IbizaSport Magazine by Ricard Bofill

IBIZASPORT MAGAZINE

Vuelta a Ibiza MTB

IBIZASPORT MAGAZINE | #0

Publicación oficial Vuelta a Ibiza MTB

Edición Club Esportiu Ibiza Sport

Director Pablo Sierra del Sol

Arte Ricard Bofill & Pablo Sierra del Sol

Diseño y maquetación Ricard Bofill | Estudi Jazzbo

Redactor jefe Vicent Torres

Publicidad David Ferrer Serra

Portada Muchigraphy [foto] Adrián Rodríguez [producción]

Agradecimientos Diario de Ibiza Pilot Bikes Comanches Ibiza Can Rich Alicia Torres & Sebastián Candela

Redacción Raül Medrano Paco Murillo Laura R. Roig Tomás Sánchez Venzalá Rubén J. Palomo Rafa Domínguez Sergio García & Laura Ferrer Arambarri Fotografía Jon Izeta Luana Failla Sebastián Candela Carmelo Mateos Juan A. Riera & Vicent Marí Ilustración Pablo Noia Collage Peti Collage

Impresión Industrias Gráficas Jiménez Godoy

El número #0 de IbizaSport Magazine se terminó de editar durante el mes de octubre de 2021 en Sa Capelleta Valley. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta revista sin el consentimiento de sus autores. Ejemplar gratuito. Prohibida su venta.

Una illa amb els braços oberts

Amics i amigues, benvinguts a Eivissa. En aquest 2021 de tanta incertesa, i després d’haver passat gairebé un any sense proves esportives de gran format, tot Eivissa esperava aquest moment amb il·lusió. L’edició número XX de la Volta a Eivissa en Mountain Bike 2021 by SCOTT s’ha fet esperar més del que voldríem, després que s’hagi hagut d’ajornar fins a tres ocasions, però ara sí, ja la tenim aquí. Gaudiu aquests dies dels més de 200 quilòmetres de camp, costa, penya-segats i patrimoni d’Eivissa que recorrereu, i que segur us faran més fàcil de portar els 5.300 metres de desnivell que suposarà un repte per tothom, però que alhora, serà tota una experiència que confieu que, si ho estau fent ja, repetireu en properes edicions; perquè aquesta volta no la podeu fer només una vegada en la vida, no. L’heu de viure totes les edicions que pugueu: a totes Eivissa us rebrà amb els braços oberts. En aquests 20 anys de vida d’aquesta prova no podem oblidar els seus orígens, que tenen un nom propi, el de Bartolo Planells. A ell, enguany, 1.000 ciclistes li retreu homenatge de la millor manera possible: practicant l’esport que ell més s’estimava i al qual dedicà la major part de la seua vida, el ciclisme. Per ell i per tots vosaltres, només em queda, en aquest text de benvinguda, desitjar-vos a tots una bona competició i esperar que aquesta Volta a Eivissa en Mountain Bike 2021 by SCOTT compleixi molts més anys amb la mateixa empenta que aquests darrers vint. Una forta salutació, Vicent Marí Torres President del Consell Insular d’Eivissa

Vuelta a la vida

Resistir a una pandemia no ha sido cuestión de suerte. La Vuelta a Ibiza vuelve a subirse a la mountain bike impulsada por la fuerza de su historia. Si hemos llegado hasta aquí es por los vínculos afectivos que ha ido creando esta carrera año tras año. Con los participantes. Con los voluntarios. Con las instituciones. Con los patrocinadores. Y, por supuesto, con los miembros del equipo de IbizaSport, los valientes que se han negado a rendirse incluso en los momentos más crudos. El coronavirus nos ha dejado con las ganas de colocar la pancarta de salida hasta en tres ocasiones. Dieciocho meses después de lo previsto celebramos, por fin, la edición número veinte de la carrera. En 2001, pensar que nuestro evento seguiría celebrándose dos décadas después parecía una locura. El único que estaba convencido de que la llama no se apagaría era mi hermano. Bartolo sabía que la Vuelta a Ibiza había llegado para quedarse y, también, que el turismo deportivo tendría la expansión que ha tenido en la isla. Él plantó la semilla, abonó la tierra y cuidó del árbol para que creciera recto. A su alrededor, ha aparecido un bosque cada día más hermoso. El puñado de competiciones que promociona el Consell d’Eivissa lo demuestra. Ciclismo, triatlón, maratón, trails de montaña… Una oferta única que queremos compartir con las miles de personas que nos visitan cada año para practicar deporte en nuestra isla, siempre de forma respetuosa con su delicado medio ambiente. La revista que tienes entre tus manos es una apuesta por contar todavía mejor que somos unos afortunados por vivir en este parque de atracciones natural llamado Ibiza. Una forta salutació, Juan José Planells Sáez Organizador de la Vuelta a Ibiza en MTB

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Recuerdo las primeras veces que llamé al móvil de Bartolo Planells desde el teléfono fijo de la redacción. Yo empezaba a trabajar como periodista deportivo en Diario de Ibiza. Él llevaba diez años organizando la Vuelta a Ibiza en mountain bike. Fueron conversaciones escuetas, como las que mantuvimos cuando nos vimos en persona. A diferencia de lo que ocurría con otros personajes del deporte insular, con él parecía difícil establecer complicidades. Llegó la primavera y logré subirme al todoterreno que conducía Bartolo para seguir la etapa entre Santa Eulària y Sant Antoni que ganó Alejandro Valverde. Era el primer día de verdadera competición en la historia de la Vuelta a Ibiza y, como cronista, fue una suerte contarlo desde el punto de vista del tipo que tenía la responsabilidad de que aquel tinglado saliera bien. Bartolo habló más conmigo aquella mañana que durante los siete meses anteriores. Dio datos, detalles, desveló trucos, confesó algún secreto, demostró que podría haber sido piloto de rallies y, sobre todo, se rió mucho bromeando con sus colaboradores por el walkie. No le hice muchas preguntas. Puse la oreja, tomé notas y luego fui a la redacción para escribir un artículo donde el nombre del director de carrera no aparecía por ninguna parte pero su presencia lo impregnaba todo. Al día siguiente, cuando llegué a la salida, Bartolo me agarró por el brazo y me arrastró a una cafetería para invitarme a desayunar. Era imposible negarse. Con la edición dominical de Es Diari abierta sobre la mesa y la cara iluminada, me dijo que le había emocionado la crónica porque reflejaba lo que él sentía por la Vuelta a Ibiza. Entonces comprendí que Bartolo no era un hombre hosco –ni siquiera tímido– sino un maestro de las relaciones públicas. Su secreto era no querer caerle bien a nadie. Simplemente se mostraba como era: tan entusiasta como directo a la hora de decir las cosas. Las que le gustaban y las que no. Desde aquel desayuno hasta su prematura muerte, dos años y pico después, compartimos muy buenos momentos. Quienes hemos trabajado en el nacimiento de IbizaSport Magazine sabemos que Bartolo hubiera disfrutado muchísimo imaginando con nosotros este primer número y, también, que se habría encargado personalmente de dejar un ejemplar en la bolsa de los corredores que vais a participar en la vigésima edición de la carrera con la que soñaba cuando se sumergía siendo un niño en las páginas de las revistas de ciclismo que compraba en el quiosco. Pablo Sierra del Sol Director IbizaSport Magazine

La colección de Bartolo

os que estuvieron cerca durante sus últimos meses de vida dicen que cuando la enfermedad lo tumbó en una cama Bartolo Planells pedía que le acercaran revistas de ciclismo en vez de opiáceos para combatir el dolor. Desde crío era un asaltador de quioscos. Trasteando en las estanterías y los expositores en busca de bicicletas y montañas fue fabricándose una biblioteca de publicaciones ciclistas. En casa guardaba con mimo aquellas revistas de papel satinado con grapas, que nunca dejó de comprar pese a la aparición de internet. Las leía y releía, las subrayaba, marcaba páginas y cuando viajaba, volvía de la península o del extranjero con la mochila llena de más revistas, folletos o carteles escritos en diferentes idiomas. Eran el manantial de sus sueños, un catalejo para traspasar la línea del horizonte, pellizco que aviva el paso.

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RUTA. Toda la información sobre la Vuelta a Ibiza MTB 16 Entrevista a Juanjo Planells

"Tenemos potencial para ser la meca del mountain bike"

22 De Dalt Vila a Portus Magnus: 200 km de dureza y espectáculo

Dossier recorrido

32 ¿Tienes lo que hay que tener?

Los datos de potencia para ganar una etapa

34 Entrevista Serrano y Angorrilla

"Nuestro objetivo es que todo el mundo pueda correr esta carrera"

40 Inalcanzables

Un repaso por los ganadores de la prueba

44 Un bronce ganado a pulso

Charlamos con David Valero, medallista olímpico de BTT

48 Dos décadas abriendo caminos 52

'Camino abierto', un libro para celebrar el vigésimo aniversario

Entrevista Morcillo "Mi objetivo este año es ganar la clasificación general"

56 Mito reinventado

Te presentamos al detalle la Spark 2022, el nuevo modelo de Scott

ESCAPADA. El placer de viajar a la isla fuera de temporada 60 Cinco municipios, un paraíso 76

Eivissa, Sant Antoni, Santa Eulària, Sant Josep y Sant Joan

Comprometidos con el mar Club Nàutic Sant Antoni, valores deportivos y ambientales

META. Las mejores historias del deporte insular 82 Deporte todo el año

Seis atractivos eventos para disfrutar la isla durante los doce meses

Marc Tur para siempre Rozó el podio en Japón, ingresó en la historia del deporte ibicenco

Relatos olímpicos Una mirada a la trayectoria de los cinco primeros pitiusos en ir a los Juegos

La nueva dimensión del fútbol pitiuso El ascenso de la UD Ibiza rompe un techo de cristal

El orgullo del baloncesto ibicenco El ilusionante debut del CB Sant Antoni en LEB Plata

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Cuando la isla aprendió a montar en bicicleta Apuestas sobre el sillín a principios del siglo pasado

RUTA

Jon Izeta

IBIZASPORT Magazine

“Tenemos potencial para ser la meca del mountain bike”

JUANJO

Entrevista a Juanjo Planells

RUTA

Raül Medrano

Luana Failla

nte todo, Juanjo Planells es un hombre ocupado. Pese a que su dedicación principal siempre fue la hostelería, su faceta de organizador de pruebas deportivas le ha ido ganando terreno poco a poco hasta convertir esa pasión también en profesión. Lidera un equipo totalmente profesionalizado y empeñado en convertir Ibiza en un referente internacional en los ámbitos de la competición y del turismo activo. Pero Juanjo no ha hecho más que coger el testigo de su desaparecido hermano Bartolo, un visionario que, antes de cumplir los treinta, cambió el deporte pitiuso para siempre con sus ideas, su ímpetu y su pasión. Dejó su legado en manos de las mejores manos posibles, en las de Juanjo Planells, ya que a él siempre le ronda alguna idea por la cabeza.

Ama el ciclismo desde que era un niño y se crió en un hostal. Sus dos pasiones se encontraron hace dos décadas; gran parte de culpa la tuvo su hermano Bartolo. Hablamos con el alma mater de la organización de la Vuelta a Ibiza Scott

Hace veinte años unos amigos se juntaron en un bar y decidieron que empezarían a recorrer la isla en bicicleta de montaña de forma organizada. Era imposible imaginar entonces en lo que se acabaría convirtiendo esta Vuelta. Curiosamente, así fue: empezaron en un bar de Sant Antoni tomando unas cervecitas. ¡Ya sabes que de los bares a veces surgen las mejores ideas! Empezó como un sueño de tres amigos que al final se ha convertido en un gran evento. Pero, sobre todo, es una filosofía de vida. Es algo más que un evento deportivo. Transmitimos una serie de valores que

PLANELLS

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impregnó Bartolo a todo su equipo. Ya no es solo una prueba deportiva, es una manera de hacer las cosas; una manera de sentir y de fusionar el deporte con el turismo.

No debe ser fácil encajar este crecimiento con el respeto a vuestro principal activo: el maravilloso paisaje ibicenco. También ahí la Vuelta es ejemplar y pionera.

Los comienzos no serían un camino de rosas.

Nosotros tenemos muy claro que no queremos una Vuelta masificada. Queremos mantenernos fieles a uno de los principales valores de Bartolo, el de un evento con un trato personalizado al corredor, en el que se pueda hablar con todos los participantes y ser cercanos. Lógicamente queremos crecer, pero de manera pausada y controlada. Queremos llegar a los 1.200 o 1.500 corredores. Creo que es posible, pero siempre con el mínimo impacto medioambiental. Eso es irrenunciable.

Fue difícil, aunque tampoco teníamos la intención de crear algo tan grande. Simplemente queríamos hacer un encuentro entre amigos y que Ibiza se diera a conocer por otras cosas que no fueran el sol y la playa. A algunos, cuando se lo explicabas, les sonaba a chino. Pero Bartolo tenía claro que iba a funcionar, principalmente gracias a que Ibiza es un paraíso. Dos décadas después, los mil dorsales que se ponne a la venta se despachan en apenas 44 minutos. Parece un concierto de los Rolling Stones. Sí, es algo insólito. Se nos ha bloqueado el servidor de nuestra web alguna vez porque nadie quiere quedarse sin correr. Durante tres meses recibimos todos los días llamadas de gente que quiere participar. Nos hemos posicionado como la prueba más importante del mountain bike por parejas. Somos un referente mundial, con una repercusión brutal y con un potencial de crecimiento enorme. Es algo que te llena mucho y, por otra parte, que te genera mucha presión. No podemos fallarle a toda esa gente que confía en nosotros. Pero lo más importante es que la isla de Ibiza siente la Vuelta como suya; es un evento que ha calado en las entrañas de la sociedad ibicenca. Nos sentimos muy orgullosos. Vas por la calle y todo el mundo te felicita cuando acaba de terminar la Vuelta. Es algo muy bonito.

Otro de los atractivos para aquel que bucea en Internet buscando una prueba donde participar es el esfuerzo que hace la Vuelta para atraer a los acompañantes. Hay incluso actividades para los niños. Esta es una prueba diferente. Aquí involucramos a la familia y los amigos que acompañan a cada persona que viene a correr. Para nosotros son tan importantes los acompañantes como los ciclistas. Si no es así, el deportista no repetirá. La Vuelta a Ibiza es un referente mundial. Es un gran titular, sin duda. ¿Pero cómo se consigue esto? ¿Cómo se pasa de sesenta conocidos al millar, de ochenta nacionalidades, dos décadas después? ¿Hasta qué punto la marca Ibiza es clave? Nosotros tenemos claro que tenemos una gran marca detrás como Ibiza. A nivel de nombre es tan conocido como el de cualquier firma global. Parece que tienes que ser muy malo para que con esa marca de paraguas no tengas éxito, pero el nombre no lo es todo. Debes unir esa marca al trabajo de este equipo y al entorno natural impresionante para practicar mountain bike que tenemos en la isla. Si encuentras el equilibrio entre esos tres pilares tienes la mezcla perfecta. No puedo olvidarme, claro, del apoyo de la sociedad ibicenca y, sobre todo, de los medios de comunicación locales, que han hecho un papel extraordinario. Salir en Marca o en Televisión Española está muy bien, pero los medios de aquí son los que nos han hecho crecer. Desde la primera edición, cuando no éramos nadie, han estado ahí.

