REVISTA INNATA 1

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Esta revista es de distribución gratuita SPIRITUALIDAD

La que elige nacer. REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

AÑO I . Nº I . ABRIL 2015 - ESPIRITUALIDAD - EDUCACIÓN WALDORF - MEDICINA - EURITMIA - ARTE - agricultura biodinÁmica - INNATA NIÑOS



La que elige nacer.

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

El impulso primigenio, la esencia en germen de Innata comenzó a vibrar cuando Carolina y Mariángeles se conocieron y comenzaron a transitar juntas un camino de aprendizaje y experiencias de la mano de una revista escolar. Algo las impulsaba a seguir adelante, a seguir creciendo, a permitirse concebir y concretar un sueño, el sueño de una revista propia que trascendiera los límites de Buenos Aires y pudiera ser un punto de encuentro, la hebra inicial de un entramado social que nos enriqueciera a todos los que buscamos acercarnos a la Antroposofía. Encontrar un nombre para esta revista fue el primero de muchos desafíos. Innata sonó fuerte desde un principio y se impuso, al final, con la misma fuerza y claridad con la que surgió inicialmente. INNATA debía guardar en el germen mismo de su nombre algo que abrazaría a esta revista y a todas las siguientes. Y había que descubrirlo. Sumadas ya Mariana y Sofía a este impulso, emprendieron las cuatro un viaje imaginativo que surcara la esencia misma que se desprende de ella en forma de imagen y contenido. La palabra las fue guiando, la palabra les mostró el camino. Pero no uno solo; señaló un camino hacia arriba, hacia el cosmos y señaló, también, uno hacia abajo, hacia la tierra. La palabra las guió al portal del nacimiento, INNATA elegía nacer. Y como INNATA, que nace y abraza, ellas también imaginaron abrazar a toda la humanidad. Sofía logró plasmar en una imagen, la imagen de tapa, lo que vibraba en las cuatro e iba corporizándose en la revista. La esencia de INNATA debería vivir en un espacio que hiciera recordar a la “nube cósmica”, ese intermedio que se encuentra en constante movimiento, que besa la tierra y el cielo, que respira e interactúa, donde laten los ciclos de los tiempos, donde se genera eso que nos precede, eso que somos desde antes de nacer; un espacio, nexo de dos mundos, partes de un todo que se condensa en amor, un amor revelado en el Cristo. Las constelaciones nos acompañan y, en el momento preciso en el que nacemos, nos besan dejando impreso como huella en nuestro destino algo de su esencia. Y allí se presentaron los hombres nacidos, besados todos por la época de piscis, un beso portal de la sabiduría cósmica, portal de naturaleza suprasensible. Virgo, su opuesto complementario, recibe esta sabiduría, la acuna con el mismísimo amor con el que la "Virgen” sabe acunar y lo baja a la tierra. Virgo cuida, protege y acuna la sabiduría cósmica en la tierra. Así, los hombres nacidos del amor de Cristo, vivimos con un brazo libre alzado al cielo y con un brazo unido a otro, creando en la tierra. Hoy, asistimos al nacimiento físico de Innata en este primer número que llega a sus manos y que, como todo nacimiento, nos encuentra plenas, felices, agotadas y con un sinfín de preguntas. Y son justamente esas preguntas, esas inquietudes, esos aprendizajes y esos encuentros por venir los que ofician de motor para impulsar este sueño que ya no es sólo nuestro sino de todos los que elijan acompañarlo y compartirlo con nosotras. Sólo nos resta agradecer. Agradecer a nuestras familias y amigos que nos sostuvieron y contuvieron en todo este proceso y a los amigos que nos cedieron un espacio para que podamos presentarla en sociedad en la ExpoBIO. Agradecer a los que hicieron posible este nacimiento con su trabajo y aporte material, a nuestros auspiciantes, de quienes valoramos la confianza y el apoyo, y al generoso aporte de aquellos que se acercaron con donaciones anónimas para que Innata pudiera estar hoy entre nosotros. A todos, muchas gracias. Mariana, Sofía, Carolina y Mariángeles

2 La triple naturaleza de la antroposofía 6 Las fiestas cristianas en el hemisferios Sur 8 La explicación del cuento 12 La medicina de orientación antroposófica 16 ¿Qué es la medicina antroposófica? 20 La primera escuela Waldorf como fruto del movimiento de la triformación 24 El lema de nuestros hijos 29 Ecología Social 30 Los Luceros 32 Euritmia:conexión con el ritmo universal 36 ¿Qué es la agricultura biodinámica? 38 El arte y el camino hacia lo humano 40 Sección Jóvenes Argentina 44 Guía de profesionales

Hacen esta revista Mariángeles Ferreyra y Carolina Berdiñas. El arte de tapa de la revista INNATA e INNATA NIÑOS y las viñetas interiores son de Sofía Paschetta. Dibujos de actividades de INNATA NIÑOS de Mariana Berdiñas. Marcela Sucari corrección de textos. Gracias a Cristina Martínez y Rufino García de Editorial Antroposófica por acompañarnos, apadrinarnos y enseñarnos. Muchas gracias a todos por confiar en nosotras. Si quiere publicar en esta revista no dude en comunicarse con contenidos

Mariángeles Ferreyra: marfer73@gmail.com publicidad

Carolina Berdiñas: caroberdinias@gmail.com Mariana Berdiñas: info@marianaberdinas.com.ar www.revistainnata.com facebook: innata Esta revista es de distribución gratuita.


La que elige nacer

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

Federico Halbrich Educador, Coordinador en la Escuela de Formación en Pedagogía Waldorf. Nota original para revista innata. abril 2015


OTA PRINCIPAL

Rudolf Steiner (1861-1925), el iniciador de la Antroposofía, describió y caracterizó de manera diversa a la Antroposofía (Antropos-Sofía) o Ciencia Espiritual. La describió en primer lugar como una verdadera autoconciencia de lo que significa “Ser humano”: “La correcta interpretación de ‘Antroposofía’ no es sabiduría del hombre, sino “la conciencia de la propia humanidad.’”1 Luego, como fuerza activa y concreta en el mundo: “Todo lo que provenga de los impulsos de la Antroposofía debe encontrar su aplicación en la vida práctica, esa es su naturaleza.”2 Y, finalmente, como un sendero de conocimiento espiritual: “La Antroposofía es un sendero de conocimiento que conduce lo espiritual en el ser humano a lo espiritual en el universo.”3 1. La Antroposofía lleva al ser humano a tomar conciencia de su propia humanidad. La conducta humana depende enteramente de la percepción y el concepto que el ser humano tenga de sí mismo: si el hombre se auto-percibe como meramente materialista, se conducirá acorde a eso; si se considera como meramente animal, así será su vida social. Pero, siguiendo el mismo razonamiento, si el ser humano se entiende a sí mismo como un ser entre seres, en constante devenir, capaz de comprender el sentido, el orden y el momento de las cosas y aprender a amarlas; como así también ser emisario y activista del Bien; entonces, cada persona individual dejará de ser percibida, explicada y tratada tan solo como una partícula insignificante, determinada desde afuera por los influjos de la astronomía, la biología, la psicología y la economía. Y, en cambio, se comprenderá y respetará como una individualidad ética, que desarrolla la capacidad de “darse sentido y dirección a sí mismo” y a su comunidad; colaborando así con el cuidado y la transformación del mundo que le fue legado por la Creación. Pero esta mirada integral que empodera al ser humano no es mero nominalismo, o ideología, o cuestión de opinión, sino una concepción del ser humano basada en la atenta observación de fenómenos. Es fenomenología experiencial y re-significación conceptual. La Antroposofía fue concebida por Rudolf Steiner como Ciencia y pretende describir sus

objetos de estudio con toda la precisión y el rigor de la objetividad. Pero lo realiza sin sacrificar la calidez de la veneración, el gozo del asombro ni la gratitud en la comprensión. A continuación algunos temas que estudia la Antroposofía: • El ser humano es un ser triformado de corporalidad, alma y un núcleo esencial espiritual, que constituye su verdadera esencia. • La corporalidad humana es base corporal para la expresión de lo anímico-espiritual, que madura en períodos de 7 años (septenios) acompañando a la gradual manifestación de la individualidad. Este proceso es la base de la educación del niño y del joven. • El desarrollo humano se hace visible tanto en su forma biológico-genética como en la histórico-cultural; pero también, y sobre todo, se hace visible en las capacidades e impedimentos de la individualidad que nace, se incorpora y trae consigo el sentido de su vida terrenal. • Como todo ser viviente, el ser humano de cuerpo, alma y espíritu evoluciona vitalmente a través de procesos rítmicos y de metamorfosis y la continua reconquista del equilibrio dinámico entre polaridades. • El hombre como ciudadano de la Tierra, lo es en consecuencia, también del Universo y viceversa, el Universo influye en el ser humano individual. • La historia del mundo acompasa la historia del ser humano en su evolución hacia la au-

tonomía, la libertad y la capacidad de amar. • El Misterio del Cristo es un proceso viviente que centraliza las diversas corrientes evolutivas del hombre. • La evolución del hombre es impensable sin el aporte plural de las diversas religiones, cosmovisiones y filosofías, - siendo cada una un don necesario para la completitud y sanación de la humanidad. • Ciencia, arte y religión son puentes espirituales entre el ser humano y el universo. • Los límites cognitivos del pensar intelectual son susceptibles de ampliación en el conocimiento imaginativo, inspirativo e intuitivo. • El hombre evoluciona gracias a la naturaleza que le provee de su corporalidad física, vital y consciente; gracias a la cultura en la cual se socializa, pero en última instancia es sólo él mismo quien puede darse el último pulimiento y hacer de sí un ser libre.

2. “Todo lo que provenga de los impulsos de la Antroposofía debe encontrar su aplicación en la vida práctica, esa es su naturaleza.” Rudolf Steiner fue un hombre de ciencia pero, lejos de ser un teórico intelectual, fue en especial un trabajador para lo social. El registro de sus investigaciones científico-espirituales conforma un cuerpo de conocimiento por arriba de 6.000 conferencias transcriptas y numerosos libros escritos. A éstas se suman innumerables trabajos


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de investigación publicados por otros autores antroposófiEpistemología y filosofía cos posteriores. Pero Medicina Goetheanismo / y salud la meta de esta Ciencias naturales vasta y siempre creciente obra Educación Evolución y especial jamás fue la metamorfosis de permanecer como Ciencia Cristología mera “eruespiritual dición”. Su destino final Camino Educación fue el queinterior hacer volitivo. Ciencias sociales Pero “lo volitivo” Agricultura / económicas no se abarca en forLas artes / ecología ma completa con sólo enunciar” ¡Hay que hacer!” o “No tanta teoría y manos a la obra”. Es más rico que esto. Cada acción que Fig. 1: Los doce “impulsos y/o portales”. se realiza, cada pala que se hunde en la tierra, cada (“Cristología” incluye la renovación del culto traslado realizado en el espacio, cada dedicación religioso como se realiza en La Comunidad de tiempo y cada valor que el trabajo del hombre de Cristianos.) le agrega a la materia prima natural, han de ser Acciones con Conciencia Yoica: es decir avaladas en libertad por la comprensión del individuo y realizadas con amor hacia el sentido de la acción. Esto incluye los ideales que encienden el entu-

Dibujos a color. Motivos de las ventanas de cristal originales que estaban destinados para el primer Goetheanum pero ahora se instalan en el segundo Goetheanum: Y surge el amor humano, el amor de las obras del mundo, y el amor humano se apodera de él.

siasmo por plasmar en el mundo aquello que aún no existe en él. Durante la vida de Rudolf Steiner e incluso después de su muerte, la chispa de la Antroposofía se hizo llama en diversas iniciativas prácticas. En la Figura 1 se simbolizan con un círculo y un punto en el centro. La inspiración del conocimiento antroposófico nutre y revitaliza desde el centro los emprendimientos en la sociedad: simbólicamente, “doce impulsos o frutos de la antroposofía”. Recíprocamente, son “doce portales” de ingreso al conocimiento de la antroposofía vía las diversas iniciativas. A diferencia de otros movimientos espirituales con emprendimientos sociales, los que derivan de la Antroposofía no exigen adhesión a ideología alguna. Esto es así porque la Antroposofía no es sectaria ni ideológica. Al contrario, es pública y fenomenológica; su objetivo es “el conocimiento de la propia humanidad”. (Fig. 1)

3. La Antroposofía como “un sendero de conocimiento… … que conduce lo espiritual en el ser humano hacia lo espiritual en el universo.” Como todo hombre de ciencias, Rudolf Steiner era guiado por sus preguntas abiertas y su compromiso con la veracidad. Se doctoró en Filosofía con la tesis “Los fundamentos de la teoría de la cognición” y en su juventud trabajó en la edición completa de las obras científicas de J.W. Goethe. A los 25 años de edad escribió el primero de varios libros sobre epistemología: “La teoría del conocimiento implícito en la concepción goetheanística del mundo.” Y el logro central de su vida fue ejemplificar de qué manera se pueden expandir los límites de la ciencia de lo material para avanzar, conservando lo esencial del método científico, en la investigación de las dimensiones anímicas y espirituales del ser humano y del universo. Para Rudolf Steiner, como así también para Goethe, el conocimiento no se limita a la mera clasificación y acumulación de datos de información. El genuino conocimiento, y aún más lo que llamamos la ‘sabiduría’, es la luminosa y cálida inmersión de la conciencia humana en el fundamento espiritual del mundo. Efectivamente, el ser humano que de verdad conoce, “espeja conscientemente dentro de sí el sabio orden del mundo y lo refleja en un acto de conocimiento”4 y, en ese acto, se ve transformado y enriquecido. Adicionalmente y en esencia, todo límite supuesto del conocimiento no se debe a una incapacidad o falla cognitiva intrínseca del ser humano, sino a las limitaciones transitorias de su organismo y su posición espacio-temporal:


OTA SPIRITUALIDAD PRINCIPAL

“Puede ser que en un momento dado, tal o cual cosa no resulte clara, debido a que el lugar que ocupamos en la vida nos impide percibir los objetos que intervienen. Pero lo que no se encuentra hoy puede encontrarse mañana. Estos límites son transitorios y con el avance de percepción y pensamiento pueden desaparecer.”5 Pero cabe aclarar que si bien no existen límites para el conocimiento humano general, sí los hay para lo que comúnmente llamamos conocimiento filosófico-intelectual-abstracto. Este tipo de conocimiento se basa en un pensamiento limitado al mundo de los sentidos. Para su ampliación requiere ser complementado y enriquecido por niveles de cognición más refinados y sensitivos a los que R. Steiner, de distintas maneras, denominó “conocimiento imaginativo,” “conocimiento inspirativo,” y “conocimiento intuitivo”. Con los cuales es posible tomar conciencia de las percepciones y las lógicas de las regiones más sutiles de la realidad, donde residen causas y realidades que ordenan el mundo conocido de las apariencias. En la práctica esto significa que también todo ser humano puede ponerse en camino, es decir, transitar el sendero de conocimiento como camino interior guiado por sus preguntas profundas y abiertas, metódicamente como lo hizo Rudolf Steiner, en busca de lo Verdadero; sin estar amedrentado por las ideologías de rasgos pesimistas y limitantes de la naturaleza humana. Éstas condenan al ser humano a creer que nunca podrá conocer por cuenta propia la esencia de las cosas, de los seres y de sí mismo. Al contrario, el ser humano, con auto-disciplina, puede perfectamente desarrollar en sí las capacidades cognitivas latentes para conducir su esencia espiritual -su espiritualidad pensante, sintiente y volitiva- al encuentro de la esencia espiritual en el universo. De tal manera, cada persona lleva en sí el germen del investigador espiritual que a través del mundo de las apariencias sensorias, percibe no a un mundo impersonal de átomos, quantos o vibraciones, sino a un mundo de realidades espirituales de ‘diseño inteligible’. En este sentido amplio, la Antroposofía (Antropos-Sofía) o Ciencia Espiritual de Rudolf Steiner (1861-1925) es una cosmovisión que integra el conocimiento de las realidades espirituales, anímicas y materiales de la existencia universal con las experiencias y procesos de la vida física, anímica y espiritual de los seres humanos individuales.

