ANÁLISIS
En la Cordillera de Nahuelbuta los patrones sintomatológicos en A. araucana, tanto en árboles adultos como de regeneración, se presentan con necrosis en hojas y ramas, progresando desde la parte baja de la copa hacia la parte superior, y desde la porción interna de las ramas hacia el ápice. Los síntomas en las hojas son variados, desde decoloraciones, necrosis en puntas y márgenes de las hojas, necrosis tipo manchas foliares, en menor grado hipertrofias. También es usual detectar daños por insectos, minadores de hojas y escarabajos de la corteza, asociados a tejidos vivos y muertos. También se observa clorosis y amarillamiento en la parte superior de la copa, encima de las ramas muertas, siguiendo con la muerte del árbol. La evolución temporal de estos síntomas en los árboles es desconocida, así como la distribución espacial del problema. La revisión de literatura sobre problemas sanitarios en A. araucana indica algunos hongos asociados a necrosis foliar y deformaciones, sin embargo, en su momento fueron considerados patógenos secundarios colonizando tejidos senescentes o necrosados; similar resultado se obtuvo respecto de los insectos asociados a esta especie. En las primeras actividades efectuadas, aparte de los hongos previamente relatados en A. araucana, se ha logrado aislar desde follaje y ramas sobre 30 especies hongos, asociados a los diversos síntomas observados. Actualmente, se realizan pruebas de patogenicidad para determinar el rol de estos agentes en A. araucana. Recientemente, desde suelo rizosférico de árboles de A. araucana presentando severos síntomas en la copa, se determinó
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la presencia del oomiceto Phytophthora cinnamomi, importante patógeno, polífago, asociado a diversos problemas patológicos en ecosistemas forestales nativos y en cultivos agrícolas, en Chile y otros países.
El daño foliar y mortalidad que afecta a la A. araucana en la Cordillera de Nahuelbuta, aún no tiene un agente causal conocido.
El daño foliar y mortalidad que afecta a la A. araucana en la Cordillera de Nahuelbuta, aún no tiene un agente causal conocido. Considerando los resultados preliminares obtenidos en nuestros estudios y otros aspectos relatados para este problema, como son: ocurrencia en la mayoría de las formaciones de A. araucana en Chile, la gran variedad de microorganismos asociados con los órganos con síntomas, y evidencias de situaciones climáticas anormales, aumento de meses secos, (posible efecto de cambio climático), parece posible plantear que el problema basal sería de origen abiótico, que estaría determinando un aumento en la susceptibilidad natural de la especie a hongos y bacterias (normalmente parásitos secundarios), como consecuencia de un estrés en los árboles, fenómeno definido como “predisposición”. No es posible predecir la evolución futura de la situación en los bosques de araucaria, siendo necesario realizar estudios epidemiológicos en relación al comportamiento del problema y su asociación con variables ambientales, continuar el trabajo de identificación de agentes asociados, que pudieran entregar antecedentes sobre el origen del problema y su evolución, para de esta forma llegar a establecer medidas de manejo y conservación de A. araucana, teniendo en consideración que, sobre esta especie, no se han desarrollado trabajos relevantes de índole fitosanitaria, en más de 40 años.