Patrimonio 69

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10 € ENE-ABR 2020

69 Revista de patrimonio y turismo cultural

VILLAMORÓN Una catedral en el desierto

EL REAL FUERTE DE LA CONCEPCIÓN esplendor, ocaso y renacimiento

VENCER LA DESPOBLACIÓN

desde la acción



PRÓXIMO NÚMERO PORTUGAL país hermano

100 AÑOS del Museo Numantino

FLANDES colores intensos


MAESTROS FLAMENCOS 2018-2020

Itinerario cultural: “Flandes: los colores de Van Eyck” Del 18 al 22 de marzo Salida desde Madrid

© www.lukasweb.be - Art in Flanders vzw, Rubenshuis, Antwerpen © Lowie De Peuter & Michel Wuyts, Royal Museums of Fine Arts Belgium, Brussels photo J. Geleyns - Ro scan

RUBENS – BRUEGEL – VAN EYCK

VISITFLANDERS

maestrosflamencos.com Más información y reservas: info@culturviajes.org /91 522 12 62 (ext.2)


Edición: Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico Dirección de la revista: Lucía Garrote Consejo editorial : Víctor Manuel Álvarez Gutiérrez, Zoa Escudero Navarro, Lucía Garrote Mestre, Carmen Molinos Zumel, Jaime Nuño González y Juan Carlos Prieto Vielba

Las personas somos patrimonio

Redacción: Maximiliano Barrios, Zoa Escudero, Jaime García, Joaquín García, Lucía Garrote, Alejandro Martín, Carmen Molinos, Jaime Nuño Colaboraciones: Asociación de Amigos de Villamorón, Jesús Álvaro Arranz, Joaquín Alcalde, Sergio del Molino, Jorge González, Pedro Hombría, Pedro Moreno, Cristina Párbole, Javier Prieto, Tais Roldán, Jose Carlos Sanz, Carles Sánchez, Sonia Sánchez, Miguel Sobrino, Miguel Ángel Troitiño, Daniel Yordanov Fotógrafos: Marce Alonso, Jesús Mª Caramanzana, Chuchi Guerra, Imagen Mas, Albert Oliveras, Javier Prieto, Sercam Maquetación: porENDE estudio gráfico Impresión: Gráficas Eujoa ISSN: 1578-5513 versión impresa ISSN: 2386-5741 versión electrónica Depósito Legal: P-62-2015 Fe de erratas: Sobre la revista anterior, en la pág.45 el nombre correcto de la entidad citada es Fundación Vivanco, no Fundación Dinastía Vivanco. En la pág.51, en el pie de foto del busto, se indica incorrectamente que fue hallado en la parroquia de Quintana del Marco (León), cuando en realidad llevaba allí desde el siglo XVIII. Realmente esta cabeza robada de Marco Aurelio fue hallada en Alcolea del Río (Sevilla). Foto de portada: El patrimonio es un recurso clave para combatir la despoblación. Castillo de Tiedra. Foto: Chuchi Guerra. Interior de portada: Capitel de la iglesia de Villamorón (Burgos). Foto: Sacris

Esta revista ha recibido una ayuda a la edición, del Ministerio de Cultura y Deporte, para su difusión en las bibliotecas públicas del Estado, para la totalidad de los números del año 2019

Aguilar de Campoo Centro Tecnológico del Patrimonio Avenida de Ronda, 1 // Aguilar de Campoo (Palencia) 979 125 000 Madrid C/Infantas 40, 2º dcha // 28004 Madrid 915 221 262 Valladolid Casa Luelmo // C/Ancares s/n // Valladolid 983 219 700

www.santamarialareal.org

En un mundo tan deshumanizado vale la pena pararse a pensar en el valor de las personas. Empatizar con los sentimientos de hombres y mujeres que viven realidades diferentes a la nuestra. Valorar los oficios, las luchas, los pensamientos. En esta revista veremos muchas caras, algunas fotografiadas desde distintas perspectivas, algunas, con gesto serio, otras con una sonrisa firme. Habrá páginas que hablen de las labores realizadas por grupos de personas que luchan por sobrevivir en un mundo rural. Las personas somos un patrimonio único, con nuestros conocimientos y nuestra experiencia acumulada. Nadie es imprescindible, pero cada uno de nosotros dejamos una peculiar huella, somos pequeñas grandes obras de arte… Se habla en este número muy especialmente de la despoblación, y hemos querido contar con la opinión de dos grandes expertos en la materia, Sergio del Molino, el autor de «La España Vacía» que ha despertado algo que estaba latente y a punto de salir a la luz provocando una auténtica revolución, y Miguel Ángel Troitiño, todo un referente en geografía humana, catedrático de la Las personas somos un Universidad Complutense de Madrid, que patrimonio único, con nuestros conocimientos lleva más de treinta años investigando el y nuestra experiencia territorio, patrimonio, turismo y paisaje. acumulada. Ninguno Hemos contado también con dos profesomos imprescindibles, sionales que trabajan en el arte de reconspero cada uno de truir nuestro pasado, uno, con herederos nosotros dejamos una peculiar huella, somos en su profesión, y recientemente nominapequeñas grandes do al premio Princesa de Asturias de las obras de arte Artes, el vidriero Carlos Martín de Pablos, y el otro, Rodrigo de la Torre, que se dedica a la dura profesión de la cantería. Dos profesiones tradicionales que sobreviven de milagro con una enorme complejidad. Y queríamos dar voz a los protagonistas. A los que cada día dan visibilidad al mundo rural. No son pocos, tienen muchas iniciativas, y quieren más. Iniciativas, todas ellas que alientan y protegen al tiempo al patrimonio histórico porque las personas están ligadas a sus raíces y, como dice del Molino, «los afectos son el eje de nuestra identidad». Si no queremos y conocemos a las piedras que nos rodean, desaparecerán. El Hueco, el Bloque Joven Rural o la Huella Románica son tres iniciativas ejemplares que van a dar mucha guerra. Experiencias también de personas que viven sus pueblos, de actividades culturales de un pasado reciente aplicadas al mundo rural con un presente de dudosos resultados y un futuro que depende de todos nosotros, de catedrales en desiertos, de cascos históricos colapsados de día y vacíos de noche, de pueblos sumergidos de los que aún quedan fantasmas, de lugares con éxito gracias a las estrellas. De todo ello encontrarás pistas si nos lees.


CARLOS MUÑOZ DE PABLOS

EL REAL FUERTE DE LA CONCEPCIÓN

Pintor de vidrieras

Esplendor, ocaso y renacimiento

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PATRIMONIO DE CINE

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CANTERO AL SERVICIO DEL ARTE

Réquiem por un pueblo español

Un oficio ¿en extinción?

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LA PENÍNSULA TRISTE Granadilla, una larga agonía para un pueblo acosado por las aguas

VILLAMORÓN Una catedral en el desierto

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LA RURALIDAD IDEALIZADA La visión romántica de vivir en un pueblo

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¿QUIÉN LE PONE EL CASCABEL AL GATO? La Difusión del Patrimonio en el mundo rural

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TIEDRA Entre la tradición y la innovación

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MIGUEL ÁNGEL TROITIÑO

VENCER LA DESPOBLACIÓN

LA MIRADA DEL ARTISTA

Conversación sobre «geografía del patrimonio»

...desde la acción

Movimientos independentistas en la España contemporánea

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SERGIO DEL MOLINO

NOTARIOS DEL TIEMPO

¿PARQUES TEMÁTICOS?

LA SEDE DE ÉGARA

Entrevista

Sant Romà de Sau

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Disfraz y supervivencia de la arquitectura histórica

Ocupación del territorio, arqueología y paisaje

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Pedro Hombría Fotografías: Chuchi Guerra

CARLOS MUÑOZ DE PABLOS, PINTOR DE VIDRIERAS


Converso con el hombre que siempre va conmigo, quien habla solo espera a Dios hablar un día, mi soliloquio es plática con ese buen amigo que me enseñó el secreto de la filantropía. Antonio Machado Retrato

Otear la Vera Cruz a la caída de la tarde desde la casa de Velarde de Segovia entre libros de saberes y de iconos viendo su imponente figura recortada en contraluz mientras Bach pauta sin interferencia su armonioso discurso es un recuerdo poderoso, inolvidable. Acaso la mejor apreciación, más rica y matizada que un currículo al uso, para definir a alguien que viste hábitos de gremio antiguo, amor a la belleza clásica, erudición jacobina y trazos machadianos. En el principio fue la luz. Pintores, escultores, arquitectos quieren tenerla de su parte, hacer de ella sustancia expresiva. El pintor trata de atrapar luz y color, forma y sombra, en un soporte -papel, lienzo, yeso, cerámica, madera, metal-, elige, en general, formato y marco y aplica, según arte, los pigmentos apropiados para el soporte, con técnicas bien conocidas: acuarela, temple, encáustica, guache, esmalte, óleo. No es ocioso recordar que etimológicamente arte y técnica son un mismo concepto. Al de vidrieras, formato, marco y soporte le vienen dados. El cielo le regala su luz; regalo envenenado, caprichoso, que muta a cada instante: latitud, orientación, hora, estación, nubosidad, vegetación, sombras de otros edificios, un rompecabezas de mil piezas. El color no sigue las leyes de reflexión. La voluble dama atraviesa una lámina-varias, en el plaqué-, de vidrio de un color -todos; el ojo nos engañe-, depende de los componentes -arena de sílice, carbonatos sódico y cálcico en principio, pero saben más en el Centro del Vidrio del C.S.I.C.-, el tipo y combustible del horno, la temperatura de fusión y el procedimiento de manipulación; soplado, moldeado, laminado, flotado. Dos mil quinientas piezas. Carlos Muñoz de Pablos, pintor de vidrieras | 5


Una cuestión muy técnica La sombra se llama grisalla. Las grisallas, en frío o para horno, modifican el color base de modo irreversible. Como en la acuarela, si se falla, se desecha. Luego vienen otros pigmentos, parecidos a los de cerámica. El más importante es el prodigioso amarillo de plata gracias al cual se logran las fascinantes carnaciones renacentistas. Para las cinco mil piezas, sólo faltan tres aspectos: despiece, ensamble y montaje. El despiece de las más antiguas viene regido por los manchones, cilindros de vidrio soplado cortados por la arista y aplanados. Las demás, por el dibujo magistral de despiece del pintor de vidrieras. Aquí se plasma su maestría, en el dibujo en papel a tamaño real, del despiece de vidrios cuyo color, grisalla y pigmento sean homogéneos. El procesamiento, individualizado, de cada pieza da materia para muchos tratados, que los hay: elección de vidrio, grisalla, horneado y enfriamiento según arte, con las consecuencias que lleva aparejadas. Siempre en la cara interior, a la que también se aplican después los pigmentos, salvo excepciones. Las consecuencias se resumen así: exterior, algas, hongos, líquenes, bacterias y otros seres vivos, incluso vándalos; interior, condensación, polvo, humo de las velas. Siete mil quinientas piezas. El ensamble sigue el diseño. Se insertan y ajustan las piezas en perfiles de plomo soldados con estaño que las protegen de impactos, evitando desportillados, grietas o la fractura total. Sencillo en apariencia, pero también hay tratados; baste decir que el estudio metalográfico y de disposición de los perfiles permiten datar una vidriera. En la restauración científica no se sustituyen los plomos, se regeneran o emulan. El montaje se lleva a cabo en bastidores metálicos, sencillos o dobles si se precisa una protección térmica, con refuerzos para el viento y los impactos. Diez mil piezas.

Una tradición gremial Todo esto y más he aprendido de Carlos. En estudio y taller, en mesa compartida y en andamios de fortuna: Salamanca, Valpuesta, Miraflores, Condestable, Segovia. La interacción de creación y restauración puede generar esquizofrenia o, como el Sueño de la Razón, monstruos. Es difícil deslindar arqueología y arqueologismo, homenaje al pasado y plagio, el falso histórico. Viollet-le-Duc, odiado por igual por ruskinianos y arqueologistas, amó apasionadamente la construcción medieval. Tal vez por eso cayó en la tentación de emularla. Desde nuestra atalaya del xxi podemos -debemos, a mi entender-, disfrutar en lo que valen las imposturas de Nôtre-Dame y Carcassonne, como lo que son, insuperables lecciones de estilo, fruto de investigación en archivos y aprendizaje a pie de obra; despreciarlo sería cicatería. Carlos, ejerce de gramsciano: conjuga teoría y práxis, aplica en su creación lo aprendido al restaurar. Parte con la ventaja de conocer materiales y técnicas según la tradición gremial: de aprendiz a oficial, de oficial a maestro, es decir, que sabe enseñar. Además de Pablo y Alfonso, una lista interminable en la que, humildemente, me incluyo. Es como un árbol de raíces profundas que extrae savia de la tierra y florece en palabras, imágenes y luz. 6 | Carlos Muñoz de Pablos, pintor de vidrieras


Carlos MuĂąoz de Pablos, pintor de vidrieras | 7


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Carlos MuĂąoz de Pablos, pintor de vidrieras | 9


El montaje se lleva a cabo en bastidores metálicos, sencillos o dobles si se precisa una protección térmica, con refuerzos para el viento y los impactos. Diez mil piezas. 10 | Carlos Muñoz de Pablos, pintor de vidrieras

El maestro pintor de vidrieras Jose Carlos Sanz


En los procesos de recuperación y restauración de vidrieras, junto con los nuevos proyectos de pinturas en vidrio contemporáneas, se preserva una cualidad inmaterial de ciertas arquitecturas paradigmáticas. Para Le Corbusier la arquitectura era el juego sabio y magnífico de la luz sobre las formas. Para Carlos Muñoz de Pablos, quizá, la materia tenue con la que ha construido un universo propio, también para y con sus dos hijos, colaboradores y depositarios de unos conocimientos valiosísimos, con una vocación incuestionablemente universal. Dentro de una tradición milenaria, son hombres de su tiempo y señores de una materia inasible estelar, junto con las sombras asociadas, como nos recuerdan. En Japón existe un tipo de significación para personas de especial relevancia, en su oficio o en su arte, denominados tesoros vivientes. Esta distinción no tiene por objeto premiar o gratificar al personaje. Se trata más bien de un reconocimiento por parte de la sociedad de su singularidad, comunidad que es ensalzada y honrada por contar con ellos. Aquí sería el caso. Desde la sencillez, desde la mirada cálida y la palabra fluida, sosegada e hipnótica, está la maestría de una monumental experiencia vital y artística. Alguien que da suma importancia a lo «radical», pues en la raíz de las cosas, según nos dice, está el secreto de su significado y de su proyección.

Carlos Muñoz de Pablos, pintor de vidrieras | 11


EL REAL FUERTE DE LA CONCEPCIร N (Aldea del Obispo, Salamanca)

esplendor, ocaso y renacimiento

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Jesús Álvaro Arranz Mínguez Fotografía: Jesús Mª Caramanzana Carrera y SERCAM, S. COOP.

Sensaciones Semienterrado en una cota elevada, oculto a plena vista, no resulta fácil descubrir esta fortificación dieciochesca que se levanta en la frontera hispano-portuguesa, junto a las localidades de Aldea del Obispo y Vale da Mula. Esta sensación de «invisibilidad» es, quizá, la primera que retiene el visitante que se acerca al Campo de Argañán en busca de la referida fortaleza, una de las escasas construcciones de este tipo que se levantaron en Castilla y León. El fuerte nace, pues, para la defensa del reino frente al siempre presente enemigo portugués.

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Una segunda sensación que acosa al viajero es la de «soledad». Frente a las ciudades protegidas por defensas abaluartadas —Ciudad Rodrigo, Almeida o Puebla de Sanabria por ejemplo— donde la vida sigue su discurrir cotidiano, La Concepción no deja de ser un acuartelamiento perdido en medio de ninguna parte. Dejando de lado su evidente posicionamiento estratégico que respondía a la geopolítica de la época, en la actualidad sus sólidas estructuras abandonadas por la indolencia del tiempo y la nulidad de su antigua finalidad, donde los lugareños apenas se descuelgan por aquellos predios señoreados por el ganado, al caminar entre sus ruinas cubiertas de zarzas y atendido solo por el arrullo de los pájaros, el excursionista se apabulla ante la inmensidad del silencio y de los edificios ciclópeos. Y, a pesar de ello, la «belleza» del monumento es innegable. La impresión cuartelera se desvanece ante la presencia de la Historia, ante la sobriedad del conjunto, la simetría de cuerpos, la rectitud de líneas… en definitiva, ante su geometría. La poliorcética —el arte de fortificar— del conjunto impresiona si te encuentras al pie mismo de las cortinas o frente al foso, pero no tanto como si contemplamos la fortificación a 14 | El real fuerte de La Concepción

vista de pájaro. «La custodia del Campo de Argañán», como se conoce popularmente al fuerte, es toda una orquestación de sucesivas puntas de estrella que se van extendiendo en oleadas concéntricas. El Fuerte de La Concepción es uno de esos lugares que permiten al viajero ensimismarse en su contemplación, donde la imaginación vuela por sí sola e, incluso, permite soñar con historias pasadas y con otras gentes a la vez tan iguales y tan diferentes a nosotros.

Un poco de Historia Durante milenios el concepto de defensa de la ciudad era sinónimo de protección del territorio. Como señala Fernando Rodríguez de la Flor en su estudio sobre La Frontera de Castilla existía una clara identificación entre vida urbana y fortificación, siendo esta última la garantía del desarrollo de la ciudad, máxime si se localiza en una zona fronteriza, como es el caso del municipio salmantino al que inevitablemente se asocia el Real Fuerte, configurando un «ideal» defensivo del territorio. Así que la evolución de La Concepción fue paralela e interdependiente con Ciudad Rodrigo.

En este sentido y a instancias del cabildo de la mencionada urbe que solicita a José Patiño, ministro de Felipe V, la «reconstrucción» del Fuerte de la Concepción, el coronel e ingeniero Pedro Moreau presenta en 1735 un informe a la Corona sobre el estado militar en que se encuentra el Campo de Argañán. En el mismo realiza un estudio del territorio con el fin de determinar los puntos susceptibles de ser fortificados para la defensa de la raya limítrofe. De la Flor apunta que Moreau «encuentra una comarca ruinosa y despoblada y que las obras de fortificación a realizar están encaminadas a la estabilización territorial que permitirá el regreso o nuevo asentamiento de habitantes, la mejora de las condiciones de vida y la consiguiente pujanza económica de la zona». Hemos hablado de «reconstrucción» del Fuerte de la Concepción a propósito del informe de Pedro Moreau. Esta recuperación se debió a que las ruinas que pueden contemplarse hoy en día corresponden a una segunda etapa en el desenvolvimiento o devenir de la fortaleza. Cuando el coronel Moreau recorría la tierra de Ciudad Rodrigo por aquellos años del siglo xviii aún se conservaban los restos de un primer fuerte de La Concepción o de Osuna, como también se le denominaba.


