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LOS BIOESTIMULANTES UNA HERRAMIENTA CLAVE PARA LA SOSTENIBILIDAD
Por: Ing. Paola Padilla
La importancia del suelo en la actividad agrícola es algo que hoy por hoy, pocos profesionales de este sector pasan por alto. Sin embargo, la intensificación de los procesos en agricultura y los efectos del cambio climático sobre este preciado recurso han acelerado su degradación en los últimos tiempos. El cambio climático también presenta un riesgo para la agricultura y los recursos naturales ya que está generando aumentos en la temperatura y una reducción de lluvia en ciertas zonas, así como contribuyendo a aumentos en la frecuencia de sequías e inundaciones. Estos problemas, combinados con la mayor demanda de agua asociada al crecimiento del sector agrícola, agravan aún más el panorama.
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Uno de los grandes retos de la agricultura actual es alcanzar una productividad óptima manteniendo un equilibrio biológico que garantice un suelo vivo y saludable y que se lleve a cabo de una forma sostenible y respetuosa con los recursos naturales.
Al reconocer que en nuestros días el concepto de suelo se refiere a un ente dinámico y vivo, surge la necesidad urgente de implementar prácticas y manejos que permitan mantener la biodiversidad y garantizar su buen uso utilizando herramientas eficientes y amigables con el medioambiente, sin descartar que este tipo de herramientas también nos permitan hacer cambios importantes que perduren a través del tiempo.
¿Qué son los
Bioestimulantes?
La definición del Dr. Patrick Du Jardin es la más aceptada y distribuida a nivel internacional y menciona que “Un bioestimulante es cualquier sustancia o microorganismo que, al aplicarse a las plantas, es capaz de mejorar la eficacia de éstas en la absorción y asimilación de nutrientes, tolerancia a estrés biótico o abiótico o mejorar alguna de sus características agronómicas, independientemente del contenido en nutrientes de la sustancia”. Dentro de esta categoría también se considera como un bioestimulante vegetal a los productos comerciales que contienen mezclas de estas sustancias o microorganismos.
Los bioestimulantes agrícolas actúan sobre los procesos bioquímicos naturales de la planta, ayudando a impulsar el crecimiento, la calidad y la productividad de las cosechas.
A diferencia de los biofertilizantes, los bioestimulantes no incrementan el aporte de nutrientes a la planta, sino que estimulan sus procesos naturales, promoviendo el crecimiento y desarrollo de la planta. La mayoría de bioestimulantes son compatibles con el uso de todo tipo de fertilizantes.

¿Qué beneficios aportan los
Bioestimulantes?
Independientemente del origen y categoría de los bioestimulantes, los beneficios se pueden resumir en los siguientes:
• Promueven el crecimiento de las plantas e incrementan los rendimientos agrícolas a través de una mayor optimización de la absorción de agua y nutrientes por parte de la planta.
• Evitan la degradación de los suelos y contribuyen a su regeneración.
• Incrementan la tolerancia de las plantas a la sequía y a la salinidad.
• Estabilizan el funcionamiento ecológico y la productividad de los ecosistemas.
• Mitigan el impacto ambiental en las plantas, reduciendo los efectos del estrés abiótico.
• No producen residuos indeseables en las plantas ni alteran las características genéticas de los cultivos y las cosechas.
• Mejoran el equilibrio hormonal de la planta.
• Activan fisiológicamente a la planta, logrando un incremento en las horas de actividad.
• Maximizan la expresión genética de los cultivos.

