presente: buenos periodistas que terminan siendo teleoperadores. Tom McCarthy no falla. Haga lo que haga, no falla. Es infalible. Con esto quiero decir que, si has disfrutado con Spotlight, no dejes de ver sus anteriores trabajos. Sí, la de Adam Sandler también.
LA FIESTA DE LAS SALCHICHAS Greg Tiernan, Conrad Vernon
D
espués de ocho años sin un disco nuevo (al fin y al cabo Lulu es más un disco de Lou Reed que suyo) es normal que hubiera mucho hambre de Metallica. Aun así, la avalancha mediática que se produjo cuando a mediados de noviembre publicaban Hardwired... To Self-Destruct,
superó todas las expectativas, con la banda empleándose a fondo e incluso apareciendo en varios late night shows. Su lanzamiento fue todo un éxito llegando a ser nº1 en 57 países y entrando en el Top 5 en 105. Unas cifras que reafirman su hegemonía como la banda de metal más grande a nivel planetario.
A lo mejor Seth Rogen nunca había escrito nada completamente drogado. Deja un sabor de boca fantástico tras un primer tercio bastante tedioso con un desenlace inesperadamente salvaje, soez y, probablemente, el mejor y más auténtico ataque a la humanidad que se haya visto en una peli… ¿de horror?
COMANCHERÍA David Mackenzie El western era así. Personajes de oro, relaciones a flor de piel y alguna crisis ahí jodiendo al personal. El western es así. Espectacular, seco y sin polleces. Una de las pelis más agradecidas de los últimos años. No da puntada sin hilo.
LOS 10 MEJORES CÓMICS DE 2016
LA POLÉMICA: PHIL ANSELMO
UNA SELECCIÓN DE SAMU GONZÁLEZ
CABALLERO OSCURO III - LA RAZA SUPERIOR Frank Miller, Azarello y Adam Kubert (ECC) El pasado año supuso el regreso de Frank Miller a uno de sus más recordados trabajos, esta vez sólo en las tareas de argumentista, dejando el trabajo de guión a Azarello y con un Adam Kubert que está a la altura de la importancia de la cita. Polémicas aparte, puede que sea uno de los mejores tebeos de súpers publicados en 2016, con el añadido de los encartes realizados por el propio Miller, dedicados en cada número a un personaje del universo del Señor de la Noche.
NO TIENE GRACIA Joaquín Guirao (LIBROS DE AUTOENGAÑO) La tremenda capacidad de este dibujante para crear diálogos dentro de situaciones hilarantes y con un tremendo poso de amargura filosófica es sólo comparable a su maravillosa y plástica forma de crear dinámicas páginas con su inigualable y reconocible estilo. Impagables algunas de sus historias, como su demencial 24h De Angoulême, la terrible Ábrete o las joyas cortas tipo Joderos putos o Pobre Hombre. De 10.
E
l pasado 22 de enero, Phil Anselmo era el invitado estrella en un concierto homenaje a su ex compañero Dimebag Darrell, guitarrista de Pantera, que se celebraba en Los Ángeles. Pero lo que debería haber sido una celebración se torció cuando Anselmo hizo el saludo nazi con su brazo y gritó “white
power” al público. El momento fue grabado por uno de los asistentes y a la que empezó a circular por Internet, las acusaciones de racismo no se hicieron esperar. Desde entonces, el vocalista se ha defendido repetidamente diciendo que todo fue una broma y que iba borracho, pero el mal ya está hecho.
PAPER GIRLS Brian K. Vaughan y Cliff Chiang (LA CÚPULA) Turno para la nostalgia ochentera. Paper Girls se encuadra dentro de este subgénero con sus propias señas de identidad y es justo decir que se adelantó por varios meses a Stranger Things con el rollo bicis y cosas asombrosas. Un grupo de repartidoras de periódicos se ven envueltas en un extraño suceso que desemboca siempre en un aún más sorprendente ‘continuará’.
LA REUNIÓN: MISFITS
BUCKSON Víctor Araque (GRAFITO) En este álbum, Víctor Araque presenta un futuro distópico que le sirve para relatar la aventura del antihéroe Yannick, un anestesista especializado en ‘mutación sanitaria’ y que se verá envuelto en una dramática y trepidante persecución por parte de la mafia. Los amantes de los relatos con aroma a P. K. Dick disfrutarán mucho con alguno de sus guiños referentes a las drogas.
ROMAN RITUAL El Torres, J. Martínez y S. Molina (DIBBUKS) Pasando al género de terror recomendamos Roman Ritual, un álbum tremendo con guión de El Torres, perfecto en cuanto a la dosificación de sustos y giros, que lo convierten en un thriller heredero de la mejor tradición estilo El Exorcista. Gracias al trabajo artístico de Martínez y Molina cada una de sus páginas cobra vida propia. Jugando con la ficción y sucesos reales, propone un paseo angustioso por las cloacas de una de las instituciones más poderosas del planeta.
A
estas alturas ya no debería sorprendernos la reunión de ningún grupo. Ya se sabe que a la que el dinero entra por la puerta, todas las rencillas del pasado salen por la ventana. Pese a eso, cuando el 4 de septiembre en el Riot Fest de Chicago, Glenn Danzig, Jerry Only y Doyle Wolgang von Frankenstein
volvieron a subirse a un escenario juntos bajo el nombre de Misfits por primera vez en 33 años pareció un pequeño milagro. Si a eso le sumamos que para tocar la batería ficharon al exSlayer Dave Lombardo, el impacto todavía fue mayor. Si todo va bien, este año podría haber más fechas y hasta un disco nuevo.
EL PREMIO: BOB DYLAN HEAVY 1986 Miguel B. Núñez (SAPRISTI) Volviendo a la nostalgia, pero esta vez musical y personal, Heavy 1986 es una obra genial sobre los años del apogeo del heavy metal entre las clases trabajadoras como movimiento de hermandad y rebeldía. Los 80 fueron esto, y Miguel lo retrata (y recuerda) de forma espléndida.
EL REY DE LA CARRETERA: KM 0 Josep Busquets y José Ángel Ares
B
ob Dylan ya tenía un lugar asegurado en la historia, pero desde el pasado octubre puede añadir otra página dorada a su biografía. La concesión a Dylan del Premio Nóbel de Literatura “por haber creado una nueva expresiones poéticas dentro de la gran tradición de la canción
americana”, no estuvo extensa de polémica, con partidarios y detractores de que la Academia Sueca hubiera otorgado tal distinción a un músico, un hecho inédito. Dylan, además, avivó la controversia al tardar varios días en responder a la Academia y no asistiendo a la ceremonia de entrega. Maestro y figura.
EL REGALO: TEMPLE OF THE DOG
(ALETA) Toca ahora algo de macarrada a lo Mad Max. Busquets, que jamás defrauda en ninguno de sus guiones, acompañado esta vez por un espectacular Ares a los dibujos, nos pega una patada en el cráneo con esta fantasía post apocalíptica que hace una crítica sangrienta a la sociedad de clases y a los mass media, realities y demás basura mediática, aderezado de espectaculares escenas y mucho humor. Es un tebeo de acción, sí, pero no huye del contenido, por lo que se me antoja perfecto.
LA RESISTENCIA Y VOLTIO VV. AA. (DIBBUKS/LA CÚPULA) Dos son las editoriales que en 2016 apostaron por recuperar el espíritu de las antologías de cómics con historias cortas autoconclusivas (sobre todo) de autores y autoras patrios. El resultado de ambas revistas es compacto y agradecido, en formato tomo y con material bien variado de diferentes cortes y estilos para cautivar al lector habitual de obras más densas. La Resistencia y Voltio invitan a entrar en el mundo del relato de cómic corto, desterrado a publicaciones de menor alcance y medios. Ojalá tengan una larga vida.
LAS HADAS YA NO EXISTEN José Fonollosa (PANINI/EVOLUTION CÓMICS) Reseñado en este mismo número, era muy injusto no incluirlo en este listado, mas cuando es uno de los relatos de fantasía más bonitos que he leído este último año. Se trata, como hemos dicho, de la primera obra larga de José Fonollosa como autor completo, que ante todo nos habla del paso del tiempo y el olvido. Dibujado que da verdadero gusto y con una narrativa espectacular, sin duda es una de las últimas grandes sorpresas del año que acabamos de dejar.
E
l 25 aniversario de la publicación del único disco del Temple Of The Dog, propició que sus componentes Chris Cornell de Soundgarden y Pearl Jam (sin Eddie Vedder) se animaran a hacer algo que nunca habían hecho antes: salir de gira. Aunque ésta fue muy corta, con sólo ocho conciertos en Estados
Unidos el pasado noviembre, los afortunados asistentes pudieron disfrutar de un repertorio mágico que hasta entonces prácticamente había permanecido inédito, junto a versiones de bandas hermanas como Mother Love Bone y Mad Season, y de clásicos como Bowie, Free o Black Sabbath. Todo un regalo para los fans de los 90.
MARÍA LLORÓ SOBRE LOS PIES DE JESÚS Chester Brown (LA CÚPULA) Terminamos esta modesta lista en la que se nos quedan muchas obras fuera con un impepinable internacional. Chester Brown elabora uno de sus cómics más complejos sobre la prostitución y el cristanismo. Muy bien documentado en el apartado Notas, señala todos los pasajes usados para hilvanar el argumento, centrado en la genealogía de Mateo, haciendo además reflexiones sobre el uso del cuerpo, el sometimiento a la fe y la lucha de la mujer en estos textos religiosos.
D
esde que arranca con las explosivas ‘Calathea’ y ‘Pleidades/Pasaportes’, el segundo álbum de Viva Belgrado te atrapa y no te suelta hasta que termina con una joya como ‘Ravenala’. Puede que su contenido sea emocionalmente denso, pero, en comparación a su debut Flores, Carne, las letras son más literales, algo que ayuda a una mayor conexión, y musicalmente es también más luminoso, con ecos de Envy, La Dispute o Toundra, y una producción brillante de Santi Garcia. Cándido Gálvez, con su particular estilo
recitado y arrebatos gritados, nos hace de guía en este viaje, tan geográfico como sentimental, vivido en los dos últimos años, mientras las guitarras de Pedro Ruiz ponen los acentos, las comas y los puntos con una expresividad magistral. Aunque puedan repelerles términos como ‘popularidad’ o ‘comercialidad’ o todo lo que huela a industria, los cordobeses no se han privado de hacer un trabajo más accesible, simplemente porque les ha salido así. Una señal de madurez con la que Viva Belgrado han creado una obra que es prosa y poesía al mismo tiempo y que te agita al corazón.
E
n su búsqueda de la reinvención permanente, en esos ecos que ya mostró su ópera prima, ya no digamos su posterior lanzamiento de remixes, todo esto ya estaba ahí, latente, a la espera de borrar cualquier atadura estilística o corsé en cuanto volvieran a pisar un estudio. Ya de primeras, ‘A Year With No Summer’ pone de relieve la enorme importancia que el grunge, el rock alternativo de los 90, han tenido en esta obra, pero es ‘10th April’ la que nos embriaga con la experimentación
de la banda. De naturaleza apocalíptica, su electrónica nos sume en un bello trance y nos revela la primera gran verdad de este álbum: ésta es una obra de atmósferas, de texturas y matices, donde las guitarras casi juegan un papel secundario. Progresivos, minuciosos, vibrantes y detallistas, Obsidian Kingdom no se marcan horizonte alguno porque no los precisan, y desde luego este álbum les llevará hasta donde quieran, siempre con la cabeza bien alta y la exquisitez por bandera.
H
abía bastante expectación por escuchar su segundo largo y es una alegría poder decir que está totalmente a la altura de lo esperado. En Blau Sang, Vermell Cel, la banda hermana de The Gundown vuelve a arrollarnos con su torrente melódico a lo largo de 13 canciones. Casi parece que para Crim componerlas sea una simple excusa para poder
lanzarnos esos coros a cuatro voces que te pasan por encima como una apisonadora. Desde que arrancan con ‘Benvingut Enemic’ hasta que terminan con el tema que da título al disco, los de Tarragona vuelven a ofrecer letras inteligentes cantadas por la voz quebrada de Adrià Bertran en la mejor tradición de Leatherface o Hot Water Music, riffs y punteos pegadizos y una energía contagiosa.
A
penas un año después de su primer EP, First Songs, el trío madrileño vuelve a demostrar el gran momento de inspiración que está viviendo. Sus temas se dividen entre muy buenos y geniales, y todos son ejecutados con una pasión contagiosa. Al escucharlo te entran ganas de ir a verles en directo, cuando no de llamar a tus colegas y formar un grupo. Los hermanos Santi y Víctor Garcia han sabido captar toda
la crudeza de los instrumentos de Jaime (voz, guitarra), Fon (bajo) y Paula (batería), y al mismo tiempo, hacer brillar sus melodías (subidón cada vez que Paula dobla las voces), a cada cual más infecciosa. Prepárate para que temas como ‘Heavy Metal Saved My Life’ (¿Seguro que no es J Mascis el que hace el solo?), ‘Elevator Boy’, ‘Avocado’ o ‘The Worst Mistake’ habiten durante una buena temporada en tu cabeza.
A
penas segundos tarda en implosionar Krighsu, la tercera supernova de Wormed. ‘Pseudo-Horizon’ es un leviatán cósmico que te engulle como esperas de ellos, pues entonces no serían los madrileños, pero también nos alerta sobre otro peligro que ahora entrañan: G-Calero. Si no acabó de convencer a los más escépticos en sus primeros shows, con esta obra el nuevo batería se coloca
al mismo nivel de monstruosidad técnica que sus compañeros, desplegando un inagotable arsenal de ritmos tras los parches, a cada cual más complicado, estrambótico y mortífero. Wormed no tienen parangón en el mundo. La banda de metal más técnica y descomunal de la historia de nuestro país. La visión de Stanley Kubrick hecha brutal death. Realmente, pura ciencia ficción.