1. 2. 3. 4. 5.

GA 257, 4ta conferencia. GA 306, Preguntas y respuestas. Pensamientos Guías, #1, GA 26. GA 13, La Ciencia Oculta. GA 4, La Filosofía de la Libertad, Capítulo 7.

Dibujos a color. Motivos de las ventanas de cristal originales que estaban destinados para el primer Goetheanum pero ahora se instalan en el segundo Goetheanum: Se había convertido en, ha sido, fue.

Dibujos a color. Motivos de las ventanas de cristal originales que estaban destinados para el primer Goetheanum pero ahora se instalan en el segundo Goetheanum: Será, surge, es.


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Las fiestas cristianas en el hemisferio sur Marita Kromberg

Miembro de Casa Steiner


SPIRITUALIDAD

En tiempos pasados el hombre no se preguntaba acerca de su origen. Sabía con certeza que había descendido de las estrellas y, en su conexión con el cosmos, podía seguir su transcurso anual. Las fiestas que se celebraban eran el resultado de esta conexión; se celebraba algo que había dado otra dirección al transcurso de la humanidad. Desde la venida del Cristo a la Tierra se produjo un cambio radical en la relación entre el hombre y el cosmos. Cristo, como fuerza cósmica perteneciente al espacio se dirigía desde el Sol, su reino, hacia la Tierra y en la estación del año opuesta actuaba a través de la Tierra hacia el interior del hombre. Al incorporarse en Jesús, Cristo une lo espacial con lo temporal-histórico. El espíritu, antes cósmico-espacial, es arrancado de lo espacial e insertado en lo temporal. Con Cristo se enciende el Sol en la Tierra; la luz solar espiritual salió del espacio, que quedó vacío y obscuro. A partir de este hecho, el hombre recibe la fuerza solar, la fuerza del Logos, únicamente desde la Tierra al unirse con Cristo que es el mediador entre lo cósmico y lo terrestre. Él representa todo lo que tiene valor para el ser humano A raíz de todo esto, las fiestas que se celebraban en la Tierra , en las que antes se recibían las instrucciones provenientes de los cielos, cambiaron de contenido y forma. Lo que anteriormente llegaba del cosmos, ahora se halla en el interior humano y es necesario activar lo que allí quedó grabado. Las fiestas cristianas actuales han de ser fiestas del recuerdo de lo que pasó y han de servir de herramienta para que el hombre vuelva a meterse en el cosmos, a conectarse con el cosmos y sus impulsos para el futuro. Por consiguiente, para una fiesta cristiana hay que fijarse en la fecha, lo temporal-histórico que es invariable, y luego considerar lo que el Cristo haría, dónde estaría según la estación del año. En este último aspecto surgen las grandes diferencias entre el Norte y el Sur: por ejemplo, en Navidad nace históricamente, hecho que en el Norte coincide con la estación

de invierno, mientras que en el hemisferio sur se halla en verano, en las vastedades del cosmos. De la síntesis resultará la orientación de la fiesta, en la que cada participante podrá llevarse algo que le indique cómo comportarse, cómo actuar en su relación con el cosmos hasta la próxima fiesta anual. De lo dicho por Rudolf Steiner se desprende que en el futuro sólo podrá mantenerse quien tenga una concepción que le permita actuar en concordancia con el cosmos. Entonces, el cosmos lo mantendrá, mientras que eliminará a aquel que busque caminos opuestos. De esta manera y en medida creciente, las fiestas anuales se convertirán en medio de supervivencia social. La fiesta de PASCUAS en otoño bajo el gobierno de Micael, el que libera al espíritu de los procesos de muerte corporal. La entrada al ciclo anual lo marca siempre el otoño con el fortalecimiento del yo frente al dragón bajo la guía de Micael. Es cuando, después del verano, el ser humano vuelve a la vida cotidiana, a lo mecánico, al ámbito de las ciencias naturales, es decir, a la esfera del dragón. Pascuas en otoño tiene, de algún modo, un tinte brutal: la naturaleza va rumbo a la tumba; la naturaleza, la vida y la mitad del contenido de la fiesta de Pascuas se convierten en sepulcro; la otra mitad no está a la vista. Ante este panorama uno se siente abandonado a sí mismo y surge el miedo. Entonces, hay que recurrir a Micael que confiere el coraje anímico para enfrentar el temor y la muerte y decirse: Cristo murió y resucitó; por lo tanto, si encontré a Cristo, puedo morir tranquilo, enfrentando la muerte con conciencia. Puedo vivir y bajar al sepulcro de la vida terrestre, donde de otro modo quedaría a merced de las fuerzas adversarias de invierno. Puedo confiar en que Él me lleve a la otra orilla; pues, por lo hecho en el Gólgota Él garantizó que haya

otra primavera, que siga la vida. La cognición del espíritu me permite mantener el contacto con mi patria espiritual, haciendo que me torne viviente en el sepulcro de la vida terrestre por la fuerza de Micael. Esto es la resurrección, la respuesta al anhelo más profundo del ser humano a que haya un mañana, a que haya futuro. La idea de Pascuas en otoño implica, entonces, enfrentar todo miedo y todo temor con conciencia, soltar lo físico que está destinado a morir para aferrarse al espíritu que asciende de la tumba. La fiesta de Pascuas bajo el signo de Micael debería ser la fiesta que elimina el miedo, justamente porque no hay nada que se pueda perder; debería mostrar cómo es estar sin miedo para que, entonces, se despierte la creatividad interior y surja una conciencia del yo sin egoísmo, sin el toque de todo para mí, una conciencia que incluye y necesita a los demás. Esto sería Pascuas como una fiesta del fuerte querer, del entusiasmo, donde el conocimiento de la naturaleza, que muere en su belleza otoñal, se une con la verdadera autoconciencia espiritual del ser humano. (Véase: Rudolf Steiner: GA 223 y 229 en “Antroposofía y las fiestas cristianas”, editorial ECE, Buenos Aires)

El Arcángel Miguel victorioso sobre el mal (el dragón). Panel del altar de Suriguerola (Gerona, España), segunda mitad del siglo 13.


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La explicación del cuento: Juanito y Margarita

Los cuentos de hadas:

Las verdaderas historias del mundo Cristina Martínez Nota original para revista innata. abril 2015

Cuando los números y las figuras ya no sean llave de todas las criaturas, cuando aquellos que cantan o besan sepan más que los profundos eruditos, cuando el mundo se vuelque a la vida y se repliegue de nuevo en el mundo, cuando luego se unan luz y oscuridad y se renueven en auténtica claridad, cuando en cuentos y poesías se reconozcan las verdaderas historias del mundo, entonces, ante una secreta palabra, se esfumara toda falsedad. Novalis

En los cuentos tradicionales se encuentran inmersas vivencias del alma en forma de imágenes, no son vivencias cotidianas del mundo de los sentidos, son vivencias del mundo de los sueños. Por eso, el niño pequeño, que está más cerca del mundo de las imágenes, puede adentrarse en un cuento con gran facilidad. Los adultos, en cambio, tenemos que hacer un gran esfuerzo para no mezclar estos dos mundos y de esa manera verlo desde el exterior. Son, estos dos mundos, cada uno, una totalidad; todo es importante y necesario, hay que respetar cada palabra porque el niño ve la imagen que el adulto le cuenta; no importa que no entienda pero sí que la vea y la viva como propia. Estas imágenes van a ser para los niños como un gran cúmulo de sabiduría en su alma; pues todo aquello que experimentamos en la niñez es aprendizaje de vida. Además, les otorga no solo alimento interior, sino que también va a equilibrar toda la cantidad de estímulos que reciben durante el día de las imágenes exteriores, sobre todo si pasan horas frente a una pantalla que succiona vitalidad en lugar de dársela . Así, estas imágenes exteriores penetran hasta lo más profundo de su alma causando dificultad para entrar en el otro mundo, el del sueño o el de las imágenes verdaderas de los cuentos. Si un mismo cuento es contado cada noche durante semanas antes de dormir, va actuando de forma sanadora y armonizadora en la vitalidad de un niño. Si el niño pide una y otra vez el mismo cuento, es porque necesita que lo penetre más y porque quiere estar seguro de que siempre termina bien, a pesar de todas las aventuras que allí transcurren.


A EXPLICACIÓN SPIRITUALIDAD DEL CUENTO

Como podemos ver en el cuento de Juancito y Margarita, que presentamos en Innata para niños: Ya estos dos nombres nos revelan la esencia masculina, el yo, y la femenina, el alma, juntos; de la mano, viviendo las experiencias que acarrea el salir del mundo paterno-materno (el del origen de todo ser) hasta al final volver a él. Varias veces se menciona este mundo como fundamento de la existencia y como meta final. Juan es Adán, el hombre arquetípico, primigenio y Margarita es madreperla (mater margaritae), lo femenino sensible y sufriente. En la naturaleza, la perla se forma cuando a una ostra le entra un granito de arena y le duele tanto en su fina y sensible piel que la va envolviendo en capas. Por ello es el símbolo de las lágrimas producidas por sufrimiento. El padre es leñador, el que corta los árboles en pedazos, como el pensar analítico, que capta una idea, algo genuino y vivo como un árbol y la analiza, la desmenuza perdiendo su vida propia y de alguna manera, ese pensar va empobreciéndose y secándose. La madre que fue fértil, engendró y dio vida a estas dos fuerzas nuevas del ser humano, se endurece, se seca, se vuelve madrastra y separa: “ellos y nosotros”. Pero en realidad estas dos fuerzas nuevas y llenas de vida no pueden quedarse en ese mundo de escasez, tienen que hacer su propio camino para evolucionar, para “aterrizar”, siempre a través de un bosque, el oscuro y desconocido mundo del alma, donde uno se pierde con facilidad al penetrar sin conocimiento ni experiencia. Aunque una vez vuelven gracias a las fuerzas lunares, salieron por la puerta trasera (del pasado) con el reflejo de su luz en las piedras (como los dólmenes en la antigüedad). Ellos tienen que hacer el camino hacia lo solar, con el pan del trigo -el cereal del sol- que es un alimento para el día, para una conciencia despierta y que los pájaros comen por la noche. El padre, en el camino hacia el bosque lo prepara dándole aliento y fuerza: “No mires atrás, ¡atención y piernas vivas!” Es decir, ¡Mira al futuro, despierto, atento y con activa voluntad! Y así transcurren dos días y al amanecer del tercer día, llega algo nuevo e inesperado cuando la situación parece desesperanzadora; un pajarillo blanco que los conduce hacia la casa de pan, bizcocho y azúcar. Una vez allí, se posa sobre el tejado. Los tres días nos hablan de un proceso completo, algo que comienza y termina.

Toda casa es símbolo del cuerpo, donde el alma y el yo tienen que habitar. El niño come un pedazo del tejado, que sería la cabeza, y la niña de las ventanas, que serían los sentidos con los que nos conectamos con el mundo exterior. Es una casa que alimenta, no es el cuerpo físico todavía, no es firme y densa, están afuera, es blanda y liviana. Es el cuerpo de las fuerzas vitales que ante la pregunta de quién la habita responde: “Es el viento, el viento, el niño celestial” (como dice en el cuento original). Entonces son bien recibidos al interior, ahí se puede pensar que es el momento de la concepción, el tiempo del buen comer y dormir en camas cómodas (como en el cielo). Se refiere a toda la época de gestación que termina con el salir a la luz del día. El duro despertar, el llegar a la tierra, el parto. Para todo niño resulta un gran trabajo acostumbrarse al mundo físico y duro, a respirar, a digerir, a recibir ruidos y luces fuertes; llegar a un mundo desconocido… Es como ser despertados por la bruja, la materia seca y vieja y son las mismas palabras con la que los despertó la madrastra en la casa paterna: “¡Levantaos, holgazanes! (¿Será ella misma más endurecida?) y pone a Margarita a preparar alimento para su hermano, a quien encierra tras una reja. Tanto el alma como el yo, al ir entrando en el cuerpo físico, al ir encarnando, tienen la sensación de estar prisioneros. Sólo el alma, Margarita, puede salir al mundo a través de los sentidos, y lo percibido por ellos lo tiene que “cocinar” y transformar, para que pueda ser alimento para el yo. Margarita llora y llora, busca agua y la calienta, es su elemento; en cambio Juancito está apartado, concentrado en la oscuridad del corralito, en su interioridad, creciendo e irradiando desde adentro. Hasta el momento en el que se le pide a Margarita “prender el fuego”, sólo llora. Luego la chispa entra en ella y es ahí cuando toma las riendas de la acción. Se vuelve astuta, pícara, pretende no saber cómo se entra en el horno. La vieja se enoja e indigna tanto que le muestra cómo hacerlo. Ahí ya no llora, despierta ante el peligro de ser horneada y su hermano cocinado. Empuja, entonces, a la bruja al fuego y corre el cerrojo. Es la purificación y redención en las llamas de lo viejo y seco, de lo egoísta y ciego en el alma. Ya puede liberar al hermano que salta

hacia afuera como el pájaro al que se libera tras haber estado encerrado. ¿Será que dentro suyo estaba ese pajarito que entró por el tejado abierto, la fontanela? Ya liberados, ambos encuentran las piedras preciosas, luz concentrada que se cristaliza en la tierra, en lo más oscuro del encierro del yo. Éstas pertenecen a Juancito, mientras que las perlas han sido formadas por las lágrimas, por el sufrimiento de Margarita en la existencia terrenal. La gran responsabilidad de ser ella la que tiene que ayudar a que su yo crezca. Sólo ella, en soledad y en lucha por transformar la materia. Los frutos de la experiencia en el camino del alma y el yo en la Tierra son llevados en el camino de vuelta al reino del padre a través del gran río que los separa. Es un patito, un ser alado y blanco el que los cruza hacia el origen espiritual, el que acude en su ayuda. ¿Será su ángel o el espíritu de la madre? Tres aves blancas: primero la palomita que Juancito ve en el tejado mirando atrás, luego la que los conduce en el bosque a la casa de pan y por último, el pato que los cruza al otro lado. Fuerzas puras del otro mundo que aparecen en momentos claves como la despedida, cuando ya no sabían por dónde ir; y el cruce del umbral. Toda una vida en un cuento de hadas.


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REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA


EDUCACIÓN

ALDORF


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La medicina de orientación antroposófica Una medicina singular y arquetípica Dr. Roberto Crottogini


EDICINA

La Dra. Ita Wegman (1876-1943) fue el pilar fundamental donde se apoyó Rudolf Steiner para el desarrollo de una medicina de estas características. Ella supo escuchar e interpretar al maestro y brindar al mundo una medicina de orientación antroposófica. Fue la primera Directora de la Sección Médica del Goetheanum y fundadora del Instituto Terapéutico Clínico en Arlesheim (1921) Colaboradora incansable y tenaz escribió junto a Rudolf Steiner un texto clave: “Fundamentos para una ampliación del arte de curar según los conocimientos de la ciencia espiritual”. Esta medicina ha sido incluida como una de las cuatro concepciones globales de la medicina del hombre. Dos de ellas son orientales y antiquísimas (3000 a 5000 años): la medicina meridiànica China y la medicina Ayurveda ambas inspiradas en las raíces de 2 civilizaciones muy diferentes (China e India). Hay otras dos concepciones, occidentales, más cercanas a nuestra cultura y bastante más “jóvenes” como son la Homeopatía (200 años) y la Antroposofía (100 años). Esta presentación de la medicina antroposófica ya deja de lado claramente la costumbre de ser nombrada como “medicina alternativa”. Puede ser llamada, como cualquier otra, una medicina complementaria de todo enfoque terapéutico ò bien como prefirió su creador: Una ampliación del arte de curar.

