MALA N° 12 EXPLOTACIÓN

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Nº 12 2014

MALA

MALA / EDICIÓN 12 / 2014

Explotación En esta edición: Raúl Sohr, Melissa Sepúlveda, Rodolfo Cid (dirigente Transantiago), Gonzalo Durán (Fundación SOL), Ximena Acevedo (esposa Juan Pablo Jiménez), Felipe Avello, MALAy/más. PÁG 1

PRINCIPALES CALLES DE LATINOAMÉRICA.

ESTA REVISTA CAMINA LIBREMENTE POR LAS

...PARA MENTES SUBVERSIVAS


índice EDITORIAL

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EL GOBIERNO SABE QUE LA ESCLAVITUD FUE ABOLIDA POR RODOLFO CID

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EL CONTEXTO POLÍTICO Y SOCIAL DE JUAN PABLO JIMENEZ

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CAPITAL, GLOBALIZACIÓN Y TRABAJO POR RAUL SOHR

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¿QUIÉN CRECE CUANDO CHILE CRECE? POR GONZALO DURÁN

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“NUESTRO TRABAJO NO ES INDIGNO, SON LAS CONDICIONES LABORALES LAS INDIGNAS” POR RUTH OLATE

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EL TESORO DE LAS MANOS POR EMMANUEL ORTEGA

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HACIA LA UNIDAD OBRERO-ESTUDIANTIL POR MELISSA SEPÚLVEDA

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NI JEFE NI EMPLEADO POR FELIPE AVELLO

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Queda rigurosamente permitida la reproducción total o parcial de esta publicación y puede transmitirse en cualquier forma o por cualquier medio, siempre y cuando se nombre a revista MALA como fuente. No está permitido el plagio total ni parcial de esta revista, así como tampoco la utilización de la marca MALA para otros contenidos e intereses.

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DIRECTORA: Nathaly Jones. DISEÑO: Polilla Delacalle. EN ESTA EDICIÓN: Rodolfo Cid, Ximena Acevedo, Raúl Sohr, Gonzalo Durán, Ruth Olate, Emmanuel Ortega, Melissa Sepúlveda y Felipe Avello. IMPRENTA: Ojo en Tinta. Revista MALA tiene domicilio en San Francisco #51. Santiago de chile, julio de 2014. EMAIL: contacto@revistamala.cl

contacto@revistamala.cl ESTA REVISTA ES TOTALMENTE AUTOGESTIONADA, INDEPENDIENTE, AUTÓNOMA Y NO REPRESENTA INTERESES EMPRESARIALES, RELIGIOSOS NI PARTIDISTAS.


En la memoria de Rodrigo Cisternas y Juan Pablo Jiménez, trabajadores que fueron brutalmente asesinados MALA / EDICIÓN 12 / 2014por defender sus derechos.

¡HASTA CUÁNDO! Por la MALA

En especial homenaje a Marco Cuadra, compañero recientemente caído. “Por nuestros compañeros… como abusan, no nos pagan la quincena, nos echan a los sindicalistas y a quienes reclaman… Hasta cuando… compañeros.” Fueron sus últimas palabras, tras haberse quemado a lo bonzo. l mercado laboral chileno se ha teñido de una Eestadísticas inmensurable perversión. Además de trágicas respecto a la desigualdad y la miseria de los salarios, gran parte de los trabajadores ven vulnerados sus derechos fundamentales. Jornadas laborales de más de 16 horas, retraso en el pago del sueldo, y la privación de baño, comedor y medidas de seguridad adecuadas, son sólo algunos de los abusos que obligadamente, por necesidad, miles de hombres y mujeres deben soportar. Sin embargo, es necesario entender que estas perversiones, no son exclusivas del empleador, sino que es el sistema capitalista el que las conspira, y es la legislación levantada por los políticos la que las permite y valida.

Son el poder empresarial, político y judicial, los que se coluden entre sí para impedir que los trabajadores se levanten en contra de tanta injusticia y explotación. El multirut de las empresas y la subcontratación de empleados, han sido los pilares fundamentales de los empresarios para explotar al máximo a los trabajadores, al mismo tiempo de desarticular cualquier organización que pudieran lograr entre ellos para de-

fenderse. Y es que en la realidad, los trabajadores no tienen derecho a huelga, pues si lo hacen son castigados con sus sueldos y matonescamente amenazados con el despido. La movilización y la unidad de los trabajadores debe ser la respuesta a esta explotación para transformar las actuales condiciones. Ni la inspección del trabajo, ni el gobierno, ni mucho menos la CUT, han hecho algo para defender a los trabajadores ni para evitar muertes. La incorporación del Partido Comunista al gobierno, así como el paso de ex organizaciones revolucionarias hacia al reformismo, han sido una gran puñalada a los trabajadores. Por ello, es la clase trabajadora en su conjunto la que debe organizarse para luchar y conquistar condiciones laborales dignas y justas; para que no sigamos siendo pobres que sólo enriquecen al patrón; para que no tengamos que llorar más muertes; para poner fin al subcontrato; para terminar con las AFP; para erradicar los sueldos de hambre; para transformar esta inmundicia de sociedad capitalista.

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EL GOBIERNO SABE QUE LA ESCLAVITUD FUE ABOLIDA Por Rodolfo Cid RODOLFOCID

Fotografía: Frente Fotográfico.