RUTA

Entrevista a Juanjo Planells

IBIZASPORT Magazine

Y lo mejor es que el ciclista repite. El boca-oreja es el mejor marketing. La publicidad es importante, pero no lo es todo. Nosotros competimos con vueltas que multiplican por veinte nuestro presupuesto, y esas mismas vueltas se preguntan el porqué de nuestro éxito y por qué ellos no pueden llegar a nuestras cifras de participación. La clave es la filosofía, tenemos muy claro quiénes somos, qué queremos hacer y dónde queremos llegar. El poder de atracción de la Vuelta ha calado también 22

entre nombres ilustres. Vienen ciclistas y ex ciclistas de gran prestigio, pero también caras conocidos de otros ámbitos, más allá del deportivo, incluso. ¿La Vuelta va a buscarlos o ellos buscan a la Vuelta? Hay un poco de todo. Hay gente que, inesperadamente, se pone en contacto con nosotros para venir. Hay otros a los que la organización de la Vuelta tantea. En ese sentido, entre la Vuelta a Ibiza MTB y la Vuelta Cicloturista a Ibiza somos referentes absolutos. Haber tenido dos veces a Miguel Indurain, por ejemplo; eso es algo que me emociona.

Entrevista a Juanjo Planells

RUTA

isla. Hace unos diez años intentamos traer una etapa de la Vuelta ciclista a España. Estuvo aquí su director general y tuvimos una reunión, pero el proyecto no cuajó. Creo que debemos posicionarnos como un destino de turismo activo, enfocarnos más al cicloturismo y a la BTT, porque ahí tenemos un margen de crecimiento brutal. En bici de montaña somos un destino potentísimo. Podemos ser la meca de la mountain bike, no es ninguna barbaridad. En ciclismo en carretera no podemos competir, tenemos que ser objetivos. Veinte años darán para muchas anécdotas. Son muchos días, kilómetros y pedaleos dejados atrás. Si te pregunto por una edición que guardes en tu memoria especialmente, todo apunta a 2014. La edición de 2014 fue un antes y un después. Hasta ese año, Bartolo Planells era la Vuelta a Ibiza. Él lo controlaba todo, lo organizaba todo; los demás éramos sus colaboradores. Ese vacío personal, profesional y emocional nos hizo dudar de si íbamos a poder tirar hacia adelante. Habíamos perdido al gran capitán, el que lideraba el 99 por ciento de todo esto. Estuvimos a punto de cancelar la Vuelta. Esa edición de 2014, el director de carrera fue Xicu Serrano, un chaval que tenía solamente veintidós años. Sin duda, la Vuelta a Ibiza como la conocemos hoy, como la conoce el mundo, es el mejor legado para tu hermano. No podría tener un mejor homenaje.

Entre ambos eventos, tu equipo ha convertido Ibiza en un referente del ciclismo español. En una isla que no llega a 600 kilómetros cuadrados, y donde la montaña más alta mide menos de 500 metros... ¿Podemos ir más allá? ¿Es imposible organizar una etapa de la Vuelta a España? ¿Una challenge en ruta como la de Mallorca?

Él estaría muy orgulloso de esta Vuelta, de que cumpla veinte años, de las páginas de esta revista y del libro que hemos editado para conmemorar el aniversario del evento. El Ayuntamiento de Sant Antoni le dará su nombre a una rotonda. Ha sido propuesto para los Premis Ramon Llull. Hizo cosas grandes por el deporte ibicenco y él ahora vería con orgullo el trabajo del equipo que heredó su legado, el equipo que él dejó, que es el mismo que empezó hace veinte años. Y ahora a por veinte más...

Mi mente está siempre activa, como la de todo el equipo, que es el mejor que ha habido en la isla en cuanto a organización de pruebas deportivas. Dicho esto, tenemos que ser conscientes de las limitaciones y de la idiosincrasia de la

Bueno, yo no sé si voy a estar veinte años más. Pero si no estoy yo, estará mi hijo, o gente del equipo. Con lo que nos ha costado llegar hasta aquí, esto no puede parar. 23

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De Dalt Vila a Portus Magnus: km de dureza y espectáculo

Vicent Torres

Pablo Noia

Jon Izeta

El vigésimo aniversario de la competición añade un prólogo y presenta cambios importantes en las etapas 25

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A tu alrededor únicamente se palpa el nerviosismo. Aprietas con fuerza el bidón de agua y pegas un trago mientras tu pierna derecha rebota sin parar. Revisas que en los bolsillos de tu maillot esté toda la comida que has preparado con mimo en función del esfuerzo que tienes por delante. Ya tienes anclada la zapatilla al pedal, pero das un par de vueltas más a las ruedas de microajuste que tensionan el calzado. Echas un nuevo vistazo al ciclocomputador y tus pulsaciones se han empezado a disparar. Es la adrenalina. Se oye un estruendo. Salida. Estas son las sensaciones que tendrán cada uno de los mil ciclistas que tomarán la salida del vigésimo aniversario de la Vuelta a Ibiza MTB. Y serán únicas porque el recorrido lo es. Ninguna gran vuelta en el mundo se parece a la ibicenca, que se ha labrado su sello diferenciador durante dos décadas. Un sueño que buscaba integrar turismo, deporte y cultura ibicenca. El camino lo abrió el desaparecido Bartolo Planells, alma mater del evento, arrancando una aventura con un puñado de amigos. Ahora, la prueba se ha erigido como una de las más emblemáticas del calendario. Un prólogo y tres etapas que sumarán casi 200 kilómetros y más de 5.300 metros de desnivel. No está mal para una isla en la que el monte más alto apenas se erige a 475 metros por encima del nivel del mar. Unas características que hacen presagiar un dolor de piernas infernal a cualquiera que observe con detenimiento los perfiles de las etapas. Ácido láctico a borbotones y ni un segundo para tomar aliento. 26

200 km de dureza y espectáculo | Dossier recorrido

RUTA

PRÓLOGO ES MARTELL – DALT VILA 67 m 50 m 25 m 0m

6,15 km 31,9% -34,6% 256 m Distancia

Pendiente máxima positiva

Pendiente máxima negativa

La acción empezará por la mañana del 30 de octubre (sábado), con un espectacular prólogo contrarreloj por el casco histórico de la capital ibicenca. La efeméride es doble, ya que en 2020 también se cumplieron veinte años de la declaración de Eivissa como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La organización y el Ayuntamiento han querido mostrar sus encantos, que no son pocos. Una espectacular línea de salida en es Martell, en el puerto de la capital, dejará paso al paseo de Vara de Rey. Será el primer punto antes de que los bikers enfilen hacia la necrópolis de Puig des Molins, fundada en el siglo VII antes de Cristo por los fenicios y una de las más importantes del Mediterráneo. Pura historia local antes de seguir pedaleando hasta Dalt Vila y su imponente muralla. Escalones, adoquines y rampas exigentes para comenzar la aventura en la Vuelta a Ibiza. 6,15 kilómetros y 256 metros de desnivel que no decidirán la competición, pero que sí servirán para que los aspirantes pongan las cartas sobre la mesa y para que los cicloturistas tengan una bella toma de contacto con la isla.

Desnivel acumulado

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ETAPA 1 EIVISSA – SANT ANTONI 331 m 225 m 150 m 75 m 0m

38,2 km 25,2% -22,7% 1.160 m Distancia

Pendiente máxima positiva

Pendiente máxima negativa

Desnivel acumulado 28

Tras una flash cultural y deportiva, los participantes deberán volver a templar sus nervios para una nueva salida. La tarde del sábado será el momento para vivir la primera etapa competitiva de la Vuelta a Ibiza 2021. El renovado trazado previsto para este año sumará 38,2 kilómetros en los que se ascenderán 1.160 metros de desnivel. Será un día con salida en el puerto de Ibiza y llegada a Sant Antoni de Portmany en el que los principales escollos para las mountain bikes serán sa Capelleta d’en Serra y el Puig des Merlet, conocido popularmente como la subida al Infierno. Se trata de dos montañas conocidas por los participantes, pero que en esta ocasión se afrontarán por dos laderas diferentes a las de 2019, cuando se celebró la última edición de la carrera. En ambos casos el desnivel se superará en menos metros y por zonas más técnicas. Los bikers tendrán únicamente una oportunidad de avituallarse en ruta y será en el kilómetro 19,5 de la etapa, en es Fornàs.

200 km de dureza y espectáculo | Dossier recorrido

RUTA

ETAPA 2 SANTA EULÀRIA – SANT ANTONI 341 m 225 m 150 m 75 m 0m

71,5 km 19,9% -23,3% 2.128 m Distancia

Pendiente máxima positiva

Pendiente máxima negativa

Los ciclistas no tendrán prácticamente tiempo para descargar la musculatura. Los dos rápidos envites del primer día dejarán paso a la jornada reina, que volverá a partir el sábado de Santa Eulària des Riu y tendrá la línea de meta en Sant Antoni de Portmany. Por delante habrá 71,5 km. y 2.128 m. de desnivel, un trazado que causó furor en la lluviosa edición de 2019 entre los participantes. Tras un tramo rodador, el pelotón llegará a las primeras rampas del día en la zona de es Forn des Saig, un camino exigente de baja dificultad técnica. Sin embargo, después de que el corazón haya sufrido su primer susto, las bicicletas se adentrarán en la Serra de Morna. Cala Xarraca, es Caló de s’Illa, Aubarca, Corona y Sant Antoni serán los puntos de referencia del día, que tiene previstos dos avituallamientos: Cala Benirràs, en el kilómetro 32 y Santa Agnès, en el km. 55. La dirección de carrera ha eliminado el largo bucle de 2019 que elevaba la ruta por encima de los 100 km. y ha introducido la zona costera de Punta de sa Galera.

Desnivel acumulado

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ETAPA 3 SANT ANTONI – SANT ANTONI 412 m 300 m 200 m 100 m 0m

73 km 20,3% -32,3% 1.844 m Distancia

Pendiente máxima positiva

Pendiente máxima negativa

Desnivel acumulado 30

Y, para finalizar, una tercera etapa el domingo de 73 kilómetros y 1.844 metros de desnivel. Un tercer día que cambia de configuración añadiendo distancia y dureza, lo que deja el vigésimo aniversario de la Vuelta a Ibiza Scott abierto hasta el final. Los ciclistas cubrirán un recorrido circular con salida y llegada al Passeig de ses Fonts de Sant Antoni, en el que recorrerán otra cara de la Capelleta d’en Serra para encarar el antiguo recorrido de la primera etapa. Entonces, los corredores se dirigirán a Cala des Jondal por un rápido descenso antes de afrontar las temidas rampas de hormigón del Puig d’en Serra. Sa Talaia de Sant Josep será el siguiente punto antes de virar hacia ses Roques Altes y la zona de las calas, con Cala Bassa y Platges de Comte como principales atractivos. En este caso, habrá avituallamientos en el torrente des Cubells (km 24) y la carretera de Cala Vedella norte (km 44,5).

RUTA

200 km de dureza y espectáculo | Dossier recorrido

Passeig de la Mar 8 · Sant Antoni de Portmany RESERVAS

871 04 79 39

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¿TIENES LO QUE HAY QUE TENER Vicent Torres

Cuando se juntan la potencia y la técnica, los bikers vuelan. Desmenuzamos en cifras la etapa perfecta que protagonizaron Enrique Morcillo y José Mari Sánchez en 2019 34

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n el mountain bike las cifras no lo son todo, ya que la técnica del ciclista tiene una mayor incidencia que en otro tipo de modalidades. No obstante, los medidores de potencia permiten a los aficionados a este deporte compararse con los profesionales. ¿Sabes qué necesitan tus piernas para poder ganar una etapa de la Vuelta a Ibiza? El ibicenco Enrique Morcillo lo logró en una edición de 2019 pasada por barro junto al andaluz José Mari Sánchez. Estos son los datos de la etapa más dura de la historia de la ronda ibicenca.

¿Tienes lo que hay que tener?

RUTA

El italiano Johnny Cattaneo y el noruego Ole Hem golpearon primero en la Vuelta a Ibiza 2019, endurecida hasta el extremo por la lluvia y el barro. En la etapa inaugural, de 70 kilómetros entre el puerto de Ibiza y el de Sant Antoni, la dupla del Willier 7C Force aprovechó un doble pinchazo de Enrique Morcillo para sacar ventaja en la clasificación general. Un resultado que obligó al Buff Scott a poner toda la carne en el asador en la segunda jornada para tratar de asaltar la general. Y para ello realizaron un esfuerzo titánico. Pese a ser recortado por la climatología, el trazado del segundo día resultó un auténtico desafío para los participantes. Hasta 94 kilómetros por senderos llenos de barro y rocas húmedas pusieron a prueba los músculos en los ascensos y la técnica de los bikers en los descensos. No esperaron Morcillo y Sánchez para tratar de conseguir su objetivo y realizaron el ataque pocos minutos después del pistoletazo de salida. Fue ese tramo de la jornada en el que el ciclista de Santa Eulària, localidad que albergó la salida, registró su mejor parcial de potencia: 21 minutos y 35 segundos por encima de 500 vatios.

94 km de recorrido

3 horas y 52 minutos de esfuerzo

Potencia media de 300 vatios

Es el tiempo que necesitó la pareja del Buff Scott para superar el enlace rodador del inicio y completar los dos repechos que conforman la zona conocida como es Forn des Saig, a pocos centenares de metros de la casa del corredor local. Un sector en el que sumaron noventa pedaladas por minuto y una Velocidad de Ascensión Media de 669 (VAM) por encima de una relación de peso y potencia superior a 6 w/kg. Son números al alcance de muy pocos. De hecho, la gran mayoría de ciclistas de nivel medio tienen un Umbral Funcional de Potencia (FTP, en sus siglas en inglés) de entre 4 y 4,5 w/kg. Un dato que se obtiene, no obstante, en un protocolo que lejos está de una jornada en la que todavía restan más de tres horas y media de pedalear al límite. Una barbaridad. Si los mejores veinte minutos de Enrique Morcillo para ganar son impresionantes, no lo es menos la etapa completa, y más si se le suma las condiciones en las que se disputó. Hasta 3 horas y 52 minutos a una media de 300 vatios para completar el recorrido y apuntarse el triunfo junto a la bahía de Portmany.