ALGUNAS CARACTERÍSTICAS: • La medicina antroposófica no debe ser considerada como una simple terapia natural. A pesar de todo se habla en uno o en otro caso también de medicina natural cuando se utilizan remedios creados a partir de sustancias medicinales de origen natural. • La medicina antroposófica no es una fitoterapia, a pesar de que utiliza aproximadamente 250 plantas medicinales como materias primas básicas en la creación de sus medicamentos. Sin embargo son las sustancias de origen mineral las que predominan

en esta medicina tanto por su importancia, como por su papel cualitativo. • La medicina antroposófica tampoco es simplemente una forma de homeopatía, pues únicamente ha tomado de ésta y de una forma bien diferenciada la técnica de la dinamización y la designación de las distintas diluciones.

BASE FUNDAMENTAL PARA LA COMPRENSIÓN DE UNA MEDICINA AMPLIADA POR LA CIENCIA ESPIRITUAL El examen de los órganos suministra importante información relativa a su función. Sin embargo, si se pretende conocer su significado para el hombre total, hay que investigar qué es lo que se expresa en la función específica. Hay que avanzar del órgano en sí mismo, a la acción que en él se esconde y llegar al conocimiento de cuáles son los órganos que forman una unidad funcional. Así por ejemplo, es fácil comprender que todos los órganos sensorios tienen algo en común: llevan al alma humana (mente, psiquis, mundo interior) información sobre el medio ambiente (ojo, oído) o sobre su propio cuerpo (equilibrio, tacto, sensación térmica). Además, se puede comprobar que todos los órganos sensorios poseen una destacada conexión o relación con los nervios y, por consiguiente, con el cerebro. Por algo ha de ser que los órganos sensorios más importantes se hallan concentrados en la cabeza (ojo, oído, nariz, lengua, conductos hemicirculares en el oído como órgano de equilibrio). También la mayor

concentración de nervios, esto es, el cerebro, se encuentra en la cabeza. De ahí que podemos conjugar estos dos grupos de órganos en una sola unidad funcional: el sistema neuro-sensorio. Si se explora el dinamismo, las tendencias de las direcciones y condiciones potenciales como se presentan en el sistema neuro-sensorio, hay que reconocer que no puede ser mera casualidad que en la región cefálica se hallen los órganos de percepción cuya dirección llevan siempre el mismo sentido de afuera hacia adentro. La luz, el tono y, finalmente, también el alimento, fluyen a través de las “puertas apropiadas” hacia el interior del organismo. Efectivamente, los órganos sensorios cumplen la función de puertas de acceso, es decir, permiten el paso de algo, modificándolo lo menos posible, por ejemplo el ojo deja pasar la luz, el oído recibe al sonido, etc. Sus funciones son tanto más perfectas, cuanto menos alteren las impresiones. Para ello, sin embargo, se requiere como condición previa indispensable, el reposo. De ahí que la cabeza sea la parte del cuerpo que, en todo movimiento, se conserve en máximo reposo; además, existen muchas funciones que compensan y neutralizan los sacudimientos y movimientos, tales como la elasticidad de la columna vertebral, del cartílago, el líquido cefalorraquídeo etc. Al fin y al cabo, no hay órgano que fuera tan sensible a las sacudidas como el cerebro. Entre las relaciones características que el sistema neuro-sensorio tiene con determi-


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nadas energías, mencionamos todavía la que tiene con el calor y el frío. Todo hombre puede darse cuenta de que la distribución del calor en el cuerpo es de máxima importancia para su actividad; podríamos ofrecer una inmensa cantidad de observaciones de las que resulta que la cabeza, o el sistema nervioso, dependen, para su sano funcionamiento, de que el calor no exceda cierta medida. Hay que mantener la “cabeza fría” para poder pensar acertadamente. En contraste, el excesivo riego sanguíneo que acompaña todo aumento de temperatura, en la fiebre por ejemplo, constituye una marcada merma para la función de los órganos sensorios. Así pues, para la función normal del sistema neuro-sensorio, es característico, no solamente el reposo, sino cierto calor templado. Agréguese a esto que en el sistema nervioso no sólo dominan el reposo y el frío, sino que, precisamente por ser esto así, el metabolismo es mínimo (intercambio de sustancias) y se comprenderá que las células de los nervios – y también las de los sentidos – muestran la mínima vitalidad: la célula nerviosa pierde, casi inmediatamente después del nacimiento, la capacidad de reproducción ; en esa región, propiamente dicha no existe crecimiento como expresión de la vida. La mayor parte del ojo, así como la masa blanca del cerebro, hállanse virtualmente carentes de vitalidad. Llevando adelante este razonamiento que aquí apenas sugerimos, se llega a la conclusión de que el sistema neuro-sensorio es exactamente lo contrario de la vida: “es lo muerto.” Ya durante la vida, ciertas partes de estos órganos se hallan totalmente desvitalizados; y sólo por esta razón pueden cumplir su función. Así por ejemplo, en la córnea y el cristalino del ojo, no hay

sangre, y solo se registran escasos procesos vitales; lo propio vale para la masa blanca del cerebro. Fácil es imaginar que el hombre no podría vivir apoyado en órganos de ese género y que, por lo tanto, la vida ha de estar ligada con otros órganos distintos. Es más, la tendencia hacia el reposo, el frío y la muerte, es tan evidentemente unilateral y concentrada en una región, que forzosamente en alguna parte del organismo, ha de existir y funcionar un conjunto de características opuestas. Efectivamente, es posible localizar los órganos en que predomina la tendencia radicalmente opuesta: difícilmente hay otro órgano para el que el movimiento sea tan característico como lo es para el músculo. Es bien conocido, y particularmente lo sabe y lo maneja todo deportista, que el calor es condición previa para la función continua y prolongada del músculo. Por otra parte, el calor acelera todos los procesos, es decir, anula el reposo. Movimiento y calor constituyen una unidad al igual que reposo y frío. Pero no basta entender el movimiento tan sólo como desplazamiento externo: debe incluirse también el metabolismo. Recordemos que el calor se genera por combustión u oxidación, es decir, por intensa transformación de sustancias. Existen órganos cuya tarea principal es el intercambio y la transformación de sustancias. El hígado es la sede principal de esos procesos; constantemente se realizan en èl procesos metabólicos de todos los dominios. De ahí que sea característico del funcionamiento de ese órgano, el que en el hígado la temperatura siempre sea un poco más elevada que en el resto del organismo. Semejantes reacciones, es decir, intensos procesos metabólicos, existen no solamente en los músculos y en el hígado, sino también en el intestino, en los riñones y también en la sangre. Esos órganos constituyen, en verdad, el centro de gravedad de las reacciones materiales: procede, pues, englobar la totalidad de estos procesos y de aquellos órganos, bajo el término de “sistema metabólico motor”. Efectivamente, esos órganos muestran una notable relación con la vida: en la lengua alemana y en la inglesa, incluso se parecen las palabras para vida e hígado (leben-leber; life-liver). Si se sigue la función hepática hasta sus repercusiones periféricas, se comprueba que el hígado realmente es el órgano vital principal: la vida misma, en cuanto a su forma de manifestarse, hállase unida a procesos de intercambio sustancial, y se manifiesta a través de ellos. Si se consideran como antagónicos estos dos sistemas: el neuro-sensorio y el metabólico- motor, se notará que no sólo se hallan separados en el espacio sus órganos principales (cabeza y abdo-

men) sino que todas las tendencias y fenómenos mencionados, siempre son polares. En tanto que en el sistema neuro-sensorio prevalecía la tendencia de dejar que el mundo externo penetrara en el organismo a través de los órganos sensorios, en la región del sistema metabólico se sitúa el lugar principal de las excreciones. En vez de admisión y pasividad, se encuentra aquí el desprendimiento y la actividad. Ahora bien, si sólo existieran estos dos sistemas opuestos, tendrían que combatirse constantemente y neutralizarían sus funciones, a semejanza de cómo el frío y el calor mezclados producen una compensación tibia, o como el polo positivo y el negativo se anulan en un corto circuito. Ese peligro se halla salvado por la presencia de un tercer sistema en el hombre, que ocupa una posición mediadora entre los otros dos. Sólo en virtud de esta mediación, se puede llevar adelante la tensión de los opuestos: se trata de un acrecentamiento de la polaridad. Siguiendo con nuestros razonamientos anteriores, habremos de buscar el sitio de ese sistema a mitad de camino entre los otros dos. La compensación entre los dos sistemas existe, no solamente entre arriba y abajo, sino también y ante todo, en un cambio que se realiza en el tiempo. Este cambio da origen al ritmo. Todos los procesos rítmicos en el organismo participan en ese cambio, por lo que pueden englobarse como “sistema rítmico”. En la realidad, aquellos dos sistemas antagónicos no operan simultáneamente, sino que se hallan en constante alternancia rítmica. De día, el hombre está despierto, y “vive” a expensas de las energìas del sistema neuro-sensorio; durante el sueño nocturno, se desenvuelven los procesos propiamente vitales, se produce un generalizado calentamiento, vitalización y estimulación de los procesos metabólicos. Por necesidad, estas funciones van paralelas con el receso de las funciones neuro-sensorias, y decimos : “el hombre duerme”. Alcanzamos a comprender que la acción del sistema rítmico se desenvuelve en el tiempo. Si se lo examina con mayor detenimiento, se comprende que el mencionado ritmo de vigilia y sueño es expresión de la preponderancia alternada de uno de los dos sistemas polares, esto es, de la actividad neuro-sensoria o de la metabólica. Este cambio o ritmo lo encontramos en forma arquetípica en el corazón y en los pulmones. Su funcionamiento rítmico es tan conspicuo que se justifica declarar a esos dos órganos representantes del sistema rítmico. El corazón se halla en permanente cambio entre expansión y contracción (tensión) es, en cierto modo, lo


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contrario de la expansión o relajamiento. Ahí, el dinamismo mencionado se patentiza sin dificultad. Lo propio sucede en los pulmones con su constante alternancia entre inhalación y exhalación. Para nuestro propósito, no nos interesa, en primer término, lo que comúnmente se considera lo principal de esas dos actividades orgánicas: la circulación de la sangre y la del aire. Sin duda, que son de la mayor importancia, pero al referirnos a la “función del sistema rítmico”, aludimos más bien a la pura actividad y dinamismo de dichos órganos: el estar interpuesto entre dos polos y mediar entre ellos. En la contracción late el dinamismo del sistema nervioso; en la expansión, el del metabólico. Lo esencial de esta estructura ternaria del organismo humano, aquí tan solo someramente bosquejada, es que ella ofrece la clave para comprender la salud y la enfermedad. Si prepondera por ejemplo, el “sistema de arriba”, esto es, el neuro – sensorio, (muy frecuente hoy en día), se producen enfermedades típicas bien definidas: como ser la tendencia a la contracción, al frío y al reposo, al proceso mortífero, se produce la ESCLEROSIS: el endurecimiento, la incrustación, la rigidez, esto es, un prematuro proceso de envejecimiento que, a su vez, da origen a las enfermedades correspondientes, tales como la arterioesclerosis, la gota, las afecciones reumáticas, la artrosis, pero también paralizaciones, reducida vitalidad, etc. En estas enfermedades, falta el impulso vivificante, disolvente, calorífico del sistema metabólico motor. Por otra parte, puede predominar en cambio el “sistema de abajo”. Prevalecerá entonces la tendencia termogénica, el excesivo metabolismo, la vitalidad desbordante, o sea la INFLAMACIÓN, lo que da origen a las diversas enfermedades inflamatorias, casi siempre acompañadas de temperatura. Su característica es la intensa degradación humoral y el aumento de temperatura en la profundidad de los órganos. El predominio de alguna de estas dos tendencias guarda relación con determinadas épocas de la vida. Obviamente, en la vejez se impone la primera tendencia; en cambio, las inflamaciones, la temperatura y la vitalidad excesiva, son características de la infancia. De ahí que para el médico sea decisivo, no solamente reconocer cuál es la tendencia predominante en algún organismo, sino asimismo determinar cuál es la relación que ella guarda con la edad del paciente, es decir, con la Biografía. Esto nos lleva a una conclusión decisiva de máximo alcance: si las dos tendencias descriptas integran una polaridad y pueden neutralizarse mutuamente, también han de ser capaces de curarse mutuamente. En la práctica, esto sig-

nifica que la tendencia al depósito y al endurecimiento puede ser contrarrestada por su polo opuesto, el calor generado en el organismo, por ejemplo en forma de inflamación. Así, todo reumático o gotoso sabe que el calor le hace mucho bien, y que la adecuada termoterapia induce a la curación. Es, pues, un descubrimiento que existen dos grupos de enfermedades, resultantes de las tendencias descriptas, y que incluso pueden anularse mutuamente. De modo que una enfermedad “nueva” puede incluso representar el intento del organismo de superar una enfermedad “vieja”. Aunque en la literatura médica se conocen esas conexiones, apenas si se advierten y, sobre todo, no se valoran debidamente, porque todavía no se ha captado suficientemente la base para la comprensión del fenómeno, esto es, el mencionado enfoque dinámico polar y su extensión ulterior hacia la estructura ternaria del organismo humano. Así pues, esta fundamental idea de la tripartición del organismo humano, aquí apenas bosquejada, es de vasto alcance como base de una nueva medicina, que abarque, no solamente el conocimiento de salud y enfermedad, sino y ante todo, la terapia, campo en el que ha demostrado su fecundidad desde hace ya casi un siglo.

LA TERAPIA ARTÍSTICA Constituye una ayuda inapreciable en la labor del médico con esta orientación. Ha sido creada con el fin de cuidar y restablecer la salud del ser humano. Según Steiner, el despertar de la ARQUITECTURA corresponde a la aspiración de crear una envoltura para el alma humana, sobre todo al liberarse del cuerpo cuando éste muere. Las primeras construcciones sepulcrales son expresión de formas puramente espaciales o, podríamos decir, de líneas dinámicas para que

el alma, súbitamente separada de su organismo físico, vuelva a sentirse a gusto con ellas. En la ESCULTURA hallaban expresión, originalmente, las energías etéricas modeladoras del cuerpo humano desde lo externo. La verdadera captación de la forma humana, mediante una sensibilidad intuitiva, convierte al hombre en escultor. Con la PINTURA llegamos al juego de color y luz, tal como se produce en la epidermis humana y, por extensión, en toda la superficie. Con ello la pintura queda caracterizada como arte de dos dimensiones. La experiencia correcta de lo astral conduce a la comprensión de la pintura y al abandono de la conciencia espacial. Las artes hasta aquí mencionadas: arquitectura, escultura y pintura giran, como si dijéramos, en torno de algo que se encuentra fuera del cuerpo humano (exterior). Con la MUSICA entramos en contacto con el ritmo, que corresponde a una experiencia profundamente interior. Los intervalos más importantes de la música clásica (tercera, quinta, etc.) se experimentan como “espiritualmente de nuestro lado” de la piel, esto es, interno. La música contiene ya un fuerte elemento procedente del Yo humano, si bien, por así decirlo, entretejido con el cuerpo astral. Sólo en el ARTE POETICO llegamos a la esencia más íntima del hombre: en él su Yo vive desde adentro hacia fuera e irradia. Esta descripción no debe olvidar “la gimnasia del alma”, la Euritmia, cuya práctica se divide en Higiénica, Artística y Terapéutica. Su fundamento es la expresión de la palabra mediante el cuerpo. La Clínica Ita Wegman en Arlesheim, Suiza, fue en 1921 una clínica privada (Instituto Clínica y Terapéutica). El médico Ita Wegman lo fundó y fue el primer y único centro a nivel internacional hasta la década de 1960 de medicina antroposófica en el mundo hospitalario.