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nte una nueva alza en los costos de los pasajes, y la propuesta de la presidenta Michelle Bachelet de 1000 millones de dólares al transantiago con 14 medidas casi burdas en las cuales no se contempla ninguna garantía para los verdaderos actores de este sistema mal implementado, a los conductores (operadores). Frente al populista anuncio de TNE de lunes a domingo en todo Chile, yo me pregunto, Presidenta ¿sabe realmente el costo de esto? Nuevamente esquilmados los trabajadores, se anuncia un beneficio para los estudiantes en menoscabo económico de los trabajadores de transporte en regiones, que trabajan a comisión (nada en contra de los escolares, pero ese costo debiera ser subsidiado por el estado). Los trabajadores de este sistema dicen: PRESIDENTA USTED TIENE UNA DEUDA HISTÓRICA CON LOS TRABAJADORES DEL TRANSPORTE. Nos prometieron mejores salarios, descansos adecuados,

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respeto por las horas de trabajo y hoy tenemos peores salarios, no hay descansos adecuados y lo más importante no hay respeto por nuestros compañeros tanto por parte de la autoridad, de los empresarios y de los usuarios. ¿HASTA CUÁNDO? De acuerdo a la cantidad de millones de dólares invertidos (10.000 millones) sin contar los antes mencionados, los trabajadores de este sistema y los que sean implementados en regiones, no debiéramos ganar menos de $700.000- líquidos mensuales, pero seguimos siendo explotados. El Estado tiene el deber de poner este piso para resguardar a dónde va el financiamiento que se otorga a los privados, ya que este es dinero de todos los chilenos. Les exigimos a los diputados de la República una comisión investigadora del transantiago (que hagan la pega), para saber dónde están los recursos que han botado en este sistema, en donde hay una cantidad de personas naturales, personeros de gobierno y dirigentes sindicales que se han en-


MALA /MALA EDICIÓN 12 / 2014 / EDICIÓN 12 / 2014 Rodolfo Cid Cotrozo: Presidente ASTTRA AG. Asociación Gremial Nacional de Trabajadores del Transporte.

riquecido ilegalmente a un altísimo costo humano. Ante la pasividad del gobierno de turno, la colusión y la negligencia, a la fecha tenemos un 30% de conductores en las calles del gran Santiago con estrés laboral, depresión y otras enfermedades sicológicas, siendo un gran peligro tanto para ellos mismos, como para los usuarios y peatones. Hoy lamentamos la inmolación de nuestro compañero MARCOS CUADRA, estamos con su familia, pero nuevamente la autoridad calla, oculta, desvía la atención con mesas de diálogo que sólo contienen y olvidan. Pero señora Presidenta, todo tiene un trasfondo todo tiene un fin. Marcos esto no lo hizo por nada, hay una razón de fondo, ya que cuando un dirigente no está de acuerdo con las políticas de explotación de sus compañeros, las empresas (protegidas por los gobiernos de turno)

aprietan a los dirigentes donde más les duele, en el estómago de sus familias. Desde que se inició este siniestro plan de transporte llamado transantiago, los trabajadores hemos sido humillados, esclavizados y hemos perdido dignidad bajo la mirada indolente de las autoridades de su primer gobierno; ni hablar del gobierno de Sebastián Piñera, que acrecentó aún más la crisis con un payaso como ministro de transportes, P.P. Errázuriz, que sólo se preocupó del marketing ( cambio de colores de los buses, luces en los paraderos y televisores para casos importantes), pero sin soluciones de fondo y reales para los trabajadores. Nuestro Gremio está en alerta. Que la autoridad sepa que hay un antes de Marco, y un después de Marco.

Fotografía: Frente Fotográfico.

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El contexto político social de Juan Pablo Jiménez Por la Conferencia Intersindical de Trabajadores

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uan Pablo fue asesinado el 21 de febrero de 2013 al interior de AZETA, empresa donde él trabajaba. Esta era una de las empresas subcontratistas que prestaba servicios a Chilectra, la cual es parte de Grupo Enersis, que a su vez es de propiedad de Endesa, una de las mayores transnacionales que controlan la energía eléctrica del mundo. Juan Pablo dirigía el sindicato N° 1, que agrupaba a unos 40 socios. Existían en la empresa cinco sindicatos que no podían actuar conjuntamente ya que respondían a razones sociales diversas. Por eso Juan Pablo presidía la Federación que agrupaba a todos esos sindicatos dispersos, con la aspiración de llegar a conformar un solo gran sindicato, para que los trabajadores pudieran pelear como un solo cuerpo, como un solo hombre. Juan Pablo era parte de la Conferencia Intersindical de Trabajadores, donde estudió, junto a otros compañeros, la historia del movimiento obrero chileno. Ahí aprendió los principios del sindicalismo clasista y combativo; abrazó ahí el legado de la FOCH de Recabarren y de la CUT de 1953, e inspirado en ellas, se disponía a dotar a su propia Federación de una declaración de principios. Organizó a sus compañeros de trabajo, y armado de comprensión y de conciencia de clase, dedicó sus años de vida adulta a luchar por la unidad de los trabajadores desde las bases y en contra de toda burocracia. Se conjugan en la figura de Juan Pablo todos los elementos del dramático escenario en que se desenvuelven los explotados del país: una gran empresa entregada por la dictadura al imperialismo; una empresa menor que a través del subcontrato superexplota (extensas jornadas de hasta 16 horas, y mínimas condiciones de seguridad) y que se sirve del multirut para mantener la división de los trabajadores; unos trabajadores que deciden organizarse y que buscan romper la atomización mediante la unión, un hilo histórico –el sindicalismo de clase-; y finalmente la represión más brutal como respuesta. Una bala en su cabeza puso fin a la vida de Juan Pablo. No creemos en la justicia, pero sí creemos en el pueblo, que con su acción dará a luz miles de Juan Pablo hasta poner fin a la explotación, porque AZETA es el espejo de las condiciones de trabajo de millones, y la perspectiva sindical defendida por Juan Pablo será desde ahora nuestro propio espejo.

