Plano A. Arco d’Augusto B. Porta Montanara C. Foro D. Teatro E. Ponte di Tiberio F. Porto G. Anfiteatro
Las domus de los itinerarios: 1. Palazzo Massani, Prefettura 2. Palazzo Arpesella 3. Camera di Commercio 4. Domus del chirurgo
5. Palazzo Diotallevi 6. Domus a monte dell’Arco 7. Domus a mare dell’Arco
Debajo Restos de la muralla republicana, junto al Arco de Augusto
por las vías del Báltico y por algunas áreas del Mediterráneo. Durante el siglo VI a.C, la villanoviana Verucchio cede su hegemonía al puerto del Ariminus, nuestro rio Marecchia, revitalizado por la nueva política de los Etruscos en el área adriática. En el proceso de proyección hacia el valle y la costa, los Etruscos encuentran un tejido étnico alimentado por influencias culturales que los estudiosos reconducen bien al contexto umbro y piceno, bien al más amplio horizonte helénico. Esta “Rímini antes de Rímini”, como todo el litoral desde Las Marcas al rio Po entre los siglos VI y IV a.C, se ve animada por los intercambios con las ciudades griegas, empezando por Atenas, desde la cual proviene la famosa cerámica ática. Emblemática del panorama multicultural entre el siglo V a.C y la romanidad, es la estirpe de Villa Ruffi, un depósito votivo encontrado en el ochocientos en las colinas de Covignano, y posteriormente perdido por el comercio de antigüedades en los Museos europeos y americanos: aqui, en una especie de panteón crecido por el culto a las divinidades de la guerra y de las aguas, se concentran elementos etruscos, umbro-itálicos y helénicos. Pero Arimium (entendida como territorio aproximadamente coincidente con el de la actual Provincia), se ve implicada en el siglo IV a.C en el avance de los Galos por la llanura padana, en detrimento de la dominación etrusca. Serán exactamente ellos los enemigos que los Romanos encontrarán durante la conquista de las tierras al norte del Apenino. Ariminum: la fundación En el 268 a.C, un contingente de 6.000 campesinos-soldados con sus familias, atravesado el Apenino, se encuentran en la llanura de la desembocadura del Ariminus. Empujados por la sed de tierras, han abandonado el Lazio y la Campaña para alcanzar la orilla septentrional del Ager Picenus et Gallicus, el territorio entre la Romaña y Las Marcas, asegurado en la expansión romana por la batalla de Sentino (295 a.C) y por la derrota de los Galos Senones. Aqui deben cumplir la misión a ellos confiada por el Senado de Roma: fundar la colonia latina que del rio toma el nombre de Ariminum, un estado autónomo aliado de la madre patria, encerrado entre los límites de los rios Conca y Rubicone. En poco más de un siglo, estos pioneros y sus descendientes transformarán el paisaje “natural” en un ambiente antropizado, de rasgos que todavía hoy lo connotan: la ordenada geometría de los campos cultivados,
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