El nacimiento del Real Fuerte está directamente relacionado con la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668) en la que se confirmó la independencia de Portugal. Desde un punto de vista militar, la guerra con los lusitanos consistió en escaramuzas fronterizas, razias, golpes y contragolpes de escasa importancia excepto en la zona extremeña. La desgana de España, ocupada en otros conflictos que se juzgaban más importantes, desatendió la frontera castellana y el insuficiente ejército portugués, que no les permitía mayores avances, enquistó una guerra a la que se pone fin con el Tratado de Lisboa, en el que Portugal obtiene el reconocimiento a su independencia. Y es en ese ambiente bélico cuando, casi finalizado el conflicto, se plantea la construcción de esta fortaleza. El 8 de diciembre de 1663 —festividad de la Inmaculada Concepción y de ahí su nombre— es el día señalado para el arranque de las obras de La Concepción, como indica en carta dirigida al rey el propio Duque de Osuna, gobernador de la Frontera de Castilla. Parece que la posición estratégica de Aldea del Obispo como uno de los escasos pasos naturales entre España y Portugal animó a los ingenieros del duque a plantear este

lugar como plaza principal de una primera línea defensiva. A primeros de julio de 1664 las tropas españolas sufren sonada derrota durante el cerco a la población portuguesa de Castel Rodrigo y obligadas a una rápida retirada y refugio en La Concepción y en Ciudad Rodrigo. Osuna es destituido y se nombra como nuevo gobernador de la Frontera a Juan Salamanqués. El Consejo se muestra favorable a la demolición del fuerte de Aldea frente a la opinión del propio duque: «A los habitantes de la zona les será desconsuelo demolerles una plaza de tal calidad que no tiene Vuestra Majestad otra tan real y tan regular en todas las fronteras de Portugal». Pero el 4 de noviembre de 1664 el nuevo gobernador informó de la demolición del fuerte: «En veinticuatro horas se ejecutó todo, sin que hubiese quedado estaca ni cuartel que no se quemase». En esa fecha se dio fin al primer Fuerte de la Concepción. Prevaleció la opinión del Consejo de Guerra sobre el supuesto error táctico que suponía mantener una plaza tan avanzada y expuesta al enemigo. Las ruinas del Fuerte de Osuna estuvieron «abandonadas» durante cerca de sesenta años. Sin embargo, en la Guerra de Sucesión (1701-1713) que se inicia tras la

Desde 1824, cuando los soldados desaparecen definitivamente, hasta que en 2012 se abra un establecimiento hotelero en el edificio principal, han transcurrido 190 años de abandono y destrucción.

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muerte de Carlos II, sin descendencia, y cuya corona ocupa el Borbón Felipe V, la plaza tuvo un relativo protagonismo. Entre 1703 y 1706 el francés duque de Berwick lo ocupó con sus tropas y en aquel mismo periodo fue tomado por el ejército de lord Galway en su avance hacia Salamanca. Estos hechos hacen plantearse el interrogante de cómo de efectiva fue la demolición de la fortaleza que D. Juan Salamanqués realizó en 1664. Hacia 1735 con la redefinición del dispositivo de defensa peninsular impulsada por el ministro José Patiño, el interés por el fuerte se acrecienta, por ser esta zona indefensa de la Frontera de Castilla paso habitual de los ejércitos portugueses y sus aliados ingleses. Patiño se empeña en la reconstrucción frente a las constantes dificultades económicas del Estado y a la vieja duda de que desde un punto de vista estratégico sostener una plaza tan adelantada es poco conveniente. La determinación del ministro facilitará la reconstrucción del Real Fuerte, pero las obras se dilatarán casi treinta años. Por el contrario, este largo periodo de tiempo permitirá una continua evolución y perfeccionamiento técnico, trabajando en el mismo los expertos más cualificados e innovadores de la época. En la década de 1750 se impulsarán de nuevo las obras, pasan nuevos ingenieros como Giraldo de Chaves en cuyo informe elaborado en 1756 ya se visualiza el fuerte prácticamente como ha llegado hasta nosotros. También se intuye que los periodos de semiabandono de la plaza, con poca dotación militar, debieron ser frecuentes y, asociados a ellos, el deterioro de las instalaciones. A esta fase de tranquila inactividad bélica le sucederá otra en la que La Concepción se verá envuelta en una espiral que acabará

La custodia del Campo de Argañán, como se conoce popularmente al fuerte, es toda una orquestación de sucesivas puntas de estrella que se van extendiendo en oleadas concéntricas.

con su destrucción parcial y posterior abandono: la Guerra de la Independencia (18081814). La conquista de Portugal encargada por Napoleón al mariscal Massena en 1810 preveía la toma de las plazas de Ciudad Rodrigo, el Real Fuerte y Almeida, con el fin de garantizar los suministros para el abastecimiento de la tropa. Tras la toma de la primera, el general inglés Crawford, que mantenía su cuartel en La Concepción, decide el repliegue y procede a su voladura el 20 de julio de 1810, destruyendo las partes principales de su sistema defensivo. No obstante, Massena lo mantendrá como cuartel general. Aún en 1811 sirve de base a la caballería inglesa en el enfrentamiento de Fuentes de Oñoro. El general Castaños residirá en la plaza en 1812, pero en 1824 se abandona definitivamente. Al poco comenzará el expolio del fuerte para construcciones en la vecina Aldea. En 1867 pasa a manos particulares y su primer propietario lo sigue explotando como cantera. El 6 de agosto de 1992 la Junta de Castilla y León lo declara Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento. Ello no implica una intervención directa en el mismo, que sigue en manos privadas, pero sí una importantísima normativa de reconocimiento y protección del que antes carecía.

Renacimiento Quizá hablar de «renacimiento» de La Concepción sea excesivo, pero simplemente con tener presente que desde 1824, cuando los soldados desaparecen definitivamente, hasta que en 2012 se abra un establecimiento hotelero en el edificio principal, han transcurrido 190 años de abandono y destrucción. Desde aquí solo pretendemos hacernos eco de las reivindicaciones que ha manifestado la sociedad civil salmantina que podríamos resumir en tres propuestas principales: detención del abandono secular que padece el fuerte, consolidación de la ruina para evitar su deterioro y el acceso y disfrute libre por parte de cualquier visitante interesado. Estas breves líneas son deudoras de los trabajos elaborados por tres estudiosos de enorme relevancia para el conocimiento de La Concepción: D. Fernando Rodríguez de la Flor Adánez, D. Ángel de Luis Calabuig, y por supuesto, mi entrañable amigo D. José López Carretón, que durante muchos años fue maestro en la escuela de Aldea del Obispo. En reconocimiento a su labor y desvelos.

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LA PENÍNSULA TRISTE GRANADILLA, UNA LARGA AGONÍA PARA UN PUEBLO ACOSADO POR LAS AGUAS Javier Prieto Gallego Texto y fotografías Desde las almenas del castillo de Granadilla no se distingue bien si el embalse de Gabriel y Galán incluye entre sus aguas un mar de lágrimas invisibles. Tampoco la amargura que envuelve todas y cada una de las piedras de este pueblo como el recubrimiento duro de una almendra garrapiñada. Desde las almenas, lo que se ve es el escenario idílico de un

pueblo amurallado, uno de los recintos fortificados mejor conservados de España reposando al sol de los lagartos. En alto, sobre una loma pizarrosa que antaño fue dominadora, Granadilla extiende su esqueleto de calles sin vida en una lengua de tierra a la que el agua cercó por todas partes menos por una: la del alma de sus habitantes que aún la lloran.

En ocasiones el progreso de unos muchos se aúpa sobre el sacrificio de unos pocos. Y pocas veces se ve tan claro, a nada que uno indague, como en este caso.

A Granadilla el destino le empezó a dar malas cartas el día en el que comenzó a hablarse de la construcción de un embalse que remansará las aguas del Alagón con el fin de abastecer regadíos donde hasta entonces solo había secano. El primero de los proyectos data de 1902 y en él solo se pensaba en un pequeño represamiento de la cuenca alta del Alagón, que no hubiera tenido ninguna repercusión en Granadilla. Pero el destino siguió su curso, y en sucesivos proyectos se fue viendo que la inundación podía llegar a ser más importante y productiva si el remanso se hacía en el curso medio de ese río y en el entorno inmediato de Granadilla y Guijo de Granadilla. Es así como se llega, tras sucesivos proyectos y replanteos al que, en 1955, dictaba la sentencia de muerte en vida para los más de 1.120 vecinos que habitaban entonces la localidad: un Acuerdo del Consejo de Ministros, el 24 de junio de 1955, decretaba la expropiación forzosa del término municipal para su inundación por las aguas del Pantano de Gabriel y Galán. Hasta aquí, podría ser la historia dolorosa pero común a tantos pueblos desaparecidos bajo las aguas en aquel periodo histórico en el que se primó la construcción de embalses con los que saciar la sed de una España reseca a costa del sacrificio de una España inundada. Pero lo que hace de Granadilla un caso especial es que las piedras de sus casas no


En ocasiones el progreso de unos muchos se aúpa sobre el sacrificio de unos pocos. Y pocas veces se ve tan claro, a nada que uno indague, como en este caso.

18 | La costa amalfitana

llegaron nunca a reposar bajo las aguas. Una circunstancia que, lejos de mitigar el dolor que produjo tanto exilio forzoso, lo que hizo fue prolongar sin fecha una agonía que parecía no tener fin. Ni sentido alguno. La causa del disparate parece estar en los errados cálculos de los ingenieros que modificaron el proyecto a última hora sin tener en cuenta las cotas de inundación finales. O, al menos, por no comunicarlas con claridad desde el primer momento a todos los afectados. El caso es que, sin una fecha final para el abandono del pueblo, la vida entre sus calles se fue extinguiendo poco a poco. De una u otra forma, la inundación se llevó enseguida por delante la vega fresca y fértil que daba de comer a muchos de ellos. También el orgullo de una dehesa traspasada de generación en generación durante siglos. Así que, sin lugar para el ganado y sin tierras que cultivar, la puerta principal de este recinto amurallado, que conservó la tradición de abrirse y cerrarse cada día hasta el siglo XX, comenzó a ser el lugar de parada al que llegaban los camiones de la mudanza para cargar en su caja enseres y chiquillos. También el lugar de las despedidas amargas de quienes, después de compartir una vida de penas y alegrías, trabajos y festejos, tenían la certeza de no volver a verse nunca más. Tras la partida de los camiones, el ambiente de la despedida se tornaba duelo. Silencio y desolación para los que se iban quedando. Una casa más vacía. Un hueco en el banco de la iglesia. Persianas bajadas. Un pupitre huérfano. Evidencias de que el futuro anidaba ya en otra parte. Los desahucios se prolongaron hasta 1965, en que el municipio «desapareció» por

Decreto. Mientras tanto, la muerte lenta de Granadilla había sido inducida por la Administración con los modales torpes y dolorosos que aún recuerdan quienes entonces eran niños o jóvenes. Poco a poco se retiró al médico, al maestro, al cura. A medida que las aguas anegaban tierras, se prometían dineros que nunca llegaban o llegaban tarde o llegaban mal. Hasta darse el desatino de que muchos de los más reticentes al exilio tuvieron que alquilar a la Confederación Hidrográfica del Tajo las viviendas que habían sido suyas mientras esperaban la llegada de unas indemnizaciones perdidas entre papeles. Para muchos, lo más doloroso fue tener que exhumar los restos de sus familiares del cementerio y sacarlos de allí en barca antes de que las aguas los convirtieran en náufragos de tierra adentro. Para otros, fue el momento en el que quedó claro que a Granadilla le había llegado su hora final. Pero las aguas nunca llegaron a rozar sus murallas. Mientras acababan por detenerse donde ahora están, la diáspora se consumó para sus habitantes en lugares tan distantes como Madrid, Pamplona o Avilés. O más cercanos, como Plasencia, Hervás o el poblado de colonización de Alagón del Caudillo (hoy Alagón del Río) al que fueron a parar muchos de ellos. Estos últimos sumaron al dolor del desarraigo el desagravio de llegar a un lugar en construcción. La tierra prometida, un lugar en el que rehacer la vida tras la tragedia, era, más que otra cosa, tierra removida. Y de mala calidad. La llegada de los colonos pilló a los constructores en plena faena. A falta de casas en las que vivir, se improvisaron barracones con tejados de cartón recubiertos de brea. Brea que se derretía con los calores del estío extremeño cayendo a churretones sobre las camas y cartón que, perdida la capa protectora de la brea en el verano, era incapaz de detener las lluvias del invierno. Un despropósito al que sumar, como si todo hubiera sido el mal sueño de una tragedia repentina, la falta de escuela, de las infraestructuras necesarias para el prometido regadío, casas a medio levantar y una urbanización que tardaría años en verse rematada. Tanto, que no fueron pocos los viejos que entre la pena y la desazón murieron antes de verlo, por fin, acabado. Las primeras viviendas comenzaron a entregarse a partir de 1960. La luz eléctrica llegó en 1964. Y el agua corriente, en 1969. Y así fue como Granadilla fue quedando suspendida en un hueco del tiempo, asomada a un mar pensado para traer prosperidad y alegría a algunas de las zonas más productivas de toda la cuenca del Tajo. Mientras a los pueblos vecinos iban llegando la luz y el agua, Granadilla quedó


al margen de la modernidad, perpetuando para siempre su imagen de noble enclave medieval enredado, entre zarzas y puertas desvencijadas, en una maldición de cuento. Y así, el silencio, la maleza y el pillaje camparon a sus anchas tras las murallas hasta que un giro inesperado de ese destino caprichoso y cruel volvió a mostrar sus cartas: en 1980, 15 años después de quedar vacío, fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. Las miradas volvieron a fijarse en él. Los tiempos eran nuevos y las sensibilidades también. Granadilla entró a formar parte del «Programa de recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados», un programa que se ha mantenido desde su puesta en marcha en los años 90 del pasado siglo y cuyo objetivo es acercar el mundo rural a jóvenes de entornos urbanos, estudiantes de ESO, Bachillerato, Formación Profesional o Estudios Artísticos. Granadilla (Cáceres), Búbal (Huesca) y Umbralejo (Guadalajara) son los tres escenarios del desarraigo que sirven en la actualidad para establecer estancias de carácter educativo en las que, se insiste, no se trata tanto de rehabilitar viviendas como de combatir el abandono, poner en práctica el aprendizaje de antiguos oficios

Granadilla es una localidad de la Alta Extremadura que se ubica en el norte de la provincia de Cáceres, muy cerca del límite con la provincia de Salamanca. Sus orígenes más remotos se rastrean en una población de origen árabe fundada a orillas del Alagón en el siglo IX. Ahí parece radicar también el origen de su antiguo nombre, Granada, que mantuvo hasta que la conquista por parte de los Reyes Católicos de la actual Granada, la obligó al uso del diminutivo. Durante la Reconquista cristiana, fue tomada por Fernando de León en 1170 y refundada en 1199. Andando el tiempo, pasó a formar parte de la Casa de Alba como cabeza de la Comunidad de Tierra y Villa de Granadilla, que llegó a incluir poblaciones tan alejadas de ella como La Alberca o Sotoserrano. Incluso llegó a ser cabeza de partido judicial hasta mediados del siglo XIX. Gran parte de su encanto actual reside en haber conservado su recinto amurallado completo, incluidas las dos puertas que le daban acceso. El castillo ubicado junto a la puerta principal es una torre almenada construida en el siglo XV por el Duque Alba.

Horarios. La visita al recinto está sujeta a horario: noviembre-marzo, 10-13.30 h. y 16 a 18 h. Abril-octubre, 10- 13.30 h. y 16-20 h. Los lunes cierra, excepto los festivos. La entrada es gratuita.

propios del ámbito rural al tiempo que se incide en prácticas de educación ambiental, conocimiento del medio o de la historia. Hoy las casas de su calle principal han recuperado colores y tiestos. Y así, vacío pero con muchas de sus casas aún en pie, desde las almenas de su castillo Granadilla se muestra como un escenario hermoso

que invita a la contemplación y melancolía. Y tan de película, que Almodóvar lo utilizó para rodar las escenas finales de Átame. Entre ellas, el momento en el que los protagonistas la abandonan en su coche cantando a voz en grito Resistiré, del Dúo Dinámico. Un himno que Granadilla tararea cada día al llegar la noche.

Granadilla, una larga agonía para un pueblo acosado por las aguas | 19


VILLAMORÓN UNA CATEDRAL EN EL DESIERTO Jaime Nuño

20 | Villamorón. Una catedral en el desierto


Pocos, muy pocos han oído hablar de Villamorón, una de tantas localidades castellanas que emergen en el llano señaladas por su enorme iglesia, colosales edificios que guían como faros en una tierra silenciosa y a cuyos pies ya nadie vive o, en el mejor de los casos, los últimos «fareros». Estamos en la campiña de Villadiego, en el oeste burgalés, una de esas comarcas que, salvo que haya un cambio que cada vez se antoja más cercano al milagro, se hallan abocadas a la extinción.