N
orth, la primera referencia de Morgan, vio la luz de manera totalmente independiente y sin apoyo de ninguna discográfica. Y sin embargo, ya están siendo capaces de colgar el cartel de ‘no hay entradas’ en teatros y recintos de aforo medio. El secreto no es otro que el haber tenido la paciencia suficiente para darle vueltas a unas canciones que empezaron a surgir en la mente de Carolina de Juan hace cuatro años hasta dar con un acabado casi perfecto. Parte de culpa la tiene la banda que la acompaña (entre los
que encontramos a Ekain de Cobra a la batería), que sabe arropar a una voz que por momentos parece tan frágil como en otros poderosa. Y es así como suenan sus canciones, capaces de acariciarte el alma con el cariño y la delicadeza que sólo una madre puede hacer con su hijo. En ellas puedes oler mucho soul, pinceladas de blues sureño, folk, jazz... todo ello bien macerado, sin sobreproducciones innecesarias. Sólo música que únicamente necesita de ser escuchada para convencer a cualquiera que esté dispuesto a ponerse al otro lado.
C
uando Barbarian Swords amenazan no suele ser en balde, y ya nos habían advertido de que si nos habíamos petrificado ante Hunting Rats, su nueva obra iba a convertir nuestros huesos en putas cenizas. Se nota que han progresado, pero lo que en algunos significaría aburguesamiento, en ellos es una más extrema exaltación de violenta pobredumbre a base de su ya conocida mixtura entre el
más blasfemo black y el doom más enfermo que se ha escuchado en mucho tiempo. Pero ojo, porque han ampliado su catálogo de ultrajes sonoros, por momentos parece que el adjetivo de ‘extremo’ se haya concebido para ellos. En una escena patéticamente colapsada de monaguillos jugando a ser demonios, Barbarian Swords vienen a poner las cosas en su sitio. Enfréntate a ellos si tienes huevos.
N
unca Dawn Of The Maya habían reunido una colección de temas tan redondos como aquí, que integrase tan bien las dos almas del grupo, la metalera y la más pop. Más que nunca sus canciones permiten hacer headbanging al mismo tiempo que cantas estribillos tan memorables como los de ‘The Great Awakening’, ‘Old Statues’ o ‘A Winged Victory’. Suele destacarse de ellos la bestia que es Marcos a la batería, pero para mí el
héroe de este disco es Garci, quien se destapa como un guitarrista de lo más polivalente e imaginativo. Ese fraseo a lo Van Halen en ‘Under The Tree Of Wonders’ o la combinación de punteos y riffs de ‘Alpha Galaxy’ merecen ser destacados. Pero esto es un trabajo en equipo y todas las partes suenan mejor integradas dando como resultado piezas tan bien acabadas como ‘Eternal Ahau’ o ‘Ancient Light’. Ojalá logren despegar como se merecen.
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l registro vocal de Kantz es tan personal que puede que De La Cuna A La Tumba te recuerden a Tenpel, pero este combo formado entre Madrid y Sevilla compone una música más visceral y contundente. En efecto, prueba a escuchar ‘Huesos De Bruma’ o ‘Por Muy Lejos Que Intentemos Ir’ y sentirás cómo el registro vocal se desgarra a conciencia y la solidez del muro sónico. Dejando de lado los aspectos puramente musicales, otro de los puntos
fuertes a destacar de este debut es el apartado lírico, donde el cuarteto expresa sin tapujos y sin vergüenzas todas las emociones y sentimientos que cualquier ser humano puede experimentar. Por todo lo explicado hasta ahora éste sería un álbum de emocore, pero entendiendo este término como la contracción de hardcore emotivo; no lo confundamos pues con ese sucedáneo más popular y conocido como ‘emo’, porque aquí no hay flequillos que valgan.
T
res años después de debutar con su aplastante Headshot eran muchas las expectativas puestas en el siguiente paso de los catalanes Blaze Out para ver si lograrían igualar el envite. Pues todos tranquilos, porque la prueba ha sido superada con nota y este Backlash es, globalmente, superior a su predecesor. Ya escuchando la inicial ‘Wrath Afire’ se nota que los barceloneses han cuidado y pulido la producción al máximo, ofreciéndonos
un producto a la altura de cualquier grupo consagrado destacando con luz propia la voz de Gerard Rigau (increíble la capacidad para cambiar de registro en una misma canción), los solos espectaculares a cargo de David Lleonart y una aplastante sección rítmica cortesía de Carles Comas y Rafa Weber. Definitivamente, Backlash se antoja como el empujón definitivo que tiene que catapultar a Blaze Out al lugar que sin duda merecen.
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ace tiempo que Crisix dejaron de ser esa banda de imberbes que sorprendieron a propios y extraños cuando aparecieron en la escena revival thrash estatal. Y la madurez musical y sobre todo a nivel de letras les ha llegado con este pedazo de obús llamado From Blue To Black. Ya con la intro y las guitarras punzantes de la inicial ‘Conspiranoia’ marcan terreno y paquete de lo que va a venir a continuación. ‘Journey Through The Fire’ o ‘G.M.M. (The Great
Metal Motherfucker)’ siguen con el pie en el acelerador sin dar tregua. Pero es a partir del corte que titula el disco donde apreciamos esa evolución antes mencionada, porque sin abandonar su esencia thrash, son capaces de embarcarse en sonidos más líricos que desembocan en un magnífico solo para concluir la canción y saltar a ‘Strange’, donde suenan más groove y pesados que nunca. No te dejes engañar por los politicuchos de turno: por suerte, hay Crisix para rato.
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ajo las órdenes del productor sueco Ola Ersfjord (que ya ha trabajado con formaciones del calibre de Tribulation o Dead Lord), que les ha proporcionado un sonido orgánico y sin grandes artificios, Lizzies han sabido trasladar de manera impecable su pasión por la NWOBHM en su versión más clásica. ‘Phoenix’ deja bien claras sus intenciones, así como el primer y excelente single ‘Viper’, donde se ve claramente lo mucho que les pirran Iron Maiden o los Judas Priest más primitivos. El tratamiento que se les ha
dado a las guitarras tanto a la hora de los arreglos como en los solos es de un gusto exquisito, así como el resto de instrumentos. Joyitas como ‘666 Miles’ o ‘Mirror Maze’ cuentan con unas melodías irresistibles, por no hablar de balazos contundentes como ‘Speed On The Road’, donde se les adivina cierto aroma punk, y ‘One Night Woman’. ‘Night In Tokyo’ es de las más completas del lote y la final ‘8 Ball’ redondea por todo lo alto un debut que es desde ya mismo una de las grandes sorpresas del año. Desde luego, la buena suerte está de su lado.
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ake Gold & Broken Teeth confirma de manera definitiva todo lo bueno que habían ido creando Penny Cocks en su primer álbum y en sus dos EPs previos, y es que, al fin y al cabo, algunas de las mejores canciones de este disco, como ‘C’mon Gypsy!’ o ‘I Need A Job’, ya las habíamos podido escuchar en los citados EPs. A grupos como Penny Cocks no hay que pedirles que reinventen la rueda. Ellos son buenos
haciéndola girar y da gusto ver cómo saben hacer discos que podrían haber sido compuestos hace 30 años, pero dándole el toque contemporáneo necesario para que suenen bien hoy en día. Añadan a eso un gusto privilegiado para las versiones -parece que un clásico del folk inglés como ‘Battle Of Wine’ se creara para que la hiciesen suya-, y el resultado es el tener una de las bandas más exquisitas que ahora mismo existen por aquí.
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os que acusaban a Graveyard de ser sólo una fotocopia ibérica del death de Estocolmo se van a quedar sin argumentos con …For Thine Is The Darkness. En una jugada que no es nueva pero sí resulta aún poco explotada en su estilo, los catalanes despachan en su tercer álbum nada más y nada menos que 17 cortes, intercalando de esta forma interludios entre todas las canciones propiamente dichas. La inspiración arábiga de ‘Almulk Biallawn Al’Asfar’ o ‘Threshold V’, por
ejemplo, puede recordarte a Melechesh o sobre todo Necros Christos, pero ojo, que sólo estamos hablando en términos ambientales, de ninguna forma metálicos… En esa materia Graveyard siguen tirando de death metal de la escuela más perniciosa y sueca, con alguna pizca de doom, aunque quizá es preciso destacar que la producción, enigmática aunque igualmente pesada, ofrece unas guitarras más nítidas y detallistas esta vez. Una obra trabajadísima a todos los niveles.
A
estas alturas la confianza que se han ganado The Soulbreaker Company es tal que aunque uno nunca termine de saber muy bien por dónde tirarán, puede tener la completa certeza de que el resultado estará más que a la altura de las expectativas. Por supuesto, el quinto trabajo de los vitorianos no es una excepción a esta regla. Quizás en esta ocasión, y por primera vez en su trayectoria, no se aprecie un giro tan significativo en su sonido como los que protagonizaron en anteriores entregas. Eso no significa que La Lucha carezca de una personalidad propia. ‘Black Wool Yarn’, ‘For Those Who Died In Vain’ y ‘La Lucha’ vendrían
a representar su sonido base actual. Rock psicodélico potente, con las guitarras y teclados bien presentes, sin renunciar a aventurarse por caminos más intrincados. ‘This Thing Called Life’ rememora a su manera el poso soul que impregnaba The Pink Alchemist, así como una acústica ‘Blue Emerald True Lovers’ de aires más hippies. Del mismo modo, ‘Too Late Or Too Soon’ habría casado sin problemas con el tono más melancólico de Graceless. Para rematar, la apocalíptica ‘The Kid Out Of His Land’ se convierte en uno de los puntos álgidos, no ya del disco, sino de todo su repertorio. Una tormenta perfecta para un grupo que va camino de la leyenda.
I
t’s Not Not ya sé de dónde vienen, y no porque sus miembros procedan de grupos como Standstill, Tokyo Sex Destruction o Dies Irae, pero aun así, consiguen sorprenderme hacia donde me llevan. Es un lugar en el que, a pesar de las referencias bíblicas de algunas letras de su cuarto disco, y primero en nueve años, reina el amor libre y una agradable sensación de buen rollo, como la que sientes cuando estás de fiesta con tus mejores amigos. En ello tiene mucho que ver su pasmosa facilidad para colarte ritmos bailables en canciones que deben tanto al post
hardcore como al pop (‘All Vanishes Away’ recuerda a At The Drive-In haciendo cumbia) y la incorporación como guitarrista de un Eric Fuentes que les ha acabado por dar ese toque más accesible en ‘Golden Rule’ o ‘For Who Are You Here For?’ que ya aparecía en el último disco de The Unfinished Sympathy. Alejándose del caos irreverente de sus primeros discos, la banda suena más relajada que nunca, con un Joel Rojas acertando en cada melodía y el apoyo de unos coros de lo más gustosos. En todo caso, un gran retorno.
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uieres riffs como la copa de un pino al estilo de Black Sabbath? Pues los tendrás en ‘Red Tops’, ‘Rosebud’ o ‘Night Call’, artillería pesada para añadir a su repertorio. ¿Quieres rock’n’roll de alto octanaje para soltarte la melena? Escucha ‘’70 Challenger’ o ‘Skull & Bones’, donde aprietan el gas a fondo y se lanzan al frenesí rockero. ¿Prefieres algo más elaborado con dejes de Mastodon? No dejes
escapar ‘Light Bearer’. E incluso si quieres que te sorprendan con nuevos registros, lo harán en la épica ‘The New Rebels’ o ‘It’s Just A Ride’, que cierra el álbum con mucha clase. Haritz Lete, una vez más, va sobrado de voz, y la química entre los instrumentistas es absoluta. Pese a que su portada sea la ilustración de un cementerio, Riffyard, que ha sido producido por ellos mismos y mezclado por Santi Garcia, es todo vitalidad.
I
ndomables, de nuevo producido con esmero por el portugués Vasco Ramos, tiene todos los números para prolongar el momento dulce que Aphonnic están viviendo desde que publicaran el anterior Héroes. Profundizando todavía más en esa línea melódica, sus once canciones entran a la primera y cuentan con estribillos muy bien resueltos como los de ‘Cunfía’, ‘Osos Color Salmón’ o ‘La Deseada’, y un Chechu que sigue progresando
como vocalista. Además, en el caso de ‘Ombligos’, con un buen riff cortante a lo Linkin Park, o ‘Cíclopes’, aparecen amplificados por coros de unos estudiantes que les dan un toque épico. Sin miedo a rozar el pop, o de dar protagonismo a los teclados, Aphonnic siguen teniendo pegada en temas como ‘Sol De Abril’ o la dura ‘Honrada Avestruz’, que con sus estrofas, rematadas con un “¡Que os follen!”, promete ser uno de los puntos álgidos de sus nuevos conciertos.
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a publicación de todo un discazo como Undertow les supuso a los madrileños The Blackjaw el espaldarazo necesario para que su nombre empezase a ser reconocido más allá de la capital. Tan sólo un par de años después regresan con un tercer álbum que viene a demostrar que todo aquello no fue una mera casualidad, sino que además los kilómetros y conciertos acumulados les han hecho ganar aún más confianza si cabe. Prueba de ello es que Men
Of Prey ha sido grabado en directo, con los cuatro miembros encerrados en la misma sala a las órdenes de Juan Blas en sus Westline Studios. Y eso se nota desde que el pulso rockero de ‘Knot’ nos da la bienvenida denotando ese puntillo más crudo, visceral y sin pulir que aunque en un primer instante pueda parecer lo contrario, acaba otorgándoles un sonido más vivo y, sobre todo, real. Un trabajo que les confirma en la élite del punk rock nacional.
