Revista Montes. Número 129, III trimestre 2017

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Opinión El combustible Cuando hablamos de biomasa forestal estamos hablando generalmente de madera: troncos, ramas, ramillas, tocones, etc. La mayor parte de la biomasa sólida para uso energético se utiliza por combustión, proceso químico que ocurre en una caldera, y expresado por una fórmula válida para todos los hidrocarburos fósiles o renovables: Combustible + Aire = Dióxido de carbono + Agua La biomasa forestal, el combustible de la fórmula, está formada básicamente por celulosa y lignina. Sin embargo, las diferencias a igualdad de humedad entre unas maderas y otras son muy poco significativas. Por sorprendente que parezca, la madera de chopo seca tiene una capacidad calorífica similar a la de la encina seca por unidad de peso. Las dificultades para quemar biomasa están en dos aspectos: Se trata de un combustible sólido de tamaño no homogéneo Contiene sustancias que no participan en la reacción química: eEl agua: la madera no está completamente seca en ningún caso. eEl material inerte: polvo atmosférico, arenas y gravas, que desgastan los elementos de la caldera y aumentan la cantidad de cenizas. eAlgunos elementos químicos: fundamentalmente cloro y azufre, que pasan a estado gaseoso en la combustión y condensan en forma de ácido clorhídrico o sulfúrico, muy corrosivos. La biomasa forestal es en general escasa en todos estos elementos y por tanto de alta calidad.

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eLos inquemados: si la combustión no es correcta quedan restos sin quemar tanto en la ceniza, lo que aumenta su cantidad y los trabajos de mantenimiento, como en los humos, moléculas orgánicas a medio quemar y partículas arrastradas en la corriente gaseosa, elementos todos ellos contaminantes.

Las emisiones La polémica sobre la generación de partículas en suspensión PM10 PM2,5 en la combustión de biomasa tiene una base real, pero estas partículas se generan fundamentalmente por la combustión de biomasa a baja temperatura, quemas de restos agrícolas o forestales, chimeneas abiertas, etc. Ciudades como Barcelona tienen muchos más problemas de partículas en suspensión que Estocolmo, cuyo sistema de calefacción es mayoritariamente de biomasa.

Conclusiones Aumentar la eficiencia energética y utilizar energías renovables es una necesidad estratégica y económica, pero sobre todo una obligación moral. Tenemos biomasa en cantidad suficiente para que su papel en la oferta energética sea significativo. La utilización de esta biomasa es beneficiosa para la gestión de los montes. La biomasa es un combustible muy heterogéneo. Cada caldera requiere el combustible adecuado a sus características. Se puede y se debe utilizar la biomasa de forma eficiente y limpia.G

Biomasa, bioenergía y bioeconomía en Cataluña La apuesta por el aprovechamiento energético de la biomasa marca un punto de inflexión en el abandono del monte como fuente de energía. En Cataluña y tomando como referencia la estadística oficial sobre comercio de astilla para energía, en los últimos siete años el volumen de exportaciones se ha multiplicado por doce, mientras que el consumo interior lo ha hecho por cincuenta aproximadamente. Concretamente, el mercado interior y sin tener en cuenta la producción para autoconsumo – que también tiene su importancia – ha pasando de unas 2.800 t en 2008, a más de 140.000 t en 2016. Un incremento

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Joan Rovira Ingeniero de Montes Secretario general del Consorci Forestal de Catalunya

realmente sorprendente, en el que el impulso inicial de la exportación a grandes centrales de energía eléctrica, ha jugado un papel muy importante en el momento de incentivar la aparición y consolidación de muchos de los operadores actuales. Se trata pues, de un gran paso hacia adelante. En Cataluña, como en muchas regiones, la falta de un mercado de madera de trituración que absorba la

Nº 129 | Tercer Trimestre 2017


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