Vista general de Villamorón (Diario de Burgos)

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Villamorón es una minúscula aldea —o villa, como indica su nombre— de la que hace ya unas décadas marcharon los pocos vecinos que tuvo, aunque alguno aún regresa temporalmente y mantiene su casa en pie contra viento y marea, porque el entorno de tejados caídos, muros de adobe que vuelven a la tierra de la que nacieron y bodegas vacías que añoran un viñedo extinto, tiene que crear cierto desasosiego a quienes conocieron allí mismo, en otro tiempo, algún bullicio. No es el lugar un desierto desde el punto de vista paisajístico, porque dominan los productivos campos de cereal, pero lo es desde la perspectiva humana: un sitio vacío, yermo, como gustaba decir en la Edad Media, «país de temperamento muy frío», como se describe Villamorón en el siglo xviii, aunque en referencia al frecuente viento, un viento que poco a poco fue arrastrando también a sus habitantes. Y en medio de semejante escenario emerge la iglesia de Santiago, una imponente mole que se divisa desde kilómetros de distancia y ante la cual el viajero no puede menos que preguntarse: ¿qué hace aquí semejante edificio?, porque la antigua parroquial de Villamorón es casi como una catedral… varada en medio del desierto. Muy

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cerca hay otro templo de semejantes hechuras y avatares históricos, el de Santa Eugenia de Villegas, pero aquí el caserío circundante envuelve un poco la monumentalidad. Una visita compartida, sobre todo para quien quiere conocer un mundo en extinción, es altamente recomendable. El nombre de la localidad, como el de su vecina, sugiere un origen que bien pudiera remontarse a las postrimerías del siglo ix o los inicios del x, cuando se ocupa y coloniza este territorio, un tiempo en el que algunos adalides dieron su nombre a nuevas pueblas. Moront (o Mauronta) y Egas fueron dos de ellos. Sin embargo, un silencio documental absoluto —siempre el silencio— se impuso durante siglos y no será hasta mediados del xiii cuando aparezcan las primeras, aunque todavía vagas, referencias. A mediados del xiv los documentos empiezan a ser un poco más frecuentes, gracias a que la villa aparece ya vinculada al prestigioso linaje local de los Villegas, que un siglo más tarde será sustituido por el más importante aún de los Velasco. Eran tiempos que avanzaban ya una decadencia lenta, como demuestra el hecho de que en 1491 los Villamorón y Villegas unieron sus concejos en uno solo, ante la manifiesta debilidad de


La iglesia vista desde el sureste (Jaime NuĂąo)

VillamorĂłn. Una catedral en el desierto | 23


Jaime Nuño

Portada en la fachada meridional (Jaime Nuño)

la primera villa. De aquí hasta la extinción, siempre a la sombra de su monumental iglesia de Santiago, que a punto estuvo también de sucumbir. Los pocos autores que se han ocupado del edificio lo han considerado como templo románico, románico tardío, de transición, protogótico, gótico puro…, nosotros mismos, en la Enciclopedia del Románico, lo considerábamos una obra gótica, con algunos ecos románicos. El último, más extenso, profundo y monográfico trabajo, el de Mª José Zaparaín (2013), concluye en que se trata de un edificio levantado a partir del tercer cuarto del siglo xiii, llegando la obra hasta inicios del xiv, que sigue un esquema arquitectónico que ya se había empleado durante época románica, con incorporaciones de la nueva estética gótica, emanada sobre todo de Las Huelgas de Burgos y que se deja sentir de modo muy similar en otros templos de la comarca, entre ellos el de Villegas. La iglesia se concibió como un gran edificio, aparentemente desmesurado para lo que debía de ser en aquel tiempo la villa; quizás se preveían tiempos mejores… que nunca llegaron, pero la traza, dimensiones y materiales empleados, nos hablan de una disponibilidad económica muy poco habitual en aquel tiempo y en una población de tales dimensiones. Construido íntegramente en sillería caliza, consta de tres esbeltas naves, con tres tramos precedidos de un falso crucero que no se marca en planta y apenas si lo hace en alzado. Su aspecto exterior es sobrio, limpio, sin decoración, dominado por las líneas rectas, y austeras son también sus tres portadas —dos de ellas tabicadas—, cuyo mayor alarde es la grácil molduración de las arquivoltas. La mayor concesión al lujo decorativo, aunque siempre comedida, es el gran rosetón que se abre en la fachada occidental, y que junto a otros más pequeños y

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altas saeteras, iluminan el interior. Al traspasar la puerta todo cambia, encontrándonos con unas naves esbeltísimas y equilibradas, con altas bóvedas que apoyan en sencillos capiteles con hojarasca y mascarones. Los muros están pintados por completo, como ha sido norma durante siglos, hasta que en nuestro tiempo se impuso el gusto de «sacar la piedra», lo que ha transformado radicalmente el aspecto de muchísimos templos, eso sin contar las pinturas murales de calidad que la piqueta se ha llevado por delante. En este caso hay blanco sobre blanco en varias capas, una de ellas barroca, con figuras de santos en las bóvedas, otra, anterior, dibujando sen-


cillos sillares a base de líneas rojas, con una inscripción que recuerda que se pintó el 1 de agosto de 1478. Toda esta inmensa fábrica parece que se hizo bajo un mismo proyecto, bien pensado y unitario, a excepción de la torre que remata la cabecera y que da una imagen muy personal al edificio. Parece que sobre la capilla mayor hubo en origen una construcción un tanto compleja, quizás una espadaña acompañada por algún otro cuerpo flanqueado por dos escaleras de caracol. No sabemos si se llegó a completar o no, pero lo cierto es que el remate actual, de construcción más humilde, aunque sólida, es posterior, quizás de finales del siglo xv. Es un amplio

campanario para el que se ha señalado recientemente también la conjunta función de troje o almacén de productos del diezmo, pero para el que tampoco podemos descartar una finalidad defensiva, o de vigilancia, algo que quizás ya se había ideado en el proyecto original, según parece intuirse de los restos altos de la primitiva cabecera que aún se observan. Al margen de que muchas iglesias medievales nacieron ya con esa idea de servir de refugio a la población en caso de peligro, desde las últimas décadas del siglo xiii y especialmente a lo largo del xiv y sobre todo del xv las luchas dinásticas, de linajes y de banderías que asolaron Castilla —y prácticamente

Vista general del interior (Jaime Nuño)

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Asociación de Amigos de Villamorón, pasión contra la adversidad Iglesias de Santiago de Villamorón, en primer plano, y de Santa Eugenia de Villegas, al fondo (Santiago Orcajo)

toda Europa— fortificaron muchos templos. Más evidente aún es este encastillamiento en la cercana iglesia de Villegas, que se dotó de almenas y matacanes, mientras que en la de Villamorón, la existencia de un pozo en el interior del templo, parece avalar la idea de refugio de larga estancia. Pero pasaron los tiempos gloriosos y la villa decayó. La prosperidad de los siglos xiii y xiv que hizo posible este magnífico edificio acabó y los vecinos, escasísimos para la capacidad de su parroquia, apenas si pudieron hacer otra cosa que mantener el tejado y, de tiempo en tiempo, pintar el interior. Cuentan que la pila bautismal —de la que hay algún resto— se desmoronó mientras se celebraba un bautizo; triste presagio. Después, la emigración hasta vaciar el pueblo, el cierre de la iglesia, el traslado de las piezas valiosas a Burgos y la ruina de las casas; mucho antes, el otrora orgulloso palacio de los Velasco ya se había convertido en simple palomar. Sic transit gloria mundi.

26 | Villamorón. Una catedral en el desierto

Cuando visitamos por primera vez este lugar, hace una veintena de años, al recoger la información para la Enciclopedia del Románico en Castilla y León, enormes grietas amenazaban con arruinar la iglesia de Santiago. Parecía irremediable su colapso final, pero afortunadamente no ocurrió lo esperable. Lo que parecía imposible lo consiguió la Asociación Cultural «Amigos de Villamorón», nacida en 2003, una entidad que con pocos medios, mucho entusiasmo, buenas ideas y grandes dotes de perseverancia, consiguió que la administración restaurara el templo… al menos en sus necesidades más urgentes, aunque aún es mucho lo que queda por hacer. El trabajo y los logros de estas personas son prueba evidente de que la voluntad rompe muchas barreras, un ejemplo que cada vez resulta más necesario en el desesperanzado mundo rural.


PATRIMONIO DE CINE RÉQUIEM POR UN PUEBLO ESPAÑOL

Sonia Sánchez Recio

Bretún (Soria) Foto: Pepo Paz

«Esto es lo más antiguo del mundo. De antes del diluvio», explica la octogenaria guía turística del yacimiento paleontológico de Bretún (Soria), mientras señala las huellas de un dinosaurio. El enclave pertenece a una de las zonas más despobladas de España y fue una de las localizaciones elegidas por Mercedes Álvarez para rodar la película documental El cielo gira (2005). La directora soriana retrata el crepúsculo de su pueblo natal, Aldealseñor, a través de un lenguaje poético y una cuidada fotografía que evoca los lienzos de Pello Azketa. En la narrativa de El cielo gira, a modo de homenaje a la elipsis temporal más famosa del cine: la de 2001, una odisea en el espacio —en la que Kubrick encadena el plano secuencia del hueso lanzado por un primate con el de una nave espacial—, Mercedes Álvarez en segundos resume 120 millones de años, fundiendo la silueta de un diplodocus con la de una grúa que instala un monolito como base para los titánicos molinos de energía eólica de la comarca. Otro logro del documental es su enfoque naturalista. Intercala conversaciones de los vecinos, que reflejan las historias y costumbres del mundo que han conocido y que va a desaparecer; se preguntan qué días pasa la furgoneta del panadero, cuánto van a tardar las obras para convertir en hotel el palacio de los Salcedo, y otras cues-

tiones cotidianas. Antonino y Silvano, que conservan sus nombres romanos, son dos de los cuarenta habitantes de Aldealseñor. Juntos recorren la campiña buscando castros celtíberos «que estuvieron habitados antes de que llegaran los romanos empujando», aclara Antonino. Después, aquella población se refugió en la vecina Numancia y ya se sabe cómo acabó. «Ahora va a ocurrir otra vez lo que pasó hace 2000 años. Todo esto se despobló», se queja Silvano. «Bueno, pues aquellos se fueron, y otros vendrán», replica más optimista Antonino. En El cielo gira hay un guiño a otra película que retrató magistralmente la despoblación en Castilla: El disputado voto del señor Cayo (Antonio Giménez Rico, 1986). Es tiempo de elecciones y los partidos en campaña irrumpen en el pueblo con sus ruidosos altavoces. En la película, el señor Cayo vive prácticamente sólo en Cureña, un poblachón inventado por Miguel Delibes —y formado por fragmentos de localidades burgalesas de la zona del Valle del Sedano como Cortiguera, Mozuelos de Sedano, Huidobro y Orbaneja del Castillo—. Cureña es un protagonista más, que compite con Cayo —de nuevo, un nombre romano—. En el pueblo sólo vive él —junto a su mujer— y otro vecino con el que mantiene una relación de rivalidad. Algo que recuerda a la historia de Fago, el pueblo de Huesca que vio alterada la vida de sus

escasos treinta habitantes tras el asesinato de su alcalde en enero de 2007. Una serie de televisión relató con afán realista los hechos sucedidos en la localidad pirenaica. No obstante, en El disputado voto del señor Cayo no parece que la sangre vaya a llegar al río. El pueblo, como tantos otros de la meseta española, parece vivir en una especie de limbo. Que gane un partido u otro no va a alterar sus vidas, y la solución a sus problemas parece hallarse en la naturaleza. Los urbanitas que aparecen en la película sufren una «revelación» que los lleva a apreciar la sencillez de la vida y a los «señores Cayo». Se preguntan: «¿qué va a ocurrir el día que ningún hombre sepa para qué sirve la flor de sauco?» Flores de otro mundo (Icíar Bollaín, 1999) plantea el problema desde el punto de vista de la soledad y la descendencia. Los solteros de Santa Eulalia, un pueblo de ficción formado por localizaciones de Cantalojas, Condemios de Arriba y Jadraque (Guadalajara), organizan una fiesta a la que acude un autocar con mujeres de diferentes partes del mundo… Del nuevo mundo, como Cuba o la República Dominicana. Culturas diversas que al principio colisionan con la población autóctona. Sin embargo, como en el caso de una de las protagonistas, integrarse, aportar ideas e ilusión por vivir puede ser una solución en lugar de un problema. Patrimonio de cine | 27 Villamorón. Una catedral en el desierto


CANTERO AL SERVICIO DEL ARTE, UN OFICIO ¿EN EXTINCIÓN?

Rodrigo de la Torre Fotografías: Chuchi Guerra

Cuando me proponen hablar de mi oficio, que es el de cantero, pienso que lo más interesante que puedo aportar es intentar comunicar cómo lo percibimos los que lo ejercemos, mejor que remitirme a conceptos generales, más o menos tópicos, sobre el tema. 28 | Cantero al servicio del arte, un oficio ¿en extinción?

Empezaré diciendo que la cantería era considerada en el pasado un arte, aunque esto no supone que los canteros hayamos sido o seamos artistas, según el significado contemporáneo del término. Cuando se hablaba de arte, en el sentido del viejo griego techné, se aludía a un conjunto de procedimientos elaborados y sistematizados, a unas técnicas, como pueden ser las del arte de navegar, por citar un ejemplo. Tales eran las denominadas artes mecánicas, que estaban separadas —aunque la frontera era a veces muy difusa— de las bellas artes; estas últimas son las que se consideran eminentemente artísticas en la actualidad. Es decir,


siguiendo los usos de nuestro tiempo, los canteros no somos necesariamente artistas, pero sí obligatoriamente artesanos, puesto que desempeñamos el arte de la cantería, que es una técnica tradicional transmitida, heredada, y que tiene bastante poco de experimental o de creativa. Una segunda llamada de atención se centra en el propio nombre del oficio en castellano: cantero. Si lo comparamos con otras lenguas (stonemason, tailleur de pierre, steinmetz, picapedrer, etc.) resulta llamativo que no esté incluida en él la materia con la que se desarrolla, esto es, la piedra. Uno puede intuir a qué se dedica una perso-

na si se le llama pedrero, por ejemplo, pero para saber qué es un cantero se necesita alguna referencia. Algunos han querido ver aquí una palabra antiquísima —cant— de origen prerromano, que significaría, ‘piedra’. En mi opinión es esta una suposición incorrecta y un poco más adelante el lector comprenderá por qué.

En primera persona Si preguntamos a un cantero por qué su oficio se llama así, nos dirá que no es porque trabaja con cantos —que son trozos infor-

mes de piedra— sino, muy al contrario, porque labra o talla cantos —vivos, aristas, perfiles— en las piedras. Se trata, pues, de piedras trabajadas según una precisión y una intención determinada, la de ser incluidas en una construcción, y es justamente esta particularidad la que nos diferencia de otros oficios basados en el uso de la piedra: escultores, marmolistas, mamposteros, pedreros de cantera; como nos distingue también de tallistas más o menos profesionales, más o menos virtuosos, que se ensimisman en su obra, y no suelen tener en cuenta el dónde, cómo, por qué y para qué de la piedra que están tallando. Los Cantero al servicio del arte, un oficio ¿en extinción? | 29


30 | Cantero al servicio del arte, un oficio Âżen extinciĂłn?


canteros siempre tenemos presente, inevitablemente, que nuestro trabajo tiene una finalidad precisa, y que es una aportación a un conjunto —el edificio— que, en virtud de sus características, impone a nuestro trabajo unas condiciones determinadas. Un resumen muy apretado de las observaciones expuestas sería que el arte de la cantería, u oficio de cantero, es un conjunto de técnicas artesanales para dar una forma precisa y determinada a las piedras que se emplean en una obra de edificación, dependiendo dicha forma del diseño de la arquitectura, tanto en el todo como en sus partes. Si intentamos explicarlo de otro modo, diremos la cantería es geometría tridimensional aplicada a las rocas de construcción y que detrás de la obra de cantería más simple hay mucho dibujo y muchas medidas. Desde luego, en un edificio realizado en piedra estarán también presentes los trabajos decorativos y las esculturas, pero estos dominios son ampliaciones, complementos, al oficio; no son el oficio en sí mismo. Una prueba de ello es que, a pesar de que ha habido épocas en las que el oficio de la piedra se planteaba como una actividad integral, como ocurrió durante la Edad Media, en otras uno pudo ser tallista o escultor sin tener nociones de cantería a nivel de diseño.

Orígenes La estrecha relación que tiene la cantería con el diseño de la arquitectura, es decir, con la geometría, implica que sea, sin duda alguna, una actividad propia de civilizaciones desarrolladas. No es por casualidad que las primeras manifestaciones, los primeros edificios de piedra tallada, sean las pirámides del antiguo Egipto, que casi cinco milenios después todavía nos maravillan. No solamente es necesario un bagaje técnico muy amplio para realizar un edificio en piedra de cantería, sino que hay que poner en marcha unos recursos materiales y humanos de que únicamente se dan en las sociedades que han adquirido cierto grado de complejidad. Es por eso que invito al lector a ser precavido cuando lea, por ejemplo, tratar de «obras de cantería prerromana» y que, al contrario, piense que detrás de la más modesta de las ermitas del románico palentino hay mucha más civilización y cultura que la que se muestra a simple vista. A pesar de sus antiquísimos orígenes, a despecho de que el oficio de la piedra tallada sea el responsable directo de las más hermosas y notables realizaciones del patrimonio arquitectónico de la Cantero al servicio del arte, un oficio ¿en extinción? | 31


utilizado y no por el trabajo realizado con ella, ni por sus propiedades como posible elemento estructural. Es, justamente, en las actividades vinculadas con la conservación de la herencia cultural, es decir, con los restos de un pasado en el que las piedras siguen siendo parte indispensable de la estructura del edificio, donde la cantería tiene hoy en día su exiguo lugar propio. Y mi opinión es que tal lugar será cada vez más precario e irrelevante.

A mano, mejor que a máquina

humanidad, es forzoso reconocer que la cantería y los canteros no tenemos un lugar significativo en el mundo actual. Las causas son bien conocidas, y es que nuestra civilización se basa en unos modos de producción y unas tecnologías que han abandonado como obsoletas las técnicas manuales, artesanales. Por 32 | Cantero al servicio del arte, un oficio ¿en extinción?

otro lado, se siguen empleando las rocas en la construcción moderna, pero la función de estos materiales es meramente ornamental y su procesado no requiere, generalmente, de técnicas manuales. De aquí que los edificios revestidos en piedra se valoren principalmente por la belleza del aspecto natural del tipo de piedra

Desde hace ya tiempo, la sociedad en general asume como una necesidad el mantenimiento y la adecuada conservación de nuestras señas de identidad heredadas del pasado. Mas, no debemos olvidar que vivimos en una economía de mercado y que la «rentabilidad» del patrimonio es muy pocas veces significativa, en términos económicos. Es por esto que las políticas de conservación recaen en los poderes públicos y en los agentes sociales, más que en los económicos. En un contexto de crisis económica generalizada, dichas políticas se ponen en práctica con importantes limitaciones financieras y tienden a plasmarse en proyectos que procuran evitar en lo posible durante las intervenciones una elevada incidencia de mano de obra artesanal, como es el caso de la cantería. Dicho de manera abreviada, en nuestros monumentos se cambian o reponen actualmente el menor número de piedras posibles, por limitaciones de presupuesto. Mi experiencia personal es que ejercer hoy el oficio de cantero tiene un componente vocacional fundamental; y de todos es sabido que «cuando la vocación entra por la puerta, el dinero sale por la ventana». Respecto del futuro, no puedo dejar de ser escéptico. El motivo es que parece que estamos inmersos en un cambio de paradigma cultural que propone un modelo positivo a seguir, claramente «hipertecnológico», que nos lleva a arrinconar las disciplinas artesanales, por obsoletas. Nos gustará, como ejercicio nostálgico, ver a un cantero con su herramienta tradicional, vestido como en otras épocas, haciendo una exhibición, pero confiaremos en una máquina CNC para producir elementos arquitectónicos de piedra destinados a una restauración. Será un mundo en el que se impartirán másteres universitarios en cantería, pero ya no habrá canteros, y en el que el trabajo realizado por la mano del ser humano quedará relegado a un valor de tipo meramente arqueológico.


LA RURALIDAD IDEALIZADA LA VISIÓN ROMÁNTICA DE VIVIR EN UN PUEBLO Tais Roldán

Ya desde hace tiempo, en las zonas rurales estamos recibiendo nuevos pobladores provenientes de la ciudad, que traen unas ideas preconcebidas de nuestro entorno. A este grupo se suman la cantidad de turistas decepcionados con la postal que se encuentran, en la que en vez de cántaros de leche llevamos el móvil y las llaves del coche, porque aquí, a veces, también vamos con prisa. Estas postales están extraídas de la publicidad, del cine o de leyendas populares y atrasadas, y lo siento, pero no son así. Estos «románticos» del siglo xxi se acercan a los pueblos en busca una suerte de cuadro bucólico del xix que bien pudo ser pintado con la sencillez de Millet o Constable y la grandiosidad de Friedrich.

Camino del trabajo (1853) Jean-François Millet La ruralidad idealizada: la visión romántica de vivir en un pueblo | 33


Nuevos románticos Al igual que el romanticismo decimonónico surgió como una reacción a la rigidez neoclásica, al academicismo, buscando encontrarse con el origen, creyendo que todo pasado fue mejor, el poder sobrenatural de la Naturaleza y la revalorización de los sentimientos y del Yo. De la misma manera estos nuevos románticos anhelan un pasado más auténtico, más próximo a la esencia misma del hombre, donde conectar con la grandiosidad de la Naturaleza y de alguna manera, bajarse de esta locura de mundo en el que vivimos. Pues bien, vamos a aclarar este romanticismo, con realismo, utilizando la paleta completa, incluyendo el negro. En los pueblos no somos ajenos al mundo en el que vivimos, estamos al tanto de lo que pasa, y como casi todos (no me atrevo a decir todos, siempre hay excepciones) estamos conectados a esta red global que es el mundo. No estamos tan diametralmente lejos de la vida en la ciudad como se quiere pensar. Es cierto que existen diferencias obligadas, por las características propias del territorio y los servicios. Aquí, al igual que en área urbana, vamos a trabajar, tenemos nuestras

familias, quedamos con nuestros amigos, y si nos queda tiempo lo dedicamos a algún hobbie. No somos tan diferentes.

