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Toponimio en Lescun (P Libros y discos (P.18/19) Residencias Artísticas 2020

‘Édicions du Panache Blanc’ de Pau (Francia) publicó en diciembre de 2020 un nuevo libro de Guy Bédécarrats titulado ‘Le noms de lieux du cirque de Lescun’, uno más de la particular producción de este autor, tan ligado al Bearn francés y a Aragón al mismo tiempo.

El ‘Circo de Lescún’

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(nombres de sus parajes)

Pepe Lera Marzo 2021.

Conocí al profesor Bédécarrats en año 1994, después de cartearnos solicitándome colaboración cultural para su vasto trabajo sobre el habla de Lescún (Bearn, Francia), en trance de desaparición. Ese mismo año, en julio, en Buziet (Oloron-Sant Marie) se ofreció personalmente ya para presentar en lengua francesa toda la actuación de nuestro Grupo Val d’Echo (le encantaban nuestras cantas en aragonés) en base a unas notas en castellano que le proporcionamos in situ. Aquella colaboración había consistido en examinar y contrastar 659 voces de la citada habla de Lescún con la ‘fabla chesa’. El resultado de ese encargo -que rematé yo en octubre del mismo año- constató una correspondencia radical en 225 términos (34%), una aproximación en 26 (4%) y una diferencia radical en 408 términos (62%). En 1995 publicó su extenso trabajo con el título de ‘El habla de Lescún, toponimia y lexicología’ bajo la dirección de madame C. Fondet (Facultad de Letras de Dijon) y monsieur J. Salles Loustau (Facultad de Letras de Pau).

Desde entonces labramos ya una profunda, honrada y enriquecedora amistad que se fundamentó en numerosas misivas que iban de España a la isla de Martinica (Antillas francesas) donde él ejercía como enseñante junto a su esposa, Pepita, o volvían del Caribe hacia España. En los veranos, como él se instala en Aramits, ruta hacia Pau y yo en Echo, ruta hacia Jaca, nos hemos podido ver en más de una ocasión para charrar y compartir material específico. Después, desde su retiro laboral como funcionario, me ha venido a visitar a Echo mas de una vez, incluso estando viudo desde hace cuatro años. Su inquietud persistente por el habla de Lescún, por su historia y por la influencia de la presencia de la lengua vasca en la toponimia de todo el Bearn, y de Aragón, es realmente la de un fanático culto, respetuoso y honrado.

Personalmente me he aprovechado de sus conocimientos y me he enriquecido lo indecible como un mal alumno arrepentido, lo que me ha permitido en varias ocasiones usar sus especializadas apreciaciones -brindadas con toda gentileza- que yo, siempre, he agradecido. Me sirvieron para la publicación del Grupo d’Estudios de la Fabla Chesa titulado ‘De Lescún a Ciresa, sobre una misma calzada toponímica’ (1998), trabajo que compartí con él y, posteriormente, me han servido para múltiples consultas aisladas que me han facilitado la luz y la seguridad de no tomar senderos oscuros en el tema de la toponimia, materia esta de innumerables fantasías.

Tal como tiene acostumbrado a sus seguidores, Bédécarrats se recrea en la descripción geográfica de cada punto del Circo de Lescún, cuáles son los otros puntos que lo rodean o con los que linda, cómo se accede a ellos y, sobre todo, en la historia gráfica y fonética que se esconde detrás de cada micro-topónimo. El trabajo recoge 374 registros de la zona apoyándose en 415 palabras compuestas sobre 380 bases diferentes, 61% del latín, 29% del vasco, y un resto que se reparte a tercios entre las bases pre-indo-europea, celta y germánica. Ayudan los croquis y mapas, que incluyen -por supuesto- a la Val d’Echo con Selva de Oza y Guarrinza y a la Val de Ansó con Acherito-Lo Palo y Aguas Tuertas, así como al valle de Aragüés; rutas todas de los pastores vascos durante milenios según el autor. Un autor que me confesaba personalmente que su abuelo, con setenta y cinco años de edad, todavía llegó a sortear el Puerto de Lo Palo partiendo desde su lugar natal de Lescún y con la única intención de ver y saludar a sus amigos de Ciresa.

La introducción al libro está llena de lirismo y de recuerdos de su infancia en la que ya destapa la estrategia de lo que nos contará en las más de 300 páginas de esta publicación. Una gozada para estudiar, pensar y reflexionar. Y más en tiempos de pandemia, entre ola y ola.

El Estudio de Filología Aragonesa se formalizó como asociación en 2006 una vez clausurado el II Congreso de l’Aragonés (Zaragoza y Huesca). Esta asociación es propietaria de la marca ‘Academia de l’Aragonés’ objetivo lingüístico de dicho congreso por ausencia de una institución oficial que diese amparo a la lengua propia de Aragón. En dicho congreso se eligieron los miembros componentes o miembros numerarios y los honorarios. Entre los primeros se encuentran José Lera Alsina y Juan José Lagraba Miguel como estudiosos de la variante chesa así como Rosario Ustáriz Borra, reconocida poeta chesa, que fue elegida miembro honorario.

El benasqués Manuel Castán Espot ha ejercido la presidencia del Estudio desde su fundación hasta el pasado mes de junio de 2021 que fue relevado por Fco. Javier Lozano Sierra, especialista de la variante belsetana. Los logros más evidentes de la asociación han sido la Propuesta Ortográfica para el aragonés, publicada en 2010, un instrumento multifuncional de codificación lingüística (para todas las variantes aragonesas) convenido entre todos los miembros comisionados por encargo. El empleo de dicha propuesta es cada día más notable entre los interesados por la lengua propia después de un decenio de su nacimiento.

Y además, como ambicioso objetivo de fundación, ha sido también la redacción de una GRAMÁTICA BASICA DEL ARAGONÉS que ha visto la luz en este 2021. Un compendio de más ded 500 páginas que recoge, variante por variante, las acepciones y usos de cada modalidad sin abandonar para nada el concepto de unidad de lengua del aragonés. La Comisión Redactora ha estado compuesta por nueve miembros de reconocido prestigio dentro de la Academia coordinados, a su vez, por los miembros Juan Pablo Martínez Cortés, Santiago J. Paricio Martín y Francho Rodés Orquín.

La Academia está trabajando ahora en su tercer objetivo fundamental, el proyecto de Diccionario del Aragonés, que pretende recoger cerca de cien mil entradas o lemas.

Nueva recopilación en cheso

Veinte años más (2000-2020) de versos y prosas de José Lera Alsina (Pepe Lera) aglutinados en un solo volumen son ahora como la continuación de otro volumen suyo anterior, el de ‘Feitos y Chens, 20 añadas de Lo güello de Lo Fotatón’ (1980-1999). Pepe recogía entonces, en 2001, veinte trabajos como de columnista, todos en verso y en cheso aparecidos año tras año en los programas de fiestas de la villa de Echo.

En esta ocasión de 2021 se repite con TANTONICOS la intención de congregar (aplegar) todo el esfuerzo en verso y prosa llevado a cabo por el autor durante los dos decenios siguientes pero, esta vez, en más cabeceras que la del programa de fiestas de la villa, como puedan ser las de las revistas Bisas de lo Subordán, Jacetania, Pirineum Digital o del libro In memoriam sobre la poetisa chesa Rosario Ustáriz.

El carácter de columnista anual en verso desde hace 40 años ha dado paso, en los últimos 20, a publicar también trabajos más profundos, de estudio, análisis y divulgación sobre temas tan interesantes desde el punto vista sociocultural como: ‘Lo XXI, ¿un siglo más de fabla chesa?’, ‘La ronda de las fiestas de Jasa’, ‘¿Y a qué fin una Academia de L’aragonés’, ‘Apellidos distinguius’, ‘Charrar igual, escribir quasi’, ‘Las grafías de l’aragonés’, ‘Lo canaril de Susuei’, ‘Quí li metié una H a Echo?, ‘Quarenta anyadas en lo Grupo Val d’Echo’ o el de ‘Los churaus grans’.

En total, el libro suma 40 títulos que se extienden por casi 150 páginas de un volumen que se presenta con una original portada del jaqués Enrique Vicién Mañé sobre una fotografía -inmensa por su colorido- del macizo del Castillo de Acher en la Selva de Oza captada por Mikel Jiménez Martínez, lo choven de Chilburro. La maqueta de la edición es de Mónica Ballarín (Pirineum) y, la impresión, de los talleres de El Pirineo Aragonés de Jaca.

