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El aprovechamiento del corcho: Revisión del descorche tradicional y del descorche mecanizado

Alma Mª García Moreno1 almariagarcia@gmail.com Ramón Santiago Beltrán2 ramon.santiago@juntaex.es Noelia Jiménez López3 noelia.jimenez.lopez@juntadeandalucia.es Cristina Prades López4 cprades@uco.es

Advertisement

(1)(4) Departamento de Ingeniería Forestal. ETSIAM. Universidad de Córdoba (2) Área de Dehesa, Pastos y Producción Forestal. Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal. Junta de Extremadura (3) Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Junta de Andalucía. División del Medio Ambiente y Sostenibilidad. Unidad de Aprovechamientos Forestales

Foto 1. Descorche tradicional

Introducción

Las masas densas y adehesadas de alcornoque (Quercus suber L.) constituyen uno de los paisajes más característicos de la Península Ibérica. Su extensión supone el 50 % de la superficie mundial, con 736.700 ha en Portugal y 409.025 ha en España. Los alcornocales poseen un gran valor ambiental y bien conservados constituyen uno de los ecosistemas naturales más complejos y maduros del territorio. Su interés económico, basado en la producción de corcho, los convierte en uno de los principales motores de la economía de muchas zonas rurales en el ámbito mediterráneo. El corcho es la corteza del alcornoque y su extracción se realiza de manera periódica, respetando turnos de 9 años como mínimo, durante los cuales es capaz de regenerarse, permitiendo así un aprovechamiento sostenido en el tiempo que se sigue realizando de forma tradicional desde hace siglos. Es una labor dura cuya ejecución requiere de una mano de obra muy cualificada, a fin de minimizar los daños en el árbol y que debe realizarse en un periodo de tres meses por razones fisiológicas, estando regulado en el DOE Nº 45 de 06/03/2013 (Extremadura); BOJA Nº 79 de 11/10/1988 (Andalucía); y L’ORDRE d’11/05/1988 (Cataluña). Ambos factores, dureza y temporalidad, determinan a grandes rasgos que la escasez de mano de obra para llevar a cabo el descorche en condiciones óptimas sea uno de los problemas del sector.

El aprovechamiento del corcho se realiza de forma tradicional, es decir, con el hacha como principal herramienta, desde el siglo XVIII. Sin embargo, son escasos los trabajos publicados al respecto. La incorporación al aprovechamiento del corcho de nuevas herramientas, manuales y mecánicas, lleva aparejada la necesidad de comparar los medios y técnicas de trabajo tradicionales con las nuevas tecnologías y los nuevos sistemas de trabajo. Este trabajo de revisión tiene como objetivo recopilar la información disponible sobre el descorche, tradicional y mecanizado, para que pueda servir de referencia en la evaluación de rendimientos, detección de ineficiencias y mejora de los métodos de trabajo. Palabras clave: Corcho, descorche tradicional, descorche mecanizado, hacha, rayado.

Fo to 2. Nuevas herramientas manuales para dislocar (mijuro, izq.) y ahuecar (tenaza, dcha.)

Fot o 3. Descorche mecanizado con el dispositivo COVELESS - operaciones de abrir y trazar Herramientas de descorche