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o lo tenían fácil los catalanes para igualar un soberbio trabajo como su anterior Ooparts, y menos después de haber sufrido bastantes bajas en la formación. Pero nada de esto ha impedido que hayan sido capaces de parir un disco que se asemeja a sus dos primeras entregas, pero que a la vez suena diferente y tremendamente fresco y contundente. Y ni siquiera la pérdida de una de las dos voces que daba mucho juego al grupo les ha hecho mella, ya que lo han suplido con el brillante trabajo a las guitarras gracias a la incorporación del exThe Eyes Edgar Beltri, que además ha asumido (de nuevo) la producción del álbum. Y todo esto se nota
(¡Vaya si se nota!) después de que la misteriosa intro ‘The Message’ dé paso a la tormenta que se inicia con ‘We Will Fight’, un misil que te estalla directamente en la cara sin tiempo de reaccionar, al que sigue la metralla de ‘Who Is Afraid Now?’ o ‘Scuff Your Pain’. A partir de aquí el trabajo se adentra en pasajes más metalcoreros, donde demuestran su versatilidad y su dominio de las melodías en ‘Bake Kujira’, ‘Black Death’ o ‘Face Blindness’, para volver a acelerarse en el tramo final gracias a ‘Mantrap’ (¡Menudo pepinarro!) y ‘We Are One’, para terminar por todo lo alto con la épica ‘A Way To Live’ con el cuello partido y sangrando en el suelo pidiendo clemencia.
TINY MOVING PARTS
CELEBRACIÓN
FAMILIAR A VECES LAS GRANDES HISTORIAS SALEN DE LUGARES PEQUEÑOS. COMO POR EJEMPLO, DE BENSON, UNA PEQUEÑA LOCALIDAD DE MINNESOTA DE APENAS 3.000 HABITANTES. DE AHÍ SALIERON TINY MOVING PARTS, UN DELICIOSO SECRETO A DESCUBRIR POR LOS AFICIONADOS AL MATH ROCK CON SENTIMIENTO. TEXTO: DAVID GARCELL FOTOS: DR
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ACE 13 AÑOS, dos hermanos, William (bajo) y Matthew Chevalier (batería), y su primo, Dylan Mattheisen (voz, guitarra), decidieron empezar un grupo cuando todavía iban al instituto para matar el aburrimiento. Aficionados al punk rock, fueron aprendiendo a tocar sus instrumentos hasta verse capaces de empezar a componer sus propios temas y presentarse en público. Con el tiempo incorporarían nuevas influencias del emo y el math rock para generar su actual sonido. En 2010 debutarían con el EP Moving To Antarctica y tres años después publicarían su primer largo This Couch Is Long & Full. Desde entonces el grupo ha girado con bandas afines como Modern Baseball, State Champs o The Wonder Years, con quienes vendrán a España en febrero. Será la primera vez que vengan a nuestro país y podremos escuchar cómo suenan los temas de su fantástico tercer álbum Celebration (Triple Crown Records). Durante una tarde libre en Nashville, donde tocaban al día siguiente, Dylan tuvo la amabilidad de atender nuestra llamada para charlar de todo ello. Una curiosidad, antes que nada... ¿Cuántas cajas de cereales usasteis para llenar la bañera en vuestro vídeo de ‘Headache’? DYLAN MATTHEISEN “¡Muchísimas! No tengo ni idea. Fue una locura. El director es amigo nuestro y lo pasamos muy bien. Tuvimos esa idea de qué harías si sólo te quedasen 24 horas de vida. Lo grabamos en tres días. Lo primero que rodamos fue el salto en paracaídas. Daba mucho miedo, pero fue genial. Y grabar la
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escena de la bañera también fue muy divertido”. Tenemos muchas ganas de veros junto a The Wonder Years. Ya habéis girado con ellos este año, ¿verdad? “Déjame decir primero que estamos muy contentos porque nunca hemos tocado en España. Sí, giramos con The Wonder Years durante unas semanas por Estados Unidos. No les conocíamos de antes, pero habíamos oído que eran muy buena gente y somos fans de su música, y la verdad es que todo fue muy bien. Estamos muy contentos de que nos hayan pedido ir con ellos a Europa. Supongo que nos portamos bien (risas)”. Vuestro último disco, Celebrate, salió en mayo. ¿Qué destacarías de él? “Nos sentimos muy orgullosos de ese disco y está funcionando muy bien. Sabíamos que queríamos grabarlo con nuestro amigo Greg Lindholm, con quien habíamos grabado nuestro primer álbum. Nos llevamos muy bien con él y entendía la dirección en la que queríamos ir. Lo grabamos durante un mes. Su estudio está conectado a su casa, así que nos instalamos allí. Fue una experiencia muy tranquila, nada estresante. Cuando grabamos nuestro primer trabajo no teníamos ni idea de lo que estábamos haciendo, pero ahora que llevamos más tiempo con el grupo, hemos madurado y estamos más seguros. Aun así, no queremos apalancarnos. Nos gusta seguir probando cosas nuevas y experimentar con los instrumentos. Por ejemplo, hicimos una canción que se llama ‘Common Cold’ que es más dura de
lo que solemos hacer. Usamos una afinación más grave que hace que suene más heavy. También tenemos a nuestro amigo Conor Murphy de Foxing cantando en una de las estrofas. Nunca habíamos tenido un invitado antes. Estamos tocando cada vez más temas nuevos en directo y la reacción está siendo genial”. ¿Cómo os sentís cuando os meten dentro del revival del emo? “(Risas) La gente puede etiquetarnos como quiera, no pasa nada. Nuestras canciones son emotivas y hablan de cosas personales, así que lo entiendo. Cuando escribo las letras suelo centrarme en esas cosas, creo que eso es lo que hace que la gente conecte con ellas”. Sois de una ciudad muy pequeña de Minnesota. Es curioso que a tus primos y a ti os gustara la misma música y decidierais montar un grupo. “Bueno, sí es una suerte que seamos familia. Benson es muy pequeño, así que nos veíamos cada día. En verano me pasaba más tiempo en su casa que en la mía, así que descubrimos esta música al mismo tiempo. Un día dijimos ‘vamos a empezar un grupo’ y 13 años después seguimos haciéndolo (risas)”. ¿Qué bandas os inspiraron en un principio? “Ahora escuchamos de todo, desde pop como Tegan & Sara a grupos de math rock, pero cuando empezamos, teníamos 12 ó 13 años, y lo que más nos gustaba eran Blink-182, Sum 41 y bandas así. Pero luego, unos
TINY MOVING PARTS años después, nos metimos mucho en Mewithoutyou, Thursday y The Fall Of Troy, que son una banda más técnica, y fueron una gran influencia para nosotros. Hace dos meses estuvimos con ellos por Europa y fue como un sueño. Supongo que todos esos grupos son los que nos abrieron la mente. Sin ellos, no sé lo que hubiéramos hecho (risas)”. Siendo tan jóvenes, ¿cuánto tiempo pasó hasta que la cosa empezó a sonar decente? “Unos pocos años. Cuando teníamos 15 ó 16 años aprendimos a tocar una canción de The Fall Of Troy y fue como un gran logro. Fue ahí cuando empezamos a componer cosas más locas, con finger tapping y diferentes afinaciones. Escribimos canciones que sabemos que nos divertiremos tocando en directo y que instrumentalmente tengan algo de dificultad, pero también nos gustan las melodías pegadizas y estribillos que se puedan cantar. Así que en nuestra música intentamos que converjan ambas cosas”. ¿Pero eres de ésos que se pasan horas practicando? “(Risas) Cuando estoy en casa suelo tocar unas dos horas cada noche en mi habitación. No porque crea que
“CON INTERNET LA GENTE ESTÁ BUSCANDO SIEMPRE COSAS NUEVAS, ASÍ QUE ES TAN FÁCIL QUE TE DESCUBRAN COMO QUE SE OLVIDEN DE TI RÁPIDAMENTE” DYLAN MATTHEISEN
tenga que hacerlo para no oxidarme, sino porque me encanta. Nunca me aburro. Y eso es lo bueno, porque si me lo tomara como un trabajo en lugar de como una diversión, no tendría sentido hacerlo”. ¿Os fue muy difícil salir de Benson? “En Benson no hay ningún tipo de escena musical. Nada. Así que sabíamos que, si queríamos ser un grupo de verdad, teníamos que empezarnos a buscar nuestros propios bolos e ir a tocar a Minneapolis y a Dakota del Sur y del Norte. No quedaba otra opción, así que es lo que hicimos. Nosotros íbamos a la universidad en Fargo, pero durante la primavera y el verano, cuando no había clases, nos íbamos de gira. Empezamos tocando en sótanos, para diez o veinte personas, pero luego decidimos dejarlo todo y centrarnos en el grupo porque es la única manera de hacer algo serio. Empezamos a girar mucho y nuestros padres pensaban que quizá debíamos buscarnos un trabajo de verdad y empezar a ganar dinero, pero no nos arrepentimos para nada porque esto es lo mejor que hay. Y encima ahora nuestros padres también están contentos y nos apoyan (risas)”.
¿Cuándo sentiste que dedicarte a la música no había sido el mayor error de tu vida? “(Risas) Creo que fue la primera vez que fuimos a Europa con Modern Baseball e Into It. Over It., que son grandes amigos nuestros. Nos cuidaron mucho y el público fue genial. Luego volvimos a casa y a los pocos días ya nos moríamos por volver a irnos. Con internet la gente está buscando siempre cosas nuevas, así que es tan fácil que te descubran como que se olviden de ti rápidamente. Tienes que ser muy activo y girar tanto como puedas. Pero ya nos está bien porque queremos girar eternamente (risas)”. ¿Y no os cansáis de estar siempre en la carretera? “Bueno, a veces echamos de menos a nuestras familias y amigos. Pero cuando estamos en casa también echamos de menos a nuestros amigos de otros grupos. Matt y William tienen un perro y lo echan de menos, es muy divertido. Pero ahora con Facetime y todo eso es fácil mantener el contacto. No con el perro, pero sí con las personas (risas)”.
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DROPKICK MURPHYS
REBELDES CON CAUSA EL 6 DE ENERO PODREMOS ABRIR UN GRAN REGALO EN FORMA DE NUEVO ÁLBUM DE DROPKICK MURPHYS, 11 SHORT STORIES OF PAIN & GLORY. UN TRABAJO EN EL QUE LOS REYES, NO DE ORIENTE SINO DEL CELTIC PUNK, PLASMAN TODA SU SAPIENCIA ADQUIRIDA A LO LARGO DE DOS DÉCADAS DE CARRERA. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR
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ODO EL MUNDO LES IDENTIFICA con Boston, pero para grabar su noveno álbum, Dropkick Murphys se desplazaron hasta El Paso, Texas, donde se reunieron con su productor Ted Hutt en los Sonic Ranch Studios con el fin de concentrarse al máximo en sus nuevas canciones. A 30 millas de la frontera con México, alejados de sus familias y sin apenas cobertura, el sexteto liderado por Al Barr y Ken Casey se sumergió a fondo durante dos semanas en su música dando como resultado 11 Short Stories Of Pain & Glory (Born & Bred),
un trabajo que seguro satisfará a quienes los cuatro años desde el anterior Signed And Sealed In Blood se les hayan hecho demasiado largos. Se trata de un disco muy bien equilibrado donde no faltan sus himnos de punk más hooliganeros junto a otros más reflexivos. Si a menudo se asocia el celtic punk sólo con fiesta y cervezas, en el nuevo álbum, Dropkick Murphys también tratan de algunos temas más serios como las muertes por sobredosis que asolan su región (el propio cuñado de Barr falleció por ese motivo) o los atentados de la maratón de Boston de 2013.