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¿Qué es la medicina antroposófica? Una aproximación con mirada diferente Dr. Sergio Pereira Vitale “Padre Waldorf” en la escuela Rudolf Steiner, Florida Médico homeópata antroposófico. Nota original para revista innata. abril 2015

En febrero de 1861, en Kraljevec, imperio austro-húngaro, nacía Rudolf Steiner, una persona con habilidades muy especiales, dotado de una sensibilidad exquisita para todos los fenómenos que en su tiempo lo rodeaban, para todo aquello que lo había precedido en su tiempo y más allá del mismo también. Desde muy temprana edad, Rudolf Steiner supo interpretar la vida a partir de una simple percepción libre de prejuicios, llegando así a las verdades más profundas del ser, dejando que la naturaleza le cuente gran parte de sus secretos y de su ciencia, oculta hasta esos momentos. Gran lector, filósofo y conferencista, Rudolf Steiner basó su vida en aconteceres terrenos y espirituales. Estableció la “antropo-sofía” como una verdadera ciencia del autoconocimiento, en la que, basándose en lo ya enunciado por los griegos “hombre: conócete a ti mismo”, llegó a mostrarnos cómo es posible para cualquier persona saber un poco más de sí misma y contestar a los interrogantes: de dónde venimos, hacia dónde vamos, porqué nos pasa lo que nos pasa, para qué… entre otros. La antroposofía es un camino de autoconocimiento que intenta profundizar la comunicación de cada ser humano con sus pares, con lo que lo rodea, con la naturaleza, y hasta con el cosmos mismo. Una forma humana de sabiduría. La antroposofía tiene distintas aplicaciones en diversos campos del quehacer humano: en la educación, conocemos la pedagogía Waldorf; en el arte, la euritmia; en las tareas agrícolas, la agricultura biológica dinámica, que sienta las bases de siembra y cultivo según la lectura del cielo dominante en cada espacio y tiempo; en el lenguaje, la formación del habla; en la arquitectura, la arquitectura orgánica y en las ciencias aplicadas a la

salud, la medicina antroposófica. Posiblemente, ante un requerimiento dado en forma de pregunta surgida entre médicos homeópatas acerca de cómo aplicar la antroposofía a la medicina misma, Rudolf Steiner, en el año 1920 y en diálogo permanente con su amiga, la Dra. Ita Wegman, estableció las bases de esta novedosa medicina, apoyada sobre ideas que, si bien en un principio fueron tomadas de la homeopatía, alcanzaban aspectos aún más profundas del ser, ya que tenían como meta ayudar al equilibrio físico, anímico y espiritual. Así, en 1921, se fundó en Arlesheim, Suiza la primera clínica antroposófica, hoy conocida como la clínica Ita Wegman. Y desde ese año hasta 1925, poco antes de morir, Rudolf Steiner se dedicó a dar una serie de conferencias alusivas al tema de los fundamentos de esta ciencia y arte de curar. En la actualidad, la medicina antroposófica de aplica en más de 80 países en todo el mundo, y cuenta, en muchos de ellos, con el aval y el reconocimiento de instituciones oficiales. En medicina antroposófica, las consultas son completamente personalizadas, enmarcadas en una charla profunda (una o las que sean), en las que se intenta llegar a la idea de lo que está sucediendo y aplicar como tratamiento tanto sustancias (medicamentos), como terapias artísticas: euritmia curativa, formación del habla, pintura, escultura, masaje rítmico, trabajo biográfico, musicoterapia, y otras. Dichas sustancias, utilizadas como medicamentos, son 100% naturales, y llegan sin que medie ningún proceso de síntesis químico de los tres reinos de la naturaleza: mineral, vegetal, animal. Y debido a que en todo ser humano confluyen naturaleza y espíritu, es a partir de

lo verdaderamente natural, que se logra reafinar nuestro instrumento vital de un modo verdaderamente profundo: trascendiendo la apariencia vamos más allá de lo que se manifiesta. En medicina antroposófica se alcanza a hacer un cuádruple diagnóstico ya que la imagen debe estar nutrida de aspectos físicos, vitales, psíquicos, y de un ego libre (o también llamado organización yoica); aquello que, por ejemplo, nos permite pensar y reflexionar antes de elegir un camino adecuado respecto a los pasos que debamos dar en la vida. Así, respectivamente, consideramos aspectos físicos de las fuerzas que lo van a conformar, o elementos etéricos (el Prana) para usar una palabra que viene de Oriente; aspectos astrales (lo anímico, lo que tiene que ver con el alma) y lo espiritual, cuya manifestación más asequible es lo que conocemos como estructura de personalidad útil para esta vida. Por otra parte, se tienen en cuenta todas y cada una de las circunstancias vividas desde el nacimiento (y antes también) hasta el momento de la consulta. Se establece en la historia clínica una especie de raconto biográfico, en el que se consideran los diversos aconteceres según el septenio dominante (conjunto de siete años). Esta sistemática sugiere que un cierto tipo de cosas nos pasan específicamente en un determinado momento o septenio de un modo predominante, y en tal sentido la medicina antroposófica nos ayuda a escudriñar del mejor modo posible dichos sucesos. Si bien se emplean sustancias o medicamentos, también se recurre a terapias artísticas, con el objetivo de acercar una toma de conciencia, lo que lleva al cambio más impresionante que pueda alcanzarse, el famoso “hacer click”, lo que nos aproxima al hilo de sucesos que nos


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llevaron a enfermar y que pueden dar la clave del por qué o para qué, según miremos desde el momento observante hacia atrás en el tiempo, o hacia adelante, respectivamente. Una de las preguntas más difíciles de responder en una consulta antroposófica, es la siguiente: “ok, todo esto que me has contado, sucedió de esta manera. Ahora bien: ¿por qué te parece que llegaste a estar así? ¿Qué pensás que te llevó a este padecer?” Lo importante no es poder contestar en ese momento; sino llevarse el interrogante y meditarlo tranquilo en casa, en el tiempo que medie, por ejemplo, entre una consulta y la siguiente. Por más que exista el mejor de los diagnósticos o la más aplicada terapia artística o medicamentosa, si no hay conciencia de sí, del “qué” o del “cómo”, el proceso llevará, quizás, a mejoría discreta o marcada, pero no a la remisión total de los síntomas. En tal sentido, nuevamente podemos decir que la “antropo-sofía” es también un auto conocimiento que nos deja en estrecho contacto con las fuerzas mismas que nos sacaron del equilibrio al enfermar, y al estar allí, se debe intentar desenmarañar la madeja y poder salir alisando el mismo hilo que estaba creando un nudo, tanto más difícil como grave sea la condición que

nos toque atravesar. En tal sentido es muy interesante poder establecer o comparar el estado de salud con un sueño aparente. No sabemos de nuestra espalda, por ejemplo, hasta que nos duele. Y es el dolor, un despertar. A partir del dolor mismo, una señal de que “algo no anda bien”, dada por nuestro cuerpo, en este caso, para que hagamos algo con eso. Digo dolor físico, porque existen también diversas formas de dolor anímico, con otra clase de síntomas. Entonces, la enfermedad es un intrincado conjunto de manifestaciones que esconde sucesos que llevaron a un desorden físico, anímico o espiritual. Considerada como tal con ojos de superficie, se puede creer, por ejemplo, que con un simple analgésico, un dolor de espalda o de cabeza pueden curarse… Pero, ¿qué hay de todo aquel desorden anímico y de fuerzas vitales subyacentes y condicionantes? Éste es un ejemplo aplicado a la medicina convencional, que aguzó su ciencia en cómo acallar un síntoma sin profundizar en los niveles en los que lo hace la medicina antroposófica o la homeopática que, así como otras, son complementos de las terapias convencionales, y no alternativas, ya que no se ubican en “vereda de enfrente” alguna.

De esta manera, conjuntamente, médico y paciente emprenden un camino que intenta llevarlos, en el mejor de los casos, a restablecer el equilibrio perdido; recuperando esa forma de silencio que llamamos salud y que es intermedia entre todo tipo de fuerzas desequilibrantes, sean estas de tipo “dispersante” o “sobre-formador”. Para terminar quisiera citar una frase de Novalis, amigo de Rudolf Steiner, quien una vez dijo:

“No hay más que un templo en este mundo y éste, es el cuerpo humano. No hay nada más sagrado que esta fuerza superior”. Honrar este templo es intentar ser coherente con sus fuerzas formadoras, provenientes de la naturaleza, y con aquello que habite en él, proveniente vaya uno a saber de qué mundo.


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La primera escuela Waldorf como fruto del Movimiento de la Triformación

Fragmentos del libro “Pedagogía Waldorf. Una educación hacia la libertad”. Editorial Antroposófica

La campaña por la Triformación, llevada a cabo después de la Primera Guerra Mundial, bajo la dirección de Rudolf Steiner, halló verdadera aprobación. Sin embargo fracasó ante la decidida oposición de los funcionarios de las organizaciones de obreros con su mentalidad de política partidista. De las semillas sembradas por el “Movimiento para la Triformación Social” en realidad sólo una echó raíces seriamente. Esta empero demostró una potente fuerza vital. Se trata de la primera escuela Waldorf.

El comienzo tuvo lugar el 23 de abril de 1919 en la “nave del tabaco” de la fábrica de cigarrillos Waldorf-Astoria en Stuttgart. Los obreros se apretaban en bancos y sillas, muchos estaban sentados encima de los grandes sacos de tabaco junto a la pared posterior de la sala. El director de la empresa, el comerciante Emil Molt, presentó a Steiner como “filósofo social” ¿Qué podía entender un hombre así –y además viniendo de la neutral y bien nutrida Suiza- de las necesidades de unos hombres sencillos en medio de la miseria y el ham-

bre de la posguerra? El auditorio se mostraba abiertamente reservado, hasta que el conferenciante empezó a tratar cuestiones de la educación. Herbert Hahn relata en su libro “Rudolf Steiner, como le vi y vivencié” que Steiner explicaba cómo todos los años se coarta a miles y miles de hombres en sus mejores facultades por verse obligados bajo la presión económica a entrar en el mundo del trabajo a una edad en la que sus potenciales espirituales y anímicos necesitan muy especialmente el cultivo y desarrollo. Hablaba de algo que aún no existía,


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pero que era una exigencia de la época: una escuela con doce cursos que abarcara la enseñanza primaria y la secundaria y que estuviera abierta para todos, independientemente de la clase social a la que pertenecieran. Entonces Rudolf Steiner ganó los corazones de su auditorio. Herbert Hahn describe este momento como la “verdadera hora de nacimiento de la escuela Waldorf ’ (“Nosotros vivenciamos a Rudolf Steiner”, publicado por M.J. Krück von Poturzyn). El deseo de fundar una escuela así, manifestado claramente por los obreros, fue la base de su creación. Al día siguiente acudieron algunos de ellos preguntando si sus hijos podrían asistir a la escuela que Rudolf Steiner había descrito. Emilt Molt ya hacía tiempo que andaba pensando en una escuela y ahora quería hacerla realidad. La primera medida que tomó fue pedir a Rudolf Steiner que se hiciese cargo de la dirección pedagógica. Su meta era comenzar con la escuela en septiembre. Compró el edificio de un restaurante que estaba en venta sobre una elevación del valle de Stuttgart, lo reconstruyó y dispuso las instalaciones necesarias. Dos días después de la conferencia en la nave del tabaco, ya tuvo lugar la primera entrevista fundamental entre Steiner, Molt y dos futuros maestros de la escuela. Entrada ya la noche, Steiner tenía, como de costumbre, una intensa jornada de trabajo tras de sí. Venía directamente de dar una conferencia a los obreros de la empresa Daimler-Werke. “Las últimas huellas del enorme esfuerzo que Steiner acababa de realizar, pronto desaparecieron. La fluidez y frescura de sus explicaciones iba en aumento”. (Hahn en “Nosotros vivenciamos a Rudolf Steiner”) Expuso una serie de consejos para los preparativos y puntos de vista sobre la distribución del horario y el programa de la escuela ideada que, en parte, ya entraban en detalles.

El curso Popular de Pedagogía En el Curso Popular de Pedagogía, Rudolf Steiner dio tres conferencias en los meses de mayo y junio de 1919. Allí expuso, por primera vez, con mayor precisión el arte de enseñar desarrollado por él. Este impulso de crear una escuela para todas las capas sociales del pueblo no tenía nada que ver con las ambiciones sociales ni con los intereses religiosos especiales que se suelen asociar al concepto “escuela privada”; abarcaba a todos los hombres, independientemente de su concepto del mundo y de su situación social. Las ideas fundamentales del Curso Popular de Pedagogía reflejan las intenciones sociales de la escuela Waldorf y se muestran hoy doblemente actuales, ya que se tiende a romper con la forma de enseñar burguesa. A continuación citaremos literalmente algunos pasajes: La escuela del futuro tiene que estar edi-

ficada sobre una honda antropología. “Partiendo de esta base, no puede resultar otra cosa que no sea una escuela única para todos, pues es evidente: estas leyes que tienen lugar en el desarrollo del ser humano aproximadamente entre los seis y los trece a catorce años, estas leyes, son para todos las mismas”. En una edad más avanzada se han de diferenciar las lecciones. “Pero ante todo... una cierta base de la formación ha de ser la misma para los hombres de todas las clases sociales. Todos han de tener oportunidad de recibir la misma formación general, ya se trate de un futuro trabajador manual o intelectual”. Todo ser humano debería poder asistir a una de estas escuelas con lecciones diferenciadas, hasta los diecinueve años más o menos, para formarse en la capacidad de elaborar juicios propios y responsables. “Si en el futuro, en los centros de formación, están juntos el aprendiz de carpintero y mecánica con el que será quizás un maestro de la enseñanza, entonces también allí el resultado será algo que, aunque sea una escuela especializada, no dejará de ser una escuela única para todos”. En una conferencia para maestros en Enero de 1922, Rudolf Steiner amplió esta propuesta,

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describiendo una formación profesional preparatoria en talleres, dentro del marco de la escuela, que deberían instalarse para aquellos jóvenes que quisieran dedicarse a una profesión manual. En las clases comunes para todos deberán incluirse los siguientes elementos: “Ningún ser humano podrá atravesar esta edad sin recibir una noción de lo que ocurre en la agricultura, en el comercio, en la industria, en la artesanía. Estas cosas se introducirán como disciplinas, infinitamente más necesarias que muchas futilidades que llenan las lecciones que se imparten actualmente a los jóvenes”. Los alumnos recibirán clases comunes en Historia, Geografía y Ciencias 1. Al tejer, los niños mantienen las agujas en am-

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bas manos, asignando a cada mano su respectiva actividad, estableciendo así de inmediato la lateralidad, así como también el control del ojo sobre la mano, logrando desde el principio un grado de control sobre su voluntad. Niños en la escuela interactuando con la naturaleza en el “día afuera”. Las escuelas Waldorf en china impulsan un cambio social ,positivo y significativo, en sus nuevas generaciones al formar jóvenes creativos, librepensadores que puedan enfrentar las injusticias del régimen en el que viven.

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Naturales,” pero siempre en relación con el hombre, de forma que el hombre conocerá al hombre a partir del Universo”. Para una escuela así, solamente hay una única meta: formación del hombre. La primera condición para conseguir esta meta es una reforma radical de la formación del profesorado. “Cuando examinan hoy a un maestro, sólo suelen constatar si sabe aquello que, si es un poco hábil, aunque no lo supiera, podría consultarlo más tarde en el diccionario enciclopédico o en un manual. De esto puede prescindirse en los exámenes para maestros... lo que debería de constatarse, en lugar de lo que se exige hoy en día, es si la persona que tendrá que ver con la educación y enseñanza está capacitada para crear una relación saludable con el hombre en cierne, si es capaz de sumergirse con toda su mentalidad... en las almas y en todo el ser de estos hombres en cierne”.