90 pedaladas por minuto en el primer sector de la etapa

Velocidad de Ascensión Media de 669

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ANGORRILLA

“Nuestro objetivo es que todo el mundo pueda participar en esta carrera”

Vicent Torres

Luana Failla

Hablamos con los dos cerebros que diseñan año a año la Vuelta a Ibiza MTB. Pensar cómo será una etapa es un ejercicio de imaginación. Llevarlo a cabo, un arte. Xicu Serrano y Francisco Sánchez Angorrilla nos explican los secretos de su trabajo.

Juanjo Planells

¿Qué es para vosotros la Vuelta a Ibiza? Xicu Serrano: He tenido la suerte de correr alguna de las ediciones y creo que es una carrera importante para todos los ciclistas de la isla, no sólo para los de fuera. Y para los negocios y todos los que de, alguna manera, tienen relación con la Vuelta a Ibiza. Nosotros lo hemos vivido desde dentro y nos hemos ido involucrando poco a poco. Sin darte cuenta, acabas dirigiendo un evento deportivo que significa mucho en tu vida. ¿Cómo fueron los inicios en el Club Ciclista Sant Antoni y en la Vuelta a Ibiza? Francisco Sánchez Angorrilla: Yo empecé a participar cuando estudiaba la carrera en Barcelona. Era aficionado a las bicis, escuchaba hablar de la Vuelta a Ibiza, pero me pillaba un poco lejos. Me enganché sobre la cuarta edición y empecé a involucrarme. Primero ayudando a cerrar la prueba, y después me empecé a encargar de los marcajes. A Bartolo Planells [impulsor de la Vuelta y fallecido antes de la edición de 2014] lo recuerdo como un trabajador incansable, pero que no daba la sensación de que estuviera trabajando. Sabía involucrar a todo el mundo, pero lo conseguía

SERRANO

a dirección de carrera y el diseño de los recorridos son los dos pilares fundamentales de la Vuelta a Ibiza Scott cuando las bicicletas comienzan a rodar. Xicu Serrano Cardona (Sant Antoni, 29 de abril de 1992), director de carrera, y Francisco Sánchez Angorrilla (Sant Antoni, 3 de febrero de 1980) son las dos cabezas que se encargan de imaginar el mapa de la carrera y de conseguir que las etapas se lleven a cabo. Xicu es el director de la ronda y Ango ejerce de fiel escudero. Estos dos aficionados al mountain bike tienen centenares de kilómetros de senderos almacenados en sus cerebros, un material con el que montan cada año un difícil rompecabezas: conseguir que la competición sea cada vez más dura, respetuosa con el medio ambiente y, al mismo tiempo, divertida para todos los tipos de participantes que acuden a Ibiza para pedalear en Semana Santa. Mezclar esos tres elementos puede parecer complicado, pero ellos aprendieron bien la lección que les transmitió cuando eran unos críos Bartolo Planells, algo más que un mentor para ambos.

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sin que te dieras cuenta. Se volcaba mucho con la carrera y esa dedicación y cariño por tener controlado cada detalle nos la ha transmitido. XS: Hacía que viéramos que las pruebas eran de todo un equipo. Él era el organizador, pero nos daba la sensación de que todos éramos parte importante. Le dedicaba muchas horas. FSA: Hace veinte años, en los eventos deportivos, no había esta idea de marketing, de involucración de las diferente adminstraciones, de los patrocinadores… Él empezó con eso, a hablar con las instituciones y patrocinadores para traer a personajes como Gary Fisher. Siempre quería innovar en un sector que en ese momento en Ibiza nadie pensaba en apostar por ello. Tenía todas esas ideas y con una sonrisa enganchaba a la gente. ¿Cuántos rincones de la isla habéis descubierto organizando la Vuelta? XS: Todos. Antes dedicábamos mucho tiempo a descubrir caminos. Sabías cuándo salías pero no la hora de llegada. Se salía así, era otra historia. FSA: También hay que decir que se ha hecho una labor muy importante. El campo lo cuida el que lo vive, ya sea el payés o una persona que desarrolla allí su actividad económica. Hay muchos caminos que estarían cerrados si no fuera porque esta actividad se hubiera empezado a desarrollar. Mantienes vivo el campo, aunque sea por ocio hay una relación. El ciclismo de montaña no es para nada una actividad agresiva con el medio ambiente. Bartolo tenía muy presente que todo quedara igual que te lo habías encontrado. XS: De hecho, llevábamos un par de años intentando que entrara Herbusa en la carrera. Es una empresa profesional y tienen certificados de calidad. Antes lo hacía Ango después de marcar. ¿Sabes lo que era? Marcábamos una etapa cada día. El día de la etapa se remarcaba y después necesitábamos hasta cinco días para retirarlo todo. Tardábamos diez días en hacer y deshacer. 38

FSA: Ahora estamos buscando la opción de encontrar alguna cinta que sea biodegradable. No porque se tenga la intención de dejarlas, pero si, por algún fallo, queda algún residuo en el bosque nos aseguramos de que no será perjudicial para el entorno. ¿El futuro de estas carreras pasa por ser extremadamente escrupuloso con todo lo que pueda afectar al medio ambiente? XS: Creo que la gente que practica nuestro deporte es de la que más cuida el medio ambiente. En el reglamento hemos introducido una norma para descalificar a los corredores que tiren residuos. Es difícil controlarlo todo, pero la voluntad es la de ser respetuosos al máximo. FSA: Se intenta ser lo más inocuo posible. Para los que nos gusta la bici es súper importante enseñar a la gente lo que te-

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“Estamos buscando la opción para que las cintas sean biodegradables”

nemos en Ibiza. Los de aquí estamos acostumbrados a verlo, pero la gente de fuera alucina. Tienes que pensar en alguien que vive en el interior o en el norte de Europa. Intentamos acercarlos a esa cara de la isla. Intentamos mezclar deporte con turismo porque queremos a Ibiza. ¿Cómo es el proceso que se sigue desde que empiezas a valorar posibles cambios en el recorrido de la Vuelta a Ibiza Scott hasta que se llevan a cabo?

Entrevista a Angorrilla y Serrano

XS: Lo primero es diseñar el recorrido. Se plantean modificaciones sobre la plantilla del año anterior. Algunas veces son pequeñas, pero en otras ocasiones puede implicar que una etapa cambie completamente. Por ejemplo, haciendo un día más corto y montando otra etapa de cien kilómetros, como la última edición. No siempre es fácil contentar a los aficionados. Nos hacen peticiones de vez en cuando, pero llevarlas a la práctica es muy complicado. Cuando saltas del plano a la carrera intervienen muchos factores. FSA: Es complicado porque no vas tú sólo en bici. Son cientos de ciclistas los que tienen que pasar por el mismo lugar. Como responsable de carrera tienes que preocuparte de los tapones, de distanciar al pelotón, de que no se llegue a un punto complicado al principio… XS: Sobre el papel hay situaciones que parecen imposibles, pero después no lo son. Si multiplicas mil bicicletas más 39

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el espacio que hay entre cada una tienes varios kilómetros ocupados. Aunque el primer punto complicado esté a 24 kilómetros de la salida te puedes encontrar con un tapón; resolver estas cuestiones es complejo. Nuestro objetivo es que todo el mundo pueda participar en esta carrera. ¿Qué importancia tiene la Vuelta para generar afición a este deporte? XS: Conozco a mucha gente que empieza a ir en bici porque su objetivo es acabar la Vuelta a Ibiza. Cuando vienen a la carrera, ven todo el montaje, a profesionales como David Valero o Enrique Morcillo, les entra el gusanillo y se enganchan. FSA: Es que hemos enganchado a mucha gente al ciclismo con el paso de los años. XS: Los que han conseguido que la Vuelta haya llegado hasta aquí han sido los ibicencos, por eso la carrera tiene tan buena química con los corredores locales. Sabemos que es fundamental que se sientan como en casa, que vean que una pequeña parte del evento es de cada uno de ellos. Tenemos que compensar lo que la gente ha hecho por nosotros. ¿Cómo fueron las primeras ediciones? FSA: Los primeros años tenían un ambiente más festivo, no tan competitivo. Era totalmente cicloturista. En las llegadas había frita de pulpo, en los avituallamientos tiradores de cerveza, en el Tropicana se celebraba una fiesta flower después de la etapa… XS: Era algo más voluntario, más festivo. ¿Qué tipo de evento os gusta más? FSA: He disfrutado más las primeras porque tenía más contacto con el corredor. A medida que ha ido creciendo el evento lo hemos perdido un poco, es normal. Yo hay días que no he visto la cabeza de carrera. Si he visto pasar a un ciclista ha sido de casualidad. Vas por delante controlando que todo esté correcto. Pero estoy más orgulloso de estas últimas ediciones y de formar parte de este equipo. 40

"Los ibicencos han conseguido que la Vuelta haya llegado hasta aquí, por eso la carrera tiene tan buena química con los corredores locales"

Entrevista a Angorrilla y Serrano

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XS: Yo no me doy cuenta de todos los corredores que hay hasta que llego a casa y veo los vídeos de la etapa. Ves pasar a mil personas pedaleando encima de sus bicis por delante de un punto durante veinte minutos y entiendes entonces que, hasta ese momento, no has sido consciente de lo que acabas de organizar.

¿Por qué repiten?

¿Ese ambiente de los primeros años sigue formando parte de la filosofía de la Vuelta?

FSA: Y los ocho de la moto que hacen el marcaje, que una hora antes de la salida recorren todo el circuito repasándolo si hace falta.

XS: Sí. Si el comienzo de esta historia no hubiera sido así, para nosotros no sería lo mismo: ni tendríamos la vinculación con la prueba que seguimos teniendo, ni tampoco hubiéramos llegado tan lejos.

XS: Allí te das cuenta de que esta prueba es diferente. No puedo entender cómo pueden venir 150 personas después de mojarse desde el minuto uno. Te lo tienes que pensar mucho.

XS: Hay gente que ve la prueba como un beneficio para la isla y eso hace mucho.

FSA: Hay que recordar que la Vuelta no es cien por cien competitiva como pueden ser otras del país. Hay muchísima gente que va a muerte, pero no queremos que sea todo así. Poner puntos UCI sería lo fácil. XS: Es que hay gente que todavía le llama “vuelta cicloturista” a la Vuelta a Ibiza. FSA: Y queremos mantener ese concepto. ¿Se entiende? XS: Todos los que compiten te preguntan cuándo repartirás puntos UCI. Pero después ves que los corredores que ganan muchas de las carreras nacionales también están aquí. Queremos mantener la esencia cicloturista porque Bartolo buscaba principalmente el disfrute del participante. Eso se consigue compitiendo, pero también de otras maneras. La última edición fue un claro ejemplo de la importancia de los voluntarios. Fueron muchas horas con frío y lluvia. XS: Teníamos llamadas preguntándonos cómo podíamos hacer para que los voluntarios no se quedaran en casa. Un voluntario está cuatro horas parado, mojándose, con viento… FSA: Yo pensaba que después de la primera etapa no vendría ni uno. Cero fallos. Cero incidencias. Y eso que en la salida estaba lloviendo. 41

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a Vuelta a Ibiza en MTB empezó como una ronda cicloturista y, aunque nunca ha perdido esta vertiente, desde 2013 todas sus etapas son cronometradas. La competición alcanza su vigésima edición con un formato competitivo completamente consolidado y que le ha dado un atractivo especial. Sin embargo, la ronda ibicenca no siempre tuvo este formato. Nació en 2001 con una vertiente claramente cicloturista, un espíritu que todavía conserva, pero con el paso de los años fue reclamando algo más. Ese algo más lo da la competición, el saber que los participantes pedaleaban por verse reflejados en una clasificación final. No fue hasta 2009 cuando los ciclistas que se apuntaron a la novena edición experimentaron la sensación de que en la Vuelta a Ibiza en mountain bike también se podía competir.

Los organizadores del evento prepararon para la ocasión un tramo cronometrado en la segunda etapa, con un trazado que transcurrió entre es Broll de Buscastell y sa Talaia de Sant Joan para sumar un total de 38 kilómetros. El primer ciclista en inscribir su nombre en la lista de ganadores de la ronda ibicenca fue un jovencísimo Enrique Morcillo. Un triunfo que indicaba que el del Club Ciclista Santa Eulària apuntaba maneras de campeón. Por detrás acabaron Dani Guasch y David Checa, todos ciclistas locales. Entre las féminas, la más fuerte fue la internacional salmantina Fátima Blázquez. Segunda fue María del Mar Sancho y tercera Jane Geddes. En 2010, cuando la Vuelta cumplía una década de historia, la segunda jornada también fue competitiva. El llamado Maratón Isla de Ibiza, entre Sant Antoni y Sant Agustí, con un tramo cronometrado de 42,62 kilómetros, sirvió para co-

INALCANZA Paco Murillo

Jon Izeta

Sin perder su espíritu cicloturista, la prueba ibicenca se ha convertido en un espectáculo competitivo en el que han triunfado parejas de ciclistas de nivel internacional

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Inalcanzables | Histórico de ganadores

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ronar a los campeones de ese año. Nacho Miralles, con un tiempo de 2h02’25’’, y Fátima Blázquez, con un registro de 2h42’18’’, fueron los vencedores de aquel recorrido competitivo, que se disputó el 3 de abril de 2010. El podio masculino lo completaron Diego Ramos y el local Boris Creuheras, que fueron segundo y tercero, respectivamente. Entre las mujeres la segunda fue Silvia Pineda y tercera Jane Geddes. En 2011 se volvió a repetir experiencia en la segunda etapa, en esta ocasión con Los 88 de Mammoth, un recorrido de otros tantos kilómetros con salida en Santa Eulària y meta en Sant Antoni. En esa etapa maratón se impuso el ciclista profesional Alejandro Valverde, una estrella del ciclismo en ruta. El murciano ganó con un tiempo estratosférico de 3 horas, 41 minutos y 51 segundos. A nueve minutos de Valverde entró la pareja local que formaban Vicent Mas y Jordi Cardona (3h50’56’’). El 26 de abril de ese mismo año, Diario de Ibiza anunció que los promotores de la Vuelta a Ibiza en MTB, que crecía poco a poco en participación, se planteaban reconvertir el evento en una ronda competitiva de principio a fin. Ya no había vuelta atrás. En 2012 las dos primeras jornadas fueron de lucha contra el cronómetro. La conversión estaba más cerca. El ibicenco Enrique Morcillo, una vez más, y el extremeño Alejandro Díaz de la Peña se impusieron en la jornada inaugural, de 68,8 kilómetros entre Vila y Sant Antoni, con un tiempo de 2h38’16’’; mientras que la portuguesa Celina Carpinteiro y la catalana Sandra Santanyes (3h17’01’’) hicieron lo propio entre las féminas. El segundo día, el recorrido fue de 88 kilómetros entre Sant Antoni y Santa Eulària. Los ganadores fueron Juan Pedro Trujillo y Fran Pérez, con un registro de 3h26’59’’, que les sirvió para enjugar la desventaja que tenían con el dúo Morcillo-Díaz y proclamarse vencedores de la duodécima edición de la ronda ibicenca. Sandra Santanyes y Celina Carpinteiro, que ganaron también el segundo día, subieron a lo más alto del podio y conquistaron la Vuelta a Ibiza en MTB. La transformación del evento, para pasar a ser competitivo en todas sus etapas, se dio en 2013. Al final, los vencedores de la ronda fueron Francesc Freixer y Oriol Colomé, mientras que el triunfo femenino fue para la holandesa Sandra 44