Con la vista puesta en su primera visita al Resurrection Fest el próximo verano, contactamos con su vocalista para que nos explicara el trasfondo de su nuevo trabajo. Tengo que felicitarte por el disco... Me ha encantado. AL BARR “¡Gracias! Estamos muy contentos con él. Llevar veinte años de carrera y ser capaces de seguir sintiéndonos inspirados es para celebrarlo. Todavía nos estamos familiarizando con el álbum, también es nuevo para nosotros, pero nos gusta”. En ‘Rebels With A Cause’ alternas las estrofas con Ken. Es algo que me gusta mucho pero que hacía tiempo que no realizabais. “Sí, no sé, es parte de nuestro estilo. Cuando empezamos a trabajar con Ted Hutt en Going Out In Style, tuvo la idea de que cantáramos juntos como si fuera una sola voz. Yo hago el tono grave, y él, el agudo. A veces la gente ni siquiera se da cuenta de que estoy cantando (risas). Pero a mí también me gusta eso de cantar alternamente, y me gustó mucho hacerlo en ‘Rebels With A Cause’. Quizá lo recuperemos más en el futuro, pero al final se trata de hacer lo que quede mejor en la canción”. ¿Sois una banda que vaya al estudio con los deberes hechos o dejáis que todo surja una vez ya estáis ahí? “Normalmente vamos con las canciones preparadas, al menos las estructuras. Luego puedes cambiar cosas más o menos, pero en general tenemos una idea clara de lo que queremos
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hacer. Con este disco salimos por primera vez de Boston para grabarlo y nos fuimos al desierto, a Texas, durante dos semanas y media. Durante ese tiempo nos dejamos llevar y fuimos bastante creativos”. ¿Fue irse a El Paso una decisión más técnica porque el estudio que os gustaba estaba ahí o más bien psicológica? “Fue sobre todo psicológica. Queríamos ver qué pasaría si no tuviéramos ninguna interrupción durante una grabación porque siempre hemos grabado en Boston. Con los anteriores siempre volvíamos a casa después de cada sesión en el estudio y mentalmen-
te sabes que cualquier cosa en la que estás trabajando será interrumpida por cuestiones domésticas. Uso la analogía de un matemático, cosa que no soy en absoluto (risas). Es como si estuvieras trabajando en una ecuación y cuando aún no la has terminado, te vas a casa, y entra el conserje y te borra toda la pizarra, y al día siguiente tienes que volver a empezar. En este caso, lo único que nos interrumpía era dormir y comer de vez en cuando, pero estábamos totalmente inmersos en la burbuja creativa, no salías ni un momento. Pillamos una racha que pudimos mantener durante las dos semanas y eso para nosotros era algo nuevo. Fue una experiencia única y creo
“PUEDO MIRAR ATRÁS Y VER QUE HUBO UN TIEMPO EN EL QUE A NADIE LE IMPORTABA UNA MIERDA ESTA MÚSICA, ASÍ QUE VER CÓMO AHORA PODEMOS SUBIRNOS A UN ESCENARIO Y TOCAR PARA MILES DE PERSONAS ES MUY GRATIFICANTE” AL BARR que por eso el disco salió tan bien”. Mola que a pesar de llevar tanto tiempo todavía os apetezca iros todos juntos a grabar. Cada vez pasa menos... “¿Quieres decir que te sorprende que todavía nos llevemos bien? (Risas) Todos tenemos nuestra vida, pero tienes que darte cuenta que llevamos veinte años y se acaban de celebrar los 40 años del punk. Si lo comparas con el rock’n’roll, es como si fuéramos los Rolling Stones del punk (risas). Muchos grupos no duran tanto. Hemos tenido la suerte de unirnos a ese club privilegiado y eso ya es todo un hito. No sólo hemos tenido una base
de fans sólida, sino que además ha ido creciendo”. Mucha gente probablemente os ve sólo como a una banda de punk con gaitas, pero en los tres últimos discos habéis buscado nuevas maneras de abrir vuestro sonido. “Sí, siempre intento recordarle a la gente que hace veinte años no existían las redes sociales. Cuando empezamos en 1996 éramos un cuarteto de punk que usaba algunos instrumentos célticos, y ganamos notoriedad gracias a eso, pero no existía el celtic punk como género. Había punk rock, hardcore, street punk, oi!... pero no
existía el celtic punk. Pero ahora vas a una tienda de discos y existe una sección de celtic punk. Creo que como banda podemos recibir el mérito de haber desarrollado ese género. Quizá haya quien diga ‘bueno, en 1995 ya estaban tal o cual grupo’, pero la realidad es que quizá nunca salieron de su ciudad. Dropkick Murphys fuimos la banda que unimos a The Pogues con Ramones y lo dimos a conocer al mundo. Creo que es bueno recordarlo porque vivimos en un mundo en el que la geografía musical ha cambiado, el ritual de comprar música ha muerto, la gente compra canciones en lugar de discos… todo es diferente. Cuando yo empecé siendo un chaval, incluso antes de Dropkick Murphys, todo estaba basado en el Hazlo Tú Mismo, no había un vehículo para el punk rock, las multis no le veían ningún futuro, no había nada de dinero… Si querías montar un concierto o grabar un álbum, lo tenías que hacer por tu cuenta. Puedo mirar atrás y ver que hubo un tiempo en el que a nadie le importaba una mierda esta música, así que ver cómo ahora podemos subirnos a un escenario y tocar para miles de personas es muy gratificante”. El tono de vuestros discos ha ido cambiando con los años, como si vuestra visión de la vida se hubiese moderado… “Tener hijos te cambia totalmente. Cuando mi mujer y yo tuvimos nuestro primer hijo, y hemos tenido dos más desde entonces, lo cambió todo. Cuando tuve a mi primer hijo en brazos me cambió cómo me sentía respecto al mundo, me abrió partes del corazón que no sabía que existían y eso hace que mi manera de escribir
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canciones también haya cambiado. Cuando eres joven te mueves mucho por la rabia y no logras entender por qué la sientes, pero si la vida no te mata, aprendes a entenderlo todo. Reconoces cuáles son las batallas por las que merece la pena luchar y cuáles es mejor dejar pasar. Qué es lo importante y qué no lo es”. Por cierto, tu primer hijo se llama Strummer, ¿verdad? “Sí, casi tiene 13 años ya”. ¿Tan importante fue Joe Strummer para ti como para ponerle su nombre a tu hijo? Si no me equivoco, llegaste a conocerle… “Sí, tocamos con Joe & The Mescaleros en un par de ocasiones. Hablamos de hacer una gira juntos pero murió antes de que pudiéramos hacerlo. A Joe le gustaba nuestra banda y nosotros amábamos a los Mescaleros, y por supuesto a The Clash. Era una gran persona. Creo que el mundo de la música no hubiera sido lo mismo sin él, así que siento que le debo toda mi carrera musical a Joe Strummer”. Una canción nueva que me imagino es muy importante para vosotros es ‘4-15-13’, que trata sobre los atentados de la maratón de Boston. Estuvisteis en contacto directo con algunas de las víctimas, ¿verdad? “Sí, estamos involucrados en varias actividades a beneficio de las víctimas. Hicimos un concierto por nuestra cuenta en el House Of Blues y también tocamos en uno más grande que se hizo en el Boston Garden. Estábamos
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de gira cuando ocurrió el atentado, pero enseguida pusimos una camiseta a la venta para recaudar fondos y en cinco días teníamos más de 4.000 dólares gracias al apoyo de nuestros fans en todo el mundo. El amor que recibimos por parte de nuestros fans fue muy inspirador. Cuando algo horrible ocurre siempre te sorprende la reacción positiva que despierta entre la gente”. ¿Confías en que es lo que pasará con la elección de Donald Trump? “Bueno, todavía no ha ocupado el cargo. Personalmente no me sorprendió demasiado que saliera. Cuando Bernie Sanders perdió en las primarias, o más bien cuando le robaron la candidatura como ha probado Wikileaks, se empezó a ver que alguien de fuera del sistema como Donald Trump podía ganar a alguien de dentro como Hillary Clinton. La gente está harta. Tienes a seis millones de personas que votaron dos veces a Obama que ahora han votado a Trump, así que es un gran ‘joderos’ al sistema. ¿Es eso bueno para América? No tengo ni idea. Hay mucha gente que tiene miedo de Trump, pero yo creo que Hillary también daba mucho miedo. Con Trump no sabemos lo que ocurrirá, pero con Hillary sabíamos que iba a seguir con la guerra de Siria, que quería ir a por Rusia, así que hay muchas cosas que decía que me asustaban como padre. No estoy interesado en más guerras. Estoy harto de ver un mundo en el que la solución final de todo es la guerra. Para mí es una tragedia que nos matemos antes de aceptar que pode-
mos tener visiones diferentes o creencias distintas. La respuesta es deshacerse de la gente estúpida que piensa que la guerra es la solución. Quiero que mis hijos crezcan en un mundo sin guerras. Eso es lo que quiero cambiar. Si tiene que haber una guerra que sea por el aire puro o por la libertad, no por el petróleo o los diamantes”. Sin embargo, este discurso no aparece en vuestros discos… “No, nunca hemos sido una banda política. No creemos que levantar una bandera sea la manera de unir a la gente. Dicho esto, el mundo se ha polarizado por la política y cada vez es más difícil mantenerte al margen. No creo que el mundo vaya a mejor, por desgracia. Da bastante miedo en muchos aspectos. Siempre hemos tenido un importante sentido de la comunidad y eso se ha reflejado en nuestra música y en nuestra ética, pero creo que todo el mundo se puede sentir orgulloso de su barrio o su ciudad. No se trata de ser de Nueva Inglaterra o ser de Boston, es un sentimiento universal. Hay que querer ser mejor persona y mejorar tu comunidad, creo que eso es lo que transmite nuestra música”. ¿Por qué la versión de ‘You’ll Never Walk Alone’? “La motivación es el gran problema que tenemos con las drogas en Nueva Iglaterra, New Hampshire, en toda América. Hemos estado en muchos funerales de gente que ha muerto por adicción a las drogas donde sonaba esa canción. Cada día mueren chavales por sobredosis. Las grandes farmacéuticas lo ven
“PARA MÍ ES UNA TRAGEDIA QUE NOS MATEMOS ANTES DE ACEPTAR QUE PODEMOS TENER VISIONES DIFERENTES O CREENCIAS DISTINTAS. LA RESPUESTA ES DESHACERSE DE LA GENTE ESTÚPIDA QUE PIENSA QUE LA GUERRA ES LA SOLUCIÓN” AL BARR como un gran negocio y ponen al alcance de todo el mundo estas drogas horribles. Recetan Oxycontin a los jóvenes, éstos se vuelven adictos, y luego cuando se les acaba el tratamiento, salen a buscarlo a la calle y mueren. Está afectando a miles de personas. Mi región es la número 1 en muertes por sobredosis. No hay educación al respecto. El acceso a estas drogas no tiene precedente. Puedes conseguir una bolsa por 15 ó 20 dólares. En mi época igual bebías el licor de tu padre o te fumabas un porro, pero ahora los chava-
les juegan con estos medicamentos. Está matando a todo el mundo. Es lo que mató a Prince. Pero el mensaje de esta canción es de que, a pesar de lo dura que sea la vida, hay que seguir adelante, hay esperanza. Hay que atravesar la tormenta”. El disco acaba con ‘Until The Next Time’, también una canción de esperanza. “Sí, esperamos que se convierta en una nuestra canción de despedida en los conciertos. Es un cántico para el final de la noche. Nos volveremos
a ver, pero no sabemos cuándo”. Por el momento os veremos en el Resurrection Fest. “Sí. El público español es muy apasionado. Aunque el inglés no sea su primera lengua, en los conciertos todo el mundo canta. Sentimos mucho amor cuando estamos en el escenario, así que tenemos muchas ganas de volver a veros”.
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SATURNA
LUZ CÓSMICA
SON AHORA MISMO UNO DE NUESTROS VALORES MÁS PROMETEDORES, Y ESO CONTANDO CON QUE LA PALABRA ‘PROMESA’ YA NO LES HACE JUSTICIA. EN SU TERCER ÁLBUM, LA MÚSICA DE SATURNA SE HA EXPANDIDO DE UNA MANERA BRUTAL DESPUÉS DE UN CAMBIO RADICAL EN SU FORMACIÓN. TEXTO: ANDRÉS MARTÍNEZ FOTOS: DR
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RAS DOS DISCOS editados, The Kingdom Of Spirit en 2012 e Ignis en 2013, y docenas de conciertos, la revolución llegó al seno de los barceloneses Saturna. Una revuelta que removió los cimientos de un grupo que necesitaba crecer aunque fuera a costa de sacrificar músicos que lo habían dado todo por un grupo que comenzaba a destacar de entre las cientos de formaciones que se dejaban la piel en los locales de ensayo o en los pocos lugares donde todavía apuestan por la música en vivo. A pesar de todo, la transición fue tranquila y amistosa, y el resultado fue un tercer largo bautizado simplemente como Saturna (PRC Music/4ONE8), que nos hemos hartado de recomendar a todo aquel que tuviera ganas de escucharnos y que le interesara el rock con músculo, fuerza y sentimiento. Era hora de que hablásemos con Rod, bajista y único miembro original que queda en unos Saturna que se completan con Jimi (voz, guitarra), Óscar (guitarra) y Enric (batería). Desde la última vez que hablaste para RockZone han pasado muchas cosas en el seno de Saturna. Cambio de cantante, y también los dos guitarristas han cedido sus puestos. Cuéntanos el porqué de estos cambios y quiénes son los nuevos miembros. ROD “Pues sí, hemos tenido cambios en la banda. La verdad es que no eran cambios que tuviésemos pensado realizar, pero las cosas se dieron de tal manera que en primer lugar, Patrick, el cantante, dejó la banda por decisión propia y dio pie a que Jimi (de Tears
In Rain, otra banda que os aseguro vale la pena descubrir –ndr.) entrara a formar parte de Saturna. En el caso de los guitarras, una vez acabada la grabación del tercer disco, ambos decidieron dejar el grupo por motivos personales. Es aquí cuando Óscar (ex guitarrista de Prisma Circus -ndr.) entra en la banda para ocupar una vacante y la otra plaza es ocupada por el mismo Jimi, que pasa a ser guitarrista y cantante”. Los que seguimos a la banda prácticamente desde los inicios hemos visto un salto cualitativo enorme con la incorporación de los nuevos músicos. Ahora mismo se me antoja muy injusto que se os meta en el saco del stoner o del hard doom más setentero... Supongo que esta evolución ha venido de una manera natural al tener otras inquietudes musicales dentro del grupo. “Siempre hemos dicho que somos músicos muy abiertos en estilos. Nos gustan muchas bandas diferentes, las influencias son muchas y defendemos la importancia de la canción por encima de un estilo que te pueda llegar a encasillar. Si revisas nuestros tres discos puedes encontrar muchas influencias distintas: hay temas pesados, baladas, composiciones más sureñas… Es importante para nosotros avanzar musicalmente siempre y cuando sea algo natural. El forzar los cambios siempre te acaba pasando factura”. Hablando de Saturna, el disco, da la sensación de que habéis encontrado la combinación perfecta entre vuestro estilo