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JUAN PABLO


MALA / 12 EDICIÓN MALA / EDICIÓN / 201412 / 2014 ¿En qué estuvo Juan Pablo en el último tiempo? En diciembre de 2012 ellos estuvieron en negociación con la empresa y tuvieron que irse a huelga porque la empresa no quería acceder a las mejoras que ellos estaban solicitando. Yo lo vi con mucha pega, muy embalado en lo que significaba el sindicalismo para él.

ENTREVISTA A:

XIMENA ACEVEDO

ESPOSA DE JUAN PABLO JIMENEZ

“CUANDO ME QUITARON A PABLO,

ME QUITARON EL MIEDO”

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n una fría tarde santiaguina, Ximena nos abre las puertas de su casa para contarnos lo que significó para ella el asesinato de su esposo y padre de sus dos pequeños hijos. Con la claridad, sensibilidad y sabiduría típicas de las mujeres humildes que se educan al fragor de las luchas, Ximena se embarcó en el activismo político buscando verdad y castigo por el terrible asesinato de Pablo, como ella con cariño se refiere a su marido. Su linda historia de amor es casi tan conmovedora como la ausencia de aquel hombre joven, de quien muchos señalan que era tan alegre, tan luchador, tan entusiasta, tan buen compañero.

JIMENEZ

¿En qué consistía ese petitorio? En condiciones de trabajo justas para sus compañeros, horarios dignos, ya que debían hacer 2 o 3 turnos fijos, no tenían días libres, aumento de los salarios, infraestructura, como camarines, y por sobre todo condiciones de seguridad. Él estaba peleando por un arnés de seguridad que la empresa había implementado casi arbitrariamente. Evitaba el riesgo de caída desde un poste de altura, pero aumentaba los riesgos de electrocución porque tenía una pieza metálica en el frente. ¿Cómo fue esa última semana? El asesinato del Pablo fue el día jueves 21. El 22 tenía una audiencia para defender a unos compañeros. Él estaba constantemente denunciando prácticas antisindicales, despidos injustificados, y medidas que tomaban en contra de los trabajadores. Él no paraba, trabajaba largas horas en sus labores sindicales. Ese día 21 ¿cómo te pilla la noticia? Él se fue temprano y se despidió cariñosamente como todos los días. En la tarde, llegaron 2 personas de la empresa que nunca se identificaron. Y yo me cruzo de brazos y en tono de chiste les digo “no me digan que le pasó algo”, y me dicen que no era nada, que Pablo había tenido un desmayo y que me venían a buscar para que yo fuera a verlo a la ACHS. En el camino no me dijeron nada. Cuando llegamos a la ACHS había mucha gente afuera. Yo iba con mi hijo menor en brazos -que en este tiempo tenía 2 años y 5 meses- y mi hijo Benjamín al lado que tenía 9 años. Ahí me dicen que era un poco más grave de lo que pensaba. Y me llama el

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doctor. Y entro a una sala con el chiquitito en brazos, muy ajena a la gravedad. Ahí después de muchos rodeos me dice que mi esposo estaba muerto. Yo me volví loca y fue el llanto de mi hijo lo que me trae de vuelta. El me secó las lágrimas y ahí reaccioné. Fue espantoso. ¿Te dijeron la causa de muerte? No, nada. A mí lo que me interesaba era verlo porque no lo podía creer. Tuve que llamar a los padres de Pablo y darles la terrible noticia. Tuve que hablar con mi hijo mayor y decirle que el papito había tenido un accidente y que estaba en el cielo. Fue muy duro. Me dicen que se lo tenían que llevar al Servicio Médico Legal pero yo no entendía muy bien por qué. ¿Cuándo supiste que había una bala de por medio? Al día siguiente nosotros fuimos al SML a retirar el cuerpo, afortunadamente yo estaba con mi suegra. Nos hacen leer unos papeles de rigor, para revisar que estuvieran todos los datos de él correctos, y al final aparece el resultado de la autopsia, y eso estaba escrito a mano. Yo no lograba juntar las letras. Muerte por bala. Con mi suegra no entendíamos porque pensábamos que era una muerte natural, por lo que me habían dicho del desmayo. Pero cuando vimos eso ahí nosotros nos morimos 2 veces. Para nosotros perder a Pablo ya era un infierno, pero que alguien lo haya matado para nosotros fue horroroso. Y ahí supimos que teníamos que denunciarlo, hacer algo al respecto. ¿Creíste en un comienzo la teoría de la bala loca? Nunca. Ni siquiera se había asignado un fiscal a cargo cuando sale la brigada de homi-

