El triunfo del género sicalíptico
“Durante el siglo XIX y hasta 1931, Madrid vivió la lucha, primero incipiente y luego a muerte, de dos grandes tendencias ideológicas y políticas: una conservadora, de raíz monárquica, cínica e hipócrita, defensora acérrima de la ley y el orden: su base social es la burocracia y el funcionariado. Otra rebelde, renovadora, amotinada y hasta escandalosa, formada por artesanos, jornaleros, menestrales y desocupados”.41 “El teatro corto (siempre a imitación de los aristócratas de la ópera) ha favorecido una <cultura> sexual intensa entre los varones de las burguesías y las tiples, vice tiples, coristas, <señoritas del conjunto> y todo el personal femenino que se ha multiplicado con la expansión del género, un privilegio evidentemente envidiado por los que se veían excluidos por razones económicas”.42
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ESTEBAN GONZALO, J.: El Madrid de la república, Ediciones Sílex, S.L., Madrid, 2000, pág. 24. 42
SALAÜN, S.: “El teatro español en la encrucijada”, En Literatura modernista y tiempo del 98, Universidad de Santiago de Compostela, 2000, pág. 102. Los inicios del erotismo en la escena teatral lírica madrileña
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