Segunda quincena de febrero de 2014
CEDH SONORA
R
• Gregorio Cruz Fuentes
ES OMBUDSMAN REDOMADO PILLASTRE
aúl Arturo Ramírez Ramírez, recibió su premio por haber solapado todo tipo de atropellos, violaciones, corruptelas y complicidad, desde la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Sonora. El inútil sinvergüenza, cínico, presupuestívoro—tiene también a su respetable señora madre, Rebeca Ramírez Gahanna, priista de convicción, colocada en la administración panista de Hermosillo—la protesta de rigor por un segundo período de cuatro años, dentro de la CEDH, cuya credibilidad y trabajo, está por los suelos. Una administración oscura marcada por el odio, venganza, sangre y manchado incluso por el asesinato de quienes debía defender,, recibe el ancestral pago de las 30 monedas de Judas Iscariote, por traicionar el principio fundamental de proteger los derechos humanos.
Al llamado “Polivoz”, a quien le gusta que le digan Ombudsman—a cuyo cargo llegó sin llenar los requisitos de ley, y cero experiencia en la materia encomendada—, vamos a recordarle dos casos, en los cuales le ha “agarrado la pata a la vaca”, en los actos represivos del gobierno de Guillermo Padrés, cuya tumba la empezó a cavar en la propia casa de gobierno. Los nombres de Gisela Peraza y Roberto Munró, éste sobrino del secretario estatal de Seguridad Pública, a lo mejor para muchos
no les diga nada, sin embargo, un robo millonario en la Casa de Gobierno perpetrado el 2011, los puso en el ojo del huracán. A ella, sin padrino que la defendiera, le cayeron sin piedad, sin misericordia, instituciones como el Supremo Tribunal de Justicia, Procuraduría General de Justicia del Estado, sistema penitenciario—ademas del particular del Ejecutivo, Agustín Rodríguez, quien la hostigó personalmente en el cuarto de servicio de la residencia oficial—, y la propia CEDH, que preside el ídem prepotente Ramírez Ramírez. Con el aval del presidente de la CEDH, la torturaron, la privaron de la libertad y exiliaron, al enviarla a una solitaria prisión de Huatabampo, para que no se defendiera y con intenciones de alejarla de medios de comunicación y familiares, prohibiendo incluso el acceso a su celada de visitadores de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que hicieron el viaje desde la ciudad de México al conocer semejante barbaridad de las autoridades. Las súplicas, reclamo de justicia, denuncia de atropellos y abusos, no tuvieron eco en ninguna parte. Sin embargo, nunca se dijo la procedencia del dinero y por qué se habían ensañado con una mujer que los había acompañado 9 años de su vida. La CEDH como los mariachis:
Callaron, pero la vergüenza nacional, lo que evidenció a un gobierno corrupto que manipula a poderes como el judicial fue el caso de María de Jesús Llamas Coronado “La China”, una importante activista del PAN en Guaymas, de quien montaron todo un circo para justificar un supuesto suicidio. Todo eso consta en la recomendación 73/2013 al Gobierno de Sonora, emitida por La Comisión Nacional de los Derechos Humanos. El dictamen de peritos y especialista de la CNDH fue contundente: Tras la exhumación del cadáver de la víctima, concluyó que la causa de la muerte fue “asfixia mecánica”, con lo que se da cuenta que el fallecimiento “no fue producido de manera autoinfligida”. Es términos cristianos no se trató de un suicidio, sino de un homicidio. Hubo violación a las garantías individuales de la mujer. La CEDH dijo siempre lo contrario. Hubo omisiones y negligencias, y el monigote Ramírez Ramírez nunca s e
atrevió a decir nada. Como colofón citaremos el arresto de más de 9 funcionarios de los Ceresos por la fuga de reos, todos están libres, a nadie se le comprobó delito alguno. Al igual que los otros casos la CEDH, casi los enterró. Con los antecedentes juzgue usted, si merecía Raúl Ramírez seguir al frente de los Derechos Humanos de Sonora. ¡Qué desfachatez!
• Gregorio Cruz Fuentes. Es periódista bueno y Director del reconocido medio editorial LAS NOTICIAS DE LA FRONTERA.