El pasado reciente y sus consecuencias Durante el pasado siglo, la situación económica del país y la estructura demográfica del momento obligó a muchos a emigrar a otra ciudad u otro país, en busca del legítimo derecho del ser humano de perseguir una vida mejor. En esa época las zonas rurales estaban atrasadas y deprimidas. La guerra y la posguerra destrozaron todo a su paso. Los pueblos no se libraron de la sangría. Fue en los pueblos, también, donde más costó levantar esa situación, al menos, en parte. Hoy, setenta años después no nos hemos repuesto todavía. La población, mucha de ella, se fue para no volver. Los que quedaron se encontraban aislados, las dos velocidades del desarrollo. A esta situación externa, se sumaba otra interna, un sentimiento de inferioridad, de cobardía, muchas veces impuesto por los que se fueron, la mayoría para justificarse a sí mismos, menosprecia-

34 | La ruralidad idealizada: la visión romántica de vivir en un pueblo

dos por no aventurarse a buscarse la vida en la ciudad. Pero pasaron los años, y estos «cobardes» que se quedaron, demostrando que eran, y son, unos valientes. Los cuales, por circunstancias de la vida, o simplemente por decisión, como todos al fin y al cabo, apostaron por su tierra. Con el paso del tiempo y la sucesión de los años mostraron que también es posible la vida en los pueblos, pelearon por una vida mejor y lo consiguieron, para ellos y para sus hijos, como es mi caso.

Foldada: mi pueblo Soy de Foldada, un pequeño pueblo de 14 habitantes en la Montaña Palentina. Mi familia es de aquí de siempre se puede decir. La realidad del pueblo ha cambiado mucho, nada tiene que ver los años en los que mi padre era alcalde, con los mismos años que yo tengo ahora, con la actualidad, que como pedánea vivo yo. A él le correspondió el abastecimiento de agua en las viviendas, fue un pionero. También se encargó de pavimentar las calles. Aquí estoy 40 años después con retos diferentes, como


la mejora en telecomunicaciones, pero con una infraestructura adecuada, donde la conectividad y nuevos usos de espacios, fomento las relaciones vecinales junto con la repoblación ocupan las propuestas para llevar a cabo. Mi caso no es el más común, me críe aquí, mi mundo está aquí, salí a estudiar pero volví, y encontré mi sitio en mi pueblo, con mi formación y mi manera de ver y entender el mundo que me ha tocado. Los 40 años que separan la primera legislatura de mi padre de la mía son el reflejo del cambio de la sociedad como tal. Hemos presenciado el relevo generacional, la llegada de nuevos pobladores, nuevos usos, en cierta manera hemos redescubierto nuestro espacio, nuestro patrimonio y nuestro entorno. Y sí, podemos decir, que nos hemos puesto de moda. Nuestros visitantes podrán encontrar la grandeza de los cuadros de Friedrich en nuestros paisajes, la calma de Millet en nuestras calles, y el costumbrismo de Goya en nuestras fiestas, lo tenemos, todo esto y mucho más. Conservamos sabores, olores y sonidos. Mantenemos el pulso de la vida, los ciclos naturales, pero también la Historia en nuestras tradiciones, nuestras construcciones y nuestro pasado, en cierta medida, conservamos la esencia.

Despoblación Pero, ahora que ya hemos dibujado el escenario, pasemos a la paleta de color, empecemos por el negro. Los pueblos vivimos una situación sangrante, una enfermedad crónica, imposible de revertir sin ayuda. Se llama despoblación. No es sólo una palabra, es una realidad que convive con nosotros cada día, siempre. Ya hemos dejado claro que vivimos en la misma sociedad que la gente de ciudad, todos formamos parte del Estado de Bienestar. El Estado del Bienestar lleva implícito el concepto de calidad de vida, es su objetivo final. Es esa calidad de vida lo que perseguimos todos y que sólo se puede conseguir mediante el equilibrio de espacios, de densidades demográficas, de oportunidades y de servicios. El equilibrio lo es todo. Según la teoría de un visionario, emigrado de la ciudad al pueblo, con el que trabajo cada día por mantener viva esta España rural, algún día el flujo cambiará y los pueblos volverán a ser puntos de vida y futuro en detrimento de las ciudades. Francamente espero que tenga razón, por restablecer el equilibrio. Mientras tanto aquí seguimos al pie del cañón, cada uno con su tierra, sus proyectos y sus raíces, antiguas

o nuevas. Ansiosos por recibir nuevos pobladores, y haciendo de estos rincones de Historia, Cultura, Naturaleza y Vida que son nuestros pueblos, apetecibles para todos, los que conocen nuestra realidad y los que no. Pero no queremos románticos enamorados de su propia idea de la vida rural, muchas veces contaminada por la publicidad. Como niños crean mundos fantásticos donde son héroes en una realidad a su medida, eso no son los pueblos. Tenemos necesidades similares al resto, eso ha de quedar claro. Todos tenemos que ganarnos la vida, no por trasladarse a un entorno rural vas a vivir dignamente con un huerto y dos gallinas, no. Es cierto que los gastos no son tan elevados como en una ciudad, pero no hay demasiada diferencia. En los pueblos también, a veces, nos enfadamos con el vecino por que ha hecho o dicho algo que nos molesta, es propio de la naturaleza humana y su proverbial ego. Es decir vivimos en la realidad, con sus pros y contras.

más yo elijo pueblo, el mío y el de los demás, porque el futuro lo hacemos cada uno de nosotros cada día, con cada sueño que tenemos. Es decisión nuestra. No queremos románticos que mueran por un amor no correspondido, una idea falsa. Queremos valientes que se atrevan a volver a la tierra, echar raíces en suelo nuevo, o el suelo de sus antepasados, les queremos realistas. Gente de mirada limpia capaz de ver todo lo que el territorio puede ofrecer y usarlo en busca de una vida mejor para ellos y para todos. Que se enamoren de la realidad del mundo rural. Porque pocos sentimientos tiene el ser humano tan bonitos como el de sentir que pertenece a un lugar, su lugar, su pueblo.

El mundo rural: un lugar para vivir entre valientes Las zonas rurales son lugares donde vivir y dejar vivir, con oportunidades reales para que cese esta sangría, que es la despoblación. También tenemos el deber de combatir la desesperanza de la gente de los pueblos, ya mayor y de mediana edad que no creen que su territorio tenga futuro y animan a los jóvenes a irse; el sentimiento de inferioridad del que hablábamos. Qué equivocados están. Es solo una forma más de agrandar el problema, y algo increíblemente triste. Por todo esto y por mucho La ruralidad idealizada: la visión romántica de vivir en un pueblo | 35


LA DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO EN EL MUNDO RURAL ¿QUIÉN LE PONE EL CASCABEL AL GATO? Zoa Escudero Navarro

El tiempo de las inversiones A lo largo de las últimas tres décadas se han producido las más cuantiosas inversiones de toda la historia dirigidas a la restauración, adecuación a la visita y difusión del Patrimonio Cultural. Es así con certeza para todos los territorios del conjunto español, pues buena parte de las claves que hicieron posible este fenómeno respondieron a coyunturas similares, de carácter general, incluso supra-nacional. Dicha realidad, que ha supuesto un evidente salto cualitativo y cuantitativo en el estado y perspectivas para los bienes culturales hispanos, estuvo animada tanto por la necesidad de atender al deber establecido por las leyes y las exigencias de su conservación (una vez consolidadas las normativas autonómicas y europeas), como por planteamientos de corte ideológico o programático, en relación con la dimensión integral, interdisciplinar y de servicio social que se aplica a la acción sobre dichos bienes.

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Didáctica explicativa y elementos de recreación al aire libre junto a las instalaciones de protección del yacimiento de huellas de dinosaurio de Campolara, en Mambrillas de Lara (Burgos). Foto FSMLPH

La Difusión del Patrimonio en el mundo rural ¿Quién le pone el cascabel al gato? | 37


Una de las salas del castillo de Montealegre de Campos, en Valladolid, habilitado como Centro de Interpretación de la fortaleza tras la restauración de parte de sus estructuras. Foto Imagen Mas

El público infantil es uno de los principales destinatarios de estos recursos, aunque no el único. La interactividad y las opciones para el juego y el descubrimiento activo de la información son claves en estas instalaciones, que resultan particularmente accesibles al público en general. Centro de Interpretación de las Fortificaciones de Frontera (Ciudad Rodrigo, Salamanca) Foto Fundación

El proceso no ha sido del todo lineal, ha mostrado notables fluctuaciones, principalmente por la radical caída de los recursos públicos de la última década ya que la mayoría de las iniciativas en este sentido se promovieron desde las Administraciones. Los buenos vientos que soplaban desde Europa fueron aflojando y rolando hacia otras direcciones, la iniciativa privada no ha acabado nunca de incorporarse a estas dinámicas y la proyección social y económica de las acciones efectuadas ha resultado, en muchas ocasiones, claramente insuficiente. 38 | La Difusión del Patrimonio en el mundo rural ¿Quién le pone el cascabel al gato?


Las acciones y equipamientos culturales

El cierto agotamiento de las soluciones que con entusiasmo abordábamos en los años finales del pasado siglo y a comienzos del presente, no se ha visto reemplazado por acciones innovadoras realistas y prácticas, más allá de los planteamientos discursivos. De la actividad efectuada en dichas etapas, un esfuerzo muy notable fue el realizado en favor de la consecución de la accesibilidad para la visita y promoción de un buen número de recursos rurales, alejados de los centros económicos y administrativos. Actividades a las que fueron incorporándose

progresivamente conceptos y valores como los de la difusión, divulgación, didáctica, interpretación y rentabilidad social, con criterios iban dejando de ser en exclusiva los de la restauración o investigación académica. Este fue el marco general en el que se han desenvuelto los procesos de la llamada «puesta en valor» de nuestro Patrimonio Cultural, término que está sobreexplotado sin duda, pero que se ha extendido tanto como el de las actuaciones a las que parece referirse.

Aparejadas o no a la restauración de inmuebles, si nos referimos solo a la geografía rural regional, encontramos unas cuantas –bastantes- docenas de instalaciones divulgativas in situ, musealizaciones o museizaciones, señalizaciones informativas, Centros de Interpretación y Aulas Arqueológicas, dotaciones didácticas y explicativas, Rutas Culturales y patrimoniales, centros o puntos de recepción de visitantes, actuaciones de grupos de reconstrucción histórica, recreación de yacimientos, parques temáticos, etc. Éstas constituyen una nada desdeñable nómina de recursos, en teoría apta para su promoción y explotación, y una contribución en su día novedosa y esperanzadora para el disfrute del legado histórico y cultural, y para la atracción turística. Con estas iniciativas, Castilla y León no solo remozaba los bienes patrimoniales, sino que actualizaba su estrategia de presentación y oferta pública de los mismos, tal y como se hacía en el resto del territorio nacional y se llevaba a cabo, con bastantes años de antelación y muchos menos complejos, en otros países de Europa. Los resultados fueron muy diversos y con marcadas singularidades. Coincidían en el interés original por provocar un acercamiento al ciudadano de los valores e información que contiene el bien patrimonial, buscando ofrecer al visitante una posibilidad más allá de la inconcreta admiración y reconocimiento intelectual, más o menos consciente, y apostando decididamente por la didáctica, más que por una pretendida estética o el reclamo tecnológico. La inflación y la burbuja han existido, sin duda, al socaire de los demás excesos constructivos y de financiaciones «baratas», y seguramente de una planificación deficiente. Resultó más asequible multiplicar las instalaciones y los pequeños sitios explicativos en lugar de afrontar verdaderos programas multidisciplinares de actuación y desarrollo sobre los bienes reales. Sin embargo, no puede negarse que la realidad socio-cultural, geográfica y demográfica del territorio hace difícilmente viable otro modelo, más selectivo y lujoso, que supondría dejar sin ningún recurso cultural, por humilde que éste sea, a la inmensa mayoría de nuestras poblaciones rurales. No parece, sin embargo, mucho más efectivo el camino escogido en los últimos años, de franco retroceso, cuando no de renuncia, a nuevas inversiones divulgati-

La Difusión del Patrimonio en el mundo rural ¿Quién le pone el cascabel al gato? | 39


Castillo de Torrelobatón (Valladolid), que alberga el Centro de Interpretación del Movimiento Comunero. La adecuación de parte del castillo y las dotaciones didácticas recuperaron para la visita este simbólico monumento, antes clausurado, que además actualmente alberga la oficina de turismo de la localidad y comarca. Foto Sercam S.L.

vas, sometidas las que se abordan a otros criterios de mayor «rentabilidad», en torno a grandes instalaciones y eventos singulares centrados en bienes o conjuntos sobresalientes que, por lógica, se vinculan mayoritariamente a los principales núcleos urbanos de población.

Destinatarios y beneficiarios El turismo se presenta como el principal destinatario de las actuaciones de recuperación y habilitación para la visita del patrimonio o de las instalaciones que hablan sobre el mismo, en tanto se confía en su capacidad para generar los recursos económicos necesarios para el desarrollo de las localidades y, en última instancia, para sostener y hacer viable la gestión y el mantenimiento de buena parte de estos elementos. Además, obligan las nuevas tendencias del turismo cultural y del incremento de las demandas del visitante, atraído por un reclamo a menudo híbrido entre lo histórico

y lo patrimonial, vinculado a otros valores como lo «rural», lo etnográfico y la naturaleza, y a la vez, al ocio y al entretenimiento. Si nadie duda ya en la función social de un patrimonio accesible (física e intelectualmente), debemos preguntarnos por el éxito real de estas iniciativas de acercamiento y divulgación. Aplicando parámetros convencionales de riqueza generada directamente, en cifras de visitantes y Euros ingresados en por entradas o en hostelería y comercio del entorno, creación de puestos de trabajo permanentes o fijación de la población en sus ámbitos, seguramente podrán ofrecerse resultados muy poco llamativos. Quizá por ello, salvando muy honrosas excepciones, apenas si se han involucrado en su gestión y mantenimiento, las instancias municipales, las entidades de carácter comarcal o las pequeñas empresas privadas comprometidas con el desarrollo local. Los beneficios sociales, mucho menos cuantificables a corto plazo, quedan relegados ante la falta de rendimientos económicos.

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Una vez comprobado que nadie se va a hacer rico con la gestión de estos espacios, que a la postre no aparecen las esperadas colas de turistas para visitarlos, que requieren de inversiones en personal, mantenimiento y renovación, el rechazo general del visitante a abonar siquiera un modesto precio de entrada para contribuir a su viabilidad… ha ido brotando un serio desinterés por su futuro, empezando por las propias instancias locales (públicas y privadas) que con tanta euforia lo demandaron y se sumaron al proceso. Arrecia entonces el aluvión de críticas, por la falta de una estética de calidad, la banalidad de los contenidos, el mal funcionamiento de equipamientos, la vetustez de edificios e instalaciones, la insuficiente atención y publicidad o el deficiente guiamiento…. culpando a la propia iniciativa de lo que es en realidad un conjunto de problemas de gestión y de erróneas expectativas mercantilistas. Ahora los tiempos nos hablan de sostenibilidad, activación, innovación y gestión de territorios ¿alguien se atreve?


TIEDRA ENTRE LA TRADICIÓN Y LA INNOVACIÓN Tiedra es uno de esos destinos ocultos, de la actualmente conocida como «España despoblada», que no deja de sorprender al visitante que decide descubrirla. Ubicada en la frontera que separaba los reinos de Castilla y León y en la actualidad en los límites de la provincia con Zamora, atesora numerosos vestigios de su notable evolución histórica.

Chuchi Guerra

Esther Fuertes

Castillo de Tiedra desde el yacimiento de Amallóbriga


Ángel de Francisco

Tiedra es uno de esos destinos ocultos, de la actualmente conocida como «España despoblada», que no deja de sorprender al visitante que decide descubrirla. Ubicada en la frontera que separaba los reinos de Castilla y León y en la actualidad en los límites de la provincia con Zamora, atesora numerosos vestigios de su notable evolución histórica. La situación actual de pérdida de población ha llevado al Ayuntamiento a realizar una decidida apuesta por el turismo y la recuperación de ese histórico pasado que ha dejado numerosas reminiscencias de las épocas doradas de la villa. Una de las primeras acciones para salvaguardar el patrimonio local fue la recuperación del castillo del siglo xiii, actualmente abierto al público a través de visitas guiadas. Igualmente se recuperó el antiguo Matadero Municipal del siglo xix o el Pósito, del siglo xviii para fines culturales. El afloramiento de piezas originarias del yacimiento vacceo-romano de Amallóbriga, declarado como BIC en los años 90, permitió la apertura de un Aula Arqueológica para presentar al público el origen del municipio.

Tiedra posee un patrimonio hidrográfico destacable representado a través de ocho fuentes de carácter histórico que han servido para aunar el disfrute de la naturaleza con la recuperación de estos antiguos sistemas de abastecimiento a través de una ruta de senderismo señalizada: la Ruta de las Fuentes, que también se puede recorrer a caballo gracias al Centro Ecuestre Solero. El Ayuntamiento también ha querido recuperar y poner en valor los numerosos edificios civiles a través de un recorrido urbano. No menos importante es la Ermita, otra de las joyas locales reedificada en el siglo xvi. En los últimos años el municipio ha experimentado un proceso de cambio. Tiedra se sigue moviendo en esa dualidad que la ha caracterizado a lo largo de los siglos y sigue apostando por una fuerte tradición, no solo a nivel laboral con la agricultura y ganadería sino también a través de sus fiestas y oficios, mezclada con un gran carácter innovador presente en el empleo de nuevas tecnologías al servicio del visitante, como la APP de información y audio guía «Tiedra», o una apuesta externa potente y diversificada.

La inversión externa Tiedra posee un atractivo oculto que consigue captar la atención del ser humano. Ello ha servido para atraer la atención de dos modelos de negocio que han decidido apostar por Tiedra diversificando su oferta turística a nivel de Castilla y León. En el año 2013 abrió sus puertas el Centro Astronómico de Tiedra. Fueron los cielos limpios y despejados los que provocaron que esta innovadora iniciativa echara el ancla en este municipio vallisoletano. Este enclave de divulgación científica acerca el espacio al visitante a través de sus dos grandes telescopios, su planetario y su ágora exterior. «Astronomía para todos» es el título de uno de los libros que podemos encontrar en su tienda, y nunca mejor dicho, porque los profesionales del centro convertirán el técnico mundo de la astronomía en un concepto al alcance de todos. Desde los más pequeños a través de sus visitas escolares hasta los más mayores podrán disfrutar de esta nueva propuesta de ocio. Otra de esas nuevas apuestas que buscan posicionar a Tiedra es el Centro de

Campos de lavanda

42 | Tiedra, entre la tradición y la innovación


Centro Astronómico de Tiedra

de este centro que abrió sus puertas en el mes de Julio de este año con el objetivo de acercar al visitante, de una manera más amplia, el mundo de la lavanda y todas sus propiedades. Tiedra, un espacio singular que busca combatir la despoblación a través de una fuerte apuesta en el sector turístico combinando recursos patrimoniales propios del entorno en el que se encuentra junto con una oferta diferente y diversificada que lo convierte en un enclave único.