Preparativos para la fundación de la escuela

tropología General”: descripciones concentradas de las funciones anímicas más importantes del hombre en su relación con procesos fisiológicos. Como casi todas las conferencias de Rudolf Steiner, también éstas fueron taquigrafiadas y publicadas. La “Antropología General como Base de la Pedagogía” no es un libro de fácil asimilación pero es de una gran riqueza de contenido. Puede considerarse como un libro de ejercitación, un texto científico de meditación del cual podemos sacar siempre un nuevo provecho durante toda una vida. Contiene la esencia de la sabiduría pedagógica de Rudolf Steiner. A las 11 comenzaba el “Curso metódico-didáctico” de hora y media de duración en el que se desarrolló el programa de la primera hasta la octava clase con expresivas exposiciones com-

dorf no es una escuela ideológica: “Aquél que diga que la Ciencia Espiritual orientada antroposóficamente ha fundado la escuela Waldorf y pretende introducir en esta escuela su concepto del mundo -lo digo ahora en el día de su inauguración- aquel que diga eso, no dice la verdad. No tenemos ningún interés en enseñar al hombre en cierne nuestros principios, el contenido de nuestro concepto del mundo. No queremos lograr una educación dogmática. Aspiramos a lograr que aquello que hemos podido conseguir a través de la Ciencia Espiritual, se convierta enacto vivo de enseñanza”. (Rudolf Steiner en la Escuela Waldorf. Alocuciones dirigidas a los niños, padres y maestros). Cuando la escuela comenzó tenía ocho clases y aproximadamente 300 alumnos. Llevaba el nombre de la fábrica a la que, al principio, estaban unidos la mayoría de los padres. “Escuela Libre Waldorf”. Rudolf Steiner tomó parte intensamente en el trabajo de la escuela, aunque vivía en Dornach y estaba continuamente sobrecargado con otras tareas. Caroline von Heydebrand, que fue una de los primeros maestros de esta escuela, en el libro Rudolf Steiner en la Escuela Waldorf, narró los comienzos de la escuela con imágenes llenas de colorido: “Durante los comienzos de la escuela Waldorf, niños y maestros tenían muchas dificultades. A los niños se les ofrecía algo completamente nuevo. En todas las clases, hasta en las de los mayores, estudiaban juntos los alumnos procedentes de todas las capas sociales. La escuela Waldorf era la primera escuela unitaria de Alemania que mantenía este principio hasta en las clases superiores. Estaban juntos en sus clases alumnos procedentes de los institutos, de la enseñanza media y de las escuelas nacionales; había niños y niñas en la misma clase. A esto no estaban acostumbrados los alumnos. Tampoco los maestros. Era una dificultad aprender a convivir”. Como era de esperar, surgían problemas de disciplina, Rudolf Steiner -que durante sus frecuentes visitas a Stuttgart acostumbraba a pasar mucho tiempo en la escuela Waldorf - entró un día en una clase con problemas de disciplina, cuando los niños estaban alborotando. “Comenzó entonces a contarles una historia: conocía él una ciudad, en la ciudad una escuela, en la escuela una clase, en la clase unos niños que eran de ésta y de aquélla manera y que hacían esto y lo otro.

Una pedagogía que recibe sus líneas de orientación, conocimientos y métodos prácticos del mismo ser humano viviente, no se pasa de moda y es capaz, mediante el aumento de sus facultades educativas, de crecer con el niño y a través del niño.

Rudolf Steiner veía como una condición para la independencia de la escuela en la vida cultural libre, el derecho de elegir ella misma a sus maestros. Tanto en las negociaciones con las autoridades escolares del Sur de Alemania, como también en sus actividades posteriores concernientes a la escuela, aceptó compromisos con los programas estatales y las disposiciones de exámenes, pero no con el principio de la libre elección del profesorado. En cuanto vio realizadas sus intenciones en este punto, dio vía libre a la fundación de la escuela. A continuación se debería fundamentar la base de la Pedagogía -y ésta era y es una Antropología que muestra al hombre desde tres direcciones, como ser físico, anímico y espiritual- en una exposición que, partiendo de la Ciencia Espiritual, es científica, y, al mismo tiempo, despierta amor hacia el hombre. En la mañana del 21 de agosto, se reunieron los maestros que habían rogado a Rudolf Steiner se hiciese cargo de la enseñanza. La mayoría, no todos, tenían ya experiencia pedagógica. Hoy se considera como casi imprescindible que un futuro maestro Waldorf añada a su cualificación profesional, como mínimo, un año de formación en seminarios de pedagogía Waldorf. Rudolf Steiner dio un curso de quince días que sustituyó a los mencionados seminarios. Todos los días, de 9 a 11, hablaba sobre “An-

prendidas. En él se encuentran los rasgos fundamentales del Método Waldorf. La larga serie de conferencias pedagógicas que dio Rudolf Steiner más tarde, se han de considerar como variantes de los temas que esbozó aquí. El Curso metódico-didáctico es un manual de una riqueza inagotable, enfocado totalmente hacia lo práctico, del que siempre se vuelve a echar mano. Durante las tardes del seminario, los participantes realizaban ejercicios de expresión, mantenían disertaciones y coloquios sobre los temperamentos, sobre ejemplos de la vida escolar y ejercicios metódico-didácticos; Rudolf Steiner les daba consejos ampliamente detallados para el tratamiento de los problemas humanos y profesionales de la vida escolar diaria. El 6 de septiembre se celebró una fiesta en la que participaron los maestros, padres y alumnos de la escuela que se iba a fundar. Rudolf Steiner reunió en esta ocasión a los alumnos con sus futuros maestros.

Sobre la actividad de Steiner en la escuela El 7 de septiembre Rudolf Steiner inauguró la escuela. Expuso de forma concentrada la meta pedagógica y al final destacó que la escuela Wal-


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Los niños se daban codazos: Esos somos nosotros. ¡Eso va por nosotros! Pero no se lo tomaron a mal, pues no les había reñido a ellos directamente. Luego les contó cómo aquello que hacían los niños de la historia tendría como consecuencia para el maestro que su salud se vería afectada, etc. Al final les explicó, cómo los alumnos de aquella clase acabaron mejorando. Los niños quedaron profundamente satisfechos. Siempre ocurría que cuando estaba el doctor Steiner en las clases se sentía surgir una extraordinaria y profunda satisfacción en el verdadero sentido de la palabra. Paz se extendía sobre los niños. En su presencia estaban completamente despreocupados, alegres y hasta algo ruidosos, no pretendían hacerle ver que fuesen especialmente formales; pero se palpaba la satisfacción que se extendía sobre ellos”. “... ocurría que, cuando le hablaban al doctor Steiner en los claustros sobre algunos de los niños de la escuela Waldorf, solía preguntar en qué lugar de la clase se sentaba el niño. Y nada más indicarle el sitio del niño -junto a la ventana, en el medio del tercer banco, junto a la esquina, junto a la puerta, etc.- sabía exactamente de qué niño se trataba. Esto sucedía cuando la escuela Waldorf era más pequeña. Luego, cuando la escuela se hizo cada vez mayor, mandaba que le presentasen a cada uno de los niños”.’ Sobre todo en niños difíciles, que planteaban a los maestros problemas desconcertantes, se manifestaba con especial claridad la riqueza de los imprevistos consejos pedagógicos. Por lo que expondremos algunos ejemplos. En el caso de un niño especialmente difícil indicó, en una ocasión, que se le deberían hacer o arreglar unos zapatos. A partir de entonces el muchacho mejoró de día en día. Herbert Hahn nos cuenta de un niño que tenía una madre bondadosa, pero que aparte de esto, vivía en unas condiciones deplorablemente difíciles. Con su nerviosismo y su charlatanería casi enfermiza molestaba las clases; su maestro estaba muy preocupado por su desarrollo. Rudolf Steiner aconsejó hacerle al niño todos los días

durante varias semanas una pregunta, pero sin pedirle respuesta hasta el día siguiente. El maestro siguió esta sugerencia y puso atención en la mirada cuando el niño daba su bien pensada respuesta a la pregunta que le había hecho el día anterior. “Tenía en la mirada algo tan sereno, franco, serio, como nunca lo había tenido antes. Y todo el rostro del niño había adquirido las características de esta mirada”. Esto siguió así durante algún tiempo. “Y cosa curiosa: El hecho de que se le hiciese así una pregunta día tras día y que pudiera dar, día tras día, una respuesta, revirtió de forma curativa en la vida anímica del niño. La seguridad en sí mismo, que hasta entonces había sido muy débil, empezó a crecer lentamente”. En el niño se originó un cambio que, además, fue duradero. Las observaciones y consejos de Rudolf Steiner nacían, de forma completamente natural, del trabajo cotidiano. En los claustros informaba con detallada y rigurosa objetividad sobre las observaciones concretas que había hecho en determinados niños, y cómo estas observaciones le indicaban el camino hacia las diagnosis y las medidas terapéuticas. Para poder mostrar, por lo menos someramente, cómo procedía Rudolf Steiner, vamos a mencionar aquí un caso concreto. El médico de la escuela, Dr. Eugen Kolisko, narro el caso de un niño de siete años que acababa de empezar la escuela y ocasionaba dificultades especiales. “Su andar era torpe y vacilante sin apoyo seguro. Estaba muy pálido, su cara alargada, la mandíbula inferior le colgaba hacia abajo, la frente sombría y ceñuda. No creo que hasta entonces hubiese reído mucho en su vida. Por el más mínimo motivo comenzaba un desmesurado alboroto. Toda la cara parecía una máscara, a través de la cual lo anímico no podía penetrar como sería debido”. No podía tomar parte en las clases normales, tenía que acudir a la clase auxiliar. Ante el asombro de los maestros y del médico, Rudolf Steiner tenía la firme esperanza de que iba a recuperarse. Describió cómo las fuerzas formadoras, que están activas en todo

ALDORF

En las escuelas Waldorf la música se enseña teniendo en cuenta la evolución corporal, anímica y espiritual del niño y del joven. La música sitúa al intérprete en la frontera entre lo intangible y lo sensible y ,de una manera más o menos consciente, lo enlaza con su existencia espiritual originaria.

organismo vivo y que pueden observarse con ayuda de la percepción suprasensible, en este niño no eran capaces de penetrar más que en una parte de la cabeza. Steiner aconsejó una serie de medidas médicas y pedagógicas. “Un par de meses después, el niño ya podía reír, tenía una fisonomía verdaderamente humana, despertó, dejó de enfurecerse y se descubrió al final que era un niño muy agradable, de cuya existencia no se había notado absolutamente nada hasta entonces... Después de someterse durante tres años a este tratamiento, se adaptó muy bien al grupo de los demás niños de su clase. Más tarde, sus padres se trasladaron a otro lugar y hoy, con aproximadamente once años, está en otra escuela con compañeros de su edad. Estoy completamente seguro que sin este tratamiento no se habría podido integrar jamás en las clases normales. Rudolf Steiner le había visto una o dos veces. Lo que pudo ver y explicar, ya la primera vez, salvó a este niño”, (de Rudolf Steiner en la Escuela Waldorf ). Relatando estos casos de algunos alumnos, que muestra cómo se trata cada destino de forma individual, podría dar la impresión de que la primera escuela Waldorf haya sido fundada sobre todo para niños “difíciles”. Pero esto no fue así en absoluto. Los alumnos con dificultades especiales pasaban a la clase auxiliar impartida por un maestro extraordinariamente hábil, cuya actividad seguía Rudolf Steiner con especial atención. También las escuelas Waldorf actuales han sido fundadas para niños sanos y “normales”. Ya que no se practica ninguna selección y se evita todo enfrentamiento entre maestros y alumnos -la disciplina ha de surgir de la confianza y la colaboración- los niños independientes y con iniciativa pueden desarrollarse bien.


La que elige nacer

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

El lema de nuestros hijos Miguel Amadeo Da Graca Belchior Médico pediatra y médico escolar antroposófico de la escuela San Miguel Arcángel de Villa Adelina. Nota original para revista innata. abril 2015

Cada fin de año, cuando nos preparamos para recibir el nacimiento del niño Jesús, nuestro hijo recibe un regalo, el lema de la escuela. Es un regalo que fue preparado por la maestra con toda su dedicación, con todo su interés, con todo su amor. A lo largo del año los maestros fueron haciéndose una imagen del niño, viendo sus talentos, viendo sus impedimentos, qué tesoros trajeron y nos regalan día a día y qué cosas ellos traen como meta a realizar. De allí, de esa imagen, de ese calor, de ese interés por la transformación surge el lema, como el calor que ayuda a realizar sus virtudes y otorga fuerza para vencer aquello que trajeron como meta a realizar. Y en un momento tan especial como en la época de preparación de la nochebuena, él lo recibe. Desde ese día, cada noche antes de entregarse al sueño, de hacer su viaje celestial, el niño lo recita. En la etapa en la cual los niños entran al segundo septenio, hay un cambio muy importante acerca de cómo es el desarrollo del ser humano. Hasta los 7 años el niño recibe el ritmo desde afuera y, a través de la fuerza enorme de imitación, de las fuerzas plásticas de crecimiento y desarrollo, forman su cuerpo de acuerdo al ejemplo recibido desde afuera; el entorno es el alimento espiritual que nuestros hijos tienen y de acuerdo a como sea éste, las condiciones serán más o menos propicias para que la individualidad del niño pueda fortalecerse y tener el camino allanado para su desarrollo sano. En el segundo septenio las fuerzas plásticas de crecimiento y conformación del cuerpo, las fuerzas de la creación del instrumento de la corporalidad anímica, comienzan a retirarse y son otras fuerzas

espirituales que comienzan a obrar ahora y ya no desde la cabeza, sino que se introducen más al interior, obran desde el pecho, desde nuestro sistema rítmico. El niño se convierte ahora en un músico, que quiere aprender a ejecutar su instrumento, este cuerpo que con tanto esfuerzo y amor construyó y modeló durante 7 años. Ahora, el niño no sólo recibe ritmo desde afuera, él ES ahora ritmo. El lema es una oportunidad maravillosa de apoyar a este músico en ese aprender a tocar su instrumento, de apoyar a estas fuerzas espirituales musicales en su obrar. La palabra (WORT, en alemán) nos crea y luego se convierte en nosotros en respuesta (AntWORT) y después hay que ver si esa palabra es adecuada y está a la altura haciéndonos capaces de responder (responsabilidad: VerantWORTung). A la palabra, al verbo, le debemos que se realice en nosotros la encarnacion del Yo. El Yo se encarna con la educación del habla en la sangre y se hace cuerpo. Durante meses, en las vacaciones de verano, en la tranquilidad del hogar, en la calma de la noche, durante la preparación del encuentro con su ángel durante el dormir, el niño junto a sus padres recita el lema. Los padres, sus hermanos, sentados con tranquilidad, en quietud, con recogimiento esperan que el niño se pare firme en sus dos pies, con el pecho abierto, la mirada libre y amorosa dirigida a sus seres amados y, al llegar el momento, comienza a recitar desde la profundidad interior el lema. El padre, la madre están atentos, pues su tarea ahora es ayudar a transformar aquello que comienza. A veces es recitado demasiado lentamente, a veces demasiado rápido, bajito, fuerte, al principio no lo recuerda,

entonces lo dicen en conjunto hasta que es aprendido; como siempre el camino en la vida con nuestros hijos, es caminar juntos, hasta que lenta y progresivamente vamos alejándonos, soltándolos, pero acompañándolos en confianza y con el corazón, mientras ellos, cada vez más, logran transitar solos su camino. A veces el niño no tiene ganas de decirlo. Entonces, podemos recordar con gratitud y veneración cómo el maestro, con todo su amor y dedicación, preparó este lema; podemos recordar el momento sagrado en el cual fue entregado, cuando el maestro y el niño, tomados de la mano y con el encuentro de sus miradas dijeron el lema por vez primera; entonces, puede despertarse la alegría de saber que pronto el niño podrá devolver todo esto una mañana, en la escuela, a su amado maestro. El lema no sólo es la imagen del niño, no sólo contiene la fuerza de la transformación, tiene un ritmo, una métrica, una forma de decirlo; el ritmo sana, el ritmo cura, el decir el lema con ritmo ayuda al niño a aprender a respirar, es decir, ayuda a esa individualidad a hacerse dueña de su cuerpo. Cuando inspiramos todo nuestro cuerpo se llena de aire, se llena de ese alma que entra y obra en nosotros y al recitar vuelve a salir, sale transformada, sale con nuestra esencia modelada, es nuestra individualidad que sale y obra, sale y quiere decir al mundo quién es, que quiere transformar al mundo, que quiere cumplir su meta, que a través


EDUCACIÓN

de su instrumento quiere tocar la más bella melodía. Allí está ahora el maestro. Semana tras semana ayuda a afinar ese instrumento, frenando cuando hay que frenar, acelerando cuando hay que acelerar, ayudando a expresar esa individualidad con más fuerza cuando el recitado es casi inaudible, siendo el sostén cuando por miedo no puede expresarse, ayudando a pronunciar cada vocal, cada consonante, de la mejor manera hasta que aprenda a degustarlas, a acariciarlas, a amarlas. Llega un día en que ese ser toma la decisión de ir hacia el frente, cobijado por sus compañeros y su maestro. Imagínense el aula casi a oscuras .El encargado de las velas cumple su cometido y la luz inunda el aula con sus rayos. Es un momento muy fuerte, que puede despertar en ellos

inseguridades, miedos, pero también despierta el valor de YO PUEDO, YO QUIERO y no estoy solo, tengo a mi maestro, a mis compañeros, a mi ángel y tengo el amor de mi familia que me acompañan en este momento tan sagrado y solemne. Al dar vuelta y enfrentarse a todos, recuerda todos esos momentos que vivió en la tranquilidad y alegría de su hogar, con su familia y esto lo ayuda a pararse firme y fuerte, tomar aire y ,con el acompañamiento de todos, recitar el lema. Al finalizar el año no sólo se lleva cada niño su lema, sino que se lleva consigo el lema de todos sus compañeros. En el momento del recitar, no es sólo el niño que recita el lema quien llena el aula de esa melodía, todos los niños, pero en si-

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lencio, lo recitan con él. Nosotros no sólo oímos con el oído, oímos con todo nuestro cuerpo y con cada palabra, con cada frase, con esa imagen que contiene las virtudes de cada uno y con esa fuerza que conlleva la fuerza de la transformación, cada niño que está escuchando vibra, resuena, incorpora en sí, los regalos y las fuerzas de todos los lemas que día tras día, en forma de ritmo semanal actúan en su interior transformando su exterior. Y es hermoso ver la importancia que ellos le dan al lema, cuando al finalizar la mañana y van a sus casas, cuando se encuentran entre ellos, buscan recitar los lemas de cada niño, buscan esas fuerzas, buscan el amor que los ilumina cada vez que ellos los recitan.