En el descorche tradicional, las operaciones de abrir o trazar se realizan con herramientas simples como el hacha corchera. Las operaciones de ahuecar, dislocar y separar se realizan con el hacha en las zonas bajas y una pértiga de madera con un extremo en bisel denominada “burja” en las zonas altas. Para acceder a la zona superior del árbol, para alturas de descorche superiores a 2 m, se utiliza una escalera (foto 1). La simplicidad de dichas herramientas origina que la rentabilidad del sistema de descorche tradicional sea muy variable y dependiente de aspectos como el estado del alcornoque, la cualificación de los operarios, el porcentaje de trozos y el porcentaje de zapatas (BEIRA et al., 2014). Con el objetivo de suplir las carencias de mano de obra especializada, reducir la estacionalidad de la actividad, mejorar las condiciones de trabajo de los corcheros y aumentar los rendimientos del aprovechamiento del corcho, a mediados de los años 90 (ANTOLÍN et al., 2003) comenzaron a diseñarse dispositivos de corte que realizan las labores de corte o rayado (abrir y trazar) y herramientas manuales que realizan las labores de ahuecar, dislocar y separar (foto 2). Las máquinas de corte se basan en la incorporación de un sistema de regulación automática de la profundidad de corte, basado en la diferencia de conductividad eléctrica entre corcho y madera, cuyos contenidos de humedad son muy diferentes. El primer prototipo, denominado IPLA BRUNO-M0.80 comenzó su desarrollo en 1994 y se presentó en España en 1997. Está basado en una sierra eléctrica de vaivén, de 3 kg de peso más 2 kg del microprocesador; es de fácil manejo y se acciona mediante un generador. Su ligereza permite su utilización en la parte alta del árbol, pero el peso del generador y los cables que conectan los distintos elementos condicionan los movimientos dentro del monte. En 2003 comenzó el desarrollo del segundo prototipo, Stihl MC200, basado en una motosierra de gasolina de 6,2 kg de peso más 3,1 kg del arnés con baterías y 0,5 kg del sensor. Su velocidad de trabajo es superior y su manejo sencillo, sin embargo, no se utiliza en altura por razones de seguridad y por su mayor peso. En ambos prototipos el sensor de conductividad se clava en el árbol y se conecta por cable al procesador que lleva el operario a la espalda, dificultando los movimientos de los operarios. El último prototipo diseñado en 2010 es el modelo COVELESS, una sierra eléctrica de 3 kg de peso que funciona con baterías y está libre de cables, ya que el extremo de la sierra actúa como sensor de conductividad eléctrica. La COVELESS 3C18 es la máquina comercial de descorche y fue presentada en 2019 (foto 3).

Estos tres prototipos suponen una alternativa a la herramienta tradicional, el hacha, y se han utilizado de manera experimental en los últimos años por parte de diferentes organismos e instituciones, constatándose que no dañan la capa generadora de corcho, requisito fundamental para su utilización (BEIRA et al., 2014). Las herramientas manuales, MIJURO y tenaza corchera, comenzaron su desarrollo en 2005. La tenaza corchera sirve para ahuecar, puede ser manual o eléctrica y consta de 2 lengüetas que cuando están juntas se introducen en el corte realizado por las máquinas, y al hacer palanca se abren y permiten ahuecar el corcho. El MIJURO lo diseñó IPROCOR (Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal), y sirve para dislocar y separar las planchas de corcho, sin riesgo de corte ni para el operario ni para el árbol. Consta de un mango y de una palanca de acero acabada en una lengüeta plana de bordes romos. En el proyecto GO SUBER (2019-2020) se ha desarrollado una palanca tecnológica que realiza estas operaciones con mayor ergonomía y de forma más eficiente y cuidadosa.

Objetivo

El objetivo de este trabajo es ofrecer un compendio de los datos disponibles en la bibliografía más reciente referentes al descorche tradicional y al descorche mecanizado. Teniendo en cuenta que las operaciones a realizar en ambos tipos de descorche son las mismas, esta información facilitará la comparación entre las nuevas herramientas, algunas de ellas todavía en fase de desarrollo, y los distintos sistemas utilizados para llevar a cabo el aprovechamiento del corcho, detectando ineficiencias y mejorando los métodos de trabajo.

Material y métodos

Se han consultado los trabajos científico-técnicos relativos al descorche tradicional y el descorche mecanizado publicados hasta la fecha. A partir de dicha información se ha realizado una selección de aquellas variables que resultan más interesantes en la comparación de los distintos sistemas de descorche, presentándose los datos obtenidos de cada trabajo en formato de tablas en el apartado de resultados (tabla 1, tabla 2). Las variables seleccionadas fueron: W Variables dendrométricas k Circunferencia sobre corcho CSC (cm), circunferencia bajo corcho CBC (cm), y perímetro del árbol a 1,30 m antes y después de ser descorchado.