LIBRO:

A Enrique Vicién li fa goyo la historia, y más la que ha relación con lo suyo lugar, Chaca. Dentre los muitos triballos suyos espunta lo libro La II República en Jaca, una época diferente, publicáu en 1998. En 2021 ha tornau ta ixa época, pero esta vez con un relato en novela. La República que madrugó nos dexa fer un viaje en lo tiempo caminando las carreras de la Chaca de 1930 y convivir con los vecinos en los establecimientos que campaban por allí la nuey en que se preparé la sublevación de Chaca.

CUENTO:

Vanessa Gargallo, u millor Salamanchesa, que ye como se clama cuando cuenta cuentos a la cachimalla, ha publicáu un cuento nuevo. Esta vez en cheso y castellano, pos la cría que campa por las follas de Esca y la salamandra mágica ye una cheseta que remera, en muito, la plegada de Vanessa ta Echo y la suya querencia por la Val.

DISCO:

Lorena Álvarez participé en las Residencias Artísticas de 2020. La suya propuesta, grabar un disco con instrumentos de púa. Allí que se capucieron con ella, no sin muito esfuerzo y una miqueta remolóns en primeras, 11 musicos aficionáus de la Val, de Chasa y bel que otri de fuera. Ensayos, grabacións, y un disco de vinilo con cuatro temas que Lorena ibié promocionando (y de paso la Val entera) en este ivierno y primeros de año 2022.

Lo Mon Contemporáneo 2020

Esta vez en pleno verano y con estancias más curtas en lo que a días se refiere, 7 artistas convivieron en las Residencias Artísticas 2020 en distintos momentos: Begoña y Lorena todo lo mes, Yanka, Cynthia, Inés, José Luis y Lluis estieron 10 días alternándosen. Proyectos de todo tipo: poesía, música, cine, fotografía, instalación, cerámica... La participación vecinal estié alta: 12 musicos ensayeron y graberon lo disco de Lorena que se ha presentáu este noviembre 2021, una veintena poseron pa De La Parra, 5 camineron y roderon con Lluis Sellarés aprendiendo cine. Además, la exposición de fotografías de paisajes de la Val feitas por Sergio Padura, Aitor Borruel y Yon Garate. Y talleres y conciertos como lo de Marco Mezquida: un lujo estar Echo uno de los más de 200 conciertos que da a lo largo de un año por todo lo mundo.

Lo Mon Contemporáneo 2021

La nuestra tradición y menas de vida mas arradigáus estieron la inspiración pa los artistas que convivieron en las Residencias Artísticas 2021: casas desahabitadas, paisajes, la vida de cada día y la vida a lo largo de los zagueros 100 años. Fotografía, video, música, pintura mural.... Un verano más de simbiosis entre artistas y vecinos compartindo la vida con arte.

FOTOGRAFÍA

Historias del pasado Cheso.

HABITADA

Acercamiento antropológico y poético al hogar del Valle de Echo.

CINE Y MÚSICA

PINTURA MURAL

Los Valles On Bike, o dinamizar la economía a través de la bicicleta

Este año el Valle ha estrenado Los Valles On Bike, un Centro BTT, un conjunto de caminos recuperados, señalizados, balizados y clasificados por niveles de exigencia física y técnica que ofrecen una serie de rutas a recorrer en bicicleta todo terreno.

Por: Marta Marín

Fotos: Sergio Padura

Sin duda alguna la bicicleta, y el mundo que se crea alrededor de ella, están en auge. En muchos valles y Comarcas hace años que se aúnan esfuerzos para potenciar esta actividad de turismo activo en aras de mejorar la oferta del territorio, atraer nuevos perfiles de turistas, desestacionalizar la actividad turística e incrementar el número de visitantes.

Aitor Borruel y Gerardo Rubio, como vecinos aficionados y con el único propósito de proponer iniciativas que ayuden al desarrollo social y económico del valle, son los impulsores de esta idea y deciden hace ya cuatro años refirmar el trabajo previo que otras personas habían intentado impulsar recogiendo datos (distancias, desniveles, tracks…) para organizar las rutas por sectores, valorar su estado y determinar los trabajos necesarios para ponerlas a punto.

Con todo ello, redactaron una memoria que llegó al Ayuntamiento a través de la Asociación Turística, y con fondos de la DPH, del propio Ayuntamiento, Fondos Europeos y del Gobierno de Aragón y aportaciones extras de los socios, se han iniciado los primeros trabajos durante 2020 y 2021: limpieza y desbroce de caminos, diseño de imagen de marca, página web https://www.centrobttlosvallesonbike.com/ y diseño y producción de carteles informativos de los recorridos. La colocación de estos paneles ha corrido a cuenta de voluntarios de la Asociación turística y otros vecinos, que durante el mes de mayo se emplearon a fondo por turnos y cuadrillas, no solo para colocar los carteles de señalización sino también para acondicionar, “retabillar” los caminos despedregando, desbrozando y limpiando ramas que impedían el paso de la rueda..

La Rutas

Para los 150kms actuales ya acondicionados se ha contado con senderos y caminos ya existentes, que se consideraban ciclables, para que el nivel de intervención y acondicionamiento no fuera excesivo. Así, se han organizado las rutas por sectores: Oza, Gabardito, Lo Serrano, Urdués, Los Ríos y Embún-Sueña. Cada sector cuenta con una ruta principal y distintas variantes que aportan más kms y diversos niveles de dificultad.

En cuanto a la señalización, cada sector lleva un panel en el inicio. En este panel se informa con una breve reseña sobre el carácter histórico, medioambiental y cultural, el perfil del trayecto, distancia y desniveles positivo y negativo y variantes de la ruta.

Este Centro BTT nuestro arranca con 150km de rutas, por lo que el usuario encontrará una gran variedad paisajística con alta montaña, praderas, pistas forestales, zonas de pastos, senderos, antiguos trochas madereras, bosques mixtos, calzadas, pasos por ermitas… Esta variedad de rutas permite una amplia oferta en cuanto a la exigencia técnica y física. Y al ocupar un territorio tan amplio, se puede disfrutar todo el año.

¿Por qué un proyecto así?

En estos valles el turismo es un recurso económico, pero flaquea por su fuerte estacionalidad. Temporadas cortas que hacen difícil la amortización de inversiones en nuevos negocios y servicios. El turismo de bicicleta puede romper esa dinámica por lo ya dicho de que se puede practicar todo el año al haber muchos recorridos en el entorno de los pueblos. Y es que las rutas unen los 5 pueblos de nuestro término municipal, pasando no solo por Echo y Siresa sino además por Urdués, Embún y Santa Lucía, lo que podría fomentar la actividad económica en torno a la BTT en todos los pueblos ya que, además de una mayor afluencia de gente, el ciclista suele ser un turista con cierto nivel adquisitivo. Y no solo en estancias o consumo en restaurantes y tiendas; a veces los usuarios de rutas BTT demandan otro tipo de servicios, como transporte de equipajes, traslados o lugares de inicios de ruta, rutas guiadas, tiendas especializadas de alquiler y venta, talleres de mantenimiento… lo que podría provocar el surgimiento de nuevas empresas y nuevas oportunidades, sobre todo para que gente joven con ganas de quedarse en el territorio. También se da a conocer más a fondo nuestro patrimonio natural, cultural, histórico y gastronómico.

La convivencia con otros sectores económicos

La naturaleza es nuestro recurso económico y los usos que hacemos de ella son muchos y todos tienen que convivir. Una palabra aparece repetida en todos los carteles colocados, y esa palabra es RESPETO. Porque junto con la información de la ruta se avisa a los ciclistas de que deben estar atentos al encuentro con senderistas y caminantes de paseo y pastores con sus ganados. Además de la comprensión, buen hacer y buena voluntad de los usuarios de los caminos, existen medios físicos que facilitan esa convivencia: pasos elevados para no cerrar los caminos con vallados pero permitir el paso de ciclistas y caminantes sin barreras que pueden resultar peligrosas; o una App, aplicación para móviles que recoge en tiempo real el estado de los caminos y otras informaciones, como zonas donde tiene lugar una batida de caza, para evitar coincidir en el mismo terreno.