Ermita de Nuestra Señora de Tiedra Vieja

Tiedra, entre la tradición y la innovación | 43

Chuchi Guerra

Patio de la hospedería de la Ermita

Chuchi Guerra

Interpretación de la Lavanda, de reciente apertura y, a día de hoy, único en toda España. Los campos de lavanda comenzaron a llenar de colorido el término de Tiedra en el año 2003. Los últimos años, con la imagen como buque insignia en las redes sociales, se han convertido en un gran reclamo para fotógrafos y turistas que vienen a disfrutar de la majestuosidad cromática de estos campos y los efectos que su aromaterapia produce. La creciente atracción por ese tipo de cultivo deriva en la creación


Conversación con

Miguel Ángel Troitiño sobre «geografía del patrimonio»

«El patrimonio es el activo que hemos heredado del pasado para construir el futuro» Jaime García Prado

En Fundación Santa María la Real nos interesa, y mucho, conocer las posibilidades que el patrimonio y el turismo pueden tener como generadores de desarrollo territorial ¿Pueden estas actividades fijar habitantes en las zonas rurales donde más está afectando el problema de la despoblación? Vamos a hablar con alguien que sabe mucho de este tema: Miguel Ángel Troitiño, catedrático de Geografía de la Universidad Complutense de Madrid, con más de tres décadas a sus espaldas investigando asuntos relacionados con el territorio, patrimonio, turismo y paisaje. Toda una eminencia con la que es un lujo poder intercambiar opiniones…

Al iniciar nuestra conversación, lo primero que destaca Troitiño es la paradoja de que la «España despoblada» —prefiere este término al de «España Vacía» — es, precisamente, la que presenta más «patrimonio territorial», en sentido amplio; es decir, más patrimonio cultural, natural y paisajístico. Por eso mismo, él cree que es dónde está «el gran activo para cualquier proceso de cambio» y también para intentar construir «un modelo de desarrollo sostenible». La despoblación es un proceso que viene de muy atrás, pero que tiene buena parte de su raíz en «un sistema cultural que se ha dedicado a minusvalorar lo rural». «Ya desde tiempos de Lope de Vega, hay toda una gama de chistes y testimonios escritos de que el progreso está en la ciudad y que en el campo está el atraso». Por tanto, el profesor aboga por revertir esta situación, despojarnos de la cultura del desprecio y del abandono, y «empezar a construir proyectos de futuro». «Los territorios solo tienen porvenir cuando ellos mismos —evidentemente,

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con los apoyos externos necesarios— tienen un proyecto para el futuro». Esto no venía pasando y lo sabe bien la gente que ha nacido en el medio rural. «Nos educaron para que nos fuésemos de allí, para que saliésemos de los pueblos», explica Troitiño, natural del municipio abulense de El Arenal, en plena Sierra de Gredos. ¿Y es ahí donde el patrimonio puede jugar un papel fundamental? Le pregunto. Está claro que, ante esa pérdida de capital humano, en los pueblos «queda otro capital importante, que es el patrimonial», me explica el catedrático. De ahí que sea tan importante que la gente entienda que este patrimonio no es solo una herencia, «sino el activo del presente, que hemos heredado del pasado para construir el futuro». Eso sí, aclara, el patrimonio, como ocurre con el turismo; puede ser «un pilar importante» pero no es el único y mucho menos «una panacea». Es cierto que se han dado ejemplos interesantes de desarrollo territorial alrededor del patrimonio y el turismo,


«como aquella experiencia pionera que hubo en Asturias, en la zona de Taramundi». También en la zona de La Liébana o en las sierras de Grazalema o Cazorla, en Andalucía. Pero «no existen soluciones milagro y menos a corto plazo». El problema es complejo y hay que apostar por medidas complementarias, en las que el patrimonio de soporte a «un modelo de desarrollo diferente al actual». «Dentro del propio modelo, sin cambiar aspectos estructurales importantes, será muy difícil obtener del patrimonio las posibilidades que ofrece». Llegado a este punto, quiero saber a qué se refiere con eso de un modelo «diferente». Así, en abstracto, parece fácil reclamarlo, pero quiero saber las claves de ese modelo que mi interlocutor considera más adecuado. «Hay que apostar por un modelo más equilibrado y articulado (…) con políticas integradas y continuadas en el tiempo». Y eso, prosigue, solo se consigue «con un compromiso político potente, que vaya acompañado de recursos económicos significativos». ¿No es lo que han hecho desde los 90 programas como LEADER o PRODER? Me cuestiono. «Ha habido experiencias positi-

vas, pero no son suficientes». Las políticas de la UE, al igual que las estatales y autonómicas, han sido siempre «muy generalistas». «El medio rural español es tremendamente difícil, diferente, y no puedes plantear modelos uniformes». Hay que dar soluciones adaptadas a las características y a las potencialidades de cada territorio. Es cierto que se ha intentado un cambio de modelo, se ha hablado de comarcalización, de agrupación de municipio o de la famosa Ley de Desarrollo Rural Sostenible de 2007, pero al final «todo se ha quedado en palabras o en textos jurídicos que se han guardado en los cajones».

«Los territorios solo tienen porvenir cuando ellos mismos —evidentemente, con los apoyos externos necesarios— tienen un proyecto para el futuro».

Troitiño lo tiene claro. Hay que asumir que hay un déficit social y una «deuda histórica» con el mundo rural y plantear alternativas que superen el discurso genérico y que ofrezcan a estos territorios un proyecto de futuro. Y esto, me indica, pasa por «dotarlos de equipamientos, servicios e infraestructuras». El patrimonio es importante, pero sin esa «red», no es suficiente. La clave está ahí: en las estrategias de desarrollo integrales, «en las que se coordinen las distintas Administraciones y sectores» —incluido el turístico y el patrimonial— «para generar actividad económica que atraiga y fije población». Ahí está el futuro y «ahí es donde entran fundaciones como Santa María la Real, aportando su granito de arena al desarrollo sostenible de los territorios». Todo suma. Me despido, orgulloso, dándole las gracias y diciéndole que «seguiremos trabajando en esa línea y concienciando a la población de que, a pesar de la complejidad del problema, todavía hay futuro para nuestros pueblos». Seguro que han quedado muchas cosas en el tintero, pero si has leído hasta aquí, creo que he alcanzado mi objetivo...

Conversación con Miguel Ángel Troitiño sobre «geografía del patrimonio» | 45


VENCER LA DESPOBLACIÓN DESDE LA ACCIÓN Carmen Molinos

«Quisiera que mi voz fuera tan fuerte, que a veces retumbaran las montañas y escucharais las mentes social adormecidas, las palabras de amor de mi garganta». Los versos de Manolo Chinato, convertidos en himno por «el Robe» de Extremoduro, no hablan solo de amor y libertad. Son para muchos un canto a la acción y a la movilización. A modo de canción, «Ama, ama y ensancha el alma», sonaron a principios de los noventa de un siglo ya pasado, aunque no tan lejano. Se escribieron y se cantaron desde una tierra, Extremadura, castigada como pocas por la despoblación y el abandono. Quizá por eso, tanto la poesía de Chinato como las letras de Extremo están impregnadas de hastío, de melancolía, pero también de rebeldía y esperanza, de lucha contra un sistema que no pone las cosas fáciles, de llamada a la acción e invitación al cambio.

El Hueco: innovación social y emprendimiento No sabemos si Joaquín Alcalde escuchaba estas letras cuando hace 22 años comenzó a trabajar en Soria, «desde abajo, con la sociedad civil», apostando por el cambio y ofreciendo soluciones para que las personas que habitan esa «España Vacía» tan bien retratada por Sergio del Molino, puedan quedarse, si así lo quieren, en su tierra, que no se vean obligadas a marchar. Con ese objetivo se sumó a «El Hueco», un espacio que surgió en 1987 para incentivar la innovación social y apoyar el emprendimiento, como palanca de cambio y herramienta de lucha contra la despoblación. La fórmula dio resultado. 46 | Vencer la despoblación desde la acción

«Necesitamos políticas a largo plazo, que apuesten por la innovación social y el emprendimiento y que entiendan que, independientemente de dónde vivas, todos tenemos los mismos derechos»

Más de 30 empresas han surgido al cobijo del Hueco para iluminar con su acción las tierras de Soria y para tratar de mantener la mucha o poca vida que aún queda en sus pueblos. Un ejemplo, el más mediático: La Exclusiva, una empresa de catering que lleva tres años recorriendo la provincia, facilitando el sustento, la vida y la conexión a muchas personas mayores que de otro modo, posiblemente, se hubiesen visto obligadas a abandonar sus casas, su hogar y su memoria. «No hemos inventado nada nuevo, ya lo decía Einstein: si buscas resultados diferentes, no hagas lo mismo de siempre». Dicho y hecho. El espacio de coworking de El Hueco alumbró otras iniciativas como Presura, la Feria de la Repoblación. Tres ediciones la han consolidado como un espacio de referencia para mostrar la vida de una España Vacía que, tras años de lucha, tomó conciencia de sí misma con la publicación del libro de Del Molino y decidió reafirmarse con propuestas como la del Hueco. Queda mucho camino por andar, pero se hace más corto, si tienes buena compañía y las ideas claras. «Necesitamos políticas a largo plazo, que apuesten por la innovación social y el emprendimiento y que entiendan que, independientemente de dónde vivas todos tenemos los mismos derechos». Acaba de cerrar con éxito Presura, coincidiendo con la jornada electoral y recién constituido el nuevo gobierno, ¿qué le pide? Alcalde, responde rápido, sin titubeos, «un plan nacional, consenso para entender que el reto demográfico existe y nos afecta a todos». Desde El Hueco ya han dado los primeros pasos, convencidos de que el éxito está


en la acción y en la implicación crearon el G-100. Un grupo de voluntarios, expertos en diferentes áreas, que han ido trabajando en distintos talleres hasta desarrollar 12 prototipos para una nueva ruralidad. «Algunos como R-Uber, para facilitar la conexión en territorios rurales ya están en marcha», otros necesitan de apoyo y financiación y «en ello estamos». Educación, economía agropecuaria, vivienda, empleo, sanidad… Ideas no faltan y han recorrido media España en el autobús del «Orgullo Rural» para mostrarlas y para animar nuevas propuestas. ¿Alguna más? «Tratándose de la revista de Patrimonio, creo que es justo hablar de la importancia que éste tiene como motor de desarrollo y recurso de futuro, algo que conocéis muy bien en la Fundación».

La Huella Románica, revitalizando el patrimonio Algo sabemos sí y, de hecho, las palabras de Joaquín introducen a nuestra próxima protagonista: Cristina Párbole, compañera en la Fundación, guía en el centro expositivo Rom, alcaldesa pedánea de Vallespinoso de Aguilar, concejal en la villa galletera y promotora de La Huella Románica; un blog o, más bien, un proyecto vital, en el que durante años ha volcado y contagiado su pasión por este arte. Nadie como Cristina conoce la atracción que despierta el románico. Ella misma ha sentido esa magia, la ha vivido y por eso la cuenta y la defiende como nadie. Se formó como historiadora y apostó por volver a su tierra, por desarrollar en el medio rural, en la Montaña Palentina, su proyecto de vida. Le duelen las viejas piedras y le duele que pueblos como el suyo se queden vacíos por falta de acción cuando cuentan con un rico patrimonio y un entorno privilegiado. «Son muchas las personas que nos visitan cada año atraídas por nuestro románico y son muchos quienes vuelven desilusionados porque se encuentran los templos cerrados». Harta de recibir quejas, de no saber cómo ni qué responder al visitante, decidió ponerse manos a la obra y activó la campaña «Por un Románico Abierto», a través de sus perfiles en redes sociales. La respuesta no se hizo esperar, cientos, miles de personas se sumaron demostrando que el problema no se limitaba a Palencia. Las fotografías llegadas desde Burgos, Huesca, León, Cantabria, A Coruña, La Rioja e incluso Francia dejaban patente que la lucha era común y generalizada. Lo había logrado. Cual mariposa, Cristina batió sus alas en el Norte de Palencia y el efecto se extendió a otras latitudes.

Visita guiada por Cristina Párbole, promotora de la Huella Románica, en el claustro del ROM. Foto: Javier Velasco

Vencer la despoblación desde la acción | 47


A la izquierda, Jorge Margüello, representante del Bloque Joven Rural. En esta, una de sus actividades recientes.

Faltaba la respuesta y siguió insistiendo contra viento y marea, aguantando críticas y comentarios agoreros, alzando su voz y apoyándose en los muchos particulares, empresas, entidades y medios de comunicación que a lo largo de estos meses han respaldado su campaña y su causa. Aún hay quien se pregunta «cómo lograrlo», «cómo mantener el románico abierto todo el año». No es sencillo, pero «experiencias como las de la Fundación demuestran que hay personas, cada vez más, interesadas en visitar los sitios históricos y en pagar por verlos, siempre que las explicaciones que se les ofrezcan sean profesionales». ¿Por qué no? ¿Acaso no es posible cobrar una entrada a quien visita el edificio, pagar al guía que lo muestra y dedicar parte de la recaudación a la conservación y el mantenimiento? Para llegar a una respuesta afirmativa, falta aún el compromiso de todas las partes: propietarios, gestores, administración y visitante. De momento, la campaña iniciada por Cristina ya ha llegado a la comisión de patrimonio de las Cortes de Castilla y León, donde se ha aprobado por unanimidad instar a la Junta a incrementar el número de monumentos visitables y sus períodos de apertura.

Bloque Joven Rural: el renacer de un territorio Más iniciativas que ven en el patrimonio un recurso de futuro. Jorge González Margüello es, en este caso, la voz del Bloque Joven Rural. Un movimiento que surgió hace algunos meses en la provincia de Palencia, al amparo de la gran manifestación de la España Vaciada. Desde entonces, no han parado. 48 | Vencer la despoblación desde la acción

Muy activos en redes sociales y en contacto directo con la coordinadora nacional no cejan en su empeño con una doble vertiente: mostrar las muchas bondades del mundo rural, la realidad de nuestros pueblos y reivindicar el cambio desde la acción y el derecho a seguir viviendo en su tierra. «Somos más de 150 personas, no solo de Palencia, sino también de otras provincias», comenta Margüello, «nuestro reto ahora es constituirnos como asociación, para ello estamos trabajando». El éxito, les ha pillado por sorpresa, pero lo sobrellevan bien, «el contacto directo con la coordinadora nacional, con grupos como Soria Ya o Teruel Existe, nos facilita mucho las cosas». La buena organización, también cuenta «tenemos una coordinadora local integrada por una veintena de personas y estamos en contacto continuo por WhatsApp, nos encargamos de movilizar al resto a través de las redes sociales, convocando reuniones o grupos de trabajo». Cada convocatoria, hasta ahora, ha sido un éxito: comenzaron en marzo sumándose a La Revuelta de la España Vaciada, continuaron en octubre, parando por sus pueblos y siguieron en noviembre, mostrando su Orgullo Rural. Entre campaña y campaña, no falta la acción, «queremos trabajar en nuestros pueblos, con pequeñas iniciativas que inviten al cambio» y así, por ejemplo, han recuperado una fuente en Revenga de Campos, se plantean señalizar rutas o conseguir la apertura de monumentos emblemáticos como el castillo de Monzón. Mientras tanto dan visibilidad a la mujer rural y piensan cómo conseguir aprovechar las muchas viviendas abandonadas o vacías que hay en los pueblos para atraer a nuevos pobladores. «Necesitamos un cambio de mentalidad tanto de los propietarios, a veces

reticentes a alquilar o vender, como de quienes vienen sin saber muy bien cómo es la vida en el pueblo». Por ahora, el esfuerzo ya ha dado sus primeros frutos, justo al cierre de la edición de la revista, nos comunican que Onda Cero Palencia ha decidido otorgarles el Premio al Defensa del Medio Rural, ¡enhorabuena! Todos ellos Joaquín Alcalde desde el Hueco, Cristina Párbole con su Huella Románica o Jorge Margüello y el equipo de Bloque Joven Rural persiguen, desde distintos puntos un objetivo común: plantarle cara al reto demográfico. Lograr que los jóvenes dejen de «emigrar de su pasado», que no «queden vacíos los pueblos», ni «pierdan los niños sus sueños». Sí, quizá, te suene, no son palabras nuestras sino parte de una canción de la m.o.d.a (La Maravillosa Orquesta del Alcohol). Empezábamos con Chinato y Extremo y acabamos con estos burgaleses que están llenado estadios con su última gira y que, tanto en sus canciones, como en su día a día, muestran su compromiso con el medio rural. Este verano, sin ir más lejos, se sumaron a «La Revuelta de la España Vaciada», organizando pequeños recitales en pueblos como Frías, Villadiego, Poza de la Sal u Hontoria del Pinar. ¿El objetivo? Reivindicar el acceso a la cultura universal, volviendo a sus orígenes, a esos campos amarillos que tan bien retrató Machado. «Quieren hacer el agosto a nuestra costa // Sin saber, sin saber // Que los campos castellanos // Arden fácil en verano.» Ojalá, como cantan los chicos de la m.o.d.a, los campos castellanos, la España Vacía, arda, pero no por el fuego, sino por la acción de sus gentes.


