típicas de los cocodrilos, como un paladar secundario desarrollado (que le permite, como a nosotros, respirar mientras come), el cráneo chato y una peculiar arti culación de las vértebras, son en realidad propias de un pequeño grupo de cocodrilos originados a fines del Cretácico (los mencionados eusuquios). Sin embargo, otras características siguieron presen tes desde sus primeras etapas, en particular la articula ción del tobillo (de tipo crurotarsal), que pasa entre los dos huesos que la forman (astrágalo y calcáneo), y que dan al grupo su típico modo de caminar. Los primeros cocodrilos tenían miembros muy largos y delgados, con huesos huecos, se presume que eran corredores, entre ellos se encuentran los llamados esfe nosuquios y protosuquios. Algunos, como Gracilisuchus, debieron ser verdade ros guepardos reptilianos. Entre los grupos que siguieron se hallan formas marinas muy especializadas (talatosuquios) y formas terrestres en general no muy grandes (notosuquios). Este último es el grupo más importante para el Hemisferio Sur. En relación a su modo de vida terrestre tenían una postura alta y los escudos de la espalda reducidos a unas pocas hileras que no dificultaban la movilidad (Fig. 10.22). Integrantes de ese grupo se han constituido, junto con las aves fororrácidas, las serpientes madtsóidas y
los marsupiales boriénidos, como los mayores predado res terrestres del Terciario sudamericano. De hecho, los grandes cocodrilos sebecosuquios, cazadores terrestres de varios metros de longitud, con patas largas y ubica das bajo el cuerpo, fueron en algún momento el tope de la cadena alimenticia en Sudamérica. Sin embargo, los únicos cocodrilos que han sobre vivido hasta nuestros días son los del grupo de los neosuquios, originados en el Cretácico y que incluirían grandes cocodrilos acuáticos como Deynosuchus y los goniofólidos. La anatomía de los neosuquios muestra un cráneo triangular, bajo y alargado, con el hocico angosto, con dientes cónicos y pesados propios de un carnívoro. Los dientes estaban bien separados de los vecinos y el reemplazo era en forma alternada. Muchos de aquellos primeros neosuquios (incluyendo los dirosáuridos), eran mayormente acuáticos y se alimentarían de peces y pequeños anfibios. Los cocodrilos modernos (eusuquios) no son enton ces, como se piensa, fósiles vivientes sin cambio desde la época de los dinosaurios. Por el contrario, se trata de un grupo dinámico que ha heredado de sus ancestros un cráneo de tipo diápsido, muy ornamentado y de poca movilidad (con el hueso cuadrado fijo), con dientes bien insertos en alvéolos (tecodontes), con un cuerpo cubierto de placas o escudos y un estómago protegido por costi llas abdominales (gastralia). Poseen un paladar secun
10.21. Chanaresuchus es uno de los primeros arcosaurios. Aunque no es un cocodrilo, muestra una estructura de cuerpo convergente respecto a los cocodrilos ancestrales.
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