más clásico y elementos más melódicos. ‘Five Fools’ por ejemplo suena tremendamente pesada y contundente, y sin embargo, tenemos títulos como ‘Tired To Fight’, que me ha recordado enormemente a Screaming Trees, o ‘A Place For Our Soul’, que nos traen ecos noventeros o psicodélicos y que, de igual forma, casan a la perfección haciendo que el álbum se muestre muy variado, redondo y sin perder un ápice de fuerza. ¿Crees que lo que le faltaba a la banda era precisamente salir un poco de la ‘esclavitud’ del estilo Sabbath para seguir avanzando? “No lo sé, la verdad. Este disco es simplemente el reflejo del momento que vivía la banda e intentamos plasmarlo de la mejor manera posible. Quizás a diferencia de los dos anteriores sí que hay más variedad, pero es lo que te decía antes: nos encantan muchos estilos de música, y aunque Black Sabbath siempre será una referencia para nosotros, somos de los que creemos que las influencias y gustos están para motivar y no para copiar. Ésa es nuestra manera de entender la música que nos motiva”. ‘Birds In Cages’ es otro de esos temas que llama tremendamente la atención. Es casi como si Black Sabbath hubieran invitado a cantar a Perry Farrell... ¿Cómo es el proceso compositivo ahora mismo en el grupo? “Es una combinación curiosa, la verdad (risas), pero tiene una historia muy buena. Ése fue el primer tema que hici-
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mos con Jimi y el riff inicial pertenece a Aureli, nuestro antiguo guitarrista. Jimi vino con la letra del tema el mismo día de su audición y sonó increíble (risas). La composición es simple, no es nada complicada, trabajamos ideas que alguno de la banda trae y las desarrollamos en el local de ensayo aunque a veces hay ideas que vienen bastante avanzadas de casa. Todos aportamos y enriquecemos los temas de alguna manera y la verdad es que ahora mismo estamos en un momento muy bueno, incluso ya estamos componiendo canciones nuevas”. Vuestros dos discos anteriores salieron directamente en vinilo. Esta vez ha sido al revés, primero lo habéis lanzado en CD y posteriormente la versión en vinilo. ¿Están las letras incluidas en ese formato? Creo que dentro del concepto global de la banda los textos tienen una importancia capital. “Sí, esta vez ha sido diferente, pero no porque quisiéramos (risas). Una vez acabado el disco lo enviamos a muchos sellos por si estaban interesados en sacarlo, pero todas nos decían que era un mal momento y que no podía ser. Pero después de un tiempo un sello de Canadá se ofreció a editarlo en CD, cosa que es nueva para nosotros, porque somos auténticos fanáticos del vinilo. Es por eso que el disco ha salido antes en CD, no obstante después de unos meses el sello alemán World In Sound nos escribió y se mostraron muy interesados en lanzar el álbum en formato vinilo. Y sí, lleva las letras impresas en su interior. Como dices, los textos son parte fundamental en nuestra propuesta, es Jimi y su visión del mun128
do que muy a menudo coincide con la de la gente que le escucha”. Creo que tras la edición del álbum habéis hecho alguna escapada al extranjero... ¿Cómo han ido esos conciertos? ¿Qué diferencias habéis notado con los shows que habéis hecho por aquí? “Sí, hemos estado en Francia tocando dos veces. Una en el Crumble Fest y luego en el Celebration Days Festival, y la verdad es que hemos tenido muy buena acogida. Mucho público y mucho merch vendido, por lo que nos ha ido muy bien. Ha sido muy gratificante tocar fuera, y que la gente disfrute de tu música sin duda es una experiencia increíble. ¿Diferencia con los bolos de aquí? Pues quizás la cantidad de gente que acude a esta clase de conciertos, que es mayor, aunque la verdad, nosotros de aquí no nos podemos quejar ya que siempre hemos tenido un público bastante fiel. También es muy importante la cantidad de merch que vendes, siendo una banda underground todo este tipo de ingresos ayudan mucho con el desplazamiento y coste de los viajes”. De un tiempo a esta parte parece que hay un resurgir del hard rock inspirado en los 70 e incluso son reivindicados grupos realmente oscuros de aquellos años... ¿Crees que es un efecto moda y que mañana será otra época la que sea idolatrada? Lo comento porque parece que estemos en un bucle cíclico en que cada cierto tiempo toca ser reivindicada una etapa diferente. Sir Lord
Baltimore, Dust o Blue Cheer suenan igual de bien ahora que hace diez años, cuando prácticamente nadie sabía que existían. “Está claro que todas estas bandas de los 70 han estado siempre ahí con sus gloriosos discos, pero ahora hay mucha gente que los descubre por primera vez y alucinan, y si te digo la verdad, no sé si es una moda o no, pero de lo que estoy seguro es que es algo bueno. Todo lo que sea escuchar grandes bandas y buenos discos es bienvenido, no obstante también creo que hay un postureo muy grande en todo este revival 70’s. Sería bueno preguntar si toda esta gente realmente se compra esos álbumes o simplemente los descarga, creo que eso marca la diferencia”. Otra prueba del tema de la moda podrían ser la cantidad de bandas nuevas en esa onda que nos visitan y que al final, a pesar de la admiración que el estilo parece despertar en las redes sociales, foros o blogs, el público asistente siempre es escaso. “Hay veces en las que pienso que somos las mismas bandas las que saturamos al público. La gente no es tonta y quiere cosas de calidad, necesitan motivación para acudir a tu concierto. Aunque claro está que también hay bandas que ofrecen esto y luego tocan para veinte personas... Creo que es más bien un tema de cultura musical, no nos importa pagar 7 euros para ir al cine pero para un concierto de dos bandas esos mismos 7 euros son demasiado. Es algo que debería cambiar y espero que
“AUNQUE BLACK SABBATH SIEMPRE SERÁ UNA REFERENCIA PARA NOSOTROS, SOMOS DE LOS QUE CREEMOS QUE LAS INFLUENCIAS Y GUSTOS ESTÁN PARA MOTIVAR Y NO PARA COPIAR”
ROD
poco a poco los bares y salas estén más llenas de gente con las formaciones locales”. Las bandas independientes, y si sois de aquí todavía más, os movéis con presupuestos muy justos. Grabaciones, conciertos, locales, equipo, prácticamente todo sale de vuestros bolsillos y sin embargo, cada vez surgen más grupos y artistas con un talento y una calidad realmente sobresalientes. Por vuestra experiencia, ¿qué es lo peor de estar en una formaciçon underground como Saturna? ¿Cómo se lleva que tanto trabajo muchas veces no se vea recompensado por el favor de un público un poco más
numeroso? “Es complicado el tema, porque siempre quieres tocar para mucha gente y que te paguen bien, o como mínimo, poder cubrir gastos, pero la realidad es otra. Discos, grabaciones o viajes lo pagas todo de tu bolsillo y eso desanima bastante, pero creo que es algo que ya sabes antes de entrar en este mundillo. Muchas veces las ganas de expresarte con un instrumento son más grandes y hace que bandas como nosotros y muchísimas más estemos probando suerte en este mundo tan loco. En cuanto al reconocimiento de la gente, va como va. Muchas veces piensas que deberías estar donde están otras bandas, piensas que te mereces algo más de lo que estás obteniendo, pero luego dices ‘qué coño, seguiré con lo mío, que es intentar hacer temas y buena música para compartirlos con
quienes se acerquen a nuestros bolos y vivan la experiencia de un concierto de Saturna’. Más que el número de personas, a veces es más importante conectar con los que vienen, es entonces cuando te vas a casa con una sonrisa”. Una última curiosidad. Si viniera un mecenas y os ofreciera realizar una gira acompañando a alguno de vuestros artistas favoritos, ¿a quién elegiríais? “Ésta es buena (risas). ¡Diría que Black Sabbath! Y no se lo digas a los otros, pero quizás los Black Crowes serían otra buena elección (risas)”.
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THE ANSWER
HÁGASE LA LUZ OLVIDA CUALQUIER IDEA PRECONCEBIDA QUE TUVIERAS SOBRE THE ANSWER. LA BANDA NORIRLANDESA SE HA REINVENTADO EN SU SEXTO ÁLBUM, SOLAS, PARA ABRAZAR NUEVAS INFLUENCIAS Y ASEGURARSE DE QUE SU FUTURO LES ILUSIONA TANTO COMO SU PASADO. TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: DR
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URO QUE CUANDO ME PUSE Solas (Napalm) por primera vez y empezó a sonar el tema que le da título, pensé que me había equivocado de grupo. ¿Acaso no eran The Answer una banda de hard rock cuyo reloj musical se había detenido en los 70? Pero pasado el shock inicial, empecé a darme cuenta de que bajo esos nuevos sonidos que van desde el folk celta al pop y algo de electrónica latía el mismo corazón. Diez años después de que Cormac Neeson (voz), Paul Mahon (guitarra),
Micky Waters (bajo) y James Heatley (batería) debutaran con Rise y se dieran a conocer abriendo para AC/DC durante su gira mundial de Black Ice, el cuarteto se sentía restringido estilísticamente. Tras terminar la gira americana de presentación de su anterior álbum Raise A Little Hell, el grupo volvió a casa con la moral un poco baja. Para rematar, el hijo que esperaban Neeson y su mujer nació prematuramente y con diversos problemas de salud. Después de cuatro meses de pesadilla y una incertidumbre total, la situación se normalizó, pero el cantante
“LLEGAMOS A UN PUNTO EN EL QUE NECESITÁBAMOS AGITARNOS Y HACER ALGO MUY DISTINTO, SOBRE TODO PARA DESAFIARNOS COMO MÚSICOS Y COMO ARTISTAS” CORMAC NEESON
interpretó la experiencia como una señal de que no merece la pena sacrificarlo todo a menos que realmente lo que haces te llene completamente. Fue así como el grupo se bunkerizó en su local de ensayo y decidió imaginar qué disco harían si acabaran de empezar. Con Paul Mahon actuando como ingeniero, The Answer fue encontrando una nueva luz. Unos días antes de que llegaran a nuestro país para actuar en Madrid y Barcelona, hablamos con su vocalista sobre su transformación. No sé si lo sabes, pero Solas es una palabra española, aunque me imagino que para vosotros tiene otro significado. CORMAC NEESON “Sí, en gaélico significa ‘luz’. En este disco hemos abrazado mucho más la cultura irlandesa. Hay un par de letras en gaélico, algo de instrumentación celta, y hemos sacado nuestra identidad irlandesa mucho más que en ningún otro disco, así que quisimos ponerle un título en gaélico. Además, en el álbum hay una lucha entre la luz y la oscuridad, así que el título Solas era perfecto”. Para serte sincero, me sor132
prendió muchísimo cuando escuché el disco por primera vez. ¿Por qué este cambio tan radical? “Fue algo que decidimos porque nos habíamos ido arrinconando creativamente en cada disco. No quiero decir que no nos gustasen porque eran discos de rock’n’roll de mucha calidad y creo que le inyectamos frescura y energía a ese género. Pero llegamos a un punto en el que necesitábamos agitarnos y hacer algo muy distinto, sobre todo para desafiarnos como músicos y como artistas. Teníamos que hacer algo donde pudiéramos amplificar el alma y la emoción del grupo y también servirnos de base hacia lo que hagamos en los siguientes diez años. Nuestro primer trabajo se editó hace diez años y la pregunta era ‘¿Vamos a seguir diez más haciendo el mismo álbum o vamos a ser valientes y a tener el coraje de experimentar?’. Y por suerte escogimos la segunda opción”. La verdad es que en algún momento pensé que si Led Zeppelin existieran en 2016, podrían sonar como vosotros. Muchas bandas que los tienen como inspiración sólo se fijan en una faceta del grupo, pero eran una banda sin miedo a experimentar. “Desde luego. Hay muchas razones por las que teníamos que hacer este disco. Me alegro mucho de que tuviéramos la fuerza para tirarlo adelante porque muchos días volvíamos a casa y nos preguntábamos si estábamos haciendo lo correcto. Pero a la que fue avanzando la producción y las canciones iban tomando forma, supimos que habíamos hecho bien en seguir nuestro corazón. Creo que
para que el rock’n’roll sobreviva se necesitan bandas que arriesguen. Habíamos llegado a un punto en el que sentíamos que no sólo estábamos haciendo discos para nosotros, sino para nuestros fans, nuestro sello, nuestro management, para la industria… y necesitábamos aislarnos de todo eso. De hecho, nuestro sello no escuchó ni una sola nota de este disco hasta que estuvo terminado. Confiamos en nuestro instinto y salió bien”. Aun así, me imagino que una cosa es decir ‘OK, queremos cambiar’ y otra es hacer algo distinto que te convenza. “Empezamos con ‘Real Life Dreamers’, ‘In This Land’ y ‘Demon Driver Man’, que tienen una influencia más folkie, americana… Y empezamos a experimentar con ellas. Pero no fue hasta que escribimos la canción ‘Solas’ que de verdad encontramos la dirección en la que queríamos ir. El proceso fue muy divertido. En cierta manera fue como si estuviésemos haciendo nuestro primer disco. Hacíamos música por hacer música y creo que ningún grupo debería perder eso”. De todos modos, antes de empezar con este álbum, las cosas no pintaban tan bien… “Como personas hemos pasado por momentos difíciles. Hace un par de años tuve un hijo y estuvo muy, muy enfermo. Pasó cuatro meses en el hospital y fue muy duro. Por suerte, al final todo fue bien y ahora está sano, pero esa experiencia me transformó en una persona distinta. Durante ese tiempo entré en una oscuridad que no sabía ni que existía. Pero una vez salí de ella, veía el mundo de manera distinta. Solas llegó en el momento justo. Tenía
THE ANSWER mucho que sacar de dentro y este disco era la oportunidad perfecta para hacerlo”. Desde luego se nota que es un disco más personal... ¿Crees que quizá antes interpretabas más el papel de ‘cantante de rock’ y ahora eres más tú mismo? “No iría tan lejos como decir que antes interpretaba un papel, siempre he sido yo y siempre he volcado mis experiencias personales y sentimientos en las canciones, pero el hecho de que estas canciones fueran distintas me permitió expresar mejor lo que quería decir. En este álbum creo que las letras han cobrado más importancia, cosa que igual en discos anteriores quedaban más ocultas”. También tu manera de cantar es distinta… “Creo que en los dos últimos años he crecido como cantante. En el grupo siempre hemos intentado mejorar como músicos y, como te decía, las canciones de este disco me permitían expresarme más. Supongo que ahora he podido plasmar todo lo que he aprendido a lo largo de nuestra carrera”. Como decías, en el disco hay una raíz más folk, pero al mis-
Era una manera más de hacer algo distinto. Su voz nos ha traído un nuevo sabor sonoro que no existía antes”.
mo tiempo, presenta un sonido moderno. ¿Fue difícil combinar ambos mundos? “Fuimos experimentando hasta que conseguimos hacerlo bien. La idea de exponer nuestra herencia irlandesa fue mía, y cada vez que lo decía, los otros del grupo me miraban como si estuviera loco (risas). Pero en ese momento en mi cabeza tenía un gran disco conceptual que mezclara rock y música celta, historia y modernidad. Naturalmente no acabó siendo eso porque cuando The Answer empezaron a trabajar los temas acabaron sonando más a nosotros. Pero la idea era hacer algo que mirara más al futuro que al pasado”. También hay un dueto con Fiona O’Kane en ‘Real Life Dreamers’. ¿Hubo algún dueto clásico en la cabeza que te inspirase? “La verdad es que no. Seguramente la canción hubiera funcionando también sólo con mi voz, pero escribí la letra como si fuera una conversación entre un hombre y una mujer, así que tenía sentido hacer un dueto. Tengo una amiga que canta en la banda Runaway Go de Belfast y desde el principio pensé en ella. Se vino al estudio un par de días, y además de ésa, grabó otras voces, así que todo tiene bastante consistencia. Hizo un gran trabajo.