LA MIRADA DEL ARTISTA Movimientos independentistas en la España contemporánea

Óleo sobre lienzo de 218 x 197cm

Daniel Yordanov

La obra es un retrato original de la actual España. Es la cara menos fotogénica de una marca de país, que tanto asombra el mundo por sus peculiaridades, pero pocos se atreven a adentrarse a explorarla en profundidad. Una escena que representa no solo una problemática política haciendo relucir con sutil ironía la ridiculez de los movimientos independentistas. En ella se puede contemplar e intenta llamar la atención, aunque de una forma dulce y amena, sobre el grave problema del envejecimiento de la población y de la España vaciada, ilustrada con una visión artística, oportuna para un país con un inmenso patrimonio y bagaje cultural. Es un cuadro lleno de sutilezas y elementos simbólicos, que vas descubriendo poco a poco y en modo de juego, pero de pronto sitúa al espectador ante una verdad astilla y descolorida, como el propio paisaje reflejo de una sequia no menos grave. Los protagonistas son tan reales, como lo es el propio pueblo de Barcial situado en la Tierra de campos (la comarca natural más grande de Europa!) y que el autor conoce en profundidad. El abandono y la soledad son patentes en detalles que ilustran una vida vivida y vestigios de otros tiempos mejores. Restos de una muñeca polvorienta mimetizada en una tierra pedrosa. La reivindicación, es como un grito de desesperación. La valla de señalización es como un estandarte de lo que fueron las tierras más pobladas en un momento de la historia de Castilla y León. Y esto lo evidencian los restos en segundo plano del Arte de la arquitectura en barro tradicional. El palomar, como expreso el propio Miguel Delibes «no solo decora y amuebla el paisaje: lo calienta». Pero lo único que queda es su silueta deconstruida y el esqueleto de un pichón entre los hierbajos secos. Y que hablar de la grandiosa torre de la iglesia de San Pelayo marcada por las huellas de culturas pasadas y el tesoro que guarda dentro en forma de artesonado policromado, y no el que busca tras la leyenda los cazatesoros más avispados. Amigo, acércate a ver en detalle los rostros de los protagonistas, allí es donde sobran las palabras. La mirada del artista | 49


50 | Sergio del Molino


SERGIO DEL MOLINO Sergio del Molino es escritor y periodista. Su obra se mueve entre la narrativa autobiográfica, el ensayismo y la crónica. Con La España vacía fenómeno editorial y literario, provocó un gran debate nacional sobre las regiones olvidadas del interior desértico del país. Aunque no viva aquí, ni tenga intención de hacerlo, ha pateado este territorio y habla desde el conocimiento, sus palabras invitan a desperezarse, a dejar a un lado el victimismo y a apostar por la acción directa en el territorio, por no esperar a que otros te resuelvan la papeleta. No le falta razón. El Estado, dice, debe desprenderse de la actitud dirigista y apostar por un tono facilitador porque hay múltiples ideas, pero es necesario dejar que se pongan en marcha…

«Hoy la despoblación es un conflicto más político que cultural»

Carmen Molinos Zumel

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La Fundación Santa María de la Sierra de Albarracín es un gran ejemplo de buenas prácticas. Foto: Adobe Stock

Somos casi de la misma edad. De hecho, tiene un año menos que yo y al leerle, al documentarme para entrevistarle, me planteo qué he hecho yo con mi vida. Es periodista y escritor. Ha publicado una decena de libros, entre ellos, el que centra esta entrevista, La España Vacía. No comparto todos sus planteamientos, pero en muchos aspectos le siento muy cercano y charlar con él, aunque sea por teléfono, mientras se mueve entre fogones, corrobora mi intuición. Me atiende como si no hubiese algo más importante para él en ese instante, aun a riesgo de quemar el guiso. Se agradece. Vivo en esa parte de España que hemos dado en llamar vacía o vaciada y nunca me había planteado la situación en términos de heterofobia, de odio al otro, quizá, porque no lo he vivido o porque me ha sido 52 | Sergio del Molino

«Se habla de catetos, de España atrasada y no es verdad. No hay una diferencia cultural entre ambas Españas»

fácil superarlo, ¿crees que a nivel general podremos romper esas fronteras entre campo y ciudad? Sí, se rompieron hace tiempo, cuando desapareció la cultura secular campesina. Lo que vivimos ahora no es un conflicto entre campo y ciudad, sino entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Es un conflicto más político que cultural. El mundo campesino que se regía por otros ritos, por un calendario distinto al de la ciudad, por un sentido de la autoridad más rígido, ha desaparecido. Da igual dónde se viva hoy, vivimos en una misma cultura, compartimos un mismo universo. Todos vemos las mismas series y las mismas películas. No hay un conflicto, se superó por desaparición de una de esas culturas. El problema ahora mismo es político y es como más insalvable se vuelve. Es más fácil de su-


difícil de gestionar y a nivel estatal, importa poco. Precisamente por eso no ha llegado a la agenda política hasta hace dos días. Pero, no creo que haya un interés, sino más bien, un desinterés. La situación no importaba a nivel nacional, no se contaba con esos votos. Incluso el sistema electoral estaba diseñado para que los grandes partidos se beneficiasen de la situación. Pero, ha ocurrido algo en la sociedad española, no solo en la España Vacía, es un cambio de sensibilidad en todo el país. La despoblación ha pasado de no ocupar ningún espacio de debate a estar en las agendas, porque se ha producido una toma de conciencia de algo que estaba ahí, pero que no veíamos como un problema político o de país. Esa toma de conciencia la han recogido los políticos y la han incorporado a sus programas, pero creo que, de momento, solo como guiños o como brindis al sol. No hay ni voluntad ni imaginación para solucionar nada. Detrás de eso late el convencimiento de que no se puede hacer nada, salvo una foto, que les reporte un beneficio electoral.

perar, porque bastaría con un proyecto de país, pero también más difícil de articular porque tiene que ver con financiación, con recursos que no existen y con un modelo social que perjudica seriamente a las personas que viven en la España Vacía. Últimamente la despoblación ha pasado a la agenda política, pero a quienes vivimos en los pueblos no acaba de sonarnos creíble, ¿al Estado le interesa esta situación atípica de extensiones vacías y ciudades superpobladas? No. No hay un interés ni una conspiración. Es el país que te ha venido dado y lo gestionas como puedes. Gestionar un país que pretende ser descentralizado no es fácil. Tener una población muy extensa y grandes áreas poco pobladas es un problema. Desde un punto de vista autonómico es

Al final de tu libro reclamabas que debíamos tomar conciencia de la situación, para que esa España Vacía realmente llegue a existir. Ahora comentas que ya se ha producido esa toma de conciencia, ¿y ahora qué? No lo sé. Es un proceso muy largo, pero el punto más importante es tomar conciencia, que se considere un asunto de ciudadanía, de derechos políticos, que toda la sociedad española se sienta implicada con él, que sepa que no puede permanecer ajena, porque se trata de que hay una parte considerable de la población, en torno a 10 millones de personas, que no son pocas, se sienten parte de un país desgajado, perciben que sus preocupaciones no forman parte de la nación y que son una ciudadanía disminuida. Eso, en términos democráticos, no nos lo podemos permitir y debería ser suficiente para generar un debate que no sé a dónde nos puede conducir. No creo que a la repoblación, ni a revertir el mapa o a devolver la pujanza económica a sitios absolutamente desactivados. Pero si cunde el compromiso de no permitirnos que haya ciudadanos de segunda, entre todos podemos trabajar para que los poderes públicos, el Estado se comprometa a mantener los servicios, a no primar los criterios de rentabilidad económica. Esto puede ser caro, pero nos sale más caro aún no atender las necesidades de quienes viven en territorios aislados. Es una labor de vigilancia y presión constante, que un movimiento político bien encauzado puede mantener y que no sé hasta dónde nos llevará, pero, sin duda, más allá de la

foto, la moda pasajera o los fines electoralistas. Tu libro surgió tras el trabajo de años de plataformas como Soria ya o Teruel Existe y alumbró el surgimiento de nuevos movimientos que ya no hablan tanto de España Vacía como de España Vaciada, ¿qué opinión te merecen estas nuevas corrientes? Algunos movimientos llevan trabajando mucho tiempo, sin demasiada visibilidad, salvo un momento puntual a finales de los noventa, cuando lograron una pequeña repercusión nacional, pero su presencia ha sido más local o regional. Ahora sí, han cobrado mucha más fuerza. Debo reconocer que yo asisto perplejo a esa corrección un poco fea del concepto «España Vacía», que para mí, como escritor, era y es más poético que político. Me permitía un mayor juego literario y creo que, precisamente, parte del éxito, radica en la potencia o el enganche que tiene. No pretendía que calase tanto, yo solo quería escribir un libro. Pero, una vez que el concepto ha cuajado en la sociedad, por qué en lugar de aprovecharte de ello, te dedicas a corregirlo, a ponerlo más feo, a desvirtuarlo, para darle un matiz que políticamente, creo erróneo, porque retrotrae el movimiento a unas posturas victimistas que ya estaban superadas. Uno de los problemas de estas plataformas de lucha contra la despoblación es quedarse ancladas y entrar en bucle para reclamar constantemente al Estado, pidiendo inversiones, alertando del abandono y con un tono victimista que aleja a quien lo escucha. Si el libro había conseguido desvincularse de esa corriente, aprovéchate, en lugar de rearmar viejas tendencias más próximas a tus intereses particulares. Esto es más importante que la militancia en una plataforma. Estrategias así pueden contribuir a desinflar el movimiento y a acabar con él. La institución en la que trabajo, la Fundación Santa María la Real, lleva años apostando por el desarrollo territorial, por aprovechar recursos y por cambiar desde la acción directa. Seguro que, en tus muchos paseos por la España Vacía, tú también has encontrado casos ejemplares en este sentido… Sin duda, para mí es ejemplar la labor que hace «El Hueco» en Soria y en otros territorios: cómo lo encauzan todo desde una perspectiva muy dinámica, muy centrada en la gente, en quienes viven allí, en saber quiénes son y qué van a hacer para mejorar, siempre desde la acción, para lograr seguir viviendo aquí y vivir bien, sin esperar un maná o sin llamar constanSergio del Molino | 53


temente a la puerta del Ministerio. Es un «vamos a trabajar nosotros y los demás que vengan y se unan». Esa labor es fundamental y sería muy terrible que esas chispas que van surgiendo en pequeños puntos de la España Vacía se vieran agostadas por un discurso ideológico muy plano que regresa al victimismo. Hay casos prometedores, aunque son puntuales y no creo que puedan generalizarse, porque lo que la experiencia internacional nos dice, es que lo que funcionan son las acciones locales. No puede haber un plan para toda la España Vacía, porque es un territorio demasiado heterogéneo. Si queremos que funcione, hemos de irnos a modelos como los aplicados en Escocia, Canadá o algunas partes de Alemania donde se empodera —es un verbo horrible, que no uso nunca—, a una comunidad y le das las armas para que encuentre su propio modelo de desarrollo. El Estado debe cambiar su actitud dirigista hacia otra más facilitadora, poniéndose al servicio de quienes están en esas comunidades y no al revés. Cada territorio es diferente, pero en todos hay recursos… Claro que sí, por supuesto, incluso volver a economías tradicionales que pueden modernizarse e introducirse en el siglo xxi. Por ejemplo, la selvicultura. Tenemos una masa forestal absolutamente descuidada cuando

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podemos lograr unos bosques sostenibles y gestionarlos para que sean un motor de desarrollo. Hay múltiples ideas, pero hay que dejar que la gente pueda ponerlas en marcha.

«La despoblación ha pasado de no ocupar ningún espacio de debate a estar en las agendas, porque se ha producido una toma de conciencia de algo que estaba ahí»

Seguro que conoces algún ejemplo de buenas prácticas vinculadas al ámbito del patrimonio que haya servido para impulsar un territorio. Una de las más famosas es la Fundación Santa María, en la Sierra de Albarracín. Aunque me resultan un poco antipáticas las campañas de los pueblos bonitos de España, porque yo estoy también a favor de los feos. Pero es cierto, que no solo es un escaparate, que trabajan todo el año y que, de verdad, han conseguido crear un foco entorno a Albarracín que va más allá del pueblo decorado o la aldea Potemkin. Es un espacio que atrae y concentra a artistas, fotógrafos, que vincula la tradición con el mundo contemporáneo y es una propuesta interesante que no está pensada para que la gente monte su restaurante o su casa rural y se haga de oro, sino que es un proyecto a muy largo plazo y con un fondo muy profundo que, además, funciona. Aún quedan urbanitas que al oírme se extrañan de que sepa hablar o que cuando llegan al pueblo les sorprende que tenga-


mos luz, ¿cómo superamos estos prejuicios? Es sorprendente y está muy generalizado, incluso en personas que no te esperas. Pero, solo se supera viajando y acercándote a los pueblos. Es un tic que salta muchas veces en momentos electorales, cuando se echa la culpa a las zonas más despobladas de estar sobrerrepresentadas y de tener un sesgo conservador. Y no es cierto. Yo lo demuestro. Voy con gráficos y, digo, mira sesgo conservador el de Madrid. El sesgo conservador de Soria es similar al de Madrid y en la misma proporción si comparas resultados. Si miras, te darás cuenta de que la radiografía de la sociedad soriana no es muy distinta de la madrileña. Pero cuesta verlo. Se habla de catetos, de España atrasada y no es verdad. No hay una diferencia cultural entre ambas Españas. El prejucio prevalece en muchos casos, de ahí que hablase de heterofobia, como existe contra inmigrantes u otros colectivos y eso solo se rompe desde el conocimiento y el contacto directo persona a persona. La España Vacía no existe, porque no se cuenta, las historias en positivo de

los pueblos quedan relegadas a la prensa local o a las páginas de sucesos, pocas veces llegan a adquirir dimensión nacional, quizá, también nos falta visibilizar el pueblo como es hoy. Totalmente de acuerdo, pero, es muy difícil que los medios se interesen por la normalidad. Cuando algo sale en un medio de comunicación es porque no es habitual. Se busca lo excepcional. Por eso, que haya un retrato verosímil y ajustado en los medios es quizá pedirles demasiado. Ellos siempre van a ir a lo excepcional que muchas veces está relacionado con lo negro, con lo negativo. Quizá, habría que buscar otras formas de excepcionalidad, que era lo que yo trataba de hacer en mi época como periodista, buscar gente excepcional pero desde lo positivo. Vidas peculiares, que se salen de la norma, pero que, en ningún caso, remiten a un imaginario negativo. Eso sí. Pero retratar la normalidad, no lo compra, ni lo lee nadie. Al escucharte, al leerte, noto cierta nostalgia melancólica, quizá, la de quien sin vivir en ella, la siente muy cercana porque la ha paseado mucho o la de quien sabe

que podría vivir perfectamente aquí, pero no ha dado el paso… ¿A mí te refieres? No, no. Yo vivo muy cómodo en el centro de la ciudad, sí me gustaría tener un retiro, pero más como de torre de marfil, no para vivir. No es algo que me plantee. Me interesa mucho pero como paseante, no para irme a vivir. Es un rasgo del cronista: se interesa mucho por las vidas de los demás, pero no quiere decir necesariamente que quiera vivirlas. Creo que es un valor para el libro y para contar historias. Estamos muy acostumbrados a escribir sobre lo que no nos importa o no nos interesa, el buen cronista se interesa, se implica, esa curiosidad nos une un poco a todos y hace que no seamos extraños. Debemos permitir que otros hablen también de las cosas que nos afectan. Es interesante ver cómo nos ven los demás, pero hoy por hoy, no me iría. Bueno, vives en Zaragoza Sí, sí, debería vivir en Madrid que es donde trabajo, pero no, sigo viviendo en Zaragoza y muy a gusto y no tengo ninguna intención de irme a Madrid. Mi forma de resistencia es seguir aquí. Sergio del Molino | 55


Campanario de la iglesia de Sant Romà de Sau. Foto: DagafeSQV (CC BY-SA 3.0)

NOTARIOS DEL TIEMPO SANT ROMÀ DE SAU

Maximiliano Barrios Felipe

Pocas cosas hay tan misteriosas como un campanario bajo las aguas y pocas cosas representan mejor el abandono y olvido de nuestros pueblos como un pantano anegando sus casas. Auténtico prisionero del progreso Sant Romà de Sau está paradójicamente a poca distancia de una megalópolis como Barcelona, forma parte de esas comunidades desaparecidas que engrosaron a mediados del siglo pasado una lista con más de medio millar de localidades que sirvieron para fertilizar los campos de otras tierras o convertirse en el motor energético de la industrialización a cambio de percutir en nuestro mundo rural y ser uno de los múltiples factores que han contribuido a esta España vaciada.

56 | Notarios del tiempo


Sant Romà de Sau vista desde el puente (1926). Foto: Albert Oliveras i Folch © Arxiu Fotogràfic Centre Excursionista de Catalunya

El pantano del Sau embalsó las aguas del río Ter en 1962 sobre una vega ya de por sí afectada por el fenómeno de la emigración y despoblación. Las últimas bocanadas de vida del territorio sirvieron al cineasta Ignacio F. Iquino para rodar en 1955 «Camino Cortado», donde se recrean los últimos instantes de la vida del pueblo antes de la inundación, la radio del coche de uno de los protagonistas vociferaba la buena nueva: A las 12 en punto un cohete dará la señal y las gigantescas compuertas de la presa vieja serán abiertas inundando el legendario San Román, pero un nuevo pueblo con casitas blancas y refulgentes se yergue en la cima de una de las montañas que circundan este valle pintoresco, estas serán los nuevos hogares de los habitantes de esta comarca. El tañer de las campanas de la nueva iglesia lanzará al

espacio una prueba más de los adelantos de nuestra patria. Drama de otro tiempo y de quizá una equivocada idea de progreso, hipotecó los sueños y esperanzas de algunas generaciones que vieron como la cuna que los vio nacer desparecería para siempre devorada por la sed sin consuelo de un futuro sin añoranzas. Como tantos otros, un poblado de nueva construcción, Vilanova del Sau, vendría a sustituir a un paraje idílico e irrepetible. Todavía hoy, durante el estío o las épocas de sequía acuden aquí cientos de visitantes en peregrinación, como atávico recuerdo de su infancia perdida para recorrer sus calles fantasmales y escuchar en mudo silencio las ondas del agua en retirada y el eco de las palabras que despiden las piedras milena-

rias de su arquitectura ancestral. Entre ellas su iglesia románica del siglo xi, enseñoreada ahora más que nunca sobre las ruinas dispersas bajo el abrigo del imponente acantilado del Tavertet, donde se extiende lo que un día fue el caserío de un pequeño asentamiento medieval de los muchos que salpican el Pirineo catalán, aún hoy se observan los restos de su puente románico y los muros de las antiguas casas tradicionales. Acabamos recordando a Unamuno y el Valverde de Lucerna de su San Manuel Bueno Mártir, metáfora de esa felicidad ilusoria en la creencia de un porvenir mejor para aquellos brazos que abandonaron estos pueblos y engrasaron la maquinaria de las nuevas ciudades donde se enmascaró la trágica e irremediable realidad de la perdida de sus raíces. Notarios del tiempo | 57


¿PARQUES TEMÁTICOS? DISFRAZ Y SUPERVIVENCIA DE LA ARQUITECTURA HISTÓRICA

Miguel Sobrino González

Apunte del natural de San Lorenzo, uno de los barrios de Toledo que permanecen ajenos a la actividad turística. (MSG)

58 | Disfraz y supervivencia de la arquitectura histórica

La comparación de los cascos históricos en su estado actual con parques temáticos va camino de convertirse en un lugar común, una de esas concatenaciones de palabras que empiezan juntándose de vez en cuando para acabar form´ando matrimonios a la antigua, esto es, indisolubles. Es preocupante que la empleen no solo quienes opinan (opinamos) en el curso de una conversación informal, sino también, usando letra impresa, algunos profesionales del pensamiento. El filósofo Javier Gomá confesaba hace tiempo («Belleza sorprendida», El País, 5 de mayo de 2012) que no acababa de gustarle «viajar a los lugares que fueron esplendorosos en el pasado y que ahora pervierten su genuina belleza heredada haciendo del turismo su principal fuente de ingresos. Palacios, templos, edificios civiles, mercados, plazas […] que ya no sirven a las necesidades cotidianas y reales de la población viviente; salones, cuadros, tapices, esculturas, vajillas, lámparas, joyas o mobiliario catalogados en museos y sin poseedores que les den uso.» Su artículo defendía, idea encomiable, que no es fácil encontrar belleza fuera de lo que es útil —la utilidad aporta razón de ser y, por lo tanto, naturalidad—, pero sin distinguir entre lo que lo fue en su día y ya no puede seguir siéndolo (vajillas, lámparas…) y lo que nunca lo fue, lo que se concibió como adorno sin cometido (quedan para otro día los discursos de Adolf Loos o si resulta o no «útil» una escultura o un cuadro). Habría que añadir que algunas cosas asu-