Mirando al futuro

Este proyecto ya tiene una segunda fase en que ampliará en 70km el los recurridos actuales. Y se está buscando la figura legal para que haya un grupo gestor, integrado por ciclistas y representantes de la Asociación Turística y del Ayuntamiento, que se ocupe de definir los trabajos anuales de mantenimiento y mejora del Centro BTT. Pero además, haciendo honor a su nombre, se quiere ampliar a todos los Valles Occidentales. Ansó y Fago, Jasa y Aragüés del Puerto y Aísa y Borau, todo el territorio el Parque Natural, podrían ser lugares de expansión para nuevos recorridos, ampliando la oferta de rutas, unificando el territorio Parque y ofreciendo un producto turístico de gran calidad, al estilo de Zona Zero en Sobrarbe y Puro Pirineo en la Ribargorza. Estos dos centros BTT llevan años de experiencia, y se han convertido en lugares de referencia para ciclistas de toda Europa. Y entre ellos y nosotros, se están gestando proyectos en los territorios de Alto Gallego y Jacetania, lo que daría lugar a un gran territorio unificado en una sola y gran oferta BTT de todo el Pirineo oscense. Los Ayuntamientos de Jaca y Sabiñánigo han dado un paso más en este sentido. Este pasado otoño han presentado una propuesta, Infinity Pirineos, una marca que vende dos grandes rutas, una de montaña y otra de carretera, uniendo las Comarcas de Jacetania y Alto Gállego y promocionando a la vez todo el territorio a través de las carreteras y pistas accesibles e incluyendo en esa promoción los otros espacios BTT equipados, como el nuestro, alojamientos, servicios… https://infinitypirineos.com/.

El retablo de la iglesia de San Martín de Embún

El Valle de Echo tiene entre sus cuatro núcleos habitados, tres de sus iglesias dedicadas a San Martín (Echo, Urdués y Embún). Las de las dos primeras poblaciones sufrieron en 1809 el furor de los napoleónicos, que como táctica habitual, reducían a escombros y saqueaban aquellas poblaciones en que se les presentaba una oposición armada, como escarmiento ante las restantes.

Por: Antonio Martínez Valero Fotografías: Richard Cash

Durante la Insurrección de Los Valles en el verano de 1809, la iglesia de San Martín de Urdués fué saqueada y quemada el día 28 tras los combates habidos en el camino de Aragüés a Urdués así como la mayoría de las casas del pueblo y, tras romper la resistencia que se les hizo en la entrada de Echo, quemaron partes de la villa (137 casas) incluyendo la iglesia, también dedicada a San Martín, desapareciendo en el incendio prácticamente todos los retablos y altares que contenía. Los que hoy podemos contemplar son los que sobrevivieron en el convento mercedario de Nuestra Señora del Pilar en Embún (que también fue incendiado durante los combates), construidos en el siglo XVIII y que fueron trasladados a Echo tras la desamortización y la reconstrucción de la iglesia que terminó en 1833.

El día 29 de agosto de 1809, las tropas francesas en su camino hacia Ansó y el Roncal persiguiendo a los guerrilleros de Sarasa, saquearon y quemaron el altar y retablo mayor de la Iglesia de San Pedro de Siresa (donde no se les había hecho frente), así como la sacristía y parte del archivo. Así pues, con excepción de los retablos góticos que quedan en la Iglesia de San Pedro de Siresa, el único retablo original barroco y dedicado a San Martín que se mantiene es el de la iglesia de Embún donde los napoleónicos no llegaron a entrar por la premura que tenían en perseguir a los guerrilleros que, tras los combates en el convento mercedario, se dirigieron hacia el valle de Aisa.

La devoción a San Martin

San Martín de Tours, hijo de un tribuno romano, nació en Sabaria, actualmente territorio de Hungría hacia el año 316. Enrolado en la milicia romana a los 15 años, fue destinado a la Galia. Se hizo cristiano, según la tradición, a los 18 años, tras aparecérsele Jesucristo después del conocido episodio en el que, no teniendo nada que darle a un pobre, le dio la mitad de su capa, que cortó con su espada. Así se le suele representar iconográficamente.

Liberado del ejército, se dedicó por completo a la religión tras ser ordenado sacerdote por San Hilario, y tras numerosos viajes y episodios, fundó el primer monasterio de Francia cerca de Poitiers. Ordenado obispo de Tours en 371 falleció en Candes en el año 397 a los 81 años de edad el 8 de noviembre, siendo enterrado el 11, fecha en la que se celebra su santificación.

La tradición y los gozos y novena de la parroquia de Echo, dan por bueno que pasó por la localidad para asistir al Concilio de Zaragoza del 380 para condenar el priscilianismo. Sin embargo no fue así, pues está documentado que a dicho Concilio sólo asistieron representando a las Galias, Delfín, obispo de Burdeos, y otro obispo de nombre Fitadio o Febadio.

En nuestro país, aproximadamente 313 localidades tienen a San Martín entre sus patronos religiosos. Y el territorio por el que se extienden, coincide en su gran mayoría con la zona pirenaica y al norte del río Ebro. El culto a San Martín y a San Esteban parece haber comenzado y extendido en nuestro país hacia el siglo IX, coincidiendo con la entrada de los francos por los valles pirenaicos incluyendo, como está documentado, los Valles de Echo y Ansó. “En el siglo VII, en el palacio de los reyes francos, se conservaba una capa, atribuida al citado San Martín, que servía para recoger los juramentos de fidelidad….En el año 828 se construyó el Monasterio de San Martín de Ciellas a la entrada del Valle de Ansó..”. (Historia de Aragón. Orígenes de Aragón. Antonio Ubieto Arteta. Zaragoza 1989, Pág. 51).

El Retablo Español

En la Edad Media, especialmente a través del arte románico, que fue el estilo artístico predominante en Europa durante los siglos XI, XII y parte del XIII, las iglesias utilizaban las pinturas de sus muros interiores y sus capiteles arquitectónicos con relieves y esculturas para establecer una narración de las escenas bíblicas que fueran entendibles para el pueblo llano.

Más tarde, en los siglos posteriores, XIII, XIV y XV, el arte evolucionó al denominado estilo gótico y surgió el retablo religioso, la gran aportación española a la historia del arte que realizó esa función didáctica de ilustrar a los fieles en los últimos siglos medievales y a comienzos del renacimiento. En ese período, los retablos se realizan fundamentalmente a base de pintura sobre tabla y tienen unas dimensiones sencillas.

Con la llegada del arte barroco durante los siglos XVII y XVIII, el arte religioso evoluciona, y la iglesia, que tras el Concilio de Trento impulsó y revalorizó el culto a los santos por medio de la imagen, supo aprovechar las posibilidades que ofrecía el retablo barroco para atraerse a los fieles mediante la intensificación de las emociones y los sentimientos religiosos, además de ser un método del control de la sociedad (J.M. Maravall. La cultura del barroco. Barcelona 1983).

Los retablos barrocos se convierten en grandes representaciones arquitectónicas que utilizan la pintura y la escultura, la talla en madera principalmente y, más tarde, materiales pétreos como el alabastro o el mármol. No hay iglesia, ya sea ermita o catedral, que no desee contar con semejante instrumento y, al mismo tiempo, embellecer su templo.

La Iglesia de San Martin de Embún

La iglesia de Embún ha pasado por varias fases constructivas a lo largo de su historia. Quedan algunos vestigios del primitivo templo románico (en la parroquia y la llamada “cárcel”), modificándose y ampliándose hasta las tres naves actuales durante el siglo XVI, tal como indica la fecha de 1553 inscrita en la portada de la iglesia. El interior del templo se renovó completamente durante el siglo XVIII y se le agregó el coro alto a los pies, así como una torre campanario que sustituiría a la antigua espadaña románica. Lo más destacable del templo es el retablo barroco, al que nos referiremos a continuación.

El Encargo del Retablo de San Martin de Embún

A partir de 1600, en Aragón se imponen dos tipos básicos de retablo: el unitario, clásico y sencillo y el romanista, el más extendido, concebido como una gran obra arquitectónica que cobija entre sus cajas y entablamientos figuras e historias. En las primeras décadas del siglo XVII, el Altoaragón es un hervidero de pintores, escultores, carpinteros, ensambladores, etc. que se afanan por las iglesias y ermitas pirenaicas trabajando en los retablos. Cuadrillas de mazoneros de la vecina Navarra, de Huesca y Zaragoza trabajan sin descanso de uno a otro templo cumpliendo los encargos.