k Altura de descorche HD (cm): longitud total a la que se descorcha el árbol. Puede superar la altura del fuste en el caso de que se descorchen las ramas. k Superficie de descorche SD (m2): se calcula de forma teórica aproximando la superficie descorchada a la forma de un cilindro de altura equivalente a la altura de descorche y circunferencia, la medida por encima del corcho. W Variables temporales k Tiempo de preparación (min): tiempo empleado para limpiar de matorral el área de trabajo y así realizar la operación de descorche con mayor facilidad. k Tiempo de pela (min): en el descorche tradicional, tiempo que se tarda en descorchar un alcornoque, desde que dan el primer corte con el hacha hasta que despegan la última pana. k Tiempo de rayado (min): en el descorche mecanizado, tiempo que se tarda en rayar el árbol con la máquina indicada. k Tiempo de desplazamiento (min): tiempo que transcurre desde que termina el descorche de un árbol hasta llegar al siguiente árbol. k Tiempo de recogida (min): tiempo que se tarda en recoger las panas de corcho y llevarlas a los puntos de apilado fijados. k Tiempo ciclo completo (min); incluye: tiempo de preparación + tiempo de rayado + tiempo de ahuecar + dislocar y extraer el corcho + tiempo de uso del hacha. W Variables del trabajo k Calidad: evaluación cualitativa del proceso de descortezado de acuerdo con el daño causado al árbol como resultado del descorche.

Valores entre 1 (mala) y 5 (buena). La calidad previa se refiere a extracciones anteriores y la calidad actual, a extracciones actuales. W Variables de producción k Peso de las panas (kg). k Peso de los trozos (kg). k Peso total del corcho (kg): peso de las panas más peso de los trozos. k Densidad del corcho en verde (kg/m2): peso total del corcho en relación a la superficie de descorche. k Rendimiento (kg/trabajador/h): cantidad de corcho extraído por hora de trabajo. k % trozos: peso de trozos extraídos del árbol en relación al peso total de corcho.

W Coste de producción k Costes de producción (€/kg). Obtenido a partir del rendimiento (kg/h) y del coste unitario de los medios de producción (€/h), equipamiento, herramientas y mano de obra.

Resultados y discusión

La información obtenida de los trabajos consultados sobre descorche tradicional se muestra en la tabla 1; y sobre descorche mecanizado, en la tabla 2. En general, se ha observado una gran variabilidad en cuanto a la información contenida en las distintas publicaciones, siendo el número de variables evaluadas sustancialmente diferente. Asimismo, se ha detectado que ciertos aspectos, como las características relativas al tamaño y/o estado de los árboles descorchados, la experiencia de los operarios o la combinación de diferentes herramientas en el descorche mecanizado, entre otros, hacen que la lectura de los resultados aquí presentados deba hacerse de forma condicionada a las circunstancias de cada trabajo. Las variables dendrométricas no siempre están recogidas en los estudios consultados, sin embargo, resultan de interés porque permiten caracterizar dimensionalmente el conjunto de árboles descorchados. Hay que destacar que la altura de descorche está limitada en el rayado con máquinas, por razones de prevención de riesgos y seguridad laboral. Así, los trabajos consultados muestran que en el descorche tradicional las alturas de descorche son mayores desde 230 cm (REINA et al., 2014) hasta 285,05 cm (BEIRA et al., 2014), mientras que en el descorche mecanizado se obtuvieron valores entre 136,67 cm y 176,04 cm (BEIRA et al., 2014). En ese trabajo se muestran datos de altura de descorche de hasta 279,58 cm, pero debe tenerse en cuenta que se obtuvieron mediante un sistema de descorche mixto con el uso de la máquina Sthil en el fuste y el hacha en las ramas. La obtención de los tiempos empleados en la realización de las distintas operaciones del descorche resulta laboriosa, pero esencial para poder realizar análisis comparativos entre sistemas de descorche o máquinas utilizadas. La variable más habitual en los trabajos consultados sobre descorche tradicional es el tiempo de pela, que varía entre 4,76 y 12,3 minutos de trabajo por collera. En el caso del descorche mecanizado se muestran datos de las distintas operaciones elementales, siendo el tiempo de rayado y el tiempo de descorche los más representativos y los que mayor variabilidad muestran

