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Qué día es hoy? ¡Lunes! No hay clase
from Pandora 38
En cuarentena
Ángel Rosauro 1. º Bach-B Ilustración: Dora Martínez De Salazar
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¿Qué día es hoy? ¡Lunes! No hay clase
El día 13 de marzo fue para los estudiantes del territorio nacional la última jornada de trabajo en sus respectivos centros educativos. Ese viernes 13, algún que otro supersticioso ya pudo elucubrar que la peor de las suertes se cerniría sobre el hombre. Sin embargo, pocos de ellos hubieran podido prever el fuerte impacto de la catástrofe venidera. Así, el 14 de marzo, con la declaración del estado de alarma por parte de las autoridades, a causa de la exponencial expansión de la Covid-19, las clases presenciales fueron canceladas. Algo que vino provocado por un virus que, sepan, también afectó al ámbito de la educación en nuestro país.
Desde el comienzo de la cuarentena, estudiantes, profesores, directivos… se han visto obligados a cambiar su método de trabajo dada la imposibilidad de poder impartir las clases en las aulas. De esta forma, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías y a la instauración definitiva del mundo de la información que nuestra avanzada sociedad ha conseguido crear, los equipos docentes tomaron decisiones efectivas para ayudar, por supuesto, a su alumnado.
Y es así cómo, poco a poco, los pupilos han ido advirtiendo los muchos cambios que han tenido lugar a su alrededor. Asimismo, en cuanto al ámbito académico, durante este tiempo, hemos sido testigos de: las grandes labores de coordinación entre profesores y tutorías para ayudar al alumnado conforme a sus necesidades específicas, la preocupación del claustro de profesores porque los estudiantes no creyeran que el curso había finalizado y los mensajes de ánimo por parte de Orientación y del alumnado para ayudarse mutuamente a superar esta anómala situación.
Desde luego, ha sido un tiempo de adaptación para todos, donde se ha intentado primar la madurez del estudiante y la continuidad del bagaje de su proceso de aprendizaje. Y para conseguir tales objetivos, la gran mayoría de los discípulos han entendido que era necesario explorar nuevas áreas de su saber. De tal forma que, esta cuarentena ha hecho que se promuevan las competencias tecnológicas de los escolares, quienes han debido aprender a aprender usando diversas plataformas tales como: classroom, meet… Además, huelga decir que, este terrible confinamiento también ha ayudado a consolidar valores como la responsabilidad de los aprendices o la necesidad de que estos permanecieran físicamente activos gracias a los consejos de sus profesores.
Esta pandemia también ha traído algunas consecuencias negativas ya que muchos estudiantes han visto cómo los exámenes de EBAU, que determinarían su futuro, cambiaron, cómo esta ausencia en la asistencia a clase provocará un vacío de conocimientos que hará al alumno afrontar futuros cursos sin garantías, cómo la brecha digital ha privado a muchos del servicio de educación digna asegurado en este país o simplemente cómo las notificaciones de classroom se pueden utilizar como alarma-despertador… Pero, por otro lado, debemos sentirnos orgullosos porque hemos demostrado que nos es necesario asistir físicamente a clase para aprender tantas y tantas cosas, de las que, sin duda, hemos tomado buena cuenta durante este encierro obligado.