¿Cómo están recibiendo los fans los temas nuevos en directo? “Muy, muy bien. El disco ha salido hace sólo una semana y antes de empezar la gira estábamos muy, muy nerviosos. Sabemos que no es lo que la gente espera cuando viene a uno de nuestros conciertos... Pero por suerte, al menos en el Reino Unido, está yendo muy bien y cada día también tocamos mejor los temas. Tenemos muchos nervios, pero son nervios buenos. De nuevo es como si fuera nuestra primera gira. Estoy tocando la guitarra acústica, Paul está tocando una Strat por primera vez en 15 años. Somos una banda que ha renacido”. Con vuestro primer álbum estuvisteis dos años de gira con AC/DC. ¿Qué te parece todo lo que ha pasado con ellos? ¿Los viste con Axl Rose? “No los pude ver, pero me hubiera encantado. Creo que es algo que contaremos a los nietos cuando seamos viejos, ‘te lo creas o no, vi al cantante de Guns N’ Roses con AC/DC’ (Risas). Fue una gran sorpresa al principio, pero creo que no hay que olvidar que Axl Rose es uno de los mejores cantantes del mundo. Al mismo tiempo me siento mal por Brian, a quien considero un amigo. Tiene que ser duro que te arrebaten a la banda que quieres. Pero por desgracia, las cuestiones de salud nos afectan a todos”.
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KVELERTAK 27 DE NOVIEMBRE DE 2016 SALA ARENA, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: ERIC ALTIMIS (BARCELONA)
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SKELETONWITCH
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rimero tuvimos que viajar fuera de España para disfrutarlos en directo. Más tarde, pudimos presenciarles en alguno de nuestros festivales e incluso abriendo para Slayer y Anthrax, y ahora por fin íbamos a hacerlo en una sala con ellos como grandes protagonistas. No cabía duda de que la primera visita de Kvelertak a nuestro país liderando su propia gira había levantado una expectación acorde al nivel que han alcanzado en los seis años que han transcurrido desde que se presentaran al mundo con su impresionante debut. Me atrevería a decir sin temor a exagerar que, junto a Ghost, el nombre de los noruegos es uno de los fundamentales para entender lo que está siendo el metal en esta década. Por todo ello, la cita se presentaba como una de esas veladas que parecían destinadas a ser grabadas en la memoria colectiva general, aunque desgraciadamente no terminó siendo de tal manera por circunstancias técnicas. Sin adelantar acontecimientos, primeramente el black
thrash de Skeletonwitch funcionó a las mil maravillas en su cometido. Apenas media hora de concierto que despacharon del tirón y en la que, de manera un tanto curiosa, el sonido condensado tan habitual de la Arena acabó jugando a su favor. Todo lo contrario sucedió con Kvelertak. A la que el combo se posicionó sobre el escenario y Erlen Hjelvik apareció con esa máscara que parecía sacada de una versión futurista de Eyes Wide Shut para acometer la inicial ‘Dendrofil For Yggdrasil’, ya intuimos que el sonido no terminaba de situarse como debía. Continuaron con una ‘1985’ que pareció funcionar mucho mejor que en su versión de estudio y ya con ‘Mjød’ caía el primer temazo de la noche. Imposible contenerse ante el pogo, el air guitar espontáneo y a corear cada riff... si es que alguien llegaba a distinguirlos, claro, porque la acústica de la sala se cebó de mala manera con los escandinavos. Las voces y coros resultaban inapreciables, ahogados en una maraña de ruido
en la que las guitarras fueron las grandes damnificadas. Y es que en una banda como Kvelertak, en la que sus tres guitarristas juegan un papel fundamental en cada uno de los temas, el conseguir un sonido medianamente decente se antoja más que necesario para llegar a disfrutar de su espectáculo. No fue el caso, y a pesar de la contagiosa actitud y entrega intachable de los nórdicos, era desesperante ver cómo los temas se iban sucediendo sin que hubiera mejora alguna mientras los punteos de ‘Blodtørst’ y ‘Offernatt’ o los mágicos detalles que esconde la progresiva ‘Heksebrann’ se perdían en un limbo ruidoso. Es innegable que singles como ‘Bruanne Brenn’ o la propia ‘Kvelertak’ resucitan a un muerto aunque suenen en un radiocassette de Playskool, pero es que uno se imagina este mismo repertorio en un recinto bien acondicionado y no puede evitar pensar que podríamos estar hablando ahora mismo de uno de los conciertos del pasado año. 135
MESHUGGAH 30 DE NOVIEMBRE DE 2016 SALA RAZZMATAZZ, BARCELONA TEXTO: PAU NAVARRA FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ
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HIGH ON FIRE
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ólo un necio pondría en duda la gigantesca influencia que Meshuggah han ejercido sobre el metal de los últimos 25 años. En este cuarto de siglo los suecos le han dado un serio puntapié a conceptos tan básicos como el de la mera canción, explorando sin límites en afinaciones hasta ese momento inimaginables, rompiendo patrones como ningún otro grupo hasta hacer de cualquier riff una pura manifestación de subversión musical. Yo personalmente los seguía desde el principio y los empecé a aburrir hace casi una década, pero ése es su legado y sigue siendo incuestionable. Seguramente, ni ellos mismos deben entender muy bien cómo ahora llenan una sala como la grande de Razz en Barcelona, aunque dudo mucho que tengan algún interés en
todos esos clones de discurso plano y amable que conforman el djent. Modas aparte, lo cierto es que se han granjeado una sólida base de seguidores que los ama ciegamente, hasta el punto de entrar en el recinto con la convicción de que iban a asistir al show del año y seguir repitiéndolo cual estudiantes coránicos al día siguiente. Sobra decir que antes y después estaban equivocados, pues el mayor enemigo de la razón es y será siempre el fanatismo. High On Fire ejercían de extraña pareja en esta partida ganada de antemano. Podríamos decir que su concierto gozó de tres fases bien distintas, aunque con una constante: Matt Pike maneja la guitarra como quiere, es todo un maestro, y obviamente uno de los personajes más auténticos que pueblan
hoy en día el planeta stoner, doom y sludge. Como comentaba, ante un inicio algo frío, el trío empezó a ganarse al respetable en cuanto el paquidermo de Des Kensel desbocó su batería, para luego culminar con esos temas que le producen una erección inmediata a cualquiera de sus fieles. Si te van la grasa y los tugurios es complicado no divertirse con ellos, aunque les hemos visto en mucha mejor forma. Una banda con un gran directo es aquélla que logra conquistar a propios y extraños con su descarga. Ni por asomo soy un seguidor del soul, el R&B o el funk, pero cuando vi a Sharon Jones y su grupo me dejaron planchado. AC/DC arrasarían hasta tocando en un festi a las tres del mediodía, o la presencia de Till Lindemann es siempre imponente con o sin fuego. Desgraciadamente no se puede decir lo mismo de Meshuggah. A los nórdicos les sacas esa espectacular inversión en la mejor luminaria posible y te quedas con la banda importante más sosa y estática que haya visto en mucho tiempo. Y en eso no hay gloria posible, no hay ningún arte en gastarte un pastizal en focos y tener un técnico que vale un imperio. Ya puestos, su volumen estaba bajo y Jens Kidman estuvo muy lejos de tener un chorro de voz demoledor. Por supuesto que Tomas Haake viola las leyes de la física tras los parches y que todo está tan medido y calculado que a veces te cae la baba, pero qué quieren que les diga, tras una hora y media de bolo, a tener la sensación de estar en un conservatorio con las luces de una discoteca yo no le llamo rockear, precisamente. La caverna me perdonará, pero sólo ‘Bleed’ y la última ‘Future Breed Machine’ consiguieron sacarme de la profunda somnolencia.
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THE CURE 26 DE NOVIEMBRE DE 2016 PALAU SANT JORDI, BARCELONA TEXTO: RICHARD ROYUELA FOTOS: NADIA NATARIO
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ebe de ser un lujazo poder estar en una banda como The Cure. La formación liderada por Robert Smith, acercándose ya a sus 40 años de carrera, ha conseguido pasar ese difícil umbral en el que hagan lo hagan, saben que el público va a estar ahí con una devoción religiosa. Agotar arenas con meses de antelación y sin tener absolutamente nada que presentar –ni siquiera había una excusa en plan ‘décimo aniversario de...’– está sólo al alcance de grupos que han sabido encontrar una complicidad especial con su audiencia. Y viendo lo que ofrecieron The Cure en su concierto –ojo, tres horas de bolo y 32 canciones cayeron-, esa idea queda del todo reforzada. The Cure no salen al escenario para complacer a nadie. Saben que lo que valoran sus fans es precisamente esa austeridad que tienen sus canciones como grandes aliados, y que fuera de un más activo Simon
Gallup –ataviado con camiseta de Iron Maiden-, el resto de la banda está allí con la única misión de tocar una canción tras otra para el deleite de las cerca de 20.000 personas que tienen delante. Bien es cierto que las guitarras de Reeves Gabrels le dan músculo a su sonido y que, evidentemente, Robert Smith con sólo abrir la voz y tocar esos ya míticos fraseos –siempre ha sido un guitarrista infravalorado- le da al combo ese aire distintivo, pero The Cure es una banda con cierta frialdad sobre el escenario. Respecto al cancionero, y aquí es donde sus fans defenderían lo contrario con uñas y dientes, tienen una serie de canciones por todos conocidas, como ‘Friday I’m In Love’, ‘Close To Me’ o ‘A Forest’, que están ya por encima del bien y del mal, pero en 32 canciones también hay huecos para temas menores, que acaban dando algo de monotonía al concierto como pasó en la parte intermedia. Con una
escenografía que está al límite de lo permitido para un recinto de grandes dimensiones y esa citada pasividad escénica de sus componentes, todo queda a la suerte del repertorio. Y ahí es donde está la gran actitud de The Cure. Si eres de los nuestros tendrás justamente lo que esperas, y si no, no te darán muchos argumentos para volver a repetir con otra visita en tu casa. Teniendo en cuenta que el aspecto creativo parece quedar ya en un segundo plano –algo normal y lógico hasta cierto punto, y que les pasa a la mayoría de artistas de su quinta-, esto es lo que será The Cure hasta el fin de sus días. Una banda personal e intransferible, que seguirá llenando pabellones cada vez que se lo proponga, pero que difícilmente añadirá nuevos adeptos a la causa. De ser Robert Smith, tampoco me preocuparía... El trabajo ya lo hizo cuando tocaba. 139
CLUTCH
10 DE DICIEMBRE DE 2016 LA RIVIERA, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: CARLES RODRÍGUEZ (BARCELONA)
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LIONIZE
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lo tonto había pasado más de un año desde que Psychic Warfare apareciese en la calle y Clutch aún no habían venido a visitarnos. Si sumamos que la última vez que los de Maryland pisaron suelo español fue en 2013, es evidente que había muchísimas ganas de poder presenciar una vez más su enérgico directo. El subidón de popularidad conseguido en los últimos tiempos hacía pensar que esta gira se realizaría por salas más grandes, pero tampoco esperábamos que se atrevieran con toda una Riviera. A pesar de que no hubo sold out, el público respondió más que bien a la llamada. Por desgracia, entramos por la puerta justo cuando Lionize acababan de finalizar su concierto, por lo que poco podemos comentar sobre ellos aparte de pedir disculpas. A quienes sí vimos fue a unos Valient Thorr dispuestos a darlo todo a pesar de que la acústica del recinto jugó en su contra. Su cantante Valient Himself no paró de sudar y contornearse de un lado
VALIENT THORR
a otro del escenario y es innegable que los tipos tienen un más que buen directo, pero por alguna razón que no acertaría a decir cuál fue, me temo que no terminaron de conectar con la audiencia. Obviamente mejor suerte corrieron los protagonistas de la noche con una afición dispuesta a entregarse al máximo desde el primer minuto. Clutch salieron, se pusieron el mono de trabajo y se dispusieron a hacer lo que mejor saben: rockearnos de lo lindo con ese groove contagioso e imbatible. Sorprendió y mucho la elección del repertorio, ya que esperábamos que fuese una presentación en toda regla de su último trabajo, y sin embargo la noche se convirtió en todo un regalazo para los seguidores de la etapa más primitiva de la banda. Dio igual, porque aunque sonasen canciones menos recientes como ‘W.W.T.R.’, ‘Pure Rock Fury’, ‘The Soapmakers’ o ‘The Elephant Riders’, el público supo estar a la altura pogueando sin cesar. No fue hasta el séptimo tema de la noche con ‘Quick Death In Texas’ que
Psychic Warfare hizo su aparición en el setlist, a la cual le siguieron ‘Noble Savage’, ‘X-Ray Visions’ y ‘Firebirds’. Entre medias seguían cayendo más rarezas como ‘Struck Down’, ‘The Dragonfly’, ‘Gravel Road’, la casi inédita ‘Algo Ha Cambiado’ o ‘Spacegrass’. Es lógico que el carisma de Neil Fallon y su pose escénica sean la imagen más reconocible de Clutch, pero aunque el resto de sus compañeros parezcan casi estatuas a su lado, creo que sería de justicia reivindicar su labor como músicos. Especialmente Tim Slut, quien a pesar de ser la antítesis de lo que debe ser un guitar hero a nivel de estética, es capaz de sacar magia de su mástil. Tras una hora y cuarto larga de actuación, se despidieron con dos balazos del calibre de ‘D.C. Sound Attack!’ y la contagiosa ‘Electric Worry’, que empalmaron con ‘One Eye Dollar’. Tras dislocarnos el cuello, nos anunciaron que el año que viene nos volveremos a ver probablemente en alguno de nuestros festivales. Y nosotros encantados con ello.
