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Artículo: IAZ-MC HERMILO SUÁREZ DOMÍNGUEZ
Investigador del Departamento de Zootecnia - Universidad Autónoma Chapingo. hermilosuarez@hotmail.com
Estrategias para enfrentar la sequía
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Penúltima Parte: Acciones ante la emergencia actual.
Ya estamos en mayo. Y la sequía golpea con fuerza. Hacia finales de abril la Comisión Nacional del Agua señaló que 85% de territorio nacional padecía alguna condición de sequía y en las semanas recientes el autor de esta Columna atendió peticiones de apoyo técnico de productores ganaderos de Guanajuato, Estado de México, Jalisco, Michoacán, Puebla, Tamaulipas, Tabasco y Veracruz, en unos casos para formular alimentos suplementarios para el ganado o responder qué materias primas son las más recomendables ante la escasez de forrajes en los potreros y en otros casos para corregir padecimientos metabólicos que se provocaron por el uso inadecuado de fórmulas de alimentación o para orientar en la siembra de forrajes de corte en el próximo ciclo de lluvias.
Entonces se entiende que los productores ganaderos por estos días están ocupados en atender a sus animales algunos bajo presión debido a la situación de emergencia y otros con la confianza de que se anticiparon a la sequía y se previnieron con forrajes y otros alimentos. Sin embargo, también se sabe de casos en que el ganado muere de hambre o sed.
Por consiguiente, esta columna en esta ocasión intentará exponer algunos consejos de alimentación en este escenario de emergencia con el propósito de que el desembolso de capital sea un poco menor.
1. Alimentar a los animales agrupados en jóvenes y adultos.
Los primeros son rumiantes en desarrollo; por tanto, todavía no pueden digerir la fibra de los forrajes y no son capaces de crecer ni de mantenerse en el mismo peso actual con alimentos de mala calidad.
Por consiguiente los reemplazos menores de 12 meses que se alimentan con forrajes secos o conservados en forma de heno o ensilajes también requieren apoyo diario de un kg de granos y 0.25 kg de pastas. Además, es mejor que se usen alimentos concentrados en las crías que no crecen bien por falta de leche materna que en alimentar a las vacas para que produzcan más leche.
Los segundos son los animales adultos, es decir, los rumiantes funcionales que pueden digerir la fibra de los forrajes o los esquilmos agrícolas. En estos animales se recomiendan fórmulas que se elaboran con forrajes de mala calidad, urea y melaza o que están basadas en forrajes ensilados, para que resulten en bajo costo.
En ambos casos debe tenerse claridad respecto al propósito que se persigue el proporcionar alimentación de emergencia para el ganado.

2. Cercar los aguajes para evitar que el ganado pueda atraparse en el lodo y morir.
En la condición de escasez alimentaria el ganado se debilita y pierde la fuerza que le permitía ingresar a los jagüeyes y salir con facilidad; por tanto, en el escenario de esta sequía se recomienda suministrar al ganado agua por medio de pilas si este todavía permanece en los potreros. Desde luego, en ninguna circunstancia el ganado debe padecer la falta de agua de bebida.
3. Suministrar minerales a libre acceso para todos los animales.
La escasez alimentaria y las elevadas temperaturas de esta primavera ocasionan deshidratación en los animales y pérdida de peso. Por tanto, se aconseja apoyar a los animales con premezclas de minerales que se suministran a libre acceso para permitir que el ganado seleccione la cantidad que necesita consumir. De ese modo también se ahorra dinero porque se evita el desembolso de capital en minerales que el ganado no necesita pero que debe consumir porque se agregan en los suplementos multinutricionales. Además de las premezclas se aconseja que el ganado tenga acceso libre a sal común.
4. Aprender de esta lección y preparase para el año siguiente.
Como se señaló en el número anterior de esta columna se considera muy importante que los productores aprendan a anticiparse a los cambios tal que el próximo año la situación sea más benigna y ellos se formen más capacidades como expertos en ganadería.
Por último, conviene recordar que la sequía no mata ganado sino que los animales mueren porque el productor ganadero no los atiende de manera diligente.
