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Lago de Atitlán
El Lago de Atitlán es una hermosa creación situada entre volcanes en el municipio de Sololá, Guatemala; está rodeado de pequeñas playas arenosas, pozos de aguas termales, acantilados, miradores y una infinidad de naturaleza. Las ciudades y pueblos que rodean el lago tienen herencia maya, por lo que su cultura es un claro reflejo de la conservación de sus tradiciones. Además de ser muy pintoresco, las actividades que hay son tan variadas que se adaptan a cualquier tipo de viajero, te ofrecen recorridos culturales; catas de café de calidad; aventurarte al parapente o saltos de montaña; por supuesto también podemos nadar en las frías aguas de un antiguo cráter volcánico; o, simplemente, podemos disfrutar de las puestas de sol desde una cómoda hamaca en alguno de los mejores hoteles de la zona.
Lo primero que podemos hacer al llegar al lago, es emprender una larga caminata por el Rostro Maya, una cresta montañosa ubicada al occidente del lago. He de mencionar que su subida es muy empinada, por lo que precisamos de abundantes líquidos. En la cima de esta cresta vamos a encontrar la Nariz de Indio, un lugar idílico para poder ver la extensión del lago en todo su esplendor; además, es uno de los mejores sitios para acampar y ver las estrellas en el firmamento. Antes de llegar a este destino, podemos hacer una parada en el Mirador Kaqasiiwaan, el cual se encuentra como intermedio de la cima y el piso, de igual forma su panorámica es única, y una muy buena opción para aquellos no tan aventureros.
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Cualquiera que sea nuestra dinámica a la hora de viajar, saber que hay parajes tan encantadores como únicos que ofrecen una diversidad de actividades, debe de ser nuestro requisito número uno al elegir un destino, pues viajando es como aprendemos de nosotros mismos y de las personas que nos acompañan.

Así que hacer algo como esto, debe verse como un acto de profundo amor y comprensión, para poder adaptar dos formas de vida, a un solo destino. No nos olvides de disfrutar, amar y conocer el increíble entorno que nos rodea.
Otra buena opción para recorrer, conocer y conectar con la naturaleza, es realizar ciclismo de montaña, preferentemente en el sendero de Santa Catarina, pues su bajada, conduce directamente a las inmediaciones del lago. De igual forma, ofrecen la opción de ciclismo de ciudad, una gran forma de recorrer los diferentes pueblitos, los que más destacan son: San Juan La Laguna y San José Chacayá, ambos con un estilo colonia muy llamativo y mercados de artesanías, ahí podremos encontrar los recuerdos para la familia. Además, si nos gusta un poco más lo cultural, en San Juan podemos realizar un tour de textiles, donde veremos de primera mano el talento de las artesanas tradicionales.

Si quedamos con ganas de seguir viendo Atitlán desde las alturas, el Mirador El Pico del Cielo, es otra gran opción en nuestra lista de viaje. De fondo tenemos la exención de los volcanes y podemos observar la neblina que los cubre, sin lugar a dudas, un gran punto para la foto del recuerdo. Desde este mirador, hay un sendero que baja hacia Santa Cruz, el cual nos lleva directo hasta La Casa del Mundo, un lugar para relajarse, disfrutar de tu pareja y consentirse con los mejores platillos de la región. La Casa del Mundo es un encantador hotel construido en los acantilados cerca de Jaibalito, al cual únicamente se puede acceder por barco o por senderos. En este hotel podemos disfrutar de actividades acuáticas como nadar y hacer kayak; reservar un jacuzzi con vista a la laguna; y presenciar la puesta del sol desde la comodidad de una hamaca.


