Nacional
P
ara quienes somos profesores, afiliados al Sindicato de Trabajadores para la Educación (STE), no es una novedad ver llegar la ola de campañas electorales en el ámbito local, estatal o Federal, en cualquiera de los casos tampoco podemos permanecer apáticos pues es bien sabido que de una u otra forma nuestro sector es un eje central de la vida política de nuestra Patria. Hoy, casi a medio año y a escasos días de elecciones en el Estado de México, calificado como “El laboratorio político o el termómetro nacional”, previas a las federales y que tiene que ver con la lucha por la presidencia de la República, debemos de ser en extremo muy cautos pues, lamentablemente, la credibilidad de los políticos y de algunos partidos políticos en México están francamente en el inframundo por sus actos concretos, su voracidad, el abuso de poder, la corrupción que la llevan hasta en el tuétano. Los ciudadanos de a pie vemos con profunda tristeza el enriquecimiento insultante de personajes de la vida pública, que evaden la acción de la justicia usando triquiñuelas y los espacios o vacíos de la ley. Otros, en franca complicidad. Sufrimos una carestía al punto de que se hace muy grande la brecha entre los millones de quienes integramos el lumpen proletariado y los cientos de seres pseudohumanos que conforman una cerrada oligarquía, que detenta la propiedad de los medios de producción y se benefician de leyes a modo, que los enriquecen más y más, asociados con intereses extranjeros.
Escuchamos promesas y más promesas de campaña que no se cumplen, y un gasto o de plano el despilfarro de recursos públicos que bien pudiesen abonarse a programas sociales o eminentemente educativos. Pero, desgraciadamente, esa pseudodivisión de poderes, hace que tengamos que sufrir en términos sólo del ámbito pedagógico lo siguiente: 1. Falta de infraestructura educativa. 2. Falta de profesores con título y cédula de licenciados en Educación. 3. Falta de plazas docentes para los egresados de las escuelas normales. 4. Carencia de maestros para el idioma inglés. 5. Falta de maestros de danza. 6. Falta de docentes certificados en TIC (Tecnologías de la información y la comunicación). 7. Falta de equipamiento tecnológico en los centros de trabajo de los diversos subsistemas. 8. Incumplimiento a los compromisos adquiridos con los profesores que se evaluaron para promoverse en su función y que siguen comisionados (en espera de que “el orden de prelación avance”), o condenados a volver a evaluarse. 9. Falta de un Sistema Integral de Información Escolar real (SIIE WEB) a nivel nacional que permita el libre tránsito de los alumnos de un estado a otro. 10. Homologación de plazas y salarios (basta ver lo que cobra un profesor en el Estado de México, plaza estatal, y la diferencia abismal con un profesor de plaza federal), puesto que no se cumple eso de “a trabajo igual, salario igual”.
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