9.7. Dos formas de interpretar los fósiles existentes de Ichthyostega. En la reconstrucción del 2005, el área de la cintura se encuentra libre de las costillas, lo que permitiría un movimiento más dinámico mediante un movimiento vertical de la cintura pélvica. Este es un ejemplo interesante de la relectura de los fósiles existentes.
En el Carbonífero se escindieron en varias líneas de importancia, pero su seguimiento es aún difícil para los especialistas, por lo que se han hecho “agrupaciones provisorias”. Dos son la de los “batracomorfos”, invo lucrados en el origen de los anfibios modernos y los “reptiliomorfos”, ligados al surgimiento de los amniotas. Sin embargo, existieron tantos linajes de anfibios fósiles a lo largo de tantos millones de años y cada linaje con sus particulares aceleraciones o desaceleraciones de su ritmo de desarrollo, que no es fácil desmadejar la compleja trama de su filogenia (capítulo 10). Hablaremos primero de los estegocéfalos “batraco morfos”, que incluyen a dos grandes grupos: los lepos póndilos y los temnospóndilos. Aunque se conocen muchos temnospóndilos del
Carbonífero superior y Pérmico inferior, es muy poco lo que se sabe sobre los primeros que surgieron, aquellos del Carbonífero inferior (Fig. 9.1). Lo conocido de la última parte del Carbonífero inferior es raro, e incluye formas que, a partir de ancestros terrestres, han vuelto al agua. Además, esa etapa incluye un lapso de 15 Ma conocido como “gap o laguna de Romer” (359-345 Ma) (Fig. 9.8), de la que no se sabe casi nada. Entre ellos destaca un bicho raro: Crassigyrinus. Este predador de agua dulce escocés de casi dos metros de largo, casi ápodo, con grandes ojos en una gran cabeza alta, ornamentada y dentada, tenía una mandíbula móvil, como la de las serpientes. Completamente distinto, Spathicephalus era un tranquilo temnospóndilo acuático de cerca de un metro
9.8. Los restos de los vertebrados terrestres (tetrápodos) más antiguos aparecen en el período 385-359 Ma. Estas primeras especies, que tal vez pudieran pasar cierto tiempo fuera del agua, dieron lugar a estructuras robustas y pesadas, que permitían un movimiento limitado pero firme. La evolución posterior en el Carbonífero originó a los anfibios laberintodontes, los anfibios actuales y los amniotas (mamíferos y reptiles). 188