Klomp y la suiza Sofia Pezzati. Estas parejas inauguraron un formato que se mantiene desde entonces. La competición pura y dura llegó para quedarse en la Vuelta a Ibiza en MTB. Klomp y Pezzati repitieron triunfo entre las féminas en 2014, ejercicio en el que la general masculina se la llevaron los españoles Ibon Zugasti y Josep Betalú. En 2015 hubo dos nuevos binomios vencedores. Los italianos Fabian Rabensteiner y Johnny Cattaneo y la hispanomexicana Mayalen Noriega y Sandra Santanyes fueron los mejores después de las tres etapas disputadas. Las féminas repetirían triunfo en 2016, pero en la categoría masculina el título final se lo llevaron en aquella ocasión los españoles Pablo Rodríguez y David Valero, dos de los mejores bikers españoles de la última década. En 2017, otras parejas inscribieron su nombre como ganadoras de la ronda ibicenca. En hombres se impusieron el portugués Luis Leão Pinto y el danés Soren Nissen, mientras que en féminas lo hicieron Mercè Pacios y Aida Nuño. David Valero y Pablo Rodríguez volvieron a imponer su ley dos años después de su primer triunfo, en 2018, edición en la que Celina Carpinteiro y la británica Charlotte Davies subieron a lo más alto en la general de mujeres. Ambas repitieron el éxito en 2019, en el que la categoría masculina fue para la dupla Johnny Cattaneo-Ole Hem.

Freixer-Colomé y Klomp-Pezzati fueron las primeras parejas vencedoras en el formato cien por cien competitivo

LOS GANADORES Francesc Freixer & Oriol Colomé | Sandra Klomp & Sofia Pezzati

Ibon Zugasti & Josep Betalú | Sandra Klomp & Sofia Pezzati

Fabian Rabensteiner & Johnny Cattaneo | Mayalen Noriega & Sandra Santanyes

Pablo Rodríguez & David Valero | Mayalen Noriega & Sandra Santanyes

Luis Leão Pinto & Soren Nissen | Aida Núñez & Mercè Pacios

Pablo Rodríguez & David Valero | Celina Carpinteiro & Charlotte Davies

Johnny Cattaneo & Ole Hem | Celina Carpinteiro & Charlotte Davies 45

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Un bronce ganado a pulso

Un bronce ganado a pulso | David Valero

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David Valero entra en la historia del deporte español arrebatando en la última vuelta al suizo Nino Schurter la tercera posición en los Juegos de Tokio 2020

Vicent Torres

as cámaras de televisión se han recreado de lo lindo con Tom Pidcock, nuevo campeón olímpico en Tokio, y con Mathias Fluckiger, plata, cuando aparece la espigada figura de David Valero Serrano (Baza, 27 de diciembre de 1988). Llega tercero en el circuito de la Ciudad de Izu, una hora, veinticinco minutos y cuarenta y ocho segundos después de una mala salida; de remar contra los pronósticos; de atacar a Nino Schurter, quizás el mejor corredor de cross country de la historia y que aparece al fondo, desolado, en la celebración del granadino. Lo hace exhausto, sin exabruptos, a su manera. Lo hace con clase y sencillez. Son los Juegos de Tokio 2020 y David Valero entra en la eternidad del deporte, con una medalla olímpica, al igual que hiciera Carlos Coloma en Río de Janeiro, José Antonio Hermida en Atenas y Marga Fullana en Sídney. Su figura, con la bandera de campeón de España prácticamente tatuada en la piel (ha ganado seis de las últimas siete ediciones), es fácilmente reconocible. En marcha tampoco pasa desapercibido, pues sus 189 centímetros se erigen imponentes sobre su bicicleta de doble suspensión, seguramente una talla inferior a lo que llevaría cualquier aficiona-

Carmelo Mateos

do, en la que siempre asoman centímetros y centímetros de tija. Como corredor es tan bueno que se ha ido adaptando a cambios de normativa que no le van bien a sus cualidades. Adora el cross country pese a que la afición sabe que en bike marathon tiene pocos rivales en el planeta. Hablamos con el ciclista granadino, el ganador con mayor palmarés de la historia de la Vuelta a Ibiza en BTT, cuando se encuentra preparando el mundial de XCM. ¿Vestirá de arcoíris después de colgarse el bronce en Tokio 2020? Un deportista de élite está acostumbrado a las entrevistas, los micrófonos y las fotos, pero un bronce olímpico es otra dimensión. ¿Cómo lo ha vivido? Han sido unos meses increíbles, con mucha repercusión, y sin parar. La verdad que ha sido increíble todo lo vivido y lo que he podido disfrutar. Schurter ganó el arcoíris poco después y pegó un puñetazo sobre la mesa después de que muchos lo dieran por acabado. ¿Usted esperaba estar más arriba en el último Mundial? 47

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La verdad es que me hubiera gustado preparar un poco mejor el Mundial de XC, pero no pude hacer nada específico por la situación que tenía tras la medalla olímpica. No he tenido tiempo para dar un punto más de mí. Estoy contento con el resultado, pero me hubiera gustado poder aportar más en esa carrera. Da por cerrada la temporada sin viajar al circuito de Snowshoe en Estados Unidos. ¿La máxima prioridad ahora es el arcoíris de XCM? [Nota del editor: Valero finalizó undécimo en el Mundial tras sufrir problemas mecánicos en la primera parte de la prueba]. Sí, ahora ponemos un punto y aparte después de una buena temporada de rally. Quiero preparar bien el maratón, para lo que tendré tres semanas, y el máximo objetivo es este Mundial. *** De hecho, a David Valero siempre se le han dado bien las competiciones de resistencia. Es habitual verle coleccionando puntos UCI en pretemporada en las pruebas por etapas de la costa de Levante. Sigue manteniendo vatios pese a la edad, pero es mucho más diésel que las jóvenes promesas. La Unión Ciclista Internacional ha ido incluyendo cambios en los circuitos de manera paulatina y se han vuelto más endureros que nunca. Lejos quedan las pruebas por encima de las dos horas y las bicicletas rígidas brillan por su ausencia. Cada vez es más extremo. La vuelta de tuerca llegó en 2017, cuando apareció el XCC [short track] en las calificaciones y en los repartos de puntos para la general de la Copa del Mundo.

dial, que son las citas más importantes del año. Es importante seguir sumando puntos para clasificar a España para poder estar en los Juegos de París ¿El recuerdo más bonito y el más doloroso de tu carrera? He tenido muy buenas copas del mundo, donde he hecho podium, también buenos campeonatos de Europa… Pero este bronce ha sido increíble, es lo más de toda mi carrera deportiva. Seguramente si tuviera que decir una derrota sería el Europeo de 2017, que lo tenía en el bolsillo. Esto nos demuestra que en las carreras no se puede dar nada por hecho hasta pasar por el arco de meta.

"Aparte de tener grandes amigos en la isla, me encantan las zonas por las que pasa la Vuelta a Ibiza" *** Es difícil de borrar aquella imagen en el circuito de Darfo Boario Terme, en la región italiana de Lombardía. Valero, al igual que en Tokio, había hecho una carrera de menos a más hasta dar caza y superar al francés Stéphane Tempier, que rodaba en solitario en cabeza. Entonces, una caída en un descenso destrozó el cambio trasero y, con ello, las esperanzas de llevar el maillot de estrellas.

¿Cómo le afectó la llegada del short track? La verdad es que me perjudicó un poco. He ido trabajando con mi entrenador este aspecto, para ir mejorando y no quedarme tan rezagado en la salida. Creo que este año ya he mejorado y espero seguir haciéndolo.

Ibiza siempre le ha regalado buenos momentos, los mismos que él a la ronda por etapas. Su llegada a la parrilla de salida junto al gallego Pablo Rodríguez elevó el nivel de exigencia de la prueba y la puso en el mapa internacional. ¿Qué relación tiene con Ibiza?

¿Cómo afronta los próximos años después de la medalla? Voy a ver cómo va evolucionando la competición, pero seguiré centrado en XC, en la Copa del Mundo y en el Mun48

Aparte de tener grandes amigos en la isla, me encantan las zonas por las que pasa la Vuelta a Ibiza y en las que he podido entrenar alguna vez que he estado de visita.

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Dos décadas abriendo caminos Pablo Sierra del Sol y Vicent Torres repasan los veinte años de vida de la Vuelta a Ibiza en Camino abierto, un libro que explica cómo el evento que creó Bartolo Planells se ha convertido en una cita conocida mundialmente

na tarde de agosto, era 2019, Juanjo Planells y Pablo Sierra del Sol se cruzaron por casualidad a pocos metros de la iglesia de Sant Rafel de sa Creu. Sin muchas ceremonias, el primero le dijo al segundo: “Tienes que escribir un libro sobre la Vuelta a Ibiza: el próximo año celebramos la vigésima edición”. Una semana después estaban sentados los dos con Vicent Torres, otro periodista que conocía bien la carrera, hablando del proyecto. En un rato, Planells les convenció porque, en palabras de Sierra, “es un negociador implacable, un seductor fenicio”. “Juanjo nos inyectó tanta pasión que casi nos olvidamos de que había que trabajar a contrarreloj. En seis meses debíamos bucear en las hemerotecas para documentarnos y recordar. Sebastián Candela, nuestro maestro cuando Vicent y yo trabajamos en Diario de Ibiza, nos echó un cable esencial. Nos preparó un buen dossier con las noticias más importantes que se habían publicado sobre el evento, además de algunos artículos sobre la historia del ciclismo

ibicenco. También rescató imágenes icónicas de fotógrafos como Carles Ribas, Juan A. Riera o Vicent Marí del archivo en papel del diario. Entonces nos pusimos en faena: había que entrevistar a una lista de personas que no paraba de crecer durante las cenas en las que se fue fraguando la idea que queríamos contar, diseñar el libro y, claro, escribir y, sobre todo, corregir lo escrito con la ayuda de Elena González, nuestra correctora de cabecera cuando éramos redactores de Es Diari”, recuerda Sierra. “El relato que Pablo y yo hemos escrito se detiene en el trabajo oscuro sin el que la rueda no giraría. El que hacen las personas que normalmente están detrás de los focos, las que muy de vez en cuando se cuelan en las imágenes que congela la cámara de Jon Izeta y que se pueden ver en el libro. El trabajo sin horarios ni festivos que durante muchísimos años ocupó a Bartolo Planells. No pude conocerlo en persona, pero gracias a este proyecto he podido descubrir la importancia que tuvo en el deporte ibicenco”, explica Torres.

Dos décadas abriendo caminos

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El equipo creativo lo completaron Ricard Bofill (dirigiendo el arte desde su Estudi Jazzbo) y el ilustrador Untaltoni, encargándose de iluminar la portada y el arranque de cada capítulo. Suyo es el mérito de la cuidada estética que da sentido visual a una historia editada con mucho mimo y que retrasó un año su publicación por culpa del coronavirus. En marzo de 2020, la pandemia dejó en pausa el libro, como hizo con tantas otras cosas, con tantas otras vidas. El texto estaba a punto de ir a imprenta, pero los autores intentaron que el frenazo en seco no fuera en balde. Primero, dejaron que la historia reposara durante los meses del confinamiento. Después pulieron aristas, introdujeron algunas voces que no habían entrado en el primer manuscrito y redondearon un libro que, por fin, se horneó en la primavera de 2021. Camino abierto. Veinte años de la Vuelta a Ibiza en mountain bike se puso a la venta días antes de Sant Jordi. La idea de IbizaSport, que ha ejercido como editorial para alumbrar este proyecto, es presentar el libro en diferentes ciudades españolas durante el próximo invierno. “Estamos abrumados con la acogida que ha tenido en Ibiza y queremos ir más allá porque nuestra Vuelta trasciende fronteras. El interés que han mostrado los ciclistas y el resto de la sociedad ibicenca está sobrepasando todas nuestras expecta-

tivas, pero no hace más que reafirmarnos en que tenemos una competición que es patrimonio de toda la sociedad ibicenca. Es algo que he repetido en varias ocasiones y el gran interés por Camino abierto no hace más que confirmármelo”, dice Juanjo Planells, alma mater de la carrera desde la prematura muerte de su hermano. *** Camino abierto puede adquirirse en la librería El Quijote, en Sant Antoni, y en Mediterrànea, Sa Cultural e Hipérbole, en la capital ibicenca. También hay ejemplares disponibles al público en las tiendas especializadas Bicicletas Joan Ferrer, A Tot Pedal, Casa Manolo, Boutique de la Bici, La Bicicleta, Pilot Bikes, Kandani y, por supuesto, en la tienda que IbizaSport tiene en el centro de Sant Antoni. Un 25 por ciento de las ventas del libro se destinarán a tres entidades sociales de Ibiza. 51

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MORCILLO

"Mi objetivo este año es ganar la Vuelta a Ibiza" El santaeulariense sueña con conquistar la general de una carrera donde ganó etapa en 2019 Vicent Torres 54

Jon Izeta

Entrevista a Enrique Morcillo

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l ibicenco Enrique Morcillo (Santa Eulària, 1990) afronta una temporada diferente con el maillot del Buff Scott, un equipo en el que ha conseguido los mejores resultados de su carrera deportiva, entre los que figuran varios top-10 en la ABSA Cape Epic y la segunda plaza final en pruebas UCI como la Andalucía Bike Race, donde fue superado por Tiago Ferreira, o La Rioja Bike Race, por detrás de Mathieu van der Poel. Esta vez le ha tocado sobreponerse al físico y a pasar dos veces por el quirófano para superar un problema en la espalda. Lleva casi una década, desde que fue campeón de España sub-23 de maratón en Sabiñánigo (Huesca), siendo la referencia del mountain bike en Balears. Su evolución y la de la Vuelta a Ibiza han ido de la mano. En 2019 logró su primer triunfo de etapa desde que el evento es cien por cien competitivo. ¿Cómo recuerdas la primera Vuelta a Ibiza?

en el que realmente nos dimos cuenta de que empezaba a competir gente con mucha calidad. ¿Cómo recuerdas a Bartolo Planells? Como una persona que ha hecho mucho por el ciclismo en Ibiza, sobre todo por el mountain bike. Recuerdo a un tipo al que le encantaba organizar carreras. Siempre recuerdo que íbamos el día antes a inscribirnos y no nos cobraba. Era una persona muy amigable, siempre intentaba ayudar a los más jóvenes. Era el que traía a todos los corredores buenos y gracias a eso se logró el impulso de la carrera. Recuerdo a Fran Pérez, Sergio Mantecón, Trujillo, De la Peña… Toda esta gente en su época buena estuvo en Ibiza. ¿Cómo ves a esas personas que, como él, parecen disfrutar más de este deporte desde la organización?