Tabla 1. Descorche tradicional. Datos medios por árbol publicados hasta la fecha

Núm. datos PERALTA, 2003

56

CELIS y CASERAS, 2009 ROJANO, 2012 REINA et al., 2014 BEIRA et al., 2014

BURGOS et al., 2015 J. Andalucía y FALCOR CMCIPROCOR 83 226 102 880 ± 50

CSC (cm) CBC (cm) HD (cm) SD (m2) T. preparación (min) T. pela (min)1

T. desplazamiento (min) T. recogida (min) Peso panas (kg) Peso trozos (kg) Densidad corcho (kg/m2) (en verde) Calidad previa Calidad actual 0,34 12,29

1,51 162,52 125 160,73 138,23 107 233,00 230 285,05 4,78 1,63 4,76 9,85 12,27 0,34 0,35

38,52 50,67 2,61 10,52

2,58 3,33 12,3

2,4 54,3

Rendimiento (kg/trabajador/hora) 118 % trozos 5,1-5,5 4,2 177,3 143 118,72 107,5 114,2

5,5 5,1 5,5

Costes producción (€/t) 118 169,2 108,37

1 Tiempo expresado por collera de hacheros (2 operarios). 2 Descrito como peso total de corcho, no puntualiza si incluye peso de trozos. FALCOR: Fundación Andaluza del Alcornoque y el Corcho; CMC-IPROCOR: Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal

(tabla 2). No obstante, dado que el tiempo empleado en el descorche depende en gran medida del tamaño del árbol (REINA et al., 2014), resulta más acertado comparar los distintos sistemas mediante los resultados del rendimiento obtenidos. En el descorche tradicional (tabla 1) los rendimientos obtenidos son similares y fluctúan entre 107 y 118 kg/persona/hora (BEIRA et al., 2014; BURGOS et al., 2015 y PERALTA, 2003). En otros trabajos se citan valores de rendimiento más altos, hasta 143 kg/persona/hora (REINA et al., 2014), y 177,3 kg/ persona/hora (ROJANO, 2012), que se atribuyen al alto grado de especialización de los descorchadores. Aun teniendo en cuenta estos últimos valores, en general, el rendimiento de los sistemas mecanizados tiende a ser superior al del descorche tradicional. Se obtuvieron valores entre 110 y 125 kg/ persona/hora (BURGOS et al., 2015), atribuyendo el resultado más bajo al uso de la máquina por operarios poco especializados. En BEIRA et al., 2014 se obtuvieron valores de rendimiento muy diferentes entre los cuatro modelos de descorche experimentados, debido al uso combinado del hacha y diferentes máquinas de rayado, fluctuando entre 108,78 kg/persona/hora, con el sistema de trabajo Stihl+Ipla, en el que no se realizó extracción de zapatas, y 168,39 kg/persona/hora con el sistema Stihl+hacha, en el que se descorcharon ramas. Los avances en el descorche mecanizado, orientados a mejorar los aspectos relacionados con la ergonomía de las máquinas (menos cableado, menor peso, mayor autonomía de baterías, mejora del sistema regulador de la profundidad de corte), puede suponer una disminución de los tiempos empleados en el rayado, y por tanto una mejora de los rendimientos (foto 4). En el marco del PROYECTO GOSuber se están evaluando las prestaciones de la COVELESS 3C18, en Andalucía, Extremadura y Cataluña. Los resultados correspondientes a las campañas de descorche de los años 2019 y 2020 proporcionan una duración media del ciclo de trabajo de 9,26 y 7,9 min, respectivamente, y rendimientos medios de 119,24 y 131,9 kg/persona.hte (hora de trabajo efectiva), respectivamente.