Embún no fue ajeno a aquella corriente y moda, y el 18 de mayo de 1615, su vicario perpetuo mossen Martín Gan, jurados Pedro Grosín, Domingo Nabarro, Babil Pasqual y el lugarteniente del primiciero Domingo de Gan en sustitución por enfermedad del primiciero principal, Martin Alegre, encargan al pintor Agustín Xalón, pintor y ciudadano de la ciudad de Jaca, la obra del retablo mayor de la iglesia del lugar y sus puertas (de estilo romanista). El encargo se formaliza mediante capitulación (contrato) ante el notario Matheo de Conte.

Agustín Xalón, El Viejo, natural de Jaca, era miembro destacado de una de las familias de artistas aragoneses más importantes de los siglos XVI y XVII. Era hermano de Nicolás y Juan Jerónimo, el viejo, con el que trabajó en numerosas ocasiones. Su trabajo está documentado entre 1596-1638 y residió en Jaca hasta su traslado a Huesca en busca de mejores oportunidades de trabajo. Entre sus trabajos o colaboraciones conocidas se encuentra la pintura y decoración de Nuestra Señora del Pilar, en la ciudad de Jaca, la peana de la Virgen del Rosario de Sallent, los retablos de Lanuza, Santa Orosia, Larrés, Sieso y los retablos laterales de la iglesia de Fago, así como el retablo mayor del convento de dominicos de Huesca. En la localidad de Arbués, es obra suya el retablo dedicado a San Pedro, el de la iglesia de Yebra, y realizó trabajos para la iglesia de San Francisco de Jaca, así como para las localidades de Bergua, Ansó y Sádaba. (Datos de la biografía de la Real Academia de la Historia y del AHPH).

En la capitulación para el retablo de la iglesia de San Martín de Embún, se acuerda que el dicho Agustín Xalón... se obliga hazer un retablo para dicha capilla mayor assi de madera como de pintura según un rasguño y traza (se refiere al boceto, que comentaré más adelante) que el dicho Agustín Xalón ha dado y entregado que queda en poder de mi dicho notario inserto al fin de la presente capitulacion.

El contrato comenta numerosos detalles y, así, establece que los santos y figuras deberán de ser de bulto, medio relieve y pincel (esculturas exentas o de bulto, relieve en madera o pintados) y le permite hacer modificaciones añadiendo o quitando elementos de su traza (boceto), atendiendo al mejor beneficio de la obra.

También indica que el retablo deberá hacerse de madera de pino bien curado para evitar que se abra si está verde, y que el pintor está obligado a dorar toda la obra con oro fino y sobre el oro grabar y estofar los santos, frisos y cajas de las figuras. En cuanto a “...los tableros de pintura que van en el retablo bajo han de ser al oleo y que las figuras de reliebe y medio relieve y niños y serafines hayan de ser y sean encarnados al pulimento con la mayor perveccion que se pueda”.

Llama la atención los detalles técnicos tan minuciosos que quedan establecidos en el contrato. Hay que destacar que se acuerda igualmente que se construyan unas puertas pintadas sobre lienzo por las dos caras, que eran habituales colocar en los retablos tanto como protección como para cumplir con la cuaresma y cubrir todo tipo de imágenes en esos días. En ese sentido, se le indica al pintor que, por la parte interior, las pinturas deberán ser al óleo en colores para que se aprecien cuando estén abiertas, y deberá pintar historias relacionadas con Nuestra Señora, y por la parte exterior deberán pintarse en blanco y negro otras relacionadas con la Pasión. Son muy pocas las puertas móviles que han llegado hasta nuestros días al ser elementos ligeros y de difícil conservación. Podemos apreciarlas en la iglesia de San Pablo de Zaragoza, donde se recuperaron de sus almacenes en una de las últimas intervenciones en la iglesia, y en la catedral de Roda de Isábena. Las de Embún, lamentablemente no se conservan.

El plazo que se establece para la terminación del retablo es de un poco más de dos años, pues se acuerda que esté terminado y colocado para el día y fiesta de San Miguel (29 de septiembre) del año 1617. También se le pide al pintor que deberá retirar el altar viejo y asentarlo en la capilla de San Miguel de la misma iglesia.

Sigue la capitulación indicando que, al término del trabajo, se realizará el visado y tasación por dos oficiales expertos nombrados por cada una de las partes.

En cuanto al pago del trabajo, se establece de una forma un tanto peculiar. Al parecer, el Consejo de Embún tenía adquirida una deuda de la primicia impagada con el vicario desde 1614 por importe de 635 libras, trece sueldos y diez dineros, y el pago de la misma se le traslada al pintor, que deberá cobrarla en los siguientes plazos: tres mil quinientos sueldos jaqueses para el día de Navidad de 1615 y el resto en las otras dos Navidades siguientes con dos pagas iguales.

En el caso de que el trabajo realizado superara la cantidad asignada, se acuerda que la diferencia se le pagará al pintor de los bienes y rentas de la primicia que el concejo tiene que abonar a la iglesia, una vez ...reserbado a la yglesia sustento de çera aceyte y lo demas nescesario conforma la pusibilidad que dicha yglesia tubiere”. Es decir, de una forma u otra, dándole la primicia a la iglesia o directamente al pintor, el pago lo realizaba siempre el pueblo llano.

El Rasguño o traza del Retablo (Boceto)

Si bien el contrato establece pormenorizadamente varios de los aspectos que tendría que cumplir el trabajo a realizar en el retablo, no aparece en el mismo ninguna referencia a la iconografía que debería de representarse en él. Esto es así porque dicha iconografía se encontraba detallada en el rasguño o traza (boceto) que acompañaba a la capitulación. Y dicha traza se encuentra en el Archivo Histórico Provincial de Huesca, y puede descargarse (como yo lo he hecho) desde la Biblioteca Virtual del Gobierno de Aragón, y su imagen la incluyo en el presente artículo.

A primera vista de la misma, tres cosas llaman la atención: la primera, que no se haya hecho referencia a esta traza en ninguna de las informaciones que describen el retablo y la iglesia de San Martín de Embún. La segunda, que en las informaciones escritas en las páginas turísticas e informativas se diga que el retablo constaba de tres cuerpos (pisos) y que sólo han llegado dos hasta nuestros días, cuando podemos comprobar por el boceto que sólo constaba de dos pisos y que, por lo tanto, el retablo está completo tal como se encargó y concibió. Y la tercera, que el pintor Agustín Xalón hizo uso de su prerrogativa de hacer modificaciones añadiendo o quitando elementos de su traza (boceto) atendiendo al mejor beneficio de la obra.

El diseño original del retablo (que se divide entre pisos y calles y éstas en casas separadas por entrecalles) según la traza, era el siguiente: en el primer piso de izquierda a derecha, irían un apóstol, la degollación de San Juan Bautista de medio relieve, un apóstol, San Fabián, en el centro el Sagrario muy juntico a lo moderno. Los santos de medio relieve y que se abra entero con sus solapas y talla y remates, un apóstol, San Sebastián, apóstol, El martirio de Santa Juliana, apóstol.

En el segundo piso: En el centro, San Martín a caballo con el pobre y rodeando esta figura principal, a su izquierda San Pedro de relieve entero y sobre él Santa Orosia de medio relieve o entero, historia del santo de medio relieve y sobre ésta apóstol de medio relieve. A la derecha de la figura principal de San Martín, historia del santo en medio relieve, sobre ésta apóstol de medio relieve o entero, San Pablo de relieve o entero y sobre éste, Santa Bárbara de pincel.

Finalmente, en el remate o ático, un calvario, franqueado por dos arcos con dos apóstoles. Estos arcos en la obra final no se incorporaron, quedando el calvario solamente, sin los apóstoles.

En la traza aparecen también las medidas del conjunto: Ancho 20 palmos (en el sistema lineal aragonés cada palmo equivalía a 12 dedos es decir, 19,237 cms), así pues 3,84 metros y de Alto 27 palmos (5,19 mts). Sobre el dibujo del sotabanco o predela sobre el que se asienta el retablo aparecen las siguientes firmas en la traza: Yo, Martin Gan, párroco de Embún, Yo Agustín Xalón y Yo Pedro Grosín, jurado.

En cuanto al altar mayor, en el que aparece en su frontal San Martín obispo, flanqueado por San Vicente y otra figura que no he identificado y que por el símbolo del libro sería un doctor de la iglesia, no es posible establecer su autoría, ni siquiera su relación con el resto del conjunto del retablo, al menos hasta que no aparezca algún documento en el que quede explicitado.