La primera la hice cuando era cadete y recuerdo que todavía estaba Bartolo [Planells, impulsor del evento]. Más que una competición era un paseo entre amigos. Para mí, correr la Vuelta a Ibiza era quedar con Andrés Romero, Javi Guirado y todos los compañeros del Club Ciclista Santa Eulària en Kandani, ir en bici hasta la salida y hacer el paseo. Poco a poco se fue modernizando, pero no pensaba que fuera a llegar al vigésimo aniversario, y mucho menos con la repercusión que ha tenido durante los últimos años.

Los puedo llegar a entender. Yo no serviría, la verdad. Me gusta organizar, he ayudado a Felipe [Sánchez, presidente del Club Ciclista Santa Eulària] a organizar el Memorial Sergio Colomar, pero no es lo mismo. Bartolo organizaba y se dejaba la vida en ello. No es nada fácil: busca a los voluntarios, colócalos en todos los cruces… Bartolo estaba muy al tanto, igual que ahora Juanjo.

¿Para vosotros era algo ilusionante?

Es una carrera que he disfrutado mucho porque no la he vivido con tanta presión como otras de fuera. Supongo que, al estar en casa, tenía un punto de confianza que no tenía en las otras. Las salidas no son como la Andalucía Bike Race, con puntos UCI. Si sale gente delante que no va a llegar no pasa nada porque hay que estar para la foto. Es otro ambiente. La Vuelta tiene un abanico muy abierto de tipo de corredor. Al ser en Semana Santa, muchos aficionados se lo toman como unas vacaciones. Pero también está el ciclista más profesional, que si se la quiere tomar a tope también se lo puede permitir.

Al principio no le dábamos mucha importancia. Lo que fuimos viendo fue que cada vez venía gente más buena y gente de fuera. Es una prueba que no es puntuable para el ranking UCI, pero consigue atraer a gente de mucho nivel. Es algo que cuando no suceda lo echaremos de menos. ¿Cuándo te diste cuenta de que daba un salto de calidad? Más o menos en 2014, cuando gané una etapa en la que llegué solo [no contabilizó por no llegar con su compañero]. Allí es verdad que me di cuenta de la repercusión que tenía la carrera. Es algo que, evidentemente, lo cuento desde mi punto de vista. También había ganado una etapa el año anterior cuando era individual, pero creo que 2014 fue el año

¿Qué ha significado para ti la Vuelta?

Una vez comentaste en una entrevista que querías dedicarle una victoria a Bartolo y en 2019 lo conseguiste. En ese preciso momento no lo pensé. Al llegar, Juanjo me dio las gracias y pensé: ¡Si era la victoria que le tenía que dedicar 55

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“Me he recuperado súper bien de la operación de espalda. Noto que tengo algo, pero me he acostumbrado a ese dolor”

Entrevista a Enrique Morcillo

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a Bartolo! Pero con la tensión de la lluvia, el barro... También fue una etapa muy larga y con frío, venía de un día antes de tirar la Vuelta con varios pinchazos… Por suerte llegó la victoria, aunque mi objetivo era ganar la general. ¿Qué te dice la gente de fuera de esta carrera? Nadie me ha hablado mal, sinceramente, no tengo porqué mentir. Te vas fuera a correr y la inscripción no baja de 300 euros y aquí está regalada… Es muy difícil hacer una carrera con 1.200 personas y que todo salga bien.

¿Hasta qué punto? ¿Cual es tu objetivo? Mi objetivo es ganarla. Hace dos años estuvimos muy cerca, creo que éramos la pareja más fuerte. El objetivo es ganarla si las averías nos respetan y llegamos más o menos bien. Llegaremos a la competición unos cinco días después de acabar la ABSA Cape Epic, por lo que habrá que ver cómo responde el cuerpo a la carga de competición. José Mari [Sánchez] ya lo sabe. Iremos viendo dónde nos coloca la carrera y en función de eso diseñaremos la estrategia. ¿Qué piensa de la nueva Spark?

Llevas dos operaciones de espalda. ¿Cómo te encuentras? La verdad que me he recuperado súper bien. Noto que tengo algo, pero me he acostumbrado a ese dolor. Soy consciente de que no se me va a ir, pero, la verdad, que me encuentro mejor de lo que me esperaba. Me ha dejado peor el coronavirus que la operación de la espalda, pero los números ya van saliendo y creo que llegaré en buena forma a la Vuelta.

Pues ahora mismo voy a por ella [ríe]. Ya la he probado y es muy bajadora, la verdad que bajas con ella como si fueras con una bici de trail. Creo que es un buen cambio, esta bicicleta ahora mismo no tiene rival. Todos los demás modelos que puedes encontrar en el mercado están un escalón por debajo. El que no lo quiera ver es que está ciego. Voy a probarla y a hacerme a ella para la Cape Epic.

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MITO REINVENTADO Scott presenta la nueva Spark y sienta las bases de un nuevo cross country, al igual que hizo con el anterior modelo

Mito reinventado | Spark 2022

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l planeta biker ha evolucionado mucho desde que Scott presentara la primera gran revolución de la Spark, su modelo de XC de doble suspensión. El nombre que llegó a la cima de la mano del suizo Nino Schurter fue un auténtico terremoto entre los aficionados al ciclismo de montaña. Fue una montura que adoptó partes de la filosofía trail y la interpretó para llevarla hasta el cross country. Con ella, con esa Spark que perdió un botellero para llevar el amortiguador a una posición vertical -y bajar así el centro de gravedad (incluso tanto que algunos bikers ya optaron por montar horquillas de 120 milímetros para levantar la caja de pedalier) y ganar rigidez con el anclaje trunnion- y lanzó la horquilla a una angulación impensable hasta el momento, Schurter dominó por completo las carreras del circuito internacional. Un campeonato que cuenta con trazados cada vez más técnicos y radicales, con competiciones que han ido superando por poco la hora de duración. ¿Qué podía hacer Scott con un éxito de ventas rotundo como su valiosa Spark? Muchos adivinaron el camino tras la adquisición de la marca Bold (y sus patentes) con el amortiguador escondido dentro del cuadro (y resguardado así del polvo y del barro). Pero la marca se ha vuelto a superar por completo reinterpretando su propia filosofía y sentando las bases del futuro del XC. Puro postmodernismo ciclista en 2022.

EL CUADRO La Spark 2022 no se parece a ninguna otra doble suspensión monopivote del mercado. La marca asegura que esta bicicleta baila en un escenario intermedio entre el cross country tradicional y los nuevos modelos acuñados de “down country”. El cuadro presenta un rediseño en términos generales, ya que adopta de serie los 120 mm tanto en la horquilla como en el amortiguador, que aparece completamente integrado y accesible mediante una tapa fácil de retirar al final del tubo diagonal. Scott sacrifica aquí una de sus señas de identidad como era el bajo peso de su montura para apostar por recorridos más largos que se adapten mejor a los nuevos circuitos y, de paso, a las nuevas tendencias del mercado, especialmente en países como España. Algo que se consigue manteniéndose entre las más ligeras del mercado en su segmento.

PESOS Full Carbon HMX-SL - 1.870 gr Full Carbon HMX - 1.990 gr Full Carbon HMF - 2.150 gr Híbrido - 2.590 gr Aluminio - 2.990 gr

También lanza el ángulo de dirección (pasando de 68,5º a 67,2º con la opción de sumar o restar 0,6º modificando la posición del sistema de rodamientos de la dirección) a la vez que introduce un ángulo de sillín mucho más vertical (76,1º en talla M), para que toda la potencia del ciclista caiga sobre los pedales, y vainas que crecen hasta los 437,5 mm. Todo esto se compensa con un reach bastante más largo (+11,5 mm) y mayor longitud entre ejes (+31,3 mm). Números para una bestia en los descensos, la mejor en el terreno roto y una bici óptima en cualquier tipo de ascensos.

SISTEMA DE SUSPENSIÓN TWINLOC ¿Y cómo consigue Scott que la nueva Spark sea la mejor bajando y no penalice subiendo? La marca ha rediseñado el exitoso mando TwinLoc que consigue, junto a los amortiguadores NUDE, una conjunción que pasará a la historia del mountain bike. Tres bicis en una gracias a los cambios de comportamiento del amortiguador según el nivel de bloqueo: full descend, traction y bloqueo. La nueva maneta, además, se adapta a otra de las grandes tendencias del mercado como es la apuesta por la tija telescópica, ya que añade el accionador de la ‘pija’ por debajo.

DETALLISTA La bicicleta incluye también una protección inteligente de la vaina que evita ruidos molestos. Una herramienta del eje trasero con llaves T25, T30 y 6 Allen todas en una. Estas tres opciones permiten ajustar todos los componentes del pivote y casi todo lo demás que hay que ajustar en la bici. También porta tija telescópica de serie en casi toda la gama y diferentes precios de montajes muy competitivos gracias a los componentes Syncros. 59

Sebastián Candela

ESCAPADA

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EIVISSA

El encanto cosmopolita de una ciudad milenaria

Laura Ferrer Arambarri

Ajuntament d'Eivissa

a ciudad de Eivissa reúne en sí misma todos los contrastes que han convertido a la isla en un lugar único en el mundo: patrimonio, cultura, ambiente cosmopolita, modernidad y tradiciones. El 4 de diciembre de 1999, la UNESCO inscribió la categoría Eivissa, Biodiversidad y Cultura dentro del conjunto de Patrimonio Mundial. De esta forma, se reconocía la rica cultura milenaria y la biodiversidad de Eivissa. La ciudad primigenia, la encontramos en Dalt Vila, la ciudad alta, medieval en su origen, aunque con vestigios de

épocas anteriores, y que todavía hoy protegen las murallas renacentistas más impresionantes y mejor conservadas de todo el Mediterráneo. Los comercios tradicionales, las boutiques más chic, los restaurantes y las tres playas familiares y disfrutables durante todo el año: ses Figueretes, Talamanca y Platja d’en Bossa, completan un conjunto lleno de atractivos. No es de extrañar que muchos residentes, vivan casi todo el año en este microcosmos de once kilómetros cuadrados sin echar de menos otros parajes. Los barrios de sa Penya y la Marina

respiran aún el ambiente que envolvía la ciudad antes de la conquista turística, mientras que el ajetreo del día a día se vive en los barrios de l’Eixample, donde la ciudad ha crecido y muestra su cara más terrenal. Un simple paseo por estos barrios, el puerto o el paseo de Vara de Rey, ofrecen al residente y visitante una experiencia única en la que disfrutar del patrimonio, la gastronomía y el ocio de la ciudad de Eivissa y la convierten en la capital de la isla. Una ciudad abierta los 365 días del año con una completa agenda de actividades y propuestas culturales y deportivas

como las Festes de la Terra, de agosto, y el Eivissa Medieval, que celebra en mayo la declaración de Eivissa como Patrimonio Mundial, son, hoy por hoy, sus dos citas más populares. Para los amantes de la historia y la cultura de la ciudad hay varias visitas imprescindibles: la necrópolis de Puig des Molins, las visitas teatralizadas a Dalt Vila así como la visita al Museo de Arte Contemporáneo de Eivissa (MACE), también en el barrio más antiguo de la ciudad, con propuestas de arte contemporáneo creado dentro y fuera de la isla.

turismo.eivissa.es I tourism.eivissa.es

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SANT ANTONI DE PORTMANY

Paisajes bañados por el sol de poniente Laura Ferrer Arambarri

Ajuntament de Sant Antoni de Portmany

esde la quietud de la naturaleza más abrupta de los acantilados de Santa Agnès a las actividades náuticas que se concentran en la bahía de Sant Antoni. El mar y el interior se mezclan en un mismo municipio, donde se pueden visitar increíbles calas o las mejores puestas de sol. La zona del Pla de Corona, cuajada de almendros, y la costa de ses Balandres, con la vista a los islotes de ses Margalides emergiendo en el mar, es todo un espectáculo natural. No es casual que, coloquialmente, muchos se refieran a esta parte de la costa “las puertas del cielo”. En Santa Agnès y en su vecino Sant Mateu se puede admirar la sencilla y eficaz arquitectura de las casas payesas ibicencas, donde nada falta ni nada sobra: la blanca arquitectura ibicenca (por ejemplo) enmarcada en buganvillas, con porches cubiertos con madera de sabina que invitan a la vida calmada y a la verdadera desconexión. Sant Antoni también es famosa por la belleza de sus playas, como Cala Salada y su hermana Cala Saladeta, que nada tienen que envidiar a una playa caribeña con sus fondos arenosos y sus aguas turquesas. La artesanía, con una larga tradición de alfareros, y la oferta gastronómica de la parroquia de Sant Rafel son otros dos atractivos a tener en cuenta en una visita a este municipio. Solo un paseo en coche o caminando desde este núcleo urbano hasta Buscastell (donde está el bellísimo paisaje agrí-

cola de es Broll) es un bálsamo para los sentidos. Y no hay que olvidar que buena parte de la oferta de restauración y ocio más importante de la isla está en este municipio, donde también son famosas sus puestas de sol y los establecimientos que han hecho de este momento del día todo un acontecimiento que reúne cada día a miles de personas en la costa de Portmany. Conviene apuntar en la agenda la oferta cultural de la sala Walter Benjamin en sa Punta des Molí o la del Faro de ses Coves Blanques, que es constante durante todo el año. La tierra y el mar se fusionan para ofrecer vistas espectaculares pero también productos únicos que son la base de la gastronomía ibicenca. Sant Antoni huele y sabe a mar, a campo, a almendra, a pescado, a algarroba, a pollo pagès y a frígola. Cuenta con una cofradía de pescadores, una cooperativa agrícola, bodegas de vino, una almazara y productores de aceite de oliva virgen extra que suministran a los chefs de productos locales de primera calidad. El resultado son restaurantes de un altísimo nivel y unas cocinas que son tradición, modernidad y fusión, que se sustentan en el pasado y miran hacia el futuro convirtiendo a Sant Antoni en un destino gastronómico por excelencia, que cuenta con una identidad culinaria propia que se refleja en la amplia oferta de establecimientos y la primera estrella Michelin de la isla, que luce orgulloso el restaurante Es Tragón.