La que elige nacer

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA


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COLOGÍA SOCIAL

Ecología social:

antroposofía aplicada que busca el desarrollo integrado, orgánico y sostenible de personas, grupos y organizaciones. Nota original para revista innata. abril 2015

Bibliografía

El espíritu transformador, Gair Moggi y Daniel Burkhard, Ed. Antroposófica. Doce desafíos, Lex Bos, Ed. Antroposófica. Dinámica Grupal, Bernard Lievegoed, Ed. Antroposófica. Artistas de lo Invisible, Allan Kaplan, Ed. Antroposófica.

Ecología es una palabra que viene del griego oikos (casa) y logos (palabra, sabiduría): es la sabiduría para cuidar la casa. Se trata de una palabra relativamente nueva, debido a que apareció a partir de los años 60, década en la que se hizo más fuerte la necesidad de cuidar mejor del lugar en que vivimos. El cuidado de nuestra casa implica el cuidado del medio ambiente; que va desde lo más cercano (nuestra propia casa, barrio, comunidad) a lo más amplio (país, continente, planeta). La ecología social comienza con el desarrollo de una adecuada comprensión de la vida y los procesos de desarrollo. “Quien quiere trabajar en la vida, primero tiene que conocer sus leyes”, dice Rudolf Steiner. Durante siglos, el sistema social estuvo determinado en gran medida por la tradición, los patrones jerárquicos, la religión y las relaciones familiares. A raíz del proceso de la emancipación, los seres humanos se apartaron de estos factores externos, tornándose cada vez más individualistas. En nuestra época actual, surge la necesidad de desarrollar la fuerza humana que le permita al hombre construir una nueva realidad social. Para esto, es necesario el surgimiento de una nueva conciencia, una nueva forma de pensar que incluya el pensar social. El foco de la Ecología Social resulta de la interacción entre los individuos, los grupos, las instituciones y su entorno social como base para el desarrollo de la sociedad. Sus preguntas centrales serían: ¿qué condiciones deben crearse en cada nivel (individual, grupal e institucional) para que puedan participar y contribuir al desarrollo sano del todo y

por otro lado, ¿qué condiciones se deben crear en el nivel del todo, para que se haga posible el desarrollo saludable de cada una de las partes? Esta es la tarea del ser humano de nuestros días: desarrollar partiendo de sí y en libertad las fuerzas internas que conducen a una vida social sostenible. El desafío de la Ecología Social es trabajar de forma constructiva con las cuestiones sociales de nuestro día a día en convivencia con otras personas. “Una actitud realmente social en la vida... significa ayudar al otro a dar el próximo paso en su desarrollo personal. Significa tener el coraje de confrontarse con la duda, la desconfianza, el odio y el miedo. Esto significa estar atento frente a las dudas sobre lo que sé, lo que soy y lo que hago.”1

Un poco de historia Luego de la Segunda Guerra Mundial Bernard Lievegoed (1905 - 1992), un distinguido médico, psiquiatra y educador, tomó los conceptos de la Antroposofía y los orientó al trabajo de los grupos y organizaciones. Como profesor de Psicología Social, desarrolló una nueva cátedra que llamó Ecología Social, dentro de lo que hoy es la Universidad de Rotterdam, en Holanda. En 1951 fundó el INSTITUTO DE DESARROLLO ORGANIZACIONAL (luego NPI Netherlands Pedagogical Institute) el cual dirigió durante 17 años y que fue la primera consultora empresarial cimentada sobre conceptos antroposóficos. Desde entonces la Ecología Social ha inspirado a un número creciente de personas, profesionales del desarrollo y organizaciones en todo el mundo.

Dado que las organizaciones están constituidas por individuos, son entidades vivas. Como tales, están dotadas de pensamientos, sentimientos y voluntad. Como los seres humanos, éstas tienen la necesidad de crecer, desarrollarse y realizar

sus potenciales.

Desarrollo en Argentina En nuestro país se desarrollan las siguientes actividades basadas en la Ecología Social: • Clases de la materia Ecología Social en el Seminario Pedagógico Waldorf. En el Ciclo Básico al que asisten estudiantes de pedagogía y de pedagogía curativa y en la formación de primaria. • Programa Germinar (desarrollo de facilitadores en cinco módulos). • Consultoría de empresas, organizaciones sociales y grupos. • Traducción y difusión de bibliografía sobre el tema. • Espacio de desarrollo para jóvenes. Para más información escribir al siguiente mail ecologiasocial.ar@gmail.com

1. Bernard Lievegoed (1905 - 1992).


La que elige nacer

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

La Asociación Comunitaria “Los Luceros” se encuentra desde hace más de veinte años, en la Localidad de Benavidez, Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires, acompañando a niños, adolescentes y

“De nuestros tiempos tan serios Debe nacer el coraje para actuar. Dad a la enseñanza lo que el espíritu os da y librareis a la humanidad de la opresión que pesa sobre ella a causa del materialismo”. Rudolf Steiner

padres de la comunidad. A partir de evaluar la problemática barrial, es que se decidió colaborar con los niños y padres de la zona, a fin de mejorar la calidad de vida de las familias, creando

un lugar donde no solamente tomaran la merienda y cenaran, sino donde también pudieran realizar otras actividades con un perfil pedagógico y social. Una infancia saludable es una necesidad básica de la condición humana, protegiendo así los valores de la humanidad. Desde la Asociación Comunitaria “Los Luceros” se busca cumplir con las siguientes metas y objetivos: • Incentivar la cooperación entre padres y profesionales de las diferentes áreas que estén relacionadas directa o indirectamente con la educación del niño. • Promover y facilitar la inclusión social. • Incentivar y promover un pensamiento autónomo y responsable en relación con la sociedad. • Asesorar acerca de los derechos del niño y la familia. • Conformar redes de comunicación entre la Asociación, la familia, la escuela y el municipio, incluyendo a empresas y otros proyectos comunitarios, aunando y maximizando esfuerzos y criterios a fin de favorecer a la comunidad en forma conjunta. La filosofía institucional de “Los Luceros” tiene una orientación Antroposófica,


COLOGÍA OTA SOCIAL

EDUCACION

tación Waldorf “Luceritos del Cielo”, construido en adobe y cuya piedra fundamental fue puesta el 16 de septiembre del mismo año. Luceritos del cielo recibe a bebés y niños de hasta cinco años de edad desde las 7:30 hs. a las 17 hs. Allí desayunan, almuerzan, meriendan, duermen la siesta y realizan actividades de tejido, canto, cocina y amasado, entre otras actividades.

y decisión propia. Para la mejora de la calidad de la tierra, realizan un compost con residuos orgánicos. Luego de prepararla, se realiza la siembra y se observa y vivencia el crecimiento de las distintas variedades de verduras y plantas medicinales. El momento de la cosecha es muy especial para ellos y se permite que algunas plantas completen su ciclo para la observación y obtención de semillas para la próxima siembra. Los conocimientos adquiridos en la huerta facilitan el conocimiento de otros temas estudiados en el aula, tales como la fotosíntesis, En el acompañami ento escolar, ecosistemas, regiones geográfien la huer ta, en la biblioteca. cas, clima, etc. Toda ayuda es bienvenida. Este vivenciar de los ritmos, las Convocamos a pedagogos y terapeutas. transformaciones de los fenóA es t udiantes de pedagogía que quieran menos naturales, contribuye no pract icar y ayudar, y a todos los que sólo a la formación del pensasientan y puedan acercarse. miento científico sino a la toma Se aceptan ideas, donaciones y todo t ipo de conciencia del formar parte de colaboración ya que Los Luceros se en el mundo.

basada en la pedagogía Waldorf, para la cual todo aprendizaje pasa a través de una plena vivencia humana. El interés del niño por lo que aprende en la escuela se basa en que el contenido de la enseñanza se corresponde con su desarrollo interior. Este enfoque busca lograr un desarrollo armónico de tres aspectos fundamentales del ser humano: pensamiento, sentimiento y voluntad. La Asociación cuenta con tres áreas de servicios: educación, alimentación y salud.

Se necesit an mucha s manos para colaborar

Por las tardes, de lunes a viernes de 14:00 a 19:00 hs, se dictan clases de apoyo escolar a fin de acompañar a niños y jóvenes en su proceso de aprendizaje. Actualmente contamos con 80 niños, niñas y jóvenes inscriptos, los cuales 35 asisten en forma regular y el resto reasos t iene con el apor te comunitario. lizan actividades puntuales Civil Los Luceros Asociación durante la semana. A partir o Personería Jurídica N 48501 de las evaluaciones diagnósCent ro Educat ivo y ticas, se traza un plan de traComedor Comu nitario bajo con el fin de fortalecer Coordinadora María Mar ta Chame Cel. 11 5441-4231 o 11 4160-7092 la voluntad y motivación por Mendoza 2260 - Benavidez aprender. Tel. 03327-472506 A partir de las evaluaciones Para donaciones: Banco Provincia de diagnósticas, surge la proBuenos Aires CTA CTE 5138-011-50196/1. Horarios: de lunes a viernes de 14 a blemática de que la mayoría 18.30 hs. Y sábados de 9 a 13 hs. de los estudiantes se encuenFacebook: Luceros Argent ina tran muy por debajo del nivel esperado para su edad y para el curso en el que se encuentran, confrontando a los docentes con la ALIMENTACIÓN elección entre el asistencialismo inteEl comedor cuenta con dos cocineras volectual o la enseñanza de contenidos de luntarias. De lunes a viernes se sirve la acuerdo a los logros reales alcanzados. merienda a las 16:00 hs y la cena a las 19 Dada la brecha entre el nivel alcanzado y hs. Los sábados se ofrece un almuerzo el esperado, los niños y jóvenes son conpara todos los niños y voluntarios exterducidos finalmente por el sistema a un nos que colaboran en la huerta comunicallejón sin salida, en el que el fracaso, taria. la frustración y baja autoestima los lleva Dentro del predio, contamos con una a la deserción escolar y todas las consehuerta orgánica de unos 380 m2, que nos cuencias negativas que esto acarrea. provee parte de las necesidades del coEs por esta razón, que se hace especial medor y que ocasionalmente ha permitihincapié en apoyar a quienes buscan un do la venta de algún excedente a vecinos. espacio en la biblioteca, brindando no Dentro de las limitaciones impuestas por sólo un acompañamiento desde el punto la superficie y la situación ambiental de de vista intelectual sino emocional, con la zona, se procura orientar la huerta hael fin de fortalecer la voluntad y la mocia la agricultura biológica dinámica. tivación por aprender a pesar de las cirA través del trabajo en la huerta, los nicunstancias que vivencian. ños descubren los diferentes comporEn Noviembre de 2013, se inauguró el tamientos de la Tierra y a asumir que el Jardín Maternal y de Infantes con oriencuidado de la misma es responsabilidad

SALUD Trabajo social: Se realizan regularmente visitas a los hogares, con el fin de evaluar las situaciones particulares y brindar apoyo cuando es requerido. Tratamos conjuntamente con el departamento de Acción Social del Municipio temas de discriminación, pobreza, abuso, violencia y negligencia. Gabinete psicológico: Se ofrece orientación a padres y asistencia psicológica a los niños y jóvenes de la comunidad. Consultorio médico: Se recibe la colaboración voluntaria de un médico clínico, de una médica pediatra y de un médico traumatólogo en forma mensual. Es muy importante que tengamos en cuenta que la forma en que cuidemos y respetemos a nuestros niños hoy, se verá reflejada en el futuro de la sociedad. Debemos tomar conciencia que la situación de pobreza y desamparo es producida por la sociedad y debe ser reparada desde ese lugar. Es por esta razón que la Asociación Comunitaria “Los Luceros”, ofrece su apoyo desde hace tantos años, con cada vez mayor demanda por parte de nuestra comunidad y convocando a la propia sociedad a comprometerse en construir un mundo digno para todos.


La que elige nacer

REVISTA SOBRE ANTROPOSOFÍA

Harlet Trujillo y Renate Castro:

Euritmia, conexión con el ritmo universal

A través del movimiento eurítmico se expresan conscientemente los contenidos emotivos, mientras se genera una relación consciente con el entorno. Su práctica permite una expansión de la consciencia, tanto del movimiento del cuerpo, como de la palabra y la música, que a través del cuerpo se hacen visibles. Por Carlos Rold Fuente: www.Revistasomos.cl http://www.revistasomos.cl/2013/10/harlet-trujillo-y-renate-castro-euritmia-conexion-con-el-ritmo-universal/

La Euritmia fue creada por Rudolf Steiner, el padre de la Antroposofía, en 1912. Etimológicamente viene del griego eu, bello, bueno y verdadero; y ritmia, ritmo. Steiner planteó que la verdadera práctica artística proviene del ser humano como totalidad y que debe ser un ejercicio concomitantemente físico, anímico y espiritual, no solo formal, pues, en su origen, el arte poseía un impulso espiritual en verdad vivo. La Euritmia es una de las 5 disciplinas desarrolladas por Steiner a través de la Antroposofía, su gran legado. Desde su creación hasta hoy se desarrollan escuelas de Formación Eurítmica en todo el mundo, aunque principalmente en Europa, y en esos países los euritmistas son requeridos en escuelas públicas y privadas, así como también en centros de medicina integrativa, puesto que para esta disciplina el aspecto curativo es uno de sus fundamentos. A manera general, la Euritmia utiliza elementos teatrales y sonoros para la expresión del ser a través del propio cuerpo. En esta conversación con Harlet Trujillo, euritmista encargado de la formación en Chile, y Renate Castro, maestra argentina del Arte de la Palabra, profundizamos en algunos de los aspectos esenciales de esta disciplina denominada “el arte del futuro”.

Fuerzas creadoras Renate: Aunque se trata de volver a lo original, la Euritmia y el Arte de la Palabra son una nueva forma de educar y de utilizar el habla. Hoy en día la actividad del ser humano está haciendo que la

palabra pierda cada vez más su calidad; hablamos, pero en el fondo, no nos comunicamos; las palabras son cada vez más mecánicas y menos humanas. Hay que tener en cuenta que el origen de la palabra es divino, tiene que ver con el Génesis de la Biblia. Dios creó al mundo hablando; la palabra debiera tener esa fuerza original, pero se ha perdido casi completamente, y esa fuerza es la que nos convierte en seres humanos y no en cualquier animal que emite sonidos. Debemos recuperar esa esencialidad de la palabra para recuperar la dignidad humana, que se ha ido perdiendo porque hemos denigrado el uso del habla. Entonces, la Euritmia pone en movimiento la recuperación de la palabra. Antes existía la palabra de honor, ahora no. Con la palabra se puede hacer cualquier cosa: destruir, construir, mentir, decir la verdad, educar, violentar, expresar amor o dañar a otro. Cuando uno trabaja conscientemente con la palabra, escoge el camino correcto para la palabra justa. Todo el mundo se mueve por la palabra; entonces, es una fuerza tremenda y hay que aprender a manejarla de manera consciente.