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AIRBOURNE 7 DE DICIEMBRE DE 2016 SALA RAZZMATAZZ, BARCELONA TEXTO: JORDI MEYA FOTOS: ERIC ALTIMIS
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ejando de lado los méritos de sus discos de estudio, está claro que la popularidad de Airbourne ha crecido, sobre todo, gracias a sus potentes directos. En cada una de sus visitas han ido convocando a más público y por eso no sorprendió ver que fueran capaces de prácticamente agotar las entradas en la sala grande de Razzmatazz. Leogun, el trío británico que ejercía de telonero, se benefició de ello ya que, a pesar de ser casi unos desconocidos, contaron con un buen número de gente viendo su actuación. Con un hard rock bluesero al estilo de unos Wolfmother consiguieron una muy buena respuesta hacia mitad de su set con temas como ‘Majick Potion’ y ‘Medicine’, pero se cargaron el clímax con un medio tiempo, ‘Everyday’, demasiado plano. Correctos, pero todavía les queda mucho que mejorar si quieren ser algo más que una banda como hay tantas. Airbourne dejaron de serlo hace muchos años, pero ahora la pregunta es si los australianos ya han tocado techo o van a conseguir dar el salto a recintos aún
mayores. Desde luego, la respuesta está en sus manos, pero su concierto, aunque impecable, me dejó algunas dudas. Por un lado tienen vocación de banda grande y su espectáculo te entra de maravilla tanto por los oídos, con un sonido inmejorable, como por los ojos, con un juego de luces digno de un estadio. Nada más arrancar con ‘Ready To Rock’ de su anterior Black Dog Barking y el infalible hit ‘Too Much, Too Young, Too Fast’ me pareció haberme trasladado al interior de un videoclip de los 80, una sensación que no me abandonó durante todo el show. Aquello avanzaba a toda máquina y en el tercer tema, ‘Chewin’ The Fat’, Joel O’Keefe ya estaba aplastando una lata de cerveza contra su cabeza para rociar a las primeras filas. Un número que repetiría dos temas más tarde durante ‘Girls In Black’, aunque esta vez desde el foso de los fotógrafos. Es evidente que por muy bien que toquen sus compañeros, es Joel quien lleva todo el peso, corriendo arriba y abajo y comunicándose con el público.
La fiesta rockera siguió con ‘It’s All For Rock’n’Roll’, ‘Down On You’ y el tema que da título a su reciente Breakin’ Outta Hell con unas columnas de humo de lo más heavies. El bis se inició con el hijo bastardo de Brian Johnson y Angus Young subido en la muralla de amplificadores Marshall que llenaban el escenario para descargar ‘Live It Up’ y terminó con la célebre ‘Runnin’ Wild’ y más cervezas aplastadas. Todo muy bien, pero dicho esto, parece un poco raro que una banda en su plenitud y con cuatro discos a sus espaldas se limite a tocar sólo doce canciones y poco más de una hora de tiempo efectivo, como vienen haciendo en toda esta gira. ¿Cómo puede ser que Angus, quien dobla en edad a Joel O’Keefe, aguante dos horas y media sobre un escenario y él no? No pido tanto, porque Angus sólo hay uno, pero decepciona un poco que pudiendo rematar la faena por todo lo alto, a Airbourne, y por extensión muchos grupos actuales, les falte ese instinto asesino que hizo míticas a las bandas que ellos mismos veneran. 143
FRANK CARTER & THE RATTLESNAKES 3 DE DICIEMBRE DE 2016 SALA LEMON, MADRID TEXTO: GONZALO PUEBLA FOTOS: NADIA NATARIO (BARCELONA)
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THE BLACKJAW
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iendo su actuación una de las más aclamadas de manera unánime en el último Resurrection Fest, no costaba demasiado imaginar que Frank Carter y sus Rattlesnakes volverían por nuestros escenarios más pronto que tarde. Así resultó cuando se anunció que vendrían dentro del marco de un nuevo Route y en unas condiciones idóneas: salas pequeñas y a pocos meses de publicar su nuevo LP, Modern Ruin. Circunstancias perfectas para cazar en directo a uno de los nombres más en auge de la actualidad en el circuito punk core. Y como invitados para abrir fuego, nadie mejor que una de las formaciones más en forma dentro de la escena patria. Con su tercer álbum Men Of Prey recién salido del horno, The Blackjaw salieron dispuestos a aprovechar semejante oportunidad ante un público que acudió muy temprano a la cita. Quienes llevamos siguiendo sus andanzas desde hace tiempo poco nos sorprende que a estas alturas sean
capaces de ofrecer actuaciones más que a la altura de las circunstancias, con una entrega de la que muchos deberían tomar nota. Si a eso le añadimos que a día de hoy ya pueden contar con un repertorio repleto de temazos como las nuevas ‘Knot’, ‘Goddamn Rebels’, ‘Dying Slow’ o ‘35 Patriots’, sumadas a otras de su genial Undertow (‘True Icons’, ‘Benilliure’, ‘Today Is The Day’), el resultado es uno de los mejores directos nacionales del momento. Con una Lemon en la que apenas cabía un alfiler, la presión en las primeras filas empezaba a notarse y poco tardó en estallar cuando The Rattlesnakes aparecieron seguidos de un elegantemente trajeado Frank Carter. Sin miramientos atacaron con ‘Trouble’ y ‘Fangs’ desatando la locura en toda la sala. El sonido era estruendoso, como una patada en la cara, pero con la nitidez suficiente para que nos empapásemos de su potencia sónica en todo su esplendor. “It feels pretty good to be me right
now”, nos confesaba Carter con una sonrisa de oreja a oreja. Como era de esperar, no tardó demasiado en arrojarse al público para que éste le levantase y casi tocando el techo interpretase una ‘Lullaby’ que parecía una habitual del repertorio. Ni tan siquiera el estrenar canciones aún desconocidas para la mayoría consiguió frenar el ritmo del concierto, ya que Frank es una auténtica bestia del directo que incita a montar un cicle pit alrededor de la columna de la sala en ‘Jackals’ o a que las chicas hagan stage diving durante ‘Modern Ruin’. Tras una media hora que se nos pasó volando, se tomaron un descanso para terminar de rematarnos con ‘Snake Eyes’ y unas tremendas ‘Devil Inside Me’ y ‘I Hate You’ que acabaron con el público invadiendo las tablas mientras el pelirrojo conseguía escapar discretamente hacia las escaleras de la sala antes de despedirse por todo lo alto. Desde luego, a tipos como él es difícil odiarles. 145
DE GIRA
ANGELUS APATRIDA
27 DE ENERO SALA CHANGÓ (MADRID) 28 DE ENERO SALA RAZZMATAZZ (BARCELONA)
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o hace mucho fue tu cumpleaños. ¿Cómo lo celebraste? GUILLERMO IZQUIERDO “Eso es, el pasado 23 de noviembre. Pues la verdad es que lo recuerdo como de las mejores fiestas de los últimos años. Nos juntamos tres amigos que cumplimos años más o menos a la par, llamamos a absolutamente todos nuestros colegas y montamos una buenísima en el bar de un colega, desde la una del mediodía hasta que aguantó el cuerpo, las cinco de la mañana en mi caso (risas)”. Aunque habéis tocado muchas veces en Barcelona y Madrid, supongo que el hecho de grabarlos en directo hace que sean dos conciertos diferentes. ¿Los estáis preparando de alguna manera especial? “Prácticamente desde siempre, en todas las giras que hemos hecho con cada
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disco, hemos despedido dicha gira con conciertos casi siempre en Madrid y Barcelona. Una especie de ‘hasta luego’, ya que lo más normal es meternos de nuevo en el estudio para preparar un nuevo álbum y tardaremos en volver a los escenarios. Esta vez, además, va a ser muy especial porque hemos decidido que ya era hora de tener algo oficial en directo. Es un proyecto en el que llevamos trabajando muchísimo tiempo, y se ha dado la oportunidad para hacerlo de esta manera. Estamos arriesgando mucho, y hay tantos conciertos y giras de grupos tochos que acojona un poco, pero por otro lado es algo que, creo, debíamos hacer y ahí está. Va a ser tan especial que, fíjate, ¡no creo que volvamos a grabar otra cosa así en muchísimos años!”. Para alguien que ya os haya visto en esta gira, ¿qué aliciente encontrará en estos bolos? “No vamos a llevar muñecos de dos
metros ni va a haber pirotecnia, ni fuego ni nada de esas movidas… ¡Queremos reflejar en audio y vídeo lo que es un concierto de Angelus Apatrida, la banda y sus seguidores! Intentar plasmar lo que se vive arriba y abajo del escenario. Vamos a tocar lo que la gente quiere escuchar tanto en el show como en casa. Todo esto parte de una idea autogestionada que nos hace mucha ilusión y queremos que todo el mundo pueda ser partícipe, por eso hemos elegido las mejores salas que hemos podido, por disponibilidad. Creo que van a ser sendos espectáculos de la hostia”. ¿Y para cuándo esperáis publicar el directo? “Todavía no lo sabemos, pero queremos ver si es factible que esté antes de verano en la calle”. Abrirán los conciertos los italianos Ultra Violence. ¿Qué
AGENDA ENERO relación tenéis con ellos? “¡Sí! Son una banda cojonuda. Les conocimos hace ya varios años cuando tocamos por primera vez en Italia, íbamos con Havok si no recuerdo mal. Desde entonces siempre han venido a todos los shows que hemos hecho por allí y son una gente de la hostia. Sus discos son la polla y, aunque no les he podido ver todavía en directo, sé que lo parten cosa fina, por lo que decidimos invitarles y que el público español les vea por todo lo alto. Creo que no van a defraudar a ningún seguidor del thrash y el metal en general”. ¿Qué balance hacéis tanto a nivel artístico como comercial del ciclo de Hidden Evolution que ahora termina? “Hasta la fecha ha sido sin duda el mejor disco de Angelus Apatrida, para nosotros de manera artística, creemos que para los fans y para los medios también, y en general de manera comercial. Ha roto todas las expectativas, se ha convertido en el disco de Century Media más vendido en España de la historia, que eso ya es decir, además de aquel famoso número 2 en las listas, que se mantuvo durante cinco semanas… Aun así, vemos que queda muchísimo por hacer, mucho, mucho. Hay que seguir incentivando y motivando a nuestro seguidores, por supuesto también a nosotros mismos, y no descansamos intentando convencer a retractores, haters e indiferentes acerca de nuestra música, ¡lo intentaremos de nuevo con nuestro próximo disco!”. Y como ya termina el año, ¿cuáles son algunos de tus discos y conciertos de otras bandas favoritos de 2016? “Llevo un año que estoy tirando mucho más de clásicos, de otros estilos de música como el punk rock o incluso el rap, sobre todo cuando estoy en casa. Sin embargo para mí uno de los lanzamientos del año ha sido sin duda Great Is Our Sin de Revocation, una banda que merece estar muchísimo más arriba de donde están, son unos putos genios. He de decir que me he llevado una pequeña decepción con el último de Suicidal Tendencies, que le tenía muchas ganas, aunque los gozaré a tope en Berlín en enero junto a Agnostic Front y Municipal Waste. De bolos, de momento me voy a quedar con King Diamond en el Rock Fest. He visto muchos y muy buenos conciertos este año, pero ése para mí fue apoteósico”. (DAVID GARCELL)
BIFFY CLYRO 25 BARCELONA, 26 MADRID CATALONIA EXTREME WINTER:
FROZEN DAWN, TEMPLE OF BAAL, SAILLE, BARBARIAN SWORDS
28 BARCELONA
DARE 12 BARCELONA, 14 MADRID DEATH VALLEY GIRLS 21 BARCELONA, 22 ALICANTE, 23 GRANADA, 24 SEVILLA, 26 MADRID FLESHGOD APOCALYPSE 24 BARCELONA, 25 MADRID, 26 BILBAO FOUR YEAR STRONG 30 BARCELONA, 31 MADRID KING CREOSOTE 9 MADRID, 10 BARCELONA PROJECT PITCHFORK 20 MADRID, 21 BARCELONA SABATON + ACCEPT 19 BILBAO, 21 MADRID, 22 BARCELONA SUM 41 17 BARCELONA, 18 MADRID, 21 BILBAO THE WAVE PICTURES 25 BILBAO, 26 SAN SEBASTIÁN, 27 VIGO, 28 A CORUÑA, 29 OURENSE, 30 VALLADOLID, 31 MADRID
FIGURAS COLATERALES CON UNA PRIMERA PARTE QUE YA VA POR SU QUINTA EDICIÓN, SALVA RUBIO VUELVE A LA CARGA CON EL SEGUNDO VOLUMEN DE METAL EXTREMO, UNA OBRA CUYO ÉXITO YA NO COGERÁ A NADIE DESPREVENIDO. VIEJO CONOCIDO DE ROCKZONE, EL ESCRITOR Y GUIONISTA NOS CUENTA CÓMO SE HAN GESTADO ESTAS NUEVAS 454 PÁGINAS DE SONIDOS DEVASTADORES Y AGRESIÓN MUSICAL. TEXTO: PAU NAVARRA FOTOS: LEANDRO GARCÍA PHOTOGRAPHY/DR
¿Qué ha motivado este Metal Extremo 2? SALVA RUBIO “Pues ya muy pronto la gente me pedía una segunda parte. No sé, el primero salió en 2011 y ya en 2012 o por ahí la gente me decía ‘¿Pero esto va a continuar o qué?’. Y yo me quedé como… ‘¿Qué queréis? (Risas) Si esto son 30 años, mil y pico grupos, pero…’. Yo sinceramente en ese momento no vi cómo seguirlo, y fue así durante un tiempo, porque es lo que digo muchas veces: yo soy historiador y puedo contar esto desde el punto de vista de la Historia del Arte, 148