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cidios diciendo que se trataba de una “bala loca” proveniente de la Legua. Incluso tenían identificado al autor del disparo. Sin investigar. Dijeron que la bala había recorrido 1, 38 km. Yo ubico geográficamente el lugar. Entonces la bala pasó por la Coca Cola, pasó por sobre la gerencia de la empresa que tenía 3 pisos, pasó por una cancha donde hay vehículos estacionados, chocó con un alambre y da precisamente con la cabeza de Pablo que estaba bajo techo, sentado, leyendo una carta de respuesta de Chilectra, Enersis y Endesa, a un reclamo que él había hecho por el tema del arnés. ¿Cuándo vinculaste el asesinato con su labor sindical? Apenas vi que era muerte por bala. La intención era matarlo, para provocar daño a los trabajadores que él estaba defendiendo, al sindicato y a la federación que él estaba formando. Ellos vieron en él a un tipo que no se iba a dejar convencer fácilmente. Me enteré por compañeros que a él varias veces le habían ofrecido dinero para que dejara de denunciar, y como él dijo siempre que no, a pesar que cada vez le ofrecían más, supieron que no tenían como callarlo. Él era muy honesto y honrado. ¿Qué pasa después con el sindicato? La empresa se acogió a quiebra. La federación también se disolvió. Si el principal objetivo era eliminar estas fuerzas, lo lograron. Pero, para malestar de quienes están detrás del asesinato de Pablo, hubo un despertar, tanto en nosotros como familia, como en otros compañeros. En otros lugares del país que han despertado a la lucha del sindicalismo, vieron en Pablo un digno ejemplo a seguir.


MALA / EDICIÓN 12 / 2014 Considerando tu trágica experiencia, lo que acaba de pasar con Marco Cuadra, ¿cómo esperas que siga el movimiento sindical? Los dirigentes están expuestos a grandes riesgos, Pablo lo sabía y asumió el costo, sin temor. Hay un vídeo que está en youtube, aparece en las afueras de Enersis, donde hace un llamado a los compañeros a unirse, ya que solamente unidos se consiguen grandes cosas. Y siento que ese es el único camino. Lo que importa es que la sociedad se organice, que aprenda, que estudie, que lea, porque hay mucha ignorancia. ¿Ves las cosas con optimismo? Sí, yo creo que el sindicalismo en chile está tomando fuerza hoy en día. A mí cuando me quitaron a Pablo, me quitaron el miedo, la vergüenza, todo lo que yo podría haber sentido. Yo ya no tengo susto de hablar en público, en un canal de televisión. Yo no lo hubiera hecho antes. Y ese es el miedo que la gente tiene que perder. Yo sé

que la meta de Pablo no está lejos. Principalmente la lucha de él era el subcontrato. Y como la mayoría de los trabajadores en chile están trabajando bajo esa modalidad, si todos se unen y dan una lucha podrían ganar la batalla. ¿En qué está el caso en términos judiciales? Aún en proceso. Estamos esperando peritajes importantes. Pero los plazos son muy lentos. No ha habido celeridad. Nosotros no hemos parado de hacer diligencias. Yo estoy muy esperanzada de que tarde o temprano vamos a llegar a la verdad. Está el peritaje que postula la bala loca. Nosotros tenemos un peritaje que señala que se trata de una bala de corta distancia. Ahora LABOCAR tiene que pronunciarse y ver cuál de estos peritajes es el más certero. A nosotros como familia nos queda la lección de que si fuéramos una familia adinerada ya habríamos tenido justicia. En este país hay justicia para pobres y para ricos. Y hay una enorme diferencia entre ambas.

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RAÚL SOHR:

GLOBALIZACIÓN,

CAPITAL Y TRABAJO

Raúl Sohr: sociólogo y periodista. Autor de varios libros, especializado en política global y conflictos internacionales. Se desempeña como analista internacional de Chilevisión.

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na crítica al capitalismo es su compulsiva necesidad de expansión. Nada es suficiente. Y como siempre requiere más, necesita aumentar las escalas de la producción y el comercio. La competencia entre países y entre empresas, en el marco de la globalización, destruye comunidades, derriba fronteras y crea corporaciones trasnacionales que escapan, en muchos casos, al control de los gobiernos. Y ni hablar de los sindicatos y organizaciones laborales. En el contexto de la globalización, la balanza se ha inclinado a favor del capital en detrimento del trabajo. Al respecto, el filósofo francés André Gorz, plantea que el capital se ha convertido en el factor dominante: “El reparto entre capital y trabajo del ‘valor’ producido por las empresas se inclina cada vez más fuertemente a favor del primero. El capital es cada vez menos propenso a ceder a las exigencias de las organizaciones obreras o a negociar […]. En una palabra, busca el medio de liberarse de las legislaciones sociales y de los convenios colectivos, considerados como suplicios insoportables en el contexto en que el primer imperativo es la ‘competitividad’ en los mercados mundiales. La globalización neoliberal exige que las leyes sociales, aquellas que las sociedades se habían concedido, sean abolidas por las leyes de mercado, de las que nadie pueda ser considerado responsable”. En la jerga neoliberal es lo que conocemos como la “flexibilización del mercado laboral”. Gorz postula que la globalización crea desempleo y, al mismo tiempo, un drástico deterioro de las condiciones de trabajo: “El empleo estable, de jornada y salario completo, se volvió un privilegio reservado, en las cien empresas norteamericanas más grandes, para el 10% del personal. El trabajo precario, discontinuo, de media jornada y horarios “flexibles” tiende a convertirse en la regla […] Mientras los representantes del capital, con cruel hipocresía, siguen elogiando las virtudes de ese empleo que ellos mismos suprimen masivamente, acusando a los trabajadores