Cuando practico y entreno euritmia, durante la noche mi ser vibra entero y cada movimiento que hice en el día, resuena, sobre todo en la laringe. Harlet: La palabra es uno de los núcleos a través del cual gira la vida humana, y la condición actual del mundo se debe a que

los seres humanos no hemos sido conscientes de nuestras palabras, estamos desconectados de ellas y las hemos puesto fuera de nosotros. La Euritmia busca traer la palabra hacia nuestro ser. Estamos en un punto cero, donde la palabra casi no tiene validez, y ahora, a través de la educación, se le puede dar fuerza nuevamente para que el ser humano conozca su origen. A través de la pedagogía, por ejemplo: sería un camino para trabajar conscientemente con los niños y lograr que cualquier palabra que se diga vuelva a tener validez. En nuestro tiempo, la palabra es mentira; nos hemos acostumbrado a mentir por deporte. En todas las épocas, los seres humanos se han preguntado ¿cuál es el movimiento adecuado para el desarrollo de la consciencia humana contemporánea? Para nosotros, el movimiento adecuado de nuestra época es la Euritmia; es una conexión directa con el cosmos. El practicante siente que tiene que bailar para reunirse con el movimiento cósmico, y el habla da la sustancia y así se reingresa a ese espacio de conexión directa con las fuerzas cósmicas. Se va profundizando, abriendo ventanas y se puede ver que atrás de esto hay algo aún más grande, que nos lleva a la Fuente de la cual proviene el ser humano. La Euritmia te lleva en esa dirección. Euritmia es la re-unión del ser humano con su origen y su proyección en el tiempo venidero; por eso es el arte del futuro. Ahora nadie lo puede entender, porque se trabaja con fuerzas que no son sólo físicas, son fuerzas creadoras y vitales, etéricas.


uritmia y Arte de la Palabra

Los elementos de trabajo Renate: En Euritmia, el Arte de la Pala-

Habla formadora Harlet: ¿De dónde viene el habla?, ¿cuán-

bra trabaja con la tripartición funcional del habla. Los puntos de articulación que usamos al hablar –labios-dientes-lengua- paladar y garganta- están relacionados de alguna forma con tres partes del alma que son: la voluntad, el sentir y el pensar. Trabajando los tres puntos de articulación se trabajan también esas tres partes del alma.

do aparece el habla? Uno puede observar a los niños pequeños y aprender mucho de ellos, que viven prácticamente sólo con el sonido y no aún con el intelecto. Hay muchas artes que utilizan el habla, pero no lo hacen visible. Hay que llegar a las leyes universales del habla y de la música; entonces, se descubre que el habla y la música forman al ser humano, esto es el “habla formadora” y tiene que ver con el cosmos, los planetas y el zodíaco.

La Euritmia hace visible la palabra y los sonidos. Fue creada porque en ese momento, al igual que ahora, hacía falta renovar la forma de hablar; entonces, surgió el arte de la palabra como un acompañamiento fundamental de la Euritmia, que se amplió después a otros campos de aplicación como medicina y terapia, pedagogía, etc. Básicamente, lo que se intenta lograr con este arte es que la voz se independice de lo físico, que la voz empiece a usar el aire como cuerpo de resonancia. Es una idea distinta, ni siquiera los fonoaudiólogos lo contemplan; ellos usan resonadores físicos, la cabeza y la panza. Lo nuevo de esto es la utilización del aire como resonador de las palabras.

Todo movimiento del ser humano es una búsqueda y un recuerdo del movimiento cósmico. La idea es lograr que la palabra suene llena de mí, de mi cuerpo y espíritu. Trabajando conscientemente, buscamos lograr que el cuerpo esté presente en cada palabra que se dice y en cada movimiento que se hace. Cuando uno cultiva la palabra con esa consciencia, empieza a relacionarse con los demás de una forma completamente diferente, porque nos estamos relacionando con nosotros mismos también de una manera nueva. Este trabajo va modificando mucho de uno, muchos hábitos mal acostumbrados, y el ser humano comienza a aparecer con toda su potencialidad.

Hay una creación que está formando al ser humano cotidianamente desde antes de nacer; nosotros podemos entrar a esas influencias para descubrir que, por ejemplo, desde la constelación de Escorpión hay una fuerza que llega al ser humano y podemos conceptualizarla “aterrizadamente” sintetizándola en la letra “ese”; entonces, a partir de este conocimiento, podemos comenzar a estudiar qué y cómo es esa fuerza zodiacal específica para entenderla, de qué forma se aplica en el ser humano y descubrir cómo podemos utilizar esa potencia cósmica que tenemos integrada en nuestro ser. Lo mismo con la música, que formó al ser humano entero. ¿De dónde vienen esas formas? Investigando al embrión, he visto que en su más temprano desarrollo las primeras células se empiezan a fragmentar y se van convirtiendo una en riñón, otra en hígado, otra en corazón. Y los científicos en realidad no tienen certeza del origen de todo este fenómeno, porque la respuesta no es física, corresponde a esas influencias que vienen del cosmos, son las fuerzas creadoras, y eso es el habla. A través de la Euritmia llego a las mismas fuerzas cósmicas que están formando los órganos y que están incluso antes de la célula, éstas son las “fuerzas etéricas del habla”.

Harlet: Los ejes de la Euritmia son la

¿Cómo actúan estos movimientos en el ser humano? y ¿dónde quedan después? Harlet: ¡El ser humano duerme tanto

música, el canto visible y el habla visible. En el escenario, el euritmista transforma los sonidos y los fonemas en movimiento. Para cada palabra y oración, para cada sonido, hay un movimiento determinado del euritmista en el espacio y una gestualidad específica del cuerpo: cómo se hace una “efe”, cómo se hace una “a”, cómo se plasma en el espacio un adjetivo abstracto o un sustantivo concreto, todo basado en leyes universales que se hacen visibles con el movimiento.

durante toda su existencia! Es un tercio de la vida, en el que se podrían hacer muchas cosas. Lo raro es que uno se acuesta y suelta todo; ¡qué confianza! Te acuestas y no sabes qué pasará, toda la consciencia se pierde. Se supone que se recuperan las fuerzas para despertar al otro día y continuar funcionando. Esto es un punto de vista netamente biológico, pero ¡¿por qué no puedo reparar fuerzas sin perder la consciencia de mí?! Esas fuerzas que se usan en el dormir

son las que utilizamos en nuestra disciplina, pero sin perder la consciencia. Cuando practico y entreno Euritmia, durante la noche mi ser vibra entero y cada movimiento que hice en el día resuena, sobre todo en la laringe. La laringe es el órgano más sagrado para nosotros, cualquier movimiento que hagas o que pase cerca de ti resonará en tu laringe, vibrará como el agua. Cuando yo hablo, tu laringe habla conmigo; haz la prueba y obsérvate, notarás cómo resuena mientras tú percibes que sólo escuchas; de la misma forma, piensa en una “a” y observa tu laringe, notarás que cambia, se dispone a esa “a” en la que piensas aunque aún no la has pronunciado. El arte de la palabra y la Euritmia te transforman después en una gran laringe: yo no hablo más, yo soy laringe, pero para serlo necesito un habla diferente, no ese hablar cotidiano mecánico, compulsivo, veloz. Uno tiene que moverse adecuadamente a través de las palabras para ser una gran laringe y llegar al habla visible. Renate: este proceso de trabajo consciente, que es el camino del ser humano en realidad -lograr la consciencia en todo lo que hace, de todos sus actos-, es en el fondo una remodelación del ser. Euritmia terapéutica La Euritmia curativa es una determinada modalidad de la Euritmia. Luego de un diagnóstico clínico e integral, se seleccionan los sonidos y movimientos apropiados, que más adelante son puestos en práctica en conjunto con el paciente, con el objetivo de apelar a las fuerzas formativas del cuerpo o también para reequilibrar procesos orgánicos, logrando una acción recíproca entre movimientos externos e internos de los procesos vitales-funcionales. Se apela a que sea el propio paciente quien actúe activamente en la configuración de su recuperación. El movimiento, que en lo artístico se orienta hacia fuera, en la Euritmia curativa se orienta hacia dentro, hacia el propio organismo. La terapia se adapta al estado del paciente, sobre todo cuando se trata de personas en estado grave: su práctica puede efectuarse recostado o sentado, estimulando mayormente el sentido rítmico del cuerpo. Los órganos, a través de la respiración y la circulación, se relacionan con todo el organismo, abarcando también lo anímicoespiritual. Las manos y pies, pasos, saltos, equilibrio, el habla y la música impulsan la recuperación y sanación del paciente.


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¿Qué es la agricultura biodinámica? Ueli Hurter Co-dirección de la Sección de Agricultura del Goetheanum Dornach, Suiza

Concebir y dar forma a la agricultura como una integridad viva, forma parte de los principios más importantes del impulso biodinámico. En particular, Rudolf Steiner introduce tres conceptos, habla de organismo agrícola, de la granja como individualidad y, en la 8va. conferencia, del principio del Yo. Estos conceptos pueden ser fuente de inspiración para avanzar, un paso más cada vez, de nuevo en la comprensión, en la observación y en las forma de creación de nuestra agricultura.

La agricultura biodinámica no aparece de forma gradual sino que tiene un origen claro y puntual: El Curso de Agricultura que mantuvo Rudolf Steiner en Koberwitz en Pentecostés de 1924. A lo largo de 10 días se mantuvo un curso especializado de agricultura que partía de la corriente de trabajo de la Antroposofía. Fundamentalmente se trataba de ocho conferencias, que fueron estenografiadas y publicadas paso a paso como libro tras el curso. A este libro le llamamos actualmente, junto a la razón histórica también, “Curso de agricultura”. Para las personas ajenas a ello es seguramente sorprendente el que este Curso de Agricultura pueda constituir tanto como momento histórico, además de hoy en día también como texto la fuente para muchos miles de personas y para el Movimiento biodinámico. Y también es sorprendente que Steiner pudiese –no siendo agricultor- impulsar a estas personas y en este campo de forma tan profunda y tan permanente. Agricultores de su entorno rogaron a Rudolf Steiner dar este curso sobre agricultura. Estos agricultores sentían la necesidad de una renovación en profundidad de este ámbito de trabajo y de vida. Steiner da respuesta y trata las preguntas de los agricultores y por ello, en muchas ocasiones, en las conferencias hacen referencia y parten de las condiciones de tradición y también modernistas en las que se encuentran inmersos los participantes. Por otra parte, Steiner como investigador espiritual, trata muchos aspectos de forma principal y habla de las relaciones entre las condiciones productivas de suelo, planta y animal en la agricultura, hace indicaciones sobre visiones profundas y amplias perspectivas. Además, Steiner introdujo medidas


AGRICULTURA SPIRITUALIDAD IODINÁMICA

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prácticas totalmente nuevas, por encima de todo los preparados. En Koberwitz fue ya creado el Círculo de experimentación de agricultores antroposóficos. Esta asociación ha coordinado los trabajos de experimentación prácticos en las diferentes regiones, tomado en su mano la preparación y distribución de los preparados, impulsado el trabajo de investigación, organizado encuentros, fue fundada una revista, etc. Tras este ejemplo han surgido hasta hoy en muchos países asociaciones para el cuidado y mantenimiento del impulso biodinámico y son aún la columna vertebral de organización del Movimiento. El nombre “biológico-dinámico” no proviene de Rudolf Steiner, sino que fue introducido en los primeros años después del Curso. Se cuenta que uno de los grupos hacía más hincapié en lo biológico o las leyes de lo vivo mientras que el otro grupo insistía más en el trabajo con las fuerzas o lo dinámico. Como síntesis de ello surge entonces el concepto de biológico-dinámico. Demeter, como palabra y marca, es introducido en los años 30, como aval y sello de calidad de los productos. En el año 1997 se funda Demeter internacional, para coordinar de forma federativa la política de la marca. La Sección de Ciencias naturales del Goetheanum fue el socio y la referencia más importante para las personas y para el trabajo en las granjas. Ya en el primer invierno tras el Curso de agricultura, 1925, se llevó a cabo en el Goetheanum el primer Congreso de agricultura. Desde entonces y hasta hoy ha tenido lugar cada año este Congreso. Este Contemplado desde una perspectiva histórica, este Congreso constituye dentro del desarrollo del año un acontecimiento importante para las personas que están relaciona-

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das con el impulso biodinámico. Cada año tiene una temática de actualidad y se compone de informes de experiencias, de informes de investigación, del estudio de base de la Antroposofía y de aportaciones artísticas. Desde unos humildes comienzos se ha desarrollado como un evento que reúne actualmente a unas 700 personas de 30 países. En el Movimiento biodinámico vive la consciencia de que los principios y bases fundamentales del Curso de agricultura, son relevantes y vigenetes para un período de tiempo amplio. Su forma de entenderse y su aplicación práctica han de ser abordadas cada vez de nuevo por cada generación. La cuestión acerca del potencial de desarrollo actual del Movimiento biodinámico, depende hoy en realidad de las posibilidades individuales y su capacidad de trabajo asociativo. De forma complementaria se halla cada vez de forma más importante el reconocimiento y la voluntad de trabajar conjuntamente en alianzas. Esto es válido tanto para el trabajo cooperativo dentro del Movimiento biodinámico como para el trabajo de cooperación con el Movimiento Bio y con la sociedad civil a nivel mundial. El Informe agrario mundial de fue publicado en abril de 2008 ha mostrado de forma clara que una agricultura ecológica, regional, multifuncional y basada en el conocimiento de la experiencia, puede hacer frente de forma óptima a las exigencias y necesidades del futuro. El Movimiento biodinámico, como movimiento pionero de la agricultura ecológica, y como uno de los círculos tanto antes como ahora más innovadores, desea y puede ser una aportación a este gran reto. www.sektion-landwirtschaft.org/ La-Agricultura-Biodinamica.4965.0. html?&L=3

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5 1. Cuernos de vaca enterrados para aumentar la fertilidad del suelo.

