Divergente veronica roth

Page 208

ponen en pie como pueden y se acercan a mí. Me meto en el armario y cierro la puerta. Una solución, necesito una solución. Me hago un ovillo y me llevo la pistola a la cabeza. No puedo ganarles, no puedo ganarles, así que tengo que tranquilizarme. El paisaje del miedo registrará que se me ralentiza el pulso y respiro con normalidad, y pasará al siguiente obstáculo. Me siento en el suelo del armario. La pared que tengo detrás cruje, oigo golpes (los puños lo están intentando otra vez, están golpeando la puerta del armario), pero me vuelvo y me asomo a través del panel oscuro que tengo detrás. No es una pared, sino otra puerta. Consigo empujarla y abrirla, y veo el pasillo de arriba. Sonriendo, me arrastro por el agujero y me pongo de pie. Huelo algo que se hornea: estoy en casa. Respiro hondo y veo que mi casa se desvanece. Por un segundo, se me había olvidado que estaba en la sede de Osadía. Entonces, Tobias aparece frente a mí. Sin embargo, Tobias no me da miedo. Vuelvo la vista atrás, a lo mejor hay otra cosa en la que deba concentrarme, pero no, detrás solo veo una cama con dosel. ¿Una cama? Tobias se acerca despacio. « ¿Qué está pasando?» . Me quedo mirándolo, paralizada. Él me sonríe, y es una sonrisa que me resulta amable, familiar. Me besa y abro los labios. Aunque creía que sería imposible olvidarme de que estaba en una simulación, me equivocaba, él hace que todo lo demás se desintegre. Sus dedos encuentran la cremallera de mi chaqueta y la bajan de un solo tirón. Me quita la chaqueta de los hombros. « Oh» . Es lo único que puedo pensar mientras vuelve a besarme. « Oh» . Me da miedo estar con él. He recelado del afecto toda mi vida, pero no sabía lo profundo que era ese recelo. Sin embargo, este obstáculo no parece como los otros, es una clase de miedo distinta, pánico nervioso, más que terror ciego. Me pasa las manos por los brazos y me aprieta las caderas, deslizando los dedos por la piel que asoma por encima del cinturón. Noto un escalofrío. Lo aparto con delicadeza y me aprieto la frente con las manos. Me han atacado cuervos y hombres de caras grotescas; me ha prendido fuego el chico que casi me tira por un precipicio; he estado a punto de ahogarme… dos veces, ¿y este es el miedo que soy incapaz de superar? ¿Este es el miedo para el que no tengo solución? ¿Que un chico que me gusta quiera… mantener relaciones


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.