de costar demasiado dinero y a los desocupados de ser unos perezosos e incapaces, responsables de su propio desempleo”. Algo que Charles Handy, un académico de la London Business School, advirtió en 1984: “Si trabajo para todos significa empleos a tiempo completo y de por vida, eso no es posible en el futuro previsible”. Lo mismo vale para sistemas de protección social definidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que incluyen salud, seguro de desempleo y pensiones entre otras coberturas. La OIT señala que solo el 20% de la población mundial en edad laboral tiene estos beneficios. Dicho de otra forma, 5,6 mil millones de personas viven en grados variables de vulnerabilidad. Un factor del debilitamiento del sindicalismo, y de la movilización ciudadana contra los abusos del capital transnacional, radica en las relocalizaciones. Millares de empresas han abandonado sus fábricas en Estados Unidos y Europa para relocalizarlas en China u otros países asiáticos. Este proceso tiene un enorme impacto social y político en las economías de los países desarrollados. Han desaparecido o se han reducido muchas industrias metal-mecánicas, astilleros, empresas petroquímicas, textiles y otras. Un país tras otro, China, Indonesia, Vietnam, entre muchos, se suman a los ofertantes de mano de obra barata y aparentemente infinita. Tan atractivas son las condiciones que entre las 500 principales empresas europeas más del 40% ya ha trasladado algunos de sus servicios o unidades productivas fuera del viejo continente. En tanto el empleo creado en los países emergentes es de baja calidad y con altos índices de contaminación. Ello porque los gobiernos de países periféricos optan por el empleo a como dé lugar. Hasta el momento, no se aprecia una respuesta ciudadana capaz de confrontar el poder del capital transnacional.

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¿QUIÉN CRECE CUANDO CHILE CRECE? E Por Gonzalo Durán

ste año, quizás como ningún otro, el tema de la desigualdad ha estado en el tapete de la discusión pública. Incluso pareciera que los viejos estandartes, representantes de los sectores conservadores que hace poco defendían la desigualdad, hoy ya no lo hacen (al menos no de manera pública). El debate por la desigualdad se aprecia en las reformas tributarias, educativas, al modelo de pensiones, en el endeudamiento, en la salud, en el consumo, y desde luego, atiende también a la cuestión salarial. Precisamente, en este último caso, el debate siempre se torna más áspero, los medios de comunicación masivos, generalmente no lo problema-

tizan y el debate sólo muy de vez en cuando se instala en la agenda país. Una de esas veces, fue luego de la gran huelga de los trabajadores subcontratados del cobre -en 2007- momento en el cual Monseñor Goic nos habló del entonces sueldo ético que debieran pagar las empresas a sus trabajadores como piso salarial. ¿En qué otro momento se discuten los salarios? Cada año, de forma muy tímida, durante el mes de junio, cuando por ley se reajusta el salario mínimo nacional.

(o a decir cuánto cuesta su trabajo). Este rasgo, ya casi cultural, se consolidó mediante el proceso científico de despolitización obrera llevado a cabo por la dictadura de Pinochet y continuado por los gobiernos sucesivos. En ese sentido, la acción colectiva reivindicativa por mejoras salariales, se transformó en una excepción, y en las empresas fue (es) mal visto afiliarse a sindicatos, por considerarse éstos, una correa de conflictos que enturbia el correcto funcionamiento de las empresas.

En Chile, no existe tradición de debatir respecto al valor del trabajo, de hecho, a muchos/ as, les molesta conversar sobre temas salariales y no están dispuestos a decir cuánto ganan

Se trata entonces de una lógica individual, y el salario es individual, se negocia a puertas cerradas, entre el jefe y el trabajador. En síntesis, la cultura que una vez existió, de confor-

El ar te de explotar a la creciente masa trabajadora endeudada cada día se hace más común, y una sociedad despo litizada, anestesiada por las deudas, es blanco ideal para las estrategias empresariales...

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Fotografía: En la Vuelta – Acción Fotográfica.

Gonzalo Durán: Economista de la Universidad Católica de Chile y Magister en “Economía Laboral Aplicada al Desarrollo”. Se desempeña como economista de la Fundación SOL.

mar mayor salario (además del pactado en el contrato individual) mediante la práctica de la acción colectiva, el sindicato, la negociación y la huelga, se degradó a su punto máximo. ¿Y qué ha pasado?, asistimos a un proceso de ingente acumulación de ingresos por la vía de la desposesión: unos ganan a costa del infra-valor del trabajo. Se trata de una expoliación asistida por el Estado y por sus normas, decretos y leyes impuestos en Dictadura y mantenidas desde el año 1990.

en el marco de las relaciones de producción, entre las dinámicas obrero-empleador. Pareciera que ese espacio es sagrado. Hoy, la mitad de los trabajadores perciben menos de $263.470 (líquidos) y viven altamente endeudados; hoy, el 70% gana menos de $400.000. Entonces, ¿por qué no es tema que todavía tengamos las leyes pinochetistas?, no es normal. Como tampoco lo es, el hecho que unas 17.000 personas, unas 4.500 familias obtengan mes a mes, más de $300 millones como ingreso familiar.

El problema se da en que cuando la élite política discute sobre desigualdad de ingresos, raramente busca soluciones

Para subvertir el actual estado del arte, es imperioso recuperar la centralidad que el trabajo debiese tener en cualquier so-

ciedad. El trabajo al centro de la estrategia de desarrollo es un imperativo cuando se discute desigualdad. El arte de explotar a la creciente masa trabajadora endeudada cada día se hace más común, y una sociedad despolitizada, anestesiada por las deudas, es blanco ideal para las estrategias empresariales que apuntan a maximizar beneficios llevando las tasas de ganancias a límites insospechados; en el primer trimestre de 2014, los bancos obtienen ganancias diarias por sobre los $6 mil millones, y sí, Chile crece, pero, ¿quién crece cuando Chile crece? Tu Trabajo Vale.

