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LIFESTYLE: ESCAPADA
el desierto La mejor experiencia en
Ubicado en medio de las ondulantes dunas de Rub'Al Khali, el desierto de arena ininterrumpido más grande del mundo, el Qasr al Sarab Desert Resort es único en los Emiratos Árabes Unidos.
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Proporcionando un verdadero escape a las antiguas arenas que rodean Abu Dhabi, este resort es como un oasis para el cuerpo y la mente, donde los huéspedes no pueden dejar de estar encantados.
La relajación total está reservada para quienes elijan descansar junto a la piscina o disfrutar de tratamientos antiguos en el spa como, por ejemplo, los rituales de hammam marroquí, el baño turco. Mientras tanto, la aventura les espera a aquellos que deseen sumergirse en el desierto a lomos de un camello o practicar yoga bajo cielos infinitos. La cocina internacional, el té tradicional, la fragante shisha y los elegantes cócteles están disponibles en los numerosos puntos de venta de alimentos y bebidas del hotel. Y cuando finaliza el día, los huéspedes pueden retirarse a sus propios oasis privados y relajarse en habitaciones bellamente decoradas y cómodamente equipadas.
Su historia cautivante
Es una isla en el desierto, una ventana al mundo antiguo, que nos muestra cómo era vivir en tiempos remotos ahí, como una fortaleza, un palacio antiguo entre las dunas pero con todas las comodidades de este siglo.
La investigación arqueológica identificó viviendas humanas en el área que rodea a Qasr Al Sarab que datan de hace 9.000 años. El complejo está a unos 90 minutos en coche de la ciudad de Abu Dhabi y del aeropuerto internacional.
Una variedad de experiencias permiten a los huéspedes sumergirse en la cultura local y aprender un poco sobre el área y las personas que solían vivir aquí (¡todavía hay beduinos en el desierto de Liwa!).
Desde observar las estrellas hasta tiro con arco, paseos en camello, caminatas por el desierto temprano en la mañana y descubrimiento del desierto hasta una cena en una tienda beduina. Con un telón de fondo de vastas dunas, también se puede disfrutar de la cocina emiratí en una tienda beduina tradicional (y auténtica).










Un oasis para disfrutar
Qasr Al Sarab ofrece una variedad de habitaciones y villas (140 habitaciones, 14 suites y 51 villas) muchas con hermosas piscinas privadas, terrazas y todas con impresionantes vistas de las dunas ¡La duna más cercana tiene 60 m de altura!
Y, por supuesto, el valle y el abrevadero. El complejo también cuenta con amplias instalaciones para reuniones con un salón de baile con capacidad para 250 personas cómodamente. Tampoco faltan Wi-Fi en todo el complejo, así como canchas de tenis, etc.
La mejor temporada para visitarlo es de noviembre a abril.