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SANTA EULÀRIA DES RIU

Una tierra con una historia marcada por el curso del agua Laura Ferrer Arambarri

Ajuntament de Santa Eulària des Riu

ste municipio ha apostado por un turismo familiar y tranquilo, por lo que es ideal para quienes buscan una Ibiza menos bulliciosa. El conjunto arquitectónico del Puig de Missa de Santa Eulària, con la iglesia, el porxo, el cementerio y el Museo Etnológico es una visita imprescindible para cualquier turista que quiera indagar en la verdadera idiosincrasia de la isla. En el núcleo de Santa Eulària también merece la pena el paseo marítimo, con el puerto deportivo; o el remodelado passeig de s’Alamera, donde además encontramos el museo del pintor Laureà Barrau. Las fiestas patronales del primer domingo de mayo no solo son muy recomendables sino que permiten conocer de primera mano tradiciones como el ball pagès o los desfiles de carros tradicionales. La Fira des Gerret de marzo se ha hecho muy popular también y, además, con un trasfondo más allá de lo lúdico ya que su objetivo es potenciar el producto local y la pesca tradicional. En Santa Eulària encontramos el único río de Baleares, aunque en la actualidad el cauce está seco salvo por la desembocadura, donde entra el agua del mar. Su importancia fue vital para el regadío de los campos de l’Horta de Santa Eulària y para mover los molinos harineros de la falda del Puig de Missa. Este municipio posee un litoral envidiable y muy tranquilo, con numerosas calas pequeñas y de ambiente familiar como

ESCAPADA

Cala Llenya, Cala Martina o es Canar, sin olvidar el entorno de la isla de Tagomago, paraíso de lagartijas y cormoranes que merece mucho la pena circunnavegar. Pou des Lleó, con sus casetas y su diminuta cala, concentra todo lo mejor del litoral ibicenco en escasos metros, mientras que la playa de es Figueral es un buen ejemplo de un arenal más amplio para ir con la familia. Para quienes prefieran el interior, Sant Carles ofrece uno de los atractivos turísticos más importantes de la isla: el mercadillo hippy de Las Dalias, cuya oferta va más allá de lo que

Santa Eulària des Riu

la palabra hippy pueda sugerir. El Bar Ca n’Anneta (el lugar para tomar un licor de hierbas y degustar un tradicional flaó) o el encanto de su paisaje rural, son otros encantos de Peralta. Santa Gertrudis de Fruitera, un pequeño pueblo ubicado en el centro de la isla, con una agradable zona peatonal repleta de barecitos con encanto, es el lugar ideal para una visita en familia o con amigos. El núcleo de Jesús destaca por albergar una de las iglesias más bellas de la isla, que ampara un retablo gótico de enorme valor.

Sumérgete Lo que sueñas de Ibiza, está en Sant Josep. Ven cuando quieras a descubrirlo. O haz el tour virtual.

360.santjosep.net

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Platges de Comte, Sant Josep de sa Talaia, Eivissa.

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SANT JOSEP DE SA TALAIA

Un tesoro histórico y natural que mira hacia el sur Laura Ferrer Arambarri

Ajuntament de Sant Josep de sa Talaia

ESCAPADA

s el municipio más extenso de Eivissa y realmente lo tiene todo: desde los locales nocturnos más vanguardistas hasta núcleos rurales como la de Sant Agustí, donde el tiempo parece haberse detenido. En Sant Josep nos encontramos la fracción ibicenca del Parque Natural de ses Salines de Ibiza y Formentera, con la salinera que se explota desde la antigüedad y un entorno natural único que alberga hasta 200 especies de aves y más de 150 variedades de plantas. Dentro del parque natural se encuentran dos de las playas más famosas de la isla: es Cavallet y ses Salines. También en Sant Josep está ubicado el enclave de Platja d’en Bossa, uno de los puntos calientes de la noche ibicenca, con beach clubs, discotecas y hoteles que han transformado la zona por completo en los últimos años. Otro epicentro turístico donde conviven locales de moda, naturaleza y patrimonio cultural es Cala des Jondal. Situada

Sant Josep de sa Talaia

junto al poblado fenicio de sa Caleta (Patrimonio de la Humanidad junto a Dalt Vila y las praderas de posidonia de la isla) reúne hoy algunos de los locales de restauración y de ocio más reclamados de la isla. En es Cubells el visitante se encuentra una de las mejores vistas de la isla, mientras que Platges de Comte sobrecoge la belleza del entorno: mar turquesa con la vista a los islotes de sa Conillera, s’Illa des Bosc y s’Espartar. Cala Codolar, Cala Tarida, Cala Vedella, Cala Molí o Cala Carbó son solo algunas de las playas de este municipio, el que atesora más kilómetros de costa de la isla, donde destaca la pequeña y a la vez majestuosa Cala d’Hort, cerca del asentamiento púnico-romano de ses Païsses. Desde allí se contempla una vista privilegiada de es Vedrà, islote que, de forma abrupta, se eleva 382 metros sobre el mar y que es lugar de peregrinaje tanto para quienes aman la naturaleza como para quienes ven en él algo más allá de lo terrenal.

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Laura Ferrer Arambarri

Ajuntament de Sant Joan de Labritja

SANT JOAN DE LABRITJA La esencia más pura está en el norte

l municipio de Sant Joan de Labritja representa la esencia más pura de Ibiza. Los pueblos de Sant Llorenç y Sant Miquel, la naturaleza de es Amunts o su costa demuestran que es posible una isla más sosegada, con otro ritmo, más tranquila. Después de pasar unas horas en Sant Joan uno tiene la impresión de volver a la civilización cuando regresa a la ciudad. Sant Miquel posee una de las iglesias fortificadas más bellas de la isla, tanto por su situación en lo alto de un promontorio con hermosas vistas como por la propia arquitectura del tiempo. Degustar unas hierbas ibicencas en el estanco Can Xico de sa Torre, que parece detenido en el tiempo, es algo que no hay que dejar de hacer, como tampoco marchar sin saludar a Marià Villangómez, poeta excelso de la isla in-

ESCAPADA

mortalizado allí en una estatua que recuerda su época de maestro en el pueblo. El cercano Port de Sant Miquel conserva todavía ese encanto del turismo de otra década y, en las inmediaciones, merece la pena visitar la Cova de Can Marçà, tanto por su pasado como refugio de contrabandistas como por la formación geológica de estalactitas y terrazas calcáreas fosilizadas que presenta en la actualidad. Calas con un encanto difícil de describir como Cala Xarraca, Portinatx, Cala des Xuclar o s’Illot des Renclí, entre otras, son verdaderos paraísos,

Sant Joan de Labritja

mientras que también es posible optar otras playas más amplias y con más servicios como Benirràs o Sant Vicent. Esta última, conocida como sa Cala, cuenta con una oferta de restaurantes destacables, sobre todo por sus productos del mar. Cuesta creer que hasta hace solo unas pocas décadas este era el lugar más aislado de Ibiza. El cercano santuario púnico de la cueva de es Culleram, dedicado a la diosa Tanit y cuyos restos arqueológicos descansan en el Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera, es otro punto de interés en este municipio.

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Comprometidos con el mar Laura R. Roig

El Club Nàutic Sant Antoni lleva casi medio siglo acercando el medio marino a los habitantes del municipio portmanyí

a pasión por el mar y el compromiso con el entorno son el viento que mueve las velas del Club Nàutic Sant Antoni (CNSA) desde 1973. Su crecimiento en estos 48 años no ha impedido que mantenga su filosofía: ser un espacio abierto a la ciudadanía y ofrecer el mejor servicio a sus socios. Además, en 2020 la entidad celebró el 25 aniversario del proyecto que mejor transmite sus valores:

CNSA

la Setmana del Mar. Por otro lado, destaca Salvem sa badia de Portmany, una iniciativa para preservar el entorno en el que navegan las embarcaciones que zarpan o arriban a los pantalanes que gestiona el club. “Somos un club familiar, no tenemos ningún cartel de only members. Todo el mundo es bienvenido. El pantalán central es una calle más de Sant Antoni”, dice el gerente del CNSA, Juan Vicente Roselló, vinculado a la entidad desde hace 27 años. El club, aparte de ofrecer servicios de calidad a sus socios y contar con las mejores instalaciones para las embarcaciones (disponen de 574 amarres), desde hace un tiempo se ha marcado como prioridad involucrar a la ciudadanía en la protección de la bahía de Portmany para garantizar su futuro medioambiental. “Apostamos por la

ESCAPADA

continuidad de la bahía como un espacio exclusivamente deportivo, recreativo, turístico y pesquero”, dice Roselló.

Comprometidos con el mar | Club Nàutic Sant Antoni

Debido a esta sensibilidad por el entorno, en 2015 llevaron a cabo uno de los trabajos de limpieza más importantes en la bahía: retiraron 173 mil kilos de residuos sumergidos, entre los que se encontraban embarcaciones, muertos (puntos de amarre no regulados, fabricados habitualmente con cemento y cadenas de hierro), baterías y motores. Esta actuación tuvo lugar dos años después del estreno de su nueva sede, epicentro social del municipio. Sin embargo, pese a contar en la actualidad con este renovado espacio, los inicios del CNSA fueron más modestos.

obstante, con la mejora de las instalaciones, de la plantilla y el alto rendimiento de los deportistas el espíritu competitivo ha ganado peso, como remarca el director técnico del Área deportiva, Enrique Mas. Los recientes éxitos deportivos de los palistas Bruno García y Hugo Prendes, y del velero Nàutic Café del Mar son una muestra del potencial deportivo del club. Por otro lado, Mas destaca como “un hito” la regulación de los fondeos y la creación de un canal de piragua y considera la Setmana del Mar como el proyecto que mejor representa los valores del Club Nàutic Sant Antoni. “La repercusión para los niños de esta actividad educativa es incalculable, es un balón de oxígeno para ellos”, sostiene, ilusionado, Enrique Mas.

Como recuerdan algunos de sus socios más antiguos, esta aventura comenzó “sin patrimonio, sin instalaciones y sin local”. Hasta 1991, una caseta de 22 metros cuadrados albergó en el puerto las oficinas del club. Pepín Valdés, uno de los miembros de la junta directiva (al timón de la nave desde hace tres décadas), rememora la “pequeña semilla” de la que nació el CNSA. “Lo más importante era que el club se desarrollara en paralelo a Sant Antoni, por lo que era esencial conectarnos con la realidad del pueblo”, comenta Valdés, que vio nacer las escuelas de optimist y piragüismo. “Nuestra misión nunca ha sido buscar campeones sino sacar a los niños al mar”, apunta Juan Vicente Roselló. No

Por último, junto a la vertiente social y deportiva del Club Nàutic Sant Antoni se erige la gastronómica. “Esta entidad es un emblema del pueblo. Por ello queremos que Es Nàutic, el restaurante que gestionamos en las instalaciones del club, todo el mundo se sienta acogido, que los portmanyins y todos los que nos visiten se sientan como en casa”, explica la directora del restaurante, Xesca Guasch. En la oferta culinaria del restaurante Es Nàutic destaca, como no podía ser de otra manera, el pescado. Además de una carta llena de propuestas deliciosas, cocinadas con productos de proximidad, sus fogones ofrecen un excelente menú diario que se degusta sentado en una terraza que se alza sobre el mar.

META

Jon Izeta

DEPORTE TODO EL AÑO

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La oferta de IbizaSport se consolida con seis eventos muy atractivos

Deporte todo el año

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Ciclismo en carretera

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Atletismo

MARC TUR PARA SIEMPRE

Analizamos el cuarto puesto del marchador ibicenco en los Juegos Olímpicos de Tokio: una gesta amarga por lo cerca que se quedó de las medallas, pero, a la vez, un paso de gigante en su carrera deportiva 87

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El atleta dedicó una equipación a la Peña Deportiva, el club con el que tiene su ficha federativa.

Vicent Torres / Pablo Sierra del Sol

l polaco David Tomala marcha en solitario en cabeza mientras el alemán Jonathan Hilbert y el ibicenco Marc Tur charlan. Parecen danzar, pero caminan a una velocidad a la que la mayoría de los mortales sufriría corriendo después de más de 40 kilómetros de esfuerzo. Bailan, a su manera, sobre el caliente asfalto de las calles de Sapporo, la bella capital del Hokkaido, el lugar elegido para albergar el circuito de marcha atlética de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Están a punto de alcanzar su sueño un año más tarde de lo deseado. Pandemia de por medio, los atletas han tenido que entrenar en condiciones asfixiantes antes de viajar a Japón. Atrás quedan las horas en la cinta estática, simulando el calor inhumano que sabían que iban a encontrarse en Sapporo gracias a la climatización de los centros de alto rendimiento donde han preparado los Juegos. Aclimatar el corazón y los músculos a la humedad del país nipón era esencial para no fallar. Y ahí están los dos, en el lugar adecuado, en el momento justo. Hilbert y Tur se conocen bien, y persiguen en solitario al atleta que se coronará como campeón olímpico. Saben que no tienen muchas probabilidades de darle caza, y a falta de diez mil

Pablo Noia

metros para cruzar la meta la escena parece una de esas situaciones en las que tira uno, tira el otro, y ya nos jugaremos la plata. Lo importante es consolidar lo logrado. Quizás eso explica que los dos atletas esbocen media sonrisa difícil de interpretar, como si el dolor insoportable que sienten sus cuerpos fuera, en el fondo, una deliciosa caricia.

Pasan los kilómetros y se rompe el tándem: Hilbert comienza a distanciarse y Tur a perder la armonía de su caminar. El tío del mazo golpea con sutileza, poco a poco, de la misma manera que el pitiuso, forjado a las órdenes de Mariano Riera, primero, en la pista municipal de atletismo de Santa Eulària des Riu, y después por José Antonio Quintana, en el CAR de Madrid, lo ha hecho con sus rivales durante más de 49 kilómetros. Apenas queda nada, pero puede ser demasiado para que a Marc se le escurra la medalla de bronce. En España son las tres de la madrugada; frente a la televisión, sus familiares, amigos y todos los amantes del deporte que están trasnochando por su culpa tratan de empujarlo. Tras el espigado cuerpo de Tur, aparece la figura del canadiense

META

Marc Tur para siempre

después de la prueba más importante de su carrera deportiva. La más amarga, pero también la más brillante.