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“Nuestro trabajo no es indigno, son las condiciones laborales las indignas” Entrevista a Ruth Olate.

Ruth Olate: Presidenta del Sindicato de Trabajadoras de casa particular.

H

ace años, leí una entrevista del hijo al escritor Roberto Bolaño. Él contaba que, cuando era chico y vino a Chile, lo que más le llamó la atención fue ver que en la casa en la que estaba de visita tenían una “nana puertas adentro”. Él dijo: “esto es colonialismo”. Lo cierto es que especialmente en Chile, las trabajadoras de casa particular son una fuerza de trabajo importante. Entonces, la pregunta es: si miles de personas, especialmente del barrio alto, no pueden sobrevivir sin una trabajadora en su casa, ¿por qué no existe entonces una especial valoración hacia ellas? ¿De dónde surge el menosprecio y discriminación de la cual todos hemos sido testigos? Para conocer su organización y saber más sobre las principales problemáticas que enfrentan como trabajadoras, fuimos al sindicato de trabajadoras de casa particular. Y esto fue lo que nos contó su presidenta. ¿Cuáles son las principales problemáticas que tienen como trabajadoras? La principal problemática por la que estamos luchando es la jornada laboral. Si bien es cierto que el código del trabajo dice que nuestra jornada es de 12 horas diarias, esto en la realidad no se cumple debido a la naturaleza de nuestro trabajo. ¿Qué porcentaje de las trabajadoras agrupadas en el sindicato trabajan puertas adentro? De las más de 350.000 trabajadoras que somos, el 12% son puertas adentro. El resto es puertas afuera, que representa una masa muy grande. Esto es bueno que esté sucediendo, para que no estén tan esclavizadas nuestras compañeras. Y, ¿hay problemas respecto al trato de los patrones? También, de todas maneras. Hay mucho maltrato sicológico hacia nuestras compañeras que es realmente fuerte, ya que no es sólo de los empleadores sino también de los hijos. Y nosotras estamos constantemente recibiendo quejas de nuestras compañeras. Cuando vienen para acá los días domingo, vienen con una carga espantosa, producto de todos los dolores que sufren en sus lugares de trabajo. Ustedes como sindicato, ¿tienen como darles contención? Estamos trabajando en eso, pero es difícil que ellas puedan asistir a talleres. Tenemos talleres de oratoria, de teatro, que ha sido lo más fuerte. Ahora se van a sumar unos estudiantes de sicología y es un buen aporte para que sean escuchadas. Porque nosotras trabajamos solas y en silencio en las casas. Y eso es fuerte.

14 PÁG/ gana MALA en promedio una trabajadora? ¿Cuánto


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En regiones pagan alrededor de 150 mil, por tanto un promedio nacional es de alrededor de 250 mil trabajando de lunes a sábado. Las que trabajan puertas adentro en el barrio alto ganan 350 mil y hasta 500 mil. ¿Hay agrupadas aquí también trabajadoras inmigrantes? Si, aquí tenemos chiquillas que son colombianas, bolivianas, peruanas y ecuatorianas. Ellas son más fuertes para defender sus derechos. Ellas tienen más conciencia sobre las leyes. ¿Qué hay de cierto de aquella afirmación del oficialismo de que son mano de obra más barata y que la presencia de ellas ha tendido a bajar los salarios? Eso es totalmente falso. En el gobierno anterior nos decían eso pero no es así, es para amedrentar a las compañeras e incitarlas para que entre ellas surja esa rivalidad. ¿Qué porcentaje de extranjeras hay? El subsecretario anterior señaló en su momento que más del 60% de las trabajadoras eran extranjeras.

Y ustedes ¿cómo se están organizando hoy en día? Al igual que en el resto de los trabajadores, cuesta movilizarse. Somos buenos para reclamar pero cuesta que los compañeros salgan a la calle. Sin embargo, hemos hecho 2 grandes actividades en el último año. ¿Han avanzado en sus demandas? Respecto a la jornada laboral, en el gobierno anterior, nosotros queríamos ponerle indicaciones, pero no hubo la voluntad política de hacerlo. Cuando Bachelet nombra a su gabinete y supimos quiénes eran las autoridades, ahí nos dejamos caer. La ministra del trabajo nos acogió muy bien, y nos dijo que en marzo íbamos a hablar. Cuando llegó el 30 de marzo y no había pasado nada aún, hicimos el llamado a la ministra para que nos tomara en cuenta. Y como fue bien mediático este llamado,