2. Los animales son parte importante de la vida de la granja biodinámica.

3. Fuente de agua con movimiento que potencia su energía para el riego.

4. Cuarzo blanco, utilizado en el preparado de sílice en cuerno.

5. Proceso de dinamizar el agua de riego que transfiere las fuerzas y energía del preparado al agua.


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El arte y el camino hacia lo humano “Aquel a quien la naturaleza revela su secreto manifiesto, suspira por su intérprete más digno: el arte” Daniel Habegger Artista, pintor, expuso y trabajó en el país y en el extranjero. Sus obras se encuentran en colecciones privadas de diversos países en todo el mundo. Realizó murales y cuadros para altares en iglesias de la Comunidad de Cristianos. Docente en introduccion a la Antroposofía del Seminario de pedagogía Waldorf de Buenos Aires y del Seminario pedagógico a distancia. Coordina grupos de pintura y lectura de Antroposofía. Nota original para revista innata. abril 2015

Cuatro elementos componen la sustancia elemental de todo el universo: la tierra, el agua, el aire y el fuego. De estos cuatro elementos estamos hechos nosotros. La tierra constituye nuestro fundamento físico, la compartimos con el reino mineral. El agua es el sostén de vuestra vida, sin ella nos deshidratamos y no podemos vivir, la compartimos con el reino vegetal. El aire que inspiramos y exhalamos, relaciona nuestro espacio interior con el entorno, espacio interior que compartimos con el reino animal. Y, además, tenemos calor (fuego), un calor que está presente también en los animales pero que en nosotros se vuelve una cualidad del alma. Y ese calor nos habla de la presencia de un Yo. Pero por encima de estos tres reinos existe un cuarto reino: el reino humano. Este reino no se encuentra inmediatamente sobre los otros tres sino que está separado, por un amplio espacio, al que podemos llamar el espacio de la libertad. Si ese espacio no existiera no existiría el arte. Los animales no necesitan ir a la escuela. Sería absurdo, por ejemplo - suponiendo que ellos hablaran- que papá y mamá elefante preguntaran a su pequeño elefantito aquello que tantas veces nos preguntar* a nosotros en nuestra infancia: “¿Qué querés ser — o que vas a ser cuando seas grande? Los animales solo podrán ser aquello para lo que nacieron como representantes de una especie; cada hombre en cambio, no es más que

un representante de sí mismo y viene el mundo con un libro de páginas en blanco que irá llenando, día tras día, escribiendo así una biografía. No nacemos humanos, tan solo personas; lo humano en nosotros es algo que tenemos que conquistar. Y es por eso que, siendo niños y jóvenes debemos ir a la escuela para aprender ¿Aprender qué? Aprender a ser humanos, adquirir las capacidades que nos permitan acercarnos cada vez más al reino de lo humano. Ciencia, arte y religión constituyen los tres pilares fundamentales de nuestra civilización, que a su vez encuentran su correlato en la estructura ternaria del hombre, con sus esferas del pensar, del sentir y del hacer. Desde hace mucho tiempo, esta tríada se encuentra desmembrada y el mundo, en lugar de volverse más humano, parece deshumanizarse cada vez más. El prejuicio, el egoísmo, el fanatismo y la violencia están presentes en todas partes. Hace cincuenta años atrás casi no se hablaba de los derechos humanos; que hoy el tema haya cobrado tanta importancia se debe al hecho de que lo humano es precisamente aquello de lo que más carecemos. A fines del siglo XVIII, ya una concepción materialista del mundo comenzaba a impregnar los distintos estratos de la vida, y el arte, al mismo tiempo, llegaba a su punto de mayor decadencia. Es entonces que J.W. Goethe logra tender un puente que permite al arte unirse nuevamente con la ciencia, restaurando a la luz del espíritu, la tríada original.

“Aquel a quien la naturaleza revela su secreto manifiesto, suspira por su intérprete más digno: el arte” ¿Qué es lo que quiere decir Goethe con esto? ¿Por qué nos habla de un secreto manifiesto? ¿Cómo puede algo ser secreto y, al mismo tiempo, estar manifiesto? Quizás con un ejemplo sea posible aclarar un poco las cosas. Imaginemos a un niño de muy corta edad, que aún no ha aprendido a leer. Tiene abierto delante de sí un libro con un poema de Borges. Puede apreciar el blanco de la hoja en torno al poema, puede ver la viñeta que adorna letras y el dibujo de las restantes formando líneas horizontales de diferente longitud. Pero no puede descifrar esas letras y comprender el texto. La poesía está allí, todo el tiempo manifiesta a sus ojos y, sin embrago, secreta para él, que es incapaz de leerla. Lo que hizo Goethe fue aprender a leer en el gran libro viviente de la naturaleza, relacionando las cosas no sólo en el espacio sino también en el tiempo. ¡Y el secreto se hizo manifiesto! El árido mundo sin sentido, intelectual y abstracto, abre paso, a los ojos del contemplador silencioso y atento, a una nueva realidad que sólo puede ser interpretada con justicia por el arte. Cuando nuestro objeto de investigación científica se eleva a la esfera del arte, nace en nosotros un sentimiento de profunda reverencia y devoción, un sentimiento religioso. Ciencia, arte y religión se unen así en un verdadero camino de conocimiento. Es por eso que Goethe dice: “El que tiene arte y


RTES

tiene ciencia, tiene religión. El que no tiene ni arte ni ciencia, necesita religión” Para Goethe su obra cumbre fue el “Estudio de los colores” donde muestra, a través de experimentos que cualquiera puede hacer, que los colores nacen de una polaridad viviente, el encuentro y la lucha de la luz y la oscuridad. Un siglo después, Rudolf Steiner, rescata por encima de la literatura, el trabajo científico de Goethe y desarrolla, en consonancia con él, una teoría del conocimiento que aún está esperando el reconocimiento oficial. Así como la ciencia, el arte y la religión son el fundamento de la civilización humana, una educación para lo humano debería educar para lo religioso, lo artístico y lo científico, partiendo de una imagen trimembrada del hombre con sus esferas del hacer, el sentir y el pensar. No es la finalidad aquí, hablar de pedagogía, pero sí debemos mencionar la importancia del arte en el currículum escolar, no como una materia sino como un vehículo a través del cual se aprende, no en forma intelectual, sino vivencial. No es la misión de la escuela formar artistas, sino seres humanos; pero todo individuo consciente que se transforme en humano será también, de algún modo, un artista. Y de todas las artes, la suprema conquista será la del arte de pensar. Entre nuestra cabeza y nuestra voluntad, se encuentra la esfera rítmica de nuestro sentir. Con el sentir nos conmovemos, estamos en constante movimiento y podemos regular y armonizar los procesos entre el pensar y el hacer. Pero cuando ese pensamiento se vuelve caótico, abandona el ritmo para volverse arrítmico, o se detiene completamente, corremos el peligro de enfermarnos. ¡Qué importante será entonces, en nuestra edad adulta, incorporar a nuestra vida una práctica artística que nos ayude a vitalizar y ritmificar nuestras zonas dormidas; el arte como parte de nuestra auto-educación! Atahualpa Yupanqui decía: “Escuche a Bach un año entero y después va a ser otra persona”. Extasiémonos con la novena sinfonía de Beethoven, o la Flauta Mágica de Mozart. Admiremos una pintura del Greco o de Rembrandt y agradezcamos lo sublime de su arte que ha enriquecido para siempre la conciencia del mundo. Pero no nos olvidemos, también, de buscar al artista en nosotros. Alguien podrá decir ¿Yo un artista? ¡No me hagan reír! Y sin embrago es así. Sólo que

ese artista está muchas veces tan pero tan dormido (y nadie a lo largo de nuestra vida se ha ocupado de despertarlo)que ignoramos su existencia por completo. Pero todos podemos crear, aunque al principio los resultados sean toscos y simples, si podemos despojarnos de nuestros condicionamientos y entregarnos al hacer. No nacemos humanos, lo humano en nosotros es algo que tenemos que conquistar. Esto es así, porque somos seres en devenir, seres en proceso, sin terminar, que venimos al mundo para aprender y crecer. Y ese mundo al que venimos será también un mundo en devenir, una obra

inacabada, inconclusa, que debemos ayudar a completar (si antes no lo destruimos por completo). He ahí nuestro principal desafío: convertir a nuestro devenir en un camino cada vez más consciente, en donde seamos capaces , finalmente, de aprender que podemos transformarnos poco a poco, de seres creados a co creadores. Será éste un verdadero camino hacia lo humano, lo que significa, al mismo tiempo, un camino a la libertad.

Acuarela original de Daniel Habegger.


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Sección de Jóvenes Argentina Nota original para revista innata. abril 2015

Facebook: sección de jóvenes argentina mail: argentinasecciondejovenes@gmail.com

La Sección de Jóvenes es un movimiento internacional que crea un espacio para que los jóvenes exploren su relación con el mundo. La misma es parte del Goetheanum, Escuela de Ciencia Espiritual, ubicada en Dornach, Suiza, que fue fundada en 1924 a partir de los conocimientos de Rudolf Steiner. Concretamente, la Sección de Jóvenes Argentina es un grupo de jóvenes interesados en la Antroposofía que se

ocupa de difundir eventos, organizaciones e instituciones afines, nucleando la información de lo ya existente y fomentando la creación de lo nuevo. En Argentina, hace algunos años, diferentes grupos de jóvenes se reunieron bajo el título de Sección de Jóvenes. Sin irnos muy atrás en el tiempo, en el año 2011 surgió un grupo conformado en su mayoría con alumnos y ex alumnos de las es-

cuelas Waldorf Clara de Asís y San Miguel Arcángel. En ese mismo año organizaron el Encuentro Waynakay que contó con participantes de las Secciones de Brasil, Uruguay, Nueva Zelanda y Suiza. Este encuentro inspiró la Conferencia Being-Present! en Suiza en 2012, donde los lazos entre las secciones latinoamericanas se vio fortalecido. Después de Being-Present!, en octubre


de 2012, hubo un impulso de reactivar la Sección de Jóvenes Argentina, formándose así un nuevo grupo humano. Durante un tiempo la Sección trabajó su identidad tanto en estructura como en funcionamiento, mostrándose únicamente en un ciclo mensual de charlas, “Jóvenes en la Antroposofía,” dirigidas especialmente hacia jóvenes y donde se tocaban diferentes temas. En 2013, se decidió salir al mundo con mayor fuerza y sustento en lo ganado con el trabajo social interno. En este gesto de apertura surgieron dos grandes objetivos, la traducción y difusión de tres conferencias de Rudolf Steiner para jóvenes dictadas en 1924 por un lado y por otro la organización de un encuentro Antroposófico de jóvenes con la intención de despertar confianza y fuerza para desenvolverse en el mundo como individuos sociales activos. El primer objetivo se materializó con el libro “Encuentro y Búsqueda en Nuestra Era”, editado por la Editorial Antroposófica. Son tres conferencias que se trabajaron en forma interna y luego de este trabajo, tras entender la necesidad de su difusión en español entre jóvenes, surgió la idea de traducirlas. Pertenecen a una recopilación de Conferencias dictadas por Rudolf Steiner en el año 1924 donde se dirige a los jóvenes y brinda, desde la Antroposofía, un conocimiento espiritual que permite una comprensión más extendida sobre la juventud y la Antroposofía en general. El segundo objetivo se plasmó en la realización del encuentro de jóvenes llamado “Neolaia.” Neolaia 2013 se realizó en la Escuela Perito Moreno un sábado y domingo y contó con una apertura un viernes por la noche en la Escuela San Miguel Arcángel. Fue un encuentro lleno de experiencias enriquecedoras, que nos llevaron a realizar Neolaia 2014 en la Escuela San Miguel Arcángel con la misma duración que el anterior. Actualmente, nos encontramos organizando Neolaia 2015, que se realizará el 9 y 10 de Mayo en la Escuela Clara de Asís. El encuentro, al igual que los anteriores, es un posibilitador de vínculos, de trabajar lo social desde la convivencia, actividades y charlas organizadas. Es un espacio de reflexión sobre la juventud en general y la antroposofía en particular. Dentro de las actividades ofrecidas desde la Sección, siguen las charlas mensuales que acercan a los jóvenes diferentes temas

relacionados con la antroposofía desde un punto de vista próximo y cotidiano. También, existe un espacio de estudio con Rufo Rubio todos los miércoles en la Sociedad Antroposófica titulados “La evolución del ser humano y su manifestación en el arte” y un espacio de Euritmia para Jóvenes con Axel Rodrigué en el Centro Social y Cultural El Faro todos los sábados. La Sección de Jóvenes es un espacio dinámico cuyas características e impronta responden a quienes lo conforman en ese momento. Lo importante es lograr su con-

tinuidad entre todos. Hoy, está conformado por un grupo de jóvenes de entre 18 y 27 años, la mayoría ex alumnos de las diferentes escuelas Waldorf, algunos terminando el colegio, otros terminando sus estudios universitarios, otros ya profesionales, todos en diferentes ramas. Nos unen las ganas de trabajar socialmente nuestro desarrollo personal, de brindar un espacio de investigación a otros jóvenes, de profundizar nosotros e invitar a todo aquel que quiera sumarse a indagar sobre una búsqueda desde la Antroposofía.


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Pompas de jabón gigantes, volcanes que estallan, hamacas de circo, mecanos o el viejo juego de cafe en aluminio. Desde distintas partes del país buscamos juguetes que funcionen solo con las pilas y la energía que le pongan los chicos. Ofrecemos juguetes de 0 a 99 años en:

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CAPITAL FEDERAL

Homeopatía

Dr. Sergio Pereira Vitale

Médico homeópata con orientación antroposófica homeopata@unicista.com • Moldes 2925 2do piso B, 011 4545 8734 Belgrano • Centro médico San Rafael Ramallo 2606, 011 4703 8300 Belgrano

Medicina antroposófica Patricia Farese

Medica antroposófica 011 4701 1701 faresepatricia@gmail.com Saavedra

Pediatría

Dr. Fortunato Sanchez

Médico Neonatólogo Pediatra con orientación antroposófica Terapia craneosacra Centro médico San Rafael Ramallo 2606, 011 4703 8300 Belgrano

Psicología

Lic. Dania Lucas

Psicología ampliada por la antroposofía. Adultos, adolescentes, orientación a padres, flores de Bach 011 4541 6041 dania.lucas@yahoo.com.ar

Susana Beatriz Pereyra

Consultora Organizacional. Coaching, Facilitación de procesos, Comunicación y Relaciones Humanas. Individuos y Organizaciones. 011 15 6497 3934 susanabeatrizpereyra@gmail.com

Puericultora

M. Alejandra Vannelli

Puericultora Universitaria y coordinadora de grupos de crianza 011 4541-5970 redesdemujeres@yahoo.com Saavedra

Odontología

Dra. Anabelle Pin

Odontología de orientación antroposófica. Odontopediatría. Ortodoncia en niños Odontología en general. Charlas informativas de Prevención para escuelas 011 4543 9929 011 4545 8296 Belgrano

Terapias alternativas Vanda Costamagna

Terapeuta psicocorporal, memoria celular, euritmista. 011 15 5575 5284 vandacostamagna@hotmail.com

Patricio Mazzeo

Yoga Vital, Reiki OmRom, Apometría Cuántica. Espacio Rosa de Orion 011 4544-0096 patricio_mazzeo@yahoo.com

Viviana Weinberg y Álvaro Azzimonti

Memoria Celular, Registros Akáshicos, Reiki OmRom, Apometría Cuántica Sesiones,Talleres, Cursos. 011 15 5881 4899 info@despertardeluz.com www.despertardeluz.com

GRAN BUENOS AIRES

Arquitectura

Andrés Rogers

Arquitecto, consultoría en sustentabilidad, bioarquitectura, docencia, capacitaciones. 011 15 5809 8257 arq.andres.rogers@gmail.com Vicente López

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Los Cardales 02304 492050 Consultorio en Los Cardales, Mitre 225 ESCOBAR 011 4545 8734 Lamadrid 497 dpto. 7

Medicina

Florencia Gariazzo

Médica con Orientación Antroposófica 011 15 6473 2622 flor@gariazzo.net Martínez

Música

María Cecilia Calvo

Musicoterapeuta, maestra de violín y cello. 011 15 6925 0509 / 011 4793 3453 cecicalvo440@hotmail.com Martínez

Pediatría

Dr. Miguel Amadeo Da Graca Belchior Médico Pediatra y Médico Escolar antroposófico 011 15 4557 6391 miguel@medicosescolares.com.ar Vicente López

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Artes del movimiento

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Dr. Sergio Pereira Vitale

Médico homeópata con orientación antroposófica homeopata@unicista.com • PILAR 011 4545 8734 Edificio Pilar Point, Estanislao López 538, oficina 4 • PILAR La Lonja 011 4545 8734 Centro de Terapias Complementarias Pilar, Ruta 8 km 48,5,

Consultor Psicológico para adultos y Educador con formación en antroposofía y Pedagogía Waldorf. “PSI LABRANDO” Proceso psicológico grupal de expresión, escucha y elaboración compartidos acerca de la vida y el desarrollo. 011 15 5174 2059 fhalbrich@gmail.com Zona Norte

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Cosmetóloga. Atención a domicilio 15 6194 5431 elizabethherrerapolak@gmail.com Pablo Podesta

Viviana Weinberg y Álvaro Azzimonti

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CORDOBA

Arquitectura

Andrés Rogers

Arquitecto, consultoría en sustentabilidad, bioarquitectura, docencia, capacitaciones. 03546 417593 arq.andres.rogers@gmail.com Santa Rosa de Calamuchita, Córdoba

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