En Venecia, una de tantas calles que quedan fuera de las rutas más trilladas. (MSG)

men nuevas funciones cuando pueden visitarse libremente (por ejemplo los palacios), en vez de seguir siendo privativas de las clases altas; porque, ¿qué tipo de «población viviente» era la usuaria de aquellos «salones, cuadros, tapices»…? En cualquier caso, en el artículo citado el argumento de la belleza ligada al uso caía en una trampa colocada por el mismo autor, cuando ponía como paradigma «la cerámica griega arcaica y clásica, ánforas y vasos de vientres tallados [sic] con idílicas figuras negras y rojas y usados para la modesta tarea de escanciar el vino mezclado con agua en los simposios.» ¿Quién usa hoy cráteras, ánforas e hidrias en su vida doméstica? ¿Tenemos otra opción que ver esas piezas, antaño utilitarias, tras las vitrinas de los museos? Lo que define a un parque temático es que toda su puesta en escena responde a un simulacro. Hace años, tras pasar allí la noche, me levanté muy temprano en Santillana del Mar, uno de los enclaves que más hace del turismo «su principal fuente de ingresos». Estaba amaneciendo, y no vi a nadie más que a un hombre que conducía unas vacas hacia un prado y alguna otra persona del lugar dirigiéndose a sus afanes. Poco a poco, según avanzaba la mañana, los portones se fueron abriendo, los visitantes comenzaron a recorrer las calles y los comercios y los bajos de las casas se cubrieron con expositores forrados de postales y recuerdos; al cabo de unas horas, era difícil no ser arrastrado por la marea de cuerpos humanos que iba del museo Regina Coeli hasta la colegiata y viceversa. Por haber asistido al proceso, tuve claro desde entonces que lo que transforma a Santillana del Mar a ojos de quienes no madrugan lo suficiente

es simplemente un disfraz, cuya naturaleza es la de ser contingente (igual que se pone se quita), y que acaso vela u oculta, pero no destruye, el cuerpo al que se adhiere. Cuando la trama urbana es más extensa que la de Santillana, compuesta apenas por dos calles con sus bifurcaciones, el trasiego turístico suele limitarse a un área determinada, quedando multitud de espacios dispuestos para los habitantes y los paseantes sin prisa. En Toledo, Granada o Venecia, por ejemplo, la mayor parte de la ciudad queda a salvo del travestismo comercial que exige el turismo. Sí, también los edificios y las ciudades se mudan y travisten, como actores capaces no solo de caracterizarse (lo que les permite adaptarse a ambientaciones y papeles diversos), sino que se ven también obligados, para subsistir, a ponerse una bata o un uniforme y trabajar los fines de semana en un supermercado o en un bar. Tratando sobre arquitectura monástica, escribí que «muchos palacios de la Edad Media hispánica consiguieron escapar a la demolición disfrazándose, haciéndose pasar por monasterios o conventos». Habría que añadir que numerosos monasterios y conventos superaron los efectos de las desamortizaciones transformándose en cuarteles, ayuntamientos, hoteles, hospitales y, en momentos difíciles, hasta cárceles. La faz turística de las ciudades antiguas es pues una nueva máscara, acorde con las prioridades y gustos actuales, y no será la última; un disfraz que va permitiendo que se mantenga en pie algo que merece ser conservado. No debe creerse, funcionalmente hablando, que antes las cosas eran de determinada manera y ahora son de otra muy distinta; en realidad, no han dejado de cambiar de manos y de cometidos. Podría seguirse la trayectoria de algunos de nuestros monumentos más celebrados (desde la sinagoga toledana de Santa María la Blanca hasta la mismísima Alhambra) para constatar hasta qué punto tuvieron que pasar largos períodos entregados a funciones que rozan lo vejatorio. Los que critican que hoy nuestras ciudades antiguas subsistan gracias al turismo han debido de seguir trayectorias profesionales muy rectas y seguras, algo que no suele lograrse sin apoyos congénitos; quienes no pertenecen a esa elite saben que, para salir adelante, a veces no hay más remedio que aceptar trabajos alejados de sus intereses y capacidades. Hablar de «genuina belleza heredada» suena a cierta añoranza de privilegios de clase, bien alejados de la suerte a la que se ve sometido el transcurrir vital de la mayoría de las personas y los monumentos. Ya se sabe que el turismo masivo trae calamidades, pero una cosa es fundarse

en estudios rigurosos sobre determinados perjuicios demográficos o económicos (como la expulsión del comercio y los pobladores tradicionales) y otra mirar a los turistas con la alarma y el desprecio con los que algunos observarían la entrada a la Ópera de un grupo de adolescentes en camiseta. No nos dejemos engañar por los disfraces y aprendamos a reconocer lo que bajo ellos permanece. Lo importante es que la arquitectura y los bienes atesorados en ella sigan ahí, donde los dejamos, a la espera del nuevo atuendo con que habrán de adaptarse a otros tiempos. Nuevos y, sin duda, distintos.

Casas de Salamanca que dan al río Tormes, reconstruidas, a modo de decorado, con materiales falsos.

Máscara o suplantación Lo que defiendo es la capacidad de las ciudades históricas para mantenerse en pie, amoldándose a los cambios con mejor o peor fortuna. Otra cosa es que la superficialidad aparejada a la mayor parte del turismo, mezclada con intereses especulativos, dé pie a la sustitución del verdadero patrimonio edificado por un simulacro. Un ejemplo claro lo tenemos en Salamanca, donde la mayor parte del caserío antiguo ha sido sustituido en fechas recientes por torpes réplicas. No se trata de edificios nuevos que se atienen a formas tradicionales de la construcción, lo que podría ser interesante, sino de una renovación total tras falsas fachadas pensadas para satisfacer una visión rápida, como un decorado teatral de nula calidad arquitectónica. No cabe pues generalizar, comparando a todas las ciudades históricas con «aldeas Potemkin» (falsos pueblos montados por el príncipe ruso de ese nombre para contentar a la zarina), como hace Sergio del Molino, sino solo aquellas donde ha habido una irreversible suplantación de la arquitectura real —o al menos de las construcciones no monumentales que componen el tejido urbano— por otra que solo imita su apariencia.

Disfraz y supervivencia de la arquitectura histórica | 59


LA SEDE DE ÉGARA OCUPACIÓN DEL TERRITORIO, ARQUEOLOGÍA Y PAISAJE Carles Sánchez Márquez Director de la Candidatura de la Sede de Égara a Patrimonio Mundial de la UNESCO

60 | La Sede de Égara: ocupación del territorio, arqueología y paisaje

La Sede episcopal de Égara (Terrassa) es un ejemplo extraordinario de la importancia de la ocupación continuada de un territorio en la conservación del patrimonio cultural. Desde el Neolítico hasta la actualidad, este espacio cargado de cultura e historia ha sido habitado por diversas civilizaciones que han dejado su huella. Los trabajos realizados en el marco del Plan Director de las Iglesias de San Pedro de Terrassa (1995-2010), así como la incorporación de la Sede de Égara a la Lista Indicativa de Patrimonio Mundial de la UNESCO (octubre 2018) han despertado de nuevo el interés por el monumento, que cada vez está más presente en publicaciones y foros científicos internacionales.

Un poco de historia La situación privilegiada del conjunto —sobre un istmo elevado y surcado por los torrentes de santa María y de Vallparadís— favoreció la existencia de un primer asentamiento humano en la zona, que se remonta al Neolítico, hacia el tercer milenio antes de


nuestra era. Hacia el siglo iv aC localizamos un asentamiento ibérico en el lugar, del que se conservan restos de habitaciones, silos y hornos para la metalurgia. El geógrafo Claudio Ptolomeo menciona el topónimo de Egosa en su obra Geografía, que muy probablemente debemos identificar con este poblado ibérico. Este espacio alcanzará el estatus de municipio romano con el emperador Vespasiano, bajo el nombre de Municipium Flavium Egara (i dC). De este periodo se conservan vestigios de relieves decorativos, así como de silos, pozos, depósitos y otras estructuras de carácter industrial. Sin embargo, el testimonio más significativo de este periodo es un atrio-impluvium de una domus o casa romana, que más tarde será reconvertido en un espacio de la residencia episcopal. El Edicto de Tesalónica, promulgado en el año 380, supuso el reconocimiento oficial de la doctrina de Cristo en el Imperio romano y la pronta expansión de la fe y la cultura cristianas. En este sentido, a finales del siglo iv se documenta en el istmo de San Pedro una profunda transformación del espacio romano en cristiano, con la cons-

trucción de un primer espacio basilical, bautismal y funerario. Más tarde, con la creación del obispado de Égara a mediados del siglo v, se proyectará la construcción de un gran complejo episcopal que fue finalizado a mediados de la centuria siguiente. El nuevo proyecto concebía la edificación de un gran complejo episcopal organizado en tres terrazas, con tres edificios de culto. En la primera, situada al sur, se construyeron las nuevas dependencias y espacios destinados a la residencia del obispo, así como una capilla particular dedicada a los santos Justo y Pastor. En la segunda terraza se edificó la catedral de Santa María, con dos ámbitos diferenciados: el baptisterio, situado a sus pies, y la propia basílica de tres naves. Al norte de la catedral se halla la iglesia funeraria de San Miguel. Finalmente, en la tercera terraza, al norte, se construyó la iglesia parroquial de San Pedro. En el sector oeste, cerrando el conjunto, se alzaba un doble corredor funerario que comunicaba el baptisterio y la iglesia parroquial, de modo que todas las edificaciones quedaban conectadas alrededor de un patio central que

actuaba como cementerio. En la actualidad se conservan importantes vestigios de los edificios episcopales: el ábside de la catedral de Santa María y el baptisterio situado a sus pies; la totalidad del edificio de San Miguel; así como la cabecera de la iglesia parroquial de San Pedro. No en vano, el elemento que confiere una mayor singularidad al conjunto de Terrassa es sin lugar a dudas la decoración pictórica de los ábsides de Santa María y

Iglesia de San Miguel © Museo de Terrassa.

Sede de Égara. Iglesias de San Pedro de Terrassa. © Badia/Casanova, MdT

La Sede de Égara: ocupación del territorio, arqueología y paisaje | 61


actualidad, el templo ha preservado su actividad pastoral como lugar de culto. Precisamente, en la etapa románica se creó un núcleo de población en torno a las iglesias —el denominado «pueblo de San Pedro»— que en el año 1904 perdió la autonomía municipal y fue integrado en el término de la ciudad de Terrassa.

Actualidad

Conjunto Episcopal de Égara. © Aerofotoline/MdT

San Miguel, que los últimos estudios realizados por arqueólogos, historiadores del arte, restauradores y epigrafistas sitúan en el siglo vi. Las pinturas constituyen un ejemplo paradigmático del contacto entre dos culturas —hispanocristiana y el pueblo visigodo—, a la que debemos añadir la recepción del arte bizantino. En este sentido, innovaciones arquitectónicas como la solución de la cúpula de San Miguel (que nos remite directamente a modelos de la arquitectura bizantina), junto con los prestamos artísticos que los ciclos pictóricos de Terrassa presentan con el Oriente bizantino (mosaico de la rotonda de San Jorge de Salónica; pinturas del monasterio de Apolo de El-Bawit, Egipto), permiten catalogar el conjunto de Égara como un ejemplo único y excepcional de la cultura de intercambio que tuvo lugar en el Mediterráneo en el siglo vi. La arquitectura de la Sede episcopal y sus pinturas son las evidencias más palpables de esta herencia de contactos que se produjeron en el arco mediterráneo. Un ejemplo singular de una cultura particular, la visigoda, de la que desgraciadamente no han sobrevivido otros conjuntos episcopales de la magnitud de Terrassa. Si bien es cierto que en la península ibérica se conocen ejemplos sobresalientes de la arquitectura de época visigoda (San Pedro de la Nave, San Juan de Baños, Santa María de Quintanilla de las Viñas), es importante subrayar que no se conserva pintura mural de este período, y que además se encuentre integrada en un complejo episcopal monumental. Por otra parte, el retablo mural de

la iglesia de San Pedro es sin duda uno de los elementos más singulares del conjunto, sobre todo por su concepción como retablo exento del muro absidial, totalmente inusual y sin ejemplos comparables en todo el arte medieval en Cataluña, Europa y el mundo. Un unicum en el contexto del arte cristiano universal.

Evolución del conjunto Las invasiones musulmanas en la península ibérica pusieron fin a la etapa de mayor esplendor del monumento y también al obispado de Égara. Después de la conquista de Barcelona en el año 801 por parte de los francos, la estabilidad del país permitió que en el año 810 algunas sedes episcopales fueran restituidas, a excepción de Égara y Empúries. En el siglo xii el conjunto fue objeto de un importante renacimiento artístico. El 2 de enero del año 1112 fue consagrada la nueva iglesia románica de Santa María, que aprovechó el ábside de la antigua catedral episcopal con las pinturas murales de la época del obispado. De la etapa románica merece la pena mencionar la capilla de santo Tomàs Becket, decorada con un ciclo pictórico dedicado a este mártir inglés, asesinado por lo servidores del rey Enrique II de Inglaterra en el año 1170. Por otro lado, a finales del siglo xii fue construida una nueva nave románica en la iglesia de San Pedro que se encajó en el antiguo ábside trilobulado de la etapa del obispado de Égara. Desde entonces hasta la

62 | La Sede de Égara: ocupación del territorio, arqueología y paisaje

En la actualidad, el antiguo pueblo de San Pedro —hoy convertido en un barrio con el mismo nombre— actúa como zona de protección o «buffer zone» del monumento. El barrio cuenta con una población reducida —alrededor de 700 habitantes—, y circulación de automóviles rigurosamente restringida. Asimismo, el Parque de Vallparadís —verdadero pulmón de la ciudad—actúa como una zona de protección complementaria, ya que se encuentra alrededor del conjunto monumental y cuenta con un régimen de protección específico, así como una limitación de actividades coherente con su valor como patrimonio natural y paisajístico. Por todo ello, la normativa urbanística municipal de esta zona impone un régimen de protección paisajística, arquitectónica y arqueológica muy severa tanto a la Sede de Égara como a su entorno. Tras la restauración del conjunto monumental impulsada y desarrollada en el Plan Director de las Iglesias de San Pedro (19952010), se presenta una museografía que señala todos los elementos arqueológicos, arquitectónicos y artísticos, fruto de la ocupación permanente del territorio.

Retablo mural de Sant Pedro. © Museo de Terrassa.


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Amigos del Patrimonio No te quedes en las palabras. Colabora en la conservación del Patrimonio Cultural a través de la Tarjeta de Amigo del Patrimonio de la Fundación Santa María la Real. Puedes deducirte hasta el 75% de tu aportación y además recibirás gratuitamente la revista «Patrimonio» así como descuentos en todos nuestros viajes, cursos y actividades. Museos, empresas, y más de 2.200 personas colaboran ya con nosotros. Súmate a la iniciativa. Puedes solicitar tu tarjeta en el teléfono 983 219 700, en amigos@santamarialareal.org, o mucho más rápido, en nuestra tienda online: tienda.santamarialareal.org

SOLICITUD DE TARJETA DE AMIGO / MECENAS DEL PATRIMONIO Rellene con LETRAS MAYÚSCULAS el cupón con sus datos, y remítalo por correo ordinario a: Casa Luelmo. Calle Ancares s/n 47008 Valladolid. También puede enviarlo escaneado por mail.

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Busca aquí algunas ventajas de tu tarjeta de amigo del patrimonio o tarjeta mecenas ÁVILA PARA VISITAR

TIENDA ON-LINE DE LA FSMRPH: Descuentos amigos del patrimonio

Basílica de los Santos Mártires Vicente Sabina y Cristeta de Ávila Plaza de San Vicente, 6 Tfno: 920255230 www.basilicasanvicente.es sanvicenteavila@gmail.com

Entrada reducida a los titulares de la tarjeta de Amigos del Patrimonio (2€).

PARA ALOJARSE Casa rural El Zapatero de Sexifirmo Calle Tejedores, 4, 05000 Piedrahíta, Ávila Tfno: 686570249 maruvaquero@hotmail.com

La Casa rural El Zapatero de Sexifirmo se vuelve a sumar a las entidades colaboradoras de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio y ofrece un 10% de descuento en senderismo, alquiler de bicicletas con y sin guía, excursiones a caballo y vuelos en parapente biplaza, además de un 5% de descuento (en temporada baja).

5% de descuento en libros 15% de descuento en maquetas Descuento de hasta 50 euros en viajes culturales Descuento de hasta 40 euros en nuestros cursos Visita guiada al centro expositivo ROM por solo 3€

Plaza Ayuntamiento, s/n Oña Tfno: 947300001 ayuntamiento@yahoo.es

Tarifa reducida (1,20€) para los titulares de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio que realicen la visita guiada a la Iglesia del Monasterio de San Salvador de Oña.

Tarifa reducida

BURGOS PARA VISITAR Centro de iniciativas turísticas de Lerma C/ Audiencia 6, bajo Lerma 947177002 www.citlerma.com oficina@citlerma.com

25% dto. en la.visita guiada a Lerma del Centro Iniciativas Turísticas de Lerma

Museo de Pintura y Paleontología y Museo de Etnografía / Ayuntamiento de Villadiego Plaza Mayor, 1 Villadiego Tfno: 947361700 www.villadiego.es ayuntamiento@villadiego.es

20% dto. en la entrada a los museos de pintura y paleontología, y de etnografía.

Espacio Medioambiental Félix Rodríguez de la Fuente

Avda. de la Paz, 18 Tfno: 947277668, 947040788 estherarribasacero@gmail.com

Plaza de la Villa, s/n Poza de la Sal Tfno: 947302046 www.pozadelasal.es tecnico@pozadelasal.es

10% dto. en servicios de enmarcación. 10% dto. en obra de arte.

50% dto. en la tarifa a las exposiciones. Tarifa reducida: 0,50€

Sala Picaso

64 | La costa amalfitana

Museo Histórico de las Merindades de Medina de Pomar Plaza Mayor, 1 - Ayto. de Medina de Pomar Medina de Pomar Tfno: 947147042 - 947190746 www.medinadepomar.org patrimonio@medinadepomar.org Entrada reducida al Museo Histórico de las Merindades

Museo de Dinosaurios

Ayuntamiento de Salas de los Infantes Tfno.947397001 museodesalas@salasdelosinfantes.net

Turismo, Ocio y Naturaleza

Barrio San Andrés, 14 San Adrián de Juarros Tfno: 947251456 Tfno Móvil: 687812499 - 682882577 www.valledejuarros.com valledejuarros@hotmail.com Alojamiento rural-Apartamento turístico 8 personas, 10% dto.Aventura rutas 4 x 4 hasta 8 plazas, 10%

tienda.santamarialareal.org

Monasterio de San Salvador de Oña / Ayuntamiento de Oña

PARA ALOJARSE

Museo Internacional de Radio Comunicación Inocencio Bocanegra Plaza Mayor, 1. Belorado Tfno: 947580815 www.belorado.org info@belorado.org

Descuento en entradas. Tarifa general 5€. Tarifa reducida Amigos del Patrimonio 3€. En eventos mismas condiciones que otras tarifas reducidas.

Sala Craquel, S.L.

LEÓN PARA VISITAR Museo de la Indumentaria Tradicional Leonesa

Plaza Mayor, 1 Valencia de Don Juan Tfno: 987750893 www.valenciadedonjuan.es ayuntamiento@valenciadedonjuan.es 50% dto. en el precio de la entrada.