La percepción cambiará cuando el ibicenco regrese a la isla con el diploma olímpico bajo el brazo. Ya, bien entrada la madrugada, cuando habló con su familia les dijo que se sentía orgulloso de lo que acababa de conseguir. En frío, una mente analítica como la suya, considera mejor. “Al principio le di muchas vueltas a qué significaba haberme quedado tan cerca de la medalla. Ahora estoy más contento con mi resultado. [Este resultado] es un salto enorme de calidad. En 2019, quedé decimonoveno en el último Campeonato del Mundo que se ha disputado. Ser cuarto en unos Juegos es espectacular. Mi objetivo es estar en los 35 kilómetros de París 2024 [en plena madurez, meses antes de cumplir los treinta] y todo lo que he vivido en Japón me da mucha experiencia para intentar, ojalá, que la próxima vez no se me escapen las medallas”, reflexionó Tur días después de conseguir el mejor resultado de un deportista balear en una competición de atletismo.

Evan Dunfee, desdibujada aún en segundo término, pero cada vez más cerca. Uno de los dos se colgará la temida medalla de chocolate. Sería la segunda en el caso de Dunfee, quien ya se quedó a los pies del podio cinco años antes en Río de Janeiro, y eso parece espolearlo para alcanzar al atleta ibicenco.

El marchador canadiense Evan Dunfee rebasó al ibicenco a cien metros de la línea de meta

Algo va mal. Marc Tur, en su séptima carrera en la distancia más extrema del atletismo olímpico, se abofetea con fuerza y recibe la amonestación de los jueces por levantar los pies del suelo. La medalla puede escaparse de diferentes formas. Peligro. La tensión aumenta y la fatalidad acaba imponiéndose cuando faltan poco más de cien metros para la meta. Dunfee rebasa al ibicenco: nueve segundos de diferencia les separan al final tras casi cuatro horas de agonía. “Estaba tan en el límite que no podía decirme muchas cosas. Sólo quería llegar a meta, no podía reaccionar, no podía cambiarle el ritmo. Sabía que se me escapaba la tercera plaza, pero mi cabeza pensaba en llegar. Tenía miedo de no hacerlo, de quedarme a apenas cien metros de la meta”, recuerda Tur

Como él, sus compañeros del equipo de marcha, Álvaro Martín y María Pérez también fueron cuartos en la prueba de 20 kilómetros. Al saltador de longitud Eusebio Cáceres tres centímetros le dejaron sin bronce. Sobre la injusta línea que separa el todo o la nada en un tiempo frenético que desprecia los grises reflexionó Ramón Cid, ex director técnico de la Real Federación Española de Atletismo, en un artículo de opinión que publicó El País. Cid escribió Homenaje a todos los cuartos con la imagen de Marc Tur marchando aún fresca en la memoria: “Ayer, en la prueba de 50 kilómetros marcha, vimos la parte amarga del deporte, no digo injusta, 89

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Marc Tur para siempre

META

Tur, junto a Carmen Ferrer y Vicent Marí, durante su homenaje en Santa Eulària.

el marchador canadiense también hizo su trabajo, pero sí cruel. Si en una distancia de 50.000 metros estás durante 49.900 subido al podio olímpico y en el último hectómetro, cuando ya observas la meta, cuando quieres llegar y notas que las fuerzas te van abandonando, cuando primero oyes y después contemplas con el rabillo del ojo cómo un rival te sobrepasa, nos encontramos ante una situación perversa, ante un guión retorcido propio de las películas del mismísimo Alfred Hitchcock. (...) Recordad que, por azar, a alguien se le ocurrió un día hacer un podio sólo para tres”.

A Tur le emocionó leer el artículo: “Le dije a Ramón que estaba muy agradecido por sus palabras. Reflejan perfectamente lo que es quedarse a las puertas de las medallas. Parece que el cuarto no ha hecho nada. Es muy difícil llegar hasta ese punto”. Apreciaba Marc el halago no solamente por tratarse de una voz autorizada del atletismo español sino porque cuando Cid era director técnico y de él dependían las listas de convocados para ir a las grandes competiciones fue muy crítico con el rendimiento del ibicenco. Después de temporadas de éxito prematuro, el salto a sénior fue complicado para Tur: la técnica le jugó malas pasadas y tuvo que afrontar varias descalificaciones en competiciones importantes. Con la ayuda de José Antonio Quintana –“él ha sido el responsable de esta temporada mágica”–, escribió en su perfil de Instagram), creció, maduró, acabó la carrera de Medicina (que compaginó con el deporte de alto nivel desde que llegó a Madrid en 2012) y cambió viejos vicios

Ramon Cid: “Recordad que, por azar, a alguien se le ocurrió un día hacer un podio solo para tres”

para volver a despegar. Atravesó el desierto de la pandemia y en mayo ganó la Copa de Europa con una marca -3 horas, 47 minutos y 40 segundos– que le metió en los Juegos Olímpicos.

La sociedad ibicenca también empieza a reconocerle tanto sacrificio. En el aeropuerto, su gente le llenó de besos y abrazos cuando volvió a la isla donde nació el 30 de noviembre de 1994. El Ayuntamiento del municipio, Santa Eulària, y el Consell d’Eivissa le prepararon una recepción oficial. Semanas después, el pleno del consistorio decidió por unanimidad que la pista de atletismo municipal se llame a partir de ahora Marc Tur Picó. Todo queda en casa, ya que desde hace unas temporadas defiende los colores de la sección de atletismo de la Peña Deportiva. “De esta pista me vienen a la cabeza los primeros momentos de comenzar a entrenar con Mariano Riera. Aquí comencé a saber qué es el atletismo, a hacer vallas, longitud, velocidad… Y también marcha”, recuerda un tipo competitivo, viajero (tras los Juegos cogió la mochila y estuvo recorriendo el sur de México durante un par de semanas); de modales exquisitos, pero sin pelos en la lengua. Basta darse una vuelta por su cuenta de Twitter e Instagram para comprobar que con él las personas LGTBI tendrán un buen altavoz –valiente y reflexivo– para recordar que el deporte sigue siendo uno de los pocos ámbitos en España donde la homosexualidad o bisexualidad es aún un tema tabú. Para ganar ciertas medallas no hace falta ponerse un dorsal. 91

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Relatos OLÍMPICOS Antes de que Marc Tur marchara en Tokio, Asier Fernández, Mar Sánchez, Felipe Vivancos, Dani Morillo y Mateo Sanz –que repitió en Japón– habían competido en unos Juegos

ASIER FERNÁNDEZ - BARCE LONA 1992

Sergio García

o: fot

e vo p chi Ar al rson

ntes de la irrupción de Marc Tur en Tokio 2020, las Pitiusas habían tenido una historia corta pero intensa con el olimpismo. Solamente cuatro deportistas de Ibiza y uno de Formentera (Mateo Sanz, el único que ha conseguido competir en dos ediciones olímpicas) habían participado en unos Juegos. La primera vez que las islas se dejaron ver en una cita de este calibre fue en Barcelona’92. En los únicos Juegos Olímpicos que se han celebrado en España, Asier Fernández de Bobadilla (Bilbao, 22 de junio de 1972) estuvo presente. Nacido en el País Vasco, pero afincado en Ibiza desde los diez años, el windsurfista escribió su nombre en la historia del

deporte pitiuso. En Barcelona, Fernández compitió en la clase Lechner. Navegó con maestría a lo largo de los días para finalizar en la sexta posición y conseguir un diploma olímpico. Hasta el cuarto puesto de Tur en los 50 kilómetros marcha de los Juegos japoneses era el mejor resultado de un deportista pitiuso en la competición más importante del planeta. Antes de navegar en las aguas de Barcelona, Asier Fernández había sido seleccionado para la cita de Seúl, en 1988, y posteriormente también se clasificó para Atlanta’96, aunque finalmente no participó en ninguna de ellas.

MAR SÁ

META

EZ NCH

2000 Y E N - SÍD

foto: Diario de Ibiza

Hubo que esperar dos Olimpiadas para que el deporte pitiuso volviese a los Juegos. Mar Sánchez Gutiérrez (Eivissa, 25 de diciembre de 1979) se convirtió en Sídney 2000 en la primera mujer ibicenca en participar en unos Juegos. Hasta la fecha sigue siendo la única que lo ha logrado. La saltadora de pértiga ibicenca fue cuatro veces campeona de España de categoría absoluta y ostentó el récord nacional durante varios años tanto en pista cubierta como al aire libre. En la cita australiana, Sánchez superó los 4.25 metros en el grupo B de la competición, con los

que finalizó en la decimoquinta plaza. Tenía solamente veinte años y su nombre figurará entre las primeras atletas que disputaron una prueba olímpica de salto con pértiga, concurso que no entró en el programa de los Juegos hasta el 2000. Fue el momento culmen de una pertiguista que también tuvo presencia durante su carrera en campeonatos del Mundo y de Europa. Cuatro años más tarde, Ibiza volvió a tener representación olímpica gracias a Felipe Vivancos Ruiz (Eivissa, 16 de junio de 1980). Fue en Atenas’04 y volvió a ser un atleta del CA Pitiús quien piso el tartán del estadio donde corren, saltan y lanzan los mejores del planeta. Vivancos tuvo una amplia trayectoria en el atletismo, fue campeón de España 93

biza de I o i iar o: D t o f

FELIPE VIVANCOS

en numerosas ocasiones en la prueba de 110 metros vallas. Fue un habitual de las competiciones internacionales, pero en los Juegos Olímpicos solo tuvo presencia en la capital griega. El ibicenco corrió por la calle uno del estadio Spiros Louis. Fue sexto de su serie, pero su tiempo de 13.47 segundos le permitió meterse en los cuartos de final. En la segunda ronda corrió un poco más lento (13.48), pero también le valió para meterse por tiempos en las semifinales. Ya entre los mejores, el vallista pitiuso firmó su peor carrera (13.52) para ser séptimo de su serie, terminando así su sueño de meterse en la final. “Estar entre los dieciséis mejores en vallas es algo que me enorgullece. Aunque la gente no lo valore, quien entiende de vallas, sí”, dijo Vivancos, años después, en una entrevista publicada en Periódico de Ibiza y Formentera. El atleta fue en 2005, además, plata en el Europeo en pista cubierta de Madrid y oro en los Juegos Mediterráneos de Almería.

- ATEN AS 20 04

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El deporte ibicenco regresó a los Juegos Olímpicos en Pekín’08. El tiro con arco, uno de los deportes con mayor trayectoria en la isla, estuvo representaDANIEL MORI do por Daniel Morillo Prats (Eivissa, 21 LLO PEKÍ de enero de 1988). El arquero acudió N 20 acompañado de su hermano Carlos, que estuvo cerca de ser olímpico en Barcelona y que en China fue el entrenador y jefe del equipo español de tiro con arco. Daniel logró su billete gracias a un buen papel en la Copa del Mundo, en la que acabó quinto. En China, Morillo comenzó su actuación colocándose como el trigésimo tercero tras la ronda de clasifica: J. foto

era A. Ri

Relatos Olímpicos

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ción. Superó la primera ronda de las eliminatorias, pero cayó en dieciseisavos ante el mexicano Juan René Serrano por un solo punto.

o: fot

Mateo Sanz Lanz (Formentera, 6 de noviembre de 1993) se convirtió en Río de Janeiro 2016 en el primer deportista nacido en Formentera que acudió a una cita olímpica. El formenterense, que navega bajo bandera suiza, realizó un gran papel en la clase RS:X de windsurf, donde se quedó cerca de entrar en la Medal Race. Sanz, finalmente, fue decimocuarto. En Tokio 2020, después de esperar un año por culpa del Covid-19, el formenterense mejoró el pasado verano su actuación y consiguió diploma después de colarse en la regata por las medallas. En el mismo campo de regatas donde unos años antes había sido subcampeón mundial, Sanz empezó como un tiro, firmando el mejor puesto tras las primeras mangas. Según avanzó la competición sus rivales le superaron, el regatista consiguió amarrar la octava plaza tras firmar un tercer puesto en la Medal Race. Formentera, una isla de solamente 12 mil habitantes, MATEO SANZ conseguía así su primer diploma olímpico. - TOKIO Curiosamente, Asier Fernández, el 2020 nombre que abrió el camino olímpico para las Pitiusas, ha sido el mentor de Mateo y de otros windsurfistas que no han andado lejos de la clasificación olímpica como Joan Carles Cardona o Sergi Escandell. ción era Fed

e Vela za d Sui

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La nueva dimensión del fútbol pitiuso

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Pablo Sierra del Sol Pablo Noia 98

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El ascenso de la UD Ibiza a Segunda División desata la euforia entre los aficionados de un deporte que vive su mejor momento

kain Zenitagoia cogió el balón entre sus manos, lo colocó en el punto de penalti y la hinchada de la Unión Deportiva Ibiza contuvo la respiración. Un, dos, tres, cuatro pasos para armar la pierna derecha. Disparo inapelable, uno a cero en el marcador, celebración por todo lo alto y a esperar que pasaran rápido los minutos que faltaban para celebrar un ascenso soñado. No hubo sustos y el muro que de la Segunda División estalló en mil pedazos. Ocurrió el 23 de mayo de 2021 en el Nuevo Vivero de Badajoz contra la Universidad Católica de Murcia. Una fecha para el recuerdo. La culminación de un lustro de crecimiento para el fútbol insular. El inicio de una etapa ilusionante a todos los niveles. Amadeo Salvo desembarcó en el aeropuerto de es Codolar en verano de 2015 con una idea muy clara: llevar al club que había puesto en marcha en Ibiza a la Liga de Fútbol Profesional en cinco años. Ha tardado seis, solo uno más de lo previsto, gracias a una fuerte inversión económica y a

La nueva dimensión del fútbol pitiuso

una política deportiva que ha conseguido estabilizarse con el paso del tiempo después de los titubeos iniciales. Con Fernando Soriano en el despacho y Juan Carlos Carcedo en el banquillo, el Ibiza construyó la temporada pasada un bloque sólido y alegre en el juego que mandó de principio a fin durante las dos fases regulares en que consistió la última campaña de Segunda B, la primera disputada íntegramente con restricciones sanitarias para combatir la pandemia. En el playoff tocó sufrir contra el Castilla y, también, en el partido definitivo contra los murcianos, pero se logró dar el salto. Tras un verano vertiginoso donde hubo que adaptar el estadio de Can Misses a las exigencias de LaLiga, el Ibiza ha arrancado con solvencia la primera temporada que un equipo pitiuso disputa jamás en Segunda División. En la plantilla continúa un grupo de futbolistas –entre ellos, los cuatro capitanes– que festejó el ascenso y sigue teniendo importancia en las alineaciones de Carcedo. Los fichajes, tanto de jugadores contrastados como de jóvenes promesas, parecen haberle dado profundidad suficiente al Ibiza para luchar en la maratoniana categoría de plata por algo más que la permanencia, el objetivo mínimo que se ha marcado el club celeste. En las gradas, cada dos domingos, ha empezado a ser habitual ver a más de tres mil personas disfrutando de un partido de fútbol. Cuando acaben de desaparecer los efectos de la pandemia, tampoco debería ser extraño ver a cientos de turistas en las gradas de Can Misses animando al equipo rival. El fútbol, como dinamizador turístico. Otros clubes más modestos han aprovechado estos últimos años para modernizar y profesionalizar sus estructuras. Los resultados se han visto en el campo. La Peña Deportiva consiguió en 2019 subir a Segunda B, mantenerse –por primera vez– en el fútbol de bronce, disputar un playoff de ascenso siendo el equipo revelación de la temporada y, el curso pasado, firmar una nueva permanencia. Todo a las órdenes de Raúl Casañ. Ahora, enrolados en la Segunda RFEF, los peñistas comparten división con Formentera y Club Deportivo Ibiza, recién ascendidos. Hace diez años había dos equipos pitiusos en Tercera balear. Hoy son cuatro los que juegan por encima del fútbol autonómico, donde batallan Sant Rafel, Inter Ibiza, Sant Jordi y un Portmany que ya se prepara para convertirse en 2023 en el primer club centenario del fútbol pitiuso.