Tabla 2. Datos disponibles en bibliografía sobre descorche mecanizado

Núm. datos

Stihl + Ipla-Morell2 BEIRA et al., 20141 BURGOS et al., 2015 J. Andalucía y FALCOR CMC-IPROCOR

Stihl + hacha3 Stihl Coveless Ipla-Morell Stihl4 Ipla-Morell5 Stihl

57 22 12 6 1.047 168 400 200

CSC (cm) CBC (cm) HD (cm) SD (m2) T. preparación (min) T. rayado (min) T. descorche (min) T. desplazamiento (min) T. recogida (min) T. ciclo completo (min) Peso panas (kg) Peso trozos (kg) Densidad corcho (kg/m2) Calidad previa Calidad actual 105,05 175,75 129,54 120,83

176,04 279,58 150,23 136,67 1,95 5,33 1,98 1,82 0,36 4,54 6,08

12,27 22,52 1,06 9,48 2,31 2,75 3,13 3,4 3,39 4,08 3,86 4,6 0,6 0,2 8,1 3,5 10,0 6,2 0,5 0,3 1,4 0,5

54,75

2,55 21,9

Rendimiento (kg/trabajador/hora) 108,78 168,39 155,63 148,13 122,5 110 112,2 125,5 % trozos 2,90 5,00 4,83 4,87 4,6 6,2 5,9 3,7 Costes producción (€/t) 128,23 80,72 79,87 90,22

1 Operarios con diferente grado de experiencia. 2 Sthil descorche del fuste e Ipla-Morell realización corte inferior (no extrae zapatas). 3 Sthil descorche del fuste y hacha descorche de ramas. 4 Operarios poco familiarizados con la herramienta y además descorche de partes altas. 5 Resume resultados de 6 tipos de descorche mecanizado. Datos publicados con anterioridad en trabajos más extensos: ANTOLÍN et al., La experiencia de IPROCOR con la máquina IPLA para el descorche y PERALTA, 2003 FALCOR: Fundación Andaluza del Alcornoque y el Corcho; CMC-IPROCOR: Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal

Foto 4. Descorche mecanizado con el dispositivo COVELESS

Foto 5. Descorche tradicional - mayor irregularidad en los cortes y presencia de zapatas

Otra variable importante para caracterizar la productividad del aprovechamiento del corcho es el porcentaje de trozos, y en este sentido no se han encontrado diferencias sustanciales entre los distintos métodos de descorche. En el descorche tradicional, los valores obtenidos son muy similares, entre 4,2 % (CELIS & CASERAS, 2009) y 5,1-5,5 % (tabla 1, foto 5). En el caso de los sistemas mecanizados, los valores se acercan en gran medida a los obtenidos en el sistema tradicional, a excepción de valores muy bajos (2,9 % en BEIRA et al., 2014) debido a la no extracción de zapatas o valores altos (6,2 % en BURGOS et al., 2015) probablemente como consecuencia de la realización del descorche por operarios poco especializados y por realizarse en temporadas de descorche complicadas desde el punto de vista meteorológico. Los costes de producción aportados por los distintos trabajos evidencian que suelen ser mayores en los sistemas tradicionales, desde 108,37 €/t (BEIRA et al., 2014) a 169,2 €/t (REINA et al., 2014), que en los sistemas mecanizados, desde 79,87 €/t a 128,23 €/t (BEIRA et al., 2014), aunque esta cifra más alta se corresponde con la no extracción de zapatas. Una de las ventajas más evidentes del descorche mecanizado es que su manejo no requiere un alto grado de especialización, suele obtenerse una mayor calidad del trabajo (BEIRA et al., 2014) (foto 6) y disminuye considerablemente el número de heridas realizadas al árbol.

Conclusiones

Compendiar la información disponible sobre el descorche tradicional y el descorche mecanizado, ha permitido establecer comparaciones entre los distintos trabajos existentes, pero también ha puesto de manifiesto que existen ciertas carencias de información que sería esencial suplir si se quieren extraer conclusiones que permitan la optimización del aprovechamiento. El descorche tradicional no presenta limitaciones en cuanto a la altura de descorche de los árboles, siempre que se cumpla la normativa de prevención de riesgos laborales, mientras que los sistemas mecanizados sí, por lo que los avances en la mecanización del descorche deberían ir encaminados a solventar las dificultades de ergonomía que puedan presentar las máquinas. El rendimiento obtenido es muy variable en los sistemas de descorche considerados, a grandes rasgos dependiente de factores como la experiencia de los operarios y la extracción o no de las zapatas. El porcentaje de trozos, salvo excepciones, no suele ser muy distinto entre descorche tradicional y descorche mecanizado; no obstante, en los trabajos consultados se pone de manifiesto que en el descorche mecanizado se logran cortes más rectos (foto 6) y no se producen daños en el árbol, lo cual repercute de forma positiva en el rendimiento de materia prima.

