DESCUBRIENDO EL MUNSTER | IRLANDA
El Hotel Longueville House, mansión de estilo georgiano de 1720, cuenta con 20 habitaciones de exquisito gusto.
de salmón y trucha marrón en el río Blackwater y paseos por los huertos, parques y jardines de la propiedad. Su restaurante, presenta un menú que ofrece productos frescos de su huerto propio, de su granja y el río, y la cocina está supervisada por William O’Callaghan, una combinación que es ampliamente recomendada en varias guías de gastronomía. Incluso hay una sidra artesanal con el nombre de la finca, y fermentada en el lugar a partir de manzanas cosechadas en el huerto. Parte de la sidra se destila en el estilo de calvados, para convertirse en Longueville House Apple Brandy. Longueville tiene 20 suntuosas habitaciones estándar y deluxe, todas decoradas individualmente y con muy buen gusto en el estilo de una casa de campo tradicional irlandesa. La sensación a la primera hora de estar instalados aquí es que nos hemos trasladado gratamente a otra época en un viaje en el tiempo donde el reloj pasa lentamente.
CUARTO DÍA: DE REGRESO Nos despedimos de esta casa de campo con cierta pena, ya que sabemos que es nuestro último día en esta región de Irlanda que nos ha dejado una agradable sensación. Pocas veces nos hemos sentido tan bien acogidos; a pesar de nuestro inglés básico entenderte con la gente no es ningún problema, y eso te demuestra que cuando hay voluntad por ambas partes, el idioma nunca es un problema. Casi nos atreveríamos a decir, que la gente de esta zona es la más mediterránea que podremos encontrar en el país. Así pues, es hora de coger el coche y dirigirnos hacia el aeropuerto de Dublín otra vez; tenemos 3 horas por delante. Siempre podremos programar alguna visita corta por el camino de regreso, aunque debemos calcular el tiempo de devolución del coche, el check‐in y las posibles contingencias imprevistas del camino. QTRAVEL Digital 97