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El orgullo del baloncesto ibicenco Pablo Sierra del Sol

CB Sant Antoni

El CB Sant Antoni logra en dos temporadas pasar de la liga autonómica a competir en LEB Plata, la tercera categoría nacional

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n Sant Antoni muchos recuerdan las primeras canastas de baloncesto que hubo en el pueblo. Estaban detrás de la iglesia, en un terreno donde los chavales empezaron a botar el balón. El baloncesto se convirtió en una de las actividades extraescolares que se organizaban desde la parroquia. Han pasado cincuenta años y de aquella pista de tierra solamente quedan fotos viejas. El lugar es ahora una plaza donde se celebran conciertos y se proyectan películas en las noches de verano. Sin embargo, los hombres y mujeres que jugaron allí no pueden evitar imaginarla como lo que fue: la casa del Ca Nostra.

con más solvencia todavía (88-62). Sin embargo, en el tercer partido y en la repesca, los sanantonienses encajaron dos dolorosas derrotas (71-66 ante Fuenlabrada y 91-96 frente al Mollet) que parecían aplazar el objetivo del ascenso a LEB Plata. La renuncia del filial del Estudiantes dio un giro a la situación a principios de julio. Quedaba una plaza libre y el CB Sant Antoni acumulaba más méritos deportivos que nadie para subir. En apenas un año, el equipo trepaba desde el baloncesto balear hasta el Grupo Este de la tercera categoría nacional. Las gestas del desaparecido Ca Nostra reverdecían veinticinco años después.

Para homenajear ese legado sentimental, el Club Bàsquet Sant Antoni vistió una réplica de la camiseta del Ca Nostra en el primer partido de la fase de ascenso a LEB Plata que disputó el mayo pasado en Salou (Tarragona). El homenaje salió redondo: una victoria (76 a 84) contra la Unió Esportiva Mataró allanaba el camino hacia el salto de categoría. Al Chantada, en el segundo encuentro, también se le ganó,

Ahora el reto es mayúsculo y el Club Bàsquet Sant Antoni se ha reforzado bien para afrontarlo. El alero croata Mateja Bilalovic, el ala-pívot gallego Álex Harguindey, el pívot estadounidense con pasaporte de Islas Vírgenes Laron Smith, el base madrileño Lucas Antúnez, los jóvenes catalanes Aleix Haro y Pau Carreño, y Ramel Thompkins, un cuatro estadounidense con experiencia en el básquet eslovaco,

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El ex ACB Jordi Grimau seguirá capitaneando una plantilla en la que continúan los dos referentes bálticos: Slezas y Skuja son las incorporaciones. La plantilla seguirá capitaneada por Jordi Grimau, director deportivo y auténtico pilar del proyecto gracias a sus muchas temporadas de experiencia en ACB. Los bálticos Toms Skuja (letón) y Tau Slezas (lituano), muy queridos por la afición, seguirán marcando las diferencias en la dirección de juego y en la pintura. El estadounidense Byron Richards ha regresado para demostrar su experiencia en el baloncesto español después de perderse la segunda mitad de la temporada pasada por un contratiempo burocrático. Carlos Flores continúa como entrenador de un equipo que ha ilusionado a los vecinos de Sant Antoni.

CB Sant Antoni | El orgullo del baloncesto ibicenco

El club espera llegar a 350 abonos y, como sucedió la temporada pasada, cuenta con el apoyo de decenas de empresas familiares (como el Hostal Florencio, uno de los principales patrocinadores del CB Sant Antoni para su debut en LEB Plata), gestionadas por aquellos jóvenes jugadores del Ca Nostra que hoy son padres e, incluso, abuelos. La idea es convertir al pabellón de Sa Pedrera en una fiesta, siempre que las restricciones sanitarias lo permitan y, ante todo, afianzar a la entidad como un activo social para el municipio portmanyí y el resto de la isla. De momento, ha devuelto el orgullo al hasta hace poco alicaído baloncesto ibicenco gracias a los éxitos de la plantilla sénior. Mientras tanto, las categorías inferiores se siguen trabajando con mimo. Ambas realidades deben ir de la mano para no dejar de ser un proyecto diferente y familiar.

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Cuando la isla aprendió a montar en bicicleta

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Cuando la isla aprendió a montar en bicicleta Un repaso a los ciclistas ibicencos que fueron pioneros en la primera mitad del Siglo XX

Vicent Torres

a evolución del deporte, y especialmente en sus inicios, está obligatoriamente ligada a personas que, en muchas ocasiones, han quedado en el olvido. Más allá de los grandes campeones que coparon las portadas y abrieron los informativos a mediados del siglo XX, poco o nada queda de los hombres (y mucho menos de las mujeres) que pusieron las primeras piedras para marcar el camino al resto. Federico Martín Bahamontes suele ser recordado como el primer gran campeón español, aupado mayormente por ser, en 1959, el primero en llevarse a casa el trofeo de campeón del Tour de Francia. No cabe duda de ello. Sin embargo, antes de que el escalador toledano ganara, además, seis veces la clasificación de la montaña en la carrera francesa hubo en España millares de nombres que

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también hicieron grande a un deporte que, entonces, tenía más de aventura que de competición. La isla de Ibiza también tuvo sus anónimos pioneros sobre los pedales, locos que entendieron que la bicicleta podía ser algo más que un medio de transporte. El 22 de julio de 1897 aparece una de las primeras referencias a una competición ciclista en Diario de Ibiza. “Podría tener lugar en la plaza de toros que se improvise para llevar a cabo la corrida que tenéis pensado celebrar”, aconsejó entonces el periodista a los aficionados del ciclismo, a los que en posteriores ediciones del rotativo se les tacha de problemáticos por su afición a las dos ruedas, tan incompatible con la vida mundana en el paseo de Vara de Rey de la capi105

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tal. Todavía faltaban seis años para que en la redacción del diario L’Auto se inventaran el Tour, la primera gran prueba por etapas de la historia, que ganó el deshollinador italofrancés Maurice Garin, pero el vicio de la competición ya había germinado en la isla. La pista se pierde en la hemeroteca del decano de la prensa balear hasta el año 1907. Ya comenzado el siglo XX, el periódico se pregunta sobre si el auge del ciclismo entre la sociedad no requiere una competición para que “los amateurs de dicho sport” corran de forma ordenada. Las fiestas patronales de las diferentes parroquias ibicencas se han mantenido hasta nuestros días como un auténtico pegamento social, fechas que sirven para mantener vivas muchas de las tradiciones que están tocadas de muerte por una sociedad cada vez más veloz e hiperconectada. Hace más de un siglo, Diario de Ibiza se preguntaba si no debían ser la excusa para organizar carreras ciclistas –como sigue ocurriendo actualmente– y evitar las competiciones improvisadas por tratarse de un peligro para los peatones: “Ustedes, los que con sus máquinas amenazan diariamente aplastarnos por estas calles, tienen la palabra”. Los ciclistas “aplastadores” recogieron el guante y el periodista reconoce en público su ignorancia sobre este deporte, en un estilo de redacción muy alejado al actual, con una interacción directa con el lector. En un gesto difícil de definir, entre la soberbia, el pudor por tener que airear en público su desconocimiento y la intención de animar a la participación, se ofrece un premio para el ganador de la competición: “Adelanto que pensamos ofrecerles un premio, que si no muy valioso en sí, la honrilla del triunfo haría seguramente que sea disputado”, publicó Es Diari el 20 de agosto de 1907. Eran épocas en los que ya se hablaba del empoderamiento y de la liberación de la mujer, y la bici fue un medio para tratar de conseguirlo. Las feministas la utilizaron para reivindicar su libertad, ya que el mero hecho de practicar deporte era visto como una osadía. Un insulto para muchos. Y más si para ello se utilizaban pantalones. O si se debía dejar un centímetro de piel al descubierto. Los diarios, al igual que han hecho siempre, trataban de hacer pedagogía, aunque no siempre en la misma dirección de los movimientos 106

Las feministas utilizaron la bicicleta para reivindicar su libertad

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Cuando la isla aprendió a montar en bicicleta

sociales. No todos los deportes eran “útiles para la mujer”, recoge Diario de Ibiza el 18 de diciembre de 1912. A las féminas se les recomienda “la carrera o la esgrima”. En cambio, los patines, la bicicleta y montar a caballo “debieran prohibirse a la mujer en absoluto”. No fue hasta más de dos décadas después, en 1935, cuando Angelina Torres ganó la primera carrera reservada a las mujeres enmarcada dentro del calendario oficial español. La primera mitad del siglo XX en Ibiza estuvo marcada principalmente por dos ciclistas, y en ambos casos por motivos diferentes. Pedro Martín retó a Sebastián Montserrat a una carrera de treinta kilómetros en la carretera de Sant Antoni, un pueblo que ha estado ligado a este deporte desde sus inicios, en lo que supuso la primera competición de la que hay constancia en las crónicas de la época. El reto tuvo lugar el 16 de agosto de 1925 y, por curioso que pueda parecer, Montserrat, el retado, dio cinco minutos de ventaja a Martín en la carrera. La salida se llevó a cabo pasados ocho minutos y quince segundos de las cinco de la tarde, cuando Pedro Martín apretó los dientes y desapareció en el horizonte junto al joven aficionado Francisco Costa, quien le acompañó en el esfuerzo. Montserrat, nervioso, esperó hasta que pudo partir pasados cinco minutos, cuando abandonó a los espectadores, que entonces aprovecharon para hacer apuestas sobre quién llegaría primero después de los 30 kilómetros. En esta ocasión salió victorioso el favorito, quien rebasó a Martín en el kilómetro 17 para dejarlo atrás. Le aguantó el demarraje Costa, “un joven con buenos músculos”. Era una época en la que el “fút-bol” había decaído y el ciclismo era candidato a posicionarse como alternativa a una sociedad en su mayoría rural y diseminada por las casas blancas que dibujan el particular paisaje de las Pitiüses. Que la actitud de Martín era diferente a la de Montserrat también lo evidencian las crónicas del momento. Después de retar –y pedir ventaja– a Montserrat, el perdedor de la primera carrera volvió a lanzar el guante en público a través de este medio de comunicación el 20 de agosto de 1925. En esta ocasión su objetivo era Guillermo Tur, al que ofreció elegir la distancia y el lugar para el cara a cara. Esta segunda cita nunca llegó a producirse. Pero la marca de bicicletas y coches mallorquina Bibiloni, al conocer el 107

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interés del público local, había hecho correr la voz de que ofrecería 50 pesetas en premios para repartir entre los mejores de la competición ese mismo día. Cinco fueron los valientes que afrontaron el reto, que también tuvo la carretera de Sant Antoni como punto de partida y los 30 kilómetros como distancia objetivo. Volvió a ganar Montserrat, quien estuvo seguido de Costa, Calbet, Tur y Ribetes. Mientras los ibicencos medían su ego en Diario de Ibiza, primero, y en las rudimentarias carreteras de la época, después, el Tour de Francia comenzaba a forjar su leyenda. Entonces, el ganador fue el italiano Ottavio Bottecchia, quien logró su segundo maillot amarillo de la general y cuatro etapas en la ronda gala. No volvería a ser el mejor en Francia, ya que apareció muerto en extrañas circunstancias en 1927. Todo apunta a que el socialismo de este joven analfabeto de familia humilde le acabó pasando factura en su país, pero nunca hubo una versión oficial que explicara su muerte. Casi un siglo antes de dar comienzo la Vuelta a Ibiza en mountain bike, el 11 de diciembre de 1926, ya aparecen las primeras referencias del interés turístico que pueden tener los caminos insulares y de las maravillas que tendría organizar un evento alrededor de la isla: “¿No se nota actualmente una gran inclinación al ciclismo? Pues procurar la construcción de un velódromo, organizar carreras, etc. Existe otro aspecto que no es de despreciar. ¿Qué país se presta más que el nuestro a efectuar excursiones pedestres tan agradables como serían las efectuadas a través de la isla? No puede negarse que resultarían en extremo interesantes, por la variedad del paisaje. Un viaje de circulación alrede108

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Cuando la isla aprendió a montar en bicicleta

En 1926 aparecieron las primeras referencias del interés turístico de los caminos rurales dor de la isla, por tierra, resultaría muy atractivo”, escribe Diario de Ibiza. Sebastián Montserrat seguía en el ojo del huracán. Su fanfarronería, o quizás el ser conocedor de que era el mejor ciclista del momento, le llevó a ofrecer 200 pesetas al deportista que fuera capaz de ganarle sobre una distancia de 30 kilómetros. Ya había ganado con anterioridad a José Cardona Tieta, pero no pudo resistirse a la tentación de batir en combate al que se consideraba como el mejor ciclista ibicenco. “Son muchas las personas que me han informado de que pretende ser el mejor corredor en carrera de 30 km y según sus propias manifestaciones está dispuesto a jugarse 200 pesetas con cualquier corredor de la isla para demostrárselo. Mi condición de aficionado, y como revancha por la carrera que me ganó el año pasado, estoy dispuesto a aceptar la apuesta”, escribió Tieta en junio de 1927. En agosto de 1935, un año antes de estallar la Guerra Civil española, se anuncia en el periódico una prueba que podría ser la precursora de la Carrera del Pavo que conocemos actualmente. En aquel año se anunciaba una carrera entre la capital ibicenca, Santa Eulària y Sant Carles, con premios en metálico por valor de 130 pesetas. El rastro del ciclismo aficionado desaparece después de que el dictador Francisco Franco ganara la Guerra Civil y, a partir de entonces, las referencias escritas son anuncios de las competiciones organizadas por la Falange Española Tradicionalista y de las JONS durante las décadas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta del siglo pasado. Una época gris en la que los deportistas de todo el territorio fueron utilizados como banderas de la propaganda franquista. 109

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