No está clara la fecha en la que se terminaron los trabajos por cuanto, a pesar de estar establecido que fuera para San Miguel de 1617, lo cierto es que fue en 1624 cuando se capitula el que dos expertos, de acuerdo con ambas partes, vieran y tasaran la obra realizada. Estos fueron Rafael Pertus, pintor, y Joan Miguel Orlienes, escultor, ambos de Zaragoza, que el 15 de octubre de dicho año 1624 certifican que la obra está correctamente terminada y que su valor es de 3.834 escudos de a diez reales (de plata).

La obra que hoy podemos contemplar, lleva cuatrocientos años acompañando la historia de la localidad de Embún y de sus gentes, y pese a que el 1802 el fraile Mateo Sumán la describiera en su Diccionario Geográfico del Reino de Aragón, Partido de las Cinco Villas así: Su altar mayor cuyos titulares son San Martin obispo de Tours y Santa Bárbara virgen y mártir es todo de madera y muy mal acabado, sigue siendo un retablo modesto pero representativo del quehacer artístico del inicio del barroco en el Altoaragón. Espero que éste artículo sirva para valorarlo en su justa medida.

*Moriles con sifón

50 años de Subordán y Danubio

Con Subordán y Danubio y la piscina escolar, en las fiestas de setiembre bien nos imos a bañar y tamién a remojar.

Después de bien remojáus y vueltas por lo lugar bi-habrá migas y costillas allá por lo Cachurral.

Allí mismo en lo trinquete, que ye un buen cubilar, a lo que vienga lo día puyaremos a mezclar.

De allí, por los Esparrals por lo rinconet a pasar, puyaremos ta Florencio para empezar a templar.

En éste con cuatro jotas y una miqueta salón, nos sacará vino viello aunque siga en lo porrón. RONDIANDO POR LO LUGAR

Como nos espera Capri, lo iremos a alcagotiar, y como ye bien rumboso tamién nos convidará.

Se’n baxara ta lo furno por la bodega a pasar, y vino con telarañas tampoco nos faltará.

Después de buenos potes pasaremos de bizlai ta lo viello matadero y allí la que se armará.

Dentro, con los de la orquesta, y afináu lo violín, como será bien templáu, lo tocara Manolín.

Agora la Puyadeta, que puyaremos coxando, cruzaremos ta la plaza a mirar qué fa Romualdo, que pasaremos un rato y itaremos cuatro tragos Después imos a baxar ta María “Lo Costero” que nos fara camamila pa abaxar lo vino viello.

Agora la calle Paciencia que por debaxo la iglesia iremos ta Zapatero a vier qué fa Julieta; nos dará buen vino que ha y sacará unas galletas.

Como no hemos pa fumar, iremos en ta lo estanco. Puyaremos ta Pascuala a vier que fan por alto.

En que nos vean allí se alegrarán con Perico, cantaremos cuatro jotas y buenos tragos de vino.

Como nos ha iu muy bien, nos imos a retirar, replegaremos los trastos y a esperar lo carnaval.

Paulino Lagrava Coarasa (1971)

En aquel verano de 1971, tio Paulino Canteret, que allora habría 72 años, se preparaba con güen talante pa rondar pa la Fiesta de setiembre escribindo en verso la ronda de bares que iban a fer, más larga pos aquel año s’achuntaban dos más: Danubio y Subordán. Agún remera María Chuanet lo que li feba goyo demandar a tío Paulino: una canilleta de cigüeña con una meadica de monja*.

Nombres de ríos pa dos bares qu’en 2021 han cumpliu 50 añadas y que todos los que vivimos en la Val hemos goyau a fondo. 50 años que se’n son pasáus acompaniando a los vecinos, turistas y chen de la redolada en lo suyo vivir. Podríamos dicir que en la parte más alegre de lo suyo vivir, pero porqué no dicir tamién fendo companía en los días tristes. No bi-há como un bar p’afogar las penas, y no en lo vaso, sino en las charradas, tertulias y trovadas con los amigos, en lo vier pasar la chen, en lo estar acompaniau anque uno salga solo de casa… U si no, pensar en lo que los itamos a faltar cuando isón zarráus, anque Danubio (Chuanet, ¡ay!) ya nos abandonase en 2019

Subordán abriba las puertas un 25 de julio, día de Santiago. Heba Vicente 46 años y dexaba lo camión con lo que triballaba antis que ixo. Tampoco Vitoria heba experiencia. En la cocina sí, como madre de tres fillos, pero no en lo que a hostelería se referiba. Por ixo, se’n baxé unos días ta un bar de Zaragoza que regentaban un amigo de lo que lis instalé la maquinaria y lo mostrador, y allí aprendié a fer tapas. Y manos a la obra. Yera lo puen de Santiago. En aquellos tiempos lo turismo yera distinto, autobuses de grupos que se instalaban en las bordas, veraniantes acomodáus en muitas casas… y viviba más vecindario en lo lugar, soldáus puyando y baxando u fijos en La Mina, cazataires, pescataires…

Lo bar, por dentro, yera cuasi igual que agora. Como s’estilaba allora, una gran foto de la Val en la paret de lo fondo. La terraza, en cambio, no yera en primeras más que dos u tres mesetas que fueron aumentando asinas como creceba la clientela y lo servicio. De siempre habieron cocina y preparaban vermut y bocadillos. Pero no bi-heba semana que no se fesen farfallatas; que si xabalín, que si truitas, que si ranas, que si usóns… Los domingos baxaban los de Ciresa a la hora de lo vermut y de noches se meteba lo bar a tope pa vier Curro Jiménez.

A los fillos lis tocaba itar una mano, más a Gloria que yera más grañeta. Arturo y Nieves estudieron, pero lugo se quederon a triballar en lo bar y habieron a fer equilibrios entre las muitas horas de triballo, las ganetas de brincar de marcha, lo poco dormir y los enfados de Vicente. Pero yeran chovens, allora lo cuerpo plegaba pa todo. Gloria facié carrera de hostelera por Zaragoza. Primero con Casa Claret y lugo en una sucursal de Subordán, en la calle Heroísmo, que plegué a haber tan güena fama que salié en un reportaje en la revista Sabores de Aragón. Herederas de la güena mano de su madre en la cocina, cuando en los noventa se facieron cargo Nieves y Arturo más a fondo de lo bar, empecipieron a alargar las propuestas de racións en las comidas y cenas con platos cada vez más variaus, que completé Gloria quedándose ya fija dende 2013.

Aumentaba la clientela pa chintas y cenas y se fue agrandando tamién la clientela de bar. Atraíus por los amigos qu’heban allí triballando, la chovenalla, clienta más habitual de otros bares, acudiba ta Subordán más a ormino a apreciar las tapas a la hora de lo vermut y de los vinos. Pero tampoco s’escuidaban pa la marcha nocturna, pos poco li fa falta a Arturo pa meter musica a tope y fernos bailar a todos. Nada li fa más goyo que cantar si bel amanece guitarra en mano. Muitas n’han aguantau los vecinos, a los que lis quieren reconocer la pacencia. Pa la Fiesta, en tiempo verano, la Nochevieja…, no son pocas las nueys de marcha en ixos escasos metros que ha lo bar.

Tanto plegué a estar lo éxito a cualisquier hora de lo día, tanta la chen forastera que veniba de propio a prebar los platos y tantas las horas de tute en tiempo verano, que un 9 de agosto de 2018, a las 5 de la tardi, Arturo, que pareceba indestructible, punché… y tranqué la puerta. Estupor, incredulidá y soponcio estieron, en secuencia, la reacción de los vecinos. Por diez largos meses nos habiemos que privar de Subordán. Tiempo pa repensar los hermanos cómo organizar lo triballo pa que no lis sobrepasase las fuerzas. Abrieron pa junio de la otra añada y, anque hayamos qu’estar al tanto de las horas en que isón las mesas reservadas, anque no trovemos mesa muitos días y no nos podamos posar a picar algo a cualisquier hora, contentos isomos de recuperar un local que tantas alegrías nos da, por lo güen fer y lo trato, lo hayas a menester a la hora que siga.