Museo del Castillo de Valencia de Don Juan

Plaza Mayor, 1 Valencia de Don Juan Tfno: 987750893 www.valenciadedonjuan.es ayuntamiento@valenciadedonjuan.es 50% dto. en el precio de la entrada.

PARA COMPRAR

C/ Trinquete, 18 Peñaranda de Duero Tfno Móvil: 615025864 - 652456316 www.salacraquel.es nacho@salacraquel.es

Ángel Cantero Galería de Arte

20% dto. en pintura, escultura y cristal. 10% dto. en cerámica y muebles.

Descuento de un 10% en la compra de obras de arte (20% en pinturas propias).

C/ Juan Madrazo, 25. Tfnos: 987242354 / 687407527 www.angel-cantero.com galeria@angel-cantero.com


PALENCIA

SALAMANCA

OTROS SERVICIOS

PARA VISITAR

PARA VISITAR

Fundación Eugenio Fontaneda. Castillo de Ampudia

Castillo de los Duques de Alba

Uffizzi Conservación y Restauración de Bienes Culturales S.L.

Castillo de Ampudia Ampudia Tfno Móvil: 629768247 - 699484555 www.castillodeampudia.com info@castillodeampudia.com Tarifa especial (1€) en la visita a la colección Eugenio Fontaneda: salas de arqueología, etnografía, farmacia, juguetes y muñecas antiguas, armas y aparatos musicales y arte sacro.

Museo del Cerrato Castellano de Baltanás

C/ La Virgen, 16 Baltanás Tfno: 979112010 Tfno Móvil: 672145930 www.museodelcerrato.com info@museodelcerrato.com Entrada reducida (2€) a los titulares de la tarjeta de Amigos del Patrimonio.

PARA ALOJARSE Casas Rurales «El Uncar» Ctra. De la Magdalena, 36 Castrejón de la Peña 609812148 davidcorpe@hotmail.com www.eluncar.es

15% dto. en las cuatro casas rurales (2,4 o 6 personas) presentando una tarjeta de Amigos del Patrimonio por casa

El Molino de Salinas

Paseo del Molino s/n Salinas de Pisuerga (Palencia) Tfno: 979 122000 www.alojamientosconhistoria.com reservas@alojamientosconhistoria.com 15% dto. en los servicios de restaurante y alojamiento.

Posada de Santa María la Real

Avenida de Cervera s/n Aguilar de Campo (Palencia) Tfno: 979 122000 www.alojamientosconhistoria.com reservas@alojamientosconhistoria.com 15% dto. en los servicios de restaurante y alojamiento.

PARA COMER Hotel Restaurante Tierra de Campos

C/ La Fuente, 1 Osorno (Palencia) Tfno: 979817216 979817218 www.hoteltierradecampos.com contacto@hoteltierradecampos.com 10% de descuento sobre precio tarifa.

Ayuntamiento de Alba de Tormes Pza. Mayor, 1. Alba de Tormes Tfno: 923300024. www.villaalbadetormes.com. cultura@villaalbadetormes.com 50% dto en la entrada al Castillo de los Duques de Alba.

Ayuntamiento de Vilvestre Plaza Mayor S/N Vilvestre Tfno: 923524623 www.vilvestre.es info@vilvestre.com

Entrada al museo prehistórico + Paseo en barco por el Duero (en horario regular y previa reserva telefónica) = 14€. 2€ dto. para grupos de mínimo 15 personas.

Vinarius guardería de vinos y posada rural C/ Calzada, 8 Castellanos de Villiquera Tfno: 923320329 Tfno Móvil: 659 955 955 www.vinarius.es claudia@vinarius.es juancarlos@vinarius.es

Acceso a la cava romana de Vinarius (declarada Patrimonio etnológico y etnográfico por la Junta de Castilla y León), reservada únicamente para los socios, y que se extiende a los usuarios de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio.

Teso de la Feria 35-37, Local 1. 37008 Tfno: 923255787. www.uffizzi.net. uffizzi@gmail.com Presupuesto gratuito sin compromiso.

SEGOVIA PARA VISITAR AYUNTAMIENTO DE SEGOVIA Area de Turismo C/ Judería Vieja, 12 Tfno: 921460354 www.turismodesegovia.com www.segovia.es

Ofrece entrada reducida en:

Casa-Museo Antonio Machado C/ Desamparados, 5 Tfno: 921460377 machado.turismodesegovia.com informacion.casamachado@ turismodesegovia.com

Acture de Coca S.C. Castillo de Coca.

C/ Domingo Conde 13 Coca Tfno: 921586231 Tfno Móvil: 617573554 visitascastillodecoca@hotmail.com Descuento en las entradas. Tarifa reducida en las visitas al Castillo de Coca.

Centro de Interpretación de la Antigua Cárcel de Sepúlveda Plaza del Trigo. 6 - Sepúlveda Teléfono: 921540425 turismo@sepulveda.es www.turismosepulveda.es

Entrada reducida (2€) para todos los titulares de la tarjeta.

Museo de los Fueros

Sepúlveda Teléfono: 921540425 turismo@sepulveda.es www.turismosepulveda.es Entrada reducida (2€) para todos los titulares de la tarjeta

Tarifa de la entrada: 2€ (incluye Audioguía).

PARA COMPRAR

Centro Didáctico de la Judería de Segovia

Pastelería Yagüe

C/ Judería Vieja, 12 Tfno: 921462396 juderia.turismodesegovia.com juderia@turismodesegovia.com

C/Bruno Ortega, 10 El Espinar 921182121

10% de descuento sobre productos elaborados

PARA VER

Entrada gratuita para quienes presenten la Tarjeta

PARA ALOJARSE

Teatro Nuevo Fernando Arrabal

Colección de Títeres de Francisco Peralta

Casa Rural «El Acebo»

Casa Municipal de Cultura, Plaza del Conde, 2 Ciudad Rodrigo Tfno: 923461862 Tfno Móvil: 664403277 www.aytociudadrodrigo.es teatronuevo@aytociudadrodrigo.es 30% dto. en las entradas para la programación de la red de teatros de Castilla y León.

PARA ALOJARSE Hotel Domus Real Fuerte de la Concepción

C/ Puerta de Santiago, 36 Tfno: 921460354 titeres.turismodesegovia.com titeres@turismodesegovia.com Entrada gratuita para quienes presenten la Tarjeta (incluye audioguía)

Espacio Informativo de la Muralla-Puerta de San Andrés Plaza del Socorro, 2 y 3 Tfno: 921461297 Informacion.muralla@ turismodesegovia.com

Avda. de Portugal, s/n Aldea del Obispo Tfno: 923109990 www.hoteldomusrealfuerte.com info@hoteldomusrealfuerte.com

Tarifa de entrada: 1,00€ (incluye Audioguía)

10% dto. en alojamiento y restauración, oferta no acumulable con otras promociones. Consultar disponibilidad.

C/ de la Moneda, s/n Tfno: 921475109 www.casadelamonedasegovia.es casademoneda@turismodesegovia.com

Descúbrelo en las páginas 12 a 16 de esta revista

Real Casa de la Moneda y Centro de Interpretación del Acueducto

C/ Rafael Matesanz, 7. Prádena Tfno: 921507260 921429202 Tfno Móvil: 699091442 www.el-acebo.com acebo@tursegovia.com 10% dto. en alojamiento casona ganadería del siglo xviii rehabilitada. Habitaciones dobles con baño, alquiler individual o grupos. Rica comarca que ofrece posibilidades de contacto con la naturaleza, arte, historia y gastronomía. También se gestionan rutas.

Hotel Palacio San Facundo

Plaza de San Facundo, 4 Tfno: 921463061 info@hotelpalaciosanfacundo.com 10% dto. en alojamiento sobre tarifa oficial.

Tarifa de la entrada: 3,00€ (incluye Audioguía) La costa amalfitana | 65


SORIA

VALLADOLID

PARA VISITAR

PARA VISITAR

Museo Magna Mater «Villa Romana La Dehesa» (SoriaMuseum / Espejo del Tera, S.L.)

Asociación para la Restauración y Conservación de los Templos

C/ Venerable Carabantes, 9-11 - 5ºA Tfno Móvil: 660017854 www.soriamuseum.es soriamuseum@soriamuseum.es 50% dto. en la entrada al Museo Magna Mater (Villa Romana «La Dehesa»). Las Cuevas de Soria - Quinta Redonda (Soria). 50% dto. en la entrada al Museo Provincial del Traje Popular. Morón de Almazán (Soria).

PARA VER Teatro Palacio de la Audiencia

Plaza Mayor, s/n Tfno: 975234100 - 975234117 www.teatropalaciodelaaudiencia.com cultura@soria.es Acogerse a los descuentos que se realizan habitualmente a distintos colectivos, incluidos Amigos del Patrimonio.

PARA COMPRAR Asociación de Amigos del Castillo de Berlanga

C/ Daniel Ruiz Montejo, 27 - Casa de Cultura Berlanga de Duero www.castillodeberlanga.blogspot.com castillodeberlanga@gmail.com Descuento del 10% y envío gratuito en los libros de fotografías y en el de «El Castillo de Berlanga».

Iglesia de Santa Cruz C/ Lázaro Alonso s/n Medina de Rioseco Tfno: 983700887 - 983725026 www.arterioseco.es protemplos@arterioseco.es david@astermagonia.com

Tarifa reducida en la entrada a los Museos que gestiona la Asociación.

Aster Magonia

C/ La Trilla, 14 Medina del Campo Tfno: 983810063 Tfno Móvil: 687488004 www.astermagonia.com info@astermagonia.com

Castillo de Torrelobatón, Plaza Mayor, 1. Torrelobatón Tfno: 983563413 Tfno Móvil: 665834753 www.torrelobaton. ayuntamientosdevalladolid.es castillotorrelobaton@hotmail.com 30% dto. en el precio de entrada a los Amigos del Patrimonio.

Fundación Joaquín Díaz

Hotel Castilla Termal Burgo de Osma

Acceso gratuito a los museos y colecciones de la Fundación que se exponen al público.

Fundación Las Edades del Hombre

Monasterio de Santa María de Valbuena 47359 San Bernardo Tfno: 983683159 feh@lasedades.es www.lasedades.es 10% dto. en el catálogo y DVD de la exposición.

Fundación Museo de las Ferias C/ San Martín, 26 Medina del Campo Tfno: 983837527 www.museoferias.net fundacion@museoferias.net Entrada gratuita.

66 | La costa amalfitana

50% dto. en la entrada individual a los Amigos del Patrimonio y 1€ por persona en grupos de hasta 25 personas.

PARA VER Cielo y Tiedra, S.L.

C/ Pago del Val, s/n. Tiedra Tfno: 983038041 www.cieloytiedra.com info@cieloytiedra.com Tarifa reducida a los Amigos del Patrimonio (8€ entrada diurna, 12€ entrada nocturna).

OTROS SERVICIOS Carburantes Yagüe S.L. Estación de Servicio y Gasóleos a Domicilio Ctra. A6 Madrid - La Coruña, km 202. Mota del Marqués Tfno: 983780196 yagüecarburantes@yahoo.es Descuento de 0,015 €/litro en gasolinas y todo tipo de gasoleos. 10% dto. en compras en la tienda de la estación de servicios.

Seren, Imaginería y Restauración C/ del Cristo, 36 Nueva Villa de las Torres Tfno: 983 819355/ 685272836 serenarte1@gmail.com

12% dto. en obra nueva - escultura, madera, piedra, bronce y policromías.

ZAMORA PARA VISITAR Museo Diocesano de Zamora

Centro de Interpretación del Movimiento Comunero

PARA ALOJARSE

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años). Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

C/ Carnicerías, 6 Tordesillas Tfno: 983796035 Tfno Móvil: 649790543 www.museoencaje.com museo@museoencaje.com

Tarifas especiales en las visitas: Castillo de la Mota de Medina del Campo. - Palacio Real Testamentario. - Torre de la Colegiata de San Antolín.

C/ Real, 4. Urueña Tfno: 983717472 www.funjdiaz.net info@funjdiaz.net

C/ Universidad, 5 El Burgo de Osma Tfno: 975341419 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Museo del Encaje

PARA ALOJARSE Hotel Castilla Termal Monasterio de Valbuena

Plaza de Santo Tomás, s/n Tfno: 980531933 www.diocesisdezamora.es/ delegaciones/ver-museo-diocesano-24 museodiocesanodezamora@planalfa.es museo.diocesano@diocesisdezamora.es Entrada reducida al Museo Diocesano de Zamora.

C/ Monasterio, s/n San Bernardo - Valbuena de Duero, Valladolid Tfno: 983683040 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com

Pagos del Rey Museo del Vino

Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años). Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

20% en la entrada en visita libre.

Hotel Castilla Termal Balneario de Olmedo

C/ Pago de Sancti Spiritus, s/n Olmedo Tfno: 983600237 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años). Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

Avda. Comuneros 90. Morales de Toro. Tfno: 980696763. www.pagosdelreymuseodelvino.com. rburgos@pagosdelrey.com

Serviocio Siglo XXI S.L. C/ Cabrera, 6 - 8ºB. León Tfno: 987223102 Tfno Móvil: 609261146 www.serviociosxxi.com serviocio@yahoo.es

25% dto. en la visita a la ruta arqueológica por los Valles de Zamora, Vidriales, Órbigo y Eria, y 10% en el resto de actividades que realiza.

OTROS SERVICIOS Ayuntamiento de Toro Plaza Mayor, s/n Toro Tfno: 980108101 info@toroayto.es alcaldia@toroayto.es

20% dto. en espectáculos culturales 50% dto. en la entrada a la visita de la Plaza de Toros y al Teatro Latorre.


FUERA DE CASTILLA Y LEÓN PARA ALOJARSE Hotel Castilla Termal Balneario de Solares

C/ Sotelo, 13 Solares (Cantabria) Tfno: 942521313 www.castillatermal.com reservas@castillatermal.com Ventajas exclusivas, descuento del 10% sobre tarifa de alojamiento con independencia de la fecha, inclusive tarifa 2º Juventud (programa específico para mayores de 60 años). Descuento 10 % sobre carta de tratamientos, piscina termal y circuito de contrastes. Además, descuento del 5% sobre los PVP de nuestros bonos regalo. No aplicable a promociones puntuales ni tarifas no reembolsable

ORQUESTA SINFÓNICA DE CASTILLA Y LEÓN

MUSEOS GRATUITOS EN CASTILLA Y LEÓN

Ofrece un importante descuento en el abono de temporada 2019/2020 a los Amigos del Patrimonio. www.oscyl.com www.centroculturalmigueldelibes.com

Los usuarios de la Tarjeta de Amigos del Patrimonio tienen entrada GRATUITA en todos los Museos regionales de la Junta de Castilla y León (www.museoscastillayleon.jcyl. es) que se señalan a continuación:

16 y 17 de enero Mozart, Paquito d’Rivera, Freiberg, Piazzola, Giraudo

ÁVILA

7 y 8 de febrero Sibelius 14 y 15 de febrero Wagner 5 y 6 de marzo 250 aniversario de Beethoven 19 y 20 de marzo Mozart, Strauss

OTROS SERVICIOS

2 y 4 de abril Mahler

2001 Técnica y Artesanía

16 y 17 de abril Mozart, Haydn, Dvorák

Camí de l’Alquerieta, 23 Massanassa (Valencia) 961252222 www.campanasyrelojes.es info@campanasyrelojes.es

10% dto. en nuestros equipos, trabajos de restauración y servicios.

Paleoymas, S.L.

P. Empresarium C/ Retama, 17 - Nace C-24 Cartuja Baja (Zaragoza) Tfno: 976326565 www.paleoymas.com jlbarco@paleoymas.com 5% dto. en prospecciones y catas. 5% dto. en honorarios, en estudios de impacto ambiental y redacción de proyectos de desarrollo cultural.

Torregris Piedra Natural C/ La Marina, 14 Pol. Ind. La Vila Novetlé (Valencia) Tfno: 655471267 www.torregris.com angel@torregris.com

Proyectos en piedra natural, mármol o granito, esculturas, proyectos arquitectónicos. 5% de descuento en todos nuestros productos o servicios.

29 y 30 de abril Chaikowski, Shostakóvich

Iglesia de Santo Tomé el Viejo. Museo de Ávila Pza. Italia s/n Tfno: 920211003 museo.avila@jcyl.es

Museo de Ávila. «Casa de los Deanes» Pza. Nalvillos, 3 Tfno: 920211003 museo.avila@jcyl.es

BURGOS Museo de Burgos. «Casa de Miranda»

C/Miranda, 13 Tfno: 947265875 museo.burgos@jcyl.es

LEÓN Museo de León

Pza. Santo Domingo, 8 Tfno: 987236405 www.museodeleon.com museo.leon@jcyl.es

«Convento San Marcos». Museo de León Pza. San Marcos, s/n Tfno: 987245061 museo.leon@jcyl.es

PALENCIA Museo de Palencia.

«Casa del Cordón» Pza. del Cordón s/n Tfno: 979752328 museo.palencia@jcyl.es

SALAMANCA Museo de Salamanca. «Casa de los Doctores de la Reina»

Pza. Patio de las Escuelas Menores, 2 Tfno: 923212235 museo.salamanca@jcyl.es

Museo Zuloaga. Iglesia de San Juan de los Caballeros

Pza. San Juan de los Colmenares, s/n Tfno: 921463348 museo.segovia@jcyl.es

SORIA Monasterio de San Juan de Duero Pza. de las Ánimas, s/n Tfno: 975221428 museo.soria@jcyl.es

Museo Numantino Pº del Espolón, 8 Tfno: 975221397 museo.soria@jcyl.es

Ermita de San Baudelio de Berlanga Casillas de Berlanga. Tfno: 975221428 museo.soria@jcyl.es

Museo monográfico de Tiermes Yacimiento Arqueológico de Tiermes Tfno: 975352051 museo.soria@jcyl.es

Yacimiento Museo Arqueológico de Ambrona

Ctra.Torralba-Miño de Medinaceli, km 3,1 Ambrona Tfno: 975221428 museo.soria@jcyl.es

Yacimiento Museo Arqueológico de Numancia Garrejo, 17 Bajo Garray museo.soria@jcyl.es

VALLADOLID Museo de Valladolid. «Palacio de Fabio Nelli» Pza. de Fabio Nelli, s/n Tfno: 983351389 museo.valladolid@jcyl.es

ZAMORA Museo Etnográfico de Castilla y León (Fundación Siglo) C/Sacramento, s/n Tfno: 980531708/508269 www.museo.etnografico.com biblioteca@etnografico.org

Museo de Zamora. «Palacio del Cordón»

Pza. Santa Lucía, 2 Tfno: 980516150 museo.zamora@jcyl.com

SEGOVIA Museo de Segovia

Casa del Sol C/ Socorro, 11 Tfno: 921463348 museo.segovia@jcyl.es

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MAESTROS FLAMENCOS 2018-2020

Itinerario cultural: “Flandes: los colores de Van Eyck” Del 18 al 22 de marzo Salida desde Madrid

© www.lukasweb.be - Art in Flanders vzw, Rubenshuis, Antwerpen © Lowie De Peuter & Michel Wuyts, Royal Museums of Fine Arts Belgium, Brussels photo J. Geleyns - Ro scan

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maestrosflamencos.com Más información y reservas: info@culturviajes.org /91 522 12 62 (ext.2)


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