ese mismo día la ministra se comunicó con nosotros y propuso una reunión. Tuvimos una mesa de trabajo. Nosotras fuimos enfáticas en que no íbamos a ceder en nuestro petitorio. Así que fuimos otra vez y le hicimos saber eso. Hasta que logramos que nos dijeran que sí pero que iba a ser gradual. ¿En qué consiste el petitorio? En que se rectifique el convenio 189. Una jornada de 5 por 2 para las trabajadoras puertas afuera. Y bueno, ellos dijeron que no iba a resultar porque van a haber muchos despidos, y nosotras dijimos que no, que siempre tratan de meter miedo con eso pero que no es así. También que los contratos de trabajo se lleven a la inspección del trabajo con el fin de que haya fiscalización, porque eso no existe. Porque somos 1 por casa y no hay tantos fiscalizadores. ¿Qué discusión dieron ustedes cuando fue la polémico porque a la Anita Tijoux le dijeron “cara de nana” como insulto? Nosotras lo conversamos aquí. Yo no sé mucho de este Lollapalooza, pero dicen que van puros niños del barrio alto. Ahí es donde vemos lamentablemente como está la educación de los padres hacia sus hijos. Porque para gritarle eso a una persona por tener ciertos rasgos, vemos que hay una discriminación. Pero nosotras nos fuimos por el lado de si tener cara de nana es ser una mujer esforzada que cuida a esos mismos niños, bueno tenemos cara de nana. Pero me gustó lo que dijo la Anita Tijoux, que en vez de haberse ofendido, dijo que entonces se sentía orgullosa. Con este episodio vemos que lamentablemente hay muchas personas que no aprecian a la trabajadora que tienen en su casa, que la ven como un mero mueble. Por eso nuestro slogan es que “nuestro trabajo no es indigno, son las condiciones laborales las indignas”. Y eso hay que cambiarlo.

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El tesoro de las manos Por Emmanuel Ortega

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Habrá tesoro más grande que las manos? Rezaba Tito Fernández “El Temucano” en una de sus memorables tonadas. Cuánta razón tiene don Tito, ya que esas mismas manos obreras son las que han levantado a un país completo. Esas manos son las primeras en ayudar en cualquier catástrofe, y aun así siguen siendo esposadas por una sociedad clasista que alude a su falta de educación. Al ver a mi madre y sus manos, puedo comprender lo mucho que ha logrado. Si bien por temas económicos terminó trabajando como nana, su sueño siempre fue ser azafata. Aunque ella no sepa, yo creo que lo logró. Quizás no de la forma en la que ella quería, pero gracias a sus constantes empujes ayudó a que todos mis sueños despegaran hasta lo alto del cielo. Definitivamente es una azafata de sueños. De vez en cuando, es la misma vida la que recompensa a estas personas. Cuando escribí mi “carta abierta al hijo del jefe”, mi madre recibió el cariño de miles, que la felicitaban por ser la persona que es, llena de valores que no se enseñan en ningún colegio ni universidad. Pero lo que me preocupa es el resto de sus compañeras. ¿Qué sucederá con esas mentes brillantes y silenciosas que cocinan en casas ajenas, recogen calcetas de la alfombra y cambian sábanas sucias? Todas las mañanas son miles las mujeres que dirigen sus pasos a casas tan grandes como sus anhelos. La mayoría de ellas no trabajan para cumplir sueños propios, sino la de sus amados hijos. Todo lo hacen por ellos. ¿Acaso no las hace un gran ejemplo? No quiero decir que sólo ellas lo sean, pero creo que las nanas son la parte olvidada de la sociedad. Son vistas prácticamente como un bien adquisitivo, más que como una persona que presta un servicio. Pero como ellas, son miles los trabajadores que enfrentan una compleja realidad laboral y que además son discriminados en la sociedad. Mi padre es obrero de la construcción y yo siempre me he preguntado ¿Qué ocurrirá con él cuando deba jubilarse? Porque con sus manos y las de sus compañeros, han construido colegios, centros de salud, supermercados y muchas otras obras. Pero llegado el día en que ya no sirva más, será vetado de su pasión y deberá comenzar a vivir una vida con lo poco que su AFP le dejará. Darse cuenta que durante años hiciste con amor lo que más te gustaba y de un momento a otro sin más debes no sólo dejar de hacerlo, sino conformarte con las migajas que quedan de tus ahorros de toda la vida, debe ser frustrante. Y lo peor es que por ser obrero se le mira feo, siendo que hay obreros que pueden llegar a ganar casi tanto, e incluso más que un profesor. Y el trabajo es realmente duro. Por lo visto, la cosa no es lo que se trabaja o lo que se gana, sino lo que se es. Espero pacientemente a que Chile pueda erradicar ese cáncer social llamado clasismo. Pero lamentablemente poco podemos hacer si somos nosotros mismos los que siempre lo ocasionamos. De todos modos, queda esperanza en las nuevas generaciones, las cuales cada día son más conscientes. Siempre se dice ese cliché de que ellos son el futuro y no se equivocan, pero la tarea es de nosotros, para prepararles el camino hacia el pensamiento libre y desinteresado.

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Emmanuel Ortega: Músico por elección, Escritor por convicción. Se hizo mediáticamente conocido tras publicar su “carta abierta al hijo del jefe”.