pero coño, hay gente que será licenciada en Filosofía, hay personas que sabrán de estadística, gente que hace estudios de género y que harán sus libros desde un punto de vista que, yo ahí… bueno, que pueden ser un bien para todos. Pero no, nadie lo está haciendo (risas). Entonces, nada… Básicamente, según pasan los años ya te va entrando el gusanillo, ¿no? Oye, parece que ahora vuelve un poco el speed metal, y te vas quedando un poco con tendencias y te das cuenta de que, si haces otro libro de 30 años, eso se pierde, eso no va a quedar porque son tendencias puntuales que duran un año, unos meses, pero bueno, que aun así se va apuntando. Y bueno, sí que es verdad que yo llego a un momento, cuando ya iban a cumplirse cuatro años del primero,
que empecé a pensar ‘estaría bien’. Mi idea inicial sí que era hacer un libro cada diez años, pero bueno, yo le pregunté al editor ‘cómo lo ves, ¿esto me lo sacaríais?’, y me dijeron que sin duda alguna lo publicarían, y bueno, dije ‘mira, voy a hacerlo y a ver qué tal queda’. Y cuando empecé a escribir, que a mí se me va la olla escribiendo, y vi que llevaba 400 páginas, pues dije ‘bueno, pues sí, lo hacemos’ (Risas)”. ¿Esperabas lograr una recepción tan buena con el primero? Porque fue un poco ida de pelota, este libro lo tiene todo el mundo… Es como tener el Master Of Puppets (risas). “(Risas) Joder, gracias por la comparación. A ver, yo no lo esperaba, pero confiaba mucho en la escena. Es decir, es un término medio, ¿no? Yo le dije al editor con el primer libro que la gente del metal es muy fiel y que suelen apoyar las iniciativas que salen. Quiero decir, si hay un libro sobre el tema y es respetuoso, está currado y tal, pues que funcionaría bien. Pero yo esperaba una segunda edición o algo así, no una quinta y luego una segunda parte. Entonces, guay, muy,
muy orgulloso en el mejor sentido, pero sobre todo por la confianza de la gente, ¿sabes? Joder, el libro les gusta, lo reseñan, le mola a más peña y no sólo a los grupos nada más”. ¿Qué encontrará el público más atractivo en esta segunda parte respecto al primer Metal Extremo? “Pues no hay reseñas todavía, así que no te lo sabría decir… A ver, si hay diez reseñas, pues ya ves lo que va diciendo cada uno… Yo lo que sí que puedo destacarte son las novedades que hay, ¿no? Parece que es interesante que la primera parte del libro son diez conferencias y artículos y, bueno, eso le da empaque a la obra, porque está bien que haya biografías, que vaya siguiendo un poco por lo que es el desarrollo de los estilos, pero cuando coges un estilo en concreto o un tema, no sé, como alta cultura y satanismo o la estética de lo industrial y qué está pasando con ella, ves que el metal extremo también es un contenedor de cultura, y que cosas que no se están haciendo en otros estilos se están haciendo aquí. Sin ir más lejos, hoy en día no hay música, quizá en el industrial, pero éste está bastante mal… Pero bueno, que no hay música que hable de guerra, ¿no? Entonces te das cuenta de que el tema bélico ha sido fundamental durante toda la historia de la cultura. Una de las primeras obras literarias conservadas es La Ilíada, y ya es una obra sobre la guerra. Desde el Mío Cid a lo que quieras, ¿y quién habla de guerra hoy en día? ¿El pop, el rock, la electrónica? Nadie”. Marduk. “Por eso (risas), o Vader. Estamos hablando nosotros de un tema universal, y yo encuentro que hay una línea recta
entre la epopeya de Gilgamesh o lo que sería La Ilíada, y el metal extremo. El heavy metal algo hace con ello, lo que pasa es que yo creo que el heavy metal es un poquito más conservador en cómo trabaja estos temas. O sea, a lo mejor no ha cambiado mucho de cómo los trabajaba Manowar o grupos que ahora seguimos, y el metal extremo… pues sí, cosas como lo que hacen Marduk no lo ha hecho nadie en el metal”. Ya, ya, ya… Sólo en términos musicales, lo cierto es que a ti se te ha girado mucho trabajo, porque hay estilos como el heavy metal clásico donde se celebra el inmovilismo. Seguramente desde finales de los 80 no ha habido ninguna banda que se haya inventado algo, y luego el power metal, desde el rollo sinfónico súper bestia de Rhapsody con Legendary Tales, pues quizá tampoco haya vivido ninguna otra revolución… En cambio el metal extremo está en permanente reinvención, y eso te obliga a ti a escribir demasiadas páginas con cada libro, ¿no? (Risas). “Bueno, yo me considero afortunado, porque como bien dices, para mí la diferencia fundamental, y esto simplifica mucho la cuestión, pero para mí la diferencia fundamental entre heavy metal y metal extremo es que el heavy metal es muy conservador. Y eso no es malo, ¿eh? O sea, para la pervivencia de un estilo está bien, mira el rock’n’roll, o el rockabilly y todos estos estilos que vienen de los años 50 y 60… están vivos, lo que pasa es que están vivos en función de seguir con una estética, unos temas y una
“HAY UNA LÍNEA RECTA ENTRE LA EPOPEYA DE GILGAMESH O LO QUE SERÍA LA ILÍADA, Y EL METAL EXTREMO”
SALVA RUBIO forma de ser que vienen repitiéndose durante varias décadas. Nosotros llevamos ya 30 años de historia, que no son pocos, y hay dos lados, hay una base muy conservadora, la gente del death metal más primitivo, la gente del black metal más raw y tal, que son súper utteres porque mantienen la pureza, pero hay bandas que se les va la olla cantidad y que hacen cosas que yo nunca me imaginé. Sin ir más lejos, una de las mejores fases del libro fue un grupo mejicano que se llama Acrania, que mezclan música latina con death metal técnico”. Madre mía… (Risas). “Tienen interludios de trompeta latinas, o sea, de repente está el tío con las congas, el otro con la trompeta, y luego le siguen metiendo cera como Cynic. Y entonces dices, ‘joder, es que de aquí sólo pueden salir cosas buenas’. A una persona muy, muy true
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con el primero lo único que hizo falta decirles es que era una editorial prácticamente underground, o sea, que no era un libro de una gran editorial, que esto se iba a distribuir y que era un libro para la escena. Y dijeron que sí inmediatamente. Así, mientras pueda usaré portadas muy famosas, pero ya te digo, si nos ponemos a pensar portadas de death metal o de metal industrial que sean tan famosas como éstas… o también que contengan tanto encanto, porque esto son discos absolutamente legendarios, y no hay error, ¿sabes? A lo mejor si coges una portada de Fear Factory, hostia, Fear Factory… O de Machine Head. Son grupos que han sido muy populares en un momento dado, pero si Burzum o Darkthrone son populares es por otro motivo, por un rollo más peligrosillo, no por eso”.
eso le va a horrorizar, pero es que por cada true hay otra persona a la que le encanta y a la que le apetecen cosas nuevas. Entonces, hay mucho camino, hay muchos estilos con los que hibridar, hay mucha cultura musical con la que intervenir, así que esto va muy bien”. Una de las cosas en que me he fijado es que ambos libros van de metal extremo en general, pero que la portada del primer volumen es el Transilvanian Hunger de Darkthrone y el segundo tiene la de Filosofem de Burzum. ¿La ola de black noruego es lo más extremo que ha habido en el metal extremo? “(Risas) Yo diría que no, pero lo que pasa es que, a la hora de escoger 150
portada, tienes que cumplir también con unos requisitos, ¿no? Unos requisitos editoriales, y uno de ellos es, primero, que esté disponible, en este caso lo estaban, y luego, para mí, que sea muy, muy reconocible. Pero reconocible a nivel mundial, porque ésa es la forma en la que tú le haces un favor al libro, y además, la gente tiene un plus, siente que esa portada le está dando algo más a la obra. Entonces, mientras pueda elegir discos que a mí me gustan y que funcionan muy bien, tiraremos adelante. Es verdad que, cuando a lo mejor piensas en otros estilos, no son tan fáciles de conseguir. No creo que Metallica me vayan a dejar usar la portada de Master Of Puppets para un libro, me pedirán muchos miles de dólares, o millones. Sin embargo, hay otros estilos en los que están orgullosísimos, a Darkthrone
¿Para ti qué ha sido lo más gratificante de todo esto? “(Suspira) Yo diría que el respeto, porque la gente es muy exigente en esta escena, y con razón. No hay por qué elegir menos, no hay por qué tragar con cosas mediocres, no hay por qué decirle simplemente a alguien ‘muy bien’ y darle una palmada en el hombro por algo que ha hecho y ya está, sino que gente muy exigente me ha dicho ‘chapó’, y eso para mí es una recompensa. Yo he invertido mucho trabajo, mucha atención, he intentado hacer el mejor libro posible, las mejores conferencias posibles, me tomo muy, muy en serio este estilo y, bueno, quiero hacer, como digo yo, mi parte de la escena, que es ésta. O sea, yo ahora mismo no tendré ningún grupo, lo tendremos un poco parado, no monto conciertos, pero tú tienes una promotora, tú escribes, tú haces
“PARA MÍ LA DIFERENCIA FUNDAMENTAL ENTRE HEAVY METAL Y METAL EXTREMO ES QUE EL HEAVY METAL ES MUY CONSERVADOR”
SALVA RUBIO tu parte; mi parte es ésta. Y cuando alguien te reconoce que lo has hecho bien, joder, pues te sientes reconfortado, simplemente”. Quizás a veces falta que la peña tome conciencia de que el heavy metal es cultura, y libros como el tuyo es probable que lo dignifiquen y le den una pátina de validez académica a esta corriente cultural. “Eso me preocupaba más en el libro anterior, porque sí que es verdad que, bueno, no es que venga del mundo académico, porque no he sido investigador en ninguna universidad, pero bueno, que me he licenciado, quería hacer mi tesis sobre esto, y como decía, eso antes me preocupaba más. Ahora mismo pienso que este movimiento va a tener su validez en un momento dado, pero que da igual que ellos, la gente de fuera, lo vean así, que lo reconozcan así. Ellos van a llegar tarde, nosotros somos los que llevamos viviendo esto durante décadas, los que nos gusta, los que hemos estado aquí desde el principio, y nuestra recompensa es vivirlo. Esto es irrepetible, esto es como vivir el rock en los años 50 o la época hippie en los 60, ¿sabes? O el disco en los 70… Has sido parte de los inicios y ellos no. Entonces, algún día va a venir gente de fuera, estudiosos, conferenciantes o académicos, y van a decir ‘esto mola’. Está pasando un poco con los hipsters,
¿no? Ahí se ve que es gente que ha salido de la nada, que de repente le parece que estéticamente mola un huevo esto, y que lo van a aceptar. Yo me alegro en cuanto a, si se compran discos, eso es bueno para las bandas. Punto. Pero si quieren aportar que hagan su parte, que hagan sus grupos, que hagan sus álbumes y que contribuyan a la escena. Yo creo que es lo único que se les puede pedir”. ¿Cómo está el metal extremo en España? ¿Cuál es su estado actual? “Pues mira, eso da para el debate. Eso da para irnos a un club de ésos ingleses, coger unos coñacs y estar ahí toda la tarde hablando, porque, cuando le dices a alguien que yo ni siquiera he podido incluir a todos los grupos, que tendría que hacer un libro sólo de eso… cuando le dices a alguien que has incluido a 213 grupos que están activos la mayoría, sacando discos, entonces dices ‘hostia, ¿213 bandas y podríamos haber citado 300 ó 400?’. O sea, uno se mete en Metal Archives, busca ‘bandas espa-
ñolas, cinco últimos años’, y sale mucha gente. Por un lado la escena diría que está bien, porque son muchos grupos, son muchísimas bandas, pero no hay percepción de que la escena esté bien. La gente, no sé si es que… Aquí ya no tengo respuesta, ¿eh? Yo pienso que a nivel de producción musical está bien, porque además hay muchas bandas muy cualitativas, y se refleja bastante en las tendencias a nivel mundial, pero tiendo a ver o a pensar que las escenas están muy separadas. Vas a Madrid a un concierto y están los de siempre, vas a Barcelona a un concierto y están los de siempre, pero es muy difícil hacer giras, y tú lo sabes, Pau… Hostia, lleva a esta gente a Almería, ¿y tú qué sabes cuánta peña va a ir? O lleva a esta gente a A Coruña, e igual se te peta el bolo precisamente porque nunca va nadie o van muy pocos grupos. Haría falta más percepción de que hay grupos, hay giras, hay conciertos, que a esta gente hay que apoyarla, pero sí que veo una especie de distancia entre la escena de Facebook y la escena que va a los shows”. 151