Glosario

Abrir: operación consistente en realizar los cortes verticales en el alcornoque. Ahuecar: operación que en el descorche tradicional sirve para facilitar el desprendimiento del corcho cuando no se da bien, y por lo tanto no siempre se hace. Se efectúa golpeando con la parte posterior del hacha en los cortes practicados en el corcho. En el descorche con nuevas tecnologías se hace siempre, y se ejecuta con la tenaza corchera. Collera: pareja de hacheros que trabajan juntos. Dislocar y separar: operaciones consistentes en la separación de las planchas entre sí y en su desprendimiento total del árbol. En el descorche tradicional se suele realizar introduciendo el bisel del mango del hacha en los cortes previamente realizados por el hacha; en el descorche mecanizado, se realiza con el MIJURO, simultáneamente con la operación de ahuecar. Con la nueva palanca tecnológica esta operación se realiza con mayor ergonomía, productividad y minimizando los daños. Panas: planchas de corcho que se extraen del alcornoque. Rayar: equivale a cortar, realización de cortes verticales y horizontales. Trazar: operación consistente en realizar los cortes horizontales en el alcornoque. Trozo: pieza de corcho de dimensiones inferiores a 400 cm2. Se destina a trituración, por lo que su valor comercial es inferior al del corcho plancha. Zapata: corcho de la base del tronco en contacto con el suelo, su valor comercial es muy inferior al del corcho plancha.

Foto 6. Descorche mecanizado - planchas de bordes rectos

Financiación

Proyectos de innovación de interés general por grupos operativos de la Asociación Europea para la Innovación en Materia de Productividad y Sostenibilidad Agrícolas (Aei-Agri) en el marco del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020. Proyecto Go Suber: modernización del descorche para la mejora de la productividad. W

Bibliografía

ANTOLÍN, P. G.; DÍAZ, A.; GONZÁLEZ, J. A.; GUERRA, M.; IGLESIAS, J. M.; MAESTRE, A.; PERALTA, A.; PIANU, B.; DEL POZO, J. L.; ROBLEDANO, L.; RODRÍGUEZ, M. A.; SÁNCHEZ, L.; SANTIAGO, R.; SANZ, J.; VASCO, A.; 2003. La máquina IPLA para el descorche. IPROCOR, Junta de Extremadura, Mérida. BEIRA DÁVILA, J.; PRADES-LÓPEZ, C.; SANTIAGO-BELTRÁN, R.; 2014. New tools for extracting cork from Quercus Suber L.: Increasing productivity and reducing damage. Forest Systems. 23: 22-35. BURGOS BARRANTES, M.; SANTIAGO BELTRÁN, R.; LANCIO PALACIOS, R.; 2009. Nuevas tecnologías aplicadas al descorche. 5º Congreso Forestal Español. 2015. Ávila. CELIS, M.; CASERAS, J.; 2009. Estudio comparativo del rendimiento y viabilidad económica de los métodos de extracción del corcho. Revista Forestal Española 47: 7-25 PERALTA, A.; 2003. Estudio de la máquina IPLA para el descorche. Universidad Politécnica de Madrid. REINA ALEJANDRE, J. C.; URBANO-FUENTES-GUERRA, E.; PRADES-LÓPEZ, C.; 2014. Estudio del descorche por el sistema tradicional. Análisis de tiempos y costes en el monte Pino Gordo (Córdoba). Revista Montes 117: 16-22. ROJANO MORALES, P. M.; 2012. Estudio de la productividad del descorche tradicional en la Sierra de Hornachuelos. Directora: Cristina Prades López. ETSIAM (UCO). Trabajo profesional fin de carrera. Ingeniero de Montes.