Para descansar en el embarazo Hay almohadas de lactancia que tienen una vida útil que va más allá de la lactancia, y se pueden empezar a utilizar durante el embarazo. Sirven como cojín de descanso, también para elevar las piernas si se tienen varices o se notan pesadas, y además se pueden utilizar para apoyar las cervicales cuando se está viendo la tele, leyendo o haciendo punto. Sin embargo, están especialmente recomendadas para dormir por la noche. Durante el último trimestre es complicado encontrar una pos-
Para aprender juntos Acomodarse en el sillón para dar su toma al bebé es un momento muy importante del día para cualquier madre. Sin embargo, es especialmente relevante durante el primer mes. Después del parto puede que resulte más cómodo dar el pecho tumbada, pero a medida que se recupera la energía se irán probando diferentes posturas hasta que la lactancia quede establecida correctamente. Para prevenir la aparición de grietas es fundamental que el bebé mame en la postura correcta (ver el capítulo dedicado a la lactancia en la sección Todo para el bebé). La mamá y el bebé están en su luna de miel y necesitan intimidad y tiempo para conocerse y aprender juntos a mamar y a amamantar. Cada bebé tiene su temperamento, y unos se mostrarán más entusiasmados que otros. Igual que cada mamá: para unas será aparentemente más sencillo que para otras, pero es probable que casi todas tengan que enfrentarse a dificultades en algún momento de la lactancia. Las matronas aconsejan tener a mano el teléfono de un grupo de apoyo a la lactancia de tu zona desde antes del parto, para poder contar con su ayuda cuando la necesites.
tura cómoda en la cama. Además del gran tamaño del abdomen, los cambios hormonales y las preocupaciones propias del embarazo y el parto suelen hacer difícil conciliar el sueño. Se recomienda que la mujer duerma de lado, y mejor con las piernas flexionadas. Esta postura lateral favorece la digestión y la circulación sanguínea y alivia la tensión de las lumbares. Y si hay que elegir, los médicos recomiendan que se duerma sobre el lado izquierdo, para evitar apoyarse sobre la vena cava,
que está en el lado derecho y es la responsable de que la sangre retorne desde las piernas hasta el corazón. La almohada de lactancia puede colocarse entre las piernas y utilizarse como apoyo, incluso dormir abrazada a ella. Es cuestión de ir probando hasta que se adapte al cuerpo y facilite el descanso.
Para cuando el bebé crece Además de utilizarla para dar el pecho al pequeño, hay almohadas de lactancia que se pueden utilizar para sus ratos de juego, a medida que van creciendo y desplegando su psicomotricidad. Cuando empiezan a sostenerse por sus propios medios se les puede sentar en ellas y utilizarlas como si fueran un pequeño sillón; también antes, cuando son más pequeñitos, se les puede tumbar sobre la almohada para que descansen. Cuando empiezan a desplazarse con autonomía les puede servir como estímulo para gatear, y subirse a ella.
Para que papá le dé el bibe La lactancia materna no es la única que requiere relajación. También cuando se utiliza el biberón es preciso evitar las ten-
siones. Si el peso del pequeño se apoya en la almohada, la espalda del adulto que le alimenta lo agradecerá. Así el papá podrá disfrutar de una lactancia feliz cuando le toque a él ofrecerle las nutritivas tomas al pequeño.
16 semanas
de lactancia materna... ¿y luego?
Las madres suelen enfrentarse con incertidumbre a la vuelta al trabajo. No tienen claro qué tal se organizarán con el pequeño, dudan si estará en buenas manos, aunque sean expertas y amorosas; y si le están dando el pecho, se plantean qué hacer: ¿seguimos amamantando o nos pasamos al biberón? Los expertos aseguran que volver al trabajo es compatible con la lactancia materna, y las mamás que ya lo han probado también, aunque muchas han optado por alargar al máximo su baja, bien juntando las horas de lactancia, bien acumulando días de vacaciones, o bien pidiendo un tiempo de excedencia, si se lo pueden permitir.
345