La pintacoda mental que vivieron Antonio y María cuando abrieron lo bar en aquel septiembre de 1971 y la que sintieron Antonio y Mabel en 2019 al trancarlo pa siempre estié parella. La primera, la de 1971, porque allí lis se acabé la libertá que da estar choven. Antonio con 15 años y María con 17, se vieron de zopetón con las alas curtadas. S’acaberon de golpe las horas muertas, lo entrar y salir y disponer de lo suyo tiempo a placer. Antonio padre y Jesusa, la madre, que regentaban una zapatería en la casa de plaza Palacio, dimpués de muitos años de triballo cutio y muy manual en lo que devanteron la casa nueva en lo canto la carretera, decidieron abrir un bar. Y allí trové Antonio, sin demandarlo, la profesión ta la que se dediqué por 49 años, dende l’año 1983 mano a mano con Mabel, y ta la que se vieron cuasi forzaus a renunciar una miqueta antis de hora, con muita angustia y mal de corazón cuando transformaban la barra y lo bar en una sala-comedor pa la casa rural. Chocáus cuando se abrié, zozobra por zarrarlo. Y ye que la vida nos depara caminos que, eslixíus u no, se calan fundo en l’alma de cada cual.

Yera setiembre de 1971, dicíbamos, y yera un día 6, chusto antis de las Fiestas de setiembre, cuando Antonio y Jesusa abrieron Danubio. Con no pocos esfuerzos y a muitos plazos las letras, amuebleron lo bar con su mostrador, mesas y sillas, estufa, nevera (de las de cocina y de prestáu) y hasta televisión, qu’en pocas casas bi-n’heba, y vecinos y veraniantes acudiban a vier lo fútbol y los toros.

Sin dinguna experiencia en lo ramo, no lis quedé otro santo remedio que aprender a pur de triballar. Y triballar y triballar. Porque los primeros días yeran las fiestas, sí. Que ni precios sabeban y en ixos días cuasi pagaba qui quereba y lo que quereba. Pero lugo la cosa no afloxaba. Chen y más chen todo lo día y a todas las horas de lo día. No solo viviban muitos más vecinos en lo lugar, tamién se iba muito más ta lo bar y se bebeba muito vino (de la cuba con Langa, más tarde tamién de Carivín, cervezas El León, gaseosas Landa…) Y fregar vasos ¡a mano! Calentaban l’agua pero xaguar… con fría, que hasta sabañóns lis saliban a María y a su madre. Remera María que cuasi no heban tiempo ni de comer, y de plantón. Muitos yeran agún de vermut que otros ya plegaban pa lo café; un no parar dende lo punto la mañana hasta bien tarde. Y en ixas horas zarráus bi-heba que descansar y limpiar. Una locura ta la que se fueron amoldando y resignando, pos no’n quedaba de otra.

En ixos 48 años que lo bar estié abierto, lis ha tocau vier y escuitar muito, tamién apeitar con muitos cambios. En primeras se dentraba ta lo bar por lo patio de la casa, en do tamién ibiera la zapatería. Y en la otra punta lo edificio, lo salón, qu’heba una mesa de ping-pong que retiraban de noches pa lo baile (tocaban los Ro-vi-black), lugo estié discoteca y dimpués discobar, acomodándose ta los tiempos. Cuando yera salón de baile, con bancos alredor, lo tocadiscos se manejaba dende la barra con un altavoz dentro y otro fuera. Las protestas de los de lo bar si lo volumen de la musica yera alto y petar muitos altavoces por ixe mismo motivo, lis animeron a mercar una sinfonola. Anque los discos, por regla general, heban a sonar uno dezaga de otri, siempre bi-heba qui meteba una y mil veces la misma canción u qui li fastidiaba a bella pareja lo baile agarrau cambiando la canción lenta por una más animada.

Se transformé en discoteca a final de los 70, con barra propia y espacio reservau, más escuro. Y en la paret encima de la barra, dos siluetas de mozo y moza mirándose’n (iz que yeran los perfiles de Fernando Borruel y Chus Martín) en blanco reflectante. Los focos, la bola de luz, la cuerda enroscando la columna y las mesas con sus bancos y celosías de separación yeran la decoración y equipamiento de un local mítico en la Comarca, pos, a caramullo muitas nueys, podebas estar de plantón en un canto sin de saber qui yera en la otra punta, de lo gran que pareceba a lo estar a tope por tanta chen que veniba de marcha enta Echo de todos los lugás y hasta dende Chaca. En la zona de reservau plegueron a actuar, en tablero improvisau, grupos de música (entre ellos Pasajeros del Viento) y, con discos prestáus por chovenalla que se interesaba por musicas de otras menas, a veces sonaban piezas que no las escuitabas en discotecas de la capital.

Ya en los 90 se reconvirtié en disco-bar, y con lo futbolín, la diana de dardos y abierto tamién de tardis, estié lo cado en do pasaban los más chovens las horas muertas chugando (tamién a duro y a la baraja), charrando y fumando, cuando se prohibié estar chuntos fumadós y no fumadós.Con ixe gancho, Danubio estié lo bar en do empezabas a mociar, ta lo primero que te atrivibas a dentrar a partir de los 14 y lo puesto en do se ligaba y en do se pasaban las millós Nochegüenas y Nocheviellas que podamos remerar. Entre tanto, lo bar siguiba la suya marcheta, lugo tamién como cafetería con carta abundante, y con casa rural en los pisos de alto.

Anécdotas de aquellos primeros tiempos… ¡cuáls destacar! Ibiera aquel que a la hora de pagar bi-heba que cobrarli doble u triple, porque antiparti la tapa y lo vino que s’heba demandau, se’n heba arreau una u dos más pillándolas por su cuenta. Ibiera aquel que se meteba d’espaldas ta la tele porque “igual que nusotros los viemos, ellos me pueden vier a mí”, sigún diciba. Ibiera aquel que, habiéndolis furtau en un descuido las bayetas y estando que las heban a menester, se ofrecié a trayerlisne unas si lo convidaban a un vino. Y con lo vino en lo vaso (u en la tripa) lis “trayé” las bayetas qu’él mismo lis heban birláu. Ibiera qui, en que dentraba, te dexaba lo bar vacío por follonero. Tiempos en que la Guardia Civil acudiba muito, como clientes y tamién de uniforme: lis claveron una multa por zarrar tardi y otra vez… por trancar pronto. Vigilaban que se cumplise la orden de Gobernación Civil, pa Semana Santa, que prohibiba abrir de las 12h de Jueves Santo ta las 00h de lo sábado (las 01h si lo Guardia de turno se regiba por la luz solar). Cuando amanecié una ikurriña en los baños, un Guardia lis exigiba que investigasen... ¡con la de vascos que acudiban!, que se meteban güenos de cantar.

Ibiera ixa estufa de leña ta la que s’arrimaba la chen, sobre todo los chovens, dispuestos a estirar la nuey anque lo bar s’hese zarrau ya pa cumplir lo horario. Bi-heba qui provocaba fumo u itaba petardos dentro pa fer mover a Antonio padre de la puerta la discoteca y asinas colarse’n de gratis en lo baile. Igual trayeban xabalín que coniellos pa guisar que se feban sopas afogadas bella cuadrilla. Ibieran aquels que dentraban por la ventaneta de dezaga pa colarse’n en la discoteca y aquella que se iquedé atascada, con meyo cuerpo dentro y meyo fuera…. Güen amiro de recuerdos que cuasi todos habrez en lo pensamiento y cada cual en esta Val guarda en la suya memoria, historias que se ven borrando, y por ixo habremos que crosidar a Antonio que nos amuestre tantos videos VHS que grabé en estos años

Entre el Sagum y el Capusay

Una prenda desaparecida del ropero tradicional cheso

Hace unos cuantos años, rebuscando en las carpetas de un quiosco de libros viejos durante la feria del libro antiguo de Zaragoza, encontré un curioso grabado. Se trataba de una vieja estampa, un buril del siglo XVIII -calculé- que representa a un cheso con la indumentaria propia del valle en aquella época.

Por: Vicente Galbete Marticorena

Al pie de la imagen una leyenda en francés reza: Cheso/ Aragonnois du Département de Jaca.

En el ángulo inferior izquierdo figura el nombre del grabador: Juan de la Cruz Sculp (grabó) y encima del marco: nº 17.

El grabado representa a un cheso vestido con una prenda que no se correspon-de con traje tradicional que se ha conservado y que ahora conocemos. Viste un sobre-todo o capote holgado que oculta la ropa que viste debajo. Calza abarcas de cuero y se cubre la cabeza con un extraño sombrero de difícil interpretación.