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s una preocupación constante y fruto de las discusiones estudiantiles la articulación con otros sectores que han levantado procesos de lucha durante los últimos años, el análisis que subyace a esta necesidad muchas veces responde a una mirada instrumental del sector estudiantil debido a la capacidad de paro productivo de los y las trabajadores, pensando en que gracias a esta medida de presión será posible conseguir las demandas del sector estudiantil. Sin embargo, de a poco se ha superado esta mirada gremialista y se logra entender por el estudiantado que la mítica unidad obrero-estudiantil es un eje estratégico para l la superación de la precarización de todas las áreas de nuesti n dia -estupúlveda tras vidas. La unidad del movimiento popular es un largo o r e r ob ssa Se li idad proceso histórico de articulación de las diferentes exprea un por Me l a i siones del pueblo que se organiza vislumbrando la posibiliHac dad de superar la explotación y la opresión. La tarea de poner en práctica esta unidad no ha sido fácil, pues los niveles de sindicalización y organización social actualmente son bajos, los estragos de la dictadura en nuestro país se sienten en cada huelga y movilización, por lo que una tarea central es la recomposición del campo popular y su tejido social. Las y los estudiantes contamos con herramientas para aportar en esta tarea, pues muchas veces el desgaste de las iniciativas barriales, sindicales y estudiantiles está motivado por la falta de herramientas jurídicas, dinámicas organizacionales, conocimiento, memoria histórica de los procesos, etc. Herramientas que de manera abstracta se nos enseña día a día en las aulas de clases, incluso se nos plantea la necesidad de ser sujetos activos de cambio, responder al carácter público de las instituciones, responder a las necesidades sociales, cuando a cuadras de nuestras facultades y casas de estudio se vive la miseria y precariedad propia del capitalismo. Es nuestra tarea sacar este conocimiento de las paredes de la institución y hacerlo materia dispuesta a la transformación social, esta tarea debe ser impulsada desde la tensión que se genera con la institución educativa, exigiéndole espacios de vinculación real con las comunidades (por ejemplo prácticas profesionales) como también por iniciativa política de las organizaciones que busquen contribuir al desarrollo de los campos de disputa del movimiento social. Otra tarea fundamental es cómo los estudiantes somos capaces de levantarnos por algo más que la reivindicación de bolsillo y comprendamos que el origen del sistema de educación de mercado es el mismo que da vida a este modelo de usura del sistema de salud, da pie al robo de la vivienda social por parte de las inmobiliarias, permite la precariedad laboral como el eje de un modelo económico que sólo beneficia a las empresas nacionales y transnacionales. Es por esto que el movimiento estudiantil debe ser capaz de hacer propias las demandas por mejores condiciones laborales, nuevo sistema previsional, aborto legal, seguro y gratuito, etc. Sin embargo, no sólo importa la consecución de esas demandas sino el camino con el cual tracemos la conquista, en el cual resulta crucial la generación de espacios de poder que nos permita a través del proceso de movilización y acción conjunta fortalecer nuestras organizaciones y continuar la batalla por un nuevo modelo de sociedad.

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Melissa Sepúlveda: Presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile FECH. Estudiante 4° año de Medicina. Anarquista.


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Ni jefeni empleado

Por Felipe Avello

o quiero tener jefe, ningún tipo de jefe. No me importa si el tipo es buena onda o si es pesado, tampoco si es emprendedor, o si sólo cumple órdenes. Tampoco me interesa saber si es amable o si trata mal a su gente. Simplemente no quiero tener jefe. Pero tampoco quiero ser jefe. Ni siquiera quiero ser mi propio jefe (sería demasiado blando conmigo mismo) menos sería jefe de otros. Lo haría pésimo. No tendría carácter, sería misógino, machista, faltaría el respeto y me lo faltarían a mí. No sería acosador, aunque si invitara a salir a alguna subalterna, no me parecería bien que no me diera la pasada, y además, pagaría poco. Y obligaría a usar uniforme (cortito y ceñido para ellas, feo y barato para ellos), y lo descontaría a fin de mes. Pero no lo haría de tacaño, lo que pasa es que no sabría calcular el monto de un salario justo. La ley dice que el salario mínimo debe ser de 210 mil pesos (me he informado), igual es poco, creo yo. Quiero ser sincero, así como no sería buen jefe, tampoco soy buen empleado; saco la vuelta, no me identifico con la empresa (no me pongo la camiseta, como se dice), no soy proactivo, y soy impuntual, casi nunca llego a la hora, y cuando eso sucede, es porque me traspapelé y vi mal el reloj. Hablo mal de los jefes, a sus espaldas, y me burlo de los compañeros más aplicados. Es que no quiero trabajar para que gane plata otro, menos trabajar para hacerle ganar plata a uno que ni siquiera conozco, y que tampoco me conoce. Me refiero a esos dueños de grandes empresas que no tienen rostro. Tampoco sé que es mejor ¿boletear hasta el fin de los tiempos, o amenazar con denunciar a la inspección del trabajo, y exigir contrato? ¿y el contrato es indefinido o a plazo fijo? ahí ya me pierdo. ¿O es mejor armar una EIRL y facturar? ¿y el IVA, y el multirut? Ahí sí que ya no entiendo nada. Otro tema es el de los sindicatos. Nunca he formado parte de uno y, si bien he sido varias veces vulnerado (me gusta esa palabra) en mi condición de trabajador, boleteando por años, acusado falsamente de robo o víctima de despidos abruptos e injustificados, nunca he pensado en la idea de incorporarme a un sindicato. Es que soy muy individualista, me formaron así, Pienso en mi bienestar y en el de los míos. Mi papá es así, mi mamá también, mis abuelos también lo eran. Y así me criaron, neoliberal. Además, qué tanto te puede proteger un sindicato ¿tienen poder? Mi papá es pyme y cuando su fábrica creció un poco más, se preocupó mucho cuando sus empleados quisieron sindicalizarse. Al final no lo hicieron, no me acuerdo el motivo, lo que sí recuerdo es que mi papá estaba contento, “nos salvamos”, dijo. Con los años a la empresa le fue tan mal que nunca más existió la posibilidad de armar un sindicato, porque ya no hubo trabajadores. Como ven, si fuera empleador, sería explotador, mas cuando he sido empleado, he sido explotado. Como todos, soy lobo y soy oveja, soy pillo y soy gueón. Felipe Avello: Periodista y comediante. Panelista del programa “Vigilantes”, columnista del diario Publimetro y realiza stand up comedy en bares y teatros.

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Emma Goldman

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