Deportes
jóvenes, de los cuales la mayoría son provenientes de familias con recursos suficientes para enviar a sus hijos a practicar deporte desde edades tempranas, momentos en los que se desarrollan las principales habilidades coordinativas. En este sentido, la política pública privilegia a los ya privilegiados, dejando de lado a una gran masa de la población que por falta de educación, orientación y recursos, vive con obesidad, hipertensión y diabetes. Resulta que México es el país de la OCDE con el mayor número de personas con obesidad y diabetes, y que nuestra otrora dieta basada en legumbres, leguminosas, maíz y sus derivados, combinada con actividad física intensa, se sustituyó por comida rápida y sedentarismo, y al mismo tiempo los recursos de los donativos de las empresas con visión social se concentran en el grupo de personas que cuenta con medios y recursos económicos e intelectuales para mantener una vida saludable por sí mismas. Los medallistas de los Juegos Olímpicos y las grandes estrellas de los torneos mundiales son muy necesarios, son el gancho, la imagen y el ejemplo que necesitamos para muchos de nuestros jóvenes expuestos a los antivalores del mercado y del crimen. Y para que la solución sea realmente integral, necesitamos que una parte de los recursos deducibles de impuestos lleguen a donde más se necesitan y que multipliquen su beneficio social, no a donde más se gastan de manera concentrada. Medios para que la distribución de la riqueza sea más pareja e integradora sobran, las herramientas de política económica con que contamos nos permiten apoyar a los menos favorecidos con medidas que no implican regalo, por el contrario, serían un apoyo inicial que premie el esfuerzo y resultados de quienes tienen el carácter para empujar y lograr desde abajo. Quihubo, ¿cómo ve?
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