Pasados unos cuantos años, cuando internet ya permitía documentarse con cierta facilidad sobre estas cosas, localicé la colección a la que pertenece. Se trata de la que seguramente fue la primera colección de grabados que recoge la indumentaria de las diferentes regiones españolas, la Colección de trajes de España tanto antiguos como modernos y que comprehende todos los de sus Dominios. Editado en Madrid, en la casa de M. Copin, el año 1777. La lámina nº 16 de la colección representa el traje femenino: Chesa/Campagnarde de la Vallée de Iasa en Aragon. Esta atribución a Iasa, como he podido comprobar posteriormente, ha dado lugar a diversas interpretaciones.

Veinticuatro años después de esta edición, en 1801, se publicó otra colección de láminas, la Colección General de los trages que en la actualidad se usan en España, con ilustraciones de Francisco de Paula Martí Mora grabadas por Antonio Rodríguez. Las ilustraciones son también calcografías grabadas a buril. La estampa número 69 representa la indumentaria masculina de los chesos. En la parte superior se lee: De Aragon, mientras que al pie una leyenda reza: De ninguna manera - cheso (figura 2)

Una tercera edición de láminas sobre indumentaria es de 1825, la Colección de Trajes de España. Se trata de grabados a buril realizados por Juan Carrafa a partir de dibujos de José Ribelles. La ilustración número 35 lleva por título Cheso de las Montañas de Aragón. (figura 3)

Posteriormente se realizaron más ediciones con ilustraciones de trajes regionales, pero todas las que he visto copian, con mejor o peor acierto, a las tres anteriores citadas sin aportar nada nuevo.

Pasado algo más de medio siglo, en el año 1878 y con motivo de la boda del rey Alfonso XII, se organizaron en Madrid diferentes actos festivos. Uno de ellos fue una comitiva que, en representación de las diferentes provincias, desfiló por las calles ataviada con sus correspondientes trajes regionales.

El fotógrafo francés afincado en España, Jean Laurent Minier, fotografió a uno de los miembros del grupo oscense. La fotografía, que se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, se titula CHESO Huesca. Esta preciosa foto coloreada a mano, muestra al cheso ataviado con la misma ancestral indumentaria que aparece en las viejas calcografías antes comentadas. (figura 4)

El pasado mes de marzo Antonio Martínez daba noticia en su Blog, Echo sin Hache, de esta interesante e inédita fotografía.

Figura 2 Figura 3 Figura 4

Figura 5 Figura 6 Figura 7

Hasta donde yo conozco esta es la última vez en que se representa al cheso con este atuendo. Presumiblemente para cuando los primeros fotógrafos llegaron al valle, allá por los últimos años del siglo XIX o comienzos del XX, con la parafernalia de su profesión o afición a lomo de mula, esta prenda ya había caído en desuso.

En ninguna de las fotografías de Compairé, que documentó de manera admirable y exhaustiva los paisajes, la arquitectura, los oficios, las fiestas, las tradiciones y la indumentaria de Hecho aparece ningún personaje con dicho abrigo.

Los tres grabados y la fotografía de Minier representan la misma prenda, es amplia, con aspecto de estar confeccionada con un tejido recio, abierta por los costados, con un agujero para pasar la cabeza y capucha. En los tres grabados lleva mangas abiertas para cubrir las aberturas laterales pero no en la foto de Minier.

Hay un principio en la historia del vestido que, más o menos, viene a decir que una prenda es tanto más antigua cuanto menos manipulada está la pieza de tela que sale del telar. En la medida que el traje evoluciona este se ciñe más al cuerpo, mientras que el despiece del patrón se multiplica y se hace más complicado.

Si es cierto este principio, la simplicidad del capote cheso -a falta de otro nombre le llamaré así- permite conjeturar que su origen es muy antiguo.

Al hilo de esta reflexión recordé como el antropólogo, historiador, folclorista y filólogo Julio Caro Baroja ya planteó una posible relación, por la similitud de su uso, entre el sagum celtiberico y las capas y capotes empleadas en diferentes lugares de la meseta, como la capa de Burel, las capas de honras en Zamora o la capa alistana también zamorana.

Tiempo después de esta acertada intuición, diversos estudios modernos, entre los que destaca el de Carmen Alfaro Giner, han permitido conocer con bastante precisión este sagum celtiberico.

Cuando los romanos llegaron a la península ibérica llamaron así a la prenda que sus pobladores utilizaban como abrigo en los tiempos más crudos. Se trataba de un rectángulo de tejido de lana burda, seguramente abatanado para hacerlo impermeable y de dimensiones aproximadas a las de una manta actual. Doblado por la mitad se enrollaba al cuerpo pasando por debajo del sobaco izquierdo, uniéndose después las dos puntas mediante una fíbula sobre el hombro derecho. (figura 5)

Desde el punto de vista de su morfología parece difícil establecer una relación entre este sagum celtiberico y el capote cheso pues son dos prendas bastante diferentes.

Casi todos los autores coinciden en que el sagum que usaban los romanos era una prenda que copiaron de los galos y acabaron por hacer suya. Fue adoptada por los soldados de las legiones y también empleada como prenda de viaje. Enseguida pasó a ser, junto con la paenula, una ropa de abrigo popular en todos los rincones del imperio.

Una variante del mismo, el sagum quadratum o sagum quadrum, era parecido a un poncho. Sus costados quedaban abiertos y tenía un agujero en el centro para pasar la cabeza. Sus medidas eran variables de manera que podía llegar hasta encima o debajo de la rodilla. Con frecuencia tenía capucha y estaba confeccionado con recio tejido de lana. (figura 6)

Pastor de Soriano. Litografía publicada en el libro “Soria” del año 1889, por Nicolás Rabal y Díaz. Tarjeta postal de comienzos del siglo XX. Pastor del valle de Araquil (Navarra) con capusay. Fotografía de finales del siglo XIX. Pastor del valle de Aezcoa (Navarra) con capusay de lana blanca.

Es sabido que el devenir de las prendas de vestir, la historia del traje y de la moda, es en buena medida una sucesión de alargamientos y encogimientos; Calza, calceta, calzonzillo, calcetín, calzón... Capa, capota, capelina, capucha, capotón... En esto el sagum no fue una excepción. A lo largo del tiempo experimentó transformaciones para los usos más diversos. En algunas ocasiones se confeccionó con ricos tejidos para convertirse en atuendo ceremonial, en otras se redujo a la mínima expresión para transformarse en prendas como la casulla.

Otras veces se alargó hasta los tobillos y le brotaron mangas para servir como hábito de muchas órdenes religiosas. Sobrevivió al derrumbe del imperio romano y a lo largo de la Edad Media fue el origen de bastantes prendas de vestir.

Parece sin embargo que fue en los lugares más apartados, y en los oficios más modestos, en donde mejor conservó su primitiva esencia y donde se mantuvo más fiel a su ancestral antepasado (figura 7)

Además de en el valle de Hecho, en donde como se ha visto debió de estar en uso hasta muy entrado el siglo XIX, en otros lugares y hasta épocas recientes, también se conservó este testigo de la vieja indumentaria romana.

Los pastores de las tierras sorianas mantuvieron el uso de esta antiquísima reliquia hasta las postrimerías del siglo XIX. También en los primeros años del siglo pasado la herencia del sagum se mantenía viva en los valles del Pirineo navarro, pues el capusay usado por los pastores, un pariente muy próximo del capote cheso, sobrevivió hasta la época de nuestros abuelos.

Antiguo capisayo conservado en el Museo vasco de Bilbao.

El cartel que en 1981 anunciaba el VII Symposium Internacional de arte del Valle de Hecho representaba a Tintín buscando una escultura de Pedro Tramullas. El diseñador fue Vicente Villarrocha, el cual participaba como pintor en dicho Encuentro, junto a creadores de la cerámica, arqueología, marionetas, escultura, tapices... Cuarenta años después le preguntamos por sus recuerdos. También a otros dos artistas que asistieron el mismo año.

Buscando recuerdos de artistas

Por: M. Carmen Gascón B

Vicente Villarrocha (pintor)

(Adios a las islas) 1981

¿En qué se nota que le interesaba el arte Pop?

¿Que papel juega la geometría?

Tintin nos propone una aventura; una pareja tiene otra diferente a la de Tintín. ¿ Crees que lograrán sus proyectos los personajes del cuadro?

Tapa la fecha y pregunta a otras personas que te digan cuándo se pintó. ¿ Por qué parece tan actual? Hace ya tiempo que sigo al pie de la letra el viejo consejo de Montaigne: “El que no esté seguro de su memoria debe abstenerse de mentir”. De lo que me acuerdo bien es del descubrimiento de la efectividad narrativa y la importancia de la estética del cómic de “línea clara” que emana de la obra de Hergé. Entre los “tintinófilos” encontramos a personajes de todo “pelaje” desde Julián Hernández, músico y cantante, fundador del grupo Siniestro Total, hasta el arquitecto y diseñador Oscar Tusquets.

Pero a lo que voy, participé en el apartado de pintura (con mi amigo Enrique Larroy) en el VII Symposium y cómo se trata de no mentir tengo que confesar que no me acuerdo como acabé realizando el cartel de esa edición. Imbuido por mi ochentera tintinopatía, preparé (como en otras obras de entonces) una composición con viñetas manipuladas en las que la secuencia narrativa era el encuentro en el bosque de una obra deTramullas Con parecidos parámetros estéticos llevé a cabo el cuadro que se quedó en Hecho y que actualmente se puede disfrutar en el Pallar de Agustín.

Enrique Larroy (pintor)

(Fresa) 1981

¿Ves las “fresas” volando sobre un cielo rojo?

¿ Te lo imaginas en otros colores usados también en el arte Pop?

¿Cómo consigue el movimiento? ¿Ves cómo parece todo más grande al usar esos ágiles planos geométricos?

¿Qué objetos de consumo del siglo XXI usarías tú en un cuadro? Yo pintaba una “fresa” en Hecho el mismo verano que Los Pajaritos de María Jesús y su acordeón triunfaban en todas las fiestas del valle. Con mi amigo y compañero de Symposium Vicente Villarrocha comprobamos en repetidas ocasiones que en un momento preciso de la canción todos nos agachábamos y únicamente permanecía en pie la pareja de la guardia civil.

De parte de Pedro Tramullas, Paco Rallo contactó con nosotros para transmitirnos la invitación y gestionar los gastos de materiales necesarios. Además, el simposio, nos proporcionaba estudio y alojamiento con pensión completa. A cambio nosotros donábamos una obra al pueblo de Hecho. Con Tramullas como guía de lujo, me acuerdo especialmente de un par de excursiones a la luz de la luna en búsqueda de dólmenes y otros monumentos megalíticos. Recuerdo perfectamente la emoción y el entusiasmo de sus comentarios, los silencios y las risas. Pedro Tramullas me enseñó una nueva manera de ver y pensar la escultura. Estoy seguro que esa mirada se empezó a ver también en mi pintura.

Ricardo Calero (escultor)

QUEJIDOS - de la serie negra

Observa 3 conceptos plásticos del autor: lo negro, la textura y el color.

¿Crees que el autor está influenciado por la escultura clásica? Fíjate cómo mezcla pintura y escultura, madera y plástico, rugosidad y linea, claro y oscuro.

Esa llama orgánica aparece rota en un mundo industrial. ¿Era una critica? ¿Se ha hecho realidad? Mi experiencia fue muy gratificante y enriquecedora por el diálogo con la naturaleza. Recuerdo la mirada, conocimientos y generosidad siempre atenta y presente de Pedro Tramullas. Conversábamos en noches de luna pero también estábamos en silencio porque es así como se escucha mejor la memoria de la tierra. Hablaba de las constelaciones relacionadas con cada mes y dónde ubicar lo que estábamos creando. Llegué a ir en tres encuentros.

Entonces, y todavía hoy, me interesaba experimentar en espacios naturales, y observar cómo el tiempo crea sus “paisajes” gracias a la lluvia, el viento... De aquellas estancias recuerdo la camaradecía con los ceramistas, con los amigos pintores... y más todavía durmiendo en unas literas hechas con tablones. Con la gente del pueblo queríamos quedar bien; igual íbamos a comprar un cuaderno que hacíamos la ronda por los bares. Años después he paseado por el parque escultórico. Cada obra emana luz de su interior, tiene un lugar y una proporción ...

Regalé tres obras. Una de ellas es “ Quejidos-de la serie negra” que se expone en el Pallar de Agustín.

Como en una navata

La solidaridad es un valor personal que supone la capacidad que tienen los miembros que pertenecen a una comunidad de actuar como un todo…., COMO EN UNA NAVATA. Este es el motivo que me ha llevado a hablaros del proyecto solidario en el que estoy inmersa desde el 2008: BILBAO FORMARTE

Bilbao FormArte es un proyecto dirigido a que las personas con discapacidad psíquica y/o intelectual desplieguen toda su potencia creadora. Un centro formativo que ofrece un programa de desarrollo personal y profesional a través de la creación artística.

Esta escuela de artes plásticas que abrió sus puertas en 2013 sigue luchando para mantenerse abierta al no contar con el suficiente apoyo institucional. Afortunadamente nos hemos encontrado con otros proyectos que también creen en las capacidades artísticas de las personas con discapacidad psíquica o intelectual, como es el caso de la Asociación ATADES de Zaragoza.

Desde ATADES nos invitaron a colaborar con su revista de Diciembre 2020. Os invito a leer la revista completa que está disponible en la red https://www.atades.com/. Independientemente aquí voy a compartir parte de mi artículo que considero interesante, donde hablo sobre:

“¿Art Brut, Arte Outsider o Expresionismo Abstracto?

El término de “Art Brut” fue concebido por el artista francés Jean Dubuffet para describir el arte creado fuera de los límites de la cultura oficial por personas que se mantienen al margen de la sociedad, tales como: internos de hospitales psiquiátricos, autodidactas, solitarios, inadaptados o ancianos. Dubuffet defendía las obras de estos artistas porque “todos llevamos un potencial creativo que las normas sociales actuales anulan”.

Quizás sea esta una de las razones por las que los/as artistas de Bilbao Formarte realizan obras de arte tan personales. Cada uno de ellos/as tiene su propio proceso creativo, dotando de una gran personalidad a cada uno de sus trabajos. No obstante, y viendo los diferentes estilos y escuelas de arte que se han etiquetado hasta la fecha, nosotras nos quedamos con el de “Expresionismo Abstracto”. Cuando en el Guggenheim de Bilbao estuvo la exposición de Expresionismo Abstracto centrado en la escuela de Nueva York, allí estaban todos nuestros/ as artistas. Durante las visitas que realizamos a la exposición con diferentes grupos de nuestros/a artistas, todos/as y cada uno/a de ellos/as se vieron identificados/as con alguno/a de los/as artistas americanos/as que mostraban sus obras en las paredes del museo”. Esta mirada que Bilbao Formarte tiene con sus artistas, la comparte con entidades como ATADES y también con otros centros extranjeros. Esto punto en común es muy significativo para nosotras, pues pese a las grandes dificultades para mantener el proyecto a flote, miradas como ésta nos motivan para seguir luchando. Podemos decir con orgullo que han contactado con nosotras desde Europa para llevar a cabo un proyecto conjunto con otros cinco centros de diferentes puntos de la geografía europea: Helsinki, Luxemburgo, Bruselas, Ginebra y Livorno. Durante los próximos dos años desarrollaremos un proyecto en aras de un reconocimiento oficial para las personas con discapacidad psíquica o intelectual que desean recibir una formación en Arte.

Trabajar con personas conlleva un compromiso personal que va más allá de la ejecución de un trabajo diario. Nosotras hemos conseguido avanzar (supongo que gracias a nuestro punto de locura), para abrir nuevos horizontes para las personas con discapacidad psíquica o intelectual, embarcándonos en un nuevo proyecto: NAHIARTE FACTORY, S.L., enfocado a la inserción laboral de nuestros/ as alumnos/as como artistas. Hemos abierto tienda física en el centro de Bilbao donde vendemos los artículos que nuestros/as artistas pintan e iremos incorporando a la plantilla a aquellos/as que deseen que sea su medio de vida. www.bilbaoformarte.com

Agradecemos todas las muestras solidarias que recibimos y nos ayudan a seguir a flote, a seguir de pié en esta navata que se tambalea, pero que entre todos/as estamos sacando adelante. Muchas gracias Valle